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Otras veces se observan bailar Bacantes en fiestas de
bodas: tal es la hermosa boda de Thétis y Peleo, como en un sarcófago de
Villa Albani
(nº111). Montfaucon, que publicó esta pieza, no sabía lo que en él se
representa (2).
Parece, en general, que el primero trató de disminuir el horror que le
produce la destrucción de los cuerpos por las ideas homosexuales en la vida
humana.
Plutarco nos dice de Escipión el Africano que deseaba que nos topásemos con
su tumba (Plutarco Apotegmas Escipión).
De esto también se hizo uso en los funerales romanos bailando ante el cuerpo
de la persona muerta
(Dioniso Ant.Rom. libor7 12-7).
Y también encontramos representados en estos monumentos las cosas más
comunes de la vida ordinaria.
En un bajo relieve de una urna sepulcral aserrada y guardada en
Villa Albani se ve representada una despensa, donde hay una mujer, asientos
y una niña de pie con los animales destripados y colgados, y varios otros
comestibles, similar a ese tema el grabado en la galería Giustiniani
(#)..,
y la parte superior de la que leemos estos versos de Virgilio:
In freta dum fiuvii, current,dum montibus umbrae Lustrabunt convexa, polus
dum fidera pascet: Semper honos, nomenque tuum, laudesque manebunt.
“Mientras el río corra, los montes hagan sombra y en el cielo haya
estrellas, debe durar la memoria del beneficio recibido en la mente del
hombre agradecido”
Anteriormente fue vista en Roma como una urna sepulcral, en que se había
representado un tema obsceno, con la Inscripción en las palabras siguientes
que se han conservado: OT MEAEI MOI,
qué me importa. En casa de M.
Cavaceppi,
(1) Monum. Ant. ined. N.111.
(2) Montfauc. Antiq. expl. T. 5. Pl- 51 P-123.
(3) Plutarch. Apopht. p. 346
(4) Dionys. Halic. Ant. Rom. L.7. p.460. I. 14.
página 346
Escultor romano, donde se muestra una obra algo parecida, con el nombre del
difunto.
Sin embargo los etruscos no gozan de una prosperidad tan constante, coma para
superar la naturaleza de los necios, y su influencia en relación con las artes de
imitación.
Poco después del establecimiento de la República de Roma, entraron en
guerras sangrientas sostenidas contra los romanos.
El desafortunado final de estas guerras, un año después de la muerte de
Alejandro Magno, toda la nación fue subyugada por los romanos, y la misma
lengua etrusca, después poco a poco fue transformada en su idioma, el latín,
perdiéndose del todo.
Después de la muerte de su último rey, Elio Volturrinus, muerto en la
batalla cerca del lago Lucumo, Etruria se convirtió en una provincia romana,
sucedió el año 474 de la fundación de Roma, y en la 124ª Olimpiada. Poco después, es decir, el año 489 de Roma, en la 129ª olimpiada, el propio Marco Flavio Flaco, rindió y apresó Volsinium
hoy Bolsena, la ciudad de los artistas, de acuerdo con el significado de su
nombre, algunos serían procedentes de Fenicia (1).
El vencedor se llevó solo de esta ciudad, dos mil estatuas a Roma
(Plinio
libro34, 34):
Aparentemente las otras ciudades también fueron despojadas igual.
A partir de estos hechos, es fácil concebir que Roma, se enriqueció con una
cantidad increíble de estatuas griegas, y se llenó de una multitud de obras
etruscas, que podrían ofrecerse incluso a diario
(1) Hist. univers, des Anglois. T. 14. p. 218.
(2) Plin. L.34.p.646. 1. 3,
página 347
monumentos antiguos sin agotarse.
Que, en cualquier caso, los etruscos y los griegos, cuya suerte respectiva
fue similar, cultivaron el arte todavía con el yugo romano, como yo remarco
después.
Respecto a mirar particularmente a los artistas etruscos, sabemos el nombre
de algún maestro, Mnesarco, padre de Pitágoras, grabador de piedras
preciosas; se le cree nacido de Tuscie o Etruria.
página 348
Capítulo II. El Arte en particular de los etruscos, y sus obras
existentes.
Después de esta introducción a la historia de los
etruscos, sigo mi carrera y trato de determinar los caracteres del
arte.
Este segundo Capítulo dividido en dos secciones, tiene por objeto en primer lugar la
forma original de sus rostros, y en especial la de sus dioses, con la
indicación de las obras más notable. En segundo lugar, el estilo de sus
artistas que denota las maniobras en tres épocas.
En cuanto a la configuración y las formas, junto con los atributos
simbólicos de los dioses de esta nación, no nos haría decir mal del gran
parecido de los Etruscos con los griegos.
Esta conformidad sirve como prueba de que los griegos se establecieron entre
los etruscos,
página 349
Y que estos pueblos han vivido siempre con una determinada unión, que se
confirma con el testimonio de los autores antiguos y modernos, que les dan
origen común, haciéndolos descender de los pelasgos (1).
Sin embargo, los etruscos también tenían una forma de figurar sus dioses que
era particular.
La Configuración de las numerosas deidades etruscas parece extraña para
nosotros; pero los griegos también tenían formas singulares, como lo fueron,
entre otras, las figuras representadas como en el famoso cofre de Cypselus, del
que Pausanias nos da la descripción
(Pausanias
Libro V, 7-5).
Los Poetas de entonces con la imaginación exaltada y sin límites, crearon
imágenes extraordinarias, o para ganarse la admiración, o para excitar las
pasiones, y estas imágenes hacen que los hombres se sienten tan bárbaros
como la más hermosa de las imágenes más conmovedoras. Con el nacimiento del
arte, nacía la fama de sus Artistas, sus pensamientos eran bizarros y sus
formas exageradas.
La idea de un Júpiter cubierto de estiércol de Caballo y otros animales,
como hecha por el Poeta Pampho (3), muy anterior a Homero no es más extraño
que la de Júpiter APOMYOS, ἀπόμυιος, o muscarius, producción del arte griego.
La cabeza de este Dios, tiene la forma representada de
mosca. Las dos alas de la mosca dan forma a la barba, el cuerpo cara y
también en la parte delantera en lugar de pelo, es la cabeza del insecto.
Por lo tanto, esta cabeza se encuentra grabada en una piedra del gabinete de
M. Stosch, piedra que publiqué en mis Monumentos de Antigüedad (
Nº13).
La
(1) Cons. Scalig. Not. in Varr.de Re rust. p. n 218.
(2) Pausanias. L. 5.
(3) ap. Philost. Heroic. p. 693.
(4) Deser des Pier gr. du cab.de Stosch. p. 45;. Monuni. ant. ined. Nº12
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Los etruscos siempre han representado con dignidad a los dioses mayores, les
dan atributos análogos.
En cuanto a los atributos que primero hablamos en general, vamos a ir
entonces a lo particular.
Las alas son los atributos dados a casi todas las deidades etruscas.
Júpiter se ve en una piedra Etrusca de la colección del Stosch; seguimos
viendo este Dios que apareció en una pasta de vidrio en una cornalina, en el
mismo gabinete, el se presenta a Semele en toda su Majestad (
Mon.Ant.nº2).
Los etruscos así como los antiguos Griegos
(Pausanias
Libro V, 19-5) le dieron alas a
Diana.
Las Ninfas compañeras aladas de esta Diosa, que vemos en una urna
sepulcral del Capitolio, así como en un bajorrelieve de la Villa Borghese,
las figuras están probablemente tomadas de invenciones antiguas de estos
pueblos.
La Minerva etrusca lleva alas no solo en el hombro (3); todavía las tiene en
los pies
(Cic.nat.dioses 3-23).
Un escritor ingles se equivoca, cuando avanza que se encuentran cosas de
Minerva alada, y que los autores no lo han dicho nunca (5). Vemos a Venus
figurando con dos alas.(6)
Los etruscos aún tenían a la cabeza muchas otras deidades, como el Amor,
Proserpina y las Furias. Es en esta misma dirección, que los Artistas
representan carros con alas (7); era una práctica que tenían en común con
los griegos. De hecho Eurípides
(Eurípides
- Orestes 982) nos da el Sol en un carro alado, y sobre las
medallas de Eleusis (9)
Ceres se muestra sentada en un carro tirado por dos
serpientes.
(1) Descripí. des Pier. gr. du cab.de Stosch. p. 54. Monum. Ant. ined.N.I.2
(2) Pausan. L.5.p.424.l.27
(3) Dempst. Etrur. Tab.6.
(4) Cie.de Nat. Deor.L.3.n.33.p.219
(5) Horsley Brit Rom. p. 353,
(6) Gori Mus. Etruf. Tab. 83.
(7) Dempst. Etrur. Tab. 6.83
(8) Eurip. Orest. v. 1001.
(9) Haym Tes.Brit.T.a.
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La Fábula hace mención de un carro alado de Neptuno que Apolo dio a Idas
para raptar la Ninfa Marpessa
(Apolodoro Biblioteca 1-7-8).
Si el pasaje en cuestión de Eurípides, PTEROPHORON a OCHÎMATÔN, πτεροφόρων ὀχημάτων fue traducido
por pennigerorurm currum, esto no es un fallo, como algun crítico afirmó
que creyeron mejor hacer significado del Autor, por volucrium equorum (2):
Este escritor está, sin duda equivocado, porque las alas no se dan aquí para
los caballos, sino en el carro.
Además el mismo poeta usa la palabra PTEROPHOROS, πτεροφόρος,
(Eurípides
- Ifigenia 250) como un epíteto dado al carro del hijo de Teseo,
para designarlo como veloz.
Los etruscos se escudan del relámpago de nueve deidades, como Plinio nos
dice
(Plinio
el viejo libro 2, 138); pero ni Plinio ni otro autor nos dice
cuáles eran estas deidades.
Sin embargo, cuando nosotros realizamos búsquedas como dioses de Grecia y
sus figuras, nos encontramos con el mismo número.
Entre los dioses, los aficionados puedan entender Júpiter, pero este
atributo se lo dio a Apolo, adorado en Heliópolis, en Siria (5); Y este Dios
es representado de la misma manera en una medalla de la ciudad de Thyrria en
Arcadia (6). Marte lucha contra los Titanes y está armado de la misma manera
en una pasta de vidrio (7) así como Baco en piedra grabada (8), las dos
Antigüedades en el gabinete de Stosch, donde también vemos a Baco armado con
el rayo, en una patera Etrusca, Vulcano (10) y Pan y dos pequeñas figuras de
(1) Apolîod. bibl. L. I p. 16.
(2) Rutger. var. leet. L. 1. c. 10.p.48
(3) Eurip. Iphig. Aul. v.251.
(4) H. N. L. 2. c. 53.
(5) Macrob. Saturn. L, 1. c. 24- p254.
(6) Golz. Grae. Tab. 61.
(7) Defer. des Pier. gr. du cab.de Stosch. p. 51. No.116
(8) Ibìd. p. 234. No1459.
(9) Demst. Etrur. Tab. 3.
(10) Serv. ad Aen.1P-.177.H.
página 352
bronce conservado en la colección del Colegio Romano, Hércules en una
medalla de la ciudad de Naxos, se representa con el mismo atributo.
Entre las diosas armadas de un rayo, se sabe a Cibeles (1) y Palas (2) como
nosotros las vemos en las medallas de Pirro y otras (3).
Todavía podría citar a amor portando el relámpago, representado sobre el
escudo de Alcibíades
(Ateneo Banquete 534).
Con respecto a la configuración particular de algunos dioses, notaremos
entre otros, a Apolo llevando un sombrero que cae sobre los hombros, (5) y
Zeto, hermano de Anfión, representado en dos relieves en Roma
Sin duda, esta representación de Apolo alude al estado del Dios pastor del
Rey, suponemos, para los pastores de los campos que portasen sombreros
(Dioni.Hali. libro10 17-4).
Así, los griegos han representado Aristeo, hijo de Apolo y Cirene, que aprendió el arte de la apiculltura de las abejas (8): para el que Hesíodo
da el nombre de Apolo campestre (9).
Algunas obras etruscas nos ofrecen a Mercurio con barba afilada curvada
hacia adelante. Esta era la forma de las barbas que llevaban los más
antiguos pueblos como demostraré a continuación.
Pero una cosa es extraordinaria, se trata de un pequeño bronce de Mercurio,
del tamaño de una palma, conservado en la colección de M. Hamilton en
Nápoles: esta figura está armada con una coraza,
(1) Bellori Imag. y du Choul della relig. de Rom. p.92.
(2) Apollon. Argon. L. 4. v. 671. Servius 1. c.
(3) Golz. Graec. Tab.36. N. 5.Çonf. Span, de praest. Num. T. 1.p.432
(4) Athen. Deipn. L. 12. p. 51.
(5) Dempft. Etr. Tab. 32. Cons, Buonar. expl. p. 12. §. 6.
(6) Descript. des Pier. gr. du cab.de Stosch. p. 97.
(7) Dionys. Halic. Ant. Rom. L.IOp.615. l.14
(8) Justin I.13.c.7
(9) Cons. Serv. in Virg. Georg. L. 1.v.i4.& Schol.Apoll.Rhod,L.2.v.Soo.
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guarnecida con correas y hebillas de ordinario, pero lleva los muslos y las
piernas al descubierto. Esta configuración de Mercurio, así como un casco en
la cabeza de una estatua de este dios en Elis
(Pausanias
libro 5, 27-8), se refiere a su batalla contra los Titanes, en
el relato de Apolodoro aparece armado
(Apolodoro Biblio. 1.6.2).
También una cornalina del Gabinete de Stosch, presenta
la Divinidad que lleva una tortuga entera, en lugar de Pétaso sombrero
redondo)(3). Publiqué esta figura en mis Monumentos de la antigüedad (
Nº5),
donde hago mención de una cabeza de mármol de la misma Divinidad, del mismo
modo que llevaba una tortuga, y cito otra figura que se encontró en Tebas en
Egipto, y que lleva un peinado similar (4).
Entre las diosas diremos de una
Juno, representada
como un altar triangular en la Villa Borghese, y tiene en sus manos grandes
pinzas (
nº15): los griegos también la figuraron de la misma manera (6).
Esta Juno lleva las pinzas de una manera marcial Probablemente para designar
forcerps, un cierto orden de batalla un orden de ataque que llamarían
tenazas: (7) forcipe ferra proeliari, cuando una armada en combate se forma
para que el enemigo quede atrapado entre sus filas y cuando se logre hacer
la misma abertura, los enemigos que van delante, tienen miedo de ser atacado
por el flanco.
Venus está representada sosteniendo una paloma en la mano (8); esta es la
forma en que vemos y que decimos que esta diosa, está vestida,
(1) Paus. L. 5. p. 449. l.22.
(2) Biblr. L. 1. p. 10. b.
(3) Stosch. Ibid.p.97. Monument.Ant. ined. N. 15.
(4) Pococks Deser. of the East,Tom. 1. p.108.
(5) Monum. Ant. ined. N. 15,
(6) Codin. de Orig. Constantinop.p. 44. Cons. Descrip. des Pier. gr.Pref. p.
XIV.
(7) Pest. v. Serra proliari. Vales. Not.in Anmiian. L. 16. c.12. p.135-a
(8) Gori Muf. Etr. Tab. 15.
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sobre el mismo altar triangular.
El altar en cuestión nos ofrece otra diosa vestida que
tiene una flor en la mano y que podría bien ser
Venus; en un trabajo de
forma redonda, conservado el Capitolio, esta diosa se representa
sosteniendo una flor (
nº5). Todavía se representa de la misma manera sobre la
base se uno de los dos hermosos candelabros triangulares que se ven en el
Palazzo Barberini (
1,
2): pero estos candelabros son de fábrica griega.
Con respecto a una estatua con una paloma que Spence dice haber visto en
Roma (3) poco tiempo antes de mi llegada, tenemos que creer a él aunque
no se encuentra hoy en día.
Este escritor se inclina probablemente a tomarlo por algún genio de Nápoles,
y nos informa de algunos pasajes de un poeta que considera oportunas para
apoyar su conjetura.
También cita una pequeña Venus, pretendida etrusca, de la galería de
Florencia, con una manzana en la mano. podría bien ser que la manzana, como
el violín de uno de los pequeños de Apolos de bronce de la misma galería,
como Addison sobre la antigüedad que tendría que estar pendiente desde ya
que claramente, este instrumento es una adición moderna.
Las Tres Gracias, sobre el altar de la Villa Borghese, están vestidas, así
se encontraban entre los antiguos griegos; se representan tomadas de la mano
y formando una danza.
Gori creyó verlas desnudas sobre una patera (4).
Después de estas observaciones sobre las figuras de los dioses en Etruria,
voy a indicar las principales obras de arte de esta nación, para aplicarlos
al diseño y al estilo de los etrusco y dibujar la inducción de
(1) Monun. Ant. ined. N.5.
(2) Ibid. No. 30.
(3) Polymet. p. 244,
(4) Mus. Flor.92
página 355
del talento de sus artistas.
Pero tal es la imperfección de nuestros conocimientos, que no podemos
siempre distinguir lo Etrusco del griego antiguo.
La inspección de los monumentos de estos dos pueblos, confunde a los
seguidores y nuestro juicio. Por un lado, la semejanza de los Etruscos con
el trabajo de los griegos, nos lanza a la incertidumbre; por otra parte,
algunos monumentos descubiertos en la Toscana, y con gran semejanza a los
ofrecidos en los buenos siglos de Grecia, aumentan aún más nuestra
indecisión.
Nosotros observamos anteriormente, que los artistas etruscos se distinguen de
los griegos en esto, que sobre numerosas producciones, singularmente sus
obras con incrustaciones y talladas en bronce y piedra, en que marcan las
figuras de dioses y héroes, con sus nombres, este uso no se practicaban en
Grecia en los siglos florecientes de Arte.
Es cierto, que lo contrario se encuentra sobre algunas piedras grabadas, de
las cuales yo vi una en la colección del duque Carassa Noia, donde al lado
de una Palas, se encuentra en un recuadro ΑΘΗ ΘΕΑ, es decir, la Diosa Palas
de pie.
Pero la forma de los caracteres, y la maniobra de las figuras indican los
últimos tiempos del arte, tiempo, donde empezamos a poner alrededor de La
figura más de una fila de letras.
Las obras que me propongo indicar, consisten en estatuas, bajorrelieves,
tallados en piedra, cincelado en bronces y en tablas.
Bajo el nombre de figuras, yo entiendo pequeñas figuras de bronce, con
animales.
En cuanto a estas figuras, que se ven con bastante frecuencia en los
gabinetes de curiosidades, y yo mismo tengo varias; se encuentra en piezas de
las épocas más remotas del arte, como yo deberé mostrar por sus formas en la
siguiente sección. Para los animales, la pieza más significativa que se
página 356
conoce que es una
quimera de bronce, conservada en la galería de Florencia (1) es un ser
compuesto de un león y de una cabra, a tamaño natural. La inscripción
etrusca en la obra, anuncia un artista de esta nación.
Las estatuas, es decir, figuras de magnitud natural o por debajo de este
tamaño, son en parte de bronce, y en parte, de mármol.
Se sabe de dos estatuas de bronce de fabricación etrusca, y una tercera que
pretende pasar por estas.
Las dos primeras tienen caracteres inequívocos. Una está conservada en el
Palacio Barberini y tiene de alta cerca de cuatro palmos, y parece representar
un
genio; el hecho de que se le puso para representar una cornucopia, es que es un
trabajo moderno.
Otra, que está en la galería de Florencia, se pretende un
Arúspice vestido de Senador Romano (2) y ajustado con un abrigo, en el
borde se ve grabado con caracteres etruscos,(
#)
La primera de estas figuras, para los aficionados, contradice los primeros
tiempos del Arte en Etruria.
La segunda es de tiempos posteriores, que se puede hacer conjeturas y
entender por la barbilla unica en la naturaleza de su trabajo. La estatua
que se basa en el natural, y que representa una figura retratada, estaría con
barba si fuera anterior, ya que la costumbre de llevar la barba era general
en boga en los Primeros tiempos etruscos y en los primeros tiempos Romanos.
La tercera estatua, dicen representar un genio, y nos ofrece un
joven de tamaño natural, fue encontrada en 1530 en Pesaro sobre la costa
del mar Adriático, donde debemos encontrar los monumentos más bien griegos
que Etruscos, esta ciudad fue colonia Jonia Griega.
(1) Gori Mus.Etr. Tab. H.155.
(2) Demst. Etr. Tab.40,
página 357
Aquí Gori cree reconocer un artista etrusco, por la manera de tratar el
cabello, donde compara muy inadecuadamente, la disposición como las
escamas de pescado.
Se puede objetar que lo vemos igualmente en obras, de algunas cabezas en piedra
dura y bronce en Roma, y así como en algunos bustos en Herculano. Del resto
de esta estatua de bronce, es una de las cosas más bellas que se han hecho
venidas de la antigüedad.
No es fácil decir en las estatuas de mármol, que parecen de ejecución
etrusca, porque estas pueden ser de la primera época de los griegos; Y todos
los días verdaderamente se cambia la última por la primera opinión.
Por lo tanto, aunque podríamos bien decir de
un Apolo, expuesto en la
colección del capitolio, y
otra estatua de este
Dios, que se encontraba en un pequeño templo en el Cabo de Circe,
conservada
en el palacio Conti, parecen más
griegos que Etruscos.
Del mismo modo no será un atrevimiento sostener que la pretendida
Vestal del palacio Giustiniani, tal vez sea la más antigua estatua que
se encuentra en Roma, y una
Diana de la colección de Herculano, que tiene todos los caracteres del
estilo Etrusco, era de un artista de esta nación, en vez de ser de la mano
de un griego.
La presunción más fuerte en estilo de un trabajo de los Etruscos, lo
tendríamos en una pieza que se conserva en la
Villa
Albani, que es, la estatua de un presunto Sacerdote, más grande de lo
natural y bien conservada en todas las partes, excepto el brazo que está
restaurado.
La actitud de esta figura está parcialmente a la derecha, y sus pies no
están separados. Los pliegues del vestido, y las mangas están dispuestas en
paralelo, y puestas unas sobre otras como si estuviera planchada. Las mangas
de la túnica están tiradas en amplios pliegues, pero aplanados.
Al final de este capítulo, y en el punto de los vestidos de las mujeres
griegas del próximo volumen, yo me detendré
página 358
sobre este tipo de ajuste.
Los cabellos por encima de la frente están dispuestas en pequeños rizos, y
revueltos como conchas de caracol, como ordinariamente se trata con las
cabezas de Hermes; sobre la frente y cada hombro, caen cuatro largos
flecos sinuosos, y van por detrás de la espalda recta, estando sujetos a
cierta distancia de la cabeza por una banda, por debajo de la cual un grupo
de cinco bucles se juntan entre sí, formando una bolsa de pelo de longitud
de un palmo y medio.
La
Diana del gabinete de Herculano, que ya tengo mencionada en el primer
libro de esta historia, está representada en la acción de caminar, como en
la mayoría de las figuras de esta diosa. Las comisuras de la boca están
hacia arriba, y el mentón tiene una forma estrecha; se ve fácilmente que
esta figura no es un retrato, pero está dirigido por una idea imperfecta de
la belleza.
De todos modos, ella tiene hermosas partes, y sus pies son tan finos, que no
se pueden hacer más elegantes, sino en figuras verdaderamente griegas. En
cuanto a los detalles de esta estatua, tiene el pelo que descienden
desde la parte superior sobre la parte delantera en pequeños bucles, y en la
cara, que caen en largos flecos sobre los hombros; pero están atados lo
suficientemente lejos de la cabeza. Además de la cabeza rodeada por una la
tiara, que está trabajada de relieve con ocho rosas rojas. Su ropaje se
eleva en blanco, la túnica tiene mangas anchas, dispuestas en gruesos
pliegues, el vestido y la clámide (
manto) están
plisadas paralelas. El borde del vestido está guarnecido al final con
pequeñas bandas de color amarillo dorado, e inmediatamente cubierto con una
banda más amplia de colores de laca, con flores blancas, lo que indica
página 359
el bordado: así es como está pintado el borde del vestido. El cinturón de la
aljaba, pasa por el hombro derecho y el seno, y es de color rojo, así como
las sandalias. Esta estatua estaba colocada en un pequeño templo, que
pertenecía a una casa de campo cerca de la ciudad de Pompeya.
Con respecto a los bajorrelieves - Voy a elegir simplemente para describir
cuatro piezas, que siguen por gradación en cuanto a su antigüedad.
El Primero y más antiguo, no solamente de los relieves etruscos, sino de
todas las obras de bajorrelieve que están en Roma, se ve en la Villa Albani,
y está el grabado en mis Monumentos de la antigüedad (
Nº56).
Esta obra consta de cinco figuras que representan a la
Diosa Leucotea, llamada Ino, antes de su deificación, ella era una de
las tres hijas de Cadmo y Armonía, y esposa del Athamas, Rey de Tebas. Sus
dos hermanas eran Agape y Sémele; esta última, fue amada por Júpiter y
tuvo a Baco. Ino después de la muerte fatal de Semele, se hizo cargo del
pequeño Baco, siendo su tía materna. En nuestro monumento
Ino tiene a Baco sobre sus rodillas. Como ella
está sentada en un sillón, le cabría el epíteto, EUTHERONOS, εὔθρονος, o bien sentada,
que Píndaro da a las hijas de Cadmo, aludiendo a esta silla. Por encima de
la frente lleva una especie de Tiara, que tiene la forma de una honda
y en la frente una cinta ancha, de unos tres dedos, atada alrededor del pelo
en ambos lados por medio de dos tiras en dos bandas menos largas como
Aristófanes explica con la palabra por SPHENDONÎ σφενδόνη, por una especie de corona u
ornamento de cabeza. Su cabello
(1) Monum. Ant. ined.N.56.
página 360
está dispuesto en anillos engarzados por encima de la frente, y sobre las
sienes, y hacia abajo directamente sobre los hombros, y sobre su espalda.
Enfrente de Ino se colocan tres Ninfas, que
juegan con el pequeño Baco, y que son de diferentes tamaños; La que está
delante es la más grande, y tiene al niño por el borde. Las cabezas de las
cinco figuras en esta pieza tienen mucho parecido con las formas egipcias,
tanto en los ojos, tirando hacia arriba, y aplanados y por una boca cuya
dirección es similar a la de los ojos. Su ropaje está dispuesto en pliegues
derechos y paralelos, indicados sólo por las incisiones, de modo que dos
líneas siempre se aproximan entre sí.
El segundo bajorrelieve de fabrica Etrusca, también se puede ver el grabado
en mis Monumentos de la antigüedad (
nº38), y se conserva en el gabinete del
Capitolio, es un altar de forma redonda, acompañado en la representación de
Mercurio, Apolo y Diana. Con respecto a esta pieza, el dibujo de las
figuras en general y la conformación de Mercurio, en particular, parece no
dejar dudas del estilo etrusco. Debido a que Mercurio no es barbudo en las
figuras que son de los etruscos. Además de la barba de este Dios, en la
forma que nosotros llamamos la barba de Pantalon, porque el personaje de ese
nombre en nuestras comedias, la lleva hacia adelante,
Sin embargo, es necesario decir que en la literatura griega antigua,
Mercurio se ha mostrado no sólo con la barba, también con una similar que se
ve en nuestros monumentos: donde podemos inferir el calificativo que le da
Jule Pollux (2), y que no significa
(1) Monum. Ant. N. 38.
(2) Poll. Ononi. L4.Segm. 134- 135
página 361
una barba trenzada (Barba intorta) como lo entienden los intérpretes, sino
una figura de barba cónica. Es a partir de esta forma antigua de un
Mercurio griego que las cabezas, llevan una barba parecida, parecen haber sido
nombrada ERMENEIOI , Ἑρμωνεῖος (1). Por lo tanto, incluso si él hubiera llegado a una
crítica, por la maniobra de este altar haría formar dudas entre el estilo
etrusco y la manera griega, yo no voy a reformar el principio que he
establecido, y no voy a apoyar que a través de este personaje se puede
dibujar el conocimiento del estilo etrusco: Sólo voy a observar que ya he
demostrado en más de una ubicación, que es el parecido entre el diseño
antiguo griego y el Diseño etrusco.
Observamos la forma del arco, que casi en línea recta, ya que no está
curvado sino en los extremos, forma que también funciona con los griegos.
Es así que figuran varios monumentos antiguos, sobre todo dos bajorrelieves
de la Villa Albani, donde en uno se ve
Apolo y Hércules, cada uno armado con
un arco, y donde se ve delante el famoso trípode de Delfos
(2): el de Apolo es casi correcto, y el de Hércules se dobla en varios
lugares y va serpenteando.
Este es un arco escita que tiene la forma de la antigua Sigma griega (3).
(1) Poll.Onom. L.4. Scgm. 145.
(2) Paciaudi Monum. Pelopon. Vol. 1. p. 114.
(3) Conf. Defcript. des Pierres gr. du cab. de Stofch. p.276
Tal vez este arco se llame en latín Palulus. Inposita patulus calamoo
sinuaverat arcus. Ovidio. L. Metam. v. 30. L´ autre efpecies, fimnofus
Lunavitque genu finuosum fortiter Arcum. Ídem. I. i. Amor. Eleg. 1.
página 362
El tercer bajorrelieve es un altar cuadrado, colocado una vez en el mercado
Albano, y conservado hoy en la
colección del Capitolio. Representa varios
trabajos de Hércules.
En una inspección de esta pieza tendríamos que objetar que con Hércules las
partes no son más sensibles, ni con más experiencia que quienes hacen el
Hércules Farnese, y que por lo tanto no podemos estar seguros de que sea
una obra etrusca. Estoy de acuerdo. Y no hay otros caracteres para dar, que esa barba afilada y sus rizos, de
modo que el pelo de la barba están dispuestos en etapas, en círculos, o en
pequeños anillos, lo que indica la forma más temprana, y las barbas, de ser
trabajo de los más antiguo.
La cuarta obra de mediorrelieve, de estilo posterior y que parece etrusca, se
encuentra en el Gabinete del Capitolio ;
es redondo y comúnmente pasa por un altar, coronado hoy por un gran jarrón de
mármol al que sirve de base. Pero este bajorrelieve es verdaderamente un
redondo, o la boca de un pozo (Bocca di bozzo) según lo indican las ranuras
que la cuerda ha quemado y ha formado en el borde interior.
Este monumento lo publiqué en otro lugar (1) representa los doce dioses
superiores.
Independientemente del dibujo, que tiene todas las características del arte
de los etruscos, Pensé que todavía seré capaz de confirmar esta idea por la
figura de un joven Vulcano barbudo que levantó a Júpiter su hacha para abrir
su cerebro y dejar salir a Minerva.
En espejos (2) y piedras grabadas (3), sin duda, etruscos, nos ofrece a Vulcano
en la misma forma y en la misma acción.
(1) Monum. Ant. ined. N.5.
(2) Dempst. Etrur. T.2. Montfaucon Ant. expl. T. 3. pl. 62. N. 1.
(3) Defcr. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p.123
página 363
Pero la conclusión que saco no es en general, esta divinidad se ha mostrado
sin barba (1) Por los artistas antiguos de Grecia.
Vulcano se ofrece aún en las medallas de las islas de Lemnos y Lipari (2), y
en acuñación romana (
3)
Y sobre lámparas (4), así como un hermoso bajorrelieve Griego propiedad del
Marqués Rondinini, donde este Dios viene de dar con el hacha a Júpiter
sentado, para promover el nacimiento de Minerva. Hice gravar esta pieza que
sirve de frontispicio para la segunda parte de mis Monumentos de la
antigüedad (
#).
Relativamente al dibujo, tendríamos que hacer varias objeciones contra este
punto de vista.
Uno, que Cicerón hizo traer de Atenas estos brocales para sus casas de campo
(Cicerón cart.Atico L1-10) y el monumento del que hablamos bien puede ser una imitación de algún
trabajo del viejo estilo griego.
Es cierto que los antiguos decoraban los revestimientos de estos
bajorrelieves, como podemos juzgar por el pozo cerca de Megara, el autor
Pamphos, uno de los más antiguos escultores
(
¡¿?!),
había representado la aflicción de Ceres después del rapto de Proserpina
(
Pausanias
Libro I 39-1)
Creemos que no se puede responder a estas objeciones. Pero repito aquí lo
que dije sobre el segundo bajorrelieve, que de una u otra manera, puede
servir como modelo para el estilo etrusco.
Entre las piedras grabadas yo he elegido, las más antiguas y las más bellas,
para dar más peso al juicio que prongo. Cuando el lector
(1) Paus. L. 8. p.658. I.20,
(2) Rec. de Med. du cab. de Pelkrin. T. 3. pl. 102.
(3) Vail. num, famil. T. 1. Tab. 25. N. 8.
(4) Mus. Pembrock. P. i. Tab.j.
(5) Cic. ad Attic. L.i u ep.10.putealia. sigillata.
(6) Pausanias. L.1 p, 94. L.2
página 364
ignore las obras primeras en méritos de arte etrusco sin darse cuenta
de las imperfecciones, a pesar de su belleza, se debe recordar lo que hemos
dicho, y más adelante todavía diremos, de la incertidumbre de nuestros
conocimientos sobre estos objetos
Sin embargo, me jacto de las observaciones incluso del estado y entraremos a
proponer sobre las producciones de menor valor.
Las tres piedras que pongo como base de las siguientes pruebas, tienen forma
de escarabajo, como la mayor parte de las piedras grabadas etruscas, es
decir, por el lado convexo la obra es un escarabajo. Ellos las perforan por
la mitad de su longitud; pero ignoramos si los antiguos las llevaban colgada
del cuello, como los amuletos o si las hacían montar de una manera móvil en
un anillo, que parece lo más probable, por una espiga de oro que se
encuentra en la cavidad de una piedra sin igual, conservada en la colección
de Piombino.
Una de la más antiguas piedras grabadas, no solamente de las piedras
etruscas, sino en general todas aquellas conocidas, es sin contradicción la
famosa cornalina de la colección de Stosch.
Este monumento representa una deliberación entre cinco de los siete
capitanes de la primera expedición contra Tebas.
Tal y como aparece aquí en cinco, creemos que el artista etrusco, al tratar
el tema de esta manera, siguió memorias particulares; al menos los que
quieren hacer de este punto, la falta de espacio como una razón para decidir
partirlos.
Además, tenemos de Pausanias que cuenta el número de jefes que ordenaron al
ejército que entonces pasaban de siete (
Pausanias
Libro2 22-5); aunque Esquilo da
menor número y otros escritores que han experimentado menos de siete
(1)
Pausanias. L.2. p. 156. L, 1
página 365
Los nombres añadido a las figuras designan a Polinices, Partenope, Adrasle,
Tideo y Amfiaro.
Todo en este monumento prueba la más alta antigüedad, en el dibujo y en el
registro.
Un extremado esmero y gran delicadeza en las maniobra, combinada con una
forma elegante de algunas partes, como los pies, anuncia un maestro hábil
para la mecánica.
Por otra parte las figuras indicadas sin gracia en un momento en que aún no
se conocían las reglas de las proporciones; debido a esto en su interior las
cabezas son, hasta apenas la sexta parte del cuerpo.
Por otro lado, la inscripción se acerca más a su origen pelasgo y a la
antigua forma de las letras griegas, más que otras ubicadas sobre otras
obras etruscas.
Esta piedra sirve incluso para refutar el juicio infundado de un escritor,
que sugiere que los monumentos etruscos son posteriores a la época de estos
pueblos.
Las otras dos piedras son quizás las más hermosas de todas las Piedras
etruscas: una es una cornalina, de manera similar a la del gabinete de
Stosch (1), la otra es una ágata, perteneciente al Sr. Dehn, con sede en
Roma.
La primera piedra representa a Tideo, que tira de una punta de la jabalina
de la pierna derecha, y cuyo nombre está escrito en etrusco.
Este héroe, volviendo de Tebas a Argos, cayó en una emboscada que le hizo
reposar con Eteocles.
Atacado por cincuenta tebanos peleó tan valientemente que los derrotó a
todos, excepto uno, pero recibió varios heridas en la batalla.
Esta figura da fe de la gran inteligencia del artista en la anatomía por la
indicación exacta de hueso y músculo, pero resulta al mismo tiempo tener la
rigidez del estilo etrusco.
Tendríamos casi que creer que Stace había visto la piedra, o todas las figuras
de Tideo que se habían elaborado con
(1) Defcript.des Pier. gr.du cab.de Stofch. p.348
página 366
el mismo carácter, es decir, con huesos fuertes y evidentes, con los
músculos grandes y nudosos, porque el poeta parece explicar la pintura y
piedra, como la piedra puede servir como un comentario al Poeta
(Publio Papinio
Estacio) (1).
En la segunda piedra figura Peleo, padre Aquiles, también con su nombre.
El grabador nos ofrece a este príncipe en el momento en que se lava el pelo
en una fuente, que debe designar el río Sperchion en Tesalia, donde se
comprometieron a dedicar el cabello de su hijo, si él regresaba feliz a su
país después del sitio de Troya
(Pausanias
Libro1 37-3).
Es así que los chicos jóvenes de Figalia, en Arcadia, dejaban crecer su
cabello para ofrecerlos al río de su sitio (
(Pausanias
Libro8 41-3)). Leucipo se lo dejar
crecer por su propia perdición de manera similar el río Alfeo (
(Pausanias
Libro8 20-3)). Cabe señalar aquí,
en comparación con los héroes griegos que están representados en los
monumentos etruscos, que Píndaro dijo de Peleo en particular, de que no
había ningún país tan distante ni en las maneras ni en el lenguaje, ni en la
gloria de sus héroes, el yerno de los dioses, no lo tenía descubierto (5).
Independientemente del arte del grabado de las piedras finas, los artistas
etruscos mostraron su destreza en la talla del bronce, lo que se evidencia
por numerosas pateras. Se servian de las copas, que llamábamos también
jarrones de sacrificio, para las libaciones de agua y vino, o para verter la
miel, ya sea en el altar o sobre la víctima. Los cuencos
(1) — quamquam ipsc videri Exiguus, gravia ossa tamen, nodisque lacerti
dissíciles; numquam hune animum natura minori Corpore, nec tanas ausa est
includere vives. <<<<<<< Exigtnis, huesos fuertes, sin embargo, se
encuentran en nudos difícil; mmiqttam la naturaleza de menor importancia de
esta aitimum Cuerpo, y no se atreven encierran Tarifas has de vivir. Theb.
L.6 v. 840.
(2) Il.H.. 144. Pausanias.L1.p.90.l.8
(3) Id. L. 8. p. 683. l.32.
(4) Pausanias L. 8. p. 638. 1. 24. Cons. Victor. Var. Lect. L. 6. c.22.
(5) Nem. 6. v. 34. seq.
página 367
con figuras cinceladas en bronce son de diferentes formas; la mayor parte de
aquellos que nos encontramos con bajorrelieves romanos representan
sacrificios, como tazas redondas sin asas.
Sin embargo, sobre un bajorrelieve de Villa Albani, que vemos en una patera
en el gusto de los Etruscos, en forma como un plato guarnecido y con un
mango. Pero el gabinete de Herculano ofrece numerosas patereas, que son
tazas circulares rebajadas en el contorno, y con dos asas completadas con la
cabeza de un carnero.
Sin embargo, cuando se hacen las pateras etruscas, al menos las que llevan
figuras talladas, que son como un plato rodeado por una pequeña repisa y
tienen su manguito, de manera que la mayoría de estos mangos tienen una
empuñadura en uno u otro material, y parece que les gustaba hacerlo
demasiado corto.
Las pateras que llevan ornamentos de la planta llamada filix en latín, y
felce en italiano, se denominan
Paterae Silicatae; pero no son muy
conocidas, que yo sepa, y las que tenían adornos de hiedra, las que portaban
la mayoría de las pateras, fueron nombradas
hederatae, como una especie de
vasija que tengo una yo mismo. Los griegos llaman este tipo de Tallas
KATAGLYPHA, καταγλύφα
Si quisiéramos examinar, relativamente el arte y la Antigüedad, las obras
etruscas que acabamos de indicar por sus diferentes tipos, aquí doy el orden
en que sería necesario para poder clasificarlas.
Producciones que parecen ser de los tiempos más remotos y del Primer estilo
como son las medallas que acabamos de señalar, el bajorrelieve de Leucotea, y
quizás también la estatua de mármol de Villa Albani, de manera similar el
genio de Bronce del Palacio Barberini. Las obras del tiempo del segundo estilo
subsiguiente, son en mi opinión, las tres deidades que figuran sobre el
altar redondo, con base cuadrada
página 368
que representa los trabajos de Hércules, y
el gran altar triangular de Villa
Borghese.
Estoy convencido también, de que las descripciones de las piedras grabadas
que he hecho, son en gran medida obras del segundo estilo, más que del
primero estilo, sobre todo en comparación con el bajorrelieve de Leucotea.
Yo sitúo de manera similar en esta clase, el brocal del pozo de la colección
del Capitolio, si es que le damos origen etrusco a esta obra.
En cuanto a los monumentos de los últimos tiempos del arte, en comparación
con los que acabamos de mencionar, yo colocaría en la misma clase el
pretendido agorero de bronce de la galería de Florencia, así como la mayoría
de las urnas sepulcrales, por no decir todas, de las cuales el mayor número
que conocemos se han descubierto en Volterra.
Antes de terminar este artículo, me resta todavía dar una corta noticia de la
pintura.
El tiempo no ha dejado trasmitir otras tablas, que las que se han encontrado
en las tumbas de la antigua Tarquínia, una de las doce villas capitales de
Etruria, no nos desviará de nuestro plan, entrar en algunos detalles sobre
las tumbas descubiertas recientemente.
Estas tumbas están talladas de una piedra llamada travertino, y se
encuentran en una llanura cerca de Corneto a dos millas del mar y a doce
Millas Más allá de CivitaVecchia.
La entrada de estas tumbas está practicada arriba y abajo, a través de un
canal redondo y perpendicular que disminuye de manera cónica, subiendo desde
el fondo hasta la abertura.
En este canal se encuentra pequeños agujeros en la piedra, y distan unos de
otros la mitad de un hombre; estos agujeros, en número de cinco, sirven de
peldaños que se utilizan para descender al subterráneo.
Una de estas tumbas contiene
página 369
una urna para contener a los muertos, y esta urna está tallada en la misma
piedra.
La bóveda se hace en el estilo de cornisas, que prevalecen en las
habitaciones y por debajo de los techos; a veces ofrece depresiones
cuadradas llamadas lacunaria, donde se les ve con ornamentos en los bordes.
En algunas de estas tumbas hay techos en estilo de pavés de los antiguos,
que se compone de pequeños azulejos, dados cuadrados en superficies iguales,
que se disponen en el lateral delgado en forma de escamas de pescado, las
cuales dan a este tipo de obras en llamarlas, a Espina de pescado.
Estos techos, de acuerdo con la proporción del tamaño de las tumbas, están
sostenidas por más o menos pilastras cuadradas, talladas en piedra.
Cuando son subterráneas no tienen iluminación por alguna abertura, la
entrada debe estar cerrada, y no deja que encontrar allí una cantidad de
adornos, no sólo en los techos, sino también en los muros y pilastras.
Las hay que tienen grandes bordes pintados, en lugar de frisos, que prevalecen
en toda la circunferencia y pasa a las pilastras.
También vemos algunas pilastras con grandes figuras desde la base, hasta la
cornisa.
Estas pinturas se ejecutan sobre un revestimiento de mortero grueso; hay
suficientes reconocibles, pero hay otras, aquellas en los que encontraron el
aire y la humedad en acceso, que están en gran parte extinguidas.
Buonarroti realizó pinturas conocidas de una de estas subterráneas tierras
por las planchas de una ejecución muy mediocre.
Pero ya hablo de las tumbas que contienen los temas más interesantes.
La mayoría de los frisos representan batallas, o violencia contra la vida de
cualquier persona.
Encontramos que representan la doctrina de los etruscos, así como el estado
del alma antes de la muerte.
página 370
Sobre estos últimos frisos se ven cualquiera de los Genios Negros y alados,
sosteniendo un martillo en sus manos, y una serpiente en la otra, y
arrastrando un timón del carro, sobre el que se coloca la figura o el alma
de la persona muerta.
A veces vemos que los otros dos genios golpean con martillos largos una
figura desnuda caída del carro que está tendida en el suelo.
Entre las pinturas que acabamos de mencionar, vemos que representan luchas
ordinarias de guerreros.
En uno de los combates vemos otras seis figuras desnudas que están de pie, y
se cubren los unos a los otros con sus escudos redondos y luchan en esta
actitud contra otros guerreros, en su mayoría desnudos, usan escudos
cuadrados.
Algunos de los combatientes sumergen sus cortas espadas y dagas con bastante
semejanza en el pecho de varias figuras que están a punto de caer.
En medio de tanto derramamiento de sangre está el Rey que quiere acelerar el
retorno a la antigüedad, con la cabeza cubierta con una corona dentada, que
es quizás la más antigua corona real de esta forma que se muestra en el arte
Antiguo.
En dos urnas sepulcrales figuran un hombre, que parece también representan
un rey, vestido con una corona similar (1);
Y en un tablero de Herculano se nota una figura de hombre joven desnudo y
sostenido en el aire, llevando en la mano como una corona dentada (2).
Otro friso que no tiene nada en común con las representaciones anteriores,
ofrece, entre otras figuras, una mujer envuelta, la cabeza cubierta con una
gran gorro alargado en la parte superior, estando el vestido revelado hasta
la mitad de su cabello. El gorro fue llamado PYLEÓN , Πολέων, por los griegos, y se
informa desde
(1) Dempst. Etr. Tab. 21. N, I.Tab. 71: N.2.
(2) Pitt. Erc. T. 4. Tav. 24
página 371
Pollux, como un ajuste normal de las mujeres (1).
En las medallas de Juno de Esparta, y la de Samos y Sardis, llevaban un peinado
parecido (2).
En un bajorrelieve de Villa Albani también nos ofrece
Ceres con una gorra
similar.
Hago notar, de paso, para proporcionar material para una reflexión más
profunda, que estas bóvedas pintadas nos ofrecen algunas figuras femeninas
que bailan, dispuestas en una actitud absolutamente rígida y totalmente
hecho en el gusto egipcio.
Estos aparentemente hacen Deidades de las que habían recibido su forma y no
se le permitió representar en otra posición: yo digo aparentemente, porque
estas tablas han sufrido mucho daño con el tiempo, y no se puede hacerlas
por por lo tanto reconocibles en todas las partes.
Yo pongo el nombre a pinturas de las estatuas pintadas, como las del
gabinete de Herculano de las que he hecho la descripción; Y que puse en la
misma clase que los relieves pintados en las urnas sepulcrales, que publicó
algunos Buonarroti, y cuyas figuras fueron de un color blanco, sobre lo que
se puso a continuación, los otros colores.
Voy a dar un complemento a este artículo del examen de una noticia de doce
urnas de pórfido, que afirman haber visto en Chiusi en la Toscana, y que ya
no se encuentran ni en este lugar ni en ningún otro lugar Italia. Si estas
urnas han existido, habrían estado hechas de una piedra que tendría la
semejanza del pórfido, especialmente, lo que llama Léanclre Alberti piedra
pórfido que se encuentra en Volterra (3). Gori, que relata la historia de
las doce urnas
(1) Onom. L15. Segm. 96.
(2) Tristan. T.1 p. 737.
(3) Defer. d´Ital. p. 5.a
página 372
de un manuscrito de la biblioteca de la casa de Strozzi (1) comunica por el
mismo tiempo, la descripción de una de estas urnas; pero a partir de este
informe el escrito parecía sospechoso, tomé una copia del original.
El mismo hecho de la edad del manuscrito confirma mis sospechas.
No es creíble que los Grandes Duques de la Toscana, todavía atentos a lo que
concierne al Arte y Antigüedades, habrían dejado salir de sus estados
monumentos tan raros y preciosos, sobre todo porque a raíz de este informe
las urnas se habían encontrado a mediados del siglo pasado.
Si Añadimos que las letras escritas sobre el manuscrito de Strozzi, están
todas escritas a continuación, desde 1653, hasta 1660, y los que contienen
la relación de urnas, son del año 1657, escrito por un monje y otro monje,
lo que me hace creer que todo es una leyenda monástica.
Gori incluso hace cambios arbitrarios.
Primero no informa de las dimensiones exactas contenidas en el original: la
letra da a estos jarrones dos brazas de altura y tantos de ancho, la braza
florentina hace dos palmos y medio romanos, mientras que Gori da sólo tres
palmos de dimensiones.
También el registro no es demasiado parecido a los Etruscos en el original,
y se le dio la forma para la impresión.
Después de la exposición preliminar de la época más remota de los etruscos,
y la indicación de algunas de sus obras de arte, me propongo en esta sección
de discutir de las cualidades y los caracteres del arte de este pueblo.
Por lo general, observamos que toman caracteres sin dibujo, pero los
accesorios tales como las costumbres
(1) Mus. Etrus. Praef. p.20.
página 373
los vestidos y los ajustes puede fácilmente engañar si queremos distinguir
por entonces el Estilo etrusco del estilo griego clásico.
Los atenienses dijo Aristide (1), dieron a las armas del Palas la forma que
la misma Diosa habían prescrito;
Un casco griego de la diosa, o en cualquier otra figura, no es suficiente
para concluir que obra es griega.
Es seguro que encontrarán cosas griegas como cascos sobre obras que son
innegablemente etruscas.
Vemos en el altar triangular en Villa Borghese
un casco en la cabeza de
Minerva y sobre un cuenco una inscripción etrusca, que se conserva en el
gabinete del Colegio de San Ignacio en Roma.
El estilo de los Artistas etruscos no era siempre el mismo, también se ve
que fue, como el de los egipcios y los Griegos, en sus diferentes grados y
sus diferentes períodos,
Yo he observado desde las formas simples de sus primeros tiempos hasta la
brillante edad de su ingenio, que experimentaron varias revoluciones.
Existe una gran probabilidad de que imitasen de los griegos las obras que
dieron al arte con una forma muy diferente de la de los primeros tiempos.
Para llegar a un conocimiento sistemático del arte de estos pueblos, es
fundamental tener en cuenta el diferenciar estos diversos grados.
Finalmente los etruscos, cuando sufrieron el yugo de los romanos, vieron sus
artes degenerar: este hecho que se evidencia en veintinueve copas de bronce
conservadas en el Gabinete del Colegio de San Ignacio.
Estas inscripciones se aproximan mucho a la escritura romana, con un dibujo
y una ejecución mucho más baja que los que datan de un tiempo anterior.
(1) Panathen. p.107.L.4
(2) Dempst. Etrur. Tab.4.
página 374
Pero con estas pequeñas obras no podemos establecer un sistema, y la
decadencia del arte no lo da un estilo, que recoja de los tres tiempos
establecidos.
Por tanto, podemos postular que el arte etrusco tenía tres estilos
diferentes, el antiguo, los posteriores y el último que tuvo otra forma
imitando las obras griegas.
El estilo antiguo es del tiempo en que este pueblo se extendía por toda
Italia hasta las fronteras de Magna Grecia, como ya he observado.
Con el dibujo de este estilo podemos formarnos una idea marcada por las
raras medallas de plata acuñadas en las villas de las provincias citeriores
de Italia, medallas donde la más rica colección está en la colección del
Duque Carassa Noia.
Los caracteres del antiguo estilo de los artistas Etruscos, son en primer
lugar, las líneas rectas de su dibujo con la posición rígida de sus figuras.
Y en segundo lugar, su idea imperfecta de la belleza de la cara.
La primera característica en la que los contornos de las figuras se hacen
poco remarcados, lo que dió, dió lugar a la
expresión de Catulo que dijo de la grasa de los Etruscos, en estas figuras parecen delgadas y tienen el
cuerpo como listones, porque los músculos están ligeramente indicados. Por lo
tanto, a este primer estilo le falta variedad.
Es este dibujo en parte, la causa de la rigidez de la actitud, y
principalmente del poco conocimiento de los artistas de la primera época.
La variedad de posición y acción, no parecen ser fabricados o producidos por
el conocimiento subsiguiente del cuerpo humano, y sin una cierta libertad en
el diseño.
El estudio de arte comienza, como la sabiduría mediante el estudio de
nosotros mismos.
La segunda característica de este estilo, es decir, la idea imperfecta de la
belleza de la cara, se encuentra también en el arte
página 375
antiguo etrusco, como en los griegos de los primeros tiempos.
La forma de la cabeza es un óvalo alargado, que parece estrecharse, a causa
de la barbilla que termina en un punto.
Los ojos son planos, que tiran oblicuamente en alto, y los huesos paralelos
están superados.
Los ángulos de la boca están igualmente tirados en alto.
Este Primer estilo se encuentra no sólo en las medallas que acabamos de
mencionar, sino también en una infinidad de pequeñas figuras de bronce.
Con respecto a estas figuras, se asemejan perfectamente a las figuras
egipcias, por los brazos colgando hacia abajo y unidos a los lados, y con
los pies colocados en paralelo.
El relieve de Leucotea de la Villa Albani, tiene
todos los caracteres de este estilo.
El
dibujo del genio conservado en el Palazzo
Barberini es muy plano, y las partes que han hecho están muy débiles:
los pies están puestos en una línea paralelos, los ojos huecos están
abiertas de forma aplanada tirando hacia lo alto.
Un observador, atento a la esencia de la antigüedad, encontrará este estilo
en otras obras dispersas en Roma, en lugares menos conocidos o menos
populares: por ejemplo, la
figura de un hombre sentado
en una silla, y ejecutado en un pequeño bajorrelieve colocado en el patio de
la casa Capponi.
Con ese desplante en los diseños de las figuras, los antiguos artistas
etruscos alcanzaron la ciencia, y la elegancia de la forma respecto de sus
vasos, es decir que tenían hecho lo puramente ideal y científico mientras
permanecían imperfecta, en las cosas que no perfeccionaron por la imitación
natural.
Esto que estoy diciendo está demostrado en numerosos jarrones, donde el
estilo de la pintura denota el estilo más anciano.
Puedo citar este artículo como un pedazo del primer volumen de la
página 376
colección de Hamilton, donde hay un jarrón que está en
la cara frontal con la figura de un hombre montado en un carro de dos
caballos y colocado entre dos figuras de pie y que ofrece en el lado opuesto
otras dos figuras pintadas a caballo.
Pero ha sobrevivido a estos tiempos remotos, un monumento aún más curioso, es
un
vaso de bronce, de un palmo y medio de diámetro,
que había estado dorado y que ofrecía sobre el cuerpo de los ornamentos
corporales, un cincelado de la mayor elegancia.
En lo convexo del vaso, en medio está la figura de un
hombre desnudo, de altura de un palmo, que lleva un disco en la mano
derecha y sobre los bordes están sujetas tres figuras más pequeñas, uno de
los cuales está montado a horcajadas en un caballo, y los otros dos están
sentados como al lado del caballo: las figuras de los caballos y hombres están
ejecutadas en el estilo más antiguo.
Este jarrón se encontró hace unos cinco años, en los terrenos de la
antigua Capua, estaba lleno de cenizas de los huesos y que se ve hoy en la casa del
Caballero Negroni, intendente del Rey en Caserta.
Los artistas etruscos, habiendo ganado más conocimientos abandonaron el
viejo estilo.
En lugar de proceder como los griegos, parecen haber preferido comenzar con
las figuras vestidas, los etruscos unen sus avances al diseño del desnudo.
Algunas figuras de bronce, desnudas, a excepción de las partes naturales
encerradas en una bolsa que se ata con cintas en sus riñones, hace
conjeturar que no creían que existiera la decencia por representar figuras
hechas completamente desnudas.
Al ver las viejas piedras grabadas de los etruscos, estamos tentados de
creer que el primer estilo no era universal, al menos no entre los
grabadores
página 377
de piedras preciosas.
Cuando todo el trabajo en las figuras de las piedras son
redondeadas y esféricas, que es lo contrarioo del caracter que acabamos de
asignar al primer estilo.
A pesar de que esta contradicción es sólo aparente. Si bien es cierto, que
con la inspección vemos el hecho de que los trabajadores grabasen sus
piedras al torno, al igual que en nuestros días, la forma más fácil era
ejecutar las figuras girando las caras.
Es probable que estos antiguos grabadores no comprendiesen el mecanismo para
trabajar con punzones agudos: por lo tanto, estas formas esféricas no fueron
el resultado de los principios del arte, sino un recurso mecánico del
trabajo.
Así, las antiguas piedras grabadas etruscas, las hacen lo contrario de sus
figuras de bronce antiguas, y de mármol.
Estas piedras grabadas demuestran, que el perfeccionamiento del arte empieza
con un gran fuerza en la expresión, y por una indicación sensible de las
partes de sus caras: lo que también se observan en algunos trabajos de
mármol.
Esta fuerza de la expresión, es la marca características de los mejores
tiempos del Arte de los etruscos.
No se puede apenas fijar este segundo estilo con consistencia, pero es
probable que se formó en el tiempo del arte y se perfeccionó en Grecia.
Podemos representar la edad de Fidias, como el siglo de la restauración de
las artes y las ciencias de los tiempos modernos: la revolución fue rápida,
y corrió por diversas regiones.
Toda la naturaleza parecía revuelta, el genio del hombre alumbra prodigios y
maravillas, y los grandes inventos se manifestaron en todas partes.
En cuanto a Grecia, lo cierto es que es el dato de los tiempos para la
adquisición de los conocimientos de todo tipo.
Se puede decir que luego se extendió el espíritu de su luz por
página 378
numerosas naciones civilizadas, y que este espíritu es agitado singularmente
en el arte por la animación y la exaltación.
Así que vamos a este viejo estilo y posteriormente, a las cualidades y
caracteres que hacen en parte una indicación sensible de las articulaciones
y los musculos, así como los cabellos y personajes, puesto por edades, y en
parte con actitudes y acciones forzadas que son terribles, y otras, en
algunas figuras.
En cuanto a las cualidades de este primer estilo, nos encontramos con que
los músculos están muy inflados y dispuestos como montículos, los huesos
tienen filos, y están demasiado evidentes, por lo que la manera es más dura y
penosa.
Pero también hay que señalar que estos dos caracteres, es decir, los
músculos y huesos, demasiado fuertemente pronunciados, no se encuentran
juntos en todas las obras de este estilo.
Con respecto a los monumentos de mármol, de la que nada permanece como
figuras divinas, las partes no están marcadas con demasiada fuerza; pero la
exageración y el caos, se encuentra en todas las obras de este estilo,
especialmente en el dibujo de los huesos de la pierna, y en la sección
austera de los músculos de la pierna de grasa.
Para mirar pelo por pelo y dispuestos en capas, que así se encuentran, sin
excepción, en todas las figuras etruscas, tanto en el hombre como en los
animales.
Esto es así en este estilo, que vemos en estas piezas procesadas como el
famoso bronce de
la Loba amamantando a Remo y Rómulo y ubicada en el Capitolio.
Aparentemente, esta loba es la misma que se colocó en tiempos de Dionisio de
Halicarnaso, en un pequeño templo de Rómulo, al pie del monte Palatino
(D.Halicarnaso libro1 79-8),
templo que ha sobrevivido y se llama hoy
San Teodoro, donde esta pieza fue encontrada.
Como el autor de Antigüedades Romanas
página 379
(1) nos dice, que esta loba se consideró una obra del arte antiguo, CHALKEA
POIIMATA PALAIS GASIAS, χάλκεα ποιήματα παλαιᾶς ἐργασίας, debemos creer que se trata de una producción de
artistas etruscos, del que los romanos hicieron uso desde los tiempos más
remotos.
Cicerón menciona una aparentemente loba, y nos dice que ella fue golpeada por
el rayo
((Cicerón
Adivinación Libro I, 12).
Dión Casio, que marca la fecha de este hecho, dijo que llegó en el consulado
de Julio César y Bíbulo (3).
Por lo que parece demostrar, que nuestro lobo y el bronce es el mismo
lobo designado por Cicerón, ya que tiene un golpe en una de las patas traseras, en el
que se percibe una brecha del ancho de dos dedos.
Dión dijo la verdad en el pasaje que acabamos de citar, que el lobo
alcanzado por un rayo se colocó en el Capitolio; pero esta afirmación puede
muy bien ser un error, ya que este escritor ha vivido más de doscientos años
después.
Yo sin embargo señalo que sólo es antiguo el lobo, y que los dos niños son una
adición moderna.
En cuanto a la segunda cualidad de este estilo, es que no pudieron encerrar
en una figura la misma idea en que la fuerza y lo terrible, no son lo mismo.
En esta última cualidad no estamos mirando en la actitud solamente, la acción,
y la expresión; sino el juego del movimiento de todas las partes: lo forzado
puede ser no solamente a lo largo de alguna acción, sino también en
todas las situaciones, incluso en el estado de reposo.
Forzado es lo contrario de lo natural; terrible es lo contrario de lo
ingenuo y agraciado. Son las características generales del primer estilo: y
he ahí la característica peculiar del segundo. Lo terrible
(1) Ant. Rom. L. i. p. 64.
(2) De Divinat. L. 2. c. 20.
(3) Dio Cass. L. 36. p. 33. C.
página 380
en la actitud deriva de la primera cualidad. Porque para hacer la fuerza de
la expresión, y la indicación sensible de las partes, se tenían las figuras
en las posiciones, y en las acciones mejores para producir estos efectos
violentos.
En este estilo se escogen los contornos, experimentando, y se eligen las
partes blandas: para que la sensación fuera por así decirlo bronca y
exaltada hasta sus últimos límites.
Acabo de remarcar el estilo en general, que puede aclararse por los
monumentos y figuras en particular.
Para ello, sólo tengo que llevar al lector al
Mercurio barbudo de Villa
Borghese: allí verá un dios musculoso como un Hércules, y ya no tengo
especialmente de hacerle ver las dos piedras grabadas famosas de las que
hemos hablado anteriormente, el
Tideo de Stosch y el del Peleo de Dehn.
En estas pequeñas figuras, clavículas, costillas, el cartílago del codo y
rodillas, las articulaciones de las manos y pies.
También se llevan aparentemente los salientes, las venas y los músculos de
los brazos y piernas: incluso la punta del esternón es muy visible en Tideo.
En la figura de Peleo, la exageración no tiene fundamento, vemos todos los
músculos en la más violenta contracción; Y en este Tideo no han olvidado aún
los músculos de los brazos.
La actitud forzada se muestra como las figuras del altar redondo del
Capitolio, así como en varias otras figuras del altar Borghese.
Allí se colocan a los pies de las deidades, paralelas y apretadas, vistas de
perfil, figuras que están dispuestos en una línea recta uno detrás del otro.
Las manos en todas las figuras en general, están ejecutadas en accion
forzada sin inteligencia: cuando tienen cualquier cosa con los dedos
delanteros, los demás dedos
página 381
están en una dirección recta y rígida.
Vemos esta presentación de los artistas etruscos, a pesar de su ciencia e
industria en su ejecución, no tenían una idea clara de la belleza: la cabeza
de Tideo es tomado de una naturaleza común, y la de Peleo no toma una bella
forma, así como las maneras de su cuerpo.
Lo podemos aplicar a cualquier suerte de figuras de este estilo, así como a
las del Primero, en que
Píndaro dijo de Vulcano, que no nació con gracias
(Plutarco Moralia)
En general este estilo etrusco, en comparación con el de la mejor época de
los griegos, es como un joven hombre, privado de los beneficios de una buena
educación, abandonado a la furia de sus pasiones, y las proyecciones de su
mente, que lo lleva a la acción violenta;
Y el estilo griego sería, como un hermosos hombre joven, con el fuego de la
juventud moderado de sus pasiones, por una cultura razonada, con una figura
avanzada con grandeza, y aire imponente.
Este segundo estilo puede también ser llamado educado, como se dice hoy, en
ese mismo tono, y manera similar prevalecen en todo tipo de figuras: Apolo,
Marte, Hércules y Vulcano, se dibujan en sus obras con los mismos
personajes, o con un solo, y mismo carácter, solo uno, que tendrían que
aplicar los artífices etruscos, y que Aristóteles critica en Zeuxis
(Aristóteles
Poética 3-3)) no haber tenido
carácter.
Así criticando un historiador (la historia moderna no nos provee de muchos
casos) cuando, necesitamos elogiarlo
(1) Ap. Plutarch. Ept. p.1338 I. 2. edit. H. Steph.
(2) Poet. c. 6. p. 249.
página 382
como un ilustre personaje, le dan las cualidades generales tan poco
características, que tendríamos que convenir, ser uno con otros cien grandes
hombres.
Estas características distintivas de los antiguos artistas etruscos, se notan
aún hoy en las obras por su diseño.
Sus descendientes, se revelan a los ojos de los maestros conocedores,
imparciales en el dibujo de Miguel Ángel, el más grande entre ellos.
En lo que alguien dijo con razón, que quien había visto una figura de este
artista, las había visto todas (1). Esta es también una de las faltas de
Daniello di Volterra, o Pietro da Cortona, y de algunos otros artistas toscanos.
En esta discusión del primer y segundo estilo, nosotros venimos de considerar
el arte propio de los etruscos, antes de que tuvieran las obras de los más
conocidos artistas griegos.
Vimos en el Capitulo Primero de este libro las colonias griegas, que se
habían incautado acá en la parte de Italia y otros países, a lo largo del mar
Adriático, en lo referente a los etruscos en sus límites estrechos.
Los griegos, después de haber tomado posesión de esta hermosa parte de
Italia, y habiendo fundado poderosas ciudades, también comenzaron a cultivar
las artes, que a partir de entonces tomaron un mayor progreso, realizado en
estos nuevos asentamientos y en la propia Grecia.
Fue a partir de entonces, que el sabor del arte repartido en la zona, vino a
iluminar a los Etruscos que se mantenían en Campania.
Además de éstos, ya acostumbrados por un largo tiempo, representando en sus
monumentos temas prestados de la Historia de Grecia, y reconociendo por
consecuencia a los Griegos por sus maestros, encontrando el camino trillado,
los llevaron como modelos en el arte.
Estas son las conjeturas
(1) Dolce Dial, della Pittur. P. 48. a.
página 383
que se hacen muy probables, por las medallas de la mayoría de las ciudades de la
Campania.
Vemos que las medallas fueron acuñadas en la época, en que estas mismas
ciudades todavía estaban habitadas por los etruscos.
Finalmente se considera, que las cabezas de las deidades se reproducen
perfectamente en esas medallas y estatuas griegas.
De suerte que las medallas etruscas de la ciudad de Capua, nos ofrecen a
Júpiter, después de haberse ajustado el pelo sobre la frente, como los
griegos estaban acostumbrados a ajustarlos al Dios.
En el siguiente volumen ampliaré más sobre este tema.
En el tercer estilo etrusco, lo que caracteriza a la mayor parte de sus
obras, especialmente sus urnas sepulcrales, hechas en alabastro de Volterra,
donde fueron encontradas la mayor parte. Cuatro de estas urnas las he visto en
Villa Albani
página 384
Capítulo III.
Arte de las naciones vecinas de los etruscos.
El Capítulo tercero de este libro, contiene observaciones sobre el arte de
los pueblos vecinos de los Etruscos, a saber, Samnitas, Volscos y Campanos.
Tengo poco que decir de los primeros; me extenderé más en los campanos, que
no han cultivado menos las artes que los etruscos, y voy a terminar Capitulo
con una descripción de las figuras descubiertas en la isla de Cerdeña.
Tenemos, creo, no otros monumentos de Arte de samnitas y volscos, que unas
pocas medallas, pero tenemos un buen número de Campania, especialmente
medallas y vasos de barro pintado. Así que puedo dar las primeras nociones
página 385
generales de su constitución, y de su manera de vivir, donde todavía se
consigue un poco de inducción sobre el arte.
Fue probablemente el Arte de estas dos naciones, como su idioma, derivado de
la lengua osco
(T.Livio
10-20) que, si no era un dialecto
del etrusco, no tendría mucha diferencia
Ahora, como no sabemos la diferencia de los idiomas de estas personas,
echamos de menos los conocimientos para indicar las características
distintivas de sus medallas y sus piedras grabadas, que llegaron hasta
nosotros.
Los Sammitas amaban el lujo y la belleza, eran muy adictos a los placeres
(2). A la guerra llevaban escudos, unos con incrustaciones de oro otros de
plata
(T.Livio 9-40), y en tiempos de los romanos no conocían aún el uso de los
uniformes de lienzo, ellos veían a los soldados de élite samnitas llevar
túnicas de lino, incluso en el ejército
(T.Livio
10-38).
De Tito Livio nosotros sabemos que en la guerra de los romanos en el
Consulado de Lucio Papirio Curfor que todo el campamento de los Sanmitas que
formaba un cuadrado de doscientos pasos en todos los lados había sido
rodeado de tiras de lino
(T.Livio 10-38).
Capua, Construida por los etruscos (6), y según el mismo historiador,
habitada por los samnitas
(T.Livio
4-52) que fue incautada a los
primeros (8), era famosa por la blandura y sensualidad de sus habitantes.
Los Volscos así como los etruscos, y otros pueblos vecinos, tenían un gobierno
aristocrático
(1) Liv. L. IO. c. 20.
(2) Cons. Casaub. in Capitol, p. 105. F.
(3) Liv. L. 9. c. 10.
(4) Ibid. c. 4. y L.10. c. 38.
(5) Ibid. L. 10. e. 38.
(6) Mela, L. 2. c. 4.
(7) Liv. L. 4. c. 52
(8) Ibid. L. 10. c. 38
página 386
que (1) eligen un Rey, o más bien un general del ejército, cuando
sobreviene una guerra.
Los Samnitas, tienen una constitución política similar a la de Esparta y
Creta
(Estrabón
L6-254).
Las ruinas acumuladas de los pueblos destruidos en las laderas vecinas,
constatan la población extrema de estos pueblos.
Los anales de tantas guerras sangrientas con los romanos, que no pudieron
subyugar después de veinticuatro triunfos, dan fe de su gran poder.
La Población y el lujo excitaron la industria y dio la libertad de espíritu;
siempre circunstancias favorables al arte.
En los tiempos más remotos, los romanos hicieron uso de los artistas de los
dos pueblos.
Tarquino el viejo, trajo a su país natal desde Fregella, villa de los Volscos,
un artista llamado Turrianus, que ejecutó en terracota una estatua de
Júpiter.
Por la gran semejanza de una medalla de la familia Servillius en Roma, con
una medalla samnita, conjeturamos que la primera fue tallada por los
artistas de esta nación (3).
Una muy antigua medalla de Anxur, ciudad de los volscos, hoy Terracina, porta
una muy hermosa cabeza de Palas (4)
Los campanos eran un pueblo, a quien la dulzura del clima que disfrutaban, y
la riqueza de su sol que cultivaban, inspiran placer.
En la más alta antiguedad la Campania, y el país de los samnitas,
se roconocían bajo el nombre de Etruria. Pero la nación, que subsiste por sí misma, no
caminaba separada del poder de los Etruscos, los griegos que llegaron entonces,
formaron
(1) Dionys. Halic. Ant Rom. L. 6.P-374.l.45.
(2) Strabo L. 6. p. 254.
(3) Olivier! Diss. sopra alc. Med. Samnit. p. 135.
(4) Begcr Thcs. Brand. T.1.P- 347-
página 387
y se establecieron en el país e introdujeron también sus artes: es fácil de
demostrar, no sólo por las medallas griegas de Nápoles, sino también por las
de Cume (1), que son aún más antiguas.
No pretendo establecer aquí que esta última ciudad es más antigua que la
primera.
Ellas fueron construidas ambas por el mismo tiempo. Cume por Megástenes y
Nápoles por Hippocles, ambos originarios de Cume en Eubea, donde se
embarcaron con una tropa de habitantes necesarios para buscar fortuna en
otra parte:
Es lo que Martorelli nos da en un día muy claro que lo hubieran hecho mejor
(2).
Se que favorece la opinión contraria, por las medallas que el tiempo nos ha
conservado, y que son más antiguos que las de Nápoles.
El resultado es que ambas ciudades fueron construidas en los tiempos
antiguos, y no es posible establecer una fecha específica de su fundación.
Estrabón
(L5 243) nos dice, que Cume fue la
ciudad más antigua de todas las que los griegos habían fundado en Sicilia e
Italia.
Todavía sabemos que los habitantes de Calcis, la capital de la península de
Eubea vinieron a establecerse en la isla de Pithecusa llamada hoy Ischia
isla cerca de Nápoles, pero se vieron obligados a salir de este lugar,
debido a los terremotos y las erupciones del volcán.
Una parte de estos griegos, se establecieron en la costa cercana, y
construyeron la ciudad de Nápoles, otra parte penetró costa más allá del
Monte Vesubio y fundaron la ciudad de Nola (4): Sólo las medallas de la
ciudad están acompañadas
(1) Beger. Thes. Brand. T.I.p. 188.
(2) Martorel, Euboici. p. 17.
(3) Strab. L.5. p.243- B.
(4) Martorel. L c. p. 64.65
página 388
de caracteres griegos.
Voy a pasar en silencio de otras ciudades griegas, como Dicearchia, llamada
luego Pozzuoli, que se fundó más tarde por los griegos.
Todas las costas de estos países que han sido habitadas por los griegos, es
natural creer que ellos han cultivado las artes de imitación tempranas, y
las enseñaron a los campanos sus vecinos, situados en el centro del país.
Se puede, por tanto, conocer fácilmente qué una nación hiciera algunas
vasijas de barro pintadas, que se encuentran con frecuencia en Campania, y en
especial sobre Nola en las excavaciones de las tumbas.
Tan pronto como se quiere honrar a los campanos, con la fabricación de varias
producciones de arte de esta especie, que no tendrán sin perjuicio de su
reputación que los vean los Discípulos de artistas griegos: no es necesario
probarlo.
Si bien es cierto que los campanos no habían comenzado a formar un organismo
nacional, hasta la noventa y cinco Olimpiada, como sabemos de Diodoro de
Sicilia
(L12-31).
Hay que mirar como las obras de arte incontestablemente de los campanos, las medallas de
las ciudades situadas en el centro del país, donde las colonias griegas no
penetraron jamás, como Capua, Teanum, y otros lugares como hoy en día Tiano;
las medallas de estas ciudades, tienen inscripciones en su propio idioma, con fuerte
sentido contrario a los Etruscos.
Esta semejanza hizo que algunos sabios tomaran las inscripciones de las
medallas como caracteres púnicos, como le sucedió a Bianchini sobre un
medalla de Capua (2).
Massei, hablando de la misma moneda, admite no saber lo que significa
(1) Diod. Sic. L.12. p.93.
(2) Ist. Univ. p. z68.
página 389
su inscripción.
En la colección de medallas de Pembrock, se da el registro de una medalla de
Tiano como una medalla cartaginesa (2).
Si por un lado estos caracteres son pruebas de que los campanos han tomado
prestado de los etruscos, desde el otro, a través de la esquina de las medallas,
nos muestra detalles del todo en el estilo etrusco.
La forma en que se vivía en la antigüedad, parece haber sido utilizado para
limpiar a los artistas campanos: dibujo Caracteriza parece confirmar esta
He dicho antes sobre este tema. La cabeza de un joven Hércules en las
medallas de estas dos ciudades, y la cabeza Júpiter como en las de Capua, se
han extraído del más bello ideal.
Esta última ciudad nos ofrece en una medalla de una Victoria de pie sobre una
cuadriga, y una hermosa forma tal que fuera de fabricación griega.
Pero las medallas de las ciudades de Campania en pequeñas cantidades, en
comparación con los vasos pintados que se han descubierto en cualquier
momento en estos países, y que inusualmente e impropiamente, los llaman
jarrones Etruscos.
Este falso nombre viene del hecho de limitarnos a seguir a Buonarroti y Gori,
que fueron los Primeros en hacer estos jarrones públicos: de la nación
Toscana, en la antigüedad, quería dar relieve a su país,
atribuyendo a los etruscos estas producciones del arte.
Está singularmente acreditada esta opinión, y primero están en su lugar
descripciones vasos tan buscados fabricados en Etruria (3) y en particular
en Arezzo, ciudad etrusca
(Plinio
el viejo L35-160), según la
bibliografía avanzada señala.
(1) Veron. illust. p. 3. p.
(2) Mus. Panbrock. P.2. Tab.88,
(3) Perf Sat. 2. v. 60.
(4) Id. Sat. 1. v. 130. Pli.L.35.c.46. Martial.L.14.ep.98.
página 390
que se encuentra entre varias figuras ejecutadas sobre los vasos campanos,
que son incrustados como cuencos de bronce etruscos, que prestaban servicio
en los sacrificios.
Para apoyar este punto de vista, se citan sobre todo las figuras de faunos
con colas de caballo, mientras que los faunos y sátiros griegos, comúnmente
tienen colas de cabra.
Puede ser que tengamos todavía, si me autorizan, una especie desconocida de
aves pintadas en los jarrones, como Plinio nos dice, que los libros de
adivinación etrusca refieren representaciones de muchas aves, que eran
completamente desconocidas para él.
En esta ocasión me gustaría decir que se encuentra un ave grande y
desconocida, en un vaso caracterizado por letras griegas de la más alta
Antigüedad.
Este jarrón de la colección del Sr. Hamilton en Nápoles, tiene una escena de
caza y es citado a menudo.
Este Pájaro parece una avutarda, ave que no era desconocida para los
antiguos romanos (1), pero es muy rara hoy, al menos en los municipios más
cálidos de Italia.
Paso en silencio sobre las observaciones poco esenciales de Buonarrotti,
sobre las guirnaldas y jarrones en manos de Baco, los juguetes,
instrumentos, utensilios y cajas cuadradas que dice tener remarcadas, sobre
obras griegas trabajadas con formas diferentes (2).
Pero siendo demasiado educado, para avanzar gratuitamente a Gori le hace
decir (3), a saber, que las Deidades y Historias mitológicas, como él
representa para esta suerte de vasos, tienen todas las obras diferentes a las
griegas ofreciendo los mismos temas, con la inspección de todos estos
monumentos probarían que estaba equivocado. Entonces la decisión de Gori no tiene aquí
autoridad, no estando al punto
(1) Pithoei Epípr. p.36.
(2) Buonar. explic. ad Demst.Etrur. §. 9. p, l6.17.
(3) Gori Diffa dell' alfab. Etrusc.p. CCV.
página 391
fuera de Florencia su patria, y nunca han buscado ni tenido conocimiento
intuitivo, de la mayor parte de antigüedades, y antiguas obras de arte.
Por último, ya que no se puede negar que la mayoría de vasos publicados por
estos dos sabios, se han encontrado en el Reino de Nápoles, y fueron
excavados a través de la historia, hasta más allá de Etruria y se remonta a
los tiempos de los etruscos, que se extendieron en toda Italia por contestar
la supuesta patria de estos vasos.
Sin embargo no se ha reflexionado que el dibujo de la mayor parte de estas pinturas, denotan una edad posterior absolutamente, e
indican un momento en que el arte había alcanzado, o estaba cerca de llegar
a su punto de perfección, de acuerdo con la mayor, o menor antigüedad de
estas producciones.
El mejor argumento para apoyar la opinión común en favor de los etruscos,
había sido una indicación precisa, serían los jarrones que realmente se encontraron
en la Toscana: pero hasta el momento nadie ha pensado en ello.
Yo digo de hecho, que no está demostrado nada más que un pequeño número de
estos vasos, en la galería Ducal de Florencia, que fueron descubiertos en la
Toscana, y en las Tumbas etruscas que rodean Corneto, se han encontrado
fragmentos de cerámica de varias potas de terracota, aunque siempre habrá
duda, de que todo este tipo de producciones artísticas que forman grandes
colecciones de Italia, y las que existen aquí y allá, en los Alpes, fueron
descubiertos en el Reino de Nápoles, y dibujados la mayor parte de las
tumbas cercanas de Nole.
Pero esta certeza aún no constituye todo lo necesario para saber, y
juzgar definitivamente esta suerte de jarrones, como sabemos, y venimos de
remarcar, que Nola había sido una colonia griega, y que una gran parte
página 392
de los jarrones que nosotros conocemos, llevan los caracteres del dibujo de
esta nación.
Vemos numerosos de estos artículos, con inscripciones griegas, por ello
todavía lo hago notar.
Pero si negamos a los artistas de Etruria propiamente dichos, la fábrica de
estos jarrones, que sin embargo portan pintado el estilo etrusco, mientras
que otros lo hacen claramente a los maestros griegos, nosotros estamos
obligados a suspender nuestro juicio sobre los Campanos y Griegos del resto,
pendiente esta discusión aún de muchas aclaraciones.
Hay una gran probabilidad de que entre estos pintores de cerámica, se
encuentren vasos hechos por Artistas Campanos, atendiendo que este país
tenía renombrados vasos de tierra que cita Horacio en sus versos, Campana
supellex
(Horacio Satira 6);
Es verdad que nuestro poeta menciona al hablar como vasos de poco valor.
Para postular más seguramente deberíamos examinar el estilo de arte de algunos de estos
pedazos.
El diseño de estos vasos, como ya he observado, es similar a la de los
Etruscos, y esta similitud puede tener analogía con la suerte de escritura,
específica para los Campanos.
Cuando los tirrenos o los antiguos etruscos, estaban establecido en Campania,
incluso en el país, entonces se llamaba magna Grecia, y los campanos
deberían considerarse, por tanto, como sus descendientes, y es muy probable
que su manera de escribir, así como sus diseños, se retuviese entre ellos.
Hasta los trabajadores de este país ya no tenían una manera
diferente de trabajar de los griegos y sicilianos, y Plinio
(1) Horat. L. 1, sat.6.v. 117.
página 393
en particular, hace la observación acerca de sus Carpinteros
(Plinio
el viejo L16-225)
Finalmente esto proporciona la evidencia más fuerte contra la inserción que los
escritores toscanos hacen de este, los más hermosos vasos con sus inscripciones
de este tipo descubiertos y conservados en Sicilia.
De acuerdo a las indicaciones de mi amigo, el barón de Riedesel que ha
observado este reino, y el conjunto de la Magna Grecia, conocedor del arte y
la antigüedad, respecto a los jarrones antiguos de éstas tierras, le parecen perfectamente
los mejores jarrones los de los gabinetes de Nápoles.
Lo que todavía caracteriza a estas piezas, es que tienen inscripciones en
griego encontradas en numerosas cráteras.
La colección del conde Mastrilli ofrece tres jarrones marcados con
inscripciones griegas.
Los publicó primero el canónico Mazocchi, que hizo unos malos dibujo y todavía peores
grabados; pero el señor M. d´Hancarville los ha
dado a conocer a continuación, mas ventajosamente con las antigüedades de la
colección del Sr. Hamilton.
La misma colección cuenta con otro vaso que lleva la inscripción KALLIKLEL
KALOL el buen Calicles.
Vemos más de un tazón de terracota con letras griegas; pero en todas estas
piezas designadas por inscripciones en griego, la más antigua de ellas en estos vasos
en cuestión es la del Sr. Hamilton.
En el siguiente volumen tendré ocasión de nuevo de hablar de los diferentes
jarrones, marcados por personajes griegos.
Como todavía no se ha descubierto una pieza de este tipo de personajes, con
marcas etruscas, El resultado de la inscripción medio borrada que se
encuentra en dos hermosos jarrones de la colección de M.Mengs en Roma, no es
etrusca, es griega; Publiqué uno de
(1) Plin. L.16. c.82.
página 394
estos vasos en mis Monumentos de la antigüedad (
nº159)
En la Biblioteca Vaticana vemos un vaso que paralelamente he publicado (
nº143),
sobre el cual se encuentra el nombre del Pintor con la mención siguiente:
AAEIMOE ETPwE , ΑΛΣΙΜΟΣ ΕΓΡΑΨΕ; Alsimos me pintó.
Erroneamente otros leen: MAZIM0E ETPwE, ΜΑΞΙΜΟΣ ΕΓΡΑΨΕ; Y Gori, contra el sistema en que se escribo esto,
audazmente dice, que cualquier registro es un fraude, que no es más que una
superchería, sin haber visto el vaso en cuestión.(3)
(La pieza sigue en discusión, pues se añade que el vaso alsimos del louvre, no se parece mucho al dibujo publicado por Winckelmann)
Así, las inscripciones de los jarrones, unidos al estilo del dibujo sobre
los que ellos no aportan puntos, nos autorizan a creerlos hechos por artistas griegos.
Pero lo que confirma aun mis pruebas, es como yo he observado antes, los
vasos de la misma fábrica encontrados en Sicilia, que voy a mostrar de las
colecciones, una vez que rinda cuentas de ellas que se hicieron en el Reino
y la villa de Nápoles, y que se encuentran aún en los mismos lugares.
La primera y la más antigua colección formada en Nápoles, creo que es la que
hoy decora la biblioteca del Vaticano.
Se la debemos a Joseph Valetta, Jurista napolitano. El Cardenal Gualtieri
compra esta colección de los herederos del Consejero Jurídico, y a la muerte
del cardenal pasó al Vaticano.
El mismo Valetta, legó a los Santos Apóstoles teatinos de Nápoles, una
veintena de estos vasos para decorar su biblioteca.
La colección del conde Mastrilli en Nápoles, que no es inferior a la del
Vaticano, al menos en cuanto al número
Se ha incrementado de año en año.
(1) MonUm. Ant. Ined. N. 159.
(2) Ibid. N. 143.
(3) Gori disesa dell' alfob. Etrus.p. CCXV.
página 395
con una considerable colección, formada por un amante de la misma familia en
la ciudad de Nola, donde tenía su residencia.
El Conde Palma, en Nápoles, herederos del Conde Mastrilli está ahora en
posesión de estas dos colecciones.
Después de la colección Mastrilli, resaltamos la que se encuentra en la casa
Porcinari, y que contiene más de setenta piezas.
Uno de los más hermosos jarrones de esta colección, es la que nos ofrece
perseguido por dos figuras, a
Orestes, y representado descansando la rodilla izquierda en el portico con
el trípode de Apolo .
En el tercer volumen de mis Monumentos de la antigüedad, hablaré de los
accesorios que adornan la portada, llamado OLMOS (ὅλμος).
Este jarrón con otro parejo con la firma apareció en la colección Hamilton.
Desde hace algún tiempo el duque Caraffa Noia, amante de la antigüedad,
comenzó a formar una colección de jarrones, con otras Antigüedades, que
acumula incesantemente en una obra adornada de placas grabadas.
La pieza mejor y más valiosa de esta colección, representa en una
composición de
veinte figuras, con la lucha de los
griegos y troyanos por el cuerpo de Patroclo.
En esta composición los Troyanos se distinguen de los griegos por los cascos
que se parecen a los gorros frigios.
Después de todos estos aficionados comenzó M. Hamilton, el ministro
de la corte de Londres en Nápoles, ya que estamos en el caso a menudo
citado.
Mientras que en Italia se formó una colección más grande y mejor que las
anteriores.
El Sr. d`Hancarville publicó esta colección y hoy en día
página 396
ha sumado los más bellos jarrones de Mastrilli, y de Porcinari, en cuatro
volúmenes en folio de gran formato.
Este libro supera en magnificencia todos los monumentos antiguos que han
sido grabados, en la medida en que independiente de la forma de los vasos, y
de sus dimensiones, cada uno está representado en diferentes planchas, con
los adornos, e incluso las figuras con gran distancia, y con verdadera
inteligencia en el dibujo de los Antiguos.
Además, cada vaso está impreso con su propio color, por lo que es un tesoro
del Dibujo Griego, y una prueba indiscutible del arte de estas ingeniosas
personas.
El digno poseedor de esta colección, puede ver y conocer dos jarrones, no
son sólo de los más antiguos monumentos de arte de los griegos, que
todavía contienen la maniobra más perfecta, en cuanto al diseño y la
belleza, como me jacto de demostrar lo siguiente, con respecto a una y otra
calidad.
Entre algunas otras colecciones que vienen también del Reino de Nápoles, voy
a mencionar la de Raphael Mengs, el Rafael de nuestra era.
Este artista durante su estancia en Nápoles, ha formado una colección de
estas Antigüedades, y de las que he publicado cuatro piezas, a causa de su
singularidad en mis Monumentos de la antigüedad.
Tiene otros vasos que no merecen menos de ser revelados: hay uno que
representa una Amazona montada, con un sombrero calado hasta los hombros, y
está luchando contra un héroe, aparentemente el Héroe es Aquiles, y la
Amazona es Pentesilea, a quien se le atribuye la invención de llevar un
sombrero
(Plinio
el viejo L7-201) .
(1) Plin. L.7. c.56.p.478.
página 397
Supongo que la mayoría de los vasos de este tipo, estaban extendidos en
diferentes ciudades italianas indicadas por Gori (1), y provienen de las
mismas fuentes.
Yo espero revisar incesantemente estas producciones de arte, y me reservo de
decir en el tercer volumen de mis Monumentos de la antigüedad, que voy a
tratar de explicar, y grabar los que contienen cualquier instrucción.
Por último, para los jarrones encontrados en Nápoles, y en la región, no
debemos olvidar al Príncipe reinante de Anhalt-Dessau, (colección) adquirida en Roma, y
que hoy se ve en su hermosa casa de campo en Woerlitz.
Lo menciono por la singularidad que caracteriza a esta pieza y que aún no ha
ha sido remarcada.
En el jarrón está pintada la figura de una mujer
vestida, de pie ante un genio alado, y mirándose en un espejo redondo que
ella sostiene por un mango.
El espejo refleja el perfil del rostro de esta figura, que no está pintada con
colores brillantes, pero con el brillo del tinte, está dibujada sobre el
plomo.
Yo he tenido ocasión examinar todas estas colecciones, y he querido ser
capaz de hacer lo mismo con los vasos que se encuentran en Sicilia, donde
las artes no han florecido menos que en la Magna Grecia.
Hasta que las circunstancias me permitan poder hacer este viaje algún día,
tendrán que conformarse con unas simples indicaciones de los lugares de esta
isla, donde guardan los grandes monumentos, y estos lugares son
Agrigento Y Catania.
De Agrigento, numerosos de estos jarrones adornan la colección del señor
Lucchesi, obispo de esta ciudad, que tiene incluso
(1) Gori Difesa dell Alfab . Etrusc.p.CDXLIV.SEC.
página 398
al mismo tiempo, una buena de medallas.
En el siguiente libro mencionaré dos cuencos de oro viejo en el gabinete de
este prelado.
Uno de los mejores vasos, está en la Cancillería de la iglesia catedral de la
ciudad.
Este monumento, de cinco palmos romanos de altura, está decorado con figuras
pintadas con los colores amarillo, como de costumbre, con un fondo negro;
Junto al estilo del dibujo, por lo que me dicen, no es del verdadero gusto
antiguo.
En Catania se encontró entre los benedictinos, una colección compuesta por
más de doscientos de estos vasos.
En la misma ciudad, el Príncipe Piscari iluminado conocedor, y hombre de gran
mérito, poseía una colección de vasos no menos considerable.
Estos diversos jarrones ofrecen las más variadas formas, con los eventos más
curiosos de los tiempos heroicos.
Siento que la enumeración que acabo de dar de las famosas colecciones de jarrones, debería haber sido colocada después de lo que tengo
tengo que
decir, aunque también siento que hubiera tenido que hablar primero del uso
que hacían los antiguos, así como del carácter, y los personajes de su diseño
y su pintura, porque esto último contiene más bien la esencia de estas
obras, que es lo primero puramente histórico.
Pero la razón que me hizo anticipar una sobre la otra es, que estas
colecciones están hechas en países habitados por colonias griegas, y son muy
apropiadas para refutar la falsa opinión, que desea establecer que todos
estos vasos son de fabricación etrusca.
Y con esta anticipación quería establecer el nombre, como algo que debe ser
siempre la primera en todas las materias tratadas.
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En primer lugar, en cuanto al aspecto de los vasos, se encuentran en todo
tipo de formas Y por lo tanto, desde lo juguetes más pequeños que servían
sin duda para los niños, a los mayores que tienen de cuatro o cinco palmos
de alto.
vamos a familiarizarnos con las diferentes formas de los mayores en su
especie, se puede ver, dónde, en los libros donde pueden encontrar grabados
que aportan las dimensiones.
Estas vasijas tenían varios usos: aquellos de Tierra servían para los
sacrificios, y sobre todo para los Vesta (1).
Algunos eran custodios de las cenizas de los muertos, como la mayoría de los
que se han encontrado en las tumbas, especialmente en los alrededores de
Nola,
Respecto de algunos vasos de este tipo, los he visto en la Capitanía, en el
Castillo de Caserta, y me dicen que se encontraban encerradas en piedras
comunes.
Es como los que he descubierto en el jarrón publicado en mis Monumentos de
la antigüedad (
nº146).
Este vaso tiene como característica, que está pintado con la misma forma
que el vaso mismo, y se colocó sobre una pequeña eminencia, que al parecer
representa una tumba, tales serían de las tumbas de los primeros tiempos
(Pausanias Libro 6, 21-3) y,
(Pausanias Libro 8, 12-5)
En cada lado del jarrón se ve la figura de un hombre
joven desnudo, con la excepción de un paño que pasa por el hombro, con una
espada en alto, sostenida bajo el brazo, como las figuras heroicas,
espada que se llamaba entonces, de acuerdo con la escuela de Píndaro,
YPOLENIOS, ὑπωλένιος (4).
Para mí, soy de la opinión de que estas dos figuras
representan a Pílades y Orestes en la tumba de Agamenón.
(1) Brodaei Missel. L.5.c.19.
(2) Monum. Ant. ined. N. 146".
(3) Pausanias. L.6.p.507.I3; L. 8. p. 624. l. 33. &c.
(4) Schol. Pind. Olymp. 2. v.149
página 400
Encontramos este tipo de vasijas en las tumbas situadas en medio de las
montañas de Tiphatins, a diez leguas
(44
km) por encima de la antigua
Capua, cerca de un lugar llamado Trebbia, donde uno puede entrar sólo por
caminos intransitables y penosos.
M. d´Hamilton, que se llegó a este desierto salvaje, hizo la apertura de
algunas de estas tumbas, tanto para examinar la arquitectura, que a ver si
estos monumentos tenían incluidos algunos jarrones curiosos.
Este iluminado Amateur, dibujó en el mismo lugar el descubrimiento de una
tumba, que vemos grabada en cobre en el segundo volumen de su gran colección,
publicada por M. d'Hancarville.
El esqueleto del muerto está extendió en la tierra, los pies hacia la
entrada de la fila de la tumba, y la cabeza contra la pared, sobre la que se
adjunta seis barras de hierro cortado, y chapas que, sujetas a un clavo, se
movían como las ramas de un ventilador de mano.
En el mismo lugar, en la parte superior de la cabeza de los muertos, estaban
colocados dos grandes candelabros de hierro, todos herrumbrosos por el óxido
-, y un poco más arriba colgaban de unas uñas, algunos vasos de bronce, uno
de ellos estaba al lado derecho del candelabro, los otros estaban hacia la
izquierda, directamente a los pies del esqueleto.
Tenía al lado de la cabeza dos espadas de hierro, y un "Colum vinarium"
(
colador de vino)
especie de bronce, como un tazón profundo, con agujeros de tamiz, y con un
mango.
Este cuenco, adaptado de un cuenco sin agujeros, sirven para tamizar el
vino:
Para los vinos de los Antiguos, mantenidos en grandes tinajas de arcilla,
preferiblemente a los barriles de madera,
Eran más gruesas que las nuestras, que hacían para poder beber después de la
cosecha, y que habían necesitado para usar estos tipos de tamices.
En el mismo lado hacia los pies, allí tenía un cuenco de bronce, donde
encontraron una Simpulum, (
cazo
de reparto) que es como una copa
redonda con un
página 401
largo mango curvado, siendo un instrumento para diferentes usos, ya sea para
verter en las copas en la libación, como para probarlo.
Al lado del cuenco de bronce fueron encontrados dos huevos y un rallador
como para rallar queso.
Yo no dejaré de hacer algunas observaciones sobre este descubrimiento,
aunque algo ajeno a mi plan; pero voy a añadir algunas observaciones
generales como que los jarrones se encuentran en tumbas.
Es también que al depositar los Antiguos, los pies de los muertos los
volvieron hacia la puerta de la tumba; pero ha sido un caso a propósito
particular para habitantes de esta región, que hacen la cama a sus muertos de
la tierra, menos costoso que puestos en ataúdes, los cuales podrían tener su
fe.
Otras tumbas a menudo, ofrecen el cuerpo encerrado en barriles cuadrados.
Con respecto a estos hierros en forma de abanico, colocado encima de la
cabeza del esqueleto, parece que representasen abanicos reales, para
referirse a la costumbre de perseguir las moscas contra el rostro de la
muerte (1).
La taza o crátera, el rallador y los huevos, deben ser meditados emblemas de
la comida que tenían, y que acostumbraban a dejar al alma del difunto.
Lo sabemos en las últimas palabras que dejaban a los muertos, que los
exhortaban a beber a la salud de los amigos y parientes que dejaban en la
tierra.
En una urna sepulcral en forma redonda en la Villa Mattei, se lee:
HAVE.ARGENTI.TV NOBIS BIBES.
Los vasos suspendidos no pueden ser considerados como vasos funerarios, que
son aquellos en que se coloca al lado del esqueleto, para lo que les
fuera necesidad, así como vemos, para quemar a los muertos, aunque esta
práctica no era del gusto
(1) Kirchman, de fun. L.I.c.12.p.100
página 402
del Maestro de esta tumba, debido a que solo se encontró un cuerpo, mientras
que todos los vasos cinerarios habían sido usados.
Sin embargo, es singular que los autores antiguos no hacen mención ninguna
en cualquier lugar de los vasos que depositan en las tumbas y otros objetos
para mantener las cenizas de los muertos: porque no aparece mención de la
cuestión excepto los vasos llenos de aceite, según el testimonio de
Aristófanes, que estaban acostumbrados a colocar junto a los muertos (1).
En cuanto al uso posterior de estos monumentos sabemos de los juegos
públicos de Grecia, donde desde el primer momento, un sencillo vaso de barro
fue el premio de la victoria
(Homero
23-259):
Un hecho que se evidencia por un jarrón y sobre las medallas de la ciudad de
Tralles (3), y por varias piedras grabadas (4).
Estos usos se mantuvieron en los tiempos posteriores a Atenea, donde los
premios del ganador en los Juegos panatenaicos, era un jarrón parecido, lleno
de aceite, y dibujado con olivas dedicadas a Palas.
Estos jarrones estaban decorados con pintura, como Píndaro nos dice, ON
AGGOÔN ERKOSIN PAMPOIKILOIS, ἐν ἀγγέων ἔρκεσιν παμποικίλοις
(Pindaro Nemeas 10-64) , y como también han explicado escolios de este poeta, sin duda para
EZOGRAPSEUTO GAR AI YDRIAI, ἐζῳγράφηντο γάρ αἱ ὑδρίαι.
Es sin duda por el uso de que hacen alusión a las pinturas de numerosos grandes jarrones, tanto de la colección del Vaticano, como en la
colección de Hamilton.
A veces se muestra a Castor de pie con un caballo, a veces Polux sentado
sosteniendo en su mano un casco en punta, y terminado como un bonete que
llevaba generalmente.
De Castor sería la imagen
(1) Aristoph. Eceles. v.535
(2) Hom. II.. v. 259. Athen.Deipn. L. 11. p. 468. C.
(3) Spanh.de praest. num.T.i. p.134.
(4) Descrip. des Pierres gr. du Cab. de Stosch. p. 460.
(5) Pind.Nem.10.v.64
página 403
en las carreras de caballos, y Pólux, conocido por un famoso atleta,
diseñando otros juegos.
Es muy probable que los Antiguos se sirvieran de muchos de estos jarrones,
como nosotros nos servimos de la Porcelana, sólo para adornar sus edificios.
Esto es lo que podemos concluir por las pinturas que decoran estos jarrones,
y que están generalmente mejor ejecutados, en un lado que el otro, de manera
que la parte inferior se colocaba contra la pared.
Pero este uso, es la mejor evidencia por la forma misma de algunos jarrones,
que no tienen antecedentes y que nunca han tenido uno, como tuve ocasión de
observar a menudo, sobre todo en algunas de las piezas más grandes de la
colección de Hamilton.
Después de hablar de la forma y del destino de estos vasos, vamos a ver lo
esencial, y examinamos el diseño y la pintura que los caracteriza.
En primer lugar, a juzgar por el dibujo, debe atribuirse la mayor parte de
estas piezas a artistas griegos, el dibujo y la pintura aquí son objetos
dignos para excitar la atención de nuestros artistas.
Es más bien por los dibujos, que por las tablas que conocemos y podemos
juzgar el espíritu de un artista y sus ideas, de la manera de ejecutarla, y
la facilidad con la que su mano hizo sus diseños, uso múltiple que debe un
aficionado, proponerse en la formación de este tipo de colecciones.
Nada por lo tanto, más limpio para ampliar nuestros conocimientos en
Jarrones de arte de los Antiguos, que estudiar los vasos pintados porque
estos monumentos son verdaderos diseños, y los únicos con las cuatro mesas
de mármol del gabinete de Herculano, que siguen siendo de los Antiguos.
Éstas son sólo figuras contorneadas o esbozado, es decir, son como las
figuras deben ser.
Estos diseños nos ofrecen, no solamente los contornos de las figuras, que lo
hacen en demasía también
página 404
También la circunscripción de las partes, el chorro y los pliegues de
vestidos y otros detalles, todos por las líneas y trazos sin luces, y sin sombras.
Llamamos a estas producciones de tablas, no en el sentido propio, sino porque
tiene dibujos rellenados con colores, una práctica que no es desconocida para
nuestros dibujantes modernos.
Así que podemos nombrar los vasos pintados, sin temor a que se entienda mal,
como nosotros llamado grabados de cobre, una plancha que se hace con agua
fuerte.
En la mayoría de los vasos, las figuras están pintadas con un solo color, o
mejor dicho, el color de las figuras está pintado sobre el fondo mismo de
los jarrones, o sobre el color natural de la terracota más fina.
Para el campo de la tabla, o el color que está entre los trabajo, es un negro
brillante; y es con este negro, que se dibuja sobre los mismos contornos de
las figuras en el fondo de los vasos.
En relación con los jarrones pintados en varios colores, se encuentra de
diferentes suertes en las principales colecciones.
Uno de estos vasos, y al mismo tiempo uno de los más famosos, está en Roma
en la colección de M. Mengs: es una parodia del amor entre Júpiter y Alcmena,(
¿#?)
la parodia en la que los sujetos se tratan de la manera más cómica.
Mirando esta composición, que había querido pintar el artista como el
escenario principal de una comedia, como la Amphytrion de Plauto.
Alcmena mira por la ventana, como las mujeres que ofrecen sus favores (1), o
que hacen gestos de hermosura. La ventana es alta, a la manera de los
antiguos.
Júpiter, está travestido con una máscara blanca, al que le cuelga una larga
barba.
Lleva como Serapis un bushel o medidor, de una sola pieza
(1) Heins. Lect. Thcocrit. c.7. p.83.
página 405
con la máscara.
Porta una escalera, con la cabeza pasada entre los escalones, indicando que
la va a utilizar para subir a la cámara del Ama.
En el otro lado está Mercurio con una gran barriga, vestido como ayuda de
cámara imitando a Sosias, de Plauto. Él sostiene en su mano izquierda su
caduceo bajo, como para esconderlo, para no ser reconocido.
En su mano derecha sostiene una lámpara, que levanta hacia la ventana como
para iluminar a Júpiter, o para intimidar a Alcmena, o para hacer como
Delphis en Teócrito, cuando le dijo a su Simatha su Ama, que emplearía hacha
y lámpara, hierro y fuego, si no le dejaba entrar
(Teócrito Idilios 2-124).
El Lleva en su cintura un largo Príapo con su significado.
En las comedias, los antiguos actores se ataban un gran falo de cuero rojo
(Aristófanes
Lisístrata)
Ambas figuras tienen zapatillas y medias
blanquecinas hechas de una sola pieza, como se ve en las historietas cómicas
y las máscaras, que hay en villa Mattei y Albani:
Porque los Antiguos personajes cómicos, no usan al parecer pantalones en el
teatro (
Pit.Herculano to-1,tav-9).
Las figuras desnudas tienen el color de la carne, excepto los Príapos que
son de color rojo oscuro, al igual que los vestidos.
El vestido de Alcmena está salpicado de pequeñas estrellas blancas. La
revelación de las estrellas en las ropas, ya era conocido por los griegos en
los tiempos antiguos.
Era habitual que lo llevara como el héroe Sosipolis en un cuadro muy antiguo
(Pausanias
libro 6 25-4)
Y Demetrio Poliorcetes tenía uno también
(Ateneo
banq.Sofis 535).
Con este Jarrón que hice grabar, acaba el anterior Capítulo.
El diseño de la mayoría de estos vasos es tal, que las figuras pueden ocupar
un lugar ventajoso en una
(1) Theocrit. Idyl. 2.v.127.
(2) Aristoph. Nub. v. 539. Cons.Ejusd. Lysist. v.110.
(3) Pitt. Erc. T.1. p.267.N.9
(4) Paus. L. 6. p. 517. l.8
(5) Athen. Deipn. L. 12. p, 535.F
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composición de Rafael.
Aunque la singularidad no se encuentra en los vasos, la tienen las
figuras haciéndolas todas bastante similares: pero entre cientos que he visto, cada
una representa un tema en particular.
Cualquiera que quiera apreciar la franqueza, y el elegante diseño de estos
vasos, juzgará la manera de tratar los colores, en los trabajos expuestos a
la acción del fuego.
Encontrará aquí la evidencia inequívoca de la facilidad, y la corrección de
los maestros en las maniobras.
Para pintar estos jarrones no han hecho otra cosa, que como en nuestras obras de
cerámica, o nuestra loza, sobre la cual uno encontrará el color azul
cuando ha sido tostado, como se suele decir.
Este género pintado, requiere una ejecución fácil y rápida, porque igual que la
tierra reseca retiene el rocío, la terracota de repente saca la humedad en
los colores, y en el trazo, de suerte que el artista no traza el contorno de
un solo trazo, el lo marca, y no retira su pincel de las partes
terrestres.
Consecuentemente no se encuentran repetidos los contornos, y nos damos
cuenta que no hay líneas añadidas después de los hechos, cada rasgo que
forman el contorno está trazado sin interrupción, lo que parece un prodigio
en relación con el carácter de estas figuras.
Es necesario considerar además que esta maniobra no admite ningún cambio o
corrección, y que el rasgo al formar el contorno, permanece tal como se señaló en
primer lugar.
Estos jarrones son los prodigios de los artistas antiguos, tales como los
insectos más pequeños son las maravillas de la naturaleza.
Esto es como los primeros bocetos de Rafael, efectuados con tanto espíritu y
dibujados con un solo golpe de la pluma o lápiz, no menos a los ojos, revelan
la mano hábil del conocimiento del maestro, con sus dibujos terminados
Y Así es como en los antiguos jarrones, se detecta aun más la facilidad y la
audacia de los artistas antiguos, que en las otras
página 407
producciones de arte.
Una colección de estas obras, es así un tesoro de dibujo.
Pero hay que tener cuidado de no ser engañados.
Un veneciano llamado Pietro Fondi, al que el mismo Apostolo Zeno
(Crítico literario
1668-1750) menciona en una de
sus cartas (1), trató de imitarlos.
Es en Italia donde bien se encuentran las piezas de este falsificador, pero
la mayoría de ellas fueron más allá de las montañas.
Sin embargo, este truco es fácil de descubrir, incluso por aquellos que no
tienen un gran conocimiento del diseño; porque la tierra de los jarrones
falsificados es gruesa, haciéndolos pesados, mientras que los vasos antiguos
están hechos de una tierra muy fina, que da una gran ligereza,
Algunos cosas, para entender sobre el dibujo de numerosos
vasos, yo creo que no hace falta nada, sino unos detalles, sobre uno de los
más bellas piezas de este género, que se encuentra en la colección de M.
d´Hamilton.
Me voy a limitar en mi descripción como único tema, que se pinta en la
curvatura del vaso, por debajo del cuello, y pasaré en silencio sobre el
cuerpo mismo de la pieza, y que representa el amor de Jasón y Medea.
Me detendré especialmente en esta pintura, porque puede ser considerada como
en la más alta idea, en la realización del dibujo, de todo lo que ha
sobrevivido de los Antiguos.
Siendo uno de esos juegos de la famosa Grecia; pero la explicación del tema
no es nada fácil.
Mi primera idea cae sobre esta famosa carrera de carros, que Oenomaus rey de
Pisa, fuerza hacer a los amantes de su hija Hippodamia, que ganó Pelops,
llevándose el premio de la princesa.
El dibujo en el centro de la composición, parecía apoyar esta conjetura;
porque la carrera iba desde Pisa a Corinto, hasta el altar de Neptuno
(Didoro
Sic.libro 4-73 ). .
Pero tal como lo percibimos, hay algún rasgo
(1) Lettere, volt 3.p.197.
(2) Diod. Sic. L. 4. p. 274.275
página 408
característico de esta deidad, e Hippodamia tenía una hermana llamada
Alcippe que resultará que las otras figuras femeninas serán pura ficción.
Siguiendo contaré de los juegos celebrados por Ícaro, Rey de Esparta, que
proponía que los Príncipes compitieran por su hija, para
obtener la posesión de Penélope en las carreras de carros.
Al igual que Ulises salió victorioso en esta lucha, que resultará la figura
del joven héroe que se lleva en sus brazos a una bella joven fugitiva, siendo
el Príncipe de Ithaca.
La simulación de la divinidad que parece caracterizar el lugar de la escena,
sería la Juno de Sparta, que lleva un sombrero parecido, amplio por la parte
superior y llamado PYLEON.
Hablé anteriormente y me extendí sobre este tema en mis Monumentos de la
antigüedad.
Sin embargo, como Penélope tenía dos hermanas, Erígone y Iphtima que no
tuvieron parte en estas carreras, pensé que se reunían simplemente por este
tema, y que representaría los juegos de Danaus, rey de Argos, que estuvo
celebrando para casar a sus hijas.
La fábula nos dice, que el príncipe obligado a dar a sus cuarenta y ocho
hijas, con los hijos de su hermano Egyptus, pero les dio dagas a cada una,
con la orden de matar a su marido en la noche de su boda.
Todas estas hijas, a la excepción de Hipermnestra, ejecutaron esta orden
bárbara, excitando la indignación contra de ellas de la totalidad de Grecia.
Su padre, con ganas de volver a casarlas, prometió darlas sin recibir la
dote, solo fingieron que tenían la opción de tomarlas entre los jóvenes que se presentasen, a aquellos que más les gustaban
Danaus propuso carreras, en las cuales el primero en llegar a la meta,
podía elegir entre sus hijas, y así uno tras otro.
Nosotros
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ignoramos cuál de estos competidores fue el primero, ni cuáles fueron los
siguientes.
La figura de la Diosa podría ser la Juno de Argos, por el bonete, que se
asemejaba al usado en la figura de nuestro monumento;
Es cierto que lo que sostiene en su mano, no es coherente con el símbolo que
llevaría en esta obra (
¿#?
).
El atributo que lleva conviene a Rhea, porque se ve como una piedra envuelta
como un niño, que presenta a Saturno: al menos así se encuentra en un
pedestal representado en las cuatro caras, en el gabinete del Capitolio.
No parece extraño ver dos figuras de mujeres sobre un carro, de los que dice
Homero hasta de Venus, en un carro que tiene a su lado a iris, que lleva las
riendas.
(Iliada 5-363)
Lo mismo puede decirse de los que han leído a Calimaco: que recordarán que
Palas estaba acostumbrada a llevar en su carro a la Ninfa Cariclo, que se
convirtió en madre de Tiresias
(Calímaco Palas 2-65 ).
También lo hace Cinisca, hija de Arquídamo, rey de Esparta, que obtuvo la
victoria en la carrera de carros en las Olimpiadas.
Los carros de este monumento se adornaban por escultores, como eran, yo no digo
en el siglo de Danaus, sino en el momento más remoto de Grecia.
Eurípides da a su hijo Teseo, que marchaba con los griegos contra Troya, un
carro decorado con la imagen de Palas
(Euríp.Ifig.
250)
Antes de terminar este libro del arte etrusco, haré aun mención sobre
algunas figuras de bronce, que se encuentran en la isla de Cerdeña; que
merecen un poco de nuestra atención, a causa de su forma, y a causa de
su antigüedad.
El conde Caylus publicó recientemente dos figuras similares, descubiertas en
la misma
(1) Callim. Lavac. Pall.v.65.
(2) Eurip. Iphig. Aul.v.250
página 410
Isla (1) estas son como de las que hable que están en la colección del
colegio de San Ignacio en Roma, donde fueron enviadas por el cardenal Albani.
Hay cuatro de diferentes tamaños, desde menos de medio palmo hasta dos palmos.
La forma y la figura, están todas hechas por bárbaros, y llevan el carácter
mismo de la más alta antigüedad, en un país donde las artes nunca han
florecido.
Estas figuras tienen cabezas alargadas, ojos de una grandeza desmesurada,
piezas deformes, y largos cuellos de cigüeña hechas en el estilo de las
pequeñas figuras desagradables de bronce, de fabricación etrusco.
Dos de las tres figuras más pequeñas, parecen representar soldados con casco,
armados con una espada corta, unida a un arnés que pasa por detrás de la
cabeza, por el pecho desde la derecha a la izquierda.
En el hombro izquierdo, cuelga una capa corta, que puede ser un tejido
plegado a rayas y hacia abajo, hasta la mitad del muslo.
Esta especie singular de ropa, es la que llevaban en la antigüedad los sardos,
y que se llama Mastrucca (2).
Una de estas figuras tiene en su mano, algo que parece, un plato de fruta.
La más notable de estas figuras, de una altura de casi dos palmos, es la de
un soldado con un chaleco corto, esta figura, así como las otras dos, llevan
pantalones y armadura que va hacia abajo por debajo del grueso de la pierna,
que es lo contrario de otras armaduras de este tipo; porque los griegos
cubren el hueso de la pierna, mientras que los de estos pueblos
(1) Recueil d'Ant.T.3.
(2) Plaut. Poen. Act. 5. Sc. 5.v. 34. Isid L.19. c.3. ex Cicerone.
página 411
lo aplican sobre el mollete, y dejan el frente expuesto.
Entre las piedras grabadas del gabinete de Stosch, hay una en la que vemos a
Castor y Pollux, en la explicación de esta piedra he citado la figura en
cuestión (1)
El Soldado tiene en su mano izquierda, un escudo redondo delante de su
cuerpo, pero a cierta distancia, y cerrando tres flechas de las que
percibimos en los extremos las plumas que pasan; en su mano derecha
porta el arco.
El pecho cubierto con una blusa corta, y hombros con hombreras, armaduras que
también se ven en un jarrón de la colección del conde Mastrilli, formada en
Nola, con adquisiciones y otros objetos de este tipo, como los de la
Biblioteca Vaticana (2).
En un monumento que publiqué, vemos incluso un Gladiador con una armadura en
los hombros (
nº107).
La almohadilla para el hombro de esta figura, así como de figuras que
decimos de los jarrones, es cuadrada; pero la figura Sarda en cuestión, tiene
hombreras, de forma como las que se ven en los uniformes de nuestros
tambores.
He encontrado aún, que esta práctica para preservar los hombros también había
estado en uso entre los griegos de la época remota: Hesíodo entre otras
armaduras, la da en la hombrera de Hércules
(Pseudo Hesído esc.Hércules 20), y la escuela del poeta lo
llama SOSANION, σωσάνιον, de SOZOUN, σώσειν, defensa.
La cabeza se tapa con un gorro plano, en cuyos lados sobresalen dos cuernos
largos, como los dientes, erguidos hacia adelante y hacia arriba.
En estos cuernos se coloca una cesta, con dos palos atravesados para que se
puediera quitar.
La figura porta sobre un carro con dos ruedas pequeñas, que tiene una barra
de tiro, que pasa por un anillo por la espalda, de suerte que las ruedas
están más allá de la cabeza.
(1) Descr. des Pìer. gr. du cab.de Stosch. p.201.
(2) Dempst. Etrur. Tab. 48
(3) Monum. Ant. ined.N.192.
(4) Hefiod. Seut, Herc.v.128.
página 412
El ajuste de esta figura, nos dice de los útiles establecidos entre los
pueblos antiguos para la guerra.
El soldado Sardo estaba obligado a llevarlo junto con su provisión de alimento;
pero no lo llevaba sobre los hombros como el soldado romano, lo llevaba atrás
como un carro, con el cesto de pan.
La expedición terminaba, tomando su tren ligero, que pasaba la anilla en
la espalda, y cargaba la canasta sobre la cabeza sobre los dos cuernos.
Hay razones para creer que las tropas, llevaban siempre lo que necesitaban,
marchando hacia el enemigo con este atalaje.
El lector deseará aclaraciones más amplias sobre numerosos puntos, pero yo
considero que debemos terminar este artículo, con las comparaciones de los
antiguos pueblos de Italia, con Egipto, y nos encontramos con el caso de
algunas personas, que saben mejor la lengua extranjera que la lengua materna.
Podemos hablar con más certeza de Arte Egipcio, que de otras naciones y
etruscos de Italia, la cual habitaron, transversal en su Tierra.
Tenemos una infinidad de pequeñas figuras etruscas, pero no tienen
suficientes estatuas, para lograr formar un sistema razonado de su arte.
Después de un naufragio, no es fácil construir un barco sólido de los pocos
escombros que escaparon de la furia de las olas.
La mayor parte de los monumentos que nos quedan, consisten en piedras
grabadas, que son como la maleza de un bosque cortado, en el que quedan
algunos árboles dispersos, que certifican la destrucción general.
Nos queda lamentablemente, pocas esperanzas de descubrir obras, en su época de
florecimiento de estos pueblos.
Los Etruscos tenían sus canteras de mármol Luna, que
página 413
estaban en una de sus doce ciudades capitales, y que es hoy Carrara.
Para los samnitas, volscos y campanos, que no tenían puntos de mármol blanco en
su país, para que los aficionados salgan de dudas, hacían la mayor parte de
sus obras, en terracota o bronce.
Las primeras están rotas, y las segundas fundidas. Esto es lo que provoca la
escasez de obras de arte de este pueblo.
Sin embargo, como el estilo etrusco tenía un parecido con el antiguo estilo
griego, siguiendo esta discusión puede servir como una introducción al LIBRO
al que referimos al lector.
Fin del Tomo I
página 414
TOMO SEGUNDO
página 415
página 416
LIBRO IV.
EL ARTE DE LOS GRIEGOS
Razonando sobre las causas del
progreso y superioridad de los griegos sobre otros pueblos en el arte
El arte de los griegos es el objetivo principal de esta Historia
Este arte conservado en una infinidad de monumentos, exige de nuestra parte
una mayor reflexión, y de las búsquedas de imitaciones, pero lejos de adornarnos y de
explicaciones arbitrarias, centrándonos en la esencia de las
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cosas.
Vamos a discutir este objetivo interesante, de manera que no sirva solamente
de conocimientos para saber, sino también para practicar lo máximo.
La Discusión del arte egipcio, los etruscos y la de otros pueblos, se extiende en
nuestras ideas y rectifica nuestros juicios.
La revisión del arte de los griegos, debe traer nuestros conceptos a la
verdad, y servirnos de reglas para juzgar y operar.
Este cuarto libro relativo al arte de los griegos, está dividido en ocho
capítulos. El primero, que sirve como una introducción, explica las razones
y las causas del progreso, y la superioridad del arte griego en otros pueblos
que han crecido. El segundo trata de la esencia del arte, de dibujar figuras
desnudas. El tercero de la expresión de las pasiones y proporciones. El
cuarto de la belleza de las partes del cuerpo humano. El quinto del dibujo
de figuras vestidas. El sexto del progreso y la decadencia del arte, así
como de los diferentes estilos. El séptimo de la parte mecánica del arte. El
octavo de la pintura antigua.
El principio de la superioridad de los griegos en el arte, debe atribuirse al
concurso de diversas causas: la influencia del clima, la política y la
constitución de su manera de pensar, así como la contraprestación que los
artistas disfrutan, y el empleo que ellos hacen de las artes.
Por necesidad de la influencia del clima, reviven las semillas, y debe
germinar arte, y Grecia estaba en el suelo más favorable para este
propósito.
Epicuro dijo de la aptitud de los griegos en filosofía, que ellos la practicaban
particularmente en verano (1), se puede aplicar mucho
(1) Clement. Alex. Strom. L.1. p.355. 1. 11.
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más adecuadamente a su talento para el arte, en una infinidad de cosas que
son ideales para nosotros, y eran naturales para ellos.
La naturaleza, después de pasar por los estados de frío y calor, se fijó en
Grecia, como en su centro o una temperatura mixta entre el reinado del
invierno y el verano
(Platón-Timeo).
Cuanto más cerca del centro, más anuncia franqueza y serenidad, y
más se manifiestan que son por lo general, con las formas elegantes, espirituales y trazos
decididos y característicos.
Rodeado constantemente de un aire limpio y sereno, como Eurípides describe
el clima de Atenas
(Euríp.Medea.
830) que no obstaculiza su trabajo, las nieblas y vapores, y más
bien lleva el cuerpo a la naturaleza, y se eleva con fuerza en tallas
ventajosas, y especialmente en la talla de mujeres.
En Grecia no se descuida el hombre, su criatura favorita. Y no hay que creer
lo que dicen los escoliastes sobre la longitud excesiva de las cabezas, o rostro de
los habitantes de la isla de Eubea (3): estas notas absurdas que se han
avanzado, nada más que para luego derivar el nombre de estos pueblos,
llamados MAKRONES, Μάκρωνες.
Los griegos, nos informa Polibio, usaban los avances que tenían sobre
otras naciones en relación con la talla (4), y por lo general lograban más
casos de belleza que ningún otro pueblo.
La estatua de un Júpiter adolescente en Egio
(Pausanias
Libro 7 24-4) el Apolo en Ismenia
(Pausanias
Libro 9 10-2), y el que conduce la procesión de Mercurio en
Tanagra,
(Pausanias
Libro 9 22-1) que lleva un cordero al hombro cosa que realizaron
siempre hombres jóvenes
(1) Herodot. L. 3. p. 127. 1. 11.;Plat. Tim. p, 475. l. 43. ed. Bas.1534
(2) Med. v. 819-839.
(3) Schol. Apollon. L.i.v.1024.
(4) L-5. p.431.A.
(5) Pausanias. L. 7. p. 585. 1. z,
(6) Id. L. 9. p. 730. 1. 25.
(7) íd. L. 9. p. 752. 1. 28.
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que habían ganado el premio de la belleza.
Aquellos de la ciudad de Egesta en Sicilia, hicieron erigir un monumento a
un tal Philipo, a pesar de que no era su ciudadano, era de Crotona, sólo a
causa de una gran belleza.
Fue venerado, y como un héroe deificado, y a éste le hacían sacrificios
(Herodoto
V-47)
En una muy vieja canción Griega, que scholiaste imprimió atribuidos a
Simonides o Epicarmo, había cuatro deseos, aunque Platón nos informa de tres
(Platón
Gorgias) :
el Primero era gozar de buena salud, el segundo tener una hermosa figura
KALON GENESTHAI,καλὸν γενέσθαι, o, PHYAN KALON GENESTHAI,(φύσει καλὸν γενέσθαι, como literalmente Scholiaste en
cuestión nos da estas palabras, el tercero era poseer adquir mucha riqueza,
ADOLOS PLUTEIN, ἀδόλως πλουτεῖν, el cuarto, que Platón nos silencia era ser libre de vivir la
alegría con los amigos, IBAN META PHILO, ἠβᾶν μετὰ φίλων: Yo comento, de paso, que el
significado de este término puede pude servir de aclaración a Hesichius.
Siendo la belleza estimada y deseada por griegos, toda bella persona se
esforzaba por dar a conocer a toda la nación esta prerrogativa, y sobre todo
por ganarse la benevolencia de los artistas.
También fueron los artistas que miraban la bondad de la belleza, los que
tenía más oportunidades de tener la belleza a diario ante sus ojos.
La belleza era incluso un mérito para alcanzar la fama, y la historia griega
no puede evitar señalar esta cualidad, en un sin número de personajes que la
poseían
(Pausanias
Libro VI 4-5).
Algunas personas se distinguían por nombres particulares, a causa de una
hermosa parte de su figura. Así, los hermosos ojos de Demetrio Falero lo que
le dio el apellido
(1) Herodot. L. 5. p.191 ad fin.
(2) Gorg. p. 304.
(3) Cons. Pausanias.L. 6. p. 457.l.27.
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CHARITOBLEPHAROS, χαριτοβλέφαρος, es decir, como los párpados que tienen las Gracias
(Diógenes
Laercio -Libro V Demetrio 1 ) ,
(Ateneo
libro XIII 65)
Parece ser, que incluso creían que podrían favorecer la generación de
hermosura en sus seguidores, por los ojos, disputando el premio de la belleza.
Estos antiguos juegos ordenados por Cípselo, Rey de Arcadia se celebraron en
tiempos de Heracles, cerca del Río Alfeo, en Elis
(Ateneo libro13 90).
En la fiesta de Apolo de Filesia había un premio para los jóvenes que habían
logrado dar los besos más sabios. Este uso se practicaba con la inspección
de un juez, y se hacia también en Megara
(Teócrito Idilios 12) cerca de la tumba Diocles. En
Esparta (4) y en Lesbos (5) en el Templo de Juno, y entre Parrasios
(Ateneo
libro XIII 90), Tenía retos de belleza entre las personas de
sexo.
La estimación de la belleza fue tan lejos, que las mujeres de los
Lacedemonios, custodiaban en sus habitaciones las estatuas dormidas de
Nireus, Narciso, Jacinto, o, Castor y Pollux (7) para tener hermosos niños
(8)
Dión Crisóstomo se quejaba en su tiempo y el de Trajano, que no ponían
atención a la belleza de los hombres, porque no sabían apreciarla
(Discurso 21)
Si es fundada la queja, se deduce que esta falta de atención, contiene una
causa de la decadencia del arte de entonces.
Es un hecho que la influencia del clima contribuye, y concurre en el
desarrollo de la figura, que decimos
(1) Diog, Laert.in ejus Vit. p.307.; Athen. Deipn. L. 13. p. 593. F.
(2) Eustat. ad U. T. p. 1185. 1. 16.;Cons. Palmer. Exerc. in Auct. Gr.P-
448.
(3) Lutat.ad Stat.Theb.L.8.v.198.;Cons. Barth. T. 3. p. 828.
(4) Theocrit. Idyl. 12.. v. 29-34.
(5) Mus. de Her. y Leand. amor.v. 75.
(6) Nommée K«Xktrhc& Athen.Deipn. L. 13. p. 610. B.
(7) Athen. 1. c. p. 609. E.
(8) Oppian. Cyneg. L. 1. v. 357.
(9) Orat. 21.p. 269. D.
sobre el clima
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segun nuestros viajeros, son todavía muy aventajados los Griegos de hoy, y que esta
influencia, actuaba como el alma de los viejos artistas, que lograban
generar entusiasmo.
No es menor que el mismo efecto que debemos atribuir a esta bondad del aire,
esta dulzura del carácter, y la serenidad del alma de los griegos, todas
cualidades que no contribuyen menos al diseño de las bellas imágenes, que la
naturaleza en la generación de formas hermosas.
Este fondo del carácter griegos se evidencia por la historia, y la bondad
del corazón de los Atenienses, su mérito y su industria.
De allí un poeta toma ocasión, para decir que la ciudad de Atenas fue la que
conocía la piedad, y la compasión por los males de otros.
También vemos que desde la época de las primeras guerras, Argos y tebanos, la
gente infeliz y perseguida, siempre encontraban asilo con seguridad en
Atenas.
En los tiempos más remotos esta alegría, y la serenidad de espíritu tenía el
espectáculo y otros juegos para pasar la vida como decía Pericles
(Tucídides
libro II 60), la pena y la tristeza.
Un paralelo de los griegos y los romanos en relación con sus espectáculos
públicos aún más sensible de lo que acabo de decir.
En los juegos inhumanos del anfiteatro, el pueblo romano, incluso en el
momento más civilizado, los ojos exaltados en sangre por el placer de ver un
gladiador que expira, contra la angustia de la muerte.
Los griegos por el contrario, tenían estos juegos por terroríficos y crueles
(2), y en el momento en que quisieron introducir los emperadores tales
peleas en Corinto, alguien dijo que antes de resolver para asistir a este
tipo de espectáculos inhumanos,
(1) Thucyd. L. 2, p. 6o, I. 16.
(2) Plato Polico, p.315.B
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sería necesario derribar el altar de la misericordia
(Luciano Démonax 57).
Sin embargo, estos juegos se introdujeron en todas partes, e incluso en
Atenas.
(Filostrato Vida de Apolonio 22)
La humanidad de los griegos, y la ferocidad de los romanos, revelan su no
menos importante forma de hacer la guerra de éstos dos pueblos.
Los romanos hacían prácticamente como una ley, tan pronto como ellos estaban
entrando a la fuerza en una ciudad, pasar a la espada toda criatura humana,
sino de exterminar a todo ser viviente: se habría el vientre a los perros y
cortaban en trozos todos los demás animales.
No fue sino hasta Escipión el Africano, que no permitió esta crueldad a los
soldados, apresando Cartagena, en España.
(Polibio
libro X-3),
Esto no era así con los atenienses.
La ciudad de Mitilene en Lesbos, luego de haberse rebelado en contra de
Atenas, y ser reducidos y rendirse, los atenienses, en la fuga ordenaron los
generales de su flota de matar a todos los hombres capaces de portar armas.
Por este caso fueron enviados arrepentidos ante la asamblea, y declararon que
su resolución había sido cruel.
(Tucidides
libro 3-50),
Pero lo que nos revela aún más el carácter de los griegos respecto de los
Romanos, son las guerras de los aqueos, por una razón de humanidad estaban de
acuerdo entre ellos mismos, no usando las flechas escondidas, e incluso no
disparando a distancia, para finalmente luchar casi espada en mano.
En las mismas circunstancias donde los espíritus, eran los más amargados,
se suspendieron todos los actos de hostilidad durante el tiempo de los
Juegos Olímpicos, donde todos los griegos por unanimidad se reunian
(1) Lucian. Demon, p.293.
(2) Philostr. —
(3) Polyb. L. 10. p.589. A,l,10.
(4) Thucyd.I.3.p.93.fin.p100.I.1o.
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para competir en los juegos.
E incluso en los siglos todavía bárbaros, en guerras obstinadas de Esparta
contra Messene, se hizo por los espartanos una tregua de cuarenta días con
los mesenios, porque era el momento cuando se celebraba la fiesta de
Jacinto
(Pausanias
libro4 19-4),:
Esto sucedió durante la Segunda Guerra Mesenia, que termina en la vigésimo
octava Olimpiada
(Pausanias
libro4 23-4).
Con respecto a la constitución y el gobierno de Grecia, la libertad
constituye una de las principales causas de preeminencia de los griegos en
el arte.
También la libertad parecía que había establecido su cuartel general en
Grecia; y se mantiene incluso con el trono de Reyes
(Platón
Politico). que rigen a sus súbditos como Padres (4) antes con la
razón de los griegos ilustrados, ellos lograron saborear la dulzura de la
libertad completa.
Homero llama a Agamenón un pastor de Pueblos
(Aristóteles
ética a Nicómaco libro 8, 11).,
nombrado por entonces por su afecto por sus súbditos, y velar por su
bienestar.
A pesar de que se levantase entonces como los tiranos, el lo hacía por su
patria, y nunca la nación entera reconocía a un solo soberano.
Antes de que los atenienses hubieran conquistado la isla de Naxos, Grecia no
tenía ejemplo de un estado libre que fuese sujeto por otro estado libre
(Tucídides
libro 1, 98).,
Desde entonces, nadie tenía el derecho exclusivo de ser grande en medio de
sus conciudadanos, y de inmortalizarse con la exclusión de otros.
El Arte se utilizó de muy buena manera, para conservar la memoria de una
persona, reteniéndola en su figura:
(1) Pausanias. L. 4. p. 326. 1. 10.
(2) Ibid. p. 336. 1. 3.
(3) Aristot. Polit.' L. 3. c. 10.p. 87.ed. Sylburg.
(4) Thucyd. L. 1. p. 5, 1. 25.
(5) Aristot. Eth.Nicom. L.8. c.II.p148; Dionys. Halic. Ant. Rom,L.5- p. 322.
1. 45
(6) Thucyd. L. 1. p.32 l.19
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y la carrera quedó abierta indistintamente, cada griego podía aspirar a este
honor.
incluso podían colocar en los templos las estatuas de sus hijos, así lo
vemos por la madre del famoso Agatocles, que dedicó en un templo la cara de
su hijo en la infancia
(Diodoro
Sículo libro XIX)., .
El honor de una estatua de Atenea, lo que es un título estéril hoy, o como
una cruz sobre el pecho, recompensas frívolas, imaginados por nuestros
príncipes como pagos económicos de servicios reales.
Es así, que los atenienses reconocieron las alabanzas que Píndaro les dio,
por así decirlo, sólo de pasada, en una de sus odas que se ha conservado: no
sólo hasta el punto de hacerle cumplidos, le hicieron una estatua en un
lugar público enfrente del templo de Marte
(Pausanias
libro I 8-4).
Los antiguos griegos dieron preferencia a las ventajas naturales frente a las
cualidades adquiridas
(Píndaro Olimpicas 9-4),
Los primeros premios se entregaron a los que sobresalían en los ejercicios
corporales.
La historia ha conservado registro de una estatua levantada en Elis a un
luchador espartano llamado Eutélidas, en la 38ª Olimpiada
(Pausanias
libro VI 15-8), y, probablemente, esta estatua no era la primera
que se levantó.
En los juegos menos famosos como los de Megara, no faltó para elaborar una
piedra en que fuese grabado el nombre del ganador
(Pindaro Olímpicas 7-6).
Es por eso, que la mayor parte de los hombres de Grecia trataron de señalarse
en su juventud, por los ejercicios corporales.
Crisipo y Cleantes se habían distinguido en los juegos públicos, antes de ser
(1) Diod. Sic. L. 18. p. 651.
(2) Pausanias. L.1. p.20. I. 2t.
(3) Pind. Olymp. 9. v. 152. Eurip.Hippol.v79.;Cons. Thucyd. L. s.p38l.ult.p.45.l.2.
(4) Pausan. L. 6. p. 490. 1.15.
(5) Pind. Olymp. 7, v. 157.
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conocidos por su filosofía.
Platón incluso participó como luchador en los juegos Istmicos, en Corinto, y
en los juegos Píticos, en Sición.
Pitágoras ganó el premio en Elis, y enseñó tan bien a Eurimene, que fue
victorioso en el mismo lugar también.(1)
Igualmente los romanos con los ejercicios corporales, preparan el camino para
su consideración.
Papirio Cursor, que vengó la infamia que los samnitas hicieron a los romanos
en las horcas caudinas, no era más conocido por la victoria que por su apodo,
de "el corredor"
(Tito
Libio libro 9 16), nombre que Homero también da a Aquiles.
Se ocuparon no sólo de las estatuas de los ganadores, representándolos como
el original, pero tienen el mismo cuidado para los caballos que habían
ganado en las carreras, que reproducen de natural, como comprendemos de
Eliano, hablando de los caballos del famoso Cimón, capitán ateniense
(Eliano libro9 32).
La estatua semejante de un ganador, es colocada en lo más sagrado de
Grecia, a la vista, y venerado por todo el pueblo, era una poderosa razón
para aspirar a hacerlo y ganarlo
(Luciano imágenes).
Jamás los Artistas de ninguna nación, habían tenido tantas oportunidades para
señalarse, por la cantidad de estatuas que Grecia les pedía levantar.
Además de los ganadores, se elevaban en los templos a las deidades, o sus
sacerdotes y sus sacerdotisas.
Los habitantes de las islas de Lipari, hicieron erigir al Apolo de Delfos
muchas estatuas, que habían comprado con vasos Etruscos
(Pausanias
libro10 16-7).
La gloria más alta a los ojos de la nación, era ganar los Juegos Olímpicos
(1) Benthley Diff. uipon Phalar.P-53
(2) Liv. L. 9. c. 16.
(3) Aelian. var. Hist. Li.9.c.32.
(4) Lucian. p. ímag. p. 490
(5) Pausanias. L.10.p.836;Ibíd. L. 2. p. 148. l. 4-p.195.;L7.p.589.l.36.
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ello era considerado como la mayor felicidad que podría llegarle a un mortal
(1).
Todo el pueblo ganador participaba en este evento, como un suceso relevante
de la brillantez de su patria; las personas victoriosas de estos juegos no
tenían más necesidad de hacer casi nada, ya que se les mantenía toda su vida
a costos públicos, y a su muerte, se les hacían magníficos funerales (2).
Los honores se extendían incluso hasta a sus hijos.
Los ganadores no tenían solamente sus estatuas en el ámbito del triunfo,
muchas veces obtenían el mismo número, que sus victorias (3);
sino también se levantaba en su patria
(Pausanias
libro7 17-13).
Porque en sentido estricto, la corona de laurel era más para la
ciudad que para el vencedor.
(Plinio
el viejo Libro 7-97).
Un ciudadano de Locré, en Italia, llamado Euthymus, que siempre había sido
victorioso en Elis, con la excepción de una sola vez, recibió los honores de
los sacrificios, de acuerdo con la decisión del oráculo, durante su vida, y
después de muerto
(Plinio
el viejo Libro 7-152).
En general, cualquier ciudadano que había logrado el bien de su país, podría
aspirar al honor de tener una estatua.
Dionisio de Halicarnaso hablando de las estatuas de algunos de los
habitantes de Cumas, en Italia, que en la 72ª Olimpiada, se tomaron del
templo, por Aristodemo, tirano de la ciudad y amigo de Tarquino el
Soberbio, y las hermosas estatuas fueron tiradas en lugares inmundos
(Dionisio
de Halicarnaso Libro7 2-16). .
Algunos ganadores de los Juegos Olímpicos de los primeros tiempos, cuando
las artes aún no estaban florecidas en Grecia, recibieron los honores de las
estatuas después de mucho tiempo
(1) Plat. Polit. L. 5. p. 419. ed.Bafil.
(2) Plat. Polit. Ibid. L 132.
(3) Pausanias.L.6. p.159.l.12.
(4) Plutarch. Apophth. p 314.ed. H. Steph. Pausanias. L.7.p.595.I.27.;Plutarch.
Aíro^S. 8.p,314. 1. 8.
(5) Plin. L.7.c. 27. Cons.; Polyb.Exc. Légat, p. 787. B.
(6) Plin. L.7.c. 47.
(7) Ant.Rom. L. 7. p. 408.1.24.
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de su muerte.
Es así que Eibotas, que habían ganado el premio en la sexta Olimpiada, no
recibió este honor hasta la 80ª
(Pausanias libro6 3-8).
Nada es más sorprendente que la actitud de un campeón olímpico, que mandó
hacer la estatua antes de ganar el premio, ya que estaba seguro de la victoria
(Pausanias libro6 8-3).
La ciudad de Egeo en Acaya, hizo construir un pórtico o galería cubierta, para que
un atleta ganador varias veces, pudiera ejercitarse en la gimnasia
(Pausanias
Libro7 2-16).
Yo no creo que sea superfluo mencionar aquí, una hermosa estatua desnuda,
pero mutilada, que representa un hondero, según lo indica por la honda con
una piedra, descendiendo a lo largo del lado derecho.
No es fácil decir por qué erigieron una estatua a un personaje similar: Los
poetas nunca le pusieron la honda a algún héroe, y los honderos eran muy
raros en el ejército griego.
Los escritores raramente los mencionan
(Tucídides
Libro4 32). son como soldados menores, y portan armas defensivas,
así como los arqueros GYMNITES (γυμνίτες).
Era conocido de los romanos; cuando deseaban castigar a un soldado
degradándolo, si servía en la caballería o en las legiones, lo introducían
entre los honderos
(Valerio
Máximo Libro2 7-9).y,
(Valerio
Máximo Libro2 7-15)
Pero a medida que la estatua junta la figura de un personaje de la
antigüedad, y no sólo un hondero, podríamos conjeturar que representa al
Etolio Pyrechmes cuando regresan los Heraclidas al Peloponeso, que emprendió
un duelo para decidir la posesión de Elis.
Toda la información de ese guerrero está en la honda, SPHENDONIN
DEDIDAGMENOS , σφενδόνην δεδιδαγμένος
(Pausanias
Libro5 4-2)
(1) Ant.Rom. L.6.p. 458.l.5.
(2) Ibid. P. 471.l.29.
(3) Pausanias. L. 7. p. 582. 1, ig(3,,N
(4) Thucyd. L. 4.p. 153. I.42. Eurip. Phceniss. v.1149.
(5) val. Max. L 2. c. 2. N. 8 & 13
(6) Pausanias. L. 5. p. 382. l.10
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El pensamiento del pueblo aumentó por la libertad, como un noble
descendiente de una fortaleza vigorosa.
Lo mismo que un pensamiento de un hombre se eleva más en el campo, en un
callejón abierto, o en la terraza en la parte superior de un gran edificio,
que en una habitación baja, reducida y apretada.
De la misma forma el pensamiento de los griegos libres, debe haber sido muy
diferente de las naciones gobernadas por déspotas.
Herodoto demuestra, que la libertad era solO la fuente y el fundamento del
poder y la grandeza de Atenas, que antes de este momento en el que se vio
obligado a reconocer un dicatador, nunca había sido capaz de bajar la cabeza
con sus vecinos
(Herotodo
Libro5 78).
Por la misma razón, la elocuencia sólo comenzó a florecer entre los griegos
cuando disfrutaron de una completa libertad, y se llega a ver, que los
sicilianos atribuyen a Gorgias la invención de la Retórica (2).
Se hizo de la libertad, la madre de los grandes acontecimientos, y la revolución
y celos entre los griegos, que se extendió desde entonces entre estas
personas, la primera semilla de los nobles sentimientos.
A medida que el espectáculo de la gran superficie del mar, y las olas enormes
que vienen a estrellarse contra las rocas, amplian nuestras almas y desvían
la mente de los pequeños objetos, y la vista se pone en cosas grandes, tan
grandes hombres no podían concebir la mediocridad.
Los griegos en el estado floreciente de su República, de seres pensantes que
eran, ya había dado veinte años de reflexión, y a una edad, donde estamos
empezando a pensar en nosotros mismos.
Su espíritu vibrante del fuego de la juventud, y apoyado
(1) L.5.p.199.l.13
(2) Cons. Hardion Diss. sur l´orig.de la Rhet. p. 160.
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en un cuerpo vigoroso, había mostrado toda su actividad, cuando en casa se
alimentan de cosas inútiles y la edad comienza a declinar.
El juicio de la infancia, como una corteza tierna, conserva las primeras
incisiones, pero no se mantuvo la Inspiración; la Memoria de la Juventud,
unida, como en una tablilla de cera, que no puede contener hasta un cierto
número de imágenes, no estaba ya llena de quimeras, cuando la verdad deseaba
quemar sus sagradas imágenes.
Sin buscar ser eruditos, es decir, lo que los demás ya sabían, durante los
buenos siglos de Grecia, era fácil de aprender, en el sentido que ahora tiene
esta palabra, y cada uno podía adquirir sabiduría.
No había entonces en el mundo tanta vanidad, solo de saber de muchos libros.
Se cree que en la 61ª Olimpiada se reunieron los miembros dispersos del más
grande de los poetas.
El niño aprendía los versos de Homero (1): los adolescente pensaban como el
Poeta.
Tan pronto como el joven había dado a luz, a algunas cosas de grandeza, se le
clasificaba entre los primeros de la nación.
Es con perjuicio de dicha educación, que los atenienses dieron el mando de
su ejército a Ifícrates a los veinticuatro años.
Arato tenía apenas veinte años
(Polibio
Libro2 11). cuando expulsó a los tiranos de Sición de su país, y
poco después fue nombrado jefe de la líga de los aqueos.
Filopemen apenas dejó la infancia, tuvo la parte más importante en la
victoria de Antígono, rey de Macedonia, que junto con
(1) Xenoph. Conviv. c. 3. §. 5.
(2) Polyb. L. 2. p. 130.
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las tropas de la liga aquea, ganaron contra los espartanos
(Polibio libro2 17), victoria que
hizo Jefes a los aqueos de Esparta.
También entre los romanos, disfrutaban de una educación semejante, el buen
juicio aparece pronto para su madurez, como podemos ver en el ejemplo del
joven Escipión, y Pompeyo.
Escipión a la edad de veinticuatro años, fue enviado a España a la cabeza de
las Legiones, tanto para aumentar el valor de los romanos como para
restaurar disciplina en el ejército;.
Y Velleius Patérculo, dice que Pompeyo a la edad de veintitrés años se puso
a la cabeza de un ejército, y no tomó consejo sino de sí mismo.
Lleno de confianza en la forma de pensar todo un pueblo, se levanta ante los
mismos príncipes animado de la misma ambición, Pericles se presenta y dice
luego, que no nos merece la pena pensar en nosotros mismos:
"¡Atenienses, vosotros estáis irritados contra mí! "Yo creo, sin embargo, no
dar a cualquiera de ustedes los conocimientos que se puede exigir de un
hombre, ni, "En el talento para hablar."
Es con esta misma franqueza, que los historiadores antiguos dicen bien de
ellos mismos, como mal de otros.
Sage fue el más honrado, y él también era conocido en toda ciudad que se
encuentra entre nosotros como la más rica: tal era el joven Escipión que
trajo la Diosa Cibeles a Roma
(Tito
libio 29-14).
El artista podía aspirar a misma estima.
Sócrates dijo que los artistas pueden ser tan sabios, como la gente que se
contenta de serlo, sin querer parecerlo
(Platón
Apología de Socrates 57).
También parece que es en esta
(1) Polyb. L. 2. p. 152. 153.
(2) Liv. I. 29. c. 14.
(3) Plat. Apolog. p. 9. ed. Bas.
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persuasión, que Esopo asiduamente frecuentaba los talleres de Escultores y
Arquitectos (1).
En los tiempos posteriores, vimos el pintor Diogneto dar lecciones de
Filosofía a Marco Aurelio: el emperador aceptó haber aprendido de este
artista a distinguir las quimeras de la realidad.
Un artista puede ser legislador, como todos los legisladores, según el
testimonio de Aristóteles
(Aristóteles
Politica 4-7), eran ciudadanos ordinarios, que podían alcanzar el
mando de los ejércitos, como Lámaco, uno de los ciudadanos más necesitados
de Atenas, Que podía esperar para ver su estatua junto a las de Milcíades y Temístocles,
incluso junto a los Dioses (3).
Así Xenophile y Straton colocaron sus estatuas sentadas al lado de Esculapio
y la Diosa Hygiea en Argos
(Pausanias
Libro 2 23-4).
Chirisophus el Maestro del Apolo de Tegea estaba representado en mármol
junto a su obra
(Pausanias
Libro 8 53-7). ;
Alcámenes se veía en un bajorrelieve para el pináculo del templo de Eleusis
(6).
Parrasio y Silanion, fueron reverenciados con Teseo en la tabla que hicieron
a ese héroe
(Putarco
Teseo 4).
Otros artistas pusieron su nombre sobre sus obras, y Fidias graba el suyo a
los pies de su Júpiter Olímpico
(Pausanias
libro5 10-2)..
Se veían también varias estatuas de los ganadores de los Juegos Eleos, con
los nombres de los artistas que las habían hecho (9).
El carro tirado de cuatro
(1) Plutarch. Conviv. VII. Sap.p. 269. 1. 13.
(2) Polit. L. 4. c. II. p. 115. l.2.ed.1577.4.
(3) Cons. Thucyd. L. 2. p. 60.L 7.
(4) Pausaa. L.2.p.163. l.36
(5) Pausanias. L.8. p.399.l.9
(6) Pausanias. L.5 J. p. 399- L 5?
(7) Plutarch. Thes. p.5.l.22
(8) Pausanias. L.5.p. 397.l.41
(9) Cons. Id. L. 6. p. 456.l.36.
página 432
caballos de bronce, que Dinómenes hijo de Hierón, rey de Siracusa, construyó
en memoria de su padre, llevaba dos registros de que Onatas había hecho este
monumento
(Pausanias
libro8 42-9).
Sin embargo, este uso no fue lo suficientemente universal, para deducirse de
la eliminación del nombre del artista, de las primeras estatuas de mérito,
que los trabajos son de tiempos más tardios.
El abad Gédoyn creyó distinguir en la multitud, el apoyo a este punto de
vista (2),
Y un escritor inglés llamado Nixon, quien aún no ha visto Roma, adopta sin
restricción el sentimiento de su predecesor (3).
¿Qué más podríamos esperar de la gente que no han visto Roma?, como
sucede a menudo, o que tengan una estancia de un mes.
La fama y la fortuna de un artista, no dependía del capricho de orgullo o
ignorancia.
Las producciones de arte, están lejos del gusto mezquino y los estrechos
puntos de vista de un hombre, erigidos en juicio por la adulación y por la
esclavitud, ya que fueron recompensados por los más sabios, y la mayoría de
la nación en las asambleas generales de Grecia.
En los Tiempos de Fidias había concursos de pintura en Delfos y Corinto,
y se establecían jueces asistentes para este objeto
(Plinio
el viejo libro35 58). .
Los Primeros concursantes fueron Paneus, hermano, o según otros, sobrino de
Fidias
(Estrabón
libro8 354) y Timagoras de Calcis, que ganó el premio.
Fue antes de que tales jueces aparecieran
(1) Pausanias. L. 8. p. 688. l.1.
(2) Hist. de Phidias, p. 199.
(3) Effsay on a Sleping Cupid,p22
(4) Plin. L.35.c35.
(5) Strab. L. 8. p. 354- A.
página 433
Etion, con su pintura de La boda de Alejandro y Roxane. El Presidente de la
Asamblea que se nombró era Proxenides que llevó la sentencia, y adjudicó el
premio, y le dio su hija en matrimonio
(Luciano Herodoto 4).
Vemos también que un gran nombre, no impone a los jueces, y no dudan en hacer
justicia por los méritos: Parrasio había estado en Samos disputando el
premio de pintura, cuyo tema fue el juicio por las armas de Aquiles, y vió
que la obra de Timantes fue juzgada superior.
Los jueces entonces no eran novatos en arte: Hubo un momento en que los
jóvenes de Grecia, frecuentaban igualmente las escuelas de los filósofos, que
los talleres de los Artistas.
Platón se aplicaba al dibujo, y a las ciencias superiores al mismo tiempo,
(D.Laercio Platón), método que practicaba en la Juventud, según Aristóteles, con el que
podría lograr conocer y juzgar la verdadera belleza HOTI POIEI THEÓRITIKON
TOU PERI TA FOMATA KALLOUS, (ὅτι ποιεῖ θεωρητικὸν τοῦ περὶ τὰ σώματα κάλλους) (3).
Así como los artistas trabajaron para la inmortalidad, los premios que
recibieron por su trabajo, hacían brillar su talento sin vista de intereses.
En esa Polignoto, había pintado el Poecile, famoso pórtico de Atenas, sin
haber recibido ningún pago por su trabajo
(Plutarco,
Vid.Paral.- Cimón 4)
Y Parece que hizo lo mismo con respecto a un edificio público en Delfos
(Plinio
el viejo libro35 59), donde representó la toma de Troya
(Pausanias libro10 25-1).
Fue en reconocimiento de este último trabajo, que los Amphyctiones o el
Consejo General de los griegos, le dieron las gracias solemnes a
(1) Lucian. Herod. c.5.
(2) Diog. Laer.Plat. L.3.Segum.5.
(3) Aristot. Polit. L. 8. c. 3.
(4) Plutarch. Cim. p. 879.l.17.
(5) Plin. L. 35. c.35.
(6) Plutarch. p. 772.I.27.
página 434
este generoso artista, y le asignaron alojamiento a costos públicos en todas
las ciudades de Grecia.
Los griegos estimaban en general todas las distinguidas producciones de la
industria, y toda obra con la que cada trabajador destacado en su oficio, podría
llegar a inmortalizar su nombre, también entre los deseos de los griegos,
los más importantes iban a pedir a los dioses preservar su memoria (1).
El nombre del arquitecto que dirigió un acueducto en la isla de Samos, a
llegado hasta nosotros, así como Charpentier, quien construyó el templo más
grande en la misma isla
(Herodoto
L.3 60)
También sabemos el nombre de un famoso cantero, que se distinguió en dar
forma a las columnas: se llamaba Architeles (3).
En la antigüedad, también citan los nombres de dos tejedores, o bordadores,
que hicieron el manto de la Palas Polias Atenea
(Ateneo
Banquete L.2), en
Varios escritores famosos, mencionan de un cierto Perón que componía perfumes
exquisitos
(Ateneo
Banquete).
Platón inmortalizó en sus escritos a Tearion, panadero, debido a su
habilidad en su negocio, y Sarambus, famoso bodeguero
(Platón
Gorgias-267).
En este punto de vista, los griegos parecen haber llamado a varias cosas con
el nombre del maestro que las había hecho, con el nombre de esas cosas
permanecía constantemente conocidos. Así, vasos, que se asemejan, por la
(1) Posidip. ep. Stob. Serm. 117.p.599
(2) Herodot. L.3.p119.l32.36
(3) Theodor. Prodrom.p.2.p.22
(4) Athen. Deipn. L. 2. c. 9.
(5) Athen. Deipn. L.15.c18.p689.l.ult
(6) Gorg.p.330.l.13
página 435
forma, a esos Tericles hechos de terracota, en tiempo de Pericles, conservó
el nombre de este obrero
(Ateneo
Banquete),
En la isla de Naxos, erigieron estatuas a un artesano que había sido el
Primero en dar forma a las baldosas de mármol Pentélico, para cubrir los
Edificios
(Pausanias
libro5 10-3) .
Le dieron el nombre de divino, a algunos Artistas de primer rango, como el
nombre que Virgilio da a Alcimedonte
(Virgilo
Églogas 3).
Entre los espartanos era entonces el mayor elogio que se podría dar
(Platon
primer Hipias 105)..
El uso de los monumentos, hizo que el arte se conservara para su grandeza.
Consagrado sólo a los dioses, y los elementos más útiles a la patria, las
producciones de arte inspiraron un fuerte respeto al pueblo.
La moderación y la sencillez, que habitaban las casas de los ciudadanos, donde el
artista no estaba obligado a bajar a las pequeñas cosas, para llenar el vacío
de un casa, ni bajar su genio para gustar a un pequeño propietario opulento:
ejecutaban de manera similar, a las altas ideas de toda la nación.
Sabemos que Milcíades, Temístocles, Arístides y Cimón, líderes y salvadores
de Grecia, no sólo no estaban mejor alojados que sus vecinos (5).
Las casas de los ricos se distinguían de las casas ordinarias por un patio
llamado AVLI, y este patio estaba cerrado por un edificio, donde el padre de
familia acostumbraba a sacrificar (6).
Pero las tumbas eran consideradas como
(1) Athen. Deipn. L. II. p. 47O.F. 472. B. 486. C Diod. Sicil.L.II. p. 20.
(2) Paufan. L. 5. p. 398. I. 8.
(3) Eclog. 3, v. 37.
(4) Plat. Hipp. maj. p.345.L.12
(5) Demosth. Orat. nií1 p. 71
(6) Plat. Polit. L. I. p 171.l.24.ed. Basil.
página 436
edificios sagrados; y no hay que sorprenderse de que Nicias, pintor famoso,
se vio obligado a pintar una tumba fuera de la ciudad de Tritia, en Acaya
(Pausanias
libro7 22-6).
Es necesario considerar que deberían excitar la emulación de los espíritus, con el
afán de dar testimonio de las ciudades de Grecia, para tener un hermoso
monumento
(Plinio
el vijo libro35 115), y la impresión era hacer de los artistas
que se cree que todo un pueblo suministraba para los frescos, o una estatua,
de un Dios, (3) o un ganador en los juegos públicos
(Pausanias
libro6 3-14). Hay incluso ciudades de la antigüedad que
Sólo eran conocidos por una hermosa estatua: Aliphera era reconocida sólo
por la Palas de bronce, obra de Hécatodoro y Sóstrato.
(Polibio
libro4 21).
La escultura y la pintura llegaron a un cierto grado de perfección, no como
la arquitectura. La razón es que esta última, incapaz de imitar nada real y
con su fundamento, en reglas generales de la proporción, es más perfecta que las
otras dos.
La escultura y la pintura, que tiene sus comienzos con la imitación, que
encuentran las reglas establecidas en el mismo hombre,; mientras que la
arquitectura, estuvo obligada a buscar la suya con razonamientos, y
combinaciones infinitas, no podía arreglar esto sin la aprobación.
La escultura precedió a la pintura como su hermana mayor, sirviéndole de
guía. Plinio incluso cree, que la pintura no se remonta más allá de la época
de la Guerra de Troya.
El Júpiter de
(1) Pausanias. L.7. p. 580.I.ii.
(2) Plin.L.35. c.37.
(3) Dionys. Halic. Ant. Rom.L.4.p.220.l.47.
(4) Paufan. L. 6. p. 465.l.25,P.488- L. 34. P.489.
(5) Polyb, L. 4. p. 340. D.
página 437
Fidias, y la Juno de Policleto, la mayoría de las estatuas jactanciosa de la
antigüedad, ya existían en las tablas de los griegos.
Los aficionados sin inteligencia del claroscuro, carecían de la armonía de
Apolodoro, y después de Zeuxis, el maestro y discípulo que florecieron en la
80ª Olimpiada
(460 adc.)
Fueron los primeros en hacer y decir, de la ciencia de la luz y las sombras
(Quint.Inst.Orat.libro12).
Esta es probablemente la razón, por la que los seguidores de este Apolodoro
fueron llamados SCIOGRAPHOS, σκιογράφος, el pintor de sombras.
Así vemos la causa de esta denominación.
Entonces sería necesario corregir el texto de Hesychius de dónde
SCIOGRAPHIOS, σκιογράφος, que da por SCINOGRAPHOS, σκηνογράφος, pintor de tiendas.
Debemos imaginar las pinturas realizadas antes de ese tiempo, como estatuas
colocadas una junto a la otra, que, salvo la acción específica con respecto
a cada figura vecina, estaban solas, y no parecían formar un todo, así vemos
las pinturas sobre los vasos de terracota, llamados comúnmente etruscos.
En la escultura examinaremos la veneración por las estatuas, como una causa
importante del progreso de este arte, todo ello sostenido en los más antiguos
simulacros de deidades, cuyo nombre se ignora de estos Artistas, ya que
cayeron desde el cielo, no sólo las figuras, sino todas las estatuas hechas
por artistas célebres, estaban llenos de la divinidad que representaban (2).
La razón del tardío progreso de la pintura, se encuentra parcialmente en el
mismo arte, y en parte en su uso
(1) Quint, Inst,Orat.L.12.c.10
(2) Jof.- Philopon, contr. Jamblich.
página 438
que ellos hicieron.
La escultura, que amplió al culto de los dioses, y a su vez al entorno de
este culto.
La pintura no tenía los mismos avances.
Dedicada a los dioses, y los monumentos públicos, servía como ornamentación
en los templos, incluyendo algunos, como el de Juno en Samos
(Estrabón libro14 637) eran como
pinacotecas o galerías de imágenes.
También en Roma se cuelgan en las galerías superiores del templo de la paz
pinturas de los mejores maestros.
Pero no parece que las producciones de los Pintores eran objetos de
veneración y culto para los griegos; al menos entre todas las tablas
mencionadas por Plinio y Pausanias, no hay ninguno que haya obtenido este
honor, A menos que alguien quiera encontrar tales tablas, en un pasaje de Philon,
publicado en la Nota (2).
Pausanias menciona una pintura de Palas que estaba en el templo en Tegea, a
quién ofrecen un Lectisternio de la diosa
(Pausanias
libro8 47-2).
Es en la Pintura y la escultura, como en la elocuencia y la Poesía: que
sirven a los misterios religiosos, que eran más venerados y más
recompensados que los otros, y a la vez logrando más perfección.
Es como dice Cicerón, que tenían más bien buenos poetas que buenos oradores
(Cicerón
Oratoria).
También encontramos varios pintores principales, que eran al mismo tiempo
escultores geniales, como era el ateniense Micon, que hizo la estatua de Calias
(Pausanias
libro6 6-1).;
Eufranor, contemporáneo
(1) Strab. L. 14. p. 944.
(2) De Virtut.& Legat ad.caj.p.567, Μηδὲν ἐν προσευχαῖς ὑπὲρ ἀυτοῦ (καίσαρος) μὴ ἅγαλμα, μὴ ξόανον, μὴ γραφὴν ἰδρυσάμενος
(3) Pausanias. L. 8. p. 695. l. 23.
(4) Cic. de Orat.. L. I. c. 3.
(5) Paus. L. 6. p. 465. l.22. Conf. P.480.l.20
página 439
de Praxíteles; Zeuxis cuyas obras hechas en terracota estaban en Ambracia
(Plinio
libro35 66).;
Protogenes, que trabajó el bronce
(Plinio
libro34 91); Finalmente Apeles, que ejecutó la estatua de Cynica,
hija de Arquídamo, rey de Esparta
(Pausanias
libro6 1-6).
Policleto había construido un
teatro en Epidauro , dedicado a Esculapio, encerrado en el terreno de su
templo
(Pausanias
libro2 27-5). .
Tales eran los avances del arte de los griegos sobre los otros pueblos, tal
fue el suelo que pudo producir exquisitos frutos.
(1) Pausanias. L. 6. p. 453. l.26
(2) Pausanias. L. 2. p. 174. l.9
página 440
Capítulo II.
De la esencia del arte
El Capítulo Primero es sólo una introducción al segundo, al que pasa después
de estas observaciones preliminares, a la esencia misma del arte.
Es así que la juventud griega, después de los días de preparación para los
grandes juegos en el estadio, se presentan al liceo a los ojos de toda la
nación, no sin un miedo secreto en relación con el éxito.
Podríamos considerar como ejercicios preliminares para los juegos olímpicos,
lo que dije en los dos libros anteriores sobre el arte de los egipcios y los
etruscos.
En efecto, yo me transporto en espíritu, al estadio de ¡Olimpia!. Yo veo las
estatuas de los héroes de todas las edades, los carros de bronce de dos y
cuatro caballos montados
página 441
de la figura del ganador:
Tengo ante mis ojos una multitud de obras maestras.
¿Cuántas veces mi imaginación ha tenido este sueño halagador?. Entonces me
comparo con los atletas de estos juegos, mi compañía no es menos azarosa que
la de ellos.
Hay una representación que me he hecho a mí mismo, cuando me atreví a entrar
en las listas, debido a la composición y sublime belleza de tantas obras de
arte que tengo ante mí.
Un miedo me agarró cuando, recorriendo mis ojos, yo percibo estas
batallas de belleza no uno, sino en una infinidad de jueces iluminados.
Me he permitido dar esta transposición ficticia en Elis, no sólo como una
imagen poética, sino como una contemplación real de los objetos.
Efectivamente esta aparición adquiere una fuerte realidad, cuando me
represento como existiendo entre las estatuas y las pinturas, de las
que los ancianos nos han dejado descripciones, cuando yo me figuro enfrente
ante mí ojos, la inmensa cantidad de obras que el tiempo ha respetado.
Sin esta unión, sin esta combinación de producción de arte reunida, como está
en un único punto de vista, no hay que jactarse para poder hacer una
razonable estimación.
Pero cuando el juicio y el ojo juzgan todas las obras, y las sitúan en un
espacio dado, los alinea, como los monumentos más valiosos en el estadio de
Elis, y entonces el espíritu parece pasear por en medio.
Sin embargo me atrevo a afirmar, que en los tiempos modernos, no hay aun
producto mortal que haya penetrado hasta Elis, para usar una expresión que
emplea un ilustre anticuario, que deseaba animarme a emprender este viaje.
Es cierto que los escritores que han tratado
página 442
del arte, no parecen haber dado en la verdadera posición; no parecen haber
elegido el estadio, en un lugar ventajoso, que los pusiera al alcance de hacer
una consideración justa a los jueces, como Proxénides.
Yo digo siempre, que será difícil de probar estas críticas a los escritores
en cuestión.
Pero, ¿cómo es que los principios del arte y la belleza estaban a tan poca
profundidad, mientras que los elementos de las otras ciencias, a menudo se
han discutido de una manera muy sólida?
Esto se debe a nuestra pereza natural, que nos impedía pensar en nosotros
mismos, y porque nuestra sabiduría escolástica nos puso obstáculos.
Por un lado la antigüedad fue considerado por estudiosos, como una belleza
cuyo goce no era del alcance de un hombre, como una belleza, que lejos de
penetrar en el alma, no hace falta tocar la imaginación, dicen que los
antiguos sólo sirvieron a la mayoría de los sabios, para difundir una
inmensa erudición, y que fue visto como hablar con poco o nada de razón.
En el otro lado, la filosofía fue tratada y enseñada a menudo, por
aquellos que preocupados por la lectura de sus oscuros predecesores, no
pueden darnos nada más que un poco de sentimiento, y que nos conducen por un
laberinto de sutilezas metafísicas, que han servido sólo para sentar grandes
volúmenes con un repugnante juicio.
Tales son las razones que han impedido a la verdadera filosofía, llevar su
antorcha sobre la producción del Arte.
Estas grandes y generales verdades, que nos hacen pasar por caminos de rosas
nos conducen al examen de lo bello, y de allí a la fuente misma de la
belleza universal, se encuentran incrustadas en la vana especulación. ¿Cuál
otro juicio, puede llevar tantas producciones científicas, e igualmente de
tantas obras, que se
página 443
ofrecen para ser la meta más sublime después de Dios?, me refiero a ¡la
belleza!.
He meditado largamente esta belleza, pero ¡demasiado tarde!. En el calor de
mi juventud yo no he visto su esencia, sino a través de una profunda
oscuridad.
Hoy en día, este fuego arroja no más de una chispa débil, y comienza a
desaparecer,
Comienzo a entender, que no puedo hablar con frases tan enérgicas: ¡feliz si
mi esfuerzos excitan a otros a dar principios sólidos, y preceptos animados
por las Gracias!
En este segundo Capítulo trataremos el dibujo al desnudo
El dibujo del desnudo se basa en las nociones de la belleza, y estas
nociones consisten en parte en la dimensión y en la proporción, en parte, en
la forma y la figura de los artistas griegos, obtuvieron sus ideas de la
belleza, como ha remarcado Cicerón
(Cicerón
de lo bueno y lo malo L2 34).
Las formas determinan la figura: Las medidas establecen la proporción.
Nos limitaremos aquí a hablar de la belleza en general, para las formas o
actitudes.
En una discusión general de la belleza, es propósito de tocar un modo
diferente de lo bello, que es la idea negativa de la belleza, para de alguna
manera dar una idea positiva de esta cualidad.
Se puede decir de la belleza, lo que Cicerón hizo decir a Catón de la
Divinidad
(Cicerón
de lo bueno y lo malo L2 34), que es más fácil de decir lo que
no es, que decir lo que es.
Es en un sentido la belleza y la fealdad, como la salud y la enfermedad:
esto se hace sentir solamente en uno.
(1) De Fin.L2. c34.
(2) Ibid. L. 2. c.34
página 444
La Belleza, como el fin y el centro del arte, requiere en primero lugar una
tabla general de esta cualidad
tablero que yo desearía poder hacer de manera satisfactoria para mí y para
los lectores. Sabiendo de la dificultad de la empresa.
La belleza es uno de los grandes misterios de la naturaleza, nosotros
veremos, y probaremos los efectos; para poder dar luego una idea clara de su
esencia,
Es una empresa muy tentadora, y que no ha sido aun ejecutada.
De hecho, si esta idea fuera una evidencia geométrica, el juicio de los
hombres sobre la belleza no variaría nada, y no sería necesario persuadir
acerca de la verdadera belleza.
Entonces no veríamos a la gente falta de organización, o lo suficientemente
terca como para forjar una falsa belleza, por no tener una idea clara de lo
bello.
Nosotros no diremos a las personas lo que decía Ennio: "El sentimiento de mi
corazón, contradice la inspección de mis ojos (1)."
Cualquiera que sea, siempre será más difícil convencer a este último, que
educar a los primeros.
Las dudas que forman a los unos y los otros, son más para hacer brillar su
espíritu, que para negar la existencia de la belleza.
También tenían puntos de influencia sobre el arte.
La inspección de tantas miles de obras que el tiempo nos conservó, debería
informarnos primeramente, pero no hay remedio contra la insensibilidad.
Nos falta una regla segura de la belleza, de una medida según el cual, como
dijo Eurípides
(Eurípides
Hécuba 600), Nosotros apreciamos la maldad.
Por esta razón, nosotros la diferenciamos tanto en todos nuestros juicios, y
también estamos un poco
(1) Sed neutiquam cor consentit cun oculorum adspectu.
(2) Hecub. v. 602. Ap. Cic. LucuK c. 17,
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más de acuerdo sobre el bien real, que en la verdadera belleza.
Esta diversidad de opiniones, choca en nuestros juicios sobre la belleza del
arte, que sobre la belleza en la naturaleza.
Siendo que las primeras afectan menos al significado que las últimas.
Con una belleza diseñada en los principios del arte, más sublime que delicada,
más grave que seria, pero menos ciegos, que con una bonita figura ordinaria
capaz de hablar y de actuar.
La causa de este fenómeno en nuestras pasiones, excita a la mayoría de los
hombres por el primer aspecto:
El corazón ya está lleno con el objeto, cuando la mente busca todavía
saborearlo.
Así que esto, ya no es la belleza que nosotros buscamos, es el placer el que nos
seduce.
De acuerdo con esta experiencia, los jóvenes, en los que sus pasiones están
efervescentes, verán como deidades a la gente que en otros lugares fueran
sólo moderadamente hermosas, porque los rasgos de la cara respiran languidez y
el deseo.
Ellos quedarán poco afectados a la vista de una hermosa mujer, que muestra la
moderación y decencia en su avituallamiento, y en sus acciones, aunque además
tuviera el tamaño y la majestuosidad de una Juno.
Las ideas de belleza nacen en la mayoría de los artistas, de estas primeras
impresiones, que las bellezas de un orden superior rara vez tienen el poder
para debilitar, o borrar, especialmente las bellezas alejadas antiguas, en las que no
puede rectificar el juicio de sus sentidos.
Estas tienen un dibujo como la escritura de los niños pequeños, cuando
aprenden a escribir, están sólidamente educados sobre la naturaleza del
movimiento, luz y oscuridad de las letras, la belleza de los personajes; y
se les da los ejemplos para copiar, sin ninguna otra información, y la mano
se forma en escribir, antes de que el niño tenga una noción de hermosa
caligrafía.
Así es como la mayoría de los jóvenes y
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personas nacidas, aprenden a dibujar.
Y a medida que seguimos, en los años posteriores avanzamos en el método de
escritura que contrajimos en la juventud, así como las ideas del dibujo
hermoso, se moldean y se pintan en el espíritu, de tal manera que el ojo se
acostumbra a considerar a la mano para imitarlos.
Los discípulos, no dibujan sino modelos imperfectos, y no pueden formarse
sino ideas imperfectas de la belleza.
Hay gran apariencia en los artistas como en todos los hombres, donde la idea
de belleza es análoga a la contextura y acción de los nervios ópticos.
A partir de ella, es cuando nosotros vemos unos colores viciosos, o un falso
color, y podemos sacar la conclusión de que la idea de este color, está en el
ojo del pintor.
En este argumento, a los escépticos no se les puede quitar el fundamento en
que infieren una diversidad de colores en los ojos, tanto en animales
como en los hombres, existe la incertidumbre de nuestro conocimiento, con
respecto a la verdadera naturaleza de los colores de un objeto en particular
(Sexto inst.Pirr.Libro1 14).
El color de las partes húmedas del ojo, puede ser considerado como la causa
de este fenómeno, y resulta que la idea diverge de las formas que
constituyen la belleza, para residir en el sistema de nervios.
Esto incluye a las innumerables especies de frutas, y por la suerte
interminables los mismos frutos en las formas, que se extienden y
perfeccionan por las diversas ramas en las que se sujetan, y portan y
enrollan con la madurez en sus partes.
Como es necesario que exista una causa de éstas impresiones diversas, sobre
todo para aquellos que se ocupan de hacer imitación, me jacto de que mi
conjetura no es absolutamente rechazable.
(1) Sext, Empyr. Pyrrh. hyp. L.I. p.10. E.
página 447
Están en otros, que los artistas tienen la influencia de los cielos, es decir,
no ha muerto el dulce sentimiento de la belleza.
En estos, ese sentimiento se ha endurecido a fuerza de arte, es decir, a
fuerza de mostrarles todas las partes mismas, que forman la belleza de la
juventud: esto era Miguel Ángel.
En otros, esta misma sensación era completamente sofocada, por querer
complacer los sentidos groseros, y hacer que todo sea más palpable por
expresiones comunes, tal era Bernini.
Miguel Ángel medita la alta belleza, como se puede convenir por sus poemas
de lectura impresa, y no impresa, donde utiliza las expresiones más sublimes
para anunciar esta calidad.
Este hombre increíble, es admirable en la expresión del cuerpo, como indica
la fuerza; pero, por la razón dada anteriormente, hizo sus figuras de
mujeres y jóvenes, seres de otro mundo, ya sea por la estatura, sea por las
actitudes y acciones.
Miguel Ángel comparado con Raphael, o como Tucídides a Jenofonte.
El mismo camino que conducía Miguel Ángel a altos lugares, y sobre peñascos
salvajes, condujo a Bernini a los pantanos y marismas fangosas.
Este último tratando de ennoblecer por formas triviales, las exageraciones
tomado del más bajo natural. Sus figuras alcanzaron a los plebeyos con
fortuna, y la expresión que les da, a menudo está en contradicción con la
acción. Es así que podíamos ver reír a Aníbal, el alma que no siente dolor.
A pesar de este largo tiempo, este artista celebra el cetro de arte, y
todavía hay seguidores que lo adoran.
En cuanto a los que dudan contra la justeza de las ideas de belleza, buscan
su especial escepticismo, con las nociones de belleza entre las naciones a
distancia, ya que difieren de nosotros su configuración facial, también debe
diferir de nosotros la idea de belleza. Puesto que hay, digamos
página 448
los pueblos que alabando el color de sus maestros, comparan el ébano
brillante, cuando nosotros comparamos la piel con una blancura lisa del
marfil.
puede ser que estas personas pongan formas paralelas de la cara humana, con
la partes de la cara de ciertos animales, en la que el mismo nos parecerá
partes deformes y horribles, no podemos negar que hay también en Europa
formas humanas similares a las de los animales, que Ottovenius
(Otto van Veen) el Maestro de Rubens, demostró
en un tratado particular, después de que Jean-Baptiste Porta; pero están de
acuerdo que el parecido es más fuerte en algunas partes, sobre la forma
desviada de las propiedades que constituyen la especie humana.
Porque esta forma se altera o exagera, interrumpiendo la armonía, creando
un problema de unidad y de simplicidad, todas las cualidades que conforman
la esencia de la belleza, como mostraré a continuación.
Más los ojos están colocados oblicuamente, como se ve en los gatos, además
de esta dirección, se desvía el rostro en el cual la base es la cruz, por
medio de la cual todo lo contrario no encaja en su longitud y ancho: como
línea de corte perpendicular la nariz, y la línea horizontal de los ojos.
Cuando el ojo está situado oblicuamente, describe una línea paralela a la
línea horizontal, que se supone que pasa por el centro del ojo.
Al menos con esta premisa, encontramos la razón por la cual una boca dibujada
atravesada, nos produce un mal efecto
De hecho, si se desvía en las líneas suaves las otras líneas, se mueven por
efecto en el ojo.
Por lo tanto los ojos oblicuos, cuando se encuentran entre nosotros, los
ojos de los chinos y japoneses, y los de las cabezas egipcias tienen
irregularidades que nos chocan
página 449
La nariz aplastada de los mongoles, de los chinos y de otras naciones
distantes, es igualmente una desviación de la hermosa naturaleza.
Esta irregularidad interrumpe la unidad de las formas, de las otras partes
del cuerpo que están moldeadas.
La nariz debe seguir la dirección de la frente, no hay ninguna razón que
justifique una depresión.
Del mismo modo, una frente y una nariz forman un hueso derecho, como se ha
visto con los animales, sería contrario a la variedad que caracteriza a la
naturaleza del hombre.
La boca alta e hinchada, que los moros tienen en común con los monos de su
país, es una consecuencia, de la hinchazón causada por el calor del clima:
esta es la forma de nuestros labios cuando se hinchan, ya sea por el exceso de
calor, o en abundancia de humores acres, o, como sucede a algunos hombres,
encolerizados.
Pequeños ojos de los habitantes del norte, debe ser colocado en la clase de
las imperfecciones, por su tamaño corto y recogido.
La naturaleza, en la medida en que se acerca a los extremos, por lo general
produce estas formas descritas.
Obligado a luchar vuelta a vuelta contra el frío y el calor, que sólo da
sustancias imperfectas.
Sus primeras plantas crecen demasiado rápido, igualmente las plantas tardías
nunca alcanzan la madurez.
Las Flores, expuesta al calor del sol, pierden su frescura, y privadas de sus
rayos al punto toman colores.
Vemos incluso la misma degeneración, en las plantas encerradas en un lugar
oscuro.
Pero es más regular en la forma, más vigoroso en sus producciones, se
aproxima a su centro, cuando se vive en un clima templado, como decíamos en
el libro primero.
Se deduce entonces que nuestras ideas de belleza, así como las de los
griegos, están echas con las formas más regulares
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debería tener más precisión las nociones que pueden dar las personas, al
utilizar la opinión de un poeta moderno, ¿No es más que el proyecto de la
imagen de su Creador?.
Lo que no es bueno, dice Eurípides (
(Eurípides
Fenicias 810)), no lo será en cualquier otro lugar.
Sin embargo nos diferenciamos nosotros mismos, en relación a nuestras ideas
de la belleza, y puede diferir sobre este punto, como la medida de los
sabores y olores de los que podemos hacer aún menos razones por la falta de
ideas claras.
También les resulta difícil, a un centenar de personas que se encuentran,
ponerse de acuerdo sobre cada parte de la belleza de un rostro.
Hablo aquí, solamente de personas que no han pensado firmemente en la
belleza; pero creo que los que han considerado tomar a la belleza como un
objeto digno de su meditaciones, hacen variaciones en la calidad que es una,
sin diversidad.
Los Conocedores de la antigüedad, cuando examinaron las figuras perfectas de
la antigüedad, no encuentra las bellezas en las mujeres
de una de nación de sabios y orgullosos como exaltados,
se dejan deslumbrar por la blancura de la piel.
La Belleza es sentida y probada por el órgano, para poder reconocerse por el
espíritu:
El cuerpo educado por la mente pierde el lado la sensación, pero él gana el
lado la justeza.
En cuanto a la forma general de la belleza, la mayoría de las naciones
civilizadas, tanto en Europa en Asia y África, estaban constantemente con el
mismo sentimiento.
A partir de allí, las ideas de belleza no deben considerarse como
arbitrarias, aunque no podemos dar cuenta de todas.
El color contribuye a la belleza, pero no es la belleza: este la realza y
hace valer las formas. Esto es así
(1) Phoeniff. V.821
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y el sabor del vino es más grato a nuestro paladar, cuando vemos su color
brillar a través de un vidrio transparente, que cuando bebemos en una copa
de oro.
Como el blanco es de todos los colores, el que más refleja los rayos más, y
en consecuencia se ve más significativamente.
Se deduce que la belleza del cuerpo aumenta, al ritmo de la blancura vista
desnuda
Y parece más grande de lo que son en efecto.
Así parece en las figuras tiradas en yeso, que parecen más grandes que las
estatuas de las que están moldeadas.
Un negro puede ser hermoso, si lo los rasgos faciales son hermosos.
Un viajero nos garantiza (1), que un comercio diario con los negros es
disparatado a nuestros ojos, porqué el color es impactante, y revela los
rasgos de belleza que no habíamos percibido.
Así observamos que el color metálico del basalto negro y verde, no
desmerecen a la belleza de las cabezas de antiguas.
La hermosa cabeza de mujer de piedra de esta
especie última, conservada en la Villa Albani, no sería más bella en mármol
blanco.
La cabeza de Escipión en el Palacio Rospigliosi, ejecutado en basalto de
color verde oscuro, supera en belleza otras tres cabezas del mismo carácter
en mármol.
Estas cabezas, así como otras piezas de piedra negra, obtienen siempre los
votos de los aficionados, y la mismas y personas que no han estudiado la
antigüedad, que no las consideran como estatuas.
Está claro pues, en nosotros una noción de la belleza, incluso necesita
una apariencia inusual, y que se opone a un color desagradable en la
naturaleza.
Lo bello es diferente de lo agradable, y amable.
Para que podamos llamar agradable y amable a una persona sin ser bella,
nosotros
(1) Charles. Viag. v. 7.
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por sus encantos y modales, por su graciosa manera de hablar, y un espíritu
encantador, y por su aire, juventud y por la delicadeza de su piel.
Aristóteles llama este tipo de personas: ANEU KALLOS ORAIOUS, ἄνευ κάλλους ὡραίοις (Aristóteles retórica libro3 -4),
y Platón dijo ORAIÔN PROSOPOI KALLON DE MI , ὡραίων προτώποις καλῶν δὲ μὴ, (Platón
Político).
Y es un juicio diverso sobre una hermosa persona como los diversos gusto por
el blanco y castaño;
Y no estábamos a punto de culpar a aquellos que prefieren una belleza morena,
a quien tiene una belleza blanca.
Lo que sea puede inferir, en que los partidarios de lo moreno, dejándose
encantar más por el tacto que por la vista, por una hermosa morena puede muy
bien tener una piel más delicada que una bella blanca, sobre todo, porque como
ya he dicho, una piel blanca refleja los rayos más ligeros que una piel de
color bronceado, y que por tanto, la primera debe ser más compacta y más
fuerte que la anterior.
De esto resultará, que los que tienen una piel de color moreno debe ser más
transparente, porque este color, en cuanto natural es de la transparencia de
la sangre.
De esto viene que una piel de color bronceado, por mucho sol en la piel
blanca: y también sucede que la piel de los negros es más suave al tacto que
la nuestra.
Los griegos interpretan como un signo de valor, lo poco bronceada piel de un
hermoso niño, y llamaban hijos de los dioses, a los jóvenes y las personas
que fueron favorecidos de una piel blanca (3)
Nosotros venimos de considerar esta idea negativa de la belleza, es decir,
dar falsas nociones que están en la forma.
Hemos abstraído la calidad de la belleza, de esta propiedad que no la tiene.
Pero la idea de lo positivo de la
(1) Rhet. L. 3. c. 4
(2) Plat, Polit. L. 10. p. 465. I.15
(3) Plat, Polit. L. 5. o. 422. 1. 51.
página 453
belleza, requiere el conocimiento de incluso de la esencia misma de lo bueno.
Y nada más difícil de penetrar que el misterio de este esencia.
A la búsqueda de la belleza, como investigación filosófica, se opone aún más
las dificultades de los que no pueden proceder a la manera de los geómetras,
yendo de lo general a lo específico, y concluyendo con la naturaleza de las
cosas en sus propiedades.
Nosotros estamos reducidos a razonar inductivamente, para dibujar
conclusiones probables de un pequeño número de partes separadas.
En cuanto a las malas consecuencias que tendríamos basándonos en las
siguientes especulaciones sobre la belleza, declaro que he tomado partido.
Cualquiera que debe instruir, no debe desviarse de su trayectoria por estas
consideraciones.
Las cosas tienen siempre diferentes caras.
Platón y Aristóteles, maestro y discípulo, escribieron sobre el fin de la
tragedia, y que son plenamente los opuestos:
Aristóteles nos dice que ella tiene la intención y finalidad de purificar
nuestras pasiones.
Platón nos dice que está parar inflamar nuestros deseos.
Es así que las opiniones más inocentes, pueden ser malinterpretadas por los
que piensan incluso con más precisión.
Hago esta nota en ocasión del "Tratado de la capacidad de sentir la belleza
en las obras de arte": que algunos saben que ha aportado un juicio
enteramente de mi diseño.
Los filósofos que han reflexionado sobre la belleza universal, tratando de
descubrir en la fuente de la belleza suprema, han hecho consideraciones sobre
las cosas creadas para su fin, diciendo la relación armoniosa entre las
partes, y el todo con las partes.
Pero a medida que esta definición de la belleza, es sinónimo de la
perfección, que es una cualidad de primer orden
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estando bien adaptada a la humanidad, se deduce que nuestra idea de la
belleza universal es indeterminada, y que se forma en nosotros de ensamblar
un número de citas individuales.
Esta colección de conocimientos, cuando se hace bien, nos da la más alta
idea de la belleza humana, que nos eleva la razón de nuestra capacidad de
elevarnos por encima de lo material.
Desde lo más que el Creador ha dado a todos esta perfección, a todas las
criaturas en el grado que conviene a cada uno, y cada idea con una causa que
buscar fuera en esta idea, que es la causa de la belleza el estar en todas
las cosas creadas, no es necesario buscar fuera de ella.
Finalmente, lo que plantea la dificultad de una definición general clara de
la belleza, es porque nuestros conocimientos no están a la altura de las ideas en
comparación, y que la belleza no puede ser comparada con nada más elevado
que ella.
La belleza suprema reside en Dios.
La idea de la belleza humana se perfecciona por la razón y la conformidad
que están en su armonía con el ser supremo, con el que con la idea de la
unidad y la indivisibilidad nosotros podemos distinguir la materia.
Esta noción de la belleza es como una sustancia abstracta del material por
la acción de fuego, como un espíritu que busca crear la imagen de la primera
criatura razonable formada por la inteligencia de la divinidad.
Las formas de tal imagen son sencillas y sin interrupciones, y por esta
razón son variables en su simplicidad, estas se encuentran en una relación
armoniosa.
Es así, que tienen una suavidad agradable que es producida por órganos del
cuerpo cuyas partes son uniformes.
Toda la belleza es sublime por la unidad y la simplicidad: las impresiones
de calidad de la belleza sublime, todo lo que es y se dice. Lo cual es
grande
página 455
en sí mismo, todavía adquiere grandeza por la sencillez de la ejecución.
Un objeto, lejos de reducirse, o perder su grandeza, cuando nuestra mente
puede alcanzarla y medirla de un solo vistazo, cuando puede abrazarla como
una sola idea, se presenta a nosotros con toda su grandeza por la facilidad
de darse.
Nuestra alma, encantada con toda concepción fácil, se expande y se eleva
consigo misma. Todos nosotros estamos obligados a considerar las partes, que
nosotros no podemos ver, de repente, debido a la multiplicidad de piezas
compuestas, pierde su grandeza: es así, que un largo camino nos parece
corto, por la variedad de objetos que deleitan nuestros ojos, o por el
nombre de lugares donde nos podemos detener.
La Armonía que deleita nuestra mente, no consiste en un infinito de sonidos
interrumpidos, encadenados, y los hilos, sino en una sucesión de tonos
simples de una larga y prolongada atenuación.
De acuerdo con este principio, un gran palacio nos parece pequeño cuando está
sobrecargado de adornos, y una casa nos parece mas grande, si es un edificio
bello y simple.
De la unidad nace otra cualidad de alta belleza, la indeterminación, es
decir, las formas de alta calidad que no se describen ni con puntos ni por
líneas, porque forman lo único bello.
A partir de ahí se sigue una figura que no se caracteriza ni de una persona
u otra, no expresando ninguna situación en mente, no tiene sentimientos del
corazón, ni alma afectada, pues todos los movimientos rompen la unidad, ni que
combinen la belleza de rasgos extranjeros.
Conforme a esta idea de la belleza, debe ser como el agua más limpia
extraída de una fuente pura, que cuanto menos sabor tiene, más se seguro,
estará purificada de todas las partículas extrañas.
La belleza como la dicha, es el estado de felicidad, es decir, la ausencia
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del dolor, es lo que cuesta el menor de los problemas adquiridos, y el
disfrute de la alegría, que es lo más fácil de obtener en la naturaleza, por
lo que la idea de la pura belleza, parece ser la misma más simple y más
fácil, ya que no hay necesidad de conocimientos filosóficos del hombre, ni
investigar pasiones del alma, ni estudiar caracteres externos.
Pero como siguiendo a Epicuro, no hay punto de situación mixto en la
naturaleza humana entre el dolor y el placer, como las pasiones son los
vientos con los que surca nuestro barco el mar de la vida, que nos advierte el
poeta, como la brisa o el freno de sus velas, con que cuentan el artista para
dirigir o regular su curso, a él huye la belleza pura que no puede ser el
único objeto de nuestra especulación.
Tenemos que poner la acción en un estado de pasión, lo que llamamos en
términos de arte, la expresión.
Vamos a tratar en el siguiente capítulo la formación de la belleza,
volveremos a la discusión de la expresión en el siguiente Capítulo.
La formación de la belleza es individual, es decir, que se inspira en un solo
individuo, o es colectiva, es decir, es una selección de hermosas piezas
tomadas de varios individuos.
Nosotros decimos que la combinación de partes para formar un todo que se
llama ideal, añadimos esta enmienda, que una cosa puede ser perfecta sin ser
hermosa.
Así la forma de las figuras egipcias, en la que no se encuentra indicado
músculos o nervios o venas, es ideal, sin otra belleza, igualmente que se
puede llamar hermoso el ropaje de las figuras femeninas, que, no siendo sino
con el pensamiento se puede suplantar su hermosura.
La formación de la belleza comienza por la belleza individual,
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o por la imitación o de la hermosa figura humana, incluso en la
representación de las divinidades.
En el siglo floreciente de las artes y los artistas, todavía hacían sus
diosas como mujeres hermosas modeladas, incluso aquellas hacían tráfico de
sus favores: tal era Teodota, mujer que Jenofonte menciona
(Jenofonte
Memorias XI).
En el camino de este artículo piensan los antiguos muy diferente de
nosotros:
Estrabón nombrará a un cuerpo de mujeres santas que se dedicaron al servicio
a Venus, en el monte Eryx, en Sicilia (Estrabón
libro VI-272) .
Es el mismo Píndaro: este poeta, en una oda en alabanza de Jenofonte de
Corinto, tres veces ganador en los Juegos Olímpicos, que dedicó a jóvenes
niñas para el servicio público de Venus, y comienza así:
Las chicas jóvenes, dispensadoras de placer y prestas de la persuasión en la
rica Corinto (Ateneo
Deipn. L.13-33).
Los gimnasios y lugares donde los jóvenes se ejercitaban en la lucha
desnudos, y otros juegos, donde uno iba a ver a la hermosa naturaleza,
fueron las escuelas de belleza.
Allí los artistas contemplaban hermosos desarrollos de la talla.
Con la imaginación caliente, por el hábito diario de ver el desnudo,
consiguen la belleza familiar, y presentan la hermosura de las formas.
En Esparta las jóvenes chicas desnudas (Aristófanes
La paz)
o casi desnudas, se ejercitaban en la lucha (Aristófanes
Lisístrata ).
La belleza es de todas las edades, pero ella, al igual que las deidades
estacionales, tiene diferentes grados.
Sin embargo, se asocia preferentemente a los jóvenes; y más al arte sublime
de hacer las formas de la hermosa edad.
Los Artistas encontraban muchos en la edad juvenil para hacer,
(1) Memor. L. 3. c. 11.
(2) Strab. L. 6. p. 272. C.
(3) Ateneo Deipn. L. 13, p. 573. F.
(4) Aristoph. Pac. v. 761.
(5) Aristoph. Lysist. v.82:. Pol.luc. Onom. L.4. Sect. 101. Eurip. Audrom.v.598.
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conociendo la causa de la belleza en la unidad, la variedad y la armonía:
Las formas de las hermosas jóvenes, se asemejan a la unidad que caracteriza a
la superficie del mar, que a un cierta distancia parece en calma unida como
un vidrio, aunque todavía esté en agitación y que en él rueden las olas.
Así como el alma, como un simple ser, produce en un momento ideas
diferentes, incluso como el hermoso contorno juvenil, que parece simple,
pero nos ofrece una infinidad de matices y contrastes.
Al igual que en la gran unidad de las formas de la juventud, las
extremidades se encuentran imperceptiblemente ahogadas las unas en las
otras, en el punto de altura, así como la línea que circunscribe no puede
siempre estar determinada con precisión, se deduce que el diseño de un
cuerpo juvenil, en el que todas las partes deben estar sin parecerlo, es más
difícil de ejecutar, que la figura de un hombre hecho o un anciano.
En otra de estas últimas formas, la naturaleza, ha terminado el desarrollo
de su trabajo, o ella ha comenzado la demolición del edificio, que por
tanto, en los dos grados de esta edad las unión de las piezas golpea más
nuestros ojos.
Mientras que en las primeras figuras la conformación de la finalización del
crecimiento queda indeterminado.
También en el cuerpo musculoso encarecidamente en una estatua de juventud,
donde, como dicen, la más pequeña sombra se convierte en el cuerpo, y la más
mínima desviación, es un vicio perjudicial para la armonía del conjunto.
Igualmente por regla general, cuanto más corto o más delgado que la medida
solicitada, no dejará de tener las propiedades de una regla, pero no puede
llevar este nombre, cuando se aparta de la línea recta.
El dibujante que carecen de poca cosa para dar redondez.
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no avanzará si no le hubiera dado el todo.
Esta consideración puede rectificar nuestro juicio, y educar mejor a las
personas que admiran en general, más el arte en una figura donde los músculos
y huesos están fuertemente pronunciados, que en una talla de juventud, donde
todas las partes se tratan con la blandura de la naturaleza.
Las piedras grabadas, sus huellas nos proporcionan evidencia sorprendente de
lo que digo.
Es cierto, que los artistas modernos tienen infinitamente mejores, y rehúsan
copiar hermosas cabezas viejas, que las hermosas cabezas de jóvenes.
En una primera inspección, un conocedor dudaría en decidir sobre la
antigüedad de una cabeza vieja grabada en piedra.
Mientras, decidirá con más confianza como copia de una cabeza ideal de
joven.
Aunque los mejores artistas modernos se esfuerzan en hacer exactamente
la famosa Medusa de la colección de Strozzi, en Roma, que sin embargo no
es un figura de suma belleza, pero, una antigüedad de la cual
informan siempre de distinguir las copias del original.
Lo mismo remarco sobre la Palas Aspasia, que Natter y otros, han esculpido
con la misma grandiosidad que el original
Además, debemos observar que yo no hablo del sentimiento y formación y de la
belleza en el sentido más estricto, y que no digo nada de la ciencia de
dibujo y ejecución.
En comparación con el último punto, es cierto que podemos poner más
conocimiento en las figuras más fuertes, que en las figuras más delicadas.
El Laocoonte era sin contradecir, un trabajo más académico que el de
Apolo.
Agesandro, el maestro de la figura principal del
Laocoonte, podría ser un artista más profundo que el autor del Apolo.
Pero este iba a ser dotado de un espíritu más elevado, y un alma tierna.
El Apolo porta la huella sublime, que no podía tener lugar en el Laocoonte.
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El natural tiene sus defectos, el cuerpo más hermoso está raramente sin
defectos.
A menudo tiene partes que puedes encontrar o asumir, más perfectas en otro
cuerpo.
De acuerdo con esta experiencia, el artista inteligente procede como un
jardinero industrioso, que toma una varilla y le injerta una de mejor
calidad.
La abeja forma su miel con el jugo de varias flores.
La idea de la belleza de los maestros griegos, no se limitó exclusivamente a
una belleza individual, como ella está a veces en los poetas antiguos y
modernos, y en la mayoría de los artistas de hoy en día.
Los griegos trataron de reunir la belleza de los cuerpos más bellos ((Aristóteles
Política L3-7 ), ya que nosotros lo sabemos de Sócrates, con el
famoso pintor Parrasio (Jenofonte
Memorias Libro III-X).
No fueron purgados de todas sus figuras los afectos personales, que desvían
nuestra mente de la verdadera hermosura.
Esta elección de hermosas piezas, y su relación armoniosa en una figura,
producen la belleza ideal, que por lo tanto, no es una idea metafísica.
Nosotros solo observamos, que los ideales no se hacen en todas las partes del
cuerpo humano por separado, que esto sólo puede significar que todos los
elementos estuvieran ensamblados en la figura.
En cuanto a detalles, tenemos que convenir que se encuentra en la naturaleza,
también alta calidad que el arte es capaz de producir, sino para todos los
que confiesan que el arte se toma del natural. Sin embargo, cuando Raphael y
el Guide (Guido Reni), éste allí por
figuras femeninas y por aquí por figuras de hombres, nos enteramos de que no
encontraban el punto de bellezas que fuera dignos de servir de modelo para
la Galatea ni para su
Arcángel Miguel,
(San Michel- Guido Reni)
como sabemos por las cartas (Rafael
Sanzio a Castiglioni)
(1) Arist. Polit. L. 3. e. 7. p. 77.ed. Wechel.
(2) Xenoph. Anonimus, 3.c.10. §.2,
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de estos artistas, no tengo miedo de adelantar, que este juicio viene sólo de
la falta de atención en como es la belleza en la naturaleza.
Aunque Raphael quería decir sobre la forma de su Galatea que no es nada raro
que las mujeres hermosas le sirvieron para una idea que le había inspirado
su imaginación, sin embargo, me atrevo a sostener que la cara de la misma
Galatea es muy común, y que apenas hay lugares en los que encuentren a las
mujeres más hermosas.
Además de la rodilla, es visible en esta figura que es demasiado nudosa y torpe
para la juventud y la edad y rango de belleza de las diosas;
El arcángel parece menos hermoso que algunos jóvenes que he conocido.
Esta atención de los artistas griegos en la elección de las bellas partes,
con una infinidad de gente hermosa, no estaba en la juventud acotada de ambos
sexos;
Dirigían todavía, sus reflexiones en estatuas de eunucos que
realizaban entre los chicos jóvenes mejor hechos.
Estas bellezas equivocan la virilidad, privadas de las vesículas seminales,
se acercaban la suavidad de la carne del sexo, por los miembros delicados, y por
la redondez de las tallas, que comenzaban a introducirse desde las naciones
asiáticas para colgar allí, como dice Petronio, el curso rápido de la
juventud.
Entre los griegos de Asia Menor, estos jóvenes mutilados estaban consagrados
en Éfeso al servicio de Cibeles y Diana. (Estrabón
libro XIV 1-23)
Los romanos también buscaron retener en los varones, la aparición de la
virilidad, con ciertas decocciones, sobre todo para el mentón y otras partes de
los niños, usaban el jugo de las raíces del jacinto, infundido en el vino
dulce (Plinio
el viejo libro XXI-170)
El arte redoblando la industria, buscó
combinar la belleza, y las propiedades de ambos sexos en las figuras de
(1) Strab. L. 14. p. 641. B,
(2) Plin. I.21.c.97
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hermafroditas, tales como los representados por los artistas antiguos, las vemos
como producciones ideales, aunque soy consciente de que habría hermafroditas.
El retórico Filostrato nos dice que el sofista Favorín de Arles en tiempos del
emperador Adriano, había sido hermafrodita (Filóstrato vida Sofistas Favorino).
Pero si consideramos cuál era la conformación de estas criaturas mixtas,
podemos establecer que pocos artistas han tenido ocasión de verlos.
Todas las figuras de esta naturaleza tienen un seno virginal, junto con los
miembros de la generación de nuestro sexo; el resto de ellos son mujeres por
la talla y las características faciales.
El tiempo ha conservado muchos hermafroditas: además de las dos hermosas
estatuas situadas en la Galería de Florencia (#),
(¿#?),
y la que es aún más hermosa en Villa Borghese (#),
uno ve una pequeña de pie en la Villa Albani, que no es menos bella, y cuyo
brazo derecho se apoya en la cabeza (Existe un dibujo
#).
Algunas figuras de sacerdotes de Cibeles, pocos se dieron cuenta hasta ahora,
muestran, que los artistas antiguos indicaban los eunucos por el tamaño de
las caderas, como una mujer.
En una estatua de tamaño natural que ha pasado a Inglaterra, esta magnitud
de las caderas es sensible incluso bajo la ropa. Ella representa
un joven de cerca de doce años; la chaqueta corta y el
gorro frigio se hace creer que esta figura representa al joven Paris,
y por una mejor caracterización, ponemos una manzana en la mano derecha. Una
antorcha al revés apoyado en un árbol al pie de la figura, una antorcha de
la especie que estaban en uso en los sacrificios y en las ceremonias
religiosas, parece indicar su verdadero significado.
En otro, un sacerdote de Cibeles sobre un bajorrelieve, vemos tan carnosas
caderas, que será por ser sacerdote
(1) Philost, Vit. ph.los. L.I.c.8t
página 463
era considerado una figura femenina, por la estatuaria más inteligente de
Roma.
Pero el látigo en la mano, en la posición ante un trípode, revelan un
sacerdote de Cibeles: cosa que hacían estos eunucos que estaba en uso
flagelarse.
Estas figuras, y un bajorrelieve en Capua representado
un archigallo, es decir, un Sumo Sacerdote de estos eunucos, nos
pueden dar una idea de la famosa Mesa de Parrasio, llamado Archigallus,
porque parece referirnos al personaje.
Nada más por lo que carece de fundamento el juicio de Bernin (1), cuando da
por absurdo o una ficción en las cosas de Zeuxis, que, teniendo que pintar una
Juno para los de Crotona, eligió cinco de las bellezas de la ciudad para
servirle como modelo, y tomar prestado hermosas piezas de cada una.
Se imaginó, que un miembro no puede satisfacer otro cuerpo que el suyo.
Todavía hay quienes no pueden concebir otras bellezas que las individuales,
y lo que les parece ser así su máxima: "Las antigüedades son bellas porque
se asemejan a la hermosa naturaleza, y la naturaleza será siempre hermosa
cuando las hermosas Antigüedades la toman" (2).
En este argumento la primera afirmación es cierta, pero colectivamente la
segunda es falsa, porque será difícil, si no imposible, encontrar en la
naturaleza una figura como la del
Apolo de Belvedere.
Después de la buena elección, y la sabia combinación de las partes
individuales, tomadas de la conformación de diferentes personas, como querían
crear nuevas bellezas ideales, recurrieron a la naturaleza de los animales
(1) Baldinuc.Vit.di Bernin.p70.
(2) De Piles, Rem. sur l´Art de peind. de du Fresnoy.
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de la especie más noble.
Los artistas griegos, no contentos con poner en paralelo las características
de la fisonomía humana, y las formas de la cabeza de algunos animales, incluso
se comprometieron a elevar, y embellecer ciertas figuras con las
características de algunos animales.
Esta observación que puede parecer absurda, falta de un examen reflexivo, sin
duda huelga a cualquier observador atento, lo sentirá en verdad en la cabeza
de Júpiter y Hércules.
Si tan sólo uno mira a la configuración del Rey de Dioses, se descubre en su
cabeza toda la forma de un león, el rey de los animales. No solo en sus
grandes ojos redondos, su imponente frente, y su nariz hinchada, y también
por el pelo, que desciende desde la parte superior de la cabeza, y luego la
parte de atrás remonta del lado de la frente, se parte y retorna en arco, que
no es el carácter del cabello humano, sino de la crin de un león.
En cuanto a Hércules, las proporciones de la cabeza y el cuello, nos parece
como un toro indomable.
Para indicar que el héroe tiene una fuerza y un vigor superior a la energía
humana, se la dio en la cabeza y cuello de este animal, todas las demás
partes están proporcionales con el hombre, que tiene mayor cabeza, y cuello
más pequeño.
También dicen que el pelo es corto, en la frente de Hércules, y designa una
imagen alegórica con la crin corta, en la frente del toro.
En este extracto de las formas más bellas, amalgamadas juntas naciendo, como
para una nueva generación, una sustancia más noble, la idea suprema, fruto
de la hermosa consideración, ofrecida de una juventud permanente.
El alma de estos pensamientos, tiene un deseo natural de liberación de la
materia, para lanzarse en la esfera intelectual de las ideas: su verdadera
satisfacción es producir nuevos, y delicados diseños. Los grandes artistas
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de Grecia, que podrían ser considerados como nuevos creadores, porque ellos
trabajan menos por la comprensión, que por el sentimiento. Esforzándose por
superar la dureza del material, y si hubiera sido posible, la impresión de su
vida.
Desde el nacimiento en el arte, de este generoso esfuerzo, los artistas
dieron lugar al mito de Pigmalión, y de su estatua.
Sus manos laboriosas, dieron vida a objetos de culto religioso, para excitar
la veneración, debe ser considerado como tipos de naturaleza superiores.
Los Primeros fundadores de la religión, eran poetas, que suministraron las
elevadas ideas para los simulacros de estas inteligencias divinas, estas
ideas dieron alas a la imaginación, para elevar su obra por encima de ella y
aun de la esfera de los sentidos.
El diseño humano, creando deidades sensibles, no puede imaginar algo más digno,
y nada más atractivo para la imaginación, que el estado de la eterna
juventud, en la primavera de una vida inalterable, es lo único que aún nos
deleita en la vida a la edad más avanzada.
Esta imagen era similar, a la idea de la inmutabilidad del ser divino: la
hermosa talla de un joven brillante, hace nacer el amor y la ternura, las
únicas condiciones que puede deleitar el alma, en un dulce éxtasis.
Y no es que en el rapto de los sentidos, que es bienvenido en la felicidad de
los humanos, que se buscaba en todas las religiones, ¿bien o mal entendidas?
Entre las deidades de sexo, se atribuyó a Diana y a Palas una virginidad
perpetua. Las otras diosas que lo habían perdido, lo podían recuperar, y Juno
volvía a ser virgen, cuando se bañaba en la fuente Canathus.
Es por esta razón por la que la garganta de las Diosas y las amazonas
siempre se representa como la de las jóvenes a quien Lucine no ha aflojado "
página 466
la cintura, que aún no han probado el fruto del amor: es decir, que en estas
figuras, el pezón no está desarrollado todavía.
Esta regla es bastante constante, a menos, que las diosas no estén
representados con niños, como Isis dando el seno a Apis (1)
.
Pero la fábula dice que la diosa había puesto el dedo en la boca de Horus,
en lugar del pezón (Plutarco
Isis Osiris 16), así es como ella está representado en la colección de una
piedra grabada de Stosch (3), según la sabiduría convencional.
Siguiendo todas las apariencias de una estatua del Jardín de la Papa, es la
representación de
Juno sentada amamantando a Hércules, nosotros ofrecemos los pezones
visibles, si esa parte del seno no está cubierto por la cabeza del niño, y la
mano de la diosa.
Publiqué esta estatua en mis Monumentos de la antigüedad (nº14).
Sobre una imagen antigua del Palazzo Barberini, una presunta
Venus se le ven los pezones muy prominentes, una circunstancia que es
suficiente para argumentar, que no puede ser Venus.
Los griegos figuraban la naturaleza intelectual en su caminar ligero, Y
Homero compara la velocidad de Juno caminando, al pensamiento de un hombre
que viaja en espíritu, a una infinidad de países lejanos que ha visto, y como
dijo, en un instante: "He estado aquí y ahora yo estaba allí."
Una imagen de esta velocidad, es la raza de Atalanta: ella corre tan rápido
en la arena, que no deja la huella de sus pies.
Así lo vemos representado en una amatista del Gabinete de Stosch (5).
El
Apolo del Belvedere parece deslizarse sin tocar la tierra con las
plantas de los pies.
(1) Descr. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 17. N. 70.
(2) Plutarch. de If.& Osi.p.636 l.21.
(3) Descr. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 16. N. 63.
(4) Monum. Ant. No. 14.
(5) Descr. des Pier. gr. du cab.de Stosch. p. 337.
página 467
Es esta forma de caminar insensible, y de arrastrar de los Dioses, que
Ferecides, uno de los antiguos poetas griegos ha querido expresar por la
forma de serpentina, que dio a los dioses, para describir figurativamente
una marcha, en la que no se perciben fácilmente la traza (1).
La juventud de las divinidades de uno y otro sexo, con sus grados y sus
diferentes edades, están representada tratando de hacer todas las bellezas.
Esta juventud es un ideal, prestado en parte de los bellos cuerpos de
jóvenes hombres, y en parte de la naturaleza hermosa de los eunucos, e
identificados por un tamaño por encima de la estatura humana.
Esto es lo que hace decir a Platón, que nos equivocábamos dando a las
imágenes de los dioses verdaderas proporciones, ya que en la imaginación
habían encontrado las más bellas (Platón
Sofista).
El Primer ideal masculino tiene diferentes grados, y comienza con sátiros
jóvenes o faunos, como ideas inferiores de los Dioses.
La mayoría de estas hermosas estatuas de divinidades, nos ofrecen la imagen
de un hermoso joven, perfectamente proporcionado.
La juventud de los sátiros se distingue de la de un héroe vulgar, por una
nariz un poco chata, que se podría llamar Simi, así como un aire de
simplicidad y de inocencia, unido a una gracia especial, de la que hablo en
el capítulo sexto.
Tal era la creencia de los griegos en estas deidades.
O, como las hay en Roma, más de treinta estatuas de sátiros jóvenes o faunos,
que buscan por la posición y la actitud, es probable que el original de estas
figuras fuera el famoso Sátiro de Praxiteles, colocado en Atenas
(Pausanias
libro I 20-1) y a juzgar por el mismo artista
(1) Monum. Ant.p.2.
(2) (texto griego) Sophist. p. 103. 1. 26. ed. Bas.
(3) Pausanias. L. 1. p. 46. 1. 11.
página 468
su mejor trabajo.
Después de esta famosa estatua, los que se distinguieron en este tipo de
figuras eran, Pratinas y Aristias de Filesia, cerca de Sición, y un cierto
Esquilo (Pausanias
libro II 13-6).
A veces dieron a estos sátiros el rostro riendo, con las mamellas colgantes
(Plinio
el viejo libro VIII-202) como cabras. De esta naturaleza es una
de las cabezas (#
<< es una copia, el original ¿?). más
bellas de la antigüedad por la ejecución; que había pertenecido al famoso
conde Marsigli, y ahora está en la Villa Albani. Esta antigüedad,
descubierta cerca de la famosa tumba de Cecilia Metella, había pertenecido
al Instituto de Bolonia, Bréval y Keysler mencionan haberla visto.
El bello
fauno durmiente del Palazzo Barberini no es un ideal: es una imagen de
naturaleza ingenua, abandonado a su placer.
Un autor moderno no está informado sin duda estas figuras, lo que el
avanza, como una cosa conocida, que el artista griego eligió de la naturaleza
de los faunos para caracterizar una proporción pesada.
"Ellos tienen", y añade: "la cabeza grande, el cuello corto, los hombros
altos, el estómago pequeños y grandes muslos y rodillas, piernas gruesas, los pies espesos "
(3).
Los viejos sátiros también conocidos como Silenos, y en particular, el
Sileno padre adoptivo de Baco, no tiene la fisonomía tornada a la risa en
las composiciones serias, se le hace hermoso el cuerpo en la madurez de la edad,
tal como figura la estatua de un
Sileno sosteniendo al joven Baco en sus brazos, de la Villa Borghese,
estatua perfectamente similar a otras dos (1
y
2º) del palacio Ruspoli, que sin embargo sólo una tiene una cabeza
antigua
(1) Pausanias. L.2. p. 141.l.31.
(2) Laciniae a cerviee binae dependentés. Plin. L.8.c.76.p.34.
(3) M. Watelet,Réflex.sur la Peint, p. 69.
página 469
En algunas figuras la cara de Sileno anuncia un aire de alegría, y lleva
una barba rizada, como las estatuas que acabamos de mencionar; en otros
dioses.
El tutor de Baco, aparece como filósofo, de barba venerable que termina
incluso sobre su pecho.
Así vemos representado a Sileno en bajorrelieves (#), a menudo repetido y
conocida con el muy falso nombre del banquete de Trimalción (1).
He restringido esta idea de Sileno en las composiciones seriadas, para
contrarrestar la objeción que tendríamos contra Sileno, representado en
numerosos relieves con un cuerpo de tamaño desmesurado, y montado sobre
un asno vacilante.
El líder de estas deidades de menor rango, es Pan, al que Píndaro llamó el
más perfecto de los Dioses (2).
No sabemos al presente el desarrollo de las ideas sujetas de este Dios.
Yo creo que he descubierto la verdadera conformación de su rostro en una
hermosa medalla del rey Antígono.
Es una cabeza coronada de hiedra, cuya fisonomía anuncia la gravedad, la
barba se ve sujeta a los pelos de las cabras: allí Pan es llamado
PHRIXOKOMIS, φριξοκόμης, del pelo erizado.
Sin embargo, voy a hablar de esta medalla en el tercer volumen de este libro
donde se encuentra grabado.
En la colección del Capitolio hay otra cabeza de este Dios(¿#?),
muy poco conocida, y con una gran ejecución.
Se caracteriza por las orejas puntiagudas, pero la barba es menos erizada y
la barba recuerda la de algunos filósofos, con el aire de reflexión que está
marcado por los ojos hundidos, a la manera de Homero.
Voy a hacer grabar esta cabeza en el tercer volumen de mis Monumentos de la
antigüedad.
(1) Bartol. Admir. Ant.
(2) Ap. Arist. orat. Bacch. Opp. T.1. t. p.63>
página 470
La idea suprema de la juventud viril ideal, está singularmente bien
caracterizada en las figuras de Apolo.
Este dios reune la fuerza del desarrollo de la edad, y la delicadeza de las
formas de la hermosa juventud.
Estas formas hacen una gran unidad, y se ajustan a un adolescente nacido para
realizar dibujos generosos, que no son los de una bonita Venus, que no conoce
la frescura de las sombras, y que esta diosa, como dice el Poeta Ibicus,
elevada sobre lechos de rosas.
Apolo fue considerado como el más bello de los dioses. Su juventud es
brillante de salud, y la fuerza se anuncia como el amanecer de un día
hermoso.
Sin embargo yo no pretendo que todas las estatuas de Apolo lleven la
impronta de esta belleza sublime.
Aprovecho esta oportunidad para mencionar una figura de suma belleza: para
hablar de la estatua de un
genio alado en la Villa Borghese del tamaño de un joven hombre, bien
hecho.
Deseo describir su belleza que no tiene similar entre los hijos de los
hombres.
La imaginación llena de la belleza individual de la naturaleza, y
completamente absorto en la hermosa contemplación de la soberana belleza, que
emana de Dios, y que retorna a Dios, estando representado como la aparición
en sueños de un ángel, cuyo rostro resplandece con la luz, y cuya
conformación parece, como un flujo que surge de la Armonía Suprema, es así
el tipo de esta figura increíble.
Esa es también la idea que el lector debería hacer.
Nosotros tendríamos que decir, que el arte ha dado a luz a esta belleza con
la aprobación de Dios, después de la belleza de los ángeles.
Flaminio Vacca habla de esta estatua; él cree que es un Apolo con alas (1).
(1) Montsaucon Diar. ItaL p.193.
página 471
Montsaucon le ha hecho gravar luego, un dibujo detestable (1)
La más bella cabeza de Apolo, después de la de Belvedere, es sin
contradicción, la cabeza de una figura sentada de Villa Ludovisi, está poco
remarcado, de otra parte es mayor que de natural.
La cabeza y el aire de esta figura, tiene una perfecta conservación más bien
sobre todo un Dios bueno y benéfico como el
Apolo de Belvedere.
Esta estatua es la única que merece nota especial sobre atributo que lleva:
consiste en una vara curvada apoyada en la piedra sobre la cual la figura
está sentada.
Por esta característica señal, queríamos incluirlo como
Apolo Pastor, Nomios, (νόμιος) (Calímaco himnos 4), y designar a la vida pastoral de este Dios en
Tesalia, con el Rey Admete.
De acuerdo con cuatro cabezas de Apolo con perfecta semejanza, y en parte
bien conservadas, se puede formar un idea de los adornos del pelo, o del
peinado que los griegos llaman KROBYLOS, κρώβυλος, y que los escritores nos dan
solamente una noción confusa.
De estas cuatro cabezas la primera está en la Villa Belvedere en Frascatí,
la segunda en el salón de los Conservadores del Capitolio, la tercera en la
colección del Capitolio, y la cuarta en el palacio Farnese (¿1?,
¿2
,
3, 3 ?,
4).
Además del término griego que significa en los hombres jóvenes, como el
nombre en las chicas jóvenes, KORYMBOS, , κόρυμβος es decir, el pelo atado detrás de la
cabeza.
Para los adolescentes tenían el pelo alrededor de la cabeza unido en alto,
parecen querer poner una cinta que los pueda retener.
Una de las más bellas pinturas de Herculano nos ofrece una figura femenina
con sus rodillas en tierra, escribiendo sobre dos tabletas,
(1) Antiq.expl. T.I.p.115. N.6
(2) Callim. Hymn. Apoll v-47, Theocrit. Idyl.25.5.21 J. V. «.
página 472
y los cabellos ajustados totalmente al gusto (Herc-tom-4-tv-41)
Este peinado, similar en ambos sexos, por excusarse, los sabios le dieron el
nombre de
Berenice a un hermoso busto de bronce de la colección de Herculano,
que representa un Apolo, cuyo cabello es tratado de la misma manera que los de
las cuatro cabezas en cuestión (2), ya que no estaban dentro del alcance de
saber de estas cabezas.
Sin embargo, habrían sido más circunspectos en sus nombres y no para traer
de vuelta una medalla enteramente de esta reina de Egipto, cuya impronta,
ofrece una cabeza de mujer coronada de un peinado, y marcada con nombre
Berenice, se habrían dado cuenta, que todas las cabezas de las Amazonas,
que todas las estatuas de Diana, que todas las figuras adolescentes llevan
el pelo de este tipo.
Como la cabeza de la medalla de Berenice, las trenzas de su de su pelo forman
un nudo, uso constante de este peinado por las vírgenes, lo que demuestra
que esta antiguedad no puede representa una reina casada.
Para mí, creo que la cabeza de esta medalla nos ofrece una Diana, a pesar
del nombre Berenice que se encuentra alrededor.
La juventud de Apolo, más masculino en Mercurio, y en Marte, luego pasa a
otros dioses de una edad más hecha.
El mercurio se distingue por una finura singular en su fisonomía,
Aristófanes la ha llamado ATTIKON BLEPOS, ἀττικὸν βλέπος (Aristófanes
Las nuebes 1478) , por otra parte lleva el pelo corto e
Iridiscente.
En el LIBRO anterior mencioné figuras de Mercurio, y la barba, sobre las
obras de los etruscos y sobre las obras de los antiguos griegos. En el
jardín del palacio
(1) Pitt. Erc. T. 4. trav. 41.
(2) Bronzi d´Ercol. T. 1. tav. 63.
(3) Aristoph. Nub. v. 1178.
página 473
Farnese, se ofrece otro Mercurio de tamaño natural besando a una chica. El
artista moderno que ha restaurado la cabeza y parte del pecho, le puso una
fuerte barba.
No sé de que presume el artista restaurador, si todavía hubiera sabido la
configuración de los Etruscos, hubiera querido difundir esta antigua
erudición en la reparación de los amantes de mercurio.
Más bien creo, que la idea de un Mercurio barbudo fue sugerido por un
científico, que ha imaginado que era necesario para que la expresión de
Homero YPÎNÎTÎs, ὑπηνήτης con una barba.
El Poeta dijo, que Mercurio, cuando quiso acompañar a Príamo a la tienda de
Aquiles, tomó la forma de un joven hombre PROTON YPINÎTI , πρῶτον ὑπηνήτῃ
(Odisea
V-28) lo que significa la edad en el mentón que comienza a adornar
con un pelo ligero, es decir, la edad de un joven en su primavera, cuando
sus mejillas y barbilla empiezan a hacerse, como en el juicio de Filóstrato, al
hablar de Anfión al que llama IOULAS PARA TO OUS , ἰούλῳ παρὰ τὸ οὖς (Filóstrato el J. des.cua. 10).
La joven belleza, acariciada por Mercurio, no parece ser Venus, que habría
sido habitual, según informa Plutarco estar junto a este Dios, para indicar
que el disfrute de un amor querido, debe ir acompañado de una conversación
agradable (Plutarco Precep.del matrimonio)
Sería más bien Proserpina, que había tenido tres hijos de Mercurio (4), o la
Ninfa Lara, madre de dos Lares (Ovidio
fasti 583), o Acacallis, hija de Minos, o Herse, una hija de
Cécrope, que también había tenido los hijos de este Dios.
De buen grado decido para esta última opinión, con razones de peso para
creer que este grupo, junto con las dos
(1) Odyss.V.34
(2) Philostr. L. 1. icon.p. 779
(3) Lucian. praceptr conjug. p239. 1. 24.
(4) Tzetz. Schol. Lycoph. v. 68o.
(5) Ovid. Fast. L.2. v. 559.
página 474
famosas columnas que decoran la tumba de Regilla, la esposa de Herodes
Atticus, en la Vía Apia, fueron encontradas en el mismo lugar.
Lo que sirve para mantener mi conjetura, es el epitafio
de Regilla, que se ve en la Villa Borghese; dice que Herodes -
Atticus fingió descender de Ceryx, hijo de Mercurio y de Herse (1).
Todo esto me hace creer, que el grupo había sido colocado en la tumba en
cuestión.
Observo en esta ocasión, que solo la estatua de
Mercurio que lleva en la mano izquierda el bolso ordinario, esta se ve
en el sótano del palacio de Villa Borghese,
Marte se encuentra comúnmente representado como un joven Héroe sin barba,
que se confirma por un autor antiguo (2). Pero cuando el señor Watelet dice:
"Mientras que el dios Marte la menor de sus fibras aprieta
y la fuerza, la audacia, y el fuego que lo anima".
que representa a un dios de la guerra como nadie encuentra en toda la
antigüedad (3).
Las dos más hermosas figuras de Marte son: una estatua
de Marte sentado con Amor a sus pies, en la Villa Ludovisi, y una
pequeña figura de este Dios
sobre una de las bases de dos hermosos candelabros de mármol que vemos
en el Palacio Barberini.
Estas dos figuras nos ofrecen a Marte adolescente, y en estado de reposo: así
lo representan en medallas y sobre piedras grabadas.
Hércules está representado de manera similar como un hermoso joven, y con las
características, que hacen casi dudar de su sexo;
Su belleza se asemeja a la
(1) Salmas. not. in Inícr. Herod. Attic. p. 109.
(2) Justin; Mart. Orat. ad. Grâce.§. 3. A. .
(3) M. Watelet. arte de Peind. chant r.
página 475
complaciente Glicera, que exigiría de un joven hombre digno de sus favores
(Ateneo
XIII-84).
Es así como está grabada sobre una cornalina del
gabinete de Stosch (2).
Pero la mayor parte del tiempo, su frente se levanta, y toma una consistencia
carnosa, los huesos de sus ojos se hinchan, y anuncian caracteres que denotan
la fuerza y los trabajos de los héroes, sobre todo en medio de los dolores
que, como dice el poeta, hinchan el corazón (3).
La segunda clase de juventud ideal, está tomada de la naturaleza de los
eunucos, que se encuentra confundida en Baco, por líneas mixtas, macho y
hembra.
Es bajo esta fórmula que aparece este dios en diferentes edades, hasta un
perfecto desarrollo de su crecimiento.
De las muchas hermosas figuras de Baco, en las que todavía podemos ver al dios con
delicados miembros redondeados, con las caderas anchas y carnosas como las de
las mujeres; porque Baco, de acuerdo con la fábula, era de hecho como
una joven (Apolodoro
3-4-3).
Plinio (Plinio
libro36 29) habla de una estatua de un sátiro que tiene un Baco,
vestido como Venus; que Séneca describe como una virgen travestida
(Séneca
Edipo 418).
Las formas de sus miembros son tan delicados y fluyen, que dirían que son
producidos por una ligera brisa.
Las rodillas son como las de los adolescentes y eunucos, para los aficionados,
sin indicación de los huesos o los músculos.
La imagen de esta Deidad, es la de un hermoso hombre joven, que está en la
primavera de la vida y la adolescencia, que hacen germinar un movimiento de
voluptuosidad, como la punta de una planta, que estuviera enterrada en una
ensoñación, encantado entre el sueño y ayer, y que pretende reunir las
imágenes dispersas y realizarlas.
Las características de este Dios están
(1) Athen. Deipn. L. 13. p.605. D.
(2) Defer.&c.p.268.
(3) Il. E. v. 550. 642.
(4) Apollod. bibl. L. 3. p. 85.B
(5) Plin. L. 36. c. 4 $.8- P.279.
(6) Oedip. v.419.423.
página 476
llenas de dulzura, pero la alegría de su alma única, se propaga por completo
por su semblante.
En cuanto a esta dulce alegría, los artistas viejos se juntan para visitar
todas las figuras de Baco, e incluso cuando se representa como un héroe o
guerrero, en su expedición a la India, un hecho que se evidencia por una
figura armada de este dios sobre un auiel de la Villa Albani, y un bajo
relieve mutilado que yo poseía.
Es entonces, cuando sin lugar a dudas que esta Divinidad nunca se encontró en
compañía de Marte, y es así como Eurípides dice que Marte es enemigo de las
Musas, y de las felices fiestas de Baco, BROMION PARAMOUSOS EORTAIS, Βρομίου παράμουσος ἑορταῖς ,
(Eurípides
Fenicias 780).
Además, Baco no está entre el número de los doce dioses mayores.
Notaremos en esta ocasión, que Apolonio siempre da una armadura a Apolo,
igual que si el Dios figurase como el dios del sol (2).
En algunas estatuas de Apolo, el Dios tiene mucho parecido con Baco.
Tal es en el
Apolo Capitolio que aparece despreocupadamente apoyado contra un árbol,
con un cisne a sus pies.
Tal son todavía otras tres figuras de gran belleza de la Villa Medici que
también son confundidas, a veces una de estas deidades fue a menudo
venerada tomada por otra (3)
Yo no puedo contener las lágrimas a la vista de un
Baco mutilado, ahora restaurado de hasta nueve palmos.
Esta figura se mantiene en la Villa Albani, está vestido desde la cintura
hasta los pies, o mejor dicho con un abrigo de paño, hasta las partes
naturales;
Esta ropa larga y rica en pliegues, se recoge de manera que la porción caida
a tierra está arrojada alrededor de la
(1) Phœnis. v. 792.
(2) Apollon. Argon. L. 4. v. 94.,19.& 21.
(3) Macrob. Saturn. L.1.e.18.
página 477
rama de un árbol contra el que se presiona la figura,
El árbol está envuelto en hiedra y de una serpiente.
Ninguna figura que no den la más alta idea de lo que Anacreonte nombra
vientre de Baco.
Pero Baco no sólo fue venerado en la forma de la juventud, también lo fue en
la mayoría de edad.
Pero esta edad está indicada solamente por una larga barba, se deduce de su
rostro, que está compuesto de rasgos de lo más delicados y de la más dulce
apariencia, que nos da la alegre imagen que anima la juventud.
Baco está dejándose crecer la barba durante su expedición a la India, y debe
ser representado en esta forma, con las características de conquistador.
Esta cara que figura proporcionada, da la ocasión para que los antiguos
artistas, concibieran el ideal de virilidad combinado con el de juventud, y
mostrar su destreza en la realización de los pelos y cabellos.
Con respecto a las cabezas y bustos de Baco conquistador de las Indias, los
más conocidos son coronados de hiedra, especialmente las
medallas de plata de la isla de Naxos, cuyo reverso representa a Sileno
con una taza en la mano.
En el Palacio Farnese vemos de este Dios una cabeza de mármol conocida muy
falsamente con el nombre de
Mitrídates.
Pero la más bella de estas cabezas, es la que se encuentra en casa de M.
Cavaceppi, (Bartolomeo) escultor en Roma: es un Hermes, cuyo cabello y la
barba están trabajados con arte infinito.
Las figuras enteras de Baco conquistador de las Indias, cuando están de pie,
están vestidas hasta los pies, y se encuentran sobre toda suerte de obras.
Lo podemos vemos entre otras, sobre dos hermosos jarrones de mármol,
trabajado en relieve, el más pequeño de los cuales se encuentra en el
palacio Farnese (#)
página 478
y el más hermoso en la colección de Herculano.
Pero más a menudo nos encontramos con este tipo de figuras repetidas, en
piedras grabadas y sobre jarrones de terracota.
Entre ellas, me gustaría mencionar una pieza que se mantiene en la colección
Porcinari en Nápoles, de la que informa en el primero volumen de la obra de
Hamilton; En él se ve a Baco barbudo, sentado en un
triunfo, coronado con el laurel y llevaba un vestido elegantemente bordado.
Tales son en las figuras de deidades masculinas en grados, por edades, y
formas de su juventud.
Uno ve esta huella de la juventud, en un grado adecuado sobre la cara de la
divinidades, con su edad hecha, lo cual consiste en una composición de la
fuerza viril, y la alegría de la hermosa juventud.
Esta juventud se manifiesta, por la eliminación de los nervios y músculos,
que son poco evidentes en la primavera de la vida. Pero contiene al mismo tiempo, la expresión de esta alegría divina, no
necesita piezas de material, para la nutrición de nuestro cuerpo.
Esta declaración, explica el sentido de Epicuro sobre la figura de los
dioses: el filósofo les da un cuerpo, pero un cuerpo especial, de sangre,
pero con una sangre especial, al que por así decirlo, Cicerón encuentra
oscuro e ininteligible (Cicerón
Naturaleza de los dioses 49).
La existencia, y la eliminación de los nervios y músculos, que distinguen a
Hércules, obligado a desplegar la fuerza de su brazo contra los monstruos y
ladrones, en línea aún con la terminación de sus trabajos, que Hércules
purificó por el fuego, las gruesas partes de su cuerpo, alcanzando la
felicidad de la inmortalidad, esto está imprimido en el
Hércules Farnese y el Dios
Hércules del Belvedere o el famoso Torso.
Este trato característico nos autoriza
(1) De Nat. Deor. L. I. c. 18. $ 25.
página 479
a juzgar sus estatuas, hechas reconocibles, por la parte de la cabeza y los
atributos, figurando un Dios, o un hombre.
Pleno de estas concepciones sublimes, el artista eleva la naturaleza del
material a lo inmaterial, y su mano crea produciendo estos, libre de las
necesidades humanas, con figuras que representan al hombre en una dignidad
superior, y que parecen ser los tipos, que envuelven a los espíritus
pensantes, e inteligencias celestes.
En las conformaciones de los Dioses en edad viril, se ve con mayor claridad
que en la juventud, que ellos tienen por lo general mucha semejanza; sobre
todo en las cabezas de estas deidades, desde Júpiter a Vulcano, que no son nada
menos reconocibles, que los retratos de los personajes famosos de la
antigüedad.
Desde la misma manera que percibimos a Antínoo, en la parte inferior del
rostro, y a Marco Aurelio, por sus ojos y su pelo
en un camafeo mutilado en la colección de Strozzi en Roma, por lo mismo se
reconoce a Júpiter por el cabello de su frente, o por el chorro de su barba,
que esto se encuentra en las cabezas donde no existen con sus partes.
Júpiter siempre era representado con una mirada serena (1).
Ésos están sin duda equivocados, cuando han pretendido encontrar sobre una
cabeza de basalto negro en la Villa Mattei, una
cabeza con un fuerte parecido al padre de los Dioses, pero que se caracteriza
por una mirada severa, apodado el Júpiter terrible.
No se dieron cuenta de que esta cabeza y todas los presuntas cabezas de
Júpiter no anuncian una mirada de bondad y clemencia portan o han portado el
modium.
No hace falta recordar, que Plutón, según informa Séneca, recuerda
(1) Martian. Capel. L. i. p.18.
página 480
a Júpiter, pero a Júpiter fulminante (Séneca
Hércules Loco -720 ), y que porta el Modium, y Serapis, esto se
puede ver en una estatua sedente decoraba el templo de este Dios en
Pozzuoli, y que ahora está en Portici, lo mismo que sobre un bajorrelieve,
conservado y posteriormente reunido en el palacio episcopal de Ostia.
Desconcertados por el falso nombre de Júpiter terrible, se han equivocado al
observar que Plutón y Serapis, ambos están caracterizados por llevar modium
sobre la cabeza, parecen la misma Divinidad.
Por lo tanto, este tipo de cabezas no son un Júpiter, sino un Plutón; como
justamente se conoce esta Divinidad, ni estatuas, ni cabezas de tamaño
natural, me jacto de haber multiplicado las similitudes de los dioses por
esta observación.
La serenidad de la mirada no es la única característica de Júpiter, él es
todavía reconocible por la frente, la barba y su cabello.
Sus cabellos se elevan por la parte superior de la frente, formando
diferentes plantas, que caen en bucles sobre los lados, como podemos
verlo en la cabeza grabada en cobre, y según una Ágata trabajada en relieve.
Este chorro de pelo es visto como un carácter esencial de Júpiter, que dice
de hecho, en sus hijos un parecido sorprendente con su padre.
Esto es lo que nos muestran claramente en las cabezas de
Castor y Pollux, en las dos estatuas colosales en el Capitolio, la que
es particularmente antigua, porque una de estas cabezas es moderna.
Esto parece ser aproximadamente con el mismo Esculapio: sus cabellos se
levantan por encima de la frente de una manera parecida a la de Júpiter.
De suerte que para estas partes no hay mucha diferencia entre el de los
(1) Senec. Herc. Fur. v. 721.
página 481
Dioses, y los hijos, lo cual nos es demostrado por la más hermosa cabeza de
Esculapio, una estatua más grande que de natural en la Villa Albani, y por
una infinidad de otras figuras de este Dios, entre otras, la terracota de la
colección de Herculano (¿#?).
Con este gran parecido del nieto y del abuelo, podemos remarcar lo hecho por
los antiguos, a menudo el hijo se parece al padre, y aunque menos al abuelo es
necesaria la naturaleza en la conformación de sus criaturas, y también se
prueba por la experiencia respecto a los animales, especialmente con respeto
a los cabellos.
Como resultado de esta observación, tenemos fundamento para creer, cuando se
dice en un epigrama griego, sobre una estatua de Sarpedón, hijo de Júpiter,
que la sangre del padre de los Dioses, se manifestaba en el rostro de este
héroe, que no tenía los ojos cargados de este personaje, pero llevaba los
cabellos elevados sobre su frente, que indicaban este origen (Anto. Palatina).
Las cabezas de Serapis y Plutón, nos ofrecen un cabello arreglado de manera
diferente del que hacen a Júpiter.
Para hacer la cara y los ojos del Dios, ponen más sombra y más severidad, y
el pelo recogido sobre la frente, como lo representan en una hermosa cabeza
de basalto verde, de Serapis en Villa Albani, una cabeza de mármol colosal de
la Villa Pamphili, y una cabeza de basalto negro en el palacio Giustinianí.
Independientemente de su carácter, se ve una cabeza de Serapis grabada como
un bajorrelieve, en una Ágata en la colección Farnese Real de Nápoles (#),
y una cabeza de mármol de este Dios, en la colección del Capitolio, con la
barba de su barbilla dividida en dos, lo que merece ser notado como una
singularidad.
(1) Anthol L.5.p.530.
página 482
La misma observación es válida para los Centauros, sobre su pelo para arriba
por encima de la frente, justo como hacen con los de Júpiter, al parecer,
para indicar su afinidad con este Dios.
Así está hecho no solo en la fábula deL trato de
Ixion donde con una nube Júpiter había sustituido a Juno.
Yo se bien que el
Centauro Quirón, del gabinete de Herculano, en el que se caracteriza por
estar rendido, está pintado en grande, y no tiene el pelo lanzado a la
manera que les indico, pero como ya he hecho mis observaciones sobre el
Centauro de la Villa Borghese, y más antiguos estos del gabinete del
capitolio (#
,
#), huyo imaginar, que su fundamento del pelo tenga alguna afinidad remota
con el padre de los dioses.
Jupiter se distingue de los dioses por su pelo, o el cabello descendiendo a
lo largo de sus lados cubriéndole todo el oído.
Además, él tiene los pelos más largo que los otros dioses; y forman bucles,
como haciendo ondas, de manera similar a como he señalado anteriormente,
en la melena del león.
Parece ésta, la agitación de la crin del Rey de los animales, y el
movimiento de las cejas cuando está en cólera, (1) que el poeta tenía ante
sus ojos en su famoso cuadro de Júpiter en el olimpo por la agitación de la
cabellera y el ajetreo de su pelo en el movimiento y las cejas.
La configuración de Neptuno¿#?, en la figura de la
única estatua del Dios que está en Roma, y que se encuentra en la Villa
Médici, es un poco diferente a la de Júpiter.
Tiene la barba más rizada, y hay una diferencia a considerar
(1) Busson. Histoire natualle du Lion
página 483
en la manera que el cabello se eleva sobre su frente.
A este respecto, yo me apoyo en un pasaje mal entendido de Filóstrato, donde
el retórico, haciendo la descripción de una tabla de Neptuno y Amymone, se
expresa asi: KYMA GAR IDI. KYRTOUTAI ES TON GAMON, GLAUKON ESTI, KAI TOU
CHAROPOU, PORPHYROUN DE AUTON O POSEIDON GRAPHEI , κῦμα γὰρ ἤδη κυρτοῦται ἐς τὸν γάμον, γλαυκὸν ἔτι καὶ τοῦ χαροποῦ τρόπου, πορφυροῦν δὲ αὐτὸ ὁ Ποσειδῶν γράφει. (Filóstrato cuadros VIII).
Olearius en su discurso de Filostrato, ha interpretado la última parte de la
frase, por un círculo de oro, o por un halo alrededor de la cabeza de
Neptuno; se reanuda en esta ocasión el escoliaste de Homero, que le da la
palabra, PORPHYREOS πορφύρεος, por objcurus. Errónea en la una y la otra aserción.
Filóstrato dice: El mar comienza a formar las ondas KYRTOUTAI, κυρτοῦται, y Neptuno las colorea
de un tono púrpura.
Esta descripción se basa en una observación que se hizo, que la primera
agitación del mar mediterráneo después de una profunda calma en la distancia,
se da una explosión de ondas rojizas, de suerte que las olas elevadas
parecían de color púrpura.
En cuanto a la conformación de los dioses marinos de orden inferior, remarco
que son totalmente diferentes de Neptuno.
En la excepción de un busto en la oficina del
Capitolio, me parece que ninguna, para más claridad dos
cabezas colosales de Triton, que están en la Villa
Albani;
Hice grabar una en mis Monumentos de la antigüedad. (nº35)
Estas cabezas se caracterizan por unas especies de aletas que forman las
cejas, y que parecen las cejas de Glauco, Philostrato nos hace la
(1) Philostrat. L.I.Icon.7.p.775
página 484
descripción (x) tales aletas retornan otra vez sobre las mejillas y la
nariz, y también le rodean la barbilla.
Es así por lo tanto, que están representados los
tritones sobre diversas urnas funerarias, una de las cuales se mantiene en
la colección del Capitolio.
Al igual que los antiguos tenían elevados grados de la belleza humana, hasta
la belleza divina, este último grado se reservó para la belleza por
excelencia.
En la representación de sus héroes, es decir, de los hombres que en la
antigüedad daban la más alta dignidad de nuestra naturaleza, estos hacían
hasta el límite de la Divinidad, pero sin pasar a la otra y sin confundir la
delicada diferencia de estas dos naturalezas.
Grabadas, en las medallas de Cirene, no hay necesidad
de mirar la lujuria en la figura de Baco, con un golpe de grandeza
divina sería Apolo.
Minos, en las medallas de Gnossos, tiene una mirada orgullosa que
identifica un personaje real, parece un Júpiter bondadoso y clemente.
Los artistas imprimen sus formas heroicas en los héroes, y realzan ciertas
partes peores, por encima de lo natural.
Ellos animan sus músculos, dándole una actividad extraordinaria: y en las
acciones vehementes, ponen en juego todos los recursos de la naturaleza.
El objeto que se proponen por estos métodos, es introducir la mayor variedad
posible, la calidad en la que Mirón superó a todos sus predecesores.
Esto se ve todavía en el pretendido
Gladiador de Agasias de Efeso conservado en la Villa Borghese.
El rostro de esta figura está hecho de una determinada persona, en la que nos
esforzamos para atraparle la semejanza, y
(1) Philostrato. L.2.Icon.15.P.833
página 485
los músculos laterales apretados, como para rompense, con el movimiento y la
elasticidad que da la naturaleza.
Hay aún un ejemplo más sorprendente en los mismos músculos del Laocoonte, es
una naturaleza exaltada por el ideal, cuando comparamos esta estatua en
comparación con la misma parte del cuerpo, las figuras deificadas o divinas
como Hércules y el
Apolo de Belvedere.
En el
Laocoonte, el movimiento de estos músculos está del lado de la verdad que
parece posible, apilados como las olas, que corresponden uno a otro, para
expresar la mayor concentración de fuerzas de compresión, en medio del dolor
y la resistencia.
En
el torso, o el Hércules deificado, los mismo músculos hacen una forma
ideal de la más alta belleza, elevada de manera fluida, ofrecen una cadencia
variada como una ondulación del mar en calma.
En la figura de Apolo, de una belleza divina, los músculos son de la más
suma delicadeza soplados en ondas casi imperceptible que están más sensibles
al tacto que a la vista.
Considerando estos diferentes puntos de vista, la belleza es siempre el
principal objeto de los artistas.
La poesía y los poetas los autorizan en la configuración de jóvenes héroes,
dejando el espectador inseguro del sexo de sus principales figuras:
Estratagema que podían practicar en la representación de un
Aquiles, y el encanto de su cuerpo, seguramente
cuando permaneció escondido sin el hábito del sexo entre las hijas de rey
Lycomedes.
Así aparece este héroe en un bajorrelieve de la Villa
Belvedere en Frascati, tema que he colocado a la cabeza en el
prefacio de mis monumentos de la antigüedad (#).
Este mismo sujeto está aun representado en otro
bajorrelieve de la Villa Pamfili.
Un artista podría darnos también esta belleza problemática en Teseo, que
habían querido representar
página 486
este héroe disfrazado de una joven cuando fue de Trezen a Atenea. Pausanias
nos dice, que él apareció con un vestido largo que descendía hasta sus pies,
y que fue tomado por una muchacha hermosa, por los obreros que trabajaban en
el templo de Apolo, y que estaban asombrados de su figura al ver caminando
por la ciudad un joven de una belleza tan cumplida
(Pausanias
Libro I 19-1),
Es necesario reconocer la idea de la belleza, y la consideración de la edad,
que ha estado descuidada por los antiguos pintores, que trataron uno de los héroes
de esos primeros intentos de Héroes, en una pintura realizada en Herculano.
El artista ha representado a
Teseo en un tamaño gigantesco, vencedor del Minotauro en Creta, mientras
que los los niños y niñas de Atenas le besan las manos, y le muestran su
reconocimiento.
Poussin, estuvo aún más retirado de la verdad y la belleza de la juventud, en
una tabla, perteneciente al Sr. Vanvitelli, Arquitecto del rey de Nápoles.
El pintor moderno ha representado a
Teseo cuando levantó la piedra, donde su padre había ocultado su espada
con uno de sus zapatos, y él encuentra lo uno y lo otro en presencia de su
madre Etra.
Este héroe no tenía más que dieciséis años, cuando dió esta primera
evidencia de su fuerza, y él aparece aquí con la barba, de edad en un hombre
hecho, y el cuerpo privado de todos los encantos de la juventud. No diré
nada de los edificios, o de un arco de triunfo, que no están de acuerdo con
el siglo de Teseo.
El juicio de M. Watelet tiene Héroes y semidioses de los antiguos, que no
parece ser el resultado de la consideración de las estatuas antiguas. Este
escritor parece querer establecer, como se forman los caracteres
(1) Pausanias. L. I. p. 44
página 487 LIBRO
de su conformación, "con las articulaciones " y los miembros bien desnudos,
apretados, poco cubiertos por " carne, la cabeza pequeña, el cuello nervioso,
anchos hombros " y alto, el pecho elevado, las caderas y el vientre
" pequeños, muslos musculosos, los principales músculos marcados y sueltos,
las piernas secas por abajo, los pies "delgados y la planta de los pies
huecos (1)."
Las sublimes concepciones de los Artistas antiguos sobre la belleza de los
Héroes, habrían tenido que dar a nacer las idea de los artistas modernos,
cuando tuvieron que hacer frente a la figura del Salvador, para tomar
semejanza con las profecías, que le anuncian como el más hermoso entre los
hijos de los hombres.
Pero en la mayor parte de estas figuras, empezando por las de Miguel Ángel,
la idea parece prestada de las producciones bárbaras de la Edad Media: uno
lo puede comprobar nada más ver, en la más vil fisonomía del aire de la cabeza de
Cristo, ¡Raphael tenía diseños más nobles!. Esto es lo que vemos entre otros en un
pequeño dibujo, que está en la Real colección Farnese
de Nápoles, y que representa a Jesucristo llevado a enterrar.
Aquí la cabeza del Salvador, ofrece la belleza de un joven héroe sin barba (¿#?).
Annibale Carracci es el único que ha seguido a Rafael. Esto es lo que vemos
en tres pinturas con el mismo tema.
La Primera está en Nápoles, (#)
en el gabinete del que hemos hablado, la segunda está en Roma, en san
Francesco a Ripa (#),
y la tercera también en Roma, en la capilla del palacio Pamfili.
Sin embargo, esta configuración del Salvador era una innovación sorprendente
para algunas personas, debido al uso de representarlo con una barba. Yo
considero al artista contemplando y tomando por modelo
(1)l´Art.de peindre. Refl.fur les proportions.
página 488
al Cristo de Leonardo da Vinci. Para mí, yo no he visto jamás una cabeza más
bella en un Salvador, que la cabeza de la mano del mismo maestro (¿#?),
cabeza admirable, que se encuentra en la colección del príncipe de
Lichtenstein en Viena: la cabeza, a pesar de la barba, lleva la impronta de
la más alta belleza varonil, y se podría recomendar como el modelado más
perfecto.
Para concluir este artículo, voy a decir que después de haber descendido los
grados que conducen a los Dioses y los Héroes, podemos encontrar los mismos
grados que conducen, los héroes hasta los dioses.
El proceso de hacer de un Héroe un Dios, se opera más mediante la supresión
que de la adición, es decir, que se calcula restando gradualmente los
ángulos demasiado cuadrados, y pronunciados por la naturaleza, hasta que la
forma se lleva a portar una talla fina en ejecución, que parodia que solo el
espíritu está allí.
Sin embargo, estas diferentes gradaciones en las formas, y en tallas, no se
encuentran en las figuras de bellezas femeninas: ellas no difieren en la
talla, en relación con su edad.
Vemos en las Diosas y en heroínas de la antigüedad, que los artistas las
hacen conformes las unas con las otras, y las representan con los miembros
igualmente plenos, y redondeados: se ven más fuertemente pronunciadas algunas
partes de las heroínas, donde les hacen fuerte su carácter, que distingue el
sexo.
Como entre los sabios se encuentran menos comentarios hechos, sobre la
belleza de las mujeres, así los artistas también estudian esta belleza menos
complicada, y más cómoda.
La naturaleza misma parece funcionar con más facilidad en la conformación de
la mujer, que en la del hombre, si bien es cierto que nacen menos varones que
hembras.
Eso es lo que hizo decir a Aristóteles, que la
página 489
naturaleza, en sus operaciones, siempre apunta a la perfección, en la
formación del hombre; y añade, cuando el objetivo, es la conformación del
sexo masculino. Y no puede ser alcanzado por la resistencia de la materia,
cuando ella forma el sexo femenino.
Como esta razón podría no resultar concluyente para muchas personas,
informaré mejor de lo que se siente, en la contemplación de la imitación de
la belleza natural de las estatuas de las mujeres, que requieren muchos menos
problemas.
Y es que la mayoría de las Diosas, y todas las heroínas están cubiertas, como
yo lo voy a hacer ver a continuación, en la sección de ropajes.
Al contrario, en la inspección de la mayor parte de las estatuas de los
hombres, nos muestra que los artistas tenían el uso de representarlos
desnudos.
Cabe señalar sin embargo, que cuando hablo de semejanza del nudo en las
figuras femeninas, se entiendo que digo de la talla, y que excluyo el
carácter de la cabeza, especialmente impresas para cada Diosa, y cada
heroína, carácter que nos hace conocer no solamente a las Diosas superiores,
sino también a las deidades menores, a pesar de estar privadas de los
atributos particulares que se les dan ordinariamente.
Los antiguos artistas, han tratado de combinar la belleza en su más alto
grado, con el carácter propio y la fisonomía de cada divinidad.
No se contentan con haberlas dado en la cabeza, aires similares a estas
personas divinas, que le imprimen estos rasgos característicos, a las
máscaras de las mujeres.
Entre las deidades, Venus como la diosa de la belleza, con razón ocupa el
primer lugar.
Ella sola, con las Gracias y las deidades del hacer, o las horas, tiene el
privilegio de parecerse en la ropa.
Ella se
página 490
encuentra así representada con más frecuencia que las demás diosas, y con
diferentes edades.
Voy a hacer aquí una breve descripción de la estatua de la diosa, conservada
en Florencia.
La Venus Medici es similar a una rosa, que aparece tras una bella aurora,
y que florece al amanecer del sol.
Ella entra en esta edad, donde los vasos comienzan a extenderse, donde el
seno toma consistencia.
Cuando la contemplo en su actitud, yo me imagino a esta Lais, que Apeles
instruía en los misterios del amor:
Me la imagino ver, cuando apareció, cuando ella estuvo obligada por primera
vez a quitarse la ropa, y permanecer desnuda a los ojos del artista
extasiado.
Esta es también la actitud de la
Venus Capitolina, una de las mejor conservadas de las otras figuras de
esta diosa, ya que no le falta más que algunos dedos (1).
Tal es todavía la disposición de otra Venus, colocada en Troas, y copiada por
un cierto Menophantus (#),
como vemos por la inscripción siguiente:
ATTOTΑΠΟ ΤΗС
ΕΝΤΡΟΑΔΙ
ΑΦΡΟΔΙΤΗС
ΜΗΝΟΦΑΝΤΟС
ΕΠΟΙΕΙ
Sin embargo, estas dos figuras se representan en una edad más madura, y con
mayor estatura que la Venus
(1) Mus.Capit.T.3.tav.19.
página 491
Medici.
La Tetis a medio vestir, en la Villa Albani, nos ofrece un talla virginal
casi como la de Venus en cuestión: parece aquí, en esa edad en la que se
casa con Peleo.
En el Tomo siguiente se encuentra la descripción de esta figura.
La Venus celeste, es decir, aquella que nació de Júpiter y Harmonía, y que es
diferente de la otra Venus, hija de Dione, ésta se caracteriza por una alta
diadema sobre la cabeza, en el estilo de la usada por Juno.
La Venus Victoriosa,
Victrix, porta una diadema similar.
La más bella estatua de esta diosa, que está sin brazos, y que posa con el
pie izquierdo sobre un casco, fue descubierta en las excavaciones del teatro
de la antigua Capua.
Esta figura decora hoy el Palacio Real de Caserta.
En algunos relieves representando el rapto de Proserpina, vemos a Venus
vestida que lleva una coleta como una diadema.
Esto es más notable en particular, en dos sarcófagos
del palacio Barberini, donde la diosa está, acompañada de Palas, Diana y
Proserpina que disfruta recogiendo flores en los prados de Enna en
Sicilia.
Otras diosas no llevan este tocado, excepto Thetis
sobre la cabeza, de la cual se ve esta diadema subida en la tabla en un
hermoso jarrón de terracota de la biblioteca del
Vaticano, que publiqué en mis Monumentos de la antigüedad (nº131).
Pero la una y otra Venus, han llenado los ojos de dulzura, con una mirada
lánguida y amorosa, que los Griegos llaman UGRON, ὑγρὸν, que yo lo haré ver más
adelante
(1) Monumento.Ant.
Ined.No.131.
página 492
en mis observaciones sobre la belleza de los ojos.
Esta mirada, siempre tiene líneas alejadas de trazos lascivos, pero ciertos
escultores modernos han pretendido caracterizar sus Venus en la antigüedad
con Amor, que era visto por los artistas, así como por los filósofos
sensibles, como colega de la sabiduría, TA SOPHIA PAREDROUS EROTAS,τῇ σοφίᾳ παρέδρους ἔρωτας ,
(Eurípides
Medea 840).
Si he dicho antes entre las diosas a Venus sola, con las Gracias y las
Horas, tenía el privilegio de aparecer desnuda. Yo no pretendo decir que
esta diosa fuera representada constantemente sin vestidos:
la Venus de Cnido de la mano de Praxíteles nos enseña lo contrario
(Plinio
el Viejo Libro 36 -20).
Todavía se conoce de esta diosa, una hermosa estatua
vestida, que una vez se vio en el palacio Spada
y que pasó después a Inglaterra.
Así todavía se representa en trabajos de relieve en
dos hermosos candelabros (nº30), que en algún momento se encontraban en
el palacio Barberini y que ahora pertenecen al
Escultor Cavaceppi.
Juno, independientemente de su alta tiara, en elevada cresta, es
reconocible por sus grandes ojos, y su imperiosa boca, rasgos que
caracterizan bien a esta diosa, que se ha reconocido en un perfil simple en
la cabeza de una mujer, bajorrelieve fragmentado de la
colección Strozzi.
La cabeza más bella de esta diosa, de tamaño colosal, se encuentra en la
Villa Ludovisi (#);
al mismo tiempo la vemos, en una cabeza más pequeña de Juno (#),
que merece ocupar el segundo lugar.
(1) Eurip. Med. v. 843.
(2) Plin. L-36 cí. c.5, $. 5.
(3) Monum. Ant, ined. No. 30
página 493
la más hermosa estatua que tenemos de esta Deidad está en el Palacio
Barberini (#).
Palas y Diana, ambas armadas, temibles grandes características, y su pelo
rubio anudados en la parte superior de la cabeza, tienen siempre un porte
grave.
Y Palas, de acuerdo con la idea de que nos da Stace (1), es sobre todo la
imagen de la modestia virginal.
Libre de todas las tentaciones del sexo, ella venció a amor.
Los ojos de Palas parecen explicar la denominación que los griegos y los
romanos dieron a la niña del ojo: que llaman Pupilas, joven niña y la KERAI, κόραι,
que tiene el mismo significado (2)
Esta Diosa tiene los ojos menos centrados, y menos abiertos que Juno, y no
lleva la cabeza en alto, y los ojos están bajos, como una persona centrada en
una dulce meditación.
Lo contrario de esta actitud, aparece en las cabezas de Roma, como dominante
de tantos imperios, anuncia en su confianza real, portando un casco y un
Palas.
Hago notar aquí, que la configuración de Palas en las medallas Griegas de
plata, de la ciudad de Velia, en Lucania, donde lleva alas (#)
a ambos lados de su casco, nos ofrece exactamente lo contrario de lo que
dije, en las estatuas y bustos de la Diosa, para estos monumentos, tiene
grandes ojos, y ella lleva su mirada en alto. Su pelo, por lo general muy
pegado por detrás de la cabeza, baja en largos bucles
(1) Palas & asperior PHcebi
Soror, utraque telis, Utraquc torva genis, flavoque in vertice nodo. Stat.
Theb, L.2.v.237
(2) V. Not. ad Longin, c. 4. p. 92.
página 494
desbaratado por debajo de la cinta que los ata.
En este peinado particular, Palas parece haber recibido el apodo poco
conocido de PARAPEPLEGMENA , παραπεπλεγμένα.
Polluce explica esta palabra por ANAPEPLEGMENA,ἀναπεπλεγμένα, que nos proporciona una idea
más clara.
Presumiblemente este epíteto, se refiere a este tipo de cabello, incluyendo
la manera de recogerlo según explica el escritor en cuestión.
Como en esta diosa es costumbre de llevar el pelo más largo que otras
deidades, es posible que hubieran tenido ocasión de jurar por su pelo.
No es común ver a Palas, con la mano derecha que descansa sobre la cabeza,
coronada por un casco, sentada junto a Júpiter, en el pináculo del templo de
este dios.
Así está representada en un bajorrelieve del Capitolio, que representa
el sacrificio de Marco Aurelio.
Todavía vemos lo mismo en un medallón de Adriano, en la Biblioteca del
Vaticano (1).
Diana tiene más formas que todas las otras diosas superiores, en la forma y
el aire de una virgen.
Equipada de todos los atractivos de su sexo, ella parece no darse cuenta de
que es hermosa.
Pero sus ojos no están bajos, como los de Palas.
Sus ojos llenos de alegría, se dirigen al objeto de su placer, la caza.
Esta diosa, suele ser representada en plena carrera, llevando sus ojos hacia
adelante y, arrojando los objetos contiguos, que lanza lejos de ella.
Sus cabellos van hacia todos los lados sobre la cabeza, y forman detrás del
cuello, como un nudo, como las vírgenes; pero delante no está ceñido con una
diadema; y en la cabeza no porta ningún adorno
(1) Venut. num. Alb. Vetic.T. i.Tab.2.
página 495
de los que le ponen en los tiempos modernos.
Su talla es muy ligera, y más esvelta que las de Juno y las Palas.
A Diana mutilada, sería también fácil de reconocer entre otras diosas, como
es fácil, en Homero, de distinguir de las hermosas Oréades sin compañeros.
La mayoría de las veces, Diana sólo lleva un vestido realzado, que le llega a
las rodillas, pero también se muestra con vestidos largos
Y ella es la única Diosa, que a veces se encuentra con el seno derecho
descubierto.
Ceres no se encuentra representada en ninguna parte, con más belleza que
sobre una medalla de la ciudad de Metaponto, en la Magna Grecia, Medalla que
se encuentra en Nápoles, en la colección del duque de Carassa Noia, y que
lleva en el reverso, como de costumbre, una espiga cuya hoja está rematada
con un ratón(#,#).
Así la vemos, como en otras simulaciones de la Diosa en las medallas, aun
teniendo su velo y vestido, tirado sobre la espalda de su manto; en el
reverso espigas y hojas, y tiene la cabeza rodeada por una alta diadema, al
gusto de Juno, y el pelo delantero, que cae sobre la frente con un agradable
desorden: de suerte que es probable lo que queríamos indicar, por su
aflicción por el rapto de su hija Perséfone.
Las ciudades de la Magna Grecia y Sicilia, han tratado de dar la máxima
belleza a sus medallas, y de imprimir esta belleza, sobre todo a estas
cabezas de Ceres y su hija.
También será difícil encontrar las más hermosas medallas, y monedas,
que aquellas de Siracusa, que llevan la cabeza de Proserpina, y en el
reverso un ganador subido
página 496
en un carro (#).
Informan de la misma pieza, en la Colección de medallas de Pellerin (1),
aunque habría merecido estar mejor grabada.
Proserpina está coronada con largas hojas puntiagudas, similares a las que
rodean la cabeza de Ceres, su madre; Creo que son hojas de maíz y no son
hierba, contra la opinión de algunos anticuarios, que han pretendido
encontrar en esta cabeza, la imagen de la ninfa Aretusa.
De todas las imágenes de las diosas, las más raras son las de Hebe.
Dos obras trabajadas de relieve nos ofrece la parte superior de su rostro;
en uno, está la representación de la Reconciliación de
Hércules, en la Villa Albani, donde se ve su nombre al lado de la
figura. como en el otro, que es una gran cuenco de
mármol en la misma Villa, que es una figura similar a la anterior
perfectamente.
Este cuenco aparecerá en el tercer volumen mis Monumentos de la antigüedad.
Pero estas similitudes no nos proporcionan una idea particular de Hebe, para
cuando la vemos sin atributos.
La Villa Borghese conserva un tercer bajorrelieve, donde
Hebe aparece postrada en el momento que le quitan su
trabajo y lo dan a Ganímedes (nº16), y aunque la representa sin ningún
atributo se reconoce fácilmente el tema sobre el mármol.
Pero aquí Hebe destaca de las otras diosas en la forma del vestido, que se
plantea a la manera de las jóvenes victimas nombradas por Camilles, y los
muchachos que servían en la mesa.
(1) Recueil de Méd.du cab. de Peller. T.3. p.III
(2) Monum.Ant.ined.N.16.
página 497
Entre las diosas menores, voy a entrar en particular en las Gracias, las
Horas, las ninfas, las Parcas, las Furias y las Gorgonas.
En los tiempos más remotos, las Gracias y Venus, con las ninfas y su
personal, estuvieron representadas completamente vestidas.
Pero no se ha mantenido creo, más que sólamente un monumento donde aparecen,
y así figuran, en el altar triangular de Villa Borghese (#,#,#),
obra etrusca de la que a menudo hablamos.
Respecto de las Gracias desnudas, las del palacio
Ruspoli, cuyas figuras tienen la mitad de las proporciones naturales,
son las más grandes, más hermosas y mejor conservadas; y las cabezas son
originales, mientras que las de la Villa Borghese son
modernas y feas, que pueden servir para fijar nuestro juicio.
Estas cabezas están hechas con algún ornamento, y el pelo se atan alrededor
de la cabeza con una tira estrecha; pero en dos de estas figuras, lo tienen
recogido en un nudo, con un moño en el cuello.
La fisonomía de estas deidades no expresa ni la alegría, ni la gravedad: se
anuncia como una dulce satisfacción, propia de la inocencia de esa edad.
Las Horas,Ὧραι, hijas de Temis y Júpiter, son las compañeras de las Gracias, es
decir, las que hacen de Diosas de las estaciones y de las bellezas.
Algunos poetas les dan el Sol por padre.
En la más alta antigüedad del arte, las horas estuvieron representadas
solamente por dos figuras; luego pasaron a un número de tres, debido a que
el año estaba dividido en tres partes: la primavera, el otoño y el invierno.
Sus nombres eran Eunomia, Dice, e Irene.
Los poetas y los artistas, comúnmente las representan danzando. En la mayor
parte
página 498
de los monumentos parecen de la misma edad.
Sus vestidos son generalmente cortos, como los de las bailarinas, y sólo
descienden hasta la rodilla; sus cabezas están coronadas con hojas de palma
trenzadas.
Es así como las encontramos peinadas sobre una base
triangular de la Villa Albani, informo de la pieza en mis Monumentos
de la antigüedad (nº47).
Al pasar el tiempo, quedaron fijadas en cuatro estaciones. El Arte
introdujo a su vez las cuatro horas, así se las
puede ver en una urna funeraria en la misma Villa. (¿#?)
Las horas están representadas en diferentes edades, con largos vestidos,
pero sin estar coronadas de hojas de palma;
La hora de la primavera, se caracteriza por los rasgos de una chica ingenua,
que ofrece esta talla de la Juventud, en un epigrama de la Antología,
llamado el talle de la Hora de la primavera (Ant.Palat. ep.erot. 70).
Las tres hermanas de esta Hora, aumentan en edad gradualmente
Si el famoso bajorrelieve de la Villa Borghese nos ofrece un gran número de
figuras danzantes, en que se ve a las horas acompañadas de las Gracias (¿#,#,#?).
Con respecto a las ninfas, podemos decir que cada divinidad Superior, de uno
y otro sexo, tenía sus Ninfas, entre las que habría que poner también a las
Musas, como Apolo y las ninfas.
Las más conocidas son en primer lugar, Diana y las ninfas, o los Oréades,
ninfas de los árboles, o las Hamadríades, y en segundo lugar las ninfas del
mar, o las Nereidas, con las sirenas.
En cuanto a las Musas, las vemos representadas en diferentes monumentos con
más variedad
(1) Monum. Ant.ined.N.47.
(2) Anthol.L.7.p.474.L.10.
página 499
en la repetición, así como en la posición y en la acción, que las otras
ninfas.
Melpómene, la musa trágica, difiere de Thalia, la Musa cómica,
independientemente de los atributos que las caracterizan.
Y Thalia, sin nombrar a la otras Musas, se distingue de Erato y Terpsícore,
que rigen la danza.
El carácter y repetición de estas dos últimas Musas, habría tenido que dar
más ideas, a aquellos que la han hecho, la diosa de las flores, de la famosa
estatua se encuentra en el patio del palacio Farnese, y que levanta la mano
derecha desde debajo de la ropa, a la manera de las jóvenes bailarinas.
Engañados por la adición moderna, de una guirnalda de flores que ella
sostiene en su mano izquierda, la dieron por una
Flora, y ella es conocida sólo por los tontos con ese nombre.
Sin otra revisión, esta denominación se ha utilizado para dar el nombre de
flora, a todas las figuras de mujer, cuya cabeza está coronada de flores.
Yo se bien que los romanos tenían una diosa Flora, pero esta divinidad era
desconocida para los griegos, y nosotros admiramos el arte en este tipo de
estatuas.
O como se encuenta en numerosas musas, mucho más grandes que de natural, por
lo cual la una se convirtió en
Urania, también se observa así en el palacio Farnese,
Estoy seguro de que esta supuesta flora, representa una Erato o Terpsícore.
Porque si se mira la
Flora del Capitolio, cuya cabeza está coronada de flores, yo no le
encuentro el carácter de una belleza ideal.
Por lo tanto, creo que esta figura se refiere a la imagen de una hermosa
persona, que nos ofrece la corona que las diosas hacen, sin duda, ella es de
primavera.
En la descripción de las estatuas de la colección en el Capitolio, no
habríamos tenido que decir sobre esta figura, que
página 500
sostiene un ramo en la mano, ya que la mano y ramo, son adiciones modernas.
Las Parcas, Cátulo (poemas) nos ha representado sobre la figura de tres mujeres
agobiadas con la vejez, con las extremidades temblorosas, la cara arrugada,
con la espalda curvada y la mirada severa, son lo contrario de esa
descripción en más de un monumento.
Comúnmente se encuentran a las Parcas asistiendo en la muerte de Meleagro.
Son hermosas vírgenes con alas, y también tienen alas sobre la cabeza, se
distinguen por los atributos que se les da.
Una de ellas está siempre en el acto de escribir sobre un rodillo.
A veces las Parcas se encuentran sólo en número de dos, y así es como las
vemos figurar las dos estatuas, colocadas en el peristilo del templo de
Apolo en Delfos (Pausanias
Libro 10, 24-4).
No es hasta las Furias, que ellas no están representadas como hermosas
vírgenes, tanto sin serpientes como con serpientes alrededor de su cabeza, y
Sófocles las llama, AEI PARTHENOUS, ἀεὶ παρθένους , siempre vírgenes.
Sobre un jarrón de terracota, conservado en la colección Porcinari en
Nápoles, e informado en el segundo volumen de los jarrones de Hamilton,
las vemos pintado el brazo desnudo armadas de serpientes, y antorchas encendidas,
ocupadas en perseguir a Orestes (#).
Estas deidades vengadoras aparecen con la misma juventud, y la misma
belleza, sobre diferentes bajorrelieves romanos, que conmemoraban esta
aventura de Orestes.
Es cierto que las Gorgonas, estas diosas subalternas que cito las últimas,
no figuran sobre algún monumento
(1) Pausanias. L.10.p.858.1.25.
página 501
antiguo, excepto las cabezas de Medusa
Su forma no tendría casi parecido con la descripción de los antiguos poetas,
que les dan enormes dientes como colmillos de jabalí.
Medusa, una de las tres hermanas, era para los Artistas la imagen de la más
alta belleza, y también en este aspecto de fábula, nos la representan.
Medusa era, según algunas memorias citadas por Pausanias
(Pausanias
libro 2, 21-5), la hija del rey Forco, de las regiones marítimas
de Libia; que tras la muerte de su padre, tomó las riendas del gobierno, y
que ella llevó a los libios a la guerra.
Pero ella perdió su vida en su expedición contra Perseo; el héroe que no
podía dejar de admirar su belleza, a pesar de la palidez de la muerte, le
cortó la cabeza después de matarla en la lucha para presentarla a los
Griegos.
Una estatua restaurada de Perseo, conservada en el
palacio Lanti, es la más hermosa cabeza de Medusa en la mano.
Con respecto a estas mismas cabezas grabadas en piedras, la más bella, es
ante todo un camafeo en el Gabinete Farnese, en
Nápoles, y luego otra cabeza como una cornalina grabada por supuesto,
en la colección de Strozzi (#).
Estas Piedras son a la vez de una belleza superior, como la famosa
Medusa del marqués de Solón.
Esta famosa cabeza, grabada sobre una calcedonia, fue encontrada en un
viñedo en el Monte Celio, cerca de la iglesia de San Pedro y St. Paul, a
través un Vigneron, que vendió esta piedra en la plaza de Montanara cerca
del Teatro de Marcelo, a uno de los revendedores que llamaron Anticaglìari.
Éste, que al parecer no entiende nada, hizo una impresión en cera; y como lo
hizo en invierno, y la
(1) Pausanias. L.2.p.159.
página 502
cera no era lo suficientemente suave, la piedra se partió en dos,
Y este hombre no consiguió nada más que dos sequins.
Sabbatini, anticuario con conocimientos suficientes, la compró por tres
sequins.
Éste la montó en oro, y la vendió en cinco sequins al cardenal Alessandro
Albani, que aún no había abrazado el estado eclesiástico.
Rápido el cardenal dio esa piedra al mismo Sabbatini por Antigüedades, pero
él se la pasó en cincuenta escudos.
A estas diosas subalternas, yo las asocio como figuras ideales a las
Heroínas, o amazonas, que siempre tienen la misma conformación, o por la
totalidad, o por las partes: la cabeza con el aire de todas estas mujeres
guerreras, parecen ser hechas con el mismo modelo.
Ellas muestran una cara seria, de pelea o aflicción, o dolor; porque todas
sus estatuas nos ofrecen lesiones, y sin duda las que ha sobrevivido, en la
cabeza figura lo mismo. Las cejas se les da una forma de un corte; Como si este
proceso fuese particularmente, el uso en el viejo estilo del Arte, como
demostraré en el sexto Capítulo.
Donde conjeturamos que la amazona de Cresilas, estatua que ganó el premio
sobre las de Policleto y Fidias, había servido de modelo a los artistas que
han venido después.
Aquellos que han restaurado dos amazonas (
#,
#)
de tamaño natural, en la colección del Capitolio, han hecho nula atención a
las marcas distintivas: ninguna de las cabezas, ni la antigua ni la moderna,
cuadran con la estatua.
La sola fisonomía de una amazona, podría educar mejor a un escritor que se
atreve a decidir si una cabeza coronada de laurel, como una medalla de
Myrina, de la ciudad del Asia Menor, y fundada por las Amazonas, representa
a Apolo, o una de esas
página 503
heroínas(1)
Yo no voy a repetir aquí lo que ya he dicho en más de un lugar (2), a saber,
que no ven a ninguna amazona privada de la mama derecha.
Con motivo de la belleza ideal del sexo, yo no puedo impedirme de decir unas
palabras de las Máscaras de las mujeres.
Se encuentran con una forma de la más alta belleza, y todo esto en una obra
de ejecución bastante mediocre, como la que representa
una marcha de Baco en el palacio Albani: este monumento ofrece dos
máscaras de las mujeres que no me cansado de contemplar.
Me he alegrado de reportar este hecho, para hacer ver el error de que
representaban horribles todas las máscaras de los Ancestros.
Voy a terminar esta discusión general sobre la belleza en las formas, con la
consideración de la belleza en las máscaras, cuyo nombre parece darnos la
idea de algo simulado.
Procedo ya a la conclusión, tirando de las nociones universales de la
belleza entre los antiguos, y dejando las cosas que parecen menos dignas de
nuestra atención, en los objetos más sublimes del arte.
Esta conclusión será tanto más válida, que la obra sobre la que están estas
máscaras, y que fueron retiradas de un sarcófago, uno de los monumentos
antiguos menos estimados.
También entre todas las observaciones contenidas en esta historia, no es
algo que pueda ser de aplicación general más que en esto, porque puede ser
examinado y verificado, por remota que es, dentro de los tesoros de la
antigüedad.
No es lo mismo
(1) Petit, des Amazon. p.259.
(2) Monum. Ant.ined. Vol.2. P.184
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las búsquedas concernientes a la expresión, la acción, los vestidos y
especialmente el estilo; todas tienen que estar hechas antes de la
inspección de los monumentos antiguos.
Cualquier persona puede formarse una idea, de alta concepción que
caracterizan a las cabezas de las deidades, tomadas de las medallas y
piedras grabadas, o por sus impresiones y grabados de cobre, las producciones
de arte se encuentran en todos los países, incluso en aquellos que nunca han
visto las obras de un cincel griego.
Un Júpiter en las medallas del rey Filipo de Macedonia, como las de los
Ptolomeos primeros y Pirro, no está por debajo de la majestad de las figuras
de mármol.
la
cabeza de Ceres sobre las medallas de plata de la ciudad de Metaponto en
la Magna Grecia, y la
cabeza de Proserpina sobre un grupo de medallas de
plata de la ciudad de Siracusa, superan toda imaginación.
Yo lo puedo decir, entre una infinidad de piedras y medallas grabadas, que
detectan la más alta belleza.
Además, no podían producir nada bajo o mezquino en los tipos de dioses,
porque su configuración estaba totalmente determinada, y asimilada por
artistas entre los antiguos griegos, que se diría que había sido prescrito por
el derecho positivo.
Un Júpiter en las medallas de Jonia, fue acuñado por los griegos Dorios, y
es perfectamente similar al Júpiter de las Medallas de Sicilia.
Las cabezas de Apolo, Mercurio, Baco, de un Liber Pater, las cabezas de
Hércules de todas las edades, están diseñados en los mismos principios,
sobre las medallas y piedras grabadas, que sobre las estatuas y los
bajorrelieves.
Las leyes del arte exigieron de los Artistas, las más bellas figuras de los
dioses, realizadas por grandes maestros de la antigüedad, que como ellos
creían, las habían diseñado con una inspiración particular.
Es así que Parrasio, se jactaba de un Hércules que tenía
página 505
que se le había aparecido, y que él había pintado su forma que le ofreció.
Es en este punto de vista está sin duda Quintiliano, cuando dice, que la
estatua de Júpiter de la mano de Fidias, había contribuido mucho al celo,
y aumentar la reverencia por el mismo Dios
(Quintiliano Inst.ort.12-10).
Sin embargo la mayor belleza, como Cicerón dijo a Cotta
(Cicerón
de Natura 47) No se puede dar a los Dioses en el mismo grado; lo
mismo que el mayor pintor no puede dar la expresión más alta a todas las
figuras de un cuadro.
Esta petición sería tan irracional, como sería exigir a un poeta trágico,
poner en el escenario solo los Héroes.
(1) Cujus puîcritudo adjecijse aîiquid etiam receptae religicne vidttur. V.
Quint. Inst.L12.c.10.p.894.
(2) De Nat. Deor. T, I. c. 29.
página 506
Capítulo III.
De la Expresión y proporciones.
Independientemente del conocimiento de lo bello, el artista no debería menos
buscar y adquirir la expresión y la acción.
Demóstenes, hablando de un orador dijo, que la acción era la primera, la
segunda y la tercera parte de la elocuencia, porque una figura puede parecer
hermosa por la acción, pero nunca va a pasar por hermosa, si es defectuosa
en esta parte.
Por lo tanto, la enseñanza de la doctrina de las hermosas formas, es esencial
para unirse a la observación, y decencia en los gestos, y en las actitudes,
porque es en lo que consiste una parte de las Gracias.
Es por esta razón, que las Gracias son representadas como compañeras de
Venus.
Sacrificar a las Gracias, se dice en consecuencia por los artífices
página 507
estando alerta a las actitudes, y a la acción en sus figuras.
La expresión del arte, es una imitación de su estado de actividad, y
pasividad de nuestra alma y nuestro cuerpo, de nuestras pasiones, y de
nuestros movimientos, contiene el sentido mejor de la acción, y la
disposición del cuerpo.
Pero en el sentido más estricto del significado de la palabra, parece
restringir estos caracteres, a los que forman el aire de la cabeza, y las
características de la cara.
La acción que produce la expresión, refiere más en la obra por la
disposición, y el movimiento del cuerpo y extremidades.
Puede ser aplicado el uno y el otro sentido de este término, Aristóteles
encuentra y reprende las tablas de Zeuxis,
(Arist. Poet.3-3) ya que usa sin
ÎTHOS, ἦθος sin expresión, como el juicio que voy a explicar en el
tercer volumen.
Siendo que la expresión cambia los rasgos de la cara, y la disposición del
cuerpo; alterando por consiguiente, las formas que constituyen la belleza.
La mayoría de los cambios van en detrimento de la belleza.
De acuerdo con esta consideración, el silencio o la calma, es una de las
máximas, que era costumbre observar en relación a la expresión; porque,
según la opinión de Platón, este estado de ánimo fue visto como el estado
intermedio, entre el placer y la pena
(Platón República libro9-1).
Es por esto, que la calma es el estado más conveniente a la belleza, como lo
es al mar. La experiencia demuestra, que la mayoría de los más hermosos
hombres, suelen tener modales suaves y atractivos.
Y es por ello que se exige esta disposición, y en la obra y en el
trabajador: la idea de
(1) Plat. Rep. L.8.p.459.L.8. <
página 508
alta belleza, puede nacer sólo dentro de la meditación, cuando el alma
replegada sobre ella misma, aparta todas las imágenes individuales.
Por otra parte, la calma da al hombre ese estado, que hace que sea capaz de
conocer y examinar la naturaleza, y las propiedades de las cosas: porque
se descubre el fondo de los ríos y del mar, cuando el agua está tranquila, y
no agitada.
Se deduce de esta observación, que es sólo en paz, cuando el artista podrá hacer la
esencia misma del arte.
Pero este estado de calma y tranquilidad, no puede tener lugar cuando las
figuras están en la acción, y las figuras divinas, que sólo se pueden
representar por figuras humanas, no es posible darles una impresión de
carácter constante, de alta belleza.
La expresión fue por decirlo asi, calculada, y dada por peso y mesura a la
belleza; porque en el antiguo arte, la belleza era el justo equilibrio de la
expresión.
Por lo tanto la belleza, que era el objetivo principal de artistas, y
predominaba en sus composiciones, como el clavicordio, que lidera a todos
los instrumentos, el cual parece llenar dominante, en un concierto de música.
Del mismo modo que damos el nombre a todo el licor de vino, mezclado con
agua, de la misma manera podemos describir, como todas las formas hermosas,
con la expresión contrarrestada de la belleza.
La gran doctrina de Empédocles, como la amistad y la enemistad de los
elementos, cuya discordia y la armonía, operan en el estado actual de las
cosas en este mundo, parece hacer referencia a esta máxima
Arte: sin expresión, la belleza sería insignificante, y sin belleza la
expresión sería desagradable.
Esta es la acción y la reacción de estas dos cualidades, y es de la
atracción y la unión de estas dos propiedades discordantes, que nació la
hermosura conmovedora, la hermosura interesante.
página 509
La calma puede considerarse al mismo tiempo, como una variante de esta
modestia, que los griegos observan en su mantenimiento, y en sus acciones.
Suerte de esta modestia, que los griegos buscaban observar en sus acciones y
que anunciaban mucho, ellos creían que una marcha precipitada, chocaba con
las ideas de bienestar, y anunciaba una especie de rusticidad de las formas.
Es una manera de caminar, que Demóstenes criticaba a Nicóbulo: que contiene
la misma idea, hablar con insolencia y caminar con prisa (1).
Como resultado de esta forma de pensar de los antiguos, miraban el
movimiento puesto en el cuerpo, como una cualidad que caracterizaba a las
almas generosas
(Aristóteles
etica a Nicómaco 4-3)
Yo no necesito anotar, que cualquier figura cuya postura anuncia una
restricción servil, difiere de lo que realmente es mantener la modestia: es
con estos gestos forzados, el arte tiene destacadas algunas estatuas de
Reyes cautivos, que son representados con las manos cruzadas.
Plutarco nos dice que el rey Tigranes de Armenia, se hacía servir de cuatro
reyes vasallos, EPÎLLAGMENAIS TAIS CHERSIN, que marcaba la última
subyugación, OPER EDOKEI MALISTA TON SCHIMATÔN
(Plutarco
vida de Lúculo 21)
Los antiguos artistas observaron el aire, de la decencia en sus figuras
danzantes, con la excepción de las Bacantes.
Hay algunos que son de la opinión, de que en los primeros tiempos del arte,
los Artistas mesuraron y reglaron la facción de sus caras, sobre las
antiguas danzas, y que en los tiempos siguientes, en Grecia los danzantes a
su vez, no sobrepasan las buenas maneras, siendo tomados para el modelado de
las figuras de
(1) Demosth. adv. Pantanet. p. Jo. 1. 15. Cons. Casaub, Tkeophr.
Char.c.5.p.54
(2) Aristot. Eth. ad Nicomc.L.4. 3. p. 68.
(3) Plutarch. Lucull. p.923
página 510
Estatuas (1)
Esta aserción es confirmada por varias estatuas de mujeres ligeramente
vestidas; sin cinturón, y sin ningunos atributos y están representadas
ejecutando un baile muy decente (2); de suerte que ellas mismas carecen de
brazos, dicen por sus actitudes, que con una mano suavemente elevan sus ropas
sobre sus hombros, y con la otra la sujetan al lado de la cadera.
En este tipo de composiciones, hace falta que la acción haga las figuras
expresivas, y significativas; y como muchas de estas estatuas tienen una
cabeza perfecta, pueden representar a una de las musas, especialmente a la
danza, Erato y Terpsícore
(Apol.Rod.Arg.3-1).
Se encuentra este tipo de estatuas en las Villas Medici, Albani y otros
lugares.
Dos figuras similares de grandes como de natural en la
Villa Ludovisi (
¿#?), y varias estatuas de Herculano, no tienen cabezas
ideales; pero otra, colocada
encima de la entrada al
palacio Caraffa Colobrano en Nápoles, tiene una cabeza coronada de
flores de una belleza sublime.
Estas estatuas de hecho, podrían haber sido erigidas a las bellas
bailarinas, ya que sabemos de varios epigramas de la Antología
(Erótico 35) que
acordaban los griegos tales honores, a este tipo de personas.
Una marca cierta, de que estas figuras no solían representar las dos musas en
cuestión, es que
tienen un pecho desnudo, y que tal desnudez sería contra la
decencia de estas diosas castas.
La idea suprema de estos principios especialmente la tranquilidad, y el reposo
se hace en las figuras de las divinidades, de suerte que las imágenes del
padre de los dioses figura, e incluso
(1) Athen. Deipn.L. 14. p.629. B.
(2) Molli diducunt candida gestu brachia. Propert. L. 2. El. 18. v. 5.
(3) Schol. Apollon. Argon. L, 3. v. I. In Hesiod. E^y. «. p. 7. A.
(4) Anthol. L.4. c.35. p. 362. seq.
página 511
de las deidades subordinadas, hechas sin alteración y sin resentimiento.
Es así que el cantor de Aquiles, nos ha pintado su Júpiter, haciendo temblar
el olimpo por el movimiento de las cejas, y por la agitación de sus
cabellos.
(Iliada 1-528)
Se ve que la serenidad y la calma, se la han dado no solamente a las figuras
de inteligencias superiores, sino también a los dioses subalternos del mar.
En este tema, sin embargo, hay menos consultas de poetas que de artistas:
que caractericen a los Tritones, y se sirven de epítetos, que nos dan una
idea completamente diferente de éstos dioses del Mar, mientras que éstos los
han representado como una imagen del mar en calma, con el cielo azul
verdoso.
Esto es lo que podemos ver, o admirar
dos cabezas de
tritones, de forma colosal de la Villa Albani, y de las que ya he
mencionado,
Sin embargo, Júpiter mismo no está representado en todas sus simulaciones,
con ese aire de serenidad que le caracteriza normalmente.
Un bajorrelieve perteneciente al Marqués Rondinini, nos lo ofrece sobre
un sillón, con una mirada sombría. Vulcano detrás de
él, armado con un mazo, con el que acaba de golpear en la cabeza, esperando
a ver a Palas salir de su cabeza. Júpiter, aturdido por el golpe que
acababa de recibir, está como en los dolores de parto.
Este Dios por el nacimiento de Palas, nos produce hoy en día toda la
sabiduría intelectual sensible.
Pedí hacer grabar esa pieza, en el título del segundo volumen de mis
Monumentos Antigüedad. (
#)
El Apolo del Vaticano, nos ofrece a este Dios en un movimiento de indignación
contra la serpiente Pitón, que fue asesinada con flechas, y un sentimiento
de desprecio, como una victoria que estuviera por debajo de una divinidad.
El sabio
página 512
artista que se propuso figurar el más bello de los Dioses, empotra la cólera
en la nariz, que es donde se asienta, según los poetas antiguos, y el
desprecio con los labios.
Tiene la ira expresada por la inflamación de las fosas nasales, y el desdén
por la elevación del labio inferior, lo que provoca el mismo movimiento en
el mentón.
La posición y la acción del cuerpo, está análoga al efecto de la expresión
facial, que está en la sabiduría de los artistas antiguos, para darle las
cualidades, de acuerdo a la dignidad de sus dioses en sus rostros, y eso es
lo que llamaremos decoro.
No encontramos ninguna divinidad de la antigüedad, con las piernas cruzadas.
Tal posición, se habría considerado indecente también en un orador
(Plutarco
V.Paralelas Cicerón 17).
Los pitagóricos incluso, consideraban como poco decente, la acción de cruzar
la pierna derecha sobre la pierna izquierda cuando estaban sentados (2).
A partir de entonces, no creo que una estatua de bronce de la ciudad de
Elis, que apoya ambas manos, sobre una pica, y que tenía una pierna sobre la
otra, debería representar un Neptuno, como nos quiere hacer creer Pausanias
(Pausanias
Libro 6, 25-5).
Los intérpretes no han entendido bien esta forma de expresión: TON ETERON
TON PODON EPIPLEKON TO ETERÔ, τόν τε ἕτερον τῶν ποδῶν ἐπιπλέκων τῷ ἑτέρῳ, en latín por,
pedem pede premere, poner
un pie sobre el otro; habrían tenido que traducir por:
decussatis pedibus,
o lo que se llama
gambe incrocicchiate en italiano.
Apolo y Baco solamente se representan, en unas pocas estatuas para
expresar la vivaz primera juventud, y en la dulce suavidad de la segunda.
Una estatuad de Apolo
(1) Plutarch. consol. ad Apoll.p.194.1.10.
(2) Id. ttigì T p.78.L 17. isigì iïvateir.
(3) Pausanias. L.6.p. 517. L. 13.
página 513
el
Apolo del Capitolio (
tom3-tav-15), y algunas figuras similares, de la Villa
Medici, y la más hermosa de todas las figuras, la del palacio Farnese (
#),
como también en una tabla del Gabinete Herculano, que nos ofrecen a este Dios
con las piernas cruzadas (
tom.2-tav.17-herculano).
Entre las figuras de Mercurio, yo solo conozco un figura que tiene esta
posición, es decir, la estatua de la gran galería del duque de Florencia (
#),
estatua de la que el bronce del Mercurio del palacio Farnese, era
moldeado y formado.
Esta actitud se adapta individualmente, a un Meleagro y a
Paris, como lo demuestra la estatua de
este
último en el palacio Lancellotti.
En el Palacio Farnese, vemos un Mercurio de bronce, de tamaño natural, en la
misma posición; pero tenga en cuenta que es una obra moderna.
Entre las diosas, no conozco una que tenga esa pose, esta actitud les
conviene aun menos que a los dioses.
Desde entonces yo no deseo decidir de la antigüedad de una medalla del
emperador Aureliano, que representa a la Providencia de pie, con las piernas
cruzadas (3).
Con respecto a esta posición, en las ninfas podría aun convenirles, podemos
ver así en esta pose a una
Ninfa de tamaño natural en
la Villa Albani, y
una de las tres ninfas de
las que secuestraron a Hilas, en el palacio Albani (4).
Bajo estas observaciones, creo que tengo derecho a dudar de la antigüedad de
una piedra grabada, que representa una Minerva de pie vulgarmente llamada
Médica, sosteniendo una varita de una serpiente retorcida, y que tiene una
pierna cruzada con la otra.
Creo que mi duda está mejor fundada, en esta figura que muestra descubierto,
el pecho derecho, que
(1) Mus. Cap. T. 3. tav.15
(2) Pitt. Ere, T. 2. tav. 17.
(3) Tristan, com.hist- T. 3- P.183
(4) Ciamp. vet. monum. T.1.tav. 24.
página 514
se encuentra como una Palas, remarco, que dije durante una figura similar en
una piedra grabada, que se me mostró a mí como una obra antigua (1), y que
reconocí al contrario, por las razones que tengo para alegar (2)
Esta actitud también se considera adecuada juzgar, para las personas
afligidas.
Tal fue la posición de los Guerreros, formados alrededor del cuerpo de
Antíloco, hijo de Néstor, ENALATTOUSI TO PODE, ἐναλλάττουσι τὼ πόδε , inmersos en el dolor sobre la
muerte de su capitán, en una tabla, descrita por Filóstrato
(Filóstrato iconos 2-7).
Es en esta misma actitud, que Antiloco anunció la muerte de Patroclo, a
Aquiles, sobre un
bajorrelieve del palacio Mattei,
así como un camafeo, dos antigüedades que he publicado en mis Monumentos
(nº
129 ,
130).
Una tabla de Herculano nos ofrece la misma
posición (5)
Podemos decir lo mismo de los dioses rurales durante la Juventud.
Dos de los más bellos faunos en palacio Ruspoli (
#,
#)
plantan un pie detrás del otro de una manera ingenua, e incluso rústico,
como para indicar su naturaleza.
Es así que nosotros vemos la figura del joven, Apolo Sauróctono dos veces en
mármol en la Villa Borghese (
#,
¿x?), y en bronce (
#)
uno en la Villa Albani.
Estas estatuas representan probablemente al Dios pastor del rey Admete,
Es con la misma sagacidad, que proceden los ancianos Artistas, en la
representación de las figuras de los tiempos heroicos, así como en las
pasiones puramente humanas
(1) La Chausse Mus.
(2) Monts. Diar. p.122.
(3) Philost. L. 2. icon. 7.p- 821.
(4) Monum. Ant. íned. No. 129.130.
(5) Pitt. Erc. T. 4. tav.
página 515
Ellos imprimen los afectos del alma contenida de un hombre, en el rostro,
reprimiendo las chipas, que pueden escapar y relumbrar como fuego que
devora, y que no se descubre más que aquellos que lo reverencian, o que lo
buscan en profundidad.
Los mismos discursos que ponen los Poetas en la boca de los sabios: que
siempre llevan el carácter de esta, incluso la presencia en el espíritu.
Es por esto que Homero
(Iliada
3-218) compara las palabras de Ulises con los copos de nieve que
caen abundantemente, pero despacio.
Además los antiguos artistas, estaban convencidos de que la grandeza de la
mente, por lo general se acompaña de una noble sencillez, así como lo
expresa Tucídides
(Tucídides
libro3-45).
Es así que aparece en Aquiles, cuya carácter estalla en medio de la excesiva
ira, y de la inflexibilidad de su personaje:
Sus palabras anuncian un alma franca plenamente, incapaz de disimulo.
Como resultado de esta observación usted no verá el punto en la cara de los
Héroes de la Antigüedad, con ese aire de astucia, esa mirada inteligente e
irónica: usted descubrirá la franqueza y el candor, con la calma y
confianza.
Sin embargo el artista tiene menos libertad, que el Poeta en la
representación de los Héroes.
El poeta puede pintar como eran, en el momento en que las pasiones no
estaban aun alteradas por el freno de las leyes, ni por las encorsetadas
conveniencias de la vida social, porque las cualidades faciales del hombre,
tienen un buen informe acerca de su exterior, pero no tienen ningún punto
tocante a su configuración.
El artista, por el contrario, está obligado de hacer una cosa entre las
formas más bellas, y se encuentra reducido a un cierto
(1) Koe/ TO hn,$it, Thucyd. L. 3 p. III. l. 13.
página 516
grado de expresión de las pasiones del alma, para que esta expresión no
sea perjudicial para la configuración.
Uno puede estar convencido de la exactitud de las facciones, por dos de los
más bellos monumentos de la antigüedad, en uno de los cuales, nos ofrece la
imagen del terror y de la muerte, la otra, la tabla del dolor y el
sufrimiento, llevados a su punto máximo.
Las hijas de Niobe, contra las que Diana dispara sus flechas asesinas, están
representados en esta ansiedad indecible, paralizada en este sentido, cuando
la inevitable presencia de la muerte roba en el alma hasta la facultad de
pensar.
La fábula nos da una imagen de este estupor, que la privación de todo
sentimiento, de la metamorfosis de Niobe en roca: por Esquilo en su tragedia
de Niobe, donde la hace aparecer guardando un profundo silencio (1)
Tal situación, que suspende el sentimiento y la reflexión, sintiendo que se
ve casi en la indiferencia, no alteró los rasgos de la cara:
Por tanto, el artista aprendió que podría imprimir a sus figuras la más alta
belleza, como así lo hizo.
También Niobe y sus hijas, son y siempre serán modelados en buena realidad.
Laocoonte, es la imagen del dolor más profundo que se puede puede dar,
con los músculos, nervios y venas.
La sangre está efervescente, por las mordeduras que las serpientes están
haciendo rápidamente a las vísceras, y todas las partes del cuerpo en
contención, están expresando el más cruel sufrimiento, artificio por el cual, la
estatuaria ha involucrado todos los resortes de la naturaleza, y ha dado a
conocer, el alcance total de su conocimiento.
Pero en la representación de los horribles
(1) Schol. ad Aesch. Prom. v.
435.
página 517
tormentos, se ve aparecer el alma encerrada de un hombre, que lucha contra
sus males, y que quiere reprimir el resplandor del dolor, y que he tratado
de mostrar en la descripción de esta estatua, publicada en el tercer
volumen.
Y en esto mismo nos informa Filoctetes: los artistas de la Antigüedad han
preferido siempre, figurarnos al capitán, desde los principios de la
sabiduría, de las imágenes de la Poesía.
Los poetas nos los representan "Si exhalando quejas gritos" y "lágrimas, y
lloros
(Cicerón,
de lo Bueno- L2-29)."Si bien, las figuras de este héroe,
ejecutado en mármol y piedras grabadas, nos lo ofrece con un dolor
concentrado, como lo demuestran los que publiqué en mis Monumentos de la
antigüedad.
En el Ajax furioso, del famoso pintor Timomachus, no estaba representado
matando carneros, que tomaba para los líderes de los griegos, pero en el
momento que siguió esta acción, en ese momento instantáneo entrado en sí
mismo, la aflicción en el corazón, y en el alma la desesperación, él refleja
como un error sin sentido
(Filostrato
el joven descripción de cuadros, filóctetes).
Es así como figura en la denominada comúnmente
tabla ilíaca, en la colección del Capitolio, y en diversas piedras
grabadas (3).
Se encuentra todavía es una pasta de cristal antiguo, moldeado en una
camafeo, que representa los sujetos de la tragedia de Ajax de Sófocles; es
decir, representa a Ajax matando un gran carnero, y en ella además hay dos
pastores con Ulises y Palas, que muestra la furia de su enemigo
(1) Qiiod ejulatu, questu, gemitu, fremitibus
Resonandp multum, flebiles voces resert.
Ennius ap. Cic. de fin. L. 2. c.29
(2) Philost. L. 2. C. 22.
(3) Defer. de Pier. gr. du cab. de Stofth. p.384.
página 518
En la representación de figuras por el sexo, son conformes los artistas, al
principio observado en todas las tragedias conocidas de Antiguos, y
enseñadas por Aristóteles, de nunca hacer salir a las mujeres de su
carácter, es decir, jamás les hace parecer unas intrépidas, y de una
crueldad muy decididas
(Aristóteles
Poetica III-15).
De acuerdo a esta máxima, el sujeto que representa el asesinato de Agamenón,
ofrece el gobierno a Clitenmestra, en lugar del desastre de la entrada de
otra raza, donde ella iluminando al asesino, moja sus propias manos en la
sangre de su marido.
Es así como están representados los hijos de Medea, en otra tabla de
Timomachus, en la que fallecen por la daga y la locura de su madre, de
manera que su furia se mezcla con la compasión, sobre la suerte de estas
inocentes víctimas.
En algunas representaciones de mármol con el mismo tema, Medea parece
todavía indecisa acerca de cómo ejecutar su venganza.
Guiados por las máximas, los más sabios artistas antiguos, habían evitado la
deformidad, prefiriendo desviarse de la verdad de la figura, a herir la
belleza, como puede verse entre otros, en una Hécuba sobre un bajorrelieve
de mis Monumentos de la antigüedad (
nº145).
Sin embargo, en la mayor parte de los monumentos de esta reina desafortunada
aparece en una edad decrépita.
La estatua de
Hécuba de la colección del capitolio, y el relieve de la
abadía de Grotta Ferrata, nos la ofrece con el rostro arrugado, y otro
mármol de Villa Pamphili, que también aparecerá en el tercer volumen de mis
(1) Aristot. Poet. c. 18.
(2) Anthol. L. 4. c.9. p. 317.
página 519
Monumentos, que la representan con la piel marchita, y los pechos colgando:
mientras que en el monumento que he informado, vemos a la desafortunada
reina apenada, entorno a la madurez.
La figura de la madre de Medea, vista en el hermoso jarrón de terracota de la
colección Hamilton, del que hablé en el volumen Primero, va a estar juzgada
con esta modificación, ya que la madre, no está representada con más edad
que la hija.
El arte nos representa a los hombres ilustres, y personas constituidas en
dignas, con una noble actitud y gran firmeza, tal como los presentan a los
ojos del público.
Las estatuas de emperatrices romanas, se parecen a las Heroínas, lejos de
todo tipo de favoritismo en la gente, en el gesto, en la actitud, en la
acción: y haciendo que nosotros veamos en ellas, esta suerte de sabiduría
palpable, que Platón no creía un objeto de los sentidos.
Sobre los monumentos públicos, los emperadores romanos siempre aparecen sin
arrogancia monárquica, como los primeros de sus conciudadanos, y como
favorecidos de privilegios legalmente distribuidos, ISONOMOI; ἰσόνομοι, ya que las
figuras que les acompañan, parecen estar legalizados como su maestro, que no
se distinguen de los otros, nada más que por la acción principal del artista
que le dio.
Nunca ninguna figura que le presenta algo a un Emperador, no lo hace de
rodillas, a excepción de los cautivos, y nunca ningún personaje habla sin
tener sus cabeza inclinada.
Cualquier estatua muy lejos en Roma sobre los emperadores tiranos, ya que
sabemos que el Senado se postró a los pies de Tiberio
(Suetonio
Tiberio 24), vamos a decir a la gloria de Arte.
Su largo tiempo que mantuvo la cabeza levantada en esta capital del mundo,
como lo había hecho Atenas, en los tiempos
(1) Sueton. Tiber. c.24.
página 520
de su esplendor.
Dije que excepto los cautivos, hablando de los monumentos que nos ha llegado
a nosotros;
Pero sabemos de muchos de los que llevaban allí, eran reyes que habían dado
voluntariamente esta señal de sumisión a los generales Romanos.
Plutarco nos dice
(Vidas paralelas Pompeyo 33), como Tigranes, Rey de Armenia, había
venido voluntariamente a ver a Pompeyo. Este príncipe cuando llegó al
campamento romano, bajó de su caballo, tomó su espada de su espalda, y la
puso en la mano de los Lictores que habían ido a su encuentro; cuando
compareció ante Pompeyo, puso su tiara a sus pies, y le hizo una reverencia
- incluso.
Un número infinito de obras modernas, nos muestran lo poco que nos fijamos
en la observación de los vestidos, con respecto a esa parte.
Entre varios ejemplos me limitaré a informar de un bajorrelieve que fue
ejecutado hace unos pocos años en Roma, en La Fontana de Trevi, y que
representa al Arquitecto que da los planos del acueducto a Marcus Agripa (
#).
El escultor moderno, no contento con haberle dado una larga barba al ilustre
romano, que es contrario a todos sus retratos y medallas en mármol, que nos
ofrecen al antiguo arquitecto, con una rodilla en el suelo.
En general se puede establecer que en el arte, se habían prohibido todas las
pasiones violentas en los monumentos públicos.
Este precepto recibido como podrá demostrarse, puede servir de regla para
distinguir, la verdadera antigüedad de una obra supuesta; Y se puede luego
aplicar, a una medalla donde el campo representa una palmera, en la que
vemos un asirio, y una
(1) Plutarch. Pomp. p. 1163.
página 521
asiria que está a punto de arrancar su pelo con esta inscripción:
ASSYRIA. ET. PALAESTINA. IN. POTEST. P. R. REDAC. S. C.
La falsedad de esta medalla, se demostró por la palabra Palaestina, que no
se encuentra en ninguna medalla romana, con una inscripción en latín; pero
utilizando las observaciones, yo tendría que informar del mismo
descubrimiento, sin recurrir a tan sabias búsquedas (1).
Yo no decidiría por ejemplo si mujer puede estar representada en una tabla,
donde se arranca el cabello en su aflicción, pero sostendría siempre, que
esta acción no es adecuada para una figura simbólica, ya sea una medalla, o
en un monumento público, ella no sería, KATA ESCHEMA, κατὰ σχῆμα,
(según la constumbre) como dicen los
griegos.
El bajorrelieve de Grotta Ferrata que acabamos de mencionar, nos ofrece a
Hécuba, tratada de acuerdo con esa máxima.
La cabeza inclinada hacia la tierra, ella lleva la mano derecha a la frente,
para marcar el exceso de tristeza, en lo que parece ya sea en un movimiento
mecánico.
Prolongada en un dolor sordo, ella está al lado del cuerpo desfigurado de su
Hijo Héctor; no llora, porque las lágrimas cuando la aflicción toca la
desesperación, ya no puede surgir.
Cuando Séneca hace decir a Andrómaca
(Séneca
Las troyanas 410):
"Levia perpessae sumus, Si slenda patimur."
(No es muy grande el dolor si podemos llorar)
La prudencia de los Artistas, informando de la expresión, brilla en un día
muy hermoso aún, cuando nosotros
(1) Valois. Obs. sur les Médail. de Mezzabarba, p. 151,
(2) Seneca Troad. v.411.
página 522
comparamos sus obras con las de la mayoría de los artistas modernos.
No parecen haberse esmerado ni mucho ni poco, más bien hacen un poco
con mucho.
Ésto es lo que los antiguos habrían llamado PARENTHYRSOS, παρένθυρσος,
(Longinos de lo sublime 3 )
Y eso es lo que sus intérpretes han rendido por: o PARA PREPON, παρὰ πρέπον, o por PARA
SCHIMA THYRSO KERGI, παρὰ σχῆμα θυρσῲ χρῆσθαι, que luego hacen mal a propósito del tirso, o haciendo
el desfile, es decir, sobre el teatro, porque no había nada más que figuras
trágicas que lo portasen.
Por tanto, esta palabra significa, alguien que envanece cosas sin medida,
que calza el coturno a la cosa, o para el caso "socco dignis cothurno
incedit",
(comedia digna desde el inicio, socarronamente lo contrario) como dicen los latinos.
Yo informo aquí de la explicación porque creo que el verdadero significado
de la palabra PARENTHYRSOS, no ha sido hecha por los comentaristas de
Longino.
Es así que, que el modo parece caracterizar defectos, en la expresión de la
mayoría de los artistas modernos.
Es cierto que, para informar la acción, sus rostros recuerdan a los cómicos
de los teatros Antiguos, que para hacerse entender a la luz del día, en la
plaza del pueblo, por las personas situadas en las filas de atrás, se vieron
obligados a exagerar los gestos, y especialmente exagerar la verdad.
En los Modernos, la expresión facial recuerda las máscaras de los antiguos,
que por esta razón eran deformes.
Esta exagerada expresión, se redujo en teoría, en el Tratado de las Pasiones
de Charles le Brun, libro que ponemos en las manos de los jóvenes con
destino al Arte.
Los dibujos que acompañan a este tratado, dan no solamente a la fisonomía que
se enfrenta al último grado de las afecciones del alma, pero aun hay cabezas
(1) Longin, c. 3. p. 24.
página 523
donde las pasiones son empujadas hasta la rabia.
Nosotros creemos que enseña la expresión de la misma manera que Diógenes
enseñaba vivir: Yo haré el Cínico como los Músicos, que suben el tono
arriba, para parecer lo más verdadero.
Pero a medida que el joven ardiente, más inclinado a estar en el extremo que
el centro, le será difícil, utilizando este método, de llegar al tono de
verdad, y es difícil cuando está convulsionando luego hacer que se mantenga.
Es aquí como las pasiones mismas, virtud de la doctrina de Crisipo el
estoico, se parecen a esas carreras que hacemos, descendiendo hacia abajo una
montaña: tan pronto estamos a toda velocidad, no podemos detenernos o
retroceder.
La mayoría de los hombres tienen siempre más inclinación por el fracaso, que
que por el silencio.
Horacio
(Odas 4-9) nos dice, que en los Campos Elíseos, las mismas sombras están menos
atentas a los versos tocados de Safo, que al acento beligerante de Alceo,
que canta los combates, y la expulsión de los tiranos, y es que desde nuestra
juventud, estamos más que encantados de oír hablar de narraciones, y hazañas
ruidosas de la ambición, que escuchar la historia de aventuras pacíficas de la
sabiduría.
Por lo tanto está el joven dibujante, más dispuesto a dejarse predicar por
Marte en el campo de batalla, que por Minerva en compañía tranquila de
Sabios.
En el dibujo de sus figuras, con tan pocos preceptos de reposo y calma, y que
los jóvenes en general, gusten de la sabiduría de los preceptos de la virtud
que repugnan, pero son necesarios. Hipócrates quiere comenzar la curación
del dolor en el pie por el descanso, y tenemos que empezar la curación de
esta suerte de Artistas prescribiendo calma
página 524
En las figuras antiguas tranquilas, no encontramos esta gracia de las
enseñas modernas de los Maestros de la danza, y que consiste, en no dejar
reposar el pié echado hacia atrás sobre los dedos, posición que no es usada
entre los antiguos, cuando las figuras están en marcha, o en curso, pero
nunca cuando están en reposo.
Cuando Filoctetes, sobre el bajorrelieve que publiqué en mis Monumentos de
la antigüedad (
nº120), mantiene el pie derecho en esta posición, es porque el
artista quiso expresar el dolor de los héroes, causado por la mordedura de la
serpiente, el dolor que le hace imposible caminar sobre este pie.
Después de la consideración general de la belleza en la expresión,
terminamos este Capítulo con el examen de las proporciones, para tratar en
el siguiente Capítulo de la belleza de las partes individuales del cuerpo
humano.
La belleza no puede concebirse sin la proporción: la proporción es la base
de la belleza.
Tal como las partes individuales del cuerpo humano pueden tener una forma
hermosa, sin que toda esa figura tenga una hermosa proporción, por la
deducción que podemos hacer observando las partes particulares sobre la
proporción, considerada como una idea abstracta y su independencia, y
esencia intelectual de la belleza.
Así como la salud, sin los demás bienes de la vida no parece dar gran
felicidad, de la misma manera, una figura pueden estar dibujada con todas sus
justas proporciones, sin tener la figura un dibujo hermoso.
La Experiencia nos confirma todos los días, que el conocimiento está
completamente reñido con el gusto; y que nos da fe sobre la proporción,
fundando el conocimiento escondido, y que se puede ver perfectamente en la
figura, si la
página 525
la figura es hermosa.
Muchos artistas son conocedores de la proporción, y bien pocos han producido
lo bello.
Los Maestros de la antigüedad, habiendo examinado el ideal de la belleza
como la parte más sublime de esta condición, han subordinado la proporción a
ese ideal, y la han distribuido con una libertad que es excusable cuando
tenían razones para tomar estas partes.
Por ejemplo, el pecho, tomado desde el cuello hasta el hoyuelo del corazón,
debe tener un rostro de longitud, y la mayoría de las veces, para darle
hermosa convexidad, supera esta medida una pulgada y aún más.
Es lo mismo desde la parte que comienza el hoyuelo del corazón, y que termina
en el ombligo.
Esta parte, para hacer la figura esbelta, se le da más de la longitud
ordinaria que es una cara, y la inspección de las bien formadas, nos dice
que el arte no se desvía por la naturaleza.
La estructura del cuerpo humano consiste en el número tres, que es el número
impar primero, y el número proporcional primero: porque contiene el número
par Primero, y otro número, que une a uno con el otro juntos.
Dos cosas, dice Platón
(Platón
Timeo 167), no se puede sobrevivir sin un tercero; el mejor
enlace que es el que mejor se adapte a él también, y que haga la unidad con
la parte relacionada, de manera que el primero y el segundo sean, que el
segundo está en el medio. De manera que contiene un principio, una mitad y
un fin por el número de tres, y se ve como más perfecto (2), todos son cosas
determinadas
(1) Timaeo, p. 477. lin.ult. ed.Baf.
(2) Plutarco. Tab. man.p.320 l.23
página 526
según la doctrina de los pitagóricos
(Arist. De los Cielos libro2 -2)
Yo digo además, que nuestra estatura se relaciona con estos números.
Se dieron cuenta de que el hombre alcanza la mitad de su tamaño en el tercer
año su edad
(Plinio
El viejo libro 7 -73)
El cuerpo tiene tres partes, así como los miembros principales.
Las tres partes del cuerpo son, el tronco, los muslos y las piernas: la
parte inferior del cuerpo son, los muslos, las piernas y pies.
Es lo mismo con los brazos, las manos y los pies, y algunas otras partes que
no están tan claramente compuestas de tres divisiones.
La proporción de estas tres partes es al todo como a sus partes.
En un hombre bien hecho, el cuerpo junto con la cabeza, serán proporcionales
a los muslos, y las piernas y a los pies, como los muslos serán
proporcionales a las piernas y los pies, o como la parte superior del brazo
es proporcional a la mano.
La cara tiene como tres partes, es decir, tres veces la longitud de la
nariz, pero la cabeza no tiene cuatro veces la longitud de la nariz, como
algunos autores han querido enseñar (3).
La parte superior de la cabeza, es decir, la altura tomada perpendicular al
origen del cabello, a la parte superior, no alcanza las tres cuartas partes
de la longitud de la nariz, es decir, que es parte de la nariz, como nueve
es a doce.
(1) Aristot.de cael & mund.L.1.
(2) Plin. L. 7. c. 16.
(3) Watelet, l'art de peindre. Réflex. fur la Peint. Des Proport. N.
página 527
Vitruvio
(Libro3 1- ) nos asegura, que la arquitectura tomó prestado las proporciones de
las columnas, de las figuras humanas, y que el diámetro de las bases de las
columnas y la altura, es proporcional, como el pie es todo el cuerpo humano.
Si adoptamos este sentimiento, debemos creer que no habríamos de hablar de
figuras de la naturaleza, sino de las de arte.
Pero esta proporción no se encuentra en ningún lugar en las columnas
antiguas, ni en Sicilia, ni en la Gran Grecia, ni en la Grecia misma
La mayoría de las columnas tienen de altura apenas cinco diámetros de sus
bases.
como algunas obras etruscas de la antigüedad nos hace ver, que la cabeza no
es tan proporcional a la figura que debería ser, de acuerdo a la naturaleza,
como lo he demostrado en otro lugar (1)
Nosotros podemos concluir, que la proporción de las columnas, no se
determinó de acuerdo a la naturaleza, o que la afirmación de Vitruvio es
falsa, esa es mi opinión.
Si este arquitecto Romano puede recordar las antiguas columnas dóricas,
que no tiene indicadas, habrían tenido la misma comparación de las columnas
con las figuras humanas, donde esto es arbitrario, y no está basado en la
razón.
Para darle alguna credibilidad a este escritor, pensé que podría estar
basado en las proporciones de algunas figuras antiguas, cuya cabeza
compuesta es mayor que en el natural.
Pero esta práctica no es ni mucho menos la general, y se encuentra aún
menos, como son las medidas de las estatuas en tiempos muy remotos: las más
antiguas pequeñas
(1) Descript. de Pier. gr.du. cab.de Stosch. p.344
página 528
figuras de bronce etrusco, nos muestran que la forma de la cabeza,
apenas es la décima parte de su altura.
El inmortal Conde de Caylus, habla de cabezas de figuras antiguas, que en
general, son muy gruesas, y muy fuertes; pero por lo que yo puedo juzgar,
este remarca y reduce las pruebas, como hace alrededor de un juicio sobre
Zeuxis, y sobre Eufranor por Plinio, que afirma que estos pintores, habían
dado demasiada fuerza a las cabezas, y apego a sus figuras.
Un hombre tan iluminado como el Conde Caylus, no habría tenido que parar en
este juicio, demasiado frívolo para merecer una discusión seria, ya que
cualquier observador inteligente de obras de la antigüedad, se da cuenta
primero de lo contrario, a poco que ponga atención en el examen.
Donde hace el cuento ridículo, repetido por más de un escritor, que la
cabeza de
Hércules Farnese, ¿se encontró a unas pocas millas de distancia del
cuerpo? Y esto viene de que la cabeza de esta estatua, de acuerdo con la
idea común que se tiene de un Hércules, es singularmente pequeña.
Sin embargo, estos jueces del arte, de haber sido consecuentes, tendrían que
haber criticado por la misma cosa más de un Hércules, especialmente si
hubieran querido tener en cuenta sus figuras, y sus cabezas en las piedras
grabadas.
No me extiendo sobre el juicio que este escritor moderno tiene sobre los
Autores Antiguos, particularmente porque artistas como Zeuxis conocían mejor
que nosotros, la proporción de la cabeza y el cuello, y otras partes del
cuerpo.
Para probar esta afirmación, me limitaré a citar un pasaje de Catulo, en su
epitalamio de la boda de Peleo y Tetis.
página 529
La nodriza, dice el poeta
(Poemas 54), cuando venga a ver a Tetis en los albores del
día, dejando por primera vez el lecho nupcial, no podrá podrá alentar más el
cuello de su hijo por ser demasiado estrecho."
Ved a los comentaristas con este pasaje si lo han tomado completo.
Además, de este uso todavía se conoce en Italia, y puede servir como un
comentario a este pasaje.
Se toma un alambre, o cinta para medir el cuello de un hombre joven, o una
joven, en su mejor momento de la pubertad.
Entonces tomamos esta medida el doble que tiene, por dos extremos, y hacemos
apretar con los dientes con la mitad de la cinta en la persona que se
experimenta.
Pretendemos que la cinta pueda hacer un círculo sin obstáculos de la boca
por encima de la cabeza, lo que es una señal de que la persona tiene aun su
virginidad.
Es probable que los artistas griegos, siguiendo el método de los artistas
egipcios, han determinado con reglas fijas, las más grandes y las más
pequeñas proporciones; ya han establecido una medida positiva de longitud,
anchos y circunferencias; y todas esas cosas se encuentran discutidas, en los escritos de los antiguos que tratan de la simetría
(Filóstrato iconos proemio).
Esta determinación exacta, da la razón de la conformidad del arte en las
figuras más mediocres de los antiguos.
A pesar de la diferencia en los autores de la maniobra, que ya habían notado
en las obras de Myron, de Policleto y Lisipo, en los monumentos de la
antigüedad, sin embargo, parecen salir todos de la misma escuela.
(1) Philostr. jun. Procem. Icon.
página 530
así como los amantes de la música, reconocen la manera de jugar de un
profesor de violín, en los diferentes tonos en que se entrenó, lo mismo se
ve en el gusto del diseño de las estatuas antiguas, de la más grande a la
más pequeña, con procesos uniformes y principios generales.
Si se encuentra algunas diferencias en las proporciones, como observamos en
el torso de una hermosa pequeña figura, de una mujer desnuda que posee el
escultor Cavacepi, en Roma, en la que el cuerpo desde el ombligo, hasta las
partes naturales es de extraordinaria longitud, se presume que esta figura
fue ejecutada del natural, y que el original, por lo tanto tenía esta forma.
Sin embargo por esta afirmación, yo no pretendo superar los defectos reales:
Cuando el oído no se coloca a la altura de la nariz, como debe ser, y como
aparece así de mal, en un
busto de un Baco indio,
perteneciente al cardenal Albani, yo digo que es un defecto
inexcusable.
Hay gran apariencia en las reglas de las proporciones, siendo que ellas
están presas en el arte de las proporciones del cuerpo humano, y han estado
fijadas antes por los escultores, y que luego fueron también adoptadas por
los arquitectos, de ahí viene la palabra pie, en la lengua romana, que
también se utilizó para la medida de capacidad
(Plinio
libro 18 -94).
El pie servía de regla a los ancianos, en todas las grandes dimensiones;
Como la longitud del pie es regla de la medida Estatuaria, y de sus figuras,
dándoles, según el testimonio de Vitruvio
(Vitrubio
L3-1) seis veces esta longitud, lo cierto es que el pie tiene una
longitud mayor
(1) Plin. L,18,c.74. p.536.
(2) L. 3. c. 1,
página 531
más decidida que la cabeza o la cara, partes que antes los pintores y
escultores modernos, tomaban ordinariamente sus dimensiones.
Es por esta razón, que Pitágoras nos da la altura de Hércules por la medida
del pie, que se utilizó para medir el Estadio Olímpico de Elis
(Aulo
Gelio Noches Aticas Libro-1 1-2).
Pero no pudo inferir Lomazzo, que el pie de Hércules tenía la séptima parte
de su altura. (2)
No debemos creer más de lo mismo de este escritor, donde nos asegura casi
como testigo ocular, comparando las proporciones fijas de los artistas
antiguos para diferentes deidades, a saber, que toman diez caras para la
Venus, nueve caras para Juno, ocho para Neptuno, y siete para Hércules (3).
Todo esto está escrito con una confianza que puede imponerse en un lector de
buena fe; pero es todo una ficción, donde no se ha realizado ningún examen.
Esta proporción del pie respecto al cuerpo, que parece extraño e
incomprensible para sabio (4), y que ha sido totalmente rechazado por
Perrault
(Hombre
de Vitruvio), está, sin embargo, fundada en la experiencia en la
naturaleza, y se encuentra incluso en las tallas esbeltas.
Después de ver medir, como hacen en una infinidad de figuras, esta
proporción no solo se encuentra en las figuras egipcias, sino también en las
griegas, como nos gustaría ver en la mayor parte de las estatuas, si los
pies se mantuvieron conservados.
Podemos estar convencidos por la inspección de algunas figuras divinas, en
el que la longitud de los artistas tenían,
(1) Aul. Gel. NoEt. Att L1.
(2) Tratt. della Pitt. L. 1. c. 10.
(3) Ibid. L. 6. c.3 p.287.
(4) Huet. in Huetian.
(5) Vitruve L. 3. c1.pag.57N3
página 532
han llevado en algunas partes, las dimensiones naturales.
En el
Apolo de Belvedere, que supera un poco la altura de siete cabezas, el
pie que porta tiene tres pulgadas de un palmo romano, más sobre la longitud
de la cabeza.
La misma proporción fue dada por Alberto Durero a sus figuras de ocho
cabezas, en las que el pie compuesto, hace la sexta parte de la altura.
La talla de la
La Venus Medici es extraordinariamente esbelta, y aunque su cabeza es
muy pequeña, la figura, sin embargo, tiene siete cabezas y media.
Su pie tiene de largo, una palmo y media pulgada, y la altura tiene seis
palmos y medio.
Nada habría sido más fácil que ajustar en este artículo, concerniente al
desnudo con los griegos, unas instrucciones detalladas de las proporciones
del cuerpo humano; pero esta simple teoría como un método práctico, no
habría sido instructivo, como no lo es en la mayoría de los tratados,
dando entrada a los grandes detalles que siguen, y unen sin adjuntar las figuras.
Las pruebas que se ha hecho de someter a las proporciones del cuerpo, a las
reglas de la armonía musical, no prometen grandes luces a los destinados, ni
aquellos que buscan el conocimiento de la belleza.
Un examen aritmético de esta materia, no sería más útil a los artistas, que
la asistencia a una sala de armas, lo sería para los militares en un día de
la batalla.
Yo añadiría a estas notas sobre la proporción, las observaciones de la
composición.
En esta parte del arte antiguo, habían adoptado dos reglas principales, que
no se separan apenas: economía de las figuras, y moderación en sus acciones.
página 533
En comparación con la primera regla, que aparece por numerosos monumentos
antiguos con las leyes del teatro, introducidas por Sófocles
(Aristóteles
Poetica 2-3), de jamás hacer aparecer sobre la escena más de dos
personajes
(Horacio
ars poetica 190) habiendo sido también adoptada por los artistas
y observado.
Nosotros encontramos lo mismo que los antiguos intentaban, singularmente
expresar mucho con poco, y hacer toda una acción con una sola figura.
Esta es la forma, con la que el pintor Theon había representado la figura de
un guerrero, que resiste sólo a sus oponentes sin haberlos introducido en
su cuadro
(Cla.Eliano Hist.varias 44).
Además, los antiguos artífices toman todos de la misma fuente, en Homero, desde donde se
atacaban un número fijo de personajes.
De hecho, la antigüedad nos ofrece muchos eventos que pasan entre dos o tres
personas: tal es por ejemplo, el trueque de armas de Glauco y Diomedes, la
compañía de Ulises y Diomedes en el campo de Troya, con la muerte de Dolón,
y una infinidad de otros temas, frecuentemente tratados por los antiguos.
Eso lo mismo con la historia heroica, antes de la guerra Troya: la mayoría de
los eventos, y como estos fueron llevados a su extremo, por tres figuras.
Con respecto a la composición de los antiguos artistas, nunca ves aparecer
en sus obras, como en la mayoría de estas modernas, estas compañías o
empresas, donde todo el mundo se apresura a ser atendido, conjuntamente con
los demás, ni la multitud de personas, donde uno parece desea montar sobre
el otro.
Las figuras de la antigüedad, se asemejan a las asambleas de personas
(1) Aristot. Poet. c.4. p.243.
(2) Ne quarta loqui perfona laboret. Hor. art. poet.
(3) Aelian,vari, hist. L2.c. ult.
página 534
que mandan, y que exigen consideración.
Ellos comprendían muy bien lo que llamamos grupos; pero no buscaban esta
suerte de composición, en la mayor parte de los relieves, que forman todos
los sarcófagos en cuenta, o la longitud limitada de la forma, no permitía
siempre la maniobra de los grupos.
Sin embargo, se encuentran algunos bajo-relieves donde la composición es
rica, y las figuras están bien agrupadas: y entre otras, la muerte de
Meleagro, que publiqué en mis Monumentos de la antigüedad (
nº88).
Cuando el espacio permite la variedad en la composición de las figuras, los
antiguos, lejos de descuidar esta parte, incluso pueden servirnos de modelo,
poniendo la atención en varias tablas antiguas publicadas en mis Monumentos (nº
197,
198),
y por una infinidad de pinturas ejecutadas de Herculano.
No voy a hablar de este otro truco, que nuestros artistas llaman contraste, o
el equilibrio; cada uno conoce los viejos maestros, que conocen también el
artificio del contraste, como los poetas y oradores conocen la figura de la
antítesis, lo que es para ellos, como el contraste lo es para los otros.
De ello se deduce, que el contraste, así como la antítesis, debe ser natural
y nacer del sujeto, y que esta industria no debe considerarse como un gran
esfuerzo de ingenio, como sucede con respecto a los artistas modernos, para
quien el contraste es todo, como excusa de todo.
Es este apoyo de contrastes, que Chambray presenta sobre la escena para
justificar a Raphael, relativamente en uno de
(1) Monum. ant. méd. N. 8p.
página 535
sus dibujos grabados por Marco Antonio, representando
la Masacre de los Inocentes, cuando las figuras femeninas son fuertes de
carnes, y los asesinos están demacrados.
Según este escritor, el artista ha tomado esta parte para tomar contrastes,
y dar a los asesinos un aspecto aún más horrible
(1) Idea de cambray de Pintura,
página 536
La belleza en las partes del cuerpo humano.
Justo aquí, voy a proceder por la via analítica en la consideración de la
belleza, es decir, yo he pasado por todas las partes; pero ahora podemos
legalmente emplear el método sintético, y volver a traer la lectura de la
búsqueda de las partes para el todo absoluto.
El estudio individual de la belleza debe ser sobre todo dirigido sobre los
extremos, no solamente porque los extremos contienen vida, el movimiento, la
expresión y la acción, pero también porque las forma de éstas partes, es la
más difícil de entender, y establece principalmente la diferencia de lo
bello y feo, de lo antiguo y moderno.
La cabeza, las manos y los pies, son los primeros objetos de estudio para el
diseñador, y ellos
página 537
también deben ser los primeros en fijar las búsquedas para el conocimiento.
En todas las cosas la descripción de las partes es difícil de hacer, también
lo es singularmente en la numeración de las partes del cuerpo humano
En la configuración de la cara, el perfil griego es la principal
característica de una alta belleza.
Este perfil es casi una línea recta, o marcado por una inflexión suave, esta
línea describe la frente con la nariz, en las cabezas de jóvenes,
especialmente las de las mujeres.
La naturaleza es muy avara, y las forma bajo un cielo después de un clima
templado, así como nosotros decimos, porque en alguna parte ella lo forma, y
a partir del conjunto del rostro, nos ofrece la belleza.
Las formas rectas y plenas, constituyen lo grande, y los contornos fluidos y
la luz delicada.
Esto demuestra, que este perfil contiene la belleza, y el carácter del perfil
opuesto, a más inflexión de la nariz, resulta saliente, y mayor es la
desviación del perfil de la forma hermosa.
Cuando se ve el rostro de lado, y advertimos un perfil equivocado, podemos
ahorrarnos la molestia de buscar la belleza sobre la fisonomía.
Lo que demuestra en las obras antiguas, que el perfil no es una forma que
se mantuvo sin razón, en las líneas rectas del viejo estilo de arte.
Esta es la profunda inflexión de nariz remarcada en las figuras egipcias, cuyos
contornos son también rectos.
Es probablemente que la nariz cuadrada de los antiguos
(Filóstrato
Héroes 33-39) no fuera esta nariz, que Junius explica, una nariz
amplia (2), lo que nos da la idea, de que la palabra debe entenderse sin duda
para nuestro perfil griego, débilmente interrumpido.
Tendríamos que poder explicar de otro modo la palabra cuadrado,
(1) Philost. Heroic. p.673.l 22 p.715.l.27.
(2) De Piét. vet. L.3.c.9.p.157.
página 538
y entender bajo ese nombre una nariz, que ofrece una amplia área de trabajo
y ángulos prominentes, como son tratados en las estatuas de Palas, y la
presunta
Vestal del palacio Giustiniani.
Pero esta forma no se encuentra absolutamente nada más, que en las estatuas
del estilo más antiguo, como esas dos.
Después de indicar la belleza del perfil, es decir, la hermosa forma de todo
el rostro, voy a seguir con la descripción de la cabeza, a partir de la
parte superior.
Reside en la naturaleza de una frente, uno de los principales caracteres, de
una hermosa conformación.
La investigación que tenemos que hacer con este objeto, de lo que proviene
de los escritores antiguos, nos enseñan que la frente, para que sea hermosa
debe ser corta,
(Luciano
amores 40) de modo que una frente elevada, pasaba entre los
antiguos por una deformidad
(Luciano
Diálogos de cortesanas 1).
Como en la flor de la juventud, suele ser la frente ordinariamente corta, y
que tarda hasta que se elimina por la pérdida del cabello, el resultado que
la naturaleza ha impreso incluso a la edad, con la belleza en el personaje,
cuya pérdida sólo puede ser perjudicial para la belleza.
Para convencerse de la verdad de esta observación, uno sólo tiene que
experimentar con una persona que tiene la frente pequeña delante, cubriendo
con su pelo con los dedos, e imaginar la frente de otro más elevada, desde
ese momento vamos a notar una cierta inconveniencia en la proporción, y
sentirá también que una frente elevada puede ser perjudicial para la
belleza.
Es a partir de esta máxima, que los circasianos, para hacer parecer su
frente más pequeña, peinan el cabello con el tupé encima, de modo que éstos
pelos cuelgan casi al frente.
(1) Lucian, amor. p. 902.
(2) Id. Dial. meretr. I. p.516.
página 539
En la frente, es donde el pelo más baja, numerosos cabellos que le coronan
son cortados.
Las puntas de estos pelos se curvan por encima, el cabello que bordea la
frente: es por tanto como Petronio describe, el pelo de Circe, que no ha sido
entendido ni por sus copistas, ni por los comentaristas.
En el pasaje en el que se encuentra: "Frons mínima et quae radices
capillorum retroflexerat"
(Petronio
Satiricón 126) y según todas la apariencias alterada, y sería
necesario leer, en lugar de "radices apices" las puntas a saber de los
cabellos, o alguna palabra similar, atendiendo a que "apex" significa la
punta de cada cosa.
¿Cómo las raíces de los cabellos pueden estar enrollados hacia adelante?
El Traductor francés de Petronio, ha pretendido encontrar aquí, una peluca
postiza, sobre la cual descubrimos las raíces del pelo natural: ¡qué
tontería!
Para hacer la cara ovalada y el complemento de la belleza, es necesario que
el pelo que corona la frente, haga ondas por todo con rizos: conformación
que se encuentra en todas las personas hermosas.
Esta forma de la frente es totalmente apropiada a las cabezas ideales, y para
las figuras de jóvenes del arte antiguo, donde no se encuentra los puntos
con ángulos salientes, y sin cabellos por encima de las sienes.
Entre la estatuaria moderna, pocos se encuentran que han hecho esta
observación, en todas las restauraciones modernas, le han colocado cabezas
de jóvenes sobre las estatuas antiguas, y han observado este mal
razonamiento en relación al pelo, que avanza en muescas sobre la frente.
En este artículo, así como también en otros, Bernini buscó la belleza
diametralmente opuesto a los antiguos; de Baldinucci, su Panegirista, nos
enteramos de que este artista, modeló la figura de Luis XIV en su juventud (
1),
cambiando
(1) Reflexiones, Winckelman.
página 540
el cabello en la parte superior del joven Rey (
#) en la frente.
Este vocero Florentino, que cree informarnos de una cosa maravillosa de la
delicadeza del gusto de su
Eros, que sólo revelan su falta de tacto, y su falta de conocimiento.
Esta forma de la frente, y sobre todo este pelo corto, doblado
sobre la frente, son los caracteres que se encuentran en todas las hermosas
cabezas de Hércules de todas las edades.
Nos ofrecen, además del tamaño del cuello, como he mostrado anteriormente,
marcas simbólicas de su fuerza, y parece aludir al cabello que está entre
los cuernos del toro.
Estos cabellos son, por tanto, las características de Hércules, que nos
hacen distinguir las cabezas del héroe, de las de Yolao su amante, cubierto
parcialmente de una piel de león, y rematado con una cabellera que desciende
en bucles sobre su frente, como se ha visto que lleva en una piedra grabada
del Real Gabinete Farnese de Nápoles, que representa la bella cabeza de este
joven, elaborada en gran relieve.
Estos mismos caracteres, son uno de los argumentos que una vez me ayudó a
dar el nombre verdadero de una
cabeza de Hércules,
grabada en hueco, en el antiguo gabinete de Stosch, mientras que la cabeza
no era conocida por los Anticuarios, se sabía con el equivocado nombre de
Yolao.
Estas mismas características se encuentran en
una
cabeza juvenil coronada de laurel, y grabados
en una cornalina por Allion, artista griego; se ve a sí mismo en la
colección del Gran Duque en Florencia, y representa paralelamente
un Hércules, y no un Apolo, por el que quieren
hacerlo pasar (1).
Otra cabeza de Hércules en la misma colección,
en
una piedra grabada por Onesas, está
igualmente coronado de laurel; pero
(1) Stosch, Pierres gr. pl. 8.
página 541
la parte superior de la cabeza, es defectuosa, con la frente que fue
restaurada sobre el grabado en cobre, por personas que no han hecho todas
estas observaciones.
Es cierto que si los medallistas hubieran querido hacer las mismas
reflexiones, nos encontraríamos hoy la imagen de Hércules en una infinidad de
medallas, que portarían otros nombres, tal que Alejandro o cualquier otro
rey.
¿Cuántas medallas no hay, que representan una cabeza joven coronada de
laurel, y con el nombre de Alejandro Magno, mientras que deberían llevar el
de Hércules?
Y es, en las mismas cabezas de Alejandro, los cabellos coronando la frente
del conquistador del Asia, que son los caracteres constantes por los que le
conocemos.
Pero los cabellos tienen parecido con los de Júpiter, el hijo por quien
quería pasar, que se eleva por encima de la parte delantera, y caen en ondas
en diferentes etapas a ambos lados.
Plutarco llama a estos fuertes cabellos levantados por encima de la cabeza,
ANASTOLIN TIS KOMIS, ἀναἀναστολὴ τῆς κόμηςy , dijo, en la vida de Pompeyo, que este capitán llevaba
el pelo como Alejandro
(Plutarco,
Vidas paralelas, Pompeyo 2): en el tercer volumen de esta
historia, diré mis observaciones sobre este asunto.
La observación sobre el pelo corto y curvado sobre la frente de Hércules,
puede ser aplicado en particular, a un busto o
una
cabeza de joven, grabado sobre una amatista en la colección del Rey
de Francia (2).
Esta figura está velada de un tejido ligero y transparente, que pasa desde el
hombro por encima de la cabeza y cubre la corona de laurel, con la que ella
está rodeada.
El mismo velo cubre la parte inferior de
(1) Plutarch. Pompej. p. 1132.l.4.
(2) Mariette, Pier.gr.T.I.p.379.
página 542
la cara a la mitad de la nariz, de suerte que las características de esta
parte se distinguen a través de ese velo.
Un Sabio que escribió un ensayo especial sobre esta piedra (1), afirma
demostrar que es Tolomeo, rey de Egipto, y padre de la famosa Cleopatra, el
Príncipe apodado Auletes, es decir, el flautista, porque amaba a tocar el
instrumento
(Estrabón
XVII-796); y que la tela que cubre la cara inferior, (como
nuestro sabio no se confunde con otras partes veladas, como la cabeza y
hombro) y en la banda lleva el nombre, y PHORBEIAS,φορβειά y PHORBEION,φορβεῖον los
flautistas que competían con la diadema sobre la cara, y con la apertura para
llevarse las flautas a su boca.
Esta conjetura podría adquirir la probabilidad, de que no tuviéramos una
idea clara de esta diadema.
Sobre un
altar triangular en el Capitolio se
puede ver un
fauno que interpreta a dos flautas y que
tiene una diadema como adjunta a la boca.
Esta cabeza, se encuentra grabada en varios libros (3) debería ser conocida
del autor de la tesis.
En una tabla de Herculano vemos también un flautista tocando, y en la boca
la banda (
4).
Estas dos figuras muestran que PHORBEION,φορβεῖον, fue una banda estrecha que los
flautistas tenían en la boca, y sobre los oídos, y que ellos ataban en alto
detrás de la cabeza, no tiene nada en común con el velo de la cabeza en
cuestión.
Sin embargo, esta cabeza, única en su especie merece mayor discusión, para
encontrar por conjeturas
(1) Raudelot Dairval, Diss.sur une Pierre gravée du cab.de Madame.Paris 1698
8.
(2) Strab. L. 17. p. 795. A.
(3) Mercurial, de Gymnast.
(4) Pitt. Erc. T. 4.
página 543
el verdadero significado de sus atributos.
Para lograr este objetivo, comparamos esta figura con las cabezas de un
joven Hércules, y vamos a descubrir un parecido perfecto.
Su frente se levanta con la forma y la magnitud que caracteriza a este
héroe.
Los cabellos de su frente están tratados como he dicho antes; una parte de
su mejillas y los oídos comienzan a tomar más finura (1)
Cui prima, jam nunc vernant lanugine malæ.
para abajo, que según una antigua observación, es una referencia de la barba
(2).
Las orejas de esta figura se asemejan a las orejas de Hércules, que las tenía
como los pancratistas.
Pero, ¿qué explicación darle a las cosas de la cabeza en cuestión?, y ¿qué
relación puede tener con Hércules?
Me imagino que el artista quería figurar a Hércules, al servicio de Omphale,
Reina de Lydia.
Lo que me hizo nacer esta conjetura, fue
una cabeza de
Paris de la Villa Negroni, que está velada (1, 2 Retocaron la figura, y apareció la gemela en 1785 que también retocaron #, pero ¿Es la cabeza de la cita, la del British? resulta dificil encontrar atributos de Paris en esta otra #) en esta forma, hasta el
borde del labio inferior: cosa que parece haber sido una forma común de
frigios y los lidios, al igual que en las naciones vecinas.
Informaba Estrabón, que los poetas trágicos confundían estos dos pueblos
(Estrabón
L14-665), sobre todo cuando se habla de la época en que Tántalo
era su Maestro común (4).
Además nos enseña Filóstrato, que los lidios hacían lo contrario de los
griegos, y que estos cubrían con unas ropas ligeras las partes del cuerpo
que ellos mostraban desnudas
(Filóstrato libro3 -10)
Teniendo en cuenta estos dos indicios, mi conjetura no parece desprovista de
fundamento.
(1) Philoftr. c.II. p. 779.
(2) Autholico. L.6.c.22. p. 440.
(3) Strab. L. 14. P.665.C.
(4) Athen Deipn. L. 14.p.625.F.
(5) Philostr. L. I.c,30.p.808
página 544
Además Filóstrato no podría hacer la misma observación sobre la moda de los
Lidios: en su tiempo este pueblo ya no existían, sino como Frigios.
A partir de ese momento los habitantes de estas regiones del Asia Menor
habían tomado otra forma.
Por lo tanto es necesario un escritor anterior, pero eso no nos es conocido,
para la mención de esta manera de velarse los lidios.
Además, Eurípides habla de un uso similar de los frigios, cuando en su
tragedia Hécuba, introduce a Agamenón, que demanda a la reina de Troya, la
vista del cuerpo de su hijo Polidoro, delante de su tienda de campaña:
entendiendo que un Troyano muerto; no podría ser un griego, porque su cuerpo
está cubierto con una prenda de vestir
(Eurípides
Hécuba 730)?
Ahora no se trata de la ropa con las que tenían costumbre de enterrar a los
muertos, sino de un ajuste especial de los frigios, diferente de la de los
griegos.
Del resto, se entiende en este pasaje, como referente la ropa de los
Troyanos, en general, que habría que tener en cuenta antes de tomar mi
observación como superflua.
Sin embargo yo no digo esto, confiando mi conjetura sujeta en el uso
ordinario de los lidios de velar la cara.
De todos modos, creo que necesitamos dar un nuevo paso en mi explicación
sobre esta piedra, por la descripción de un jarrón de terracota, que está
grabado en la colección de jarrones del señor Hamilton.
La pintura de este jarrón es posiblemente
Hércules
vendido a Omphale que está sentada aquí con otras tres figuras femeninas.
Esta reina estaba envuelta en un paño
(1) Hecub. v. 732.
página 545
fino y transparente, pasado sobre la túnica, este velo no solamente toda
mano derecha, ya que se remonta a la parte inferior de la cara hasta la
parte superior de la nariz, como nosotros vemos en la cabeza de Hércules
sobre la piedra en cuestión.
Si el Artista hubiera querido mostrar la totalidad de la estatura de este
héroe en la piedra, le habría vestido de una manera similar.
Los hombres Lidios también llevaban una prenda que descendía hasta los pies,
y que se llamaba BASARA , βάσαρα (1).
Se les llama en general Lidios con la adición LEPTOS, λύδιος , delgado: por lo que
dice al leer a Ateneo
(Ateneo
256, al final) contra el sentimiento de Casaubon (3), pasaje que
se encuentra esclarecido por mi explicación.
Hercules, que aparece delante de Omphale, deja descansar su mano derecha en
su maza, y la mano izquierda sobre la rodilla, de acuerdo con el uso de los
suplicantes.
Entre estos dos personajes, está una figura de un hombre que parece ser un
genio, y que podría ser un Mercurio, encargado de la venta de Hércules a la
Reina Lydia
(Sófocles
las traquinias 248);
Sin embargo, sería el único monumento antiguo representando a este Dios, con
largas alas en la espalda.
Este niño que tiene alas todo blancas, podría ser el alma de Ifito, muerto
por Hércules, que para expiar el asesinato, es presentado a ser esclavo de
Omphale, de acuerdo al oráculo de Apolo
(Didoro
Sículo Libro 4-31).
A menos que fuera el genio del amor, que viene de desviar a Omphale de su
entretenimiento, para inducirla a recibir al joven héroe, que pronto será el
objeto de su afecto.
Una mujer sentada a los pies de la reina, que llevaba el pelo corto a la
manera de los hombres; esta manera de llevar el pelo,
(1) Poll. Onom. L.7. segm. 60.
(2) Athen.Deipn.L.6. p.256.l.ult.
(3) Causaub. in Athen. L. 6. c. p. 451.
(4) Sophocl. Trachin. v.280 ; Apollod. bibl. L2.p.73.B
(5) Diod. Sic. L.4. P. 237.
página 546
en contra de la costumbre de su sexo, deben tener un significado especial.
Eso me permite aventurar una conjetura.
¿Esta persona no representaría a un eunuco chica?.
¿Los lidios habrían sido los primeros que trataron de distorsionar el sexo
de las mujeres?
Este descubrimiento se atribuye al rey Andramitus de Lydia; Este príncipe
era el cuarto rey que había reinado a este pueblo antes de Omphale.
Había utilizado la castración para servir como eunucos hembras, en lugar
de eunucos varones (1).
Por las marcas, podían designar este tipo de personas, ¿Si no por el pelo
como lo llevan los jóvenes?
Los cabellos cortados como los eunucos, indicarían en su caso una suerte de
cambio de sexo.
Y el sabio pintor del jarrón, ha introducido un personaje en la composición,
y poniendo en la acción una reina de Lidia tan famosa, fijando el lugar de
la escena.
No me extenderé más sobre este tema, y pasaré en silencio las ideas que nos
vienen sobre las Tribades, conforme a la excesiva lubricidad de las mujeres
de Lidia.
Me temo que la discusión de esta notable piedra, no le parece bien a los
lectores una digresión innecesaria;
Así que debo reanudar el hilo de mi discurso, y señalar la belleza de otras
partes de la cara.
Sin embargo, no puedo dejar de decir del conocimiento de dos cabezas de un
joven héroe, con la mejor configuración ideal, dos cabezas perfectamente
similares, por el pelo de la frente, como Hércules, y que tienen puesta una
diadema.
La singularidad de estas dos cabezas, se ve por encima de las sienes, con
dos agujeros suficientemente grandes
(1) Athen. Deipn. L.II.p. 515.
página 547
para coger el pulgar allí; estos agujeros parecen tener el servicio de
mantener allí cuernos.
En una de estas cabezas, los agujeros habían sido ocupados por un escultor
moderno
La apariencia del personaje y el pelo, no permite pensar en cuernos de cabra
de un joven Fauno.
Es de creer, que se hicieron estos agujeros, para adaptar pequeños
cuernos de toro.
Este atributo se había dado a las cabezas de Seleuco I, rey de Siria (1);
pero nuestras cabezas no son como retratos de este príncipe.
Así que a fin de cuentas, creo que representan a Hilo, hijo de Hércules, de
cuyas imágenes, informa Ptolomeo Hefestión, se coronaba con un cuerno en el
lado izquierdo de la cabeza (2) y el artista le ha dado ahora el segundo.
Yo poseo una de estas cabezas y, la otra pertenece al
Sr. Cavaceppi
Los ojos son una parte aún más esencial de la hermosura frontal.
En el arte, hay que considerar la forma que va a dar la base de su color,
porque en la forma se encuentra la hermosa conformación, aunque varía de
color el iris no cambia.
En cuanto a la forma de los ojos generalmente, es innecesario decir que los
grandes ojos son más hermosos que los pequeños
No voy a repetir lo que otros han observado (3), que la palabra Boôpis, βοώπις, con
la que Homero caracteriza a la belleza de los ojos, no se refiere a los ojos
de los bueyes, y que la sílaba Bo, βο, considerada como un EPITATIKON, ἐπιτατικόν, según los
gramáticos, significa grandeza, tanto aquí como en numerosas otras palabras,
compuestas de esta partícula.
La escuela de traducción de Homero BOOPIS,βοώπης por MELANOPHTHALMOS, μελανόφθαλμος
(1) Liban, in Antioch. p. 351.
(2) Ap. Phot. Biblioth. p. 47$.
(3) Exc.de l´Ant.Conftant. p.127.A.
página 548
con ojos negros, y KALITO PROSÔPON,καλὴ τὸ πρόσωπον de una hermosa figura (1).
Podemos consultar este material, con las búsquedas del erudito Martorelli en
sus Antigüedades napolitanas (2).
En las cabezas ideales, los ojos están siempre más hundidos que lo son en
general en la naturaleza, dejando más quebrado el hueso de las cejas.
Es cierto que los ojos hundidos no son una característica de la belleza, y
no dan un aire abierto a la fisonomía; pero en las grandes figuras,
emplazadas a cierta distancia de la vista, los ojos tendrían poco efecto en
esta depresión, ya que el globo ocular está casi siempre liso.
Así el arte, se aparta aquí de la naturaleza, recurriendo a las cavidades
con eminencias, para producir más luz y sombra, esquema a través del cual
los ojos, que habrían sido desproviston de expresión, como muertos, ganan
animación y más actividad.
El arte, mediante la adopción de esta forma de los ojos, ha hecho casi por
regla general, incluso para las pequeñas figuras, en las cabezas de medallas
que vemos con los ojos con las mismas depresiones.
Es sobre las medallas que comenzaron a indicar la luz del ojo, como se
conoce entre los artistas, con un punto elevado sobre la niña, y que avanza
en los tiempos de Fidias, como vemos por las medallas de Gelón y Hierón,
reyes de Siracusa.
Parece que están de acuerdo en estos principios, dentro de los mismos puntos
de vista, y que tiene ojos de otro material, como las cabezas esculpidas,
que había sido la práctica en los tiempos más remotos por los escultores
egipcios.
Con respecto a estos ojos incrustados, volveré más adelante.
(1) Scholl il v.50.
(2)
Martorelli Antich.Napol. Voll.II. degli. Euboici, p. 107.
página 549
Es así como se determinó la belleza de los ojos en general.
Sin descartar esta forma no lo hacen para diferenciar estas cabezas de
dioses, de suerte que los ojos son los rasgos característicos, en la cabeza
de Júpiter, Apolo y Juno, donde el corte del ojo es grande y redondeado; es
más estrecho de lo habitual en su longitud, para dar más majestuosidad al
arco que le corona.
Palas tiene igualmente ojos grandes, pero tiene los párpados bajos, para dar
a su mirada un aire virginal.
Venus al contrario tiene ojos pequeños; el párpado inferior levantado, que
caracteriza la gracia y esta languidez, que los griegos llaman YGRON ὑγρόν, en este
personaje, los ojos tienen esa naturaleza, que distinguen a Venus
Urania de Juno.
Por lo tanto, quienes no han hecho esta observación, tomaron a la Venus
celestial por una Juno, especialmente ya que ambas tienen una diadema.
Muchos artistas modernos que, deseando sin duda superan a los antiguos en
esta parte, han ideado para hacer la BOOPIS βοώπις de Homero, de la que hemos
hablado, dando a ambos globos oculares, la proyección que desborda
su órbita.
Es con esos ojos que ofrece la cabeza moderna de la supuesta
Cleopatra de la Villa Medici, con los ojos de esta cabeza mirando, que
parece bastante a las del ahorcado.
Sin embargo, un escultor de nuestros días parece haber tomado por modelo
estos mismos ojos en la estatua de la Virgen María,
expuesta en la iglesia de San Carlo al Corso en Roma.
Los antiguos parecen haber revelado todos los misterios de la belleza,
configurando los párpados, para expresar ELIKOBLEPHAROS, ἑλικοβλέφαρος, Hesíodo (Teogonía 907) designa una
forma particular de párpados.
La multitud posterior de gramáticos interpretan esta palabra de una manera
vaga y difusa por KALLIEPHAROS, καλλιβλέφαρος, es decir,
página 550
con hermosos párpados.
Mientras que en el escoliastas de Hesíodo que penetra el significado oculto
de esta expresión, nos dice ELIKOBLEPHAROS, ἑλικοβλέφαρος, característico de los ojos cuyos
párpados tienen un movimiento ondulante, que el poeta compara a las jóvenes
cepas de la viña (1)
En efecto, encontramos ajustada esta comparación, cuando consideramos la
dulce flexión de los hermosos párpados, que singularmente se manifiestan en
las cabezas ideales de primer rango, como los de Apolo, Niobe, y
especialmente de Venus.
Las cabezas colosales, como la
Juno de Villa Ludovisi, este paseo circular es aún más distinguido y más
sensible.
En las cabezas de bronce de Herculano, el borde de las cejas nos indican los
pelos que las componen, BLEPHARIDES, βλεφαρίδες, que no se han realizado con la
herramienta.
La belleza en los mismos ojos se encuentra realzada o por así decirlo,
coronada por las cejas.
En cuanto a las bellas pestañas, consisten singularmente en finura de los
pelos, que las forman, lo que indica el arte en el corte del hueso que cubre
los ojos.
El buen carácter de la ceja, o el OPHRYÔN TE TO EUGRAMMON , ὀφρύον τε τὸ εὔγραμμον, de Luciano, quien
encontró estas partes de un gran belleza en las cabezas de Praxíteles (Luciano Imágenes 6).
Cuando Petronio nos traza las características de las cejas hermosas
diciendo: Supercilia usque ad malarum fcripturam currentm, y rurfus
confinio lumininum pene permixta, (Satiricón 126) creo que podemos poner en lugar
scripturam, que no significa nada, stricturam, aunque soy
consciente de que este término, como lo entienden los autores, no es
aplicable en este caso.
Pero es lo que vamos a dar,
(1) Stniys, Voyages. T. ». p. 7J.
(2) Imag. p.5.
página 551
el significado del verbo ftringere de ftrictura, es su
derivado, entonces Petronio habría querido decir, justo al limite de las
mejillas porque ftringere tiene el mismo significado, que radere,
es decir, deslizarlas al lado. (Virgilio Eneida 8-63)
Me sorprende, lo confieso, que Teócrito (Idilios 8 -70), este Poeta pleno de delicadeza,
pudiera encontrar la belleza en las cejas que se unen.
Estoy menos de acuerdo, que fue seguido por otros escritores, entre otros
por Isaac Porphyrogenete, dando las cejas fruncidas a Ulises SYNOPHRYS, σύνοφρυς (2),
y de manera similar al pretendido Dares el frigio, que quiere caracterizar
la belleza rompedora de las cejas que se unen.
Bayle seguidor, se jacta de conocer de las obras arte, lo encuentra bastante
extraño, y piensa que las cejas juntas de Briseis no pasarían hoy en día
como surtido de belleza (3).
Pero pudiera ser, asegurar, que los ancianos conocedores de la belleza,
pensasen lo mismo: Ateneo, al alabar una persona hermosa, destaca
especialmente la separación de sus cejas (Ateneo
L-13, 19).
Y es verdad que la cabeza de Julia, la hija de Tito, una y otra cabeza del
Palacio Giustiniani (¿#?),
nos ofrecen las cejas que se unen; pero no creamos que el artista ha
recurrido a este artificio para conocer la belleza de estas personas, sino
de hacer retratos semejantes.
Suetonio, nos dice que Augusto (79) tenía cejas que se juntaban; sin embargo
todas las cabezas del emperador ninguna lo representa así.
Las cejas que se unen, dijo un epigrama griego, son marcas de orgullo y
amargura (Ant.Palat. Inicio).
(1) Virg. Aen. 8. v. 63.
(2) Ap Rutgers. var. lcet. L. 5.c.20. p. 511.
(3) Bayle, Diet. v. Briféis.
(4) Anthol. L. 7. P. 459.l.18
página 552
La boca es, conjuntamente con los ojos, la más bella parte de la cara; la
belleza de su forma es tan conocida, que no hay necesidad de hacer la
descripción.
Todo el mundo hace que el labio inferior debe ser más pleno que el labio
superior, que da lugar por debajo a esta inflexión sensible que da una
barbilla redondeada más completa.
En una de las bellas estatuas de
Palas, conservada en la Villa Albani, el labio inferior avanza
gradualmente, para dar mejor el aire de gravedad que conviene a esta diosa.
En las figuras humanas del viejo estilo, los labios tienen la costumbre de
estar cerrados; pero en las figuras divinas de uno y otro sexo, ellas no los
tienen del todo.
En las estatuas de Venus, los labios están medio cerrados, para expresar esa
languidez, el deseo y el amor: lo mismo es aplicable a las figuras heroicas.
Es en esta apertura de la boca de una estatua de Apolo, colocada en su
templo en la colina del Palatino en Roma, que alude Propercio el término
hiare:
Hic Equidem Phœbo vifus mihi pulcrior ipso Marmoreus tacita carmen hiare
Lyra
(Aprox. Esta es la
belleza del rostro de Febo, en el mármol, silenciosa canción de su boca
abierta, acompaña la Lira)(Propercio libro2 eleg.31).
Y en todas otras de las figuras hechas para parecerse al natural; las
cabezas de los emperadores han sido la excepción los labios cerrados.
En algunas cabezas de estilo antiguo, el borde de los labios es trazado con
una línea fuerte, y en el otro borde tiene una muy insensible elevación, y
parece picada con el instrumento, que la industria emplea sin duda para
indicar mejor el rasgo de éstas partes, en las figuras colocadas a una
cierta distancia.
Muy pocas figuras, expresan la risa, como los Sátiros y faunos, con los
dientes visibles; y sobre
(1) L.2. EL 23. v.5.
página 553
las figuras de divinidades representadas con esta expresión de la boca, yo
no conozco nada más que, una estatua de Apolo de estilo antiguo , conservada
en el palacio Conti
Los artistas griegos en las figuras de la alta belleza, no interrumpen el
mentón con un hueco que llaman hoyuelo.
La belleza del mentón, consiste en la plenitud de la forma redondeada, y el
hoyuelo llamado NYPHI, νύμφη, (1) es individual y accesorio en la naturaleza, no
viéndose como una cualidad de la hermosura universal por los artistas
antiguos, esto es así en los escritores modernos (2)
Por esto, el hoyuelo no es visible ni en Niobé, ni en las hijas, ni en la
Pallas de Albani, ni en Ceres sobre las medallas de Metaponto, ni
en Proserina sobre las de Siracusa, que son las figuras femeninas de más
alta belleza.
Y es lo mismo en las más bellas estatuas de hombres, el hoyuelo no está en
el
Apolo del Vaticano, ni en el
Meleagro del Belvedere, ni en el Baco de la Viña
Médicis, ni en otras bellas cabezas ideales que nos han llegado hasta
nosotros.
La sola cabeza de un Apolo de bronce de grandeza natural, conservada en la
colección del colegio Romano, y
la venus de florencia tiene este hoyuelo, sobre todo como un agregado
particular, que como una marca aparente de hermosa conformación, y no es lo
contrario de lo que digo, cuando Varron dice de este hoyuelo, como un
agregado imprimido con el dedo de Amor.
Como la gran terminación del mentón, es una característica de belleza
reconocida generalmente, e imprimida en todas las figuras antiguas de primer
rango, podemos concluir asegurando que el diseño de una figura
(1) Poll. Onom L.2. segm. 90
(2) Franco Dial. della belex P. 1. P. 24. Rolli Rime p. 13.
página 554
que nos ofrece la barbilla ahondada por abajo, que sea un hueco, es prueba de
la ignorancia del diseñador.
Por lo tanto, siempre que encontramos las cabezas ideales antiguas, con un
mentón interrumpido, podemos conjeturar con razón, que es un refinamiento de
una mano ignorantes moderna.
A partir de ahí, dudo del hermoso
Mercurio de bronce del gabinete Herculano, hubiera tenido originalmente
una barbilla con hoyuelo; especialmente, ya que aseguran que la cabeza de
esta figura se había encontrado rota en varios pedazos.
Ninguna parte de la cabeza en la antigüedad, se acostumbraba a ser ejecutada
con más cuidado que los oídos
La hermosura de la ejecución sobre este objeto, tiene un carácter infalible
para discernir un trabajo antiguo, de la restauración moderna.
Este carácter es tal, que aunque ello está suspendido sobre la antigüedad de
una piedra grabada, y que vemos que la oreja, en lugar de estar terminada
con cuidado, no está por así decirlo, indicada, podemos avanzar con toda
seguridad, que el trabajo es moderno.
Las figuras de caracteres o retratos específicos, a veces ocurre que la
forma de los oídos, cuando la cara ha sido mutilada, dejada irreconocible,
nos hace adivinar la persona misma: así una oreja de una gran abertura
interna, nos dice que ella es parte de la figura de Marco Aurelio.
En las suertes de figuras de artistas antiguos, han sido tan cuidadosos para
hacer bien este órgano, que incluso han indicado que la oreja la tenía
deforme, como vemos en un hermoso busto del marqués de Rondinini, y en otra
cabeza de la Villa Altieri .
Independientemente de todas las diferentes formas de orejas en las cabezas
antiguas, ejecutadas del natural, o copiado de otras antiguas, remarcan un
oído
página 555
muy particular en las figuras ideales, en aquellos personajes específicos.
Las características de estas orejas consisten, en que están aplanadas
y que los bordes de los cartílagos parecen hinchados, lo que hace que el pasaje
interno sea más estrecho, y reducida su forma externa.
Es algunas cabezas de Hércules, me di cuenta por primera vez de los oídos
similares. En ese momento supuse que era necesario que esta forma nos
indicase un significado oculto, que creo haber encontrado, utilizando la
tabla de Filóstrato diciendo de Héctor.
Este famoso retórico presentó a Palamedes como interlocutor, y le hace
describir la talla y las cualidades de los Héroes griegos y troyanos,
señalados en la guerra de Troya: el capitán griego remarca en particular los
oídos del hijo de Príamo y le dijo que tenía las orejas, ÔTA KATEAGOS, ὦτα κατεαργὼς , es
decir que tenía las orejas rotas y aplastadas
(Filóstrato
Héroes 37-4).
Se le habían quedado las orejas así no por la lucha, como indica
explícitamente Filóstrato, ya que este tipo de ejercicios no estaban
introducidos en los países asiáticos, sino combatiendo los toros de lidia.
Lo que se llama aquí OTA KATEAGOS, ὦτα κατεαργὼς, se borra, de acuerdo con el mismo autor,
a través de esta manera de hablar, AMPHI PALAISTRON PEPONIMENA TA OTA, ἀμφὶ παλαίστραν αὐτῷ πεπονημένα τὰ ὦτα, es
decir, las orejas trabajaron sobre la arena, tal como se expresa en las de
Nestor (Filóstrato
Heroes 26-13).
Es cierto, que no puedo concebir cómo es posible que dijese que Héctor había
tratado de este modo los oídos combatiendo toros.
Vigenére en la Traducción Francesa tiene la misma duda. Desde entonces creo
que la última traducción de este retórico, en la edición de Leipzig, ha
decidido saltar la dificultad, recurriendo a una expresión general: y ha
dado OTA KATEAGOS por athletico erat hahitu.
página 556
Es probable que Filóstrato hablara por la boca de Platón, que hace decir a
Sócrates la siguiente pregunta a Caricles:
"Dinos, si Pericles ha servido mejor a los atenienses, o si se los ha hecho
balbucear y más viciosos"; Sobre la cual Caricles responde:
"No hay más que gente que haya roto sus orejas"; Eso puede mantener este
idioma." TOU TA OTA KATEAGOTÔU AKOUIS TAUTA, Τῶν τὰ ὦτα κατεαγότων ἀκούεις ταῦτα, es decir, los que no saben mas que luchar en la arena.
Platón duda refiriéndose a los espartanos, que eran todos aquellos griegos
que cultivaban menos las artes más elevadas en el período de Pericles, y que
generalmente hacían ejercicios del cuerpo, en vez de producciones de la
mente.
Soy consciente de que Serranus desvía por completo mi opinión de este
pasaje de la siguiente manera: Haec Audis ab iis, qui fractus obtusasque
islis rumoribus aures habent. Es decir:
"Esto es lo que queremos decir de aquellos que tienen los oídos; Llenos de
charla". Para mi conjetura, relativamente a los espartanos. Está apoyando en
otro pasaje de Platón, en su Protágoras, donde entre las cualidades que
distinguen a los orgullosos republicanos de otros griegos, Él dijo de ellos:
OI MEN OTA TA KATAGNON, οἱ μὲν ὦτά τε κατάγνυνται , para los que tienen los oídos rotos
(Platón
Protagoras 324a).
Además, esta forma de hablar no ha sido mejor comentada que la anterior;
Meursius, creía que los propios espartanos despedazaban los oídos, por el
pasaje Aures sibi coicidunt. A partir de ahí, los mismos
comentaristas no mejoran el sentido de las siguientes palabras: Imantas
PERIELITLON, ἱμάντας περιειλίττονται, en la idea de que los espartanos, después de haberse rallado
las orejas, las apretaban con correas.
Pero es fácil de ver que estamos hablando de estos cinturones de luchar, los
atletas cuyas manos se rodeaban, como otro estudioso ha remarcado antes que
yo
página 557
Luciano llamó a un luchador con orejas de esta Naturaleza OTOKATAXIS, Ὠτοκάταξις.
Diógenes Laercio hablando del Filósofo Lycon, famoso luchador, lo designa
"por OTOTHLADIAS Ὠτοθλαδίας, término sinónimo (Diógenes
Laercio , vida filósofos, Licon 2).
Y Suidas explica esta palabra por TA OTA TETHLASMENAS, τὰ ὦτα τεθλασμένα, orejas rotas que no
sería entendido por Heinsius, que dice orejas mutiladas.
Saumaise, que relacionó este pasaje con Laercio, se detiene largamente en
una palabra fácil, EMPINITIS , ἐμπινές, pasando en silencio en el tema difícil de
OTOTHLADIAS , Ὠτοθλαδίας.
Entre los héroes de la antigüedad, destacan las orejas de esta naturaleza de
Hércules, porque en los juegos que estableció en Elis, en honor de Pelops,
el hijo de Tántalo, ganó el premio del Pancracio: siguió ganando en los
juegos que Acaste, el hijo de Peleo, celebra en Argos.
Además Pollux figura con las orejas similares, porque obtuvo la victoria en
el Pancracio en los primeros juegos Píticos de Delfos.
Esta forma de orejas dadas a un joven héroe en un gran bajorrelieve de Villa
Albani, me hizo creer que esta figura representa a Pollux como he mostrado
en mis Monumentos de la antigüedad. (nº62)
Todavía notamos similar en los oídos, la estatua en el Capitolio de Pollux y una
figura pequeña del mismo héroe en el palacio Farnese.
Cabe señalar siempre, que en todas las figuras, Hércules no aparece con las
orejas bien formadas: es así que lo representan como pancratista, y en
consecuencia con sus caracteres están hechas las estatuas, el Hércules de
bronce en el Capitolio (#),
y otros seis de mármol que vemos, el primero en el Belvedere
(¿#?),
el segundo a la Villa Medici " tercero en
palacio Mattei, el cuarto de la
Villa Borghese (¿#?, ¿#?), el quinto en
Villa Ludovisi (#), y el sexto
en el jardín
página 558
del palacio Borghese (#).
Entre las cabezas de Hércules con las orejas con esos caracteres, puedo
citar las siguientes: las del
Capitolio, Palacio Barberini, Villa Albani, pero la más hermosa de todas
estas cabezas, es la de un Hermes del Conde Fede, antigua, encontrada en
Tivoli, en las ruinas de Villa Adriana (dice
cabeza
¿#?,¿#?
El Abate, anota en Pio Clementino
¿#?).
Los sabios, que han llevado la publicación del gabinete de Antigüedades de
Herculano, habrían sido capaces de confirmar la verdadera representación de
las orejas de los luchadores, si hubieran querido hacer atención en los dos
bustos de Hércules de bronce de tamaño natural, ya que estas cabezas
reconocibles, tienen bastante de su configuración y por su cabello.
Hace falta comentar sobre sus caracteres en cuestión, pues nos dieron falsas
nociones de tales Antigüedades, pasando el primero en la adolescencia, por
un Marcellus, pequeño hijo de Augusto (¿#?),
y el segundo está en la edad adulta, por un Tolomeo Philadelfos (¿#?).
Al parecer, algunas de las más bellas estatuas de la antigüedad,
representan pancratistas, de las cuales eran las obras de Myron, de Pitágoras,
y de Leocares, y el hermoso Autolico, y estaban caracterizadas por oídos
similares.
Vemos también que la oreja derecha del supuesto
Gladiador de Villa Borghese, en esta forma, no se habían dado cuenta
todavía, porque la oreja izquierda fue restaurada.
En Villa Albani, se ve una estatua que representa a un
joven héroe que tiene las orejas de esta forma.
Lo mismo puede decirse de otra estatua heroica,
que antes estaba en el palacio Verospi y que ahora está en la
colección del señor Jennings en Londres.
Debemos revisar la
(1) Bronzi, Ercol. t.v. 49.50.
(2) Ibid, tav. 61. 61.
página 559
similitud de los oídos de un Hermes de las termas, con la cabeza del Filósofo
en la Villa Albani, el sabio Licon, sucesor de Straton en la secta
peripatética.
De Licón, ya habíamos visto que había sido de joven un pancratista famoso, y
es el único filósofo que se distinguió en este tipo de ejercicio.
El es, según creo, el único filósofo del que nos informa Diógenes Laercio,
que tenía las orejas rotas, y según nos informa aún, después de renunciar a
los combates, tenía toda la talla de un luchador, PASAN SCHESIN ATHLITIKIU
EPIPHAINON, πᾶσαν σχέσιν ἀθλητικὴν ἐπιφαίνων, yo lo creo muy probable por el nombre de este Hermes.
Concluyo, además, que el hermoso busto de bronce de la colección de
Herculano, que representa a un hombre joven, con las orejas similares a un
Hermes, y con la inscripción del nombre del Artista, Apolonio, hijo de
Archias de Atenas (#),
nos ofrece la figura de un joven luchador, y no la del emperador Augusto en
su juventud, con la que el busto no tiene semejanza (Her-tav-45)
Para concluir, todavía comento una estatua del Capitolio, conocido como el
Pancatrista, no tenemos un personaje parecido, no tiene las orejas de la forma que acabo
de asignar (cap-t3-tav-61)
No menos que los oídos, el pelo blanco está en el arte estatuario de los
Antiguos, donde trataron de mostrar su industria.
Estas piezas son características, de los rasgos que distinguen lo moderno de
la antigüedad, en la que los artistas modernos son muy diferentes de los
antiguos, el pelo tirado, hecho ya sea por la ejecución en general de estos
detalles.
Yo ya hablado del cabello doblado hacia atrás sobre la frente
(1) Bronzi, Ercol. tav. 45.45
(2) Mus.Capit. T.3.. tav.61
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y he hecho ver, que esta forma de tratar los cabellos, su corte particular,
distinguía a Júpiter y Hércules de otros dioses.
La manera de tratar el cabello, era diferente dependiendo de la naturaleza de
la piedra. El cabello, ejecutado sobre la más dura, tiene el aire del pelo
corto, luego de peinarse con un peine fino, porque este tipo de piedra es
demasiado difícil de manejar, para poder dibujar un pelo flotante y rizado.
Mientras que en las figuras de hombres, ejecutados en mármol, y en tan buenos
tiempos en el arte, el pelo está rizado, y se mantiene flotante, excepto
cuando las cabezas eran retratos; entonces al artista se le requiere para
hacer el pelo corto, o la manera del personaje.
En cuanto a las cabezas de mujeres, y particularmente en las figuras
virginales, donde el pelo está elevado, y anudado detrás de la cabeza, se ve
todo el cabello tratado con ondas, y cavidades considerables, que por tanto
difunden la variedad, ya que tiran del claroscuro.
Así están trabajado el pelo de todas las Amazonas, que pudieron servir de
modelo a nuestros artistas, de estatuas de Vírgenes y Mártires.
Difieren de la Estatuaria antigua, los escultores modernos, que han adoptado
para sus figuras de hombres un cierta forma en el pelo, que es específica
para los sátiros y faunos, como mostraré más adelante, sin duda parece que
la ejecución de este pelo, da menos problemas; mientras que en sus figuras, a
las mujeres les hicieron el cabello con pocas o ninguna cavidad, lo que les
priva de la variedad, y privándolas del claroscuro.
Los cabellos de sátiros y faunos están erizados y un poco rizados en las
puntas, porque querían darle
página 561
el carácter de pelo de cabra, al igual que les han dado pies de cabras a los
viejos sátiros, y algunas figuras de Pan: esto es lo que hizo dar al Dios Pan
el epíteto PHRIXOKOMIS, φριξοκόμα, pelo de punta (Antología
Palatina 12-291).
Este tipo de cabello se llama generalmente EUTHYTHRIX, εὐθύθριξ, y Suetonio los llama
capillus leniter inflexus (Suetonio 79).
Si en el Cantos Sacros, (3) el pelo de la mujer se comparan con los pelos de
las cabras, significa sin duda cabras de Oriente, que están acostumbrados a
cortarles el pelo, debido a la longitud de sus pelos (4).
Apolo y Baco llevan el pelo que les baja por los hombros. Sólo estas dos
deidades tienen esta forma; que vale la pena señalar, porque esta
característica del cabello les hace reconocerse en las figuras mutiladas.
Los niños llevaban el pelo largo hasta la adolescencia, como vemos que
cuenta Suetonio, quien nos dice que Nerón, durante su estancia en Nápoles,
había recogido cinco mil niños que llevaba el pelo largo
(Suetonio
- Neron 20). Pero los hombres jóvenes tenían costumbre de llevar
el pelo más corto, especialmente por detrás, excepto los de la isla de
Eubea, que Homero (Iliada
2-536) llama a causa de ella OPITHON KOMOON, ὄπιθεν κομόωντας.
En esta ocasión no pasaré en silencio en el color del pelo, sobre todo,
porque muchos pasajes de los autores antiguos, han dado lugar a
malentendidos con este singular objeto.
El color rubio, XAUTHÎ, ξανθὸς, siempre ha sido considerado como el más bello, y el
cabello rubio
(1) Anthol. L. 4. c. 36. p.364 L.15.
(2) Suet. Aug. c. 79.
(3) C. 4. v. 1.
(4) Bochart, Hieroz. T. l.2. c.51. p.625.
(5) Suet. Nero. c.2.
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también fue dado a los más bellos de los dioses, a Apolo, a Baco, y a los
más ilustres de los Héroes.
Aeliano nos dice, que Alejandro tenía el pelo rubio
(Claudio
Aeliano , Historias L-12-14) Como resultado de este concepto que
he restaurado en otra parte (2) el significado de este pasaje del Ateneo
(Ateneo
Banquete 604) OUD´O POIITÎS (SIMONIDÎS) OPHILOGON CHRYSOKOMAN
APOLLONA?, ὀυδ' ὁ ποιητὴς (Σιμονίδες) ἔφε λέγων χρυσοκύμαν Ἀπόλλωνα , pasaje que voy a aplicar justo aquí, con los cabellos negros de
Apolo, y que habían sido oídos incluso por Francois du Jon (4).
Gracias a un signo de interrogación, hace que el pasaje en cuestión tome una
dirección opuesta. Este color del cabello también nombrado, MELICHRÔOSμελίχρωος (Filostrato Iconos L1 6),
y cuando Lucrecio dijo Nigra MELICHRÔOS, μελίχροος, es (6)
Él confirma el sentido de nuestro pasaje.
El poeta hablando con adulación impertinente, prodiga el bello sexo, también
cita y nombra a una joven que tiene el pelo negro, MELICHRÔOS, μελίχροος (rubia), para
darle una belleza que no tiene.
De la manera que hemos interpretado justo a Simónides, que resultará que el
Poeta contradice al cantor de Aquiles, que no caracteriza a cualquiera de
sus personajes por los cabellos negros.
La belleza de la forma de las partes del cuerpo, tales como las
extremidades, manos y pies, está así universalmente determinada como
sobredimensionadas.
Plutarco muestra en general sobre este objeto, como sobre muchos otros, poco
conocimiento del arte, cuando avanza, que los artistas no ponían su atención
nada más que en terminar la cara, sin también tratar otras partes de la
figura. Los extremos no eran lo más difícil
(1) Aelian. var. hist. L.12. c.14.
(2) Monum. Ant. V.2.p.46.
(3) Athen. Deipn.L. 13. p. 604. A.
(4) Juni. de Pict. vet. L. 3. c.9.p.232
(5) Philost. L. 1. Icon. 4. p.768
(6) Lucret. L. 4, v. 1154.
página 563
en la moral, o el extremo vertido consintiendo en el vicio, como en el arte,
donde los detalles de las figuras, dan fe de la inteligencia del Artista para
conseguir lo bello.
El tiempo y la furia de los hombres nos han dejado pocos hermoso pies, e
incluso menos hermosas manos.
Sabemos que las manos de la
Venus Médici son modernas; Se pueden hacer una idea del juicio de los
que encontraron defectos, en estas manos que creían antiguas.
La belleza de la mano de una joven está en una redondez moderada, con trazos
apenas perceptibles, sombras suavizadas en las articulaciones de los dedos,
que están marcadas una mano regordeta, a través de pequeños agujeros.
Los dedos se dibujan con un bonito descenso, como columnas de una hermosa
proporción, y parecen indicarnos las articulaciones.
En la antigua estatuaria, la última articulación de los dedos no es tan
curvada hacia adelante como en la moderna; ellos no las sostenían con clavos,
si la longitud les obliga a ponerlos.
Los poetas llaman hermosas manos de manos de Palas (Ant.Palt.Eróticos 70), y todavía dicen de
manos de Policleto (Antología
Palatina 12-150), porque el artista tenía reputación de hacer una
forma hermosa.
En cuanto a las hermosas manos antiguas que se conservan, primero voy a
citar los hombres, una mano del
hijo de Niobé que está tendido en el suelo, y una y otra mano de
Mercurio abrazando a Herse, en el jardín del palacio Farnese.
En cuanto a las bellas manos en mujeres, tenemos una de el
Hermafrodita del Villa Borghese, y las dos manos, que es muy raro, y la
figura en cuestión de Herse.
Las mas hermosas rodillas y las más bellas piernas en figuras de hombres
son, sin duda, las del
(1) Anthol. L. 7, p. 476. 1. 5.
(2) Ibid. p. 47. L.16
página 564
Apolo Sauroctono de Villa Borghese, así como las de un
Apolo, con un cisne a sus pies, y un Baco, dos
estatuas de la Villa Medici: estas figuras
hechas de la edad, y de hermosa naturaleza en sus rodillas y envergadura,
así como sus articulaciones, débilmente indicadas, de suerte que desde el
muslo hasta la rodilla de la pierna, forma una eminencia suave y lisa, que
no se interrumpe por cavidades y convexidades.
Para mostrar que esta indicación de forma imperfecta de un joven, en las
rodillas no es superflua, habría de traer la atención de los conocedores de
las figuras de la edad de los artistas modernos, que produjo un muy pequeño
nombre, o parte de la hermosa naturaleza que se encuentre observada.
Hablo principalmente de figuras de nuestro sexo: porque nada es más raro que
encontrar hermosas rodillas de jóvenes en la naturaleza, si no encontrar tal,
en las obras de arte o pinturas, o estatuas.
De suerte que en este artículo, yo no podría informar como modelo alguna
figura de Rafael, menos aún de Carracci y de sus sucesores. En este sentido,
el hermoso
Apolo, ejecutado en la Villa Albani por Raphael Mengs, puede servir de
modelo a nuestros pintores.
En cuanto a las figuras de mujeres que se encuentran en Roma, la que tiene
las más bellas piernas es
la Thetis de Villa Albani.
En el volumen siguiente, hay una descripción de esta estatua.
Un bello pie, así como hermosas rodillas, era lo más visible entre los
antiguos, que no es de esta manera entre los modernos.
Como los antiguos no usaban como nosotros, en los pies zapatos estrechos,
tenían ésta parte del cuerpo con el más bello torneado.
Vemos por las observaciones de los filósofos, y por lo que se deduce de
allí, que tenían inclinada el alma, ya que los antiguos consideraban la
forma de los pies con
página 565
una escrupulosa atención (1). Por eso, en las descripciones de las bellas
personas, como Polixena (Dares
de Frigia XII) y Aspasia y (Claudio
Aeliano libro 12-1), se mencionan sus hermosos pies, y la
historia no ha desdeñado mencionar la deformidad de los pies del emperador
Domiciano (Suetonio
Domiciano, 18).
Las uñas de los pies, están más aplastadas en las estatuas de los Antiguos
que en los Modernos.
Después de considerar la belleza, en relación con las extremidades de la
figura, vamos a hablar de la superficies del cuerpo, en comparación con las
áreas, a saber del pecho y las partes inferiores del cuerpo.
La belleza del pecho de las figuras de los hombres, consiste en un hermoso
pronunciamiento de su elevación.
Esto es un pecho similar al que el padre de los Poetas da a Neptuno, y
después de él a Agamenón.
Anacreonte decide ver en él a quien quería, un pecho de una forma similar
(5).
Los senos y el cuello de las figuras femeninas, jamás se hicieron muy anchos.
El abad Banier está mal informado, cuando el avanza, que Ceres aparece
generalmente en los monumentos antiguos, como una mujer que tiene los senos
muy gruesos (6).
Debe el sabio, haber tomado una Ceres moderna, por una vieja Ceres.
En las figuras divinas, los senos tienen siempre una forma virginal, por lo
que los Ancianos incluyen en la belleza de esta parte, una elevación
moderada: para prevenir de engordarla se sirven de piedra de la isla de
Naxos, que pulverizada aplicaban sobre la garganta
(Dioscórides
5-168).
Los poetas comparan un seno
(1) Ariftot. L.i. p. 147, J. 8. L. 2. p. 1S7. 1. 26. ed. Sylb.
(2) Dares Phryg. c. 13.
(3) Aelin. Var. hist. L.I2. c.I..
(4) Suet. Domit.
(5) Conf. Cafaub. animadv. in, Athen. L.15. p. 972- I.40- edit. Lugd. 1621.
(6) Banier, Mythol. T.5. p.115
(7) Dioscor. L.5.c.168.
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virginal, a las uvas que aún no están maduras (1).
Apolonio hace que esta elevación moderada del seno de las Ninfas con el
término obscura, cuando el dice Crinis ad obscurae decurrens cingula
mammae (2).
En algunas Venus debajo del natural, los pechos están apretados, y las
eminencias terminan en picos, esta es la forma del seno que ha sido
considerada como la más hermosa.
Yo extraería de esta máxima, la figura de Diana de Éfeso, que no sólo tiene
grandes pechos y plenos, sino que también tiene un gran número: además, esta
forma de ser, tiene un propósito simbólico no la belleza como objeto.
Entre las figuras ideales, vemos que las Amazonas tienen grandes y amplios
pechos; también con ello representan a las mujeres, y no a las niñas, donde
la punta de su pecho es visible.
En la antigüedad, el seno de las ninfas, así como el de Diosas no está
coronado por un final visible, al menos no sobresalen en las figuras de
mármol, y no lo hacen tampoco en las pinturas, porque tal es la forma de
esta parte en la inocencia de la edad.
Como el pezón está completamente desarrollado en la presunta Venus,
pintada de tamaño natural en una tabla antigua, conservada en el Palazzo
Barberini. Yo llego a la conclusión, de que esta figura no puede representar
a una diosa.
Entre los modernos, algunos de los más grandes artistas son reprobables sobre
este artículo. Domenichino entre otros, ha pintado al fresco en el techo
de la casa de Costaguti en Roma, representando la Verdad, que se arranca de
los brazos del tiempo, con los pechos cubiertos con los pezones de un tamaño
tal, como una mujer que hubiera amamantado a varios niños
(#), no podría haberlas hecho más grandes y peor
(1) Theoçrit. Idyl.n. v. i. Nonn.Dionys. L. 1. p. 4.1.p.15.l.9.
(2) Argon. L. 3. v. 526.
página 567
Ningún pintor moderno ha expresado mejor un seno virginal, como
Andrea del Sarto. Entre otras, una figura
pintada de medio cuerpo, coronada con una guirnalda y
con flores en la mano. Esta tabla se encuentra, en la colección del
Sr. Cavaceppi.
En las figuras masculinas, la parte inferior del cuerpo, es como la de un
hombre que ha disfrutado de un sueño tranquilo, y ha hecho una buena
digestión.
El vientre, sin estar inflado, es tal que los físicos quieren que sea la
marca de una larga vida (1).
El ombligo se ha reducido considerablemente, especialmente en algunas
figuras femeninas. Y a veces se forma un pequeño semicírculo dirigido tanto
arriba como abajo.
Es de las figuras con esta parte más bella la obra de la
Venus Médici, con el ombligo singularmente grande y profundo.
Las partes naturales tienen también su belleza particular en las figuras
antiguas.
Entre los testículos, el izquierdo es siempre más grande que el derecho,
remarcando la naturaleza, han observado que el ojo izquierdo se ve más claro
que el derecho (3)
Del resto, no hace falta creer que es una mutilación violenta, cuando vemos
algunas figuras de Apolo y Baco privadas como en los dibujos de sus
testículos, y nos ofrecen a nuestros ojos como cáscaras vacías de dichas
partes.
A la vista de Baco, esta supresión puede tener su significado secreto,
porque el Dios era a menudo confundido con Athys, por los escritores, y que
fue privado de su sexo ya por último (Eusebio
Cesarea - Pr.Evangelios libro3- 11). Como era Apolo
(1) Bacco, Verul. Hist. Vit. & Mort. p. 174.
(2) Couf. Achil. Tat. Erot. L. I.P.9. 1. 7.
(3) Philosoph. Transaet.v.3.p. P730. Denis, Mémoires, p.213
(4) Euseb.praep. evang. L-2.p. 4t. L 39.
página 568
tan venerado lo fue Baco, por lo que puede ser que la mutilación de estas
partes tenga el mismo significado (Eusebio
Cesarea - Pr.Evangelios libro2- 1).
Dejo que los escrutadores de la belleza tornar a la medalla, y hacer las
observaciones particulares sobre las partes, que el pintor Anacréon no podía
representar la maestría del Poeta.
Yo añadiría a estas consideraciones sobre la belleza, algunos consejos, que
podrían servir como primeras lecciones, a los viajeros y jóvenes gentes en
la contemplación de las figuras griegas.
En primer lugar, no buscar puntos con defectos de cobertura en las obras de
arte, antes que haya aprendido a conocer, y captar la belleza.
Esta máxima se basa en la experiencia diaria.
La mayoría de aquellos que pueden ver la forma por sí mismos, y que se ven
obligados a ver la esencia por otros, fracasan en el conocimiento de la
hermosura, porque ellos quieren ser censores antes de haber sido discípulos,
Ellos hacen como los escolares, que tienen suficiente con ver el débil fallo
de su Maestro.
Nuestra vanidad no se contenta en una contemplación ociosa, y nuestro amor
propio quiere ser halagado, y para satisfacer el uno y el otro queremos
juzgar.
Pero es más fácil encontrar una proposición negativa, que una propuesta
favorable, y es aún más fácil de descubrir los defectos de una obra, que
captar la belleza.
Cuesta menos problemas juzgar, que enseñar.
Los que se dicen conocedores, se acercan a una hermosa estatua, exaltan su
belleza en términos generales, no cuesta nada, y cuando están mucho tiempo
se ven inciertos sobre la obra, los seguidores no entran en la bondad de sus
partes sin haber entrado en el principio de la perfección, donde ellos se
fijan sobre lo pretendido
(1) Eufeb. pracp. evang. L. I. p. 18, l.25.
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en las imperfecciones debidas. En el
Apolo se dará cuenta de que la rodilla está girada hacia adentro, es más
por el restaurador que del Maestro.
En el pretendido
Antinoo del Belvedere, ellos critican las piernas echadas hacia fuera
del
Hércules Farnese Ellos Recuerdan haber visto cualquier parte, que la
cabeza no es proporcional al cuerpo, y dirán que es un poco pequeña.
Para los que quieran un aprendizaje más profundo, en esta ocasión se
encontró la cabeza del Hércules en un pozo a una legua de la estatua, y que
las piernas fueron descubiertas a diez millas de distancia del tronco,
cuento que se informó en serio, en más de un libro: más allá, sólo nos dimos
cuenta de que son adiciones modernas.
Con en este tipo de observaciones, son guías ciegos de los que viajen a Roma.
Otro se equivocaba por excesiva precaución: con el motivo de desprenderse de
cualquier sesgo a favor de los monumentos de la antigüedad, parecen haber
hecho firme resolución de no admirar nada.
Frio a la vista de una hermosa antigüedad, tienen guardia alerta, porque
creen detectar la ignorancia ante la participación en un arrebato de
admiración.
Sin embargo Platón afirma, que la admiración es la sensación de un alma
filosófica y el principio de la sabiduría (Platón
Teetetos).
Si va usted a iniciarse en los misterios del arte, hecho de otro modo,
aproveche un espíritu prevenido a favor de la antigüedad. Persuádase de que
haciéndolo va a encontrar la belleza, y si usted la busca y se esfuerza en
buscarla, ella se revelará a los ojos.
Retorne justo cuando la haya encontrado, ya que existe.
En segundo lugar, evitar repetir decisiones de la gente del oficio: casi
siempre prefieren la dificultad
(1) Plat.Theaet. p.7.l.13
página 570
al culto a la belleza.
Esta advertencia no es menos útil que la anterior, porque eso es por lo
general la rutina de artistas ordinarios, que consideran que el trabajo
proporciona favores.
Porque es un hecho que esto es falso, y esta precaución es muy perjudicial
para el arte, y esto ha llegado en los tiempos modernos, en que parece que lo
hermoso hubiera sido prohibido.
Estos son artistas pedantes, y pintores fríos, incapaces de sentir la
belleza, o hacerla, que se han introducido en las composiciones de los
techos, y bóvedas con multitud de otros recursos.
El artista de estos recursos, se ha convencido en que podrá compartir los
techos, que gravan la pintura de ignorancia, porque las figuras de su
composición, no aparecen desde todos los puntos de vista desde abajo.
Es después de este gusto corrupto, que hemos juzgado ordinarios, los dos
techos ovalados de la galería en Villa Albani, pintados por Raphael Mengs, y
que le hemos dado preferencia sobre el panel capital central, ejecutada por
el mismo maestro
Este gran hombre, que tenía condicionado el juicio, había dicho, que
pretendía trabajar para dar de comer a las groserías de sus jueces, con
gusto por el artificio, y cortinas en el nuevo estilo de las cúpulas de la
iglesia.
El amateur no querrá conformar su juicio, a poco que tema ser acusado de
singularidad, o ser expuesto a contradicción.
El artista que busca los votos del gran nombre, camina con confianza sobre
el camino trillado, y tal vez cree mostrar más talento, cuando produce sobre
el mármol, una referencia del trabajo del día, que cuando dibuja una figura
ejecutada en un diseño puro.
En tercer lugar, en la imitación de los antiguos artistas, hay una
diferencia entre el diseño esencial, y los accesorios que hacen que vuestro
juicio no se caiga, elevando las cosas falsas que no merecen ningún examen,
página 571
o también para que vuestra atención, se pueda dirigir y fijar, sobre lo
verdaderamente bueno del arte del dibujo.
Nada demuestra poco cuidado en lo que aportan los antiguos artistas,
haciendo cosas que eran por así decir, fuera de su ámbito, como por
ejemplo, los jarrones pintados, donde a veces vemos, la silla y una figura,
indicada por un simple palo, colocado horizontalmente, sin importar cómo,
nos imaginamos la figura sentada, pero por otra parte esta misma figura, nos
dará a conocer toda la habilidad del Maestro.
Sin Embargo, yo no pretendo a favor de estos consejos alquilarle lo
mediocre, ni corregir los defectos reales que se encuentran algunas veces en
lo antiguo; pero cuando yo veo en la misma figura principal, de una belleza
superior, los detalles, o los atributos de un trabajo totalmente inferior,
creo que puede redactarse por inducción, que los antiguos consideraban la
negligencia de la forma, y la ejecución de los accesorios, o, como los
griegos llamaban artistas decoradores.
No es necesario considerar estos decorados como episodios de un poema, o
como los discursos en la historia, expedientes con los cuales el poeta y el
historiador, buscan dar cuenta de su arte.
El cisne que está al pie de la hermosa figura de Apolo
de la Villa Medici, tiene que ser juzgado con esta indulgencia: que
sin duda se ve más como un ganso que un cisne.
De todos modos, yo no voy a establecer una regla en favor de todos los
decorados, porque yo no puedo ir contra informes de los escritores, ni
contra la inspección de los ojos
Una infinidad de figuras recubiertas de armadura, se pueden ver en las
franjas más bajas de los escudos de armas, donde son apropiados
Y en algunas estatuas se encuentran a los pies, donde varios pequeños
accesorios como el calzado, se trabaja con la mayor delicadeza.
Aprendemos de los antiguos,
página 572
artistas, que todos los trabajos en el Júpiter de Fidias, eran de extrema
terminación, y sabemos lo que Protogenes había empleado en su tabla del
cazador Jalysus para hacer perfectamente una perdiz, sin hablar de una
infinidad de otras obras.
En cuarto lugar, hay que tener cuidado de romper vuestra crítica sobre los
antiguos artistas, cuando te encuentras partes manifiestamente defectuosas
en los grabados, a los que está obligado a recurrir, a falta de contemplar los
mismos monumentos; de estar seguro de que los defectos, o son del diseñador, o
del restaurador.
A veces comparten la culpa: lo que sucede especialmente en los grabados de
la galería Giustiniani, en la que todas las estatuas fueron restauradas por
trabajadores poco cualificados, y en las que todo lo que es verdaderamente
antiguo, ha sido dibujado por personas poco hechas en lo antiguo.
Apoyado en esta experiencia, yo digo sobre las piernas mediocres de un
hermoso Baco, apoyado en un sátiro, una estatua
conservada en la Biblioteca de San Marcos en Venecia (1), y yo decido
que la mediocridad es una adición moderna.
Después de discutir en este capítulo, el diseño de las partes de la figura
humana, nosotros pasamos a la forma de los animales.
Con el estudio griego de la naturaleza de los animales, no fue menos el
objeto de sus artífices que de sus filósofos.
Sabemos que muchas estatuas tuvieron una gran reputación por la manera
superior, con la que representaron los animales.
Calamis se distinguió en el arte de la representación de los caballos (Plinio libro34 71), y
Nicias por hacer perros.(Plinio libro35 133)
La vaca de Mirón es más famosa que otras
(1) Zanetti, stat. di Venez.
P. 2. tav. 26.
página 573
obras, y fue cantada por muchos poetas en los versos que nos han alcanzado.(Plinio libro34 57)
Todavía contaba con un perro de este artista y un becerro de Menechmus
(Plinio
el Viejo Libro34-80)
Leemos que las antiguos artífices, hacían bestias feroces de natural, y que
Pasitels había tenido ante él, un león vivo, cuando hizo al rey de las
bestias.(Plinio
el viejo libro36-40)
Se han conservado leones y caballos de una gran belleza, tanto de grabado y
medio grabado, en medallas y sobre piedras grabadas.
El león sentado de mármol blanco, más grande que de natural, el mismo
que estaba colocado una vez en la puerta del Pireo en Atenas, y que decora
la entrada del Arsenal de Venecia, y de este género para mi, es el monumento
más hermoso de este tipo.
El león a los pies el Palazzo Barberini,
también más grande que de natural y quitado de una tumba, muestra al rey de
los animales en su terrible majestad.
De la belleza del dibujo en las monedas no hay como las de la ciudad de
Velia (#),
parece que han observado más de un león en la naturaleza, nos aseguran de
que las figuras antiguas, de estos animales, contienen algo ideal que los
distingue de los leones vivos.
Tal vez los artistas modernos, no han superado los antiguos en el arte de
hacer los caballos, como adelanto Abbé du Bos, quien sostiene, que los
caballos ingleses superan en belleza a los de Grecia, e Italia.
Ciertamente las yeguas inglesas y napolitanas, cruzadas con sementales
andaluces, produjeron una raza de caballos muy nobles, y que se utiliza para
perfeccionar esta industria ganadera en estos países. También se practica en
otros climas, y no tiene siempre
(1) Plin. L. 34. c. 19.
(2) Id. L. 36. c. 5.
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el mismo éxito, y el resultado a menudo es contrario.
Los caballos alemanes que Cesar se encontró eran muy malos, ahora son muy
buenos; Los caballos galos, estimados en su tiempo, actualmente son los más
pequeños en Europa.
Los ancianos no conocían la hermosa raza de caballos daneses, y los caballos
ingleses les eran igualmente desconocidos; pero tenían los caballos de
Capadocia y de Epiro, y los más hermosos sobre todo, los de Persia, de
Acaya, Tesalia, de Sicilia, de Tirrene, Celtas o España.
Platón hace decir a Hipias: "Nuestro clima produce la mejor Raza de
caballos" (Platón
Hipias).
Es un juicio un poco azaroso, y del mismo, Abbe busca apoyar su opinión de
algunos defectos en
el caballo de Marco Aurelio: caída la estatua y enterrada, naturalmente
sufrió algunos accidentes.
En cuanto a los caballos de Monte Cavallo (#,#)
que él dice defectuosos, yo rotundamente niego la cosa y yo sostengo que si
antiguo es muy bueno.
Cuando nosotros no tenemos otros caballos antiguos, que los que acabamos de
mencionar, nos podemos preguntar, de hecho, que la estatuaria de la
antigüedad, que tenía oportunidad de hacer mil estatuas ecuestres, contra una
figura que se erige conocida hoy, con las cualidades de un buen caballo como
sus escritores y sus poetas, no podemos dudar, que Calamis no ha tenido la
sagacidad de Horacio y Virgilio, para comprender las cualidades y la belleza
de un caballo.
Parece que los dos caballos en cuestión en el Quirinal en Roma,
los cuatro caballos de bronce puestos sobre el portal de la Iglesia de
San Marcos en Venecia, es todo lo que podemos ver como más hermoso en este
tipo, la cabeza del caballo del emperador Marco-Aurelio no pude ser mejor
torneada, ni más
(1) Hipp maj.p.348.ed.Basl.
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espiritual en su naturaleza.
Los seis caballos de bronce, que decoraban el frontispicio del teatro de
Herculano, eran de la mayor belleza, pero de una raza ligera como los
cabellos de las barbas: con los restos de estos caballos se compuso uno, que
vemos hoy en el patio de la colección de Antigüedades de Portici.
Otros dos caballos pequeños de bronce (#,#),
se conservan de manera similar entre las Antigüedades de este gabinete, y
merecen un lugar entre los monumentos más valiosos de su tipo.
El primero, montado por su jinete, fue descubierto en el mes de mayo 1761 en
las excavaciones de Herculano; pero las patas del caballo y el jinete
faltaban, y el brazo derecho de la misma. Encontramos la base guarnecida de
plata de esta última pieza.
El caballo representado al galope apoyado en un timón, tiene la longitud de
dos palmos de Nápoles; y tiene los ojos de plata, una rosa del mismo metal
sobre la frente, y unido a la brida, y así como una cabeza de medusa en el
pecho. La brida es de cobre. La figura del caballero parece de Alejandro
Magno, tiene igualmente los ojos de plata: la capa está atada sobre el
hombro derecho, con una grapa de plata. Sostiene en su mano izquierda la
vaina de su espada, presumiendo de ser zurdo. Esta figura de un palmo romano y diez pulgadas de alto.
El otro caballo ha
sido encontrado igualmente mutilado y sin caballero.
Pasado el tiempo, fue encontrado en el mismo sitio
otro caballo, del mismo tamaño montado por una amazona, en el momento de la
acción de saltar reposa el pecho sobre una Herma.
Tenemos medallas de Siracusa (#)
y otros lugares donde hay caballos de gran belleza de dibujo.
El artista que talló las tres letras iniciales de su nombre, ΜΥΘ bajo la
cabeza de un caballo, sobre una hermosa cornalina de
la colección de Stosch, estaba seguro del
página 576
éxito de su trabajo, y la aprobación de los entendidos (1)
Voy a repetir en esta ocasión la observación hecha en otro lugar (2), saber
que los ancianos artistas, no estaban de acuerdo en el movimiento secuencial
de los caballos, es decir, sobre la forma de poner los pies de delante, que
son pocos los autores modernos que han tratado este tema.
Algunos afirman (3) que los caballos levantan ambas piernas a cada lado, al
mismo tiempo, y tal es el ritmo de los cuatro caballos antiguos de Venecia,
los caballos de Castor y Pollux en el Capitolio, y los de
Nonius Balbus y
su hijo en Portici.
Otros están convencidos de que los caballos se mueven en diagonal, o en
forma de cruz (4), y después de haber levantado el pie derecho antes de
levantar la pata trasera izquierda, lo que se funda en la experiencia, y
sobre las leyes de la mecánica. Pies así, levantan el caballo Marco Aurelio,
los cuatro
caballos de su carro en el bajorrelieve del Capitolio, así como los del
arco de Tito llamado con el nombre del emperador.
Todavía vemos en Roma otros animales de fabricación Griega, ejecutado en
piedras preciosas y mármol.
En la Villa Negroni hay un tigre de basalto muy fino,
montado por un hermoso niño de mármol.
Se veía aun en Roma un gran y hermoso perro de mármol,
que pasó a Inglaterra en los últimos años. Tal vez este perro es de
la mano de Leucon, reconocido en tales trabajos
(Antología
Palatina 4-175 ).
La cabeza del conocido macho cabrío del palacio
Giustiniani, no es antigua.
(1) Des. desPier, gr.du cab. deStosch,P.543- Monum. Ant. ined. p. 238.
(2) Deser. desPier. gr. du cab. deStosch, p. 570.
(3) Borel. de motu Animal. P.I. Baldinuc. Vite de Pitt. T.2.p.59
(4) Magalotti Letteri.
(5) Anthol. L. 6. c. 1. ep.2. p. 411.
página 577
El material no se agota en estas observaciones, sobre el dibujo del desnudo
de los artistas griegos, lo siento; pero yo creo que el hilo se puede
rastrear con seguridad, para salir de este laberinto.
Roma es el lugar más adecuado para revisar y aplicar estas observaciones,
pero no es común que se logre disfrutar de ello, y que se desprenda de la
utilidad.
Las cosas que pueden parecer primero, algo más consistente con las nociones,
prevalecen en este tratado, y se acercará al significado, donde el autor pone
atención para traerlo a examen de los artículos, y, finalmente, confirmar
que los principios que pretende establecer, son el resultado de muchos
años de experiencia.
página 578
Capítulo V.
El diseño de las figuras vestidas.
Después de haber tratado en el anterior capítulo, el
diseño del desnudo de los artistas griegos, me propongo en este, revisar el
dibujo de las figuras vestidas.
La discusión de las ropas, es particularmente necesaria en una historia
sistemática de arte, que la mayor parte de los tratados, que nos han dado
hasta ahora, justamente en la ropa, los ancianos son más sabios que
instructivos, con vaguedades que un artífice podría haberlos leído todos sin
haberse avergonzado.
Estos tratados han sido recopilados por personas que sólo tenían ciencia en
los libros, aficionados con un conocimiento intuitivo de las obras de arte.
Debemos admitir también, que es muy difícil determinar con exactitud todos
los puntos relacionados con este objeto, y mi deseo no es darles búsquedas
página 579
detalladas de esta parte.
Basta la Inspección visual, para sentir la verdad de las palabras de Plinio,
cuando dijo que los griegos tenían la costumbre de no ocultar nada, al revés
que los romanos, siguiendo un uso contrario en los vestidos de sus figuras,
y revestidos, especialmente las armaduras de sus héroes
(Plinio
el Viejo libro34 18).
En consecuencia de este principio, empiezo esta discusión con la ropa de las
mujeres, y voy a terminar indicando la ropa de los hombres.
Voy a empezar con telas y las diferentes partes y formas de ropa de las
mujeres, y finalmente del adorno y la elegancia o incluso sus hábitos
mismos, en el resto de sus ajustes.
En relación con el punto primero, los vestidos de las mujeres en parte de
tela u otras cosas que dan un cuerpo ligero, e incluso en épocas
posteriores, en parte también de tela.
Había asimismo ropa con tejidos de oro.
En las obras de escultura, como en las de pintura, percibimos el lienzo y la
transparencia con sus pequeños pliegues unidos.
Los Artistas dieron esta suerte de vestidos a sus figuras, no tanto porque
imitaban con el paño húmedo, con que cubrían sus modelos, porque según
informa Tucídides (Libro
1 1-6), los antiguos habitantes de Atenas, y otras personas de
Grecia, se vestían de tela (Esquilo
7 contra Tebas 1045)(Teócrito
Idilios 2-70), sería necesario escuchar a Herodoto, según él, las
mujeres vestían una túnica (Herodoto
5-87y88) Los atenienses todavía llevaban poco la ropa de lino
(1) Gracca res est, nihil velare; at contra Romana ac militaris, thoraces
addere. Plin.
(2) L.1.p.3.I.1
(3) Aeschil. Sept, contr. Theb.v.1047. Theocrit. Idyi. 2.v.72
(4) L.5. p.201.l.16.
página 580
antes de un siglo de los escritores que venimos de citar
(Eurípides
las Bacantes 819), y Tucídides, en su descripción de la plaga de
Atenas, habla de las camisas de lienzo muy bien.
(Tucídides
Libro 2 -46)
El resto, prefieren ligeras ropas para las figuras femeninas que parecen
lienzos, eso no cambia mi tesis.
Se debe, sin embargo, a que la ropa de lienzo era de uso frecuente entre los
griegos, como lo fue en Elis cultivar el lino, que labraban y tejían como lo
más hermoso, y el más fino (Pausanias
libro5 ,5-2), (Plinio
el viejo libro19, 20), tenía fama entre los romanos.
También los samnitas vestían ropa de lienzo en sus expediciones, y los
íberos del ejército de Aníbal, vestían chaquetas de lino color púrpura
(Polibio
libro 3 -32).
Desde allí podemos creer confiadamente, que las telas de lino no serian raras
en Roma, aunque algunos escritores lo afirman, tras un pasaje mal entendido
en Plinio, donde el Autor citando a Varrón, dice que las mujeres de la casa
de Seranus en Roma, no habían usado vestiduras de lino (Plinio
el viejo libro19, 8).
Las telas ligeras fueron principalmente de algodón, cultivado y trabajado en
la isla de Cos (6); Esta era una ropa de la mujer, tanto en los griegos como
entre los romanos.
Cuando los hombres se servían de ropa de algodón, pasaban por afeminados (Plinio
el viejo libro11, 78)..
Estas telas tenían a veces rayas (8). Así, vemos vestido travestido a
Chareas, en el eunuco de Terencio del Vaticano.
A menudo la misma tela
(1) Eurip. Bacch.v.819.
(2) L2.p.64l.4.
(3) Paus. L.5- P- 384- 1 31., Plinio L.19,c.4
(4) Polyb. L. 3 p. 164. A. Liv
(5) Plin. L. 19. c2,1.
(6) Salmas. Exerc.in solin. p296A.
(7) Plin. L. 11. c.27
(8) Ruben. de re vesft.L.I.c.2 p. 15.
página 581
está decorada con todo tipo de flores (Platón
político).
Tejidos ligeros, también fueron fabricados para el uso de las mujeres, con
pelusa que crece en algunas conchas (2), y con lo que se tiñe hoy en día,
especialmente en Tarento, guantes y los bajos muy finos, y muy cálidos en
invierno.
Los antiguos tenían telas transparentes que llamaban las nieblas, y en la
descripción de Eurípides del manto de Ifigenia con el que cubría su rostro,
por lo que dice, tendría que ser tan claro que se podría ver a través de él.(Eurípides
Ifigenia 1120)
Creen reconocer en algunas pinturas antiguas, diversidad de color que parece
sobre la misma ropa, y que llaman color cambiante, colore cangiante, como
se ve claramente en la tabla, comúnmente llamada
"Nozze Aldobrandini", y en copias de otras pinturas descubiertas en Roma y
destruidas, algunos trozos están en la Biblioteca del Vaticano, y en la
colección del cardenal Alexander Albani.
La ropa matizada se da con mayor frecuencia en varias pinturas de Herculano,
como se observó en el catálogo, y en la descripción de algunas piezas (4).
El cambio de color de los tejidos viene de la superficie pulida y de la
reflexión de la seda; efecto que no se sabe producir, ni en los paños, ni en
el algodón, a causa de su área peluda y acolchada de su hilo.
Con ello pretende indicar que Filóstrato, al hablar de la capa de Anfión,
dijo que no es que no fuera de un solo color, pero cambiaba según los
diferentes puntos de vista (Filóstrato
Heroes 10-5)
Los autores
(1) ἱμάτιον ποικίλον πᾶσιν ἄνθεσι πεποικιλμένον Plat. Polit. L.8.p. 45o. 1.
16.
(2) Salmaf. Not. in Tertul.de Pallio,p.172,175
(3) Turneb. adverf L.1.c15.p.15
(4) Bayardi,CataI.Ercol.p.47.D.244. p. 117. N.593. Pi".
Pitt.Ercol.T.2.tav.5.p.27.
(5) Icon. L. 1. N.10. p- 779.
página 582
nos dejan de lado en los mejores tiempos de Grecia, las Damas griegas vestían
ropa de seda; pero vemos, que es necesario, que los artistas hubieran
experimentado este tipo concreto de vestido, en sus modelos.
La moda de llevar seda era desconocida en Roma hasta la época de los
emperadores; pero tan pronto como tomaron el lujo, no se encontraba freno,
se trajeron telas de seda de las Indias, y los mismos hombres se vistieron
(Tácito
anales 2-33)
Esta furia de llevar seda, fue la causa de que fuera prohibida por una ley de
Tiberio.
Sobre varias telas en las pinturas antiguas, se ve el color cambiante
particular, vemos un rojo y un púrpura, con un azul celeste, o un rojo en los
pliegues hundidos, y un verde en los salientes, o púrpura en los hundidos y
amarillo en los salientes.
Estos tonos, indican telas de seda, pero de la manera que se mete en los tejidos
el hilo de la cadena y el de la trama, que habían sido teñidos aparte, de
cada uno de estos dos colores.
Gracias a este artificio, los colores se iluminan mutuamente en la caida de
los vestidos, según la dirección de los pliegues.
El material que más comúnmente tomaba el color púrpura, era la lana; pero no
daba esa apariencia.
Había dos tipos de púrpura: la primera era violeta
(2), VANTHINOS , ἰάνθινος (Plinio
el viejo Libro21 27), con la que los griegos designan el color
con una palabra que significa el color del mar
(Polibio
libro31 3), y que nos indica la púrpura de Tarento
(Horacio
Ars poetica 228): la segunda que lleva este precioso color,
llamado el púrpura de Tiro, que se parecía a nuestra
laca.
(1) Tacit. Annal. L.2 c. 33.
(2) Corn. Nep. Fragn. p.158.Ed. in us. Delph. Colomn. de furp. p. 6.
(3) Plinio L. 21. c. 14,
(4) Excerpt. Polyb. L. 31. p. 177.1.5. Cons. Hadr. Jun. Animadv.L. 2. c. 2.
Bochart, Hieroz. T.I.p. 73o.
(5) Horat, L. 2. ep. 1, v207.
página 583
La ropa de tela en las figuras se distingue fácilmente de la lona y
otros tejidos ligeros.
Artista Francés, quien no remarca sobre el mármol, nada más que las telas finas
transparentes (1), que hace recordar a la
Flora Farnese otras figuras vestidas de la misma manera.
Podemos avanzar con audacia, que se han conservado muchas estatuas de
mujeres vestidas con ropa de lana, estatuas ajustadas con telas ligeras.
Los paños están recogidos por la amplitud de sus pliegues, así como las
pausas contra las que se pliegan: nosotros hablamos luego de estas rupturas.
Voy a añadir a los diferentes tejidos que van ajustados en las mujeres, la
tela de oro, aunque no están estrictamente dentro de estas: es por dar
cuenta de todo tipo de ropa, porque de hecho hay figuras con puntos pintados
en tela de oro.
Las ricas telas de los ancianos no fueron fabricadas como las modernas, con
un hilo de oro o de plata de hilo muy delgado, hiladas sobre una trama de
seda, pero eran unas telas de oro sin ninguna aleación.
Esto es lo que aprendemos de Plinio, cuando, hablando de Agripina, la esposa
de Claudio, dice la princesa asistió a una Naumachia, o el espectáculo de
una batalla naval, vestida de un Paludamentum, tela de oro puro.
"Nos vidimus Agrippinam Claudii princips, edente eo navalis proelii
spectaculum, indutam paludamento auro textili, sine alia materia
(Plinio
el viejo libro 33 , 63).
El mismo autor informa, que Tarquinio Priscus o Tarquino el viejo el primero
que se había puesto un vestido de oro Tunicam auream.
Luego de mi estancia en Roma descubrimos dos urnas fúnebres, donde había
ropa
(1) Falconet, Résl. fur la Sculpt P- 52. 58.
(2) Plin. L- 33- c.19 p-39. y Dio Casio L. 6o. p. 687-
página 584
hechos de oro puro, que los propietarios hacían poner sobre el campo.
Los Padres del Colegio Clementino, en la viña, donde encontraron por último
una urna de basalto verde, confesaron haber echado en sus hábitos cuatro
libras de oro; pero es probable que no estuviera ajustado.
Algunas piezas de galones de oro en el gabinete de Herculano, pueden darnos
una idea de esta suerte de tejido; donde estas piezas están igualmente
hechas de oro puro.
En cuanto al segundo punto de la ropa de las mujeres, es decir, en cuanto a
su especie y formas, es necesario remarcar tres piezas, la túnica, el
vestido y el abrigo, cuya forma es la más natural que pueden imaginarse.
En los tiempos más remotos de Grecia, las mujeres seguían la moda Doria con
respecto a sus vestimenta (Herodoto
5-87).
En la época posterior, los jonios se distinguen de los demás. Pero parece
que en la representación de divinas y heroicas figuras, los artistas se han
aferrado a la manera antigua.
La túnica que tenían en lugar de la camisa, se ve en varias figuras desnudas o
durmiendo, como en la
Flora Farnese, las estatuas de las amazonas del Capitolio (#,
#), y la supuesta Cleopatra de Villa Mattei,
y un hermoso Hermafrodita en el palacio Farnese.
La hija menor de Niobe que se arroja en el seno de su madre (#),
no está vestida con una túnica.
Los griegos llaman a este vestido CHITON, χιτὼν (2); las mujeres que no estaban
vestidas con la túnica, con la que se acuestan se llamaba MONOPEPLOI, μονοπέπλοι
(Eurípides
Hecuba 933) o MONOCHITONES , μονοχίτονες, (Plutarco
Sila 25).
Es lo que se ve por las figuras que vemos
(1) Herodot. L. 5. p.201. I. 18.
(2) Achil. Tat. Erot. L. t. p.9.l.3
(3) Eurip. Hecub. v. 933.
(4) Plutarch. Syll. p. 855.l.21.
página 585
y que acabamos de citar, la túnica era de lino o tela ligera, sin mangas y
sujetados con un botón sobre los hombros, de suerte que cubre todo el pecho,
a menos que la desatemos debajo de los hombros.
Esta era una prenda que llevaban las muchachas espartanas, atada a la
cintura (1).
En la parte superior del cuello, a veces se nota algunas bandas plegadas de
la tela más fina, que está mejor explicado en la descripción que nos da
Lycophron de la túnica hombre, y la camisa en que Clitemnestra pone en un
aprieto a Agamenón, cuando le va a asesinar (Licofron
1099), con el vestido de las mujeres.
Un escritor moderno afirma, que no estaba permitido a las damas romanas,
llevar camisas de hombre con mangas, pero tal vez él quería decir, túnicas.
De todos modos, quiero ver la prueba de esta afirmación (3).
Yo no recuerdo haber visto túnicas con mangas largas y estrechas, en las
figuras de hombres griegos o romanos, excepto figuras teatrales.
Pero sobre algunas pinturas de Herculano, se ven vestidos con mangas cortas,
que descienden únicamente hasta el centro de la parte superior del brazo,
vestidos que llamaban Colobia.
Las únicas figuras que representan personajes cómicos o trágicos, se ajustan
ropas de hombres con mangas largas y estrechas, así vemos
dos pequeñas estatuas de Comedia en la Villa Mattei,
otra similar en Villa Albani, así como una
figura trágica en una tabla de Herculano (tom4-t-41 a , b) (¿#?
,
¿#?).
Sin embargo, esto representa
(1) Schol. ad Eurip. Hec. L. c.
(2) Alex. v. 1100. Cons. Casaub. Anim.in Suet. p. 28. D.
(3) Nadal, Diss. fur l´ habil.des Dam. Rom.
(4) Pitt. Erc. T. 4. tav. 41
página 586
La tentación es aún más evidente, y se ve y en muchas figuras de renombre,
como un bajorrelieve de la Villa Pamfili, que
he dado a conocer, en mis Monumentos de la Antigüedad (nº189).
Las actrices de comedia llevan sobre el vestido largas mangas estrechas, o
una chaqueta, corta con media manga (2).
Volveré aún sobre esta cuestión más adelante en la sección de la túnica de
los hombres.
Yo he dicho exclusivamente, que las mangas largas y estrechas, no se
encuentran en figuras de hombres griegos y romanos, excepto en figuras
teatrales; Y Voy a añadir aquí, que estas mismas mangas son apropiadas a
todas las figuras de los frigios, y que se pueden ver en hermosas estatuas
de Paris en el palacio Lancellotti (#)
y Altemps, y otras figuras del mismo carácter,
como en relieve de las piedras grabadas.
Por lo tanto, es como la deidad frigia Cibeles (nº8) que siempre figura con
las mangas en la forma en cuestión, y que remarcamos en la figura de "bulto
redondo" de esta Diosa, conservada en la colección del Capitolio (Archigallus).
Es el resultado del mismo principio que Isis, vista como una deidad
extranjera, es la sola diosa junto con Cibeles, que tiene mangas largas y
estrechas.
Las figuras, que deben designar a las naciones bárbaras, tienen costumbre de
ajustarlos a la frigia, con los brazos revestidos de mangas.
Cuando Suetonio habla de una toga Germánica, parece ir más allá de un
vestido con las mangas realizadas en esta forma (4).
El Vestido de las mujeres por lo general consistía, en sólo dos largas
piezas de tela, sin corte y sin forma
(1) Momun. Ant. ined. No.189.
(2) Pitt. Erc. T. . tav. 33.
(3) Monum, Ant. ined. N8.
(4) Sueton. Domit. c. 4.
página 587
cosidas a lo largo, y atadas a los hombros por uno o más botones: por lo
tanto Josefo describe los vestidos ordinarios (Josefo, Ant. libo3 7-4).
Sustituían a veces un botón por un broche puntiagudo.
Las mujeres de Argos y Egina, llevaban estos broches más grandes que las de
Atenas (Herodoto
5-88).
Por entonces llamaron al vestido cuadrado, y Saumaise se equivoca, cuando
sostiene que fue tallado en redondo (3); El da la forma del abrigo, al
vestido. Este vestido, que también pasaba por la cabeza, es justo el más
común, en las figuras divinas en aquellos tiempos heroicos.
Los vestidos de las jóvenes lacedemonias, estaban abiertos abajo por los
lados, (4) y flotan libremente como se ve en las figuras de bailarines.
Las mujeres todavía usaban vestidos con mangas estrechas, y cosidas, que
llegaban hasta los puños, y que llamaban KARPOTOI, καρπώτοι de KARPOS, καρπὸς , puño (5).
Así estaban vestidas las dos hijas más bellas de Niobe
(#,#),
y del mismo modo la supuesta
Dido entre las pinturas de Herculano. En los jarrones pintados hay un
mayor número de figuras ajustadas de esta manera.
Cuando las mangas son muy largas, como en dos hermosas estatuas de
Pallas de la Villa Albani, estas no son las mangas del vestido lo que
vemos, sino los de la túnica.
Porque cuando no se cortan por separado, la parte del vestido cuadrado cae
del hombro sobre su brazo, está dispuesta en forma de mangas por medio de la
cintura
(1) Ant. Jud. L. 3. c. 8. $. 4.
(2) Herodoí. L. 5. p.201. 1. 24.
(3) Not. in Script. Hist. Aug. p. 389. D.
(4) Plutarch. in Numa, p.140. l.19
(5) Salmaf. in Tertul. de pal. p.44.
página 588
Cuando estos vestidos, en lugar de estar cosido por los hombros, están
sujetos con botones, entonces, los botones caen sobre el brazo.
Los días solemnes, las mujeres llevaban vestidos con esta amplitud
(Tito
Livio 27-51).
Pero sobre todo, en la antigüedad, no encontramos mangas largas plegadas y
enrolladas, como las de las camisas modernas y, como Bernini le dio a una
Santa Verónica en la iglesia de San Pedro en Roma (Es de Francesco
Mochi)
.
Otros escultores modernos han dado a sus figuras femeninas cosas similares.
El vestido no está jamás equipado de flequillos, ni en el borde del bajo, ni
en otro lugar, que yo observe aquí para servir a la explicación que
Calímaco, hablando del vestido de Diana, llamada LEGNÓTON, λεγνωτόν.
Los Intérpretes antiguos y modernos, también se han equivocado dando este
término por los flecos.
El único, Spanheim, dio justamente con la explicación, de bandas abrochadas a
lo largo.
Calímaco introdujo a esta diosa suplicando a Júpiter, entre otras cosas,
pidiendo permiso para llevar el vestido λεγνωτόν por encima de las rodillas
(Calimaco
Himnos-Diana).
Pero tampoco, ni las esculturas antiguas, ni pinturas, nos ofrecen en ninguna
parte a Diana vestida con tiras o flecos, dirigidas de arriba a abajo: todo
lo que hay y vemos, es que el borde, indicado mediante una larga guarnición
con broches, que nada mejor para distinguirlo más claramente que en la
estatua de la Diosa, (Diana)
conservada en el gabinete de Herculano, y que se describe en el segundo
capítulo
(1) Liv. L. 27.c. ult. amplissima vestis.
(2) Hymn. Dian. v. ir.
página 589
en el Arte de los etruscos.
Así que yo soy de la opinión de que la palabra LEGNÔTON, λεγνωτὸν, designa el borde
adornado u ornamento del vestido.
Las niñas así como las mujeres, ataban el vestido bajo el seno
(Valerio
Flaco, Argonautas 7-349) como una práctica, en algunas partes de
Grecia (2), y de la misma manera que portaban los Sumos Sacerdotes Judíos
Es así que se llamaba ceñir en alto, BATHYZÔNOS, βαθύζωνος , epíteto que Homero
(Iliada
9-595 ,
Odisea 3-154) y otros muchos poetas dan, comúnmente a las mujeres
griegas.
La expresión de BATHYZONOUS GYNAIKAS, βαθύζωνος que más se usa, fue dictada por
Barnes, en lugar de profunde succinctae y en otras partes por
demissas zonas habentes: versiones también en culpa.
Los escoliastas no han comprendido mejor el significado de este epíteto, y
cuando se dice en Etymolog. magno, que es un apodo dado a las
mujeres bárbaras, y se basa aparentemente en una pasaje de Esquilo
(Esquilo
los Persas 155), donde el poeta llama así a las mujeres persas.
Stanley atrapa el verdaderos sentido de la palabra, y la da por alte
cinctarum, las mujeres ceñidas en alto.
El escoliasta Stace (5) no nos da una idea elevada de la figura de la
virtud, cuando dice, que ella estuvo representada ceñida en alto.
La cinta o correa, que sostiene el vestido, y que los griegos llaman TAINIA, ταινία
Strophium (Esquilo
7 Tebas, 872)(Catulo
2a)(Catulo
67) a veces Mitra (7), es visible en la mayoría de las figuras.
(1) Val. Flac. Argon. L. 7. v. 355.
(2) Pocock's, Defer. of the East. T.2. P. 1. p.266.
(3) Reland. Antiq. Hebr. p. I45.
(4) Il. c, 590. Od. y 154
(5) Lutat. in Lib. 10. Theb. Stat,
(6) Aeschyl. Sept, contr. Thcb.v.877.Catul. Epithal. v,65 «Je crois que
luttantes conviendroit mieux ici que lactantes.
(7) Non. Dionys. L.I.p.15.v.5.p.22. v.12.
página 590
A la pequeña Palas de bronce de Villa Albani (1) así como figuras femeninas,
de los más hermosos jarrones de la colección de Hamiìton, vemos tres cuerdas
salir con un nudo en ambos extremos de la que se adjunta como correa
pectoral.
Este cinturón forma sobre el seno un lazo, y a veces un nudo en forma de
rosa, que se señala en las dos más hermosas hijas de Niobe.
En la menor de las niñas, vemos los extremos de la cinta pasar por los
hombros la parte de atrás; vemos lo mismos en las cuatro cariátides de
tamaño natural, que se encontraron en abril 1761 en Monte Portio cerca de
Frafcatti.
Esta forma de ceñir fue llamado por los antiguos, al menos en tiempos
posteriores, fuccinctorium o bracile (2).
Las figuras de Terentius del Vaticano, nos muestran que el vestido tenía de
esta manera dos cintas, que iban a unirse en los hombros superiores: porque
en estas figuras las bandas descendían por los dos costados.
Por otra parte, cuando estaban unidas, sostenían y realzaban la cintura
ajustando encima los senos.
Es necesario representar bien largo el cinturón llamado TAINIA, ταινία como Cloe en
la novela de Longo (Dafnis
y Cloe), usa por defecto de una cuerda para sacar a su querido
Dafnis, de la fosa de los lobos.
Este enlace no parece ser un ajuste de cabeza, como se muestra en los
grabados.
En algunas figuras, este cinturón es tan ancho como una correa: Es así como
vemos la
colosal musa de la Cancillería,
La Aurora del Arco de Constantino, En una Bacante
de la Villa Madama. La musa trágica Melpómene, lleva comúnmente un
cinturón ancho;
(1) La Chausse Mus. Rom. Sect.2.tav.9.
(2) Ifidor.
página 591
sobre una gran urna de la Villa Mattei, se ve la misma
Musa con un cinturón bordado (1)
Urania está a veces decorada también con parecido cinturón.
En un fragmento del poeta Turpilius, una chica dijo: "Infeliz que soy, he
perdido una carta, que se escapó de mi pecho." Un hombre sabio pretende
deducir de estas palabras, que con el tiempo, se le dieron a esta banda, o
este cinturón de un forma particular (2).
Esto es lo que se le escapa: la hermosa angustiada, habla de una carta que
había guardado entre la túnica y su vestido, bajo el cinturón(3).
Las amazonas son las únicas que no llevan la correa inmediatamente debajo
del seno.
Ellas las llevan como los hombres, sobre los riñones, para caracterizar su
estado de ánimo belicoso, y para mantener o elevar su vestido.
Según Homero, significa estar preparado para la batalla.
El ajuste de las amazonas es estrictamente hablando un cinturón.
La sola
Amazona del palacio Farnese está por debajo de natural, herida y cae de
su caballo, tiene la cinta puesta por debajo del seno.
Vemos, por lo que acabamos de decir, y lo que nos hace entender Filóstrato,
cuando dice, que en la tabla del Dios Comus de la alegría fue pintado,
rodeado de mujeres y hombres, estos estaban representados con los zapatos,
las mujeres, con el cuerpo y ceñido, y el vestido remangado contra el uso,
XAIZÔNNONTAS PARA OIKEION, καί ζώννυνται παρὰ τὸ οἰκεῖον:
(1) Spon. Miseel. Antiq. p. 44. Montfaucon, Ant. expl.T.r.P.pl.66.
(2) Nadal. Diss. fur l´habil. des Dames Rom. p. 251.
(3) Me mifesam, quod inte vias apisftola excidit mihi, inter tuniculam
ftrophium collocata.
página 592
es decir, los hombres llevaban el cinturón por debajo del seno, como las
mujeres (Filóstrato
Cuadros libro I-2).
Con respecto a los zapatos de las mujeres, los flautistas parroquianos sobre
la escena con unos parecidos zapatos, y el primero que presentó con los pies
tan ajustados, era Battulus de Éfeso (2).
Venus completamente vestida figura siempre con dos cinturones, colocado el
segundo por debajo de cuerpo inferior.
Así vemos el segundo cinturón en la Venus Capitolina,
que tiene una cabeza del
natural, y que está colocada al lado de Marte (tom3-tav20): Se ve incluso en la
hermosa Venus vestida que está en el palacio Spada, y
que ahora pertenece al Señor Egremont (#).
Este cinturón inferior común a esta Diosa, es lo que los poetas llaman, la
cestus de Venus (cintura de Venus, cinturón de Venus). No conozco ninguno
que hiciera esta aclaración.
Cuando Juno quiso inflamar el corazón de Júpiter, le rogó a Venus que le
prestara este misterioso cinturón: habiéndolo obtenido, se lo puso en su
regazo, en las palabras de Homero (Iliada
14-214), es decir, en torno, y por debajo de la parte inferior del
cuerpo, que es el lugar que ocupa en las figuras en cuestión.
Si lo comparamos con la explicación de lo que otros han dicho, sobre el
cinturón de Venus (5), verán que su opinión no es sostenible.
Los antiguos comentaristas de Homero, no han comprendido mejor el significado
del Poeta en este lugar.
Es cierto que EGKATHEO KOLPO, ἐγκάτθεο κόλπῳ, puso el cinturón en el regazo, no significa,
como el escoliasta
(1) Philostr. L. I. Icon.2. p. 766
(2) Liban, vit. Demosth.
(3) Mus. Capit. T. 3. tav.20
(4) il. £ v. 219.223. Cons.Non. Dionys. L.2. p.95.l, 17,
(5) Rigalt. Not. in Onosandti Stratag. p. 37. feq. Prideaux, Not. ad Marin.
Arundel. p.24. Ces dos Savans prenent la ceinture pour une robe.
página 593
afirmó, igual que KATAKRYPSON IDIOKOLPO, καταχρύψον ἰδίῳ κολπῳoculta en el pliegue.
Eustathe en su derivación de la palabra Kestos no logra una mejor ni
el verdadero significado.
Aristide cuando habla de este cinturón, añadió: cualquiera que sea la forma,
OSTIS POTE OUTOS O KESTOS ESTIN, ὅστις ποτὲ οὗτος ὁ κεστός ἐστιν (1).
Sr. Martorelli, profesor de lengua griega en Nápoles, comenta sabiamente (2)
que esta palabra no es un sustantivo, sino un adjetivo, que los poetas
griegos de más tarde, han utilizado sustantivamente.
También parece que el autor de un epigrama griego en Venus
(Antología
Palatina pero +
1 y
2 si hay quien lo distingue) no entiende que designa
cinturón con la palabra KESTOS, κεστὸς, para confundirse con EL cinturón regular que introducen por
debajo de la mama, AMPHI MAZOIS KESTOS ELIX, ἀμφὶ μαζοῖς κεστὸς ἕλιξ .
la explicación que acabamos de dar del cinturón de Venus, se respalda con un
pasaje de Plinio, donde el escritor habla de la estatua de un Sátiro que
tenía la figura de Baco, Palla velatum veneris,(#)
ceñido al cuerpo como Venus, al menos es así es como yo lo entiendo.
Este pasaje siempre me ha parecido oscuro; en el que los sabios dicen que se
debe leer veneri en vez de veneris, como si el sátiro llevara a Baco a
Venus. Pero Plinio no habla de grupo (Plinio
el viejo Libro36 29)
El cestus, o el cinturón prestado a Juno por Venus, se debió, sin duda, a que
los sirios dieron este ajuste a la esposa de Júpiter.
Gori cree (5) que dos de las tres Gracias, que están en una urna funeraria,
tienen ese cinturón en sus manos, pero no es posible probarlo
(1) Ariftid. ifthm. in Nept. p.42.C.
(2) Comment, de Regia Theca Calamar, p. 153.
(3) Anthol. Epigr. Graec. L. 5p. 231. a.
(4) Plin- L.36. c. 4. §- 8
(5) Muf. Etr. T.1 P.217.
página 594
Algunas figuras vestidas con la sencilla túnica, sujeta sobre uno de los
hombros cae descuidadamente, hasta un punto de la cintura.
La pretendida
Flora Farnese o más bien una de las Horas, nos ofrece este cinturón, que
cae lo largo de la parte inferior del cuerpo.
Antíope, madre de Anfión Y Zeto del mismo palacio Farnese, y una estatua
de la Villa Medici, llevan este cinturón sobre las caderas: es así como
Longo describió sus ninfas (Longo
Dagnis & Cloe).
Las pinturas (¿tom1-tav-31?), Mármoles, y piedras grabadas (3), nos ofrecen a bailarines
y Bacantes con el cinturón, o llevándolo en la mano, ya sea para designar su
suavidad voluptuosa, así como nosotros vemos a Baco que no lo porta mucho,
ya que no permite que el cuerpo sea obstruido o comprimido por cualquier
cuerda.
Las tablas de Herculano, nos ofrecen dos jóvenes
muchachas con el cinturón (tom1 tav22 , tav23); una sostiene en su mano derecha, un plato de
higos, y en su mano izquierda un jarron inclinándose; la otra lleva un plato
y una cesta. Estas chicas pudieron bien representar, personas que
servían en el templo de Palas, y que eran llamadas DEIPNOPHOROI, Δειπνοφόροι, las
camareras (5).
Los autores de la explicación de estas pinturas, no nos dan puntos en estas
figuras, que no significan nada si no representan lo que acabo de decir.
Sin embargo, un epigrama griego nos dice que era conocida una antigua
estatua de una bailarina con un cinturón (Ant.Palat.Planudo
288).
Además, los antiguos figuraron a mujeres inmersas en el dolor, sobre todo
por la pérdida de sus familiares, y de sus próximos, es así
(1) Long. Paft. L. 1. p. 10.
(2) Pitt. Erc. T.I. tav. 31.
(3) Defcr. des Pier. gr. du cab. de Stosch, p. 255. No. 1577.
(4) Pitt. Ere. T. 1. tav. 22. 23.
(5) Suidas in Atnrre^sfof.
(6) Anthol. L. 4. c. 35. p.368, I.13.
página 595
que Séneca introduce las troyanas, llorando la muerte de Héctor, Veste
remissa (Séneca-Troyanas
85).
Un bajorrelieve de Villa Borghese nos ofrece a
Andrómaca acompañada de las mujeres troyanas, vestidas con una túnica
que fluye sin cinturón, recibiendo el cuerpo de su marido en las puertas de
la ciudad de Troya (nº135).
En estos casos, el mismo uso también estaba introdujo entre los romanos.
La orden de los Caballeros acompañaba el cuerpo de Augusto hasta la tumba,
llevando los vestidos arrastrados (Suetonio-Augusto
100).
La tercera pieza de la ropa de las mujeres, es el mantón llamado por los
griegos PEPLON, πέπλος, término que significa propiamente el manto de Palas, y que
entonces era adecuado también para las otras deidades (4), así como los de
los hombres. (Esquilo
los Persas) , (Sófocles
Traquinias 602)
No es tan cuadrado, como Saumaise se lo ha imaginado: era un trapo cortado
en redondo, de la misma manera como lo son nuestros abrigos.
Hay una gran apariencia de que el abrigo de los hombres tenía la misma
forma.
Este sentimiento es en verdad opuesto a lo que los sabios han escrito, como
la vestimenta de los antiguos, pero que no han enjuiciado a partir de la
mayor parte, de pocos fieles libros y grabados.
No puedo entrar en detalles para explicar los autores antiguos, ni conciliar
o refutar sus comentarios, yo me contento con atender relativamente a la
forma en cuestión.
Los antiguos hablan de abrigos cuadrados en general: no hay alguna
dificultad, cuando no entendemos que la tela está cortada en varios ángulos,
derechos, pero un abrigo a cuatro esquinas
(1) Troad. v. 83.
(2) Monum. Ant. ined. No.135.
(3) Suet. Aug. c. 100.
(4) Non. Dionys. L. 2. p. 45.l. 17.
(5) Aeschyl. Pers.199. 486 ; Sophocl. Trachin. v. 609. 684 ; Eurip. Heracl.
v.49, 131, 604. Helen. v.430.573,1556,1645 ; Ion v. 326. Herc. Fur. v. 333.
página 596
que pronuncian la forma cuadrada después de cuatro pequeñas borlas, cuando
las introducen en esta ropa.
A la mayoría de los abrigos, hechos a los personajes de estatuas, y hechas
en cualquiera de las figuras de piedras grabadas, de uno y otro sexo, sólo
hay dos borlas visibles, y las otras dos están ocultas por la caída del
manto.
A veces vemos tres, como en una Isis de estilo
etrusco, una de tamaño natural de Esculapio así como la figura anterior, y
un Mercurio sobre uno de los dos hermosos candelabros de mármol, en el
Palazzo Barberini, así como la de Isis y el Esculapio.
Vemos cuatro borlas alrededor de la capa de una, y dos figuras que se
asemejan etruscas y de tamaño natural, se mantienen en el mismo palacio, y
la Musa de la tragedia, de la urna en que hemos hablado antes.
Obviamente estas borlas no están pegadas por los ángulos, y en la capa no
puede tenerlas en las esquinas, porque si se cortan en cuadrado, los
pliegues que caen desde todas las direcciones, podrían no quedar ondulantes.
Los abrigos en las figuras etruscas arrojan los mismos pliegues, por lo que
tenían la misma forma según vemos en el bajorrelieve de la Villa
Albani, que se encuentra grabado en el tercer volumen esta historia.
Cualquier persona puede convencerse de lo que digo: podemos hacer las
pruebas con un abrigo cosido sólo por unos pocos puntos, y conseguir
cubrirlo como paño alrededor, a la manera de los antiguos.
La forma de nuestras casullas, cortadas casi en redondo en el frente y la
parte trasera, indica suficientemente que eran antiguamente todo redondas y
tomaron la forma de abrigos, que tienen todavía hoy las casullas griegas.
Este ornamento se introduce por medio
página 597
de una abertura (1) para que al sacerdote le molestase menos oficiando en el
altar, está puesto por encima del brazo, de suerte que el manto desciende
arqueado por delante y por atrás.
Las casullas se hicieron de ricas telas, que entonces le dieron también como
Ahorros convenientes, y la forma que tenían cuando la ponían sobre los
brazos, es decir, la forma que tienen hoy.
En cuanto a los abrigos, tanto en figuras de hombres como de las mujeres, es
conveniente observar, que no las encontramos puestas arregladas, a la forma
ordinaria de otras prendas de vestir, como puede verse por la inspección de
los ojos, pero se ajustan de acuerdo con la idea, o la conveniencia de la
artista.
Esto es así en una estatua Imperial sedente conservada en Villa Albani
coronada por la cabeza de Claudio (¿#?),
vestido con el paludamentum, o la clámide, especie de capa
corta, por lo que arrastraría hasta el suelo los vestidos de la figura,
si estuviera de pie.
La estatua está hecha pensado adecuadamente la caída de la capa sobre los
muslos, de allí la figura para ofrecernos unos hermosos pliegues finos, y no
dejar descubiertas las piernas, que luego causa la monotonía.
Los antiguos tenían varias formas de lanzar el manto, EPIBALLESTHAI, ἐπιβάλλεσθαι: el más
común era de cruzar un tercio, o un cuarto, para que el mantón mismo, pudiera
ser utilizado para cubrir la cabeza.
Así Escipión Nasica, siguiendo a Apiano (Apiano
guerras L1,16), enseñaba por encima de la cabeza el borde de su
toga, KRASPEDON, κράσπεδον
Algunos autores (3), nos enseñan y nos dirigen también
(1) Ciampini, Vet.Monum. T.I.c.26.p.239;,
(2) Bel. Civ. L. i. p-168.l-6
(3) Cuper. Apoth. Hom. p.144
página 598
al manto doble plegado, que entonces forma un mayor volumen, como podemos
ver en algunas estatuas.
Los mantos de las dos hermosas estatuas de Palas de la Villa Albani (#,
#) están dispuestas de esta manera: luego de estar arregladas sobre las
figuras, ellos se pasan sobre el brazo izquierdo, se levanta de delante y de
atrás a lo largo del pecho, mientras se acopla por encima del hombro
derecho.
Cuando se trata de un mantón plegado al doble, es necesario entender sin
duda, la tela doble de los Cínicos (Horacio
epist 17).
Es cierto por tanto, que la estatua de un Filósofo de esta secta de natural,
de la misma Villa Albani, no tiene el mantón doblado de esta manera.
Esta estatua se distingue por una gran cartera, hecha como un capote de
conductor, la bolsa desciende del hombro derecho por el lado izquierdo con un
palo nudoso, con rollos de escrituras a sus pies.(¿#?)
Sin embargo, como los cínicos no portan túnicas, tenían más necesidad de
doblar su manto, que me parece también más concebible que todo lo que se ha
escrito sobre Saumaises y otros comentaristas.
La palabra matrimonio puede no estar de acuerdo sobre la forma de tirar la
capa, como afirman los sabios: la estatua de nuestro Cínico, el como arroja
la capa, no difiere de la de la mayoría de las figuras ajustadas a esta
prenda.
La forma más común para lanzar el manto, es sobre el brazo derecho por
debajo del hombro izquierdo.
Pero a veces no van los mantos cruzados, y están sujetos a la parte superior
de los hombros por dos botones,
(1) Horat. L. i, ep, 17. v. 25,
página 599
como vemos en la hermosa y única estatua de Leucotea
de la Villa Albani #, y en dos cariátides de la Villa Negroni (1), las tres
de tamaño natural.
Al ver estas capas, debemos suponer que al menos un tercio se cruzaba, como
se observa significativa en una capa de una figura femenina más grande que
del natural, en el patio del palacio Farnese (¿#?):
la parte doblada de este tipo de vestido, es retenido y atado por la
cintura.
La figura una musa (#)
por encima del natural en el patio de la Cancillería, y la
Antíope del grupo designado vulgarmente el toro Farnese, nos ofrecen un
parecido manto arrastrado, donde la cola se eleva pasando por debajo de la
cintura.
El vestido se ata a veces con un nudo debajo del pecho, como los mantos
están asociados a algunas figuras egipcias. Y en Isis, en particular, lo
que ya he dicho en el segundo libro de esta historia.
Una vez más, en lugar de un nudo, se ata por ambos extremos del manto debajo
el pecho, con un broche, PERONIS, περόνης (Sófocles
Traquínias 942), por lo que es de suponer que un extremo
descendió a lo largo del hombro, y el otro estaba pasando desde abajo del
brazo.
Observo como una peculiaridad, de que el Torso (#)
de una estatua de la Villa del Conde Fede, donde estaba la famosa Villa
Adriana de Tibur, tiene la sujeción del manto en medio del pecho, como
la de Isis, con una especie de velo de tela, como una red. Esta red es, al
parecer, una especie de velo que se llama AGRÔNON, ἄγρηνον. Al modo que los
seguidores y personas que celebraban orgías de Baco
(2), y era también una vestimenta de las figuras de Tiresias y otros
adivinos (3)
(1) Sophocl. Trachin. v. 942.
(2) Hesych. v. foyW.
(3) Poll. Onon. L. 4. Seg. 116.
página 600
En lugar de este gran mantón, era también de uso llevar más pequeños, hechos
de dos piezas cosidas por debajo, y sujetas por encima del hombro con un
botón, así que había dos aberturas para dejar pasar los brazos.
Los romanos llamaban a este manto Ricinium (1). A veces desciende
apenas las mangas, y que a menudo es poco más largo que los chaquetones de
nuestros días.
De hecho vemos en algunas pinturas de Herculano, que esta prenda es tan la
que usan las damas de hoy: es una chaquetilla ligera que cubre los brazos y
cortada en círculos altos que debe pasar sobre la cabeza.
Es probablemente, la pieza de ropa de las mujeres, que los griegos llaman
ESCYCLION,κύκλας, o CYCLAS, κύκλος , es decir, una capa redonda, de modo que KYKLOS, ἔγκυκλον, así como
los NABOLADION, ἀναβολάδιον, y AMPECHONION, μπεχόνιον (Cludio
Eliano L7-9).
La
Flora del Capitolio nos ofrece una singularidad: tiene una capa más
larga, compuesta paralelamente de dos piezas, la de delante y la de atrás.
Esta prenda está cosida a ambos lados hacia arriba y abotonado por encima
del hombro, con ranuras para pasar los brazos; De hecho, el brazo izquierdo
ha pasado a través de una de estas aberturas, mientras que el derecho está
cubierto por el mantón, pero que revela la apertura en cuestión.
Los sabios, han encontrado diferentes figuras con la cabeza cubierta de un
manto, han tomado en general, estos vestidos con adornos de las Vestales, si
bien es propia de las mujeres.
Todos los Anticuarios se acuerdan de llamar Vestal a
una cabeza de la colección
(1) Varro de L. L. L. 4. c. 30.Non. Marcel, c, 14. n. 33.
(2) Aelian. Var. hist. L. 7. c. 9. Non.
página 601
Farnese, sin pensar que le
falta la principal característica, a saber, la mitra, o tener la cabeza
rodeada por una banda ancha que desciende sobre los hombros (1).
Así son las dos cabezas informadas por Fabretti
(2), la una ejecutada cobre una placa metálica,
la otra grabada sobre un ónice.
Vemos en esta placa, el nombre de la persona con la leyenda: BELICIAE
MODESTE, y sobre el campo, antes del busto, se lee V.V. significado VV
según el escritor en cuestión, significa VIRGO VESTALIS.
Sobre la piedra por debajo de la figura se encuentra: NERVI V, que el mismo
anticuario explica: NERATIA VIRGO VESTALIS.
Una Vestal sería así reconocible, por un trapo o velo singular llamado
sussibulum, que ponían por encima de la cabeza, y que tenía forma
cuadrada oblonga.
Los dos extremos de tales mitras descienden sobre el pecho en una
figura más pequeña que del natural, que se conserva en
el palacio Barberini. La cabeza antigüa le falta a esta figura, el
restaurador moderno le dio una cabeza de Isis.
En su casa, los antiguos plegaban los Vestidos y los ponían en la prensa,
cuando llegaban de ser lavados; Así como desde los más remotos tiempos los
vestidos que cubrían el sexo en Grecia eran blancos, a menudo era necesario
decolorarlos (Homero
Iliada 3-418) (Hesíodo
trabajos y dias).
Las prensas que los escritores mencionan (4) aprovechadas por los Antiguos
para planchar sus ropas: es así lo que vemos, en especial las eminencias, y
las cavidades de las líneas predominantes sobre el vestido, y que presentan
las rupturas de las telas. Los escultores
(1) Prudent, contra Sym. L. 2.v. 1085.
(2) De Col. Traj. c. 6. p. 167.
(3) Homer. Il.v.419 Hesiod.Op. v. 198. Anthol. I. 6. ep. 4
(4) Turneb. Adverf. L. 23.c 19 p. 768.
página 602
de estatuas de la antigüedad, indican a menudo estas rupturas en sus telas.
Para mí, creo que las líneas de los vestidos que los romanos llaman Rugas,
arrugas, eran este tipo de rupturas, y no pliegues planchados, como los
creía Saumaise (1), que no podría apenas darse cuenta de lo que no había
visto.
Después de hablar de la forma de los hábitos, no estaría fuera de lugar el
discutir brevemente de sus colores, atendiendo a los escritos que tratan de
las ropas de los antiguos, y de las que no hacen casi ninguna mención.
A partir de las figuras divinas, Júpiter se encuentra con ropa roja (2), y
Neptuno, figura según recibimos de las tablas, tendría una prenda verde mar
o celadón, con la que acostumbran a pintar a las Nereidas
(Ovidio
arte de amar).
Finalmente todo lo que tenía relación con los dioses marinos, y los animales
que se sacrificaban, llevaba tiras de verde mar
(Valerio
Flaco, Argonautas L1-184).
Está de acuerdo con la máxima de que los poetas dan Ríos con el pelo del
mismo color (Ovidio
arte de amar).
En general las Ninfas, que toman su nombre de la agua, NYMPHI, LYMPHA, y
están así vestidas en las pinturas antiguas (Ovidio
arte de amar) El Manto de Apolo, cuando lo lleva es azul o
violeta (7) y Baco, cuyo ropaje debería ser púrpura, está vestido de blanco.
Marciano Martianus Capella, le da el color verde a Cibeles, como la Diosa de
la tierra y la madre de los seres (8). Juno, en comparación al aire con el
que la designa puede estar vestida de azul celeste;
(1) In Tertul. de Pal. p. 334.
(2) Martian. Capel. de nupt. Phil. L. 1. p.17.
(3) Ovid. Art. L. 3. v. 178.
(4) Valer. Flac. Argon. L.I v. 189.
(5) Ovid. Art. L. 1. v. 224.
(6) Ovid. Art. L. 3. v. 178.
(7) Bartol. Pitt. Ant. tav. 2,
(8) L,I.p.19.
página 603
pero el escribano que he citado, la ha introducido con velo blanco.
Ceres debería tener ropa amarilla porque: este color es el de la cosecha, y
estaba aludiendo al epíteto de Homero, que la llama la rubia Ceres. (Iliada 5-498)
El dibujo coloreado, conservado de una pintura antigua en la Biblioteca del
Vaticano, y publicado en mis Monumentos de la antigüedad (nº18), nos ofrece a
Palas, con el manto en vez de un azul celeste, como es comúnmente visto en
las figuras de la diosa, en el color del fuego,
para referirse, sin duda, a su espíritu de lucha: también en ese color, era
la ropa de guerra de Esparta.
En una pintura en Herculano vemos a Venus con una ropa
flotante de un amarillo dorado, y que va al color verde oscuro. (¿#?)
(t4-tv-8), refiriéndose tal vez al epíteto de Venus de oro.
Una de las Náyades, sobre un dibujo del Vaticano, de donde venimos de hablar
tiene una capa fina de color de acero, como Virgilio
describe la figura del Tíber:
- Eum tenuis glauco velabat amicta Carbafus.
Pero además de verde su ropaje, es como los Ríos en otros poetas (3).
De el resto de los dos colores tan simbólicos, que designan el agua; verde, que
se refiere principalmente a las riberas bordeadas de arbustos.
Yo espero también, que una corta noticia sobre el color de los vestidos de
los Héroes y reyes, no será considerada superflua, sobre todo por los
artistas.
Néstor estaba vestido de rojo (4).
Toda la ropa de los tres (1 , 2y3) reyes cautivos de la Villa Médicis, y otros dos de
la Villa Borghese (¿#?),
parecen indicar que están ejecutados sobre el pórfido
como, si fuera un paño púrpura
(1) Monum. Ant. ined. No. 18.
(2) Pitt. Erc. T. 4. tav, 8.
(3) Stat. Theb. L. 9. p. 354
(4) Philostr. L.2.
página 604
y designar la dignidad real de los presos.
En una tabla antigua, Aquiles tiene un vestido celadón (Filóstrato héroes 46-5), haciendo alusión
a Tetis, él era el hijo disfrazado, Baldassarre
Peruzzi también observó la figura del héroe en el techo de una habitación de
la Farnesina.
Sexto Pompeyo, después de obtener una victoria contra Augusto, tuvo un
hábito similar imaginándose, según informa Dión Casio, ser un hijo de
Neptuno (Dión
Casio Libro 48 .19).
Marco Agripa, habiendo ganando a su vez en una batalla naval contra el hijo
de Pompeyo, fue gratificado por Augusto con la bandera de color verde mar
(Suetonio
Augusto-25).
Los sacerdotes de todas las naciones tenían vestidos blancos
(Valerio
Flaco Argonautas 383).
Las mujeres, en la antigüedad llevaba luto de color negro, y los romanos
como los Griegos (Dionisio
Halicarnaso Antiguedades Libro-8 , 8-7).
(Ovidio
Metamorfosis 6-287)
Este modo existía en los tiempos de Homero, que nos enseña, que Tetis se
sumió en la tristeza por la muerte de Patroclo, y tomó la mayor parte de sus
ropas negras (Iliada
24-93).
Pero el uso que hacían los emperadores romanos, es un cambio total, y las
mujeres lloraban en ropa blanca (7).
Así que cuando Plutarco nos habla en general de ropas blancas, sin fijar la
época, no hay otra cuestión que ser el uso de su tiempo (8)
Herodiano, hace mención del luto blanco en relación al funeral del Emperador
Séptimo-Severo. Nos dice, que la imagen de este emperador hecha en cera,
estaba rodeada por un lado, de un grupo de mujeres vestidas de blanco, y en
el otro un cuerpo
(1) Icon. 2. p. 812. 1. 24.
(2) Dio Cass. L. 48. p. 389. B.
(3) Suet. Aug. c. 2;.
(4) Valer. Flac. Argon. L. i. v. 385- Braun, de Vest.Hebr. L.I. c.6.
(5) Dionys. Halic. A. R. L. 8. c. 39. P.492. Ovid. Met. L. 6 v. 289.
(6) Hom. II. ». v. 94.
(7) Cons. Noris Cenot. Pisan. p.357.
(8) Kip. KttT«yg.?i»jn, p. 482.l.20.
página 605
de senadores y hombres Romanos todos vestidos de negro
(Herodiano
Hª de Roma Li.4 2-3)
Los hombres romanos vestían constantemente de negro, en señal de duelo, como
sabemos, entre otros por una tradición de Trajano que, habiendo perdido a su
esposa Plotina, llevó ropa negra durante nueve días (2)
Después de observar las partes más esenciales de la ropa de las mujeres, en
general, voy a discutir la manera de cubrir, y vestir las extremidades de
los cuerpos.
y voy a empezar con la parte principal, diciendo, que comúnmente las mujeres
llevaban la cabeza descubierta. Voy a repetir solamente aquí lo que dije
antes: que se servían algunas veces de su ropa, ya fuera para cubrir la
cabeza, ya sea para cubrir sus rostros, ya como nos representa a Juno,
illa fedet deyecta in lumina palla (Valerio
Flaco Argonautas L1-132)
Se encuentran también, velos particulares o de pequeñas piezas, que servían
para este propósito.
Es lo que parece ser el trozo de tela, el velo que los ancianos llaman
THERISTRON,θέριστρον, Flammeum y rica, denominaciones romanas que servían sobre todo
para designar, el velo de las vírgenes (4).
Pero el término más conocido leyendo en los poetas, es KALYPTRÎ, καλύπτρη,
(Esquilo,
Las suplicantes 118).
Estos fuertes velos son transparentes y delgados, y los compararon con las
telarañas. (Eurípides
Andrómaca 830)
Estas telas, separadas de la ropa y hechas para cubrir las cabezas de las
mujeres, han sido remarcados por los escritores; así
(1) Herod.Hift. L4.c3.p128
(2) Xiphil. Hadr. p. 247.L. 27.
(3) Valer.Flac.Arg.LI.v.132
(4) Scalig. conject. in Varr.p.197
(5) Aefchyl.Suppl.v.128. R.Calab. L14.v.45
(6) Eurip.Androm.v.830 Epigr.gr.in Duft.not.ad Suid v.
página 606
el velo blanco que Apolonio da a Medea para cubrirse la cabeza
(Apolonio
de Rodas Argonáuticas, 3-830 y
4-110): esto sigue siendo tal como menciona un epigrama
griego (2). Sin embargo, ignoro si Helena ARGENISI KALYPSAMENÎ OTHONISI, ἀργεννῇσι καλυψαμένη ὀθόνῃσιν,
estaba velada con piezas de tela blanca, o si ella se velaba con piezas de
tela blanca EANO ARGITI, ἑανῷ ἀργῆτι, o, se cubría de este velo.
Esta dificultad es aún más difícil de resolver con los griegos de tiempos
posteriores, ya que ellos mismos, no comprendían el verdadero significado de
las palabras EANOS, ἑανός, y PEPLOS, πέπλος, que se encuentran en Homero y en otros poetas
antiguos, como vemos claramente por L´Onomafticon de Julius Pólux (3).
El único velo de esta naturaleza, que se encuentra en los Monumentos
antiguos de Roma, es la pieza de velo blanco, con el que
Hesione se cubre la cabeza, ejecutado en mosaico en la
Villa Albani (nº66) (Lo
supongo parecido
#).
Esta suerte de ajuste, a la que las mujeres asiáticas estaban acostumbrados
llevar, parece ser que lo llamaban CHEIROMAKTRON, χειρόμακτρον, una toalla de manos, por
la forma y el color (Ateneo
Banquete,410).
Las mujeres de edad, llevaba una especie de gorro, la estatua de la
colección del Capitolio, conocida erróneamente como una
Praefica, preocupándonos por la estatua en cuestión, creo que ésta es
Hécube, que levanta la cabeza, como si ella viera precipitarse de las
murallas de Troya a su pequeño hijo Astyanax.
Sin embargo nos dieron un parecido en el vestido, a la figura de una joven
Bacante, ejecutada sobre un gran cuenco
(1) Argon. L. 3. v. 833.
(2) Anthol. L. 7. p. 457. l.9.
(3) Poll.Onom. L. 7. Segm. 51.
(4) Cons. Monum. Ant. ined. No. 66.
(5) Athen. Deipn. L. 9. p.410
página 607
lavabo de mármol, troceado que aparecerá en el tercero volumen de mis
Monumentos de la antigüedad.
También encontramos ajustado de la misma manera, una joven y
bella trágica máscara en el palacio Albani,
luego otro máscara similar en el palacio Lancellotti,
y de manera similar
la Ninfa Oenone, la primera matrona de Paris, sobre un bajorrelieve de
la Villa Ludovifi.
Cuando se viaja o se exponían al sol, las mujeres llevaban un sombrero en
Tesalia, bastante similar al sombrero de paja de las Mujeres de la Toscana,
es decir, no tenían casi fondo.
Los sombreros de los Antiguos eran comúnmente blancos, como vemos en
numerosos jarrones pintados (1).
Sófocles hace aparecer a Ismene, la hija menor de Edipo, llevando un
sombrero como este, cuando, habiendo huido de Tebas, ella vino a reunirse
con su padre a Atenas (Edipo
en Colono 306).
En un jarrón en el Gabinete de Mengs, una Amazona
montada está luchando contra dos guerreros, y lleva un sombrero con esta
forma, pero echado en los hombros. Además, el bonete fue un ajuste
adecuado a las sacerdotisas de Ceres (3).
En un gran jarrón de mármol de la Villa Albani (nº65), se
encuentra Palas calzada, llevando un sombrero: que hace que esta
diosa ame la caza (5).
Así parece una cesta en la cabeza de las Cariátides, bien puede haber sido
una forma o estilo en algunas partes de Grecia: Los egipcios de hoy en día
llevan sobre la cabeza algo similar a éstas cestas (6).
(1) Dempst. Etrur. tab.
(2) Sophocl. Oed. Colon, v.306
(3) Tertull. de pallio, c.4. p.25.
(4) Monum. Ant. ined. No.65.
(5) Callim. Hymm. Ballad. v.91. Cons. Stat. Theb. L.2. v.243- Aristid. Orat.
Minero. p.25- B
(6) Belon, Obs. L 2. ch.35.
página 608
lOS zapatos en cuanto al sexo, consisten en zapatos enteros o sandalias
sencillas.
En cuanto a los zapatos, vemos numerosas figuras en pinturas de Herculano
(tom1 8,22,24); Ellos son a veces de color amarillo, como los de
Venus en una tabla de los baños de Tito (#),
y al igual que los que llevaban los Persas (Esquilo
- Los persas 662).
Las estatuas de mujeres también nos ofrecen zapatos enteros, como
el grupo de Niobe. Del resto de zapatos de las últimas figuras no se redondean por el
extremo como las de la primera, que tiene una forma más larga.
Las sandalias estaban unidas comúnmente al dedo dedo gordo, y se componían
de más de una suela.
Estos zapatos se formaban con cinco suelas cosidas juntas, lo que se ve por
el mayor número de incisiones, en una de las sandalias de la hermosa
Palas de Villa Albani, que son más gruesos que dos dedos.
Las sandalias compuestas de cuatro suelas, que llamaban quadrisole
(4).
Las ataduras parecen haber servido a la composición de estas sandalias, la
madera es la base, y protege de la humedad: igual servicio, y mismo uso que
en los tiempos modernos, que llamamos en nuestro lenguaje zapatillas de
madera (Pantoffelholz).
Al respecto de la suela, se recorta por encima y por debajo, de un corcho
rebordeado de cuero, como está en la Palas, un pequeño
bronce similar conservado en la Villa Albani. Incluso hoy en día, hay
monjas en Italia que usan tales zapatos.
En la Villa Ludovisi nos ofrece una
gran Palas mayor que de natural, cuyo calzado tiene la misma forma, del
Maestro llamado Antíoco de Atenas: este zapato rodeado por tres filas de
diferentes adornos acolchados, tiene tres dedos de altura.
Los zapatos, que consisten
(1) Pitt.Ercol. T.I. Tab.7.21.23
(2) Bartoli, Pitt. ant. tav. 6
(3) Aeschil. Pers. v. 662.
(4) Archel. disput. p. 23.
página 609
en un simple cuero, atado por encima del pie, y se asemeja a los usados por
la gente del campo, entre Roma y Nápoles, se llaman en griego APLAI,ἁπλᾶς, y
MONOPELMA YPODÎMATA, μονοπέλμα ὑποδήματα (1). Tal son los zapatos de las dos estatuas de mármol
negro, que representan a los Reyes Tracios cautivos (#,#)
que están en el Capitolio.
Los antiguos de uno otro sexo, todavía llevaban sandalias de cuerdas,
tejidas en forma de redes, se ve en las figuras de deidades como en un altar de Villa Albani
(nº6).
Existe una gran probabilidad, de que estos sean los zapatos que los griegos
llamaban RAIDIA, ῥαίδια, aunque Julius Pollux explica este nombre por POLYELIKTON
YPODIMA, πολυέλικτον ὑπόδημα, zapatos tejidos de numerosas cuerdas (3).
En Herculano se encontró otra especie de sandalias, en la que las cuerdas
están dispuestas en círculos ovales; la parte que cubre el talón, está
también con cuerdas unido a la suela.
El coturno era más o menos un zapato alto, pero la mayor parte de su tiempo
su altura iba al lado, y estaba asignado a la musa trágica. (nº48) El coturno de
la estatua de Melpómene en Villa Borghese tiene
cinco pulgadas de altura de un palmo romano.
Es necesario distinguir los coturnos del teatro, de las botas de cazadores y
guerreros: los últimos a menudo confundidos por los escritores, eran una
especie de botas (5).
La correa que sujetaba la zapatilla que estaba colocado en el empeine, rara
vez se encuentran en las figuras de Deidades, y cuando está allí, se coloca
sobre el pie. Plinio hizo una observación singular: se da cuenta
(1) Casaub. Not. in Aen. Tas.c21p . 84.
(2) Monum. Ant. ined. No. 6.
(3) Poli. Onom. L. 7. fegm. 93.
(4) Monum. Anr. ined. p. 48
(5) Scalig. Poet. L. 1. c. 13- p.21. C. Pitt. Erc. T.I.P.18-tav.10p.
186.tav. 23.
página 610
que las sandalias de la estatua de Cornelia, madre de Gracos, no tenía esta
correa (Plinio
el viejo L34-31)
Voy a observar aquí que entre los diferentes zapatos, no se ve sujeción
detrás de los talones del pie, si no solamente en los zapatos de una mujer,
en una tabla de Herculano: el zapato es de color rojo,
pero en el talón son amarillas (2).
Los tacones de los zapatos son llaman KATTYMATA, καττύματα, entre los griegos, y se
componen de pequeñas piezas de cuero (3).
Después de indicar las diferentes partes de la ropa de las mujeres, voy a ir
al examen del adorno y la elegancia de su ajuste, que forma el segundo
artículo, de estas observaciones de figuras vestidas.
En comparación con la ropa distingo el adorno elegante: el término elegancia
es la manera de ajustar las ropas, así como la forma de organizar los
pliegues de la tela en general con el de adorno, Yo podría también decir del
adorno, entiendo todo lo que está brocado, bordado y añadido a la prenda.
Los vestidos y ropas en los antiguos en general, tienen los bordes ornados
en todo el contorno.
Entre los griegos los bordes se llamaban tanto PEZAS KYKLAS,πέζας κυκλὰς, como
PERIPODION, περιπόδιον, y entre los Romanos limbus.
El ornamento más común fue un ribete púrpura, también en la ropa de hombres
entre los romanos y etruscos (4).
En cuanto a la ropa del sexo, estaba decorada en la parte inferior, de una o
más rayas de diferentes colores.
Vemos un vestido con la raya en una figura pintada de
la tumba de Cestius
(1) Plin. L. 34. c. 14.
(2) Pitt. Ere. T. 4. tav.23
(3) Schol. Arist. Equit. v. 317.
(4) Buonar. explic. ad Demst, Etr. p. 60,
página 611
Observamos que dos de las musas de la pintura, comúnmente llamada
la Noce Aldobrandini. El vestido de la figura de Roma en el palacio
Barberini, está decorada con tres rayas rojas, cosidas con flores blancas y
algunas figuras como las pinturas de Herculano, que llevaban decoradas en
las ropas cuatro rayas.
Una
estatua de Diana en el estilo más antiguo, conservada en la colección de
Herculano, tiene en la pañería estas rayas pintadas, como ya tenemos
observado.
El resto del ornamento ordinario, que se encuentra sobre el borde de la ropa
de mujer, se trata de forma fácil y rápida. Sin embargo, algunos jarrones de
terracota nos ofrecen vestidos con adornos que están pintados, con un
trabajo muy acabado y un gusto muy delicado.
El ornamento más agradable parece tener un bordado sinuosO o Meandro, que
está hecho mencionado en un epigrama griego (Antología
epig-votivos 287)
El hermoso jarrón de Hamilton que ya hemos
mencionado varias veces, ofrece ejemplos de bordillos similares, tanto en la
mujer como en el hombre; Y también se ve en un rey
sentado semi desnudo que lleva un cetro, que tiene un meandro adornando todo
alrededor.
El mismo meandro parece estar en la ropa de una figura de bronce etrusco. (2)
Independientemente del borde inferior de la prenda, visto en el jarrón en
cuestión, los vestidos están adornados con una rara obra, con una línea
tallada, compuesta en parte por pequeños azulejos como un tablero de
ajedrez, y en parte enrollado como los pámpanos de las viñas.
Sobre un jarrón perteneciente al Cónsul Inglés en
Nápoles, está representado Teseo y Ariadna (3). Vemos a la joven
princesa
(1) Anthol. L. 6. c. 8. ep. 17. 18.
(2) Buonar. Off sop. alc. Medagl p.98
(3) Monum. Ant. ined. No. 99.
página 612
ajustada con ropas, el borde desde el seno hasta abajo con una raya oscura,
que se interrumpe a lo largo de la transversal, similar a los ojales.
Además de los vestidos de las mujeres, espolvoreados de estrellas tal era
también el hábito de la divinidad de Sosopolis,(Pausanias
Libro 6 25-4). Héroe de los eleos, sobre una
pintura antigua. Demetrio Poliorcetes,(Ateneo libroXII 50 ) también llevaba un traje similar
El ornamento es a la elegancia, como la belleza es a la gracia.
La elegancia no está en la misma ropa; y el vestido no se convierte en
elegante sino cuando o estaba a acompañado de las manos del buen gusto.
La elegancia podría ser dicho, la buena gracia del ajuste, que no se puede
decir, sin embargo, que la pañería, o capa, porque esta parte de la ropa
podría ponerse a voluntad, mientras que la túnica o vestido de debajo, deben
seguir la dirección del manto y el cinturón, para ayudar en la disposición
de los pliegues.
El resultados está ahí, y esta marcha razonada de pliegues, pueden ser
asignado más correctamente en el ropaje de los antiguos, que en los modernos:
porque la ropa de estos, en el uno y el otro sexo, estando adheridos a la
carne, no son suceptibles de las torres pintorescas de los primeros.
O como los pliegues al caminar varían, en función de la diversidad de los
tiempos y el arte, se deduce que la disposición de las ropas, y la elegancia
del ajuste, son parte del conocimiento del estilo, y de las épocas.
Caminando por los pliegues, las figuras de los tiempos más remotos suele ser
recta o formando pequeñas inflexiones: lo que un moderno escritor inculto,
dice que todos los pliegues de los antiguos, sin saber de más allá de los
pliegues de figuras que cita, que se encuentra en la túnica, que debe caer
(1) Pausanias. L. 6. p. 517. 1. 8.
(2) Athen. Deipn. L.12.p.535.F4
página 613
perpendiculares (1) .
En los tiempos más esclarecedores del arte, buscan poner la mayor variedad
en los pliegues, tanto en el vestido como en la capa, y se imita los que
forman los vestidos efectistas.
Y en apariencia, en los primeros tiempos la manera de ponerse la ropa era la
misma, pero el Arte todavía en la infancia, no podía alcanzar los
variados pliegues.
No podemos considerar la admiración en esta variedad singular, con un gusto
exquisito en las ropas, desde los vasos pintados, visto como dibujos,
incluso en las piedras más duras, tales como pórfido.
La escultura antigua nos dejó los modelos así: nada más elegante, ni más
noble el ropaje de Niobe. Pero cuando el artista se propone, y pretende
dejar entrever la belleza del desnudo, al que sacrifican el ruido de la
pañería, por la industria de la carne, y vemos a las hijas de Niobe; con sus
ropas que están totalmente adheridas a la carne y no forma pliegues como
cavidades, mientras que son ligeras y casi pegadas a las eminencias, sólo
para indicar una prenda.
Es la experiencia de que cualquier ropaje, se realza por el miembro y que cae
libremente por ambos lados, no formando punto de pliege, ni se interrumpe
con las cavidades.
Estos pliegues multiplicados e interrumpidos, se buscan por la mayor parte
de los escultores, y particularmente por los pintores modernos, que no miran
por la belleza como los ancianos.
Pero ven por las ropas arrojadas negligentemente, como en el
Laocoonte, y otro puesto sobre un jarrón, con el
nombre del artista ΕΡΑΤΩΝ y que se encuentra en la Villa Albani (2)
con aquella elegancia,
(1) Perrault.Parai.T.I.p.179.seq
(2) Defer. des Pier. gr. du cab. de Stosch, p.167
página 614
que los antiguos sabían entonces interrumpir y contrastar las ropas.
Después de hablar sobre el ajuste del sexo, examinaremos el resto de su
atuendo, tales como cabeza, brazos y pies.
Tengo poco que decir acerca de los adornos de la cabeza de las figuras
griegas del viejo estilo, raramente se encuentran en el pelo rizado, y son
siempre más descuidadas en las cabezas de las mujeres que en los
hombres.
Las figuras del alto estilo, tienen el pelo peinado justo sobre la cabeza,
formando surcos ondulantes, las jóvenes están realzadas con moños en la
parte superior de la cabeza, o atado en nudo sujeto y por una aguja por la
parte posterior de la cabeza (Pausanias
libro8 31-2). (Pausanias
Libro10 35-10)
Una medalla de plata muy poco frecuente de la ciudad de Tarento, nos
ofrece a
Taras, hijo de Neptuno, a caballo, como en la mayoría de las
medallas, pero con la particularidad de que tiene el pelo atado de la
cabeza, como las jóvenes, de suerte que hace dudar de su sexo, si el artista
no hubiera tenido la precaución de indicar claramente el lugar. Se ve un
caballo con una máscara trágica,
Es con este sencillo peinado, que siempre apareció en el teatro la esposa
del personaje principal en las tragedias griegas (2).
En cuanto a la aguja de la cabeza, sujeta el pelo limpio de las jóvenes,
ella es raramente visible en las figuras que nos quedan.
Montfaucon reporta una sola figura romana con la aguja sobre la cabeza en
cuestión; pero esta aguja, no es para arreglar el Acus discriminalis,
para arreglar los cabellos rizados, como cree el sabio
(1) Pausanias. L.8. p. 638. I.22., L.10 p.862 I. 4. L, 1. p.L. 26.
(2) Scalig.Post.L.t.c.14. p. 23, D.
(3) Montfaucon, Ant.expliq. Suppl. T. 3.P.4
página 615
El pelo de las mujeres a veces se recoge por detrás a una cierta distancia
de la cabeza, y cae hacia abajo en una gran trenza, como ve en las figuras
etruscas de uno y otro sexo.
De esta manera rinde el cabello de
Palas de Villa Albani, así como los de una pequeña Palas que ha pasado a
Inglaterra, así como las de las
cariátides de Villa Negroni,
la Diana de la colección Herculano, y varias otras figuras.
Se desprende de estos hechos un error que Gori avanza, que el cabello tratado
de esta manera, es característico del estilo etrusco (1).
Como las trenzas atadas alrededor de la cabeza, que Miguel Ángel dió a las
dos (#)
estatuas femeninas de la tumba del Papa Julio II, no lo vemos en ninguna
estatua antigua.
Sobre algunas cabezas de damas romanas, se marcan peinados de pelo postizo:
Lucilla, la mujer emperador Lucius Verus estatua conservada en el
Capitolio, tiene el pelo de mármol negro, que adaptaron para que lo podamos
quitar.
Varias estatuas nos ofrecen el pelo de color rojo,
como se ve en Diana de la colección de Herculano (¿#?), así como una
pequeña
Venus en la misma colección, que presiona con las dos manos su pelo
mojado, de manera similar, a una estatua femenina vestida con una cabeza
ideal, colocada en el patio de castillo de Portici.
Los cabellos de
la Venus Medici estaban dorados, así como las de la
cabeza de Apolo de la colección del Capitolio.
Para mi, entre las estatuas de Herculano conservadas de Portici, ninguna
indican más claramente el dorado, que la
Palas de mármol de grandeza natural y de oro que está aplicado en hojas
gruesas que se podrían eliminar.
(1) Mus.Etr.T.1. p.IOI.
página 616
Todavía era habitual cortarse el pelo. Se puede ver en la cabeza rasurada de
Etra, la madre de Teseo (Pausanias
LibroX 25-7), Y una anciana en una pintura de Polígnoto,
conservada en Delfos (Pausanias
libroX 26-9).
Este uso designa sin duda, el duelo constante de las viudas, como el de
Clitenmestra y Hécuba (Eurípides
Ifigenia 1438)(Eurípides
Helena 1093).
Los niños también se cortan los cabellos a la muerte de su padre
(Eurípides
Electra 108), lo sabemos por el ejemplo de
Electra y Orestes, que vemos por sus estatuas en Villa Ludovisi, de
las que hablaré con más detalle en el volumen siguiente.
Nos encontramos aun, que los maridos celosos cortaban el pelo a sus esposas
para castigarlas por sus galanterías, o para obligarlas a quedarse en casa
(Antología
Palatina epi.erot 218)
En las medallas y en tablas se encuentran las cabezas de las mujeres y
diosas, que llevaba un red, como las mujeres en Italia todavía hoy la llevan
en su casa.
Esta especie de bonete se llama KEKRYPHALOS, κεκρύφαλος, hablé en otro lugar (6). A
veces, las diademas tenían incrustadas piedras preciosas
(Antología
Palatina epig.erot 276).
Varias estatuas tenían pendientes, como la Venus de Praxiteles, y como
podemos juzgar por las orejas perforadas de las hijas de Niobe, de la Venus
Medici, así como una Leucotea y una hermosa cabeza
ideal de basalto verde, estas dos en la Villa Albani.
Pero hoy se conoce dos estatuas que tienen pendientes; estos son
redondos, trabajados en el mismo mármol, y aproximadamente de la misma forma
que una figura egipcia (8).
Una de estas
(1) Pausanias. L. 10. p.861. 1.11.
(2) Ib. p.864. 1.27. Cons.; Eurip. Phainss. v. 375.
(3) Eurip. Iphig. Aul. v. 1438. Troad. v. 279. 4S0. Helen. v. 1093. 1134-
1240.
(4) Eurip. Elect. v. 108. 148. 241.. 335. Epigr. gr. ap. Orvil. Anim. in
Charit. p.365
(5) Anthol. L. 7. p. 453. 1. 17.
(6) Descrip. des Pier. gr. du cab. de Stofch. p. 417.
(7) Anthol. L. 7. p. 458. l- 3
(8) Pocockï's, Descr. of the East. T. 1. p.211.
página 617
estatuas es, una de las
Cariátides de Villa Negroni la otra es una Palas
(aprox:
#), que estaba en la ermita del Cardenal Passionei
en Camaldoli cerca de Frascati, y que ha pasado recientemente a Inglaterra.
Vemos en la casa de Campo, del conde Fede, en la Villa
Adriana, dos Bustos de terracota con pendientes similares.
Apuleyo menciona pendientes de oídos llevados por los hombres jóvenes
; Y vemos como Aquiles en un jarrón de terracota en
la biblioteca del Vaticano.(Nº131)
Platón en su testamento menciona pendientes de oro
(Diógenes
Laercio libro3 21);
Sin embargo Jenofonte reprocha a un cierto Apolónides haberse perforado las
orejas (Diógenes
Laercio, Jenofonte).
Con esta indicación de cabezas con orejas perforadas, y con pendientes en
los oídos, yo no he mencionado figuras divinas, y bellezas ideales. Pero por
no hacer creer que adopto el sentimiento de Buonarroti, que sostiene que no
se ven las figuras de divinidades con pendientes en las orejas, o con orejas
perforadas (4) citaré dos retratos y de damas conocidas, como
Antonia esposa de Druso, el busto de una mujer
mayor en la colección del Capitolio, una Matidia
en la Villa Ludovisi, todas las figuras con las orejas perforadas.
Independiente del adorno de las orejas, las damas romanas llevaban encima de
la frente, un alto ornamento, al gusto de nuestras damas, compuesto de
piedras preciosas.
En el jardín del Palazzo Farnese, un retrato de la
cabeza que se ve en Venus, representada por Marciana, sobrina del emperador
Trajano, y que tiene la parte superior de la frente adornada con una garceta.
En la Villa Pamfili hay un busto de la misma persona,
y en lo alto de la frente esta ornada
(1) Monum. Ant. ined.nº. 131.
(2) Diog. Laert. L. 3. fegm. 42.
(3) Ibid. L.2; fegm.50.
(4) Buonar.Oss. sop.ale.Vetri,p.154.
página 618
con forma de media luna, y puede ser utilizado para clarificarnos al Poeta
Estacio, que describe a Alcmena, madre de Hércules, con el pelo adornado con
tres lunas: -
Tergemina crinem circundata luna, (Estacio
Tebaida L-6, 288) pasaje sin duda aludiendo a Hércules porque la
noche en que fue concebido, duró por espacio de tres noches.
Los ornamentos que se tiene costumbre de poner en los brazos, son los
brazaletes.
Estas pulseras tienen la figura habitual de una serpiente, algunos tienen la
forma de un cordón redondo, que termina en dos cabezas de este reptil.
Así terminan los cinturones los guerreros: Balteus y Géminis committunt
ora dracones (Valerio
flaco 3-186).
La colección de Herculano y del Colegio Romano, contienen numerosas suertes
de brazaletes en oro.
A veces rodean la parte superior de los brazos, como se ven en las ninfas
dormidas del Vaticano (#)
y la Villa Medici (#),
figuras que por la forma de este adorno, le dieron el nombre de Cleopatra,
aunque son propiamente brazaletes.
Otras veces colocados sobre la muñeca, como se observa en una
Cariátide de la Villa Negroni; que da cuatro veces la
vuelta, y son llamados PERIKARPIA, περικάρπια, de KARPOS, καρπός, al brazalete también se
les llama EPIKARPIOI OPHEIS, περιβραχιόνιος ὄφις (2), para distinguirlos de otras pulseras que se
ponen alrededor de los brazos y que se llaman PERI BRACHIONI OPHEIS. En
lugar de estas pulseras en forma de serpientes, los artistas a veces dieron
a las Bacantes serpientes reales (3).
Todavía se encuentran, pulseras, hechas en forma de trenza, y llamadas
STREPTOI, στρεπτοὶ.
También observo que los generales romanos en sus
(1) Apollon. Argon. L. 3. v. 190.
(2) Philostr. ep. 4.
(3) Monum. Ant. ined. T. 2. p. 213,
página 619
entradas triunfales en Roma estaban acostumbrados a portar brazaletes.
Sin embargo no se puede percibir este ornamento, ni en Tito, ni en Marco
Aurelio, como representados en sus carros triunfales, o porque esta manera
no existía entre los emperadores, ya sea porque no fuera vista esta gala
como apropiada, a la majestad de la persona en un monumento público.
Las piernas tenían también su adorno que consistía en un anillo, o una banda
puesta en los tobillos, y apropiada a las figuras de las bacantes (Ant.Palt.votivos-211)
Este anillo, es mas o menos circular. En dos Victorias
sobre un vaso de terracota de la colección de M. Mengs la misma banda tiene
tiene cinco o seis vueltas. En los países orientales, las mujeres
portan aun hoy, los anillos en torno a las piernas (3)
Después de indicar la indumentaria de las figuras de mujeres, paso a un
examen de la ropa de las figuras en los hombres.
Aunque el examen concierne a menos estatuas, porque la mayoría son heroicas
y, en consecuencia, sin ropas, por las costumbres en la vida civil.
A medida que la ropa de los romanos apenas difiere de los griegos, diré lo
esencial del uno y del otro.
Voy a hablar en primer lugar del vestido del cuerpo, luego las extremidades,
la cabeza, los pies y las manos.
En cuanto a la ropa del cuerpo, parece que la túnica ha sido la más
necesaria, por lo tanto la ropa no está generalmente recibida, y algunos
pueblos de la antigüedad lo miran como una moda afeminada
(Herodoto
1-135).
Los romanos
(1) Zonar. Annal. L. 7. p. 352. D. ed.Reg.
(2) Anthol. L. 6. c.5. ep.5. Suid. V. Aisvvaos.
(3) HunT, Diss. on the proverb. of Salom. p. 13.
(4) Herodot. L. I. P. 40-l-33
página 620
de los Primeros tiempos solamente llevaban sobre la piel la toga (1): es así
como están ajustadas las estatuas de Rómulo y Camilo
(Plinio
el viejo L-34 23).
Sin embargo, en los tiempos posteriores estos que se encuentran en los
campos de Marte, para recomendar al pueblo y poder obtener dignidad, aparecen
con túnica (3), para mostrar las cicatrices que llevaban sobre su cuerpo
como marcas de su coraje. Pero en general, la túnica se convirtió en la ropa
de los romanos, al igual que los griegos, a excepción de los filósofos
cínicos.
Sabemos que Augusto se ponía hasta cuatro túnicas en invierno.
En la mayor parte de las estatuas, bustos y bajorrelieves, nosotros no vemos
la túnica en el cuello y en el pecho, porque las figuras están representados
con abrigos, o con la toga; es raro encontrar las figuras ajustadas con la
simple túnica, como las de Terencio y Virgilio en el Vaticano.
Castigaban a los soldados por delitos menores, obligándolos a hacer su
trabajo vestido con una sencilla túnica, como aparecen a continuación sin
cinturón y sin armas, Plutarco los llama, EN CHITÔSIN AZOSTI, ἐν χιτῶσι ἀζώστοις
(Plutarco
-Luculo 15).
La túnica propiamente dicha, está compuesta de dos piezas de tela largas y
cuadradas.
Ellas están cosidas por ambos lados, como se ve en la
estatua de un Sacerdote de Cibeles, en la colección del señor Browne en
Londres, donde se señala la costura.
Esta túnica tiene una abertura para pasar el brazo, en la parte que
desciende hasta la mitad del brazo superior, forma una especie de manga
corta. Sin embargo también llevaba una especies túnica con mangas que no
excede en mucho los hombros, como se ve en una hermosa
estatua de Senador
(1) Gell. Noct. atr. L. 7. c. 12.
(2) Cic. orat. p. M. Scauro.
(3) Plutarch. P«U«IXK. p.402.L.31.
(4) Plutarch. Lucull. p. 916.L.19.
página 621
en la Villa Negroni, con mangas que llaman
KOLOBIA, recortadas (1).
En una pintura de Herculano se notan las mangas similares en un figura
femenina (her.tom4-tav17).
Jusste-Lipfe afirma que no había nada más que Cinaedi y los Pueri
meritorii y que portaban túnicas con mangas largas y estrechas, lo
mismo que los vestidos de las mujeres, que llegaban hasta la muñeca (3).
Pero sin duda, este sabio ha ignorado que los personajes teatrales estaban
así vestidos, y nosotros los podemos ver entre otros, como en
dos pequeñas estatuas de Cómicos en la Villa Mattei,
y una figura similar en la Villa Albani, así
como una figura trágica en un tablero de Herculano.
No repetiré aquí lo que he dicho anteriormente en la sección Túnicas de las
mujeres, que después de mucho tiempo tienen las ropas comunes con los
hombres.
Eso tiene que ser cierto en los tiempos antiguos, cuando la túnica de los
romanos no tenía mangas (Aulio
Gelio, Noches L7-14).
Con respecto a los calzones, vamos a clasificar la ropa interior, en los
personajes cómicos, además de las figuras de los pueblos extranjeros donde
están acostumbrados a ser ajustados.
Los calzones parecen haber sido introducidos como el teatro para bienestar:
las figuras de mármol cómicas que acabamos de mencionar, las vemos con los
calzones, y bajados, y entre las naciones bárbaras, los hacen de una sola
pieza.
Por otra parte, nos damos cuenta de calzones que van desde la cintura hasta
las rodillas, como Fabretti nos indica la figura de Trajano (5)
Herodías nos dice que Caracalla había doblado los calzones sobre sus muslos
para hacer sus necesidades, cuando fue asesinado
(1) Salmas. ad Tertull. de Pall. p.85.
(2) Pitt; Erc. T. 4. tav. 16.
(3) Pitt. Erc. T. 4. tav. 16.
(4) A. Gell. Noct. att. L. 7.c12. S. August. de Doct.Christ. L-3-cI2
(5) Herod. L. 4- c24 p.153
página 622
por Marcial (Hª
de Roma 24)
En lugar de calzones los Romanos usaban bandas, con las que envolvían los
muslos; pero los que las llevaba pasaban por afeminados, y Cicerón señaló la
ropa en Pompeyo como un destello de blandura (Cicerón
Atico-2-3).
Los griegos usaban sus abrigos y los romanos su toga sobre su túnica.
En cuanto a los abrigos, los tenían de dos especies: el manto corto,
conocido con tres denominaciones, CHLAMYDE, χλαμύς, la CHLAINA, χλαῖνα, y el Paludamentum
de los romanos, además de la capa Larga ordinaria.
Informa Estrabón, que la clámide es más ovalada que redonda, y era en
general ropa de guerreros (3).
Con ella cubren el hombro izquierdo, para no tener ninguna dificultad en el
caminar, está cortada y puesta a la medida del hombro izquierdo.
Más de una estatua nos prueba que este abrigo era de forma ovalada o
redonda; pero la que nos lo muestra más claramente, es una figura por encima
de natural, en el jardín del Quirinal del Papa.
Este abrigo se le dio a figuras heroicas; está singularmente asignado a
Castor y Pollux, así lo llevaban desplegado sobre los hombros, y cayendo
sobre el pecho desnudo, manera que los Elios en las Suidas, dicen ser un
rasgo característico de los Dioscuros: CHLAMYDAS ECHONTES EPI TON ôMÔN
EPHÎMMENÎN EKATERON, χλαμύδας ἔχοντες ἐπὶ τῶν ὤμων ἐφημμένην ἑκατέραν, como he explicado en mis Monumentos de la Antigüedad.
Es en este punto de vista, que Platón dijo A Aristipo
(Diógenes
Laercio, Aristipo 2), "No hacen más que llevar la clámide y los
harapos"; para denotar la indiferencia en la elevación y la degradación.
Entre los atenienses la clámide era como una prenda de vestir de gente joven
(Luciano
Amores 44), es decir, en desnudo
(1) Ibid.
(2) Cic. ad. Attic. L.2. ep. 3.
(3) Strab. L.2. p.119, C.
(4) Lucian. Amor.p.904.
página 623
aquellos que, de dieciocho a veinte años, eran propuestos para la protección
de la ciudad, y que, por tanto, se preparaban consecuentemente para la
guerra (1).
El abrigo que estos jóvenes portaban, era en la antigüedad negro, y
permaneció así hasta el siglo de Adriano, donde el famoso Herodes Atticus,
les dio un clámide blanco (Filóstr-Sofis.L2).
También observo, que en las pinturas de Terencio del Vaticano, la clámide es
dada como una prenda generalmente, a casi todos los hombres jóvenes nacidos
libres.
Los abrigos de los guerreros tenían por costumbre rellenarlos y con franjas
por dentro, KROSSOTOI, κρωσσότοι, para mantener el calor (3).
Voy a distinguir esta prenda de otra capa corta llamada Chlaina, que se
lleva sobre el hombro como la clámide; que se lleva sobre los hombros, casi
como la gente en los países cálidos usan habitualmente la camisola después
de haberla retirado de encima del cuerpo.
Es este tipo de manto corto, que Aristófanes da Orestes, y este joven héroe
la porta, como ya he dicho, plegada sobre el hombro Izquierdo: así se le
representa en el vaso de plata del Cardenal Corsini Nerini, donde parece estar
en el Areópago, con un estado de tristeza y abandono (coppa
corsini).
Esta forma de llevar el manto lo llama Plauto: conjicere in collum
pallium, (Plauto,
Los cautivos 4-1) collecto pallio.
El paludamentum era para los romanos, lo que la clámide era para los
griegos. Su color era púrpura, IPPAS STOLI, ἱππὰς στολή; y era la prenda de la orden
ecuestre, vestitus equestris (5), y el abrigo que llevaba los
generales y luego los emperadores romanos. Sin embargo, nos enteramos de que
los emperadores hasta Galieno, no portaban en Roma paludamentum, pero
(1) Artemidor.Onirocrit. L.I.c.56.
(2) Philostra, vit.Sophist. L.2.p,550.
(3) Plutareh. Lucul. p. 932.l.24
(4) Monum. Ant. ined. No. M
(5) Xiphil.Aug. p. 94. L 3.
página 624
pero que ellos se muestran con la toga.
Descubrimos la razón de las protestas que se hicieron a Vitelio por sus
amigos, cuando quiso hacer su entrada en Roma con el manto sobre sus
hombros: este ajuste, dijeron, hacía creer, que no estaba en la capital del
Imperio Romano, sino en una ciudad apresada al asalto, y en las celebraciones
se puso la toga consular.
Septimio Severo observó la misma ceremonia, antes de su magnífica entrada en
Roma como Imperator, avanzó a caballo incluso hasta las puertas de la
ciudad, donde se bajó tomó la toga e hizo el resto del camino a pie (1).
Estoy sorprendido cómo un académico francés, podría dejar la cuestión
indecisa, a saber, si el paludamentum romano era un peto o un mantón (2).
Tal era el tejido de oro que llevaba Agripina, esposa de Claudio, cuando fue
testigo, así que lo informamos bien alto, del espectáculo de una batalla
naval.
El manto largo de los griegos lo conocemos por muchas figuras, que a veces
se duplican, como el que Néstor llevaba por su gran edad, y el revestimiento
se designa con la palabra DIPLI, διπλῆ.
El manto de los cínicos se duplicó de manera similar, duplex pallium,
porque llevaban túnicas.
Otras veces estos mantos no están doblados, y Homero
(Iliada
24-228) los llama, APLOIDAs CHLAINAS, ἁπλοΐδας χλαίνας.
No me puedo resistir de revelar aquí unos cuantos malentendidos, de los
traductores de los autores de antiguos, especialmente cuando ellos creían
que era cuestión de manto.
El primero que me llamó la atención sobre este punto fue Casaubon, que toma
el modo IMATION ἱμάτιον, para el mantón, cuando Polibio
(Hª
Universal L9 6-1) dice que Arato está de acuerdo en querer librar
la ciudad de Cineta,
(1) Siphil. Sever. p. 294.l.3.
(2) Mem. de l´A.cad. des Jnscr. T.21.p. 299
página 625
que uno de los conspiradores le daría la señal para la ejecución por
mostrarse sobre una colina antes de la ciudad, y EN IMATIÔ, ἐν ἱματίῳ, que es lo que
nuestro sabio interpreta en vez de por palliatus como hubiera tenido
que decir, aunque yo pienso tunicatus.
Según todas las apariencias, era lo menos común salir de la ciudad sin una
capa; es con un mantón, y la señal en cuestión, exige que sea algo
extraordinario.
El IMATIO, ἱμάτιον, de los griegos es siempre sinónimo de la túnica de los romanos.
La fina túnica de Plinio, con las que caracteriza las estatuas de Rómulo y
Camilo (Plinio
L34-23), haría fe en griego del IMATIO, ἱμάτιον.
Y sobre todo la palabra CHITON, χιτὼν, que se encuentra en los Escritores de la
antigüedad, ha sido mal entendida por los eruditos.
Esa palabra significa no solamente la capa de abajo, como vemos en Diodoro
de Sicilia, (Libro
XIV-2) que nos lo enseña de Dionisio, el tirano de Siracusa, los
seguidores constantemente llevaba una coraza por debajo de su ropa
INAGKAZONTO PHEREIN EPI TON CHITÔNA SIDIROUN THORAKA, ἠναγκάζετο φέρειν ἐπὶ τὸν χιτῶνα σιδηροῦν θώρακα; pero también significa
cualquier coraza, y en Homero (Iliada
L3-355) constantemente significa una armadura, que se demuestra
por el epíteto KALKOCHITONES,χαλκοχήπονες, sinónimo de KALKOTHORAKES, χαλκοθώρηκες, armados con bronce.
Esta observación se refiere principalmente a un pasaje del mismo Diodoro
(libro11-26),
quien informa que Gelón, rey de Siracusa, después de la famosa victoria
sobre los cartagineses, se presentó ante el pueblo para dar cuenta de las
acciones sólo sin ningún arma, sin ACHITÓN EN IMATIO, ἀχίτων ἐν ἱματίῳ, sin coraza sobre la
túnica: pasaje que los traductores no han entendido.
Aunque pudiera ser, MONOCHITÔN, μονοχίτων, refiere también a un guerrero que ha
abandonando las armas y manto, excepto la túnica
(Vidas
paralelas, Emilio Paulo 15).
Se ha escrito suficiente sobre el vestido de los romanos, llamado toga, que
la amplia investigación que se ha hecho lejos de
(1) Plutarch. Aemil, p. 480.
página 626
aclarar la materia, son culpables de aumentar aún la incertidumbre del
lector. Sin embargo, es un hecho que nadie ha mostrado la verdadera forma de
esta prenda.
Yo creo que cuando Dionisio de Halicarnaso dijo (libro3 69), la toga proporciona la
forma de un semicírculo, ÎMÎKYÍCLION, ἡμικύκλιον, no había querido hablar sobre el
corte, sino de la forma que toma sobre el cuerpo.
Como los griegos a menudo, tenían su doble capa, es posible que los Romanos
emplearan incluso su manto doblado, y es posible que emplearan la misma
toga, sin que tuvieran una gran dificultad en la forma.
Mirando por los artistas para quien escribo sobre todo, sólo necesitan saber
que esta tela era blanca; como la tienen las figuras romanas vestidas, y lo
pueden ver en las estatuas que permanecen.
Observamos aquí la caída de la toga, que llaman Cinctus Gabinus, que
ya dijimos esta prenda se usaba en las ceremonias sagradas, y sobre todo en
los sacrificios.
Esta forma consistía en que la toga estaba levantada sobre la cabeza, de
suerte del lado izquierdo, dejando el hombro derecho libre, y descendía
desde el hombro izquierdo hasta el pecho, donde los extremos se encuentran
pasados uno dentro del otro, de modo que todavía descendía el vestido hasta
los pies.
Esto es lo que vemos en la figura del
bajorrelieve del arco de Marco Aurelio, donde el emperador hizo un
sacrificio. Varias otras Antigüedades que nos ofrecen la misma disposición
de la toga.
Cuando los emperadores se representan con una parte de la toga levantada
sobre la cabeza, quieren decir, con el ajuste de la dignidad sacerdotal.
Entre los dioses, Saturno por lo general, tiene la cabeza cubierta con su
atuendo (1).
De hecho entre las figuras divinas no se encuentra, si no me equivoco, se
cumple una excepción y que remarco,
(1) Descr. des Picr. gr. du cab. de Stosch , p. 33-
página 627
La primera concierne a un Júpiter, llamado el Cazador,
ejecutada en un altar de Villa Borghese, y montado sobre un centauro,
Tiene la cabeza cubierta de la manera en cuestión.(nº11)
Júpiter, con este aspecto, se llama Riciniatus, por Arnobe (1) a modo de
Ricinium de la palabra, que significa la parte de la capa que cubre la
cabeza, y es así que Marciano representa al Dios (2). Plutón, en una
pintura de la tumba de Nasoni, nos ofrece la segunda excepción (fresco ya perdido tav8).
En cuanto a los otros dioses por lo general son representados con la cabeza
descubierta.
Por lo que concierne a los vestidos de las extremidades del cuerpo, voy a
pasar por todas las partes y voy a empezar por la cabeza.
La costumbre de llevar un sombrero, tanto para adornar, como para cubrir la
cabeza, se remonta a la época más antigua.
Los atenienses se servían no solamente en el campo, sino también en la
ciudad. En
En la isla de Egina se llevaba este mismo ajuste de cabeza para los
espectáculos, y desde el siglo del anciano legislador Draco.
También llevaron sombreros de fieltro, como sabemos que llevaban los
espartanos, o los yelmos que aprendemos de Tucídides, no estaban a prueba de
flechas.
Entre los griegos, la gente de todas las edades llevaban sombreros. A medida
que los atenienses iban dejando la moda en la ciudad, los romanos comenzaron
la moda, a su vez, y nada más común entre ellos, al menos en la casa.
Suetonio (Augusto
82) nos informa que Augusto no llevaba otra cosa en la cabeza que
un sombrero de piel, incluso en su palacio, sin que fuera a exponerse al
sol.
Sin embargo la mayoría lo usaba para llevarlo al campo, para protegerse del
sol y la lluvia: para este propósito cuidaban
(1) Adv. Gent. I. 6. p.209,
(2) De nupt. Philol. L. I p-17
(3) Tav. 8.
página 628
de plegar los bordes. Usando cintas pasadas, podían atarlo a la barbilla,
como vemos en la figura de Teseo en una vasija de
barro en la Biblioteca del Vaticano; (nº98) cuando querían ir con la cabeza
atada o echado hacia atrás caído en los hombros y permaneciendo allí
suspendido de cintas en la barbilla.
El sombrero era todavía el tocado ordinario de las personas del campo y los
pastores: es así que se llama el sombrero arcadio (1).
Este tocado, está en unos pocos, Apolo figurando en medallas, es una marca
de estado pastoral distintivo de este Dios en casa del Rey Admete en
Tesalia.
Diferentes piedras grabadas, nos ofrecen a Meleagro cazador con un sombrero,
y en dos bajorrelieves tenemos a Zeto con con el mismo tocado, para designar
la vida pastoril que había elegido.
Los que montan los carros de carreras de circo en Roma, llevan los sombreros
de una singular especie, terminado en pan Azúcar, parecidos a los sombreros
chinos. Un par de mosaicos que estuvieron en la casa Massini, y que están
hoy en Madrid (#,#,#)
así como un libro que ya no existe, y que nos informó Montsaucon, nos
ofrecen personajes con esos sombreros.
Nada fuera de ordinario en cubrirse la cabeza con el borde del vestido, y el
paño de la toga de los romanos.
Además, estaba en el uso, de aparecer con la cabeza al descubierto en la
presencia de las personas a las que querían marcar respeto
(Suetonio,
Pompeyo 8).
A partir de entonces fue una descortesía mantener cubierta con algún vestido
la cabeza: DI OTON KATA TIS KEPHALÎS ECHEI A IMATION, δι' ὤτων κατὰ τῆς κεφαλῆς ἔχειν τὸ ἱμάτιον(3).
El calzado de la antigüedad consta de zapatos y sandalias. La forma de los
diversos zapatos y las diferentes y maneras
(1) Dio Chrysost. Or 35. P.433 a.
(2) Plucarch. Pomp. p. 1137.l. 17.
(3) ibid. p. 1169. l.ult.
página 629
de atarlos y elevarlos, son tan variados que si yo quisiera informar de
todo, necesitaría un libro bastante grande.
Hablando de los zapatos, yo comenzaré remarcando la opinión ridícula de un
sabio sobre la sujeción de una cruz, que se encuentra sobre
un pie antiguo de la colección del Vaticano.
Esta cruz está adjunta a la correa entre el dedo gordo y dedo siguiente,
donde normalmente se coloca una grapa en forma de trenza o corazón.
La grapa reúne dos tiras de cuero, que están unidas a ambos lados por encima
de pie, y que resultan de la correa colocada entre los dos dedos en
cuestión.
Este pie, está adornado con esta cruz. y luego de haberse descubierto en las
catacumbas, llegaron a concluir que formaba parte de la estatua de un mártir,
circunstancia que se presenta informada con una amplia inscripción.
Pero es obvio que el pie de la estatua viene de una joven, y también que es
mas hermosa que en el momento en el que se erigían estatuas erguidas a los
Mártires, donde no habrían sido capaz de producir una similar ni por todo el
oro del mundo.
Por otra parte, se hizo en la antigüedad, no tiene nada en común con la
religión cristiana, aunque fuera encontrado en las catacumbas.
En el vuelo de tiempo descubrimos un hermoso pie
humano de una estatua mucho mayor que de natural, y sobre él hay una
grapa en el pie cruzándolo, todo similar al anterior colocado en el mismo
lugar: el pie está ahora en la colección del Escultor Cavaceppi.
Una hermosa estatua de Baco, tiene la correa de las
sandalias que está colocada de manera similar, entre el dedo gordo y el
siguiente dedo del pie, decorado de la cabeza de un ángel con alas.
Las zapatillas de los Romanos diferían de las de los griegos, según informa
Apiano (1): pero no podemos saber con lo que indica en que consiste esta
diferencia.
Los Romanos
(1) Appian. Mithrid. p. 114. 1. 17.
página 630
se distinguían llevando zapatos de cuero rojo que venían del reino del Ponto
(1).
Estos zapatos llamados Mullei, estaban a veces bordados en oro o plata, como
vemos unos pocos pies con calzado; pero por lo común, eran de cuero negro, y
llegaban a media pierna (Horacio
sátiras libroI 6-27) formando una especies de botas, como uno ve
en las figuras de Castor y Pollux, que me propongo hacer grabar después en
mis monumentos de la antigüedad.
El Jasón de Versalles, estatua mal llamada
Quinto Cincinato, ofrece unos zapatos que los artistas podrían dar a las
figuras heroicas.
Este zapato tiene suelas con bordes alrededor, de un dedo de anchura, y un
cuero que soporta el talón; que atan sobre el empeine por bandas de cuero
que parten de las suelas, y se unen por encima de los tobillos.
El pasaje de Plinio, donde dice, hablando de los Monos: Laqueis calceari
imitatione venantium tradunt (Plinio
el Viejo L8-215) podríamos aplicarlo a las suelas - tejido de
cuerdas, como se ven en la colección de Herculano.
Los comentaristas, generalmente están de acuerdo en tomar por las redes en
las que atrapan a los monos, mientras que el autor latino quiere decir, que
estos animales se ponen cadenas en los zapatos como los cazadores.
Un hecho es, que la nobleza ateniense llevaba sandalias adornadas con una
media luna de plata o marfil, como la Nobleza romana llevaba una luna, pero
esta característica aún no se ha encontrado en ninguna estatua romana.
Hago notar aquí en suplemento, que los pañuelos no estaban en uso entre los
antiguos, al menos no en los griegos.
Vemos que las personas distinguidas, se servían de su capa para secarse los
ojos, como decía
(1) Henri Valois. not. in Ammian. Marcelo L. 22c. 4. p. 390.
(2) Horat. L. 1. Sat. 6. v. 27.
(3) Plin., L. 8. c. 80.
página 631
Agatocles que había conocido, el hermano de la reina de Egipto, en una
asamblea del pueblo en Alejandría (Polibio L15 -12).
Es lo mismo con las toallas, incluso entre los romanos: que se introdujeron
muy tarde, y sin embargo cada invitado traía su ropa.
En cuanto al diseño de las figuras vestidas, la finura de tacto, y la
delicadeza del sentimiento, tienen menor proporción que el dibujo con
exactitud, y el justo discernimiento y el conocimientos, para observar y
enseñan a imitar, y la práctica.
Esto no impide que esta rama del arte todavía no ofrezca ningún objeto de
investigación, ni menos interesante para el conocimiento de los artistas.
La ropa es al desnudo, como la expresión es al pensamiento; y nosotros
tenemos a menudo, menos dificultad en encontrar el pensamiento que la
expresión, o la verdadera torsión del pensamiento.
Como en los primeros tiempos del arte, se hacían más figuras vestidas que
desnudas, y esta máxima está totalmente adoptada en los más bellos siglos de
Grecia, para información de las figuras de mujeres, de las que podemos contar
cincuenta figuras vestidas, contra una desnuda.
Y es natural que los artistas de todos los tiempos, no se comprometieran bien
entendido, de la elegancia en la ropa, que por la belleza del desnudo.
Buscaron la gracia no sólo en las actitudes y acciones, sino también en la
ropa y su ajustes: de hecho las Gracias más ancianas, estaban figurando
vestidas.
Siendo suficiente a los artistas en la actualidad, estudiar cuatro o cinco
de las mas hermosas estatuas sin ropa, para bien hacer el desnudo, es
necesario buscar la elegancia, no solamente en las actitudes y las acciones,
sino también en la ropa y su ajuste, en cien figuras vestidas.
Es raro encontrar una estatua arropada, que se asemeje a otra en forma,
mientras que no hay nada más común, que encontrar estatuas desnudas con una
semejanza perfecta, tales son en gran medida las
(1) Polyb. L. 15, p. 712. D.
página 632
Estatuas de Venus. Y es lo mismo en las estatuas de Apolo: La mayoría
parecen haber sido ejecutadas después de un solo modelado, como se evidencia
en tres estatuas similares de este Dios en la Villa Medici, y otra en el
Capitolio.
Lo mismo es aplicable así, a la mayor parte de los sátiros jóvenes.
Me gustaría decir entonces, que el dibujo de las figuras con ropa, puede ser
llamado con razón, una parte esencial del arte.
Pocos artistas modernos están exentos de la crítica, en relación a la ropa;
los del siglo pasado, todos han pecado contra esta parte, con la única
excepción de Poussin.
Bernini apretó el abrigo arrojado sobre el manto de
(Santa
Bibiana) con un largo cinturón, una práctica que es no solamente
contraria a cualquier tipo de ropa antigua, sino que también contradice la
naturaleza de la capa, atendiendo que un abrigo apretado con un cinturón que
ya no es un abrigo.
El artista que hizo los dibujos, para las planchas propiamente grabadas de la
obra de Roland de Cambray, titulado : paralelismos de la arquitectura
antigua con la moderna, ha dado a Calímaco, el inventor de capiteles
corintios, una ropa de mujer.
Estoy sorprendido de cómo a Pascoli, en el prólogo, puso a la cabeza de sus
Vidas de los Pintores, y nos avanza que los Escultores de antigüedad, no
tenían un gusto noble, y gracias a la práctica con la ropa, queda claro que
constituye una de las partes donde los modernos han superado a los antiguos.
Del resto de escritores, tiene poco o ningún conocimiento del arte, como está
suficientemente demostrado por el contenido de su libro, y el testimonio de
los que le han conocido personalmente.
Forzado a recurrir a otros, para saber de los detalles que él ignoraba, no
se instruía, sino a fuerza de preguntas a gente imbuidos de prejuicios, por lo
que solo puede concluir en una opinión errónea, sobre el ropaje de los
antiguos, dando un un juicio bastante universal entre las personas de Arte.
¿Qué pueden prometer de bueno los artistas que,
página 633
no se preocupan, sin estar prevenidos, y que cierran los ojos a los hermosos
detalles, que a menudo imprimen sobre las figuras mediocres de los ancianos?
Es en todo las otras buenas figuras modernas: no se puede decir de la
producción que Corneille dice de Bajazet Racine, un habitante turco tan loco,
que tenía un corazón Francés, que es una locura que diga de una prenda
griega, estando una figura a la moda al menos: mientras el diseño del
desnudo fuera incorrecto, el artista entonces querría este defecto en el
ropaje bien claro.
página 634
Capítulo VI.
Del Progreso y la decadencia del arte de los griegos, donde nos ofrecen
cuatro épocas y cuatro diferentes estilos.
Capítulo, que trata del progreso y la
decadencia del arte de los griegos, el objetivo en los nuevos detalles sobre
la esencia misma del Arte.
Encontramos algunas observaciones generales, que se dijeron en los Capítulos
precedentes, determinamos dar mayor precisión en su aplicación a los
monumentos notables de la antigüedad.
Scaliger asigna cuatro períodos principales en el Arte de los Griegos, así
como en su poesía, como da Floro cuatro puntos fijos de la historia romana,
y
nosotros podemos establecer cinco. Para cada acción o cada evento con cinco
grados, o cinco partes, el comienzo,
página 635
el crecimiento, la perfección, la decadencia, y las cinco partes recuerdan
el principio de cinco actos de una obra de teatro.
Es lo mismo con los avances sucesivos de las Artes de imitación.
Pero como las cinco cosas van en sus terminaciones, nosotros sólo vamos a
considerar el arte en cuatro puntos fijos.
El viejo estilo duró hasta Fidias.
Este genio superior y los artistas contemporáneos imprimieron al arte, esta
imponente grandeza que caracteriza a los monumentos de la época.
Yo llamaré el estilo del siglo de Fidias el grande, el sublime.
Desde Praxíteles hasta Lisipo y Apeles, el arte adquirió más gracia, más
amenidad, que voy a llamar el estilo hermoso, elegante.
Algún tiempo después de estos artistas, con los discípulos y sus escuelas,
el arte comenzó a declinar con sus imitadores, y nosotros nos referiremos a
este estilo, con la imitación, hasta que finalmente, llega a su declive,
poco a poco llegó a su decadencia absoluta.
En cuanto al estilo antiguo, primero observamos los monumentos que están más
golpeados que nos quedan, y las características que los distinguen, y
finalmente la transición de este estilo, al siguiente estilo que llamamos
grandioso.
Sobre este tema es necesario alcanzar los monumentos más antiguos y más
auténticos, que las pocas medallas y monedas con registros, que atestiguan
la antigüedad: porque estas medallas han sido acuñadas en las ciudades en
las que portan el nombre, y nos proporciona alguna indicación del arte que
prevaleció, en el momento de su composición.
Las inscripciones de estas antiguas medallas bajando, es decir, de derecha a
izquierda: manera de escribir que debieron dejar de usar largo tiempo antes
de Heródoto.
página 636
En efecto, este historiador, hablando del contraste que hacen los modales y
costumbres de los egipcios, con las de los griegos, cita esta característica,
como que los primeros diferían por completo, con respecto a los últimos en
la escritura, y que escriben de derecha a izquierda
(Herodoto
2-36).
Yo no recuerdo cuando nosotros hemos notado esta circunstancia, que es tan
específica, que nos permite determinar el momento en que la escritura de los
griegos cambió de marcha, y podemos concluir que desde el siglo de Herodoto,
es decir decir, desde la 86ª Olimpiada (432
adc.) el uso de la escritura en el sentido primitivo,
había cesado despues de mucho tiempo.
Pausanias nos dice (Pausanias
L5-25-9) que la inscripción en la basa de la estatua de Agamenón
en Elis, una de las ocho figuras que Onatas había hecho, de tantos guerreros
que se habían ofrecidos a suertes para combatir contra Héctor, estaba dirigida de
derecha a izquierda.
Como Onatas floreció poco antes de la expedición de Jerjes contra los
griegos, es decir, antes de la 72ª Olimpiada
(490 adc.)
y por tanto, poco antes de Fidias, podemos fijar un poco la época en que
los griegos cesaron de escribir en sentido contrario.
Entre las antiguas medallas, las más notables son las de algunas ciudades de
la Magna Grecia, y principalmente las de Sybaris, Caulonia y Posidonia o
Paestum en Lucania.
Las medallas de Sybaris, no pueden haber sido acuñadas después de la 72ª
Olimpiada, cuando esta ciudad fue destruida por los Crotonios
(Herodoto
6-21)
Por la forma de las letras que componen su nombre, indica un tiempo mucho más
atrás.
El nombre se forma a partir de Sybaris VM en lugar de EY, Ee 3 y la
(1) Herodot. L.2 p. 65, I. 33.
(2) Pausanias. L.5. p. 444. l.24.
(3) Herodot. L.6. p.215.1.3.
página 637
Sigma en las medallas de Posidonia, figura como una M.
La Rho (P) tiene una pequeña cola F. Caulonia está escrito AV> El buey sobre
las medallas de Sibaris y ciervos como los de Caulonia son así lo que
informan.
En medallas muy antiguas de esta última ciudad, encontramos a Júpiter, así
como en las de
Posidonia, está Neptuno, donde se ve una fábrica mucho más hermosa, pero
en un estilo que comúnmente se llama etrusco. Neptuno sosteniendo el
tridente como una lanza a punto de arrojarse.
Este Dios está desnudo como Júpiter, excepto que tiene dos brazos envueltos
en paño, recogido como si fuera a ser utilizado en lugar de un escudo.
Así, una pasta de vidrio de la colección de Stosch, nos ofrece a Júpiter
rodeado de su brazo izquierdo de su égida, es decir, la piel de la cabra de
Amaltea (1).
Como los ancianos usaban de escudo a veces combatiendo de esta manera, como
(Plutarco
nos dice de Alcibíades ) y
Tito Livio en Tiberio Graco.
La esquina de estas medallas se encuentra hueco en un lado, y en relieve el
otro: no como algunas de las medallas de los emperadores, y las familias
romanas, que la parte hueca es inadvertida de los medallistas.
Las medallas en cuestión, nos muestran claramente dos diferentes cuños, lo
puedo demostrar con las que portan la imagen de Neptuno.
Este Dios, en el lado donde parece de relieve, tiene barba y el pelo rizado,
y de otro donde es hueco, no lleva lleva barba y el pelo es liso. Le vemos
con la ropa arrojada sobre el brazo, y descendiendo por atrás.
En un lado del borde está rodeado por un adorno, como dos cordones
(1) defer. de Pier. gr.du cab. de Stosch. p. 40. Monum Ant. ined.No.9
(2) Plutarch. Alcib. p. 388-1- 4
(3) Liv. L.25,c. 16. Conf.Scalig. conject. in Varron, p. 10.
página 638
de una tela suelta; del otro, este ornamento parece un corona de espigas.
En relación con el cetro, se tienen dos lados.
El resto es difícil de demostrar, como un escritor lo avanza sin probarlo
(1), que fue poco después de la 50ª Olimpiada (580 adc.), la
Gamma de los griegos se estaba escribiendo C, y no F, que confunde todas
nuestras ideas del estilo antiguo de las medallas.
Porque si se trata de una antigua acuñación griega, bien es un hermoso
trabajo, y nos ofrecen la letra en cuestión en su forma antigua; entre las
diferentes piezas de esta naturaleza, cito una
medalla de la ciudad de Gela en Sicilia, que lleva la inscripción:
CEΛAΣ, con una biga o carro tirado por dos caballos, y en la parte posterior
un Minotauro.
Aprovecho esta oportunidad para hablar de cuatro copas
de oro puro, forma y tamaño de un platillo de café; que fueron
encontrados en las antiguas tumbas cerca de Agrigento, y pueden verse en la
colección de señor Lucchesi, obispo de esa ciudad.
Pensé de informar de estas piezas valiosas, porque los adornos que los
rodea, aparecen como en las manufacturas de las medallas en cuestión, y
parecen de la misma edad.
Dos de estas copas tienen en el exterior ornamentos que consisten en bueyes,
trabajo que se puede llamar de estampación.
Vemos que este borde se ha visto afectado con un punzón de relieve, aplicado
dentro del borde, para empujar y sacar la abolladura en el otro lado.
Las otras dos copas tienen el ornamento en el borde hechas con punzón a
mano.
En comparación con la explicación de los bueyes, que decoran las dos
primeras copas
(1) Reinold. Hist. Litter. Grâce. y Lat. p. 57.
página 639
No creo que haya que remontar al propietario de las antigüedades, hasta el
buey Apis de los egipcios; porque los griegos los bueyes los tenían
consagrados al sol, y tiraban del carro de Diana.
Los bueyes también se puede considerar como el emblema de la agricultura, es
lo que parece indicar algunas medallas de la Gran Grecia (Lucania), debido a que estos
animales tiran del arado, y servían a toda la economía rural.
El mismo animal era el emblema más antiguo de las medallas de Atenas (1) y
romanas (Plinio libro18 -11) , (Plinio
en 33-43, dice ovejas).
Las medallas del primer estilo siciliano, proporcionan una prueba
irrefutable de la idea de belleza, o la correcta ejecución de la hermosura,
no era una cualidad innata, sino dada con arte por los artistas griegos:
Lo cierto es que en el siguiente tiempo, son infinitamente superiores al
primero.
Juzgo de antes las medallas de Leontium, de Messina, Siracusa y Segesta,
piezas de la antigüedad, y la mayor rareza.
He revisado cuidadosamente el trabajo en el Gabinete Stosch, y pedí hacer
grabar dos de estas medallas, de la última ciudad que encontramos, al final
de este capítulo.
La cabeza es de una Proserpina. Esta cabeza y otras cabezas en medallas de las
que hemos hablado, se dibujan como Palas en las medallas de Atenas de los
primeros tiempos, y al igual que en una estatua de la misma Diosa en la
Villa Albani.
Alguna parte no brilla desde la belleza de su forma: por lo tanto, en
consecuencia el conjunto no es mejor.
El dibujo de los ojos es alargado y aplanado; la sección de la boca está
subiendo; la forma de la barbilla es apuntada, y sin ninguna redondez
elegante; los rizos del cabello están dispuestos en pequeños anillos y
(1) Schol. Aristoph, Av. v. UCI.
(2) Plin. L. 18. c.3. P.436-
página 640
parecen granos prietos de un racimo de uvas: desde donde los poetas griegos
más antiguos dan al pelo el nombre de uva (1).
Para completar esta caracterización así, basta decir que el sexo de las
cabezas de las mujeres, es muy incierto.
Así sucedió que una de estas cabezas de bronce, un poco más grandes que de
natural, conservada en la colección de Herculano, ha sido vista y descrita
como la cabeza de un hombre.
Sin embargo el reverso de las medallas puede pasar por elegante, así como el
área del dibujo de la figura.
Pero ya hay una gran diferencia entre un dibujo en pequeño, y un dibujo en
grande, no podemos inferir nada de uno en el otro, que era infinitamente más
fácil, dibujar una pequeña figura de un pulgada de altura, que la misma
cabeza en grande.
Así, desde la forma recibida de la configuración de estas cabezas, que lleva
el carácter y estilo egipcio, y del estilo etrusco, constato de nuevo lo que
ya he tratado de asentar en los libros anteriores, sobre el parecido entre
las figuras, de estas tres naciones en los primeros tiempo del arte.
En la época de las obras de escultura, ejecutadas en este viejo estilo, yo no
reportaré, nada más que los que pude ver, y examinar por mí mismo, y que
casi siempre se trata de otras producciones de arte.
Tengo que remarcar que es ordinariamente el dibujo de un antiguo, como se
podría decir: a medida que pasa por diferentes bocas, recibió diferentes
adiciones.
La Palas de Villa Albani, que publiqué antes de la restauración en mis
Monumentos de la Antigüedad (nº17)
(1) Plutarch. confol Apoll. p. 196,
(2) Monum. Ant. ined. No. 17.
página 641
me parece ser la estatua más antigua del estilo.
La cara redonda y la forma de las partes como son tratados allí, de manera
como si la figura fuera de basalto, que uno la podría creer de manufactura
egipcia.
la cabeza de esta antigüedad, es perfectamente similar a las cabezas de
mujeres, que están en antiguas medallas griegas, que acabamos de hablar: en
el resto, encontramos también el estilo etrusco.
La razón de que los romanos se la llevara de Grecia, ésta y otras estatuas
de la misma edad, fue probablemente la misma que hago mención, es decir,
para ofrecer producciones de arte de la época más remota de Grecia, para
poder tener seguido y completo, desde su origen hasta su perfección.
Los estudiosos en la antigüedad, creen descubrir este estilo antiguo, en un
bajorrelieve de la colección del Capitolio,
pieza que he hecho grabar en la portada, en el Tratado preliminar del Diseño
de los antiguos artistas en mis Monumentos de la antigüedad.
Esta pieza representa tres Bacantes vestidas y un
fauno desnudo, portando la inscripción: ΚΑΛΛΙΜΑΧΟΣ ΕΠΟΙΕΙ, (#)(1) Se dice
que este Calímaco era uno que no estaba contento con lo que él hacía (2).
Como había realizado una danza a los Lacedemonios
(Plinio
el viejo 34-92), se cree reconocer en esta danza, a nuestro
bajorrelieve.
La inscripción colocada en la base me parece sospechosa.
Es cierto, que no se puede tomar por moderna; pero podría
haber sido imitada y sustituida por Antiguos.
Es así que el nombre de Lisipo esta en el Hércules de
Florencia, que es antigua; pero ni el nombre ni la estatua parecen
ser
(1) Fontanin. Antiq. Hort. L.1 c.6.p.166. Montfauc. Ant.expl. T. 1. P. 11.
pl. ,174.
(2) Fontan. loco cit. Lucatel-Muf.Capit. p. 36.
(3) plin. L.34. c.19
página 642
la mano de la estatua, como demostraré en el tercer volumen de esta
historia.
Una obra griega del estilo de nuestro bajorrelieve, debería ser mucho más
antigua, de acuerdo con las ideas que tenemos del tiempo, cuando el arte
estaba floreciendo en Grecia, Callímaco no puede haber vivido antes que
Fidias y los que lo colocan en la 60ª Olimpiada
(540 adc.)(1),
estos seguidores sin ninguna razón, se equivocan lerdamente.
Además, cuando le dan esta antigüedad, sobre el fundamento de encontrar la X
en la composición de su nombre, esta letra había sido inventada mucho
después por Simónides (2)
El nombre es Callímaco se escribía de esta manera: ΚΑΛΛΙΜΑΚΗΟΣ, o lo mismo:
KA^I/VXAFo€ (3) así este nombre se escribe en una antigua inscripción de
Amyeleo (4).
Pausanias dijo que no tenía la fuerza de los grandes artistas, de Grecia; Es
necesario por lo tanto, que no viviese en la mism época en la que tendría la
capacidad para hacerles frente.
Una estatua con ese nombre, Pausanias dice que era del mismo, y que es el
primero en trabajar con la broca para perforar el mármol
(Pausanias
libro I 26-7).
Sin embargo, es necesario que el Maestro del Laoconte, que vamos a colocar
en el siglo más hermoso de Arte, se sirviera de este instrumento, para el
tratamiento del cabello, y para socavar el ropaje.
Pretenden además, que Callímaco, el escultor, es el inventor del capitel
corintio (Vitrubio
li.4-1); y nosotros que Scopas, el famoso escultor, que construyó
un templo decorado de columnas de orden corintio, en la 86ª Olimpiada
(436 adc.)
(Pausanias
L8, 45-5): resultaría entonces, que Callímaco habría vivido en la
época de los grandes artífices
(1) Felibien. Hist. des Archit. p.22.
(2) Mar. Victorin. art. Gram. L.I. p. 1459.
(3) Cons. Reinold. Hist. Litt. Graec. A Lat. p. 9.
(4) Nouv. Traité de Diplomat, T. 1. p. 616.
(5) Pausanias. L, I. p. 68. L 25.
(6) Vitruv. L. 4. c. r.
(7) Pausanias. L. 8. p. 693. l. 19.
página 643
de Grecia, y antes de del Maestro de la famosa Níobe, que probablemente
es de Scopas, como se discute en el siguiente volumen, y que floreció antes que
el Maestro del Laocoonte.
Pero esta época tiene un lado negativo, no está de acuerdo con lo que
resulta, del orden en que Plinio clasifica a los Artistas.
Voy a añadir además, que este bajorrelieve fue encontrado en Horta, cantón
una vez habitado por los etruscos; esta circunstancia también nos autoriza a
creer, que esta pieza es de fábrica etrusca por todas las características.
Al tomar esta antigüedad por una obra griega, también tomaremos como
etruscos, algunos jarrones pintados, informados en el tercer LIBRO de esta
historia, si su inscripción griega no indicara lo contrario.
Podríamos dar las características más decididas de este viejo estilo, si se
hubiera conservado un número mayor de obras de mármol. y sobre todo, un
mayor número de bajo-relieves.
Entonces, estas producciones de arte, nos harían conocer lo máximo de los
primeros artistas, acerca de la distribución de las figuras, y nos daría la
capacidad de juzgar su habilidad para realizar movimientos con el cuerpo, y las
emociones del alma.
Si nos fuera posible evaluar la expresión, en relación con la economía de
las partes, en las pequeñas figuras de las medallas, y concluir de lo
pequeño a lo grande, o si nos atrevimos a atribuir a figuras del arte de
este tiempo, la energía de acción, de las figuras de la naturaleza del
mismo tiempo, nos encontraríamos que los artistas de este estilo, dieron a
las figuras acciones violentas, y actitudes forzadas.
Los hombres de los tiempos heroicos, que sirven de modelos a los artistas,
estaban siguiendo el impulso de la naturaleza; ellos ignoran el
arte de restringir los movimientos de sus almas;
Esto es lo que nos encontramos confirmado, cuando
página 644
comparamos estas obras primeras de los griegos, con las de los etruscos, a
los que se asemejan.
En cuanto a la ejecución, nosotros remarcaremos, que los antiguos eran
capaces de dar a sus obras la finura del detalles, antes de que supieran
imprimir la belleza al conjunto: esto es lo que vemos desde la otra
Palas de la Villa, que ya tenemos citada más de una vez, donde unieron a
la forma, la más mezquina de las caras, la maniobra más ordenada, y las más
finas ropas.
Es lo que Cicerón da a entender, cuando dice que en la isla de Malta, tenían
algunas figuras muy antiguas, representando las Victorias, figuras
desprovistas de toda gracia, pero ejecutados con gran finura
(Cicerón
Discursos contra Verres 46).
Es así como dice Aristóteles de la tragedia: que tiene que encontrar lo
justo de la expresión, a pesar de un largo tiempo, antes de lograr formar el
plano del sujeto: para arreglar las frases, y el orden de los pensamientos,
en el Arte poético, y se encuentran en la misma razón, en la economía de
maniobra, en la práctica de mármol.
En el renacimiento del arte moderno, los cuadros precursores de los grandes
maestros, que a continuación ilustran, ofrecen un amplio material para hacer
las mismas observaciones.
Las obras de estos primeros artistas, distantes de la verdadera hermosura,
están acabadas con paciencia increíble.
Mientras sus sucesores, Miguel Ángel y Rafael, han operado, según el
precepto que Roscomon prescribe para los poetas: Tienen que componer con
fuego, y ejecutar con flema (1).
La gran monotonía de ejecución que precedió al conocimiento de la belleza,
aparece singularmente en la fabricación de diferentes tumbas elevadas
(1) Cic. Verr. 4. c. 46.
(2) Roscomon's Essay on Poet.
página 645
planteada por Sansovino, y por otros escultores de principios del siglo XVI:
las figuras de estos monumentos son muy mediocres, pero los adornos, con los
que están decoradas, tienen una obra fina, que pueden servir de modelo a
nuestros artistas, y poder juzgar y comparar la labor de los antiguos en
este género.
Podemos reducir los personajes de este antiguo estilo, a estas cortas
proposiciones: el dibujo era enérgico, pero duro; estaban orgullosos, pero
sin gracia; la fuerza de la expresión altera la belleza del conjunto.
Todo lo hecho en el arte en estos tiempos remotos, está consagrado a los
dioses y los héroes, donde el elogio y la pompa, como Horacio dijo, no está
de acuerdo con la dulzura de la lira, que es creer, que esta misma dureza
cooperó a dar grandiosidad a las imágenes.
El arte era tan austero como la Justicia, que imponía la muerte por
cualquier delito (1).
Bien entendido que hay gradaciones, ya que entendemos por el viejo estilo,
la época más larga del Arte Griego, y que las últimas obras de este estilo,
han sido muy diferentes de las primeras.
Podemos creer que este estilo, se conservó hasta el momento en el que el
arte floreció en Grecia, es así que dice Ateneo de Stesichorus
(Ateneo 511), que no
admitía contradicción.
Nos enseña que fue primero el poeta, el que representa en sus versos a
Hércules, armado con un arco y una maza.
Es así, que en numerosas piedras grabadas, que llevan los caracteres de este
estilo Primero, nos ofrecen a Hércules con las mismas armas.
Stesichorus era contemporáneo de Simónides y vivió en la 72ª Olimpiada
(1) Thucyd. L. 3. p. 98. 1. 34.
(2) Deipn: L.12. p.512 E. Cons. Descr. des Pier.gr.du cab.de Stofch, p. 275.
página 646
cuando Jerjes marchó contra los griegos; Fidias llevó el arte a lo más
alto, período que florece en la 78 ª Olimpiada.
Pero Estrabón pone mucho más atrás en el tiempo estos atributos dados a
Hércules (Estrabón
libro XV 688).
Él atribuye la invención A Pisandro, contemporáneo de Eumolpo, y otros
copian en la 33ª Olimpiada (648 adc.). El mismo Estrabón informa, que las
antiguas figuras de Hércules, no tenían ni maza ni arco.
Voy a advertir aquí, que no es necesario tomar excesiva precaución, para
juzgar la edad de las obras de la antigüedad.
Una figura que parece ser etrusca, o del primer estilo del arte griego, no lo
es siempre.
Puede ser una imitación de obra anterior, que sirvieron de modelo a muchos
artistas griegos (3)
o cuando se hacen figuras de deidades, tratadas con los atributos y los
principios de la antigüedad, que no deberían estar allí, entonces podemos
inferir que el viejo estilo es algo adoptado, para inspirar más respeto.
A medida que la dureza de la conformación y la dureza la voz, en el juicio de un
antiguo (4), obtenia la energía y la grandeza del discurso, con la misma
dureza y austeridad, impresa en las antiguas obras de arte, producian un
efecto similar.
Lo que decimos aquí del carácter de la vieja manera, se refiere no sólo al
desnudo de figuras, también sobre su ajuste, y la forma en que llevan el
pelo y la barba.
(1) Bentley´s, Diff.upon. Phalar.p36.
(2) Geogr. L.15.p. 688.C.
(3) Except. ex. Nie. Damasc. p.514. V.
(4) Demetr.Phal. de elocut.p.26. l.19
página 647
Para servir aclaraciones sobre estas alegaciones, citaré el bajorrelieve de
Villa Albani, que veremos la placa grabada en el siguiente volumen.
Encontramos todas las figuras de deidades vestida, y ajustadas en el gusto
de figuras etruscas.
Sin embargo, como el orden corintio del templo, y las carreras de carros
representados en los frisos, indican una obra griega, podrían tomar de estas
obras con un resultado de los ropajes de las figuras, para una producción
griega, del viejo estilo.
Pero nos encontramos con todo lo contrario, en el mismo orden de las
columnas del templo inventado, del que nos informa Vitruvio, mucho más tarde,
por lo tanto, esta pieza nos ofrece una imitación, del antiguo estilo
griego.
Nosotros no podemos buscar una obra etrusca, una vez que sabemos de los
templos etruscos, que diferían de los griegos en general.
Ha quedado acreditado que sus templos, no habían desarrollado los frisos, ni
los modillones del techo, o mútulos, que tenían una gran proyección, tanto
como las columnas de la puerta, que tras los muros de la nave, de suerte que
estas partes salientes de los modillones, tienen de dimensión, la cuarta
parte de la altura de las columnas:
Este método se practicaba, en el momento en que la nave no tenía ninguna
galería alrededor de ella, para proteger a la gente de la lluvia.
Por esta observación yo la explico a la vez que un pasaje de Vitruvio, que
esta persona aun no había entendido (Vitrubio
libro 4, 7)
Esta imitación es aún más marcada, sobre otro bajorrelieve que representa a
Júpiter, con una barba más larga que lo habitual y el pelo que cae por
delante de los hombros.
Este Júpiter tiene un ajuste a la
(1) Vitruv. L. 4. c. 7. p.160. parte altitudinis columnnae proji-Supra
trabes et supra parietes cinutur. trajecturae mutulorum, quarta
página 648
manera de las figuras más antiguas, es una obra de los romanos del siglo de
los emperadores, portando la inscripción: IOVI EXSVPERANTISSIMO.
Esta inscripción ha sio publicada por Spon sin la figura (1).
Parece que se propone un objetivo, en representar a Júpiter hecho en esta
antigua forma, para excitar más respeto por el Dios y luego de darle en esta
suerte una existencia anterior.
Vemos la Diosa de la Esperanza ajustada de acuerdo al estilo más antiguo, en
una figura pequeña de la Villa Ludovisi, que puede datar del siglo II de los
Emperadores, a juzgar por la inscripción romana en la base de la figura, y
que dice:
Q. AQVILIVS. DIONYSIVS. ET. NONIA. FAVSTINA. SPEM. RES. TITVERVNT.
El resto de esta estatua no conocemos lo que fue antes, porque la
inscripción fue cubierta por una gruesa costra de tierra y musgo (2).
Es así que encontré la esperanza, en como figuraba en las medallas imperiales
que he visto, ya sea en original o una copia; Y para citar un ejemplo, yo
diría que el mismo gusto reinaba en cualquier ajuste de la Diosa como en una
medalla del emperador Filipo el Árabe.
Nosotros podemos explicar este uso, por los retratos hechos en nuestros días,
y vestida al gusto de Van Dyk, vestida todavía mucho mas atractiva para los
Ingleses, que es así
(1) Mise. ant. p. 71. Cons. Defer. des Pier. gr. du cab. de Stosch. P.46. .
(2) Descr. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 302.
página 649
también infinitamente más aventajado, tanto la pintura como la persona
pintada, con las ropas derechas y sin los pliegues de hoy.
También recuerdo, que hemos colocado en los tiempos más remotos,
dos victorias de tamaño natural conservadas en
Sans-Souci, porque posan con los dedos de los pies juntos;
Se le ha asignado esta antigüedad con respecto a la posición que parece
forzada, sin haber entrado en el significado. Pero podemos demostrar lo
contrario, es el nombre romano grabado que se ve sobre una banda, que pasa
cruzando el pecho y la espalda.
Pretenden que estas bandas servían para unir las alas que tenían que ser
colocadas de bronce y emplazadas en las figuras.
Lo mismo puede decirse de las presuntas cabezas de Platón, que no son otra
cosa que dos termas llamadas Hermes, a las que se les dio una forma un poco
mas parecida a ello que a las piedras sobre las que emplazan las primeras
cabezas.
Pero estos Hermes, de acuerdo a la diferencia de edades, están terminadas
con más o menos arte.
Durante mi estancia en Roma, la más bella de todas
esas Hermes, llegó de Sicilia, y ahora está en la colección del Colegio de
Jesuitas de Palermo:
Entre los que se encuentran aun en Roma, el que tiene el primer rango, es el
pretendido Platón del palacio Farnese.
Del resto de la cabeza de esta Antigüedad, se asemeja perfectamente a la de
un hombre; estatua vestida, de altura de nueve palmos,
descubierta en los alrededores de Frascati en la primavera en
1761, con las cuatro cariátides que ya he citado.
La túnica con la que esta estatua se encuentra vestida, es de un tejido
ligero, como se indica por la cantidad de pequeños pliegues, por debajo del
vestido, y el manto que pasa por debajo del brazo derecho, y sobre el hombro
izquierdo, por lo que el brazo izquierdo está apoyado sobre el lado que
permanece cubierto.
Sobre el borde
página 650
duro de la capa, arrojada por encima del hombro, han leído lo siguiente:
СΑΡΔΑΝΑΠΑΛΛΟС.
El (landa) está aquí dos veces, como en la palabra ΠΟΛΛΙΣ en lugar de
ΠΟΛΙΣ, como en una medalla de bronce de la ciudad de Magnesia.
El nombre de la diosa Cibeles, también está escrito en estas diferentes
maneras, KYBELLA, Κύβελλα, y KYBELIS, Κύβελλα, como Petilia, la ciudad de Lucania, Petilla
escrito de manera similar.
En cuanto a esta figura singular, yo la he explicado y publicado, en
Monumentos Antigüedad (1), me limitaré a hacer todavía las siguientes
observaciones.
Esta estatua, aunque la inscripción lleva el nombre de
Sardanápalo, no puede figurar como el famoso rey de Asiria, que no tenía
barba, y se hacía afeitar todos los días.
Después de eso, se estuvo mucho tiempo indeciso en Roma, sobre el carácter
representado en esta figura, finalmente encontré, que la Historia habla de
dos reyes de Asiria que llevaban ese nombre, y el primero era un príncipe
sabio: y allí me di como una conjetura probable, que esta estatua representa
la imagen de Primer Rey con ese nombre.
Además, una figura de un hombre con ropa de mujer, no nos autoriza a
sostener, que representa el voluptuoso Sardanápalo, ya que sabemos que el
filósofo Aristipo se ponía ropa de mujer, o al menos se vestía con
indiferencia de un modo u otro (2).
La misma configuración se le dio a las cabezas de Baco Indio, o Baco Liber
pater, sin embargo, la grandiosidad de las formas, distingue claramente la
divinidad de las cabezas ordinarias de Hermes.
Una de estas figuras
(1) Monum. Ant. ined. p.163.pag.220
(2) Sext. Empyr. Pyrrh. hyp. L.I. p. 31.B
página 651
de
Baco , se ve en el palacio Farnese, pero
la que se
encuentra en la casa del Escultor Cavaceppi, es superior.
La
estatua femenina en mármol negruzco, en el Gabinete
del Capitolio, el doble de grande que del natural y descubierto en la
casa de campo de Adriano, nos muestra que se propone imitar un estilo más
antiguo, por la actitud que se le dio a esta figura, porque tiene los pies
juntos y los brazos, pegados a los lados, hasta los muslos, como
Pausanias
(Pausanias
libro8 4o-1) nos describe la estatua del ganador en los Juegos
Olímpicos, Arrachion en la 57ª Olimpiada.
Pero el trabajo de esta estatua, nos da testimonio de que no tiene una alta
antigüedad, sería fácil hacer sentir lo contrario, si la cabeza es antigua,
como adelantó falsamente Bottari, en su Museo Capitolinum, que se para mucho
tiempo en la forma de la cabeza.
El hecho es que la cabeza es moderna, y está ejecutada con una idea
arbitraria, de modo que el restaurador, ha tratado de imitar los grandes
bucles que se conservan sobre los hombros.
Después de la restauración de este estatua, se encontró la verdadera cabeza
de la estatua en la misma casa de campo.
Ella se encuentra sin duda, en la
colección de
Antigüedades del cardenal de Polignac, que la ha adquirió cuando se
descubrió.
Pero las cualidades del viejo estilo, estaban preparando el alto estilo, y
la maniobra reconduce la exactitud austera, a la expresión sublime, porque
la dureza de estilo primero, contiene corrección de contorno, y esta
industria mediante la cual, todo se pinta y muestra a los ojos.
Siguiendo el mismo camino, el arte en la época moderna, llegaría a la
perfección, si los escultores no hubieran dejado el camino demasiado pronto,
que les había trazado Miguel Ángel por
página 652
contornos experimentados, y con una indicación enérgica de todas las partes.
Como en el estudio de la música, y lenguajes, es esencial para articular con
fuerza, tonos y palabras, para lograr la pureza de la armonía, y la claridad
de la pronunciación.
Del mismo modo, en la práctica del dibujo, no es por trazos cortos
ligeramente marcados, sino contornos masculinos decididos, aunque algo
duros, que puede llegar a la verdadera configuración de la belleza de las
formas.
Mientras el arte marchó a grandes pasos tras la perfección, la tragedia se
eleva a la misma altura por la fuerza de la dicción, y por el gran sentido
de la expresión.
Es por el estilo de Eurípides, que dio a sus personajes esta sublime
expresión, y la verosimilitud de la plenitud de la convicción.
Todos las producciones de espíritu, respiran de la poesía, así nosotros
damos fe de las obras de Gorgias, inventor de la elocuencia
(Platón
retórica L2-1).
Yo termino mis observaciones sobre el primer estilo, mediante sentencia
azarosa de un pintor Francés.
Fresnoy asegura, que lo que nosotros llamamos antiguo, ha sido
hecho después de Alejandro Magno, hasta que el emperador Focas (2).
Pero nada es exacto en estas fechas, ni en el comienzo, ni en el final.
Podemos juzgar por lo que diremos aun, que son obras anteriores a Alejandro,
y que la edad del arte termina antes de Constantino.
Paralelamente, están los que creen, con el Padre Montsaucon (3) que no se
han conservado otras obras de los escultores griegos, que estas
(1) Aristot. Rhet. L. 3. c. 1.
(2) De Piles, Remarques fur l'arte de Peinture de du Fresnoy. p. 105.
(3) Ant. expl. T. 3. P. 2.p.6
página 653
de la época, en que Roma enriquecida con los despojos de Grecia, porque
necesitan mucha cantidad de instrucción.
La antorcha de la libertad que iluminó Grecia, en el arte adquirió más
riqueza, y más sublime que el viejo estilo, estaba basado en un sistema que
consistía en las reglas prestadas de la naturaleza.
Entonces los artistas, habiendo dado sin miramientos con el ideal, se
apartan de la verdad de las formas, y trabajado más de acuerdo con el
sistema adoptado, que de acuerdo a la naturaleza, que no pierden jamás de
vista.
El Arte se formó en una naturaleza particular.
Los reformadores del arte, aparecieron, y se elevaron contra el sistema
arbitrario, y se acercaron a la verdad natural.
La naturaleza les enseñó a cambiar la dureza con soltura, y pasar las partes
demasiado pronunciadas, en una figura demasiado fuerte, a contornos más
libres y más fluidos, suavizando y moderando las actitudes forzadas y
acciones violentas. Por último una difusión menor de la fuerza y la ciencia,
y repartidas en la mayor belleza y grandiosidad.
Fidias, Polycleto, Scopas, Alcamenes, Myron y otros maestros, se hicieron
famosos por esta reforma del arte.
Su estilo puede ser llamado el grande, porque el propósito principal de
estos artistas, parece haber sido combinar la belleza con la grandiosidad.
Es necesario distinguir la dureza de la austeridad, para no confundir dos
cosas totalmente diferentes, por ejemplo, no hace falta tomar por un resto
de dureza del viejo estilo, esta indicación marcada, con cejas afiladas que
se encuentran constantemente en las figuras altas de belleza.
Este carácter experimental de diseño de personajes, se basa en las ideas de
belleza, como nosotros lo hemos ya remarcado
página 654
Es probable, por tanto, y podemos inferir de algunos pasajes de autores
antiguos, que el diseño del alto estilo conserva algunas características de
la antigua manera, tales como líneas rectas, y los contornos, se tratan por
rebaje, que parecen indicados por el término cuadrado o ángulo
(Plinio
Libro34 56)
Para que estos Maestros como Polycleto, legislaran las proporciones y en
consecuencia, distribuyeran las medidas y dimensiones de todas las partes
del cuerpo, probablemente sacrificado un grado de belleza de la forma, con
esta gran corrección de dibujo.
Por lo que sus figuras denotan grandeza, pero esta grandeza aparente,
manifiesta una cierta dureza, en comparación con los contornos ondulantes y
formas blandas, de los sucesores de éstos grandes maestros.
Parece que esta es la dureza que reprocharon a Callon y Hégias, a Canachus y
a Calamis
(Qintiliano
oratorias L12 10-1), e igualmente a Myron
(Plinio
el viejo Libro34 58)
Sin embargo las estatuas de Canachus, en tiempo posterior a Fidias: este
artífice, discípulo de Policleto en la 95ª Olimpiada (397 adc.)
(Pausanias
libro6 13-7).
En el tercer volumen de esta historia, me propongo verter una conjetura
sobre dos canephoras de terracota, y hacerlas pasar por copias de las dos
famosas canephoras de Policleto.
Por poco que se encuentre fundamento a mi conjetura, sobre los
bajo-relieves, podrán formar una idea mucho más clara de los caracteres de
este estilo, y de un resto de dureza de la anterior manera, que en todos
nuestros razonamientos y todas las otras indicaciones.
(1) Plin. L. 34. c. 19.
(2) Quint. Inst. Orat. L. 12. c. 10. p.1087
(3) Plin. L. 34. c. 19.
(4) Pausanias. L. 6. p. 483. I. 24.
página 655
En cuanto los reproches de dureza, en el dibujo hecho en la estatuaria de este
tiempo, no sería difícil de probar que los autores antiguos, juzgaban muy a
menudo el arte como los modernos.
La audacia de la mano, la corrección del dibujo, la dignidad imponente de
las figuras de Rafael, pareció duro y rígido a los escritores, en
comparación con la blandura de la carne, la gracia y los contornos y la
redondez de las formas de Correggio.
Ese es el juicio de Malvasìa, escritor insípido, y sesgado, que escribió las
Vidas de pintores Boloñeses.
Es así que los espíritus refinados, encontraron la dureza y la negligencia
en el nombre y la simplicidad de Homero, en la antigüedad majestuosa, y la
noble facilidad de Lucrecio y Catulo, en comparación con el brillo y la
delicadeza de Virgilio, y la dulzura graciosa de Ovidio.
Sin embargo, si se quiere llevar a juicio a Luciano sobre el arte, la
estatua de la
Amazona Sosandra de mano de Calamis, esta es una de las cuatro
principales figuras femeninas, en cuanto a la expresión de la belleza.
Para dar una idea de esta hermosa estatua, él no se contenta con describir
su vestimenta, también elevó su aire modesto, su sonrisa furtiva y agradable
(Luciano imágenes), cosa que él no hace, ni en el estilo de artistas, ni escritores, ni
nunca, pues se dan generalmente lo mismo en el mismo tiempo.
Si el no nos hubiera advertido, que solo Tucídides de todos los autores de
la época, es de creer que su concisión empuja a la obscuridad, en los discursos
que inserta en su historia, nosotros consecuentemente, elaboraríamos el
resultado distorsionado, de Platón, Lysias y Jenofonte en las palabras que
como un arroyo dulcemente se escapan
(1) Lucìan, Imag, p. 464.
página 656
Los monumentos más importantes, de los que podemos decirles, solamente los
que hay en Roma en la época del alto estilo, por lo que yo puedo juzgar,
la Palas de Villa Albani, que ya he mencionado muchas veces, esa estatua
que no debe confundirse con la del estilo Primero
Palas similar, que cité, y luego
Níobe con las hijas de la Villa Médicis.
La Palas es digna de las grandes estatuas de la época, y el juicio que nos
aporta, puede ser particularmente justo, de ver la cabeza con toda la belleza
primitiva: es una hermosa conservación que no ha experimentado la menor
manipulación, ella es así pura, brillante, como si ella saliera de las manos
del trabajador.
La cabeza de esta figura, independientemente de la alta belleza que ella
porta, la impronta, y las características que nosotros hemos asignado a este
estilo, y con alta dureza, más ayuda a sentir que describir.
Se decide en su fisonomía cierta gracia, porque le han dado un trato más
redondeado y más blando, y es sin duda, esta gracia que Praxíteles da en la
próxima era de arte, que fue capaz de imprimir a sus figuras, como nosotros
diríamos, lo siguiente.
Niobe y sus hijas deben ser consideradas como monumentos indiscutibles del
alto estilo.
Pero las figuras del famoso grupo, no llevan el sello distintivo de este
estilo, esta dureza evidente, que caracteriza la Palas antigua, y que
establece su edad.
Las principales características que se asignan a ellos, y que denotan el
alto estilo, son al lado de esta noción por así decirlo, increíblemente
bellas, con esa noble simplicidad, ya sea en el aire de la cabeza, ya sea en
los contornos, ya sea en el ropaje, o en la ejecución.
Esta belleza es como una idea que nace sin el concurso, en el sentido como en un
espíritu superior, en un momento de imaginación que tendría la fuerza del
enlace intuitivo
página 657
incluso a la belleza divina: que brilla a través de una gran simplicidad de
formas y contornos, y que lejos de parecer haber sido sacado con esfuerzo,
parece haber sido concebido como un pensamiento, y producido por un soplido.
Es así, que la mano fácil del gran Raphael, rápido para ejecutar los diseños
de su espíritu, formando de un solo trazo el más bello contorno de una
cabeza de Virgen, y la fijó, de modo que no había nada para corregir de su
ejecución.
Apenas es posible lograr un conocimiento más exacto del estilo superior, o
una determinación más precisa de sus características, después de la pérdida
de las obras de los grandes reformadores de arte.
En este Artículo nos parecemos a los que, al ver una cabeza antigua todo
roída por el tiempo, reconocen el personaje que representa, sin ser capaz de
desentrañar el trabajo, como esas personas que reconocen desde lejos, sin
poder distinguir los trazos.
Pero se puede hablar con más confianza el estilo de los sucesores, y de sus
grandes hombres, que yo llamo el estilo hermoso.
Ciertamente, algunas de las más bellas figuras de la antigüedad, se hicieron
en la época que florecía este estilo; y numerosas otras que no podemos
asignar la misma fecha, por lo menos, por ser imitaciones.
Comenzó el hermoso estilo de Arte con Praxíteles, y adquirió su mayor
lustre, bajo Lisipo y Apeles: vamos a reportar la evidencia justo después.
En consecuencia, el estilo hermoso, es un poco antes de la época de
Alejandro, así como sus primeros sucesores.
La característica principal, que distingue el estilo hermoso del precedente,
es la gracia.
Con respecto a esta calidad, Praxíteles, Lisipo y Apeles, habiendo sido
Fidias, Policleto y Myron, entre los modernos la guía
página 658
ha sido Rafael.
Eso se siente con más claridad, observando el dibujo de este estilo y la
parte que le distingue, es decir, la gracia.
Por lo que concierne al diseño en general, suprimen todos los ángulos
salientes, que se encuentran en las estatuas de los grandes maestros
precedentes, como Policleto: cualidad que en la escultura, se debe
principalmente a Lisipo, que ataca más que sus predecesores, la imitación de
la naturaleza
(Plinio
el viejo L34 61).
Esta estatuaria, evita las partes demasiado cuadradas de la manera anterior,
tratando las figuras con contornos ondulantes.
Por lo tanto, es necesario entender sin duda, lo que Plinio llama estatuas
cuadradas, como la forma de designar cuadradas por completo todavía, se
llama a la forma cuadrada o por pisos planos (2).
Pero la forma de la belleza del estilo anterior, les servía todavía de
regla, porque la hermosa naturaleza había sido su maestra.
A partir de entonces, Luciano, en su descripción de la belleza ideal
(Luciano imagenes 6), marca
todo junto, las partes capitales de los Artistas del alto estilo, la
elegante y agraciada de su sucesores. Deseó, que la forma de su cara
hermosa, se parecía a la
Venus de Lemnos, obra maestra de Fidias; el pelo, las cejas y la frente
debería ser, como los de la
Venus de Praxíteles; en sus ojos deseosos, con
la atractiva ternura y la gracia de la misma figura.
Las manos que deseaba hacer después la Venus de Alcamenes, discípulo de
Fidias. Se presume que, cuando la mención de las manos de Palas en las
descripciones de bellezas antiguas
(ant.Pal. eróticos70), significa que las de la Palas de
Fidias, como las más celebradas.
Ya hemos dicho que las manos de Policleto indican que no había más exquisito
haciendo manos
(ant.Pal. Planudo150)
(1) Plin. L. 34. c. 19.
(2) Lomaz. Idca della Pitt. p. 15. p. 476,L5
(3) Anthol. L. 7. p. 474. 1. iz.
(4) Ibid. fol. 278.a,
página 659
Por lo general, representamos a las figuras del estilo superior, en
comparación con las de la estilo hermoso, como a hombres de los tiempos
heroicos, con los héroes de Homero, en comparación con los ciudadanos
atenienses, en el período de florecimiento de la República.
Para hacer un paralelismo de una cosa efectiva, comparamos las obras del
alto estilo, a la elocuencia de Demóstenes, y los de la era posterior a la
de Cicerón.
El Primero nos lleva impetuosamente; el segundo nos lleva donde quiere de
buen grado: el uno no nos deja tiempo para pensar la belleza de la dicción;
el otro nos ofrece ingenuamente las gracias de la locución, y nos difunde un
nuevo día con los razonamientos del orador.
Yo entraría en una discusión específica sobre la gracia, que es la cualidad
distintiva del bello estilo.
La gracia, se forma y radica en la conservación y en las actitudes, ella se
manifiesta en las acciones, y los movimientos del cuerpo: resaltado sobre
todos los objetos, ella se muestra igualmente en la caída de la ropa, y el
gusto de su ajuste.
Los artistas, que aparecieron después de Fidias, Policleto y sus
contemporáneos, la buscaron más que los anteriores, y la encontraron más a
menudo.
La elevación de las ideas, según la cual los maestros de alto estilo,
operaban, y corregían el dibujo que les servía de base a ellos, parecía
contener el principio de la calidad.
Del resto de artículos merece una atención especial.
Los grandes maestros de alto estilo, no han buscado la belleza en el
perfecto acuerdo de las partes, y en la sublimidad de expresión.
Ellos se propusieron por tanto lo mejor de la belleza elegante.
Pero como no se puede concebir una sola idea de la belleza, que es el bien
soberano, y que estaba constantemente presente a los ojos de artistas, es
necesario que sus bellezas sean siempre
página 660
aproximadas a este tipo, y ellas tengan parecido.
Esta es la causa de la semejanza entre las cabezas de Niobe y sus hijas,
similitud insensible, que sólo difiere de acuerdo a los grados de edad y
belleza. -
Facies non omnibus Nec diversa tamen, qualem decet esse
sororum.
Ovidio. Met. 2. v.14
Si entonces, como es probable, el alto estilo era el principio, para
representar los rostros y actitudes de dioses y héroes, exento de afecciones
tumultuosas y gratuitas, y alejados de revoluciones internas, pero siempre
manteniendo un equilibrio de sensibilidad, y una constante ecuanimidad de
ánimo, uno difícilmente podría buscar, o practicar alguna gracia complicada.
El resto de expresión de este elocuente silencio del alma, requiere una alta
inteligencia.
Para Platón, eran diferentes maneras de imitar una acción forzada y
violenta.
No es el mismo aire suave y pausado: y es tan difícil de imitar, que se hace
sentir la cosa imitada (1).
Por lo tanto, el arte comenzó con las ideas austeras de belleza, como un
estado naciente, comenzando con las leyes severas, y se elevaron a lo grande
y lo sublime.
Las figuras de este período, se parecían en los modales a los hombres de la
época.
Los sucesores de estos primeros legisladores del arte, lejos de proceder
como Solon, con las leyes de Draco, no se separaron, y desarrollaron las
grandes máximas de sus maestros.
Instruidos que las leyes más exactas, en templar su severidad para una buena
interpretación
(1) Plato, Polit. L.10. 466, 1. 33.
página 661
adquiriendo un nuevo nivel de utilidad y equipamiento, y buscaron traer de
la naturaleza, la alta belleza que querían imprimir en las estatuas ilustres
de su predecesores, como ideas abstractas de la naturaleza, y como formas
derivadas de un sistema.
Para este artificio introdujeron en el arte una gran variedad.
Es en este sentido, que debemos tomar la gracia, que dan nuevo lustre a las
obras de los maestros del bello estilo.
Pero la Gracia, que, como las musas (1), no eran reverenciadas entre los
antiguos griegos, que con dos nombres
(Pausanias
libro9 29-2) que parecen ser de una naturaleza diferente, como la
madre Ama, que ella es la compañera.
Similar a la Celestial Venus, la primera gracia es de un origen mas ilustre.
Hija de la armonía, es permanentemente inmutable como las leyes eternas de
su madre.
Es dentro de esta consideración, que Horacio no parece nombrar nada más que una
Gracia, y llama las otras dos hermanas de la primera
(Horacio
Odas L4 7)
La segunda Gracia, así como la Venus terrestre, nacida de Dione, tiene más
de la materia: hija del tiempo, sólo es la compañera de la primera, y ella
anuncia a los que no están iniciados, en el secreto al gusto de la gracia
celestial.
Complementando su inferioridad, ella se comunica con mansedumbre a los que
están en el amor: sin ganas de agradar, ella desearía solamente no ser
desconocida.
La primera Gracia, compañera de los Dioses (4) parece ser suficiente a ella
misma: a ella hay que buscarla, y no facilita el camino. Es decir, demasiado
alto para muchos el comunicar su significado, ellos no quieren hablarle, sino
a su espíritu
(1) Cons Líceti Rcfp. de quaefit. per epist. p. 66.
(2) Pausanias. L. 9. p. 780. 1. 13; L2, p.254. l28. ; Cons. Eurip. Iphig. ;
Aul. v. 548.
(3) Hor. L. 4. Od, 7. v.5; Od.19. v. 16
(4) Hom. Hymn. in Ven. v95. #
página 662
La Suprema, dice Platón, no tiene imágenes
(Platón
Político) Ella no se entretiene nada más que con la Sabiduría;
con el vulgo se muestra altiva, y repulsiva.
Siempre iguales, reprime los movimientos del alma y, ella se contenta con la
deliciosa tranquilidad, de su naturaleza divina, incluyendo los grandes
maestros del arte, que informan de los ancestros, han intentado hacer el
tipo (2).
En cuanto al aire que revelan, se puede comparar con las frutas, los dulces,
según observación que remarca Teofrasto
(Teofrastro
plantas 7-9-5), tiene menos de adorada que de amarga, para quien
la debe tocar, es molesto e irritante,
Los griegos hacían comparación de la primera gracia, con el modo Dórico en
la Música
(Aristóteles
Política); Y podemos aplicar por supuesto, esta comparación de
modos de orden, entre el dórico y jónico en Arquitectura.
El campeón divino Aquiles, parece haber conocido a la Gracia en las obras de
arte, y que representaban bajo la figura de Aglaia, o Thalia
(Homero
Iliada 18-382),
(Pausanias
L9 25-5) joven hermosa, ligeramente vestida y casada con Vulcano.
A partir de entonces, Platón la llama la compañera de este Dios
(Platón,
Político) Trabajando juntos con él en la creación de la divina
Pandora.
(Hesiodo
Teogonia 582).
Ésta porta la gracia que Palas dio a Ulises
(Homero
Odisea 8-15), y que cantó el gran Píndaro (9).
Es a ésta gracia que sacrificaban los artistas del alto estilo.
Ella opera con Fidias cuando diseñó su Zeus del Olimpo: es así como el
artista ha representado sobre la marcha los pies de la estatua con esta
misma Gracia colocada sobre el carro del sol al lado de Júpiter
(Pausanias
L5 11-8).
Ella misma se complace en embellecer la obra de su favorito:
(1) Plat. Politio , p. 127. L 43.
(2) Ibid. p. 455. L 34.
(3) Hist. Plant. L. 6. c.22. p. 377
(4) Cons. Aristot. Polit. L. 8. C 7« p. 230. L7.
(5) Hom. IL. s. v. 382. y Pausan, loco cit. p. 781.l.4.
(6) Plato Politico, p. 123.
(7) Hesiod. Gen. Deor. v.18-.
(8) Hom. IL. S. v. ig.
(9) Olymp. I. v. 9.
(10) Pausanias. L. 5, p. 403. 1, 4.
página 663
Trazó el arco imponente de las cejas del maestro de dioses, ella extendió la
bondad y la misericordia con sus majestuosos miradas.
Junto con sus hermanas, así como las deidades de las estaciones y de la
belleza, que coronaron la cabeza de Juno Argiva
(Pausanias
L2 17-4), Diosa nutrida por las Horas
(Pausanias
L2 13-3):
Esta cabeza era su trabajo, ella lo sabía, ella había llevado la mano de
Policleto.
Ella inocentemente sonrió, y furtivamente en la
Sosandra de Calamis; se escondió con una modestia ingenua, en la frente
y en los ojos de la joven amazona, y se juega con una elegante sencillez en
la caída de su manto.
Secundada por la misma gracia, el autor de Niobe se atrevió a saltar en el
ámbito de las ideas intangibles, que fue encontrar el secreto de la
combinación de la ansiedad de la muerte, y la más alta belleza, creador de
los espíritus puros, produjo formas celestiales, que lejos de excitar los
deseos de los sentidos, nos hace nacer una profunda contemplación de la
belleza suprema.
Sus figuras no parecen formadas solamente por la pasión, sino que parecen
haberla adoptado.
Los artistas del bello estilo, se asociaron con la primera Gracia, a la
segunda. Lo mismo que la Juno de Homero, toma prestado el cinturón de Venus,
para resultar más atractiva a los ojos de Júpiter, estos Maestros se
esforzaron para combinar esta alta belleza, un encanto más molesto, para
disfrutar mejor de la grandeza de un equipamiento capaz llevarlos a su
favor.
La pintura dio a luz a esta Gracia picante, y la comunica a la escultura.
Es a través de ella, que se hizo inmortal Parrasius: que fue el primer
pintor con la que ella se comunica.
Algún tiempo después cuando el mármol y bronce respiraba su entorno. Entonces
Parrasius contemporáneo de Fidias, después
(1) Pausanias. L. 2. p. 248. 1.15.
(2) Ibid. L. 2. p. S40. I. 3-
página 664
Praxíteles, cuyas obras, por su manera de hacerlas, se distinguen por una
gracia particular de las de sus predecesores (1), hay un intervalo de
cincuenta años.
Se observa como una circunstancia notable, que Parrasius es el padre de esta
gracia, y Apeles (2) a quien se lo comunica sin reservas, Apeles que fue
nombrado pintor de la gracia por excelencia, habiéndola pintado sola, sin
sus dos compañeras
(Pausanias
L9 35-6), siendo nacida del cielo voluptuoso de Jonia, del mismo
país en que hace unos siglos, el padre de los Poetas había sido favorito de
la gracia sublime.
Éfeso era, no solamente la patria de Parrasio, sino también la de Apeles,
cuya carrera diríamos así que descendió, a un Apeles que llegó a Smyrna con
las amazonas, y tiene a Homero como Ancestro: porque el viejo Apeles, fue uno
de los antepasados de este gran poeta (5).
Dotado con esa delicadeza de sentimientos, fruto de la feliz influencia de
un clima templado, y educado por un padre que ilustrado en el arte, Parrasio
vino a Atenas y tomó amistad con el más sabio de todos Griegos, con el
maestro de la Gracia (Sócrates), que la reveló a los ojos de Platón y
Jenofonte.
La variedad y diversidad de la expresión, no oprimió a la armonía y a la
grandeza del hermoso estilo: el alma no se manifiesta, sino como en la
superficie tranquila de una onda, no estalla jamás con impetuosidad.
En la representación de la naturaleza sufriente, el gran dolor permanece
concentrado, como en la figura del
Laocoonte, y la alegría más dulce circula como un Zephyr que apenas toca
las hojas, sobre la fisonomía de la
(1) Lucian. Imag. p. 463. scq.
(2) Plin. L. 35 C 6, N. 10.
(3) Cous. Aelian. var. hist. L.12.c.41,
(4) Pausanias. L. 9. p. 781. I. ult.
(5) Suid. v. Oy^s.
página 665
Leucotea del Capitolio, y sobre las cabezas de las medallas de la isla
de Naxos.
Arte filosófico de las pasiones, como dice Aristóteles de la razón SYMPHILÓ
SOPHEI TOIS PATHESI συμφιλοσοφεῖ τοῖς πάθεσ.
sienten que esta gracia, tanto la primera como la segunda, no les había dado
la belleza ideal, cuya configuración requiere alto carácter de expresión.
Sin embargo, los efectos de la gracia son más universales, y ella se
encuentra también extendida con las formas que no portan la idea perfecta de
la belleza, con el fin de reparar la falta de belleza por la influencia de
la gracia.
Esta cualidad es la gracia inferior, destinada principalmente a los niños,
en que las formas que constituyen la belleza, no lo hacen desarrollarse más,
y que por tanto no es capaz de gracia sublime.
Podríamos nombrar a la tercera, la gracia cómica, como la primera la gracia
trágica y épica.
La gracia a la que yo he dado el nombre de cómica, se rinden algunas cabezas
de faunos y bacantes, por la alegría de la sonrisa, que hace tirar las
comisuras de la boca hacia arriba.
En todas las figuras, donde se trata de la alegría, marcada por tales
características, siempre vemos la cara, que se caracteriza por un perfil
común, y aplanado o presionado por una nariz en la cara.
Esta gracia es la misma, y es propia de los aires de las cabezas de il
Correggio, y que desde entonces se llaman gracia Correggiescas: la mayoría
de las cabezas de este Maestro, portan este carácter.
De acuerdo con este concepto, podríamos razonar, yo creo, que la expresión
de Platón, EPICHARES, dotado de la gracia, es sinónimo de SIMOS
(Platón
República)
El pasaje
(1) Plat. Polit. L. Sp, 422. 1. 4p.
página 666
de Platón que informo en las notas, parece apoyar mi conjetura, y Aristéneto
luego del mismo autor parece confirmarlo.(1)
El término EPAINETHÎSETAI, σιμὸς, utilizado en el uno y el otro pasaje, significa
una nariz plana y sorprendida; que es lo contrario de GRIPOS, γρυπὸς, que
caracteriza a una nariz saliente y aguileña, y contrasta, sin embargo, eso no
parece lo que contiene la frase, de la gracia.
Pero Lucrecio nos da la explicación, del autor, y en esta palabra latina
Sìmus (Simulus) tomó Palabra griega, SIMOS, σιμὸς que es sinónimo de Silenos, Sileno.
Aquí encontramos la solución, al mismo tiempo del argumento de Platón, y
podemos concluir luego con esta propuesta si conocida, cuando dos cosas son
similares a una tercera, todas se parecen entre ellas.
Como SIMOS es sinónimo de Silenos, de incluso de EPICHARES, es sinónimo de
Silenos, Σίλενος, y como el nombre de los griegos Sileni, sátiros contiene o faunos,
se deduce que esta gracia también se puede dar a este último. O, como la
gracia de la que estamos hablando, es de la gracia simple e infantil,
nosotros lo vamos a encontrar explicado en un epigrama griego (2) cómo Sima
Gelón, hablando del amor, debe ser entendido en esta mañana y graciosa
sonrisa del Dios del Amor: y hay otro epigrama llamado amor SIMOS, σιμὸς, sin
alguna modificación (3),
Para explicar con mayor claridad en esta gracia especial, voy a citar a la
cabeza de la
estatua de una Bacante, que se encuentra en la Villa Albani y
que está en perfecta conservación.
Es cierto que esta cabeza,
(1) Aristen. £p. 18, p. 74.
(2) Anthol.L. 7. p. 453. 471.!. 8.
(3) Anthos L. 7. p. 451. l. 6,
página 667
que no puede ser tomada por un retrato, estando su rango en la clase
de las bellezas ideales.
Sin embargo tiene el perfil aplanado, los ojos elevados, y la manera de
algunos Faunos, y las comisuras de la boca aparecen tirando hacia arriba,
vemos que los antiguos artistas, han tratado de imprimir las figuras de las
Bacantes es decir, las figuras ideales, que llaman la gracia de los Silenos
o faunos.
A este respecto, recuerdo que los romanos llaman burlonamente al viejo
Galba, Simus
(Suetonio
Galba 13), aunque tenía la nariz aguileña.
El Autor del Museum Capitolinum contiene todo lo que en cierto sentido nos
dice que Galba tenía la nariz aguileña, pero al mismo tiempo con desaire, no
Solamente
avea il naso Aquilino, ma anche schiacciato (2), lo que
es una contradicción evidente.
Los comentaristas de Suetonio no tocan en absoluto esta dificultad, y no veo
otra forma de pasarla, que admitir la palabra simus; Irónicamente como anti
frase, y eso quería decir lo contrario de lo que se dice.
Me imagino que para ridiculizar a Galba, debido al gran bulto que tenía en
la nariz, que la llamaban nariz chata.
Luego de esta digresión y esta discusión sobre la gracia de los faunos, me
acuerdo las reflexión de Leceur, sobre la alta gracia que nosotros nos hemos
propuesto examinar, para indicar algunas antigüedades que se escaparon al
tiempo.
Todo esto se observa principalmente para aquellos que tienen ocasión de ver
Roma.
como es difícil distinguir, la alta gracia de una gracia atrayente, os queda
contemplar la primera en una musa, más grande
(1) Sueton. Galba, c. 3.
(2) Bottari, Mus. Capit. T.5;
página 668
que de natural conservada en el Palazzo Barberini, sosteniendo en sus manos
una gran lira llamada BARBYTON.
En el siguiente volumen doy las razones que me hacen creer, que esta estatua
es de la mano de Agelades, maestro de Polícleto, y por lo tanto hecha antes
de Fidias.
Mientras que usted todavía tiene el espíritu lleno de esta figura,
transpórtese al jardín del Papa sobre Quirinal, a contemplar otra musa
(Erato
,
Tersícope), que llevaba un lira todo similar, y que tiene unas
ropas parecidas a la primera.
Después de comparar una con la otra, usted encontrará la gracia atrayente
impresa la hermosa cabeza de esta última figura.
Incluso el mismo alto estilo, no se reduciría a la conformación imperfecta
de los niños, cuando los mismo maestros de este estilo, los principales
pensamientos tienden a hacer el cuerpo con un desarrollo perfecto, no
habrían nunca ensayado tratando de representar, formas cargadas de carne
superflua, sobre los cuales no tenemos certeza.
Es siempre seguro que los artistas del bello estilo, buscando la ternura y
la gracia, también se han propuesto expresar la naturaleza ingenua de los
niños.
Aristides, quien pintó una madre moribunda con su bebé unido a la mama
(Plinio
el Viejo L35-98), a voluntad sin duda representó un bebe mamamdo
leche.
Grabado en las piedras más antigua, el amor no se muestra como un niño
pequeño, sino como un joven: Es así la forma en que aparece en una hermosa
cornalina perteneciente a Comandante Vettori, en Roma (2).
A juzgar por la forma de las letras en el nombre del grabador, ΦΡΥΓΙΛΛΟΣ ,
esta es una de las piedras más antiguas con el nombre del artista.
Amor
(1) Plin. L.35.C.36. N. 19.
(2) Descr. desPier. gr. du cab. de Ftosch, p. 137.
página 669
está representado acostado, con el cuerpo levantado como para jugar, y tiene
grandes alas de águila, como en la más alta antigüedad dieron, casi a todos
los dioses, y al lado una concha bivalva abierta.
Los artistas, sucesores de Phrygillus, como Solón y Trifón, dieron a Amor
una naturalez más infantil, y alas más cortas: es esta forma y en esta la
manera, de los hijos de Fiamingo, donde vemos a este Dios, en infinitas
piedras grabadas.
Y es así aun, que hicieron los niños en las pinturas de Herculano,
especialmente aquellos que están pintados sobre un fondo negro, en las
pinturas de la misma magnitud, que las que representan las hermosas
bailarinas.
Mencionaremos, como los más hermosos niños de mármol que están en Roma: en
la
Villa Albani, a Cupido durmiendo, y en el Capitolio un
niño jugando con
un cisne (
tom3-tav64), y en la
Villa Negroni otro niño montando un tigre, con dos
amores tratando de asustar al otro con una máscara.
Estas piezas son suficientes para demostrar que los artistas, rehusaban la
imitación de la naturaleza infantil.
Pero el más hermoso niño, que la antiguedad nos ha transmitido, aunque algo
mutilado, es un
pequeño sátiro de alrededor de un año, de tamaño natural, y
se conserva en la Villa Albani: es un bajorrelieve, que sobresale el
remarcado, con casi toda la figura redonda.
Este niño coronado con Hiedra bebe, probablemente por la otra parte falta,
tan ávido y con voluptuosidad dada en las pupilas de los ojos, tornados
hacia lo alto con un trazo que no vemos su rastro desde el punto del ojo.
Esta pieza, junto con otro bajorrelieve, también semi realzado,
representando a
Icaro, al que Dédalo le acaba de atar las alas, (
nº95) fue descubierto al pie
del Palatino, la
musa, más grande
(1) Mus. Capit.T.3. tav.64.
(2) Monum. Ant. ined.No.95.
página 670
al lado del Circux Maximus.
Estos monumentos pueden servir, para destruir un viejo prejuicio, que se
convirtió, yo no se porqué, en una verdad que no se ha discutido, a saber,
que los antiguos artistas son muy inferiores a los modernos, en la
configuración de los niños.
El hermoso estilo del arte griego, todavía floreció un tiempo,
considerablemente después de Alejandro Magno, en diferentes artistas
conocidos.
Es fácil de demostrar por estatuas, y por las medallas, que será discutido
en el tercer volumen.
Los artistas de la antigüedad, habían llevado el estudio de las proporciones
y de las formas, a un alto punto de perfección, y habiendo determinado los
contornos de las figuras, con tal precisión, que no podían apartarse lo
mínimo del mundo de estos rasgos, sin pecar contra los principios, con el
resultado, de que las nociones de belleza, no podían elevarse a un grado
superior.
Así como el arte, que había recibido un punto de apoyo, para todas las
operaciones de la naturaleza, ya no podía avanzar más, debía necesariamente
bajar un grado.
Los Dioses y los héroes habían sido representados en todas las actitudes
imaginables.
Los artistas tenían dificultades invencibles para inventar novedades,
circunstancia que trajo el reinado de los imitadores.
El espíritu de imitación estrecha el genio. Tan pronto como apareció, no era
posible superar un Praxíteles, ni un Apeles, tampoco alcanzan, y desde ese
momento, se contentaron con imitarlos.
Es así, que los imitadores siempre están por debajo de su original, portando
los primeros golpes del arte.
Entonces sin duda, pasó en el arte como en la filosofía. Se elevan por
encima de los artistas los eclécticos, o los compiladores que, faltos de
ingenio compilaban lo hermoso disperso
página 671
y buscaron de formar una unidad a su manera.
Como los eclécticos, no puede pasar por más allá de copistas de filósofos de
diferentes escuelas, poco o nada tienen de las ideas de ellos, ni de los
mismos artistas, que siguiendo la misma ruta, apenas podían producir obras
originales, donde en todas las partes, se reconozcan las relaciones
armoniosas.
Los extractos, que los eclécticos han hecho de grandes obras antiguas,
fueron causa de que estas se perdieran; esto fue sin duda lo mismo con los
imitadores del arte, las copias meticulosas que ellos hicieron de grandes
obras, fueron con negligencia de los originales.
El espíritu de imitación favoreció la falta de conocimiento.
De una manera indecisa, el artista trataba de reparar el defecto de
conocimiento, por un extremo acabado en la ejecución.
Este gusto por el acabado, se mostró enseguida por los accesorios,
considerando como poco esencial el hermoso siglo del arte, y considerando
así mismo, perjudicial el gran estilo.
Quintiliano hizo una observación sabia cuando dijo,
(Quintiliano
inst.Oratorias 2-3), que numerosos artistas habrían trabajado
mejor los adornos del Júpiter de Fidias, que el Fidias mismo.
A fuerza de querer evitar la supuesta dureza de gran estilo, y darle
suavidad a las partes, cayeron en la sosería y el amaneramiento: lo que los
artistas precedentes fuertemente habían indicado, se hicieron con más
redondez, pero con menos energía, con más terminación, pero con menos
expresión, proceso que embota el arte mismo, como un hacha se embota sobre
todo sobre la cal, que sobre la Encina.
En todos los tiempos la depravación del gusto se introduce por la misma vía,
en el estilo y en la dicción
(1) Inftit. Orat. L. 2. c.3
página 672
de las Artes y las Letras.
La música abandonó el carácter masculino,
(Plutarco Música 17) y cayó como el arte, en el tono
afeminado.
El refinamiento hace a menudo perder lo bueno, porque aunque ellos seguían
persiguiendo lo mejor: esto resulta perjudicial para la salud, el
querer aportarle lo mejor.
Como habitualmente la pequeñez de espíritu es despreciada, y la altura del
alma es admirable, es de creer, que los verdaderos conocedores, eran capaces
de apreciar las obras de diferentes formas, y que les placía colocarlas por
rangos hasta el menor, y tenían entre sus producciones favoritas el alto
estilo, e incluso los de la primera forma.
Bajo los reinados de los emperadores y hacia adelante, los artistas
comenzaron a aplicar con singularidad, la práctica de mármol limpio, y sobre
todo destacar el trabajo de los rizos del pelo; que atribuían a sí mismos
para hacer cada detalle, a la ceja del pelo, pero sólo en los retratos de
cabezas, que hasta entonces se había practicado en bronce, y no en mármol.
En una de las más bellas cabezas de joven en bronce, de tamaño natural y
conservada en la colección Real de Portici, vemos las cejas grabadas con una
herramienta, como los huesos blandos del ojo, marcaron un diseño de fieltro.
Se trata de un
busto que parece representar a un héroe, ejecutado por el
artista ateniense llamado Apolonio, hijo de Arquias, Según aparece en la
inscripción ΑΠΟΛΛΩΝΙΟΣ ΑΡΧΙΟΥ ΑΘΗΝΑΙΟΣ ΕΠΟΗΣΕ; y No ΑΡΧΗΟΥ como lee Bayardi
(2) ni ΕΠΟΙΗΣΕ, como lee Martorelli (3).
El Primero toma ΕΠΟΗΣΕ,
(1) Plutarch. de Mus. p.2081. l22.
(2) Catal. de Monum.d`Ercol. P..170.
(3) De Regia Theca Calamar, L. 2. c. 5. p.426.
página 673
donde debería hacer ΕΠΟΙΗΣΕ por una muy antigua forma de escribir, lo que no
es cierto siempre, con respecto a la forma, y que lo que hace derivar del
verbo Eolio, ποέω (1). Sin embargo este verbo se encuentra en algunos poetas
(2); se encuentra con la misma forma en la inscripción de
la Venus Medici, y en otra inscripción que se lee en la capilla de
Pontanus, en Nápoles (3), que data sin duda de un momento posterior.
Por otra parte, recorriendo los manuscritos de Fulvio Ursino en la
Biblioteca Vaticana, encontré esta palabra en la inscripción siguiente: СΟΛωΝ ΔΙΔΥΜΟΥ ΤΥΧΗΤΙ ЄΠΟΗСЄ ΜΝΗΜΗС ΧΑΡΙΝ.
Y se encuentra todavía en otra inscripción en la Villa Altieri, y en la
Colección del conde de Caylus (4).
Por lo tanto esta palabra no es tan inusual, como afirma Gori (5), y su
trabajo no es suficiente para autorizar M. Mariotte a mirar la inscripción
de la venus Medici, como supone (6).
No hay duda de este busto, y de una mujer del mismo tamaño, no se ha
ejecutado en el hermoso siglo del arte.
Pero como si fuera.
(1) Cons.Chishull, ad Inscr. sig. p .3.
(2) Aristoph. Equit. Act. 1. Sc. 3. 75. 1. 8, Theocrit. idyl. 10. v. 38.
(3) Sarno Vit. Pontan. p. 97
(4) Rec eil d'Antiq.T2,pl
(5) Mus. Flor. T. 3. P.35
(6) Pier. Grav. T. Û p. ioz.P-
página 674
de los tiempos más antiguos, e incluso antes de Fidias, imprimían las
pupilas en el ojo en las medallas, que se realizaba más en bronce que en
mármol.
En su lugar, se comenzó a practicar estos detalles a las cabezas ideales de
hombres, en vez de en las de las mujeres.
Sin embargo, la cabeza de bronce, parecen ser de la misma mano que la
precedente, por las cejas trazadas en arco afilado, al gusto
antiguo.
La decadencia del arte tuvo que golpear los ojos, de aquellos que hicieron
comparación de obras de otro tiempo, con con las del gran y hermoso estilo.
Es de creer, que aquellos artistas, hicieron esfuerzos para llevar el arte a
la gran manera de sus predecesores.
Como las cosas de este mundo circulan continuamente sin cesar, y a menudo
regresan seguidamente al punto en que partieron, podría suceder, que los
artistas de la época se esforzaron por imitar el antiguo estilo, con los
contornos pequeños y ondulantes, acercándose a la manera egipcia.
Esta era mi primera conjetura, en relación con un oscuro pasaje de Petronio,
sobre la pintura, que yo aplico al arte en general.
Este escritor, hablando de la decadencia del arte, atribuye entre otras
causas, a cierta manera egipcia, introducida en Pintura, donde dice:
Pictura quoque no alium exitum fecit, postquam Aegyptiorum audacia tan
magnae Artis compendiariam venit (Petronio
Satiricón, 2).
Algunos comentaristas han creido evadir la oscuridad del pasaje,
incluyéndola en el modo
compendiaria, palabra citando a todos los
latinos donde el término se encuentra: es a través de esta erudición de
diccionario, que Burmann, como de costumbre, trata de contentar a sus
lectores.
Otros sabios habían confesado de buena fe, que no comprendían nada de este
pasaje,
(1) Satyr. c,2.p,13. ed. Burmanni,
página 675
y que no encuentran material parecido para hacer conjeturas, como le dice
ingenuamente Francis Junius.
Pero estos intérpretes, no usaron los conocimientos suficientes del arte,
siendo que estaban privados de la oportunidad de examinar los restos de
pinturas antiguas, suficientemente raras para el espíritu de un autor, como
las en cuestión de los monumentos antiguos.
Confío en que la ayuda de más de mil pinturas que tenemos, de las
excavaciones de Herculano y otras ciudades sepultadas por el Vesubio, que me
permite probablemente aventurar, una conjetura en el pasaje en cuestión.
Lo que da más autoridad para hacer esta conjetura, es que algunas de estas
pinturas, que están compuestas de bandas largas y estrechas con un poco más
de un palmo de anchura; estas bandas tienen diferentes separaciones, entre
las cuales están representadas pequeñas figuras a la manera Egipcia.
Entre estas particiones llenas de figuras, y sobre el borde de las tablas,
han practicado formas y adornos, y de un gusto muy barroco.
Esta suerte de Pintura egipcia, decorada con figuras, y compuesta de las
ideas más bizarras, parece ser lo que Petronio llama,
Ars compendiaria
Aegyptiorum.
Él, sin duda, le ha dado este nombre, porque este tipo era una imitación de
los egipcios, que decoraban sus edificios de parecidos adornos.
El Alto Egipto sigue ofreciendo hoy, palacios y templos, que descansan sobre
columnas de un tamaño enorme.
Las columnas así como las murallas paredes, y los techos de estos edificios,
están completamente incrustados con jeroglíficos, y luego cubiertos con
capas de pintura, como ya se ha dicho en el segundo LIBRO de esta historia.
Debido a este fracaso de signos e imágenes, que Petronio compara adornos
llenos de una multitud de pequeñas figuras insípidas, que entonces eran el
tema principal de la pintura.
Le dieron el nombre de
compendiariae a este género,
página 676
debido a la multiplicidad y diversidad de cosas abarrotadas en un espacio
apretado las reducen para abreviar o en
compendium.
Por otra parte, si queremos prestar atención, a las quejas de Vitruvio sobre
el arte de la pintura, arte en la que, según su expresión, ésta no tenía
ningún principio de la verdad.
A juzgar por su conclusión:
Nunc pinguntur tectoriis moustra potius quam
ex rebus fuitis imagines certae, que podríamos creer que quería designar
lo que Petronio dijo de la audacia de los egipcios, que:
tam que magnae
compendiariam invenit.
O como nosotros sabemos, por el testimonio de Vitruvio, que los antiguos
tenían la costumbre de decorar sus edificios con divinidades de su mitología
y los héroes de su historia, a través de una perfecta imitación de la verdad
(Vitruvio
7-5), se deduce necesariamente, que los abusos, fruto de la
corrupción de los siglos, tuvo que introducir en el arte, multitud de
absurdos y trivialidades.
Las producciones monstruosas, engendradas por el mal gusto naturalmente de
cortar las alas al arte, que incapaz de saltar las regiones heroicas, se
hizo pequeño como todas las obras del siglo.
También la cantidad de figuras en una tabla, es la mayor parte del tiempo,
como miles de cosas superfluas, la evidencia real de la pobreza.
Es como el rey de Siria, que según Plinio, construyeron sus naves de madera
de cedro, porque no tenían pinos, infinitamente mejores, para esta suerte de
construcción
(Plinio
el viejo libro16-203).
Pausanias nos dice, que el estilo de arte en los tiempos posteriores,
difiere mucho del viejo estilo, nos informa de la Sacerdotisa de Leucippides
o Febe y Hilary, novias de Castor y Pollux, que le quitaron el arte. La anciana
cabeza de una de las estatuas de las diosas, fue sustituida rehecha en el
estilo de la época, en la creencia de embellecerla
página 677
su divinidad
(Pausanias
Libro3 16-1).
Podemos llamar a este estilo el pequeño, o el mezquino, por todas las partes
de las figuras, que los antiguos maestros hacían vigorosas y realzadas, y que
se hicieron de una manera seca y trivial.
Difícilmente se puede juzgar este estilo por las estatuas que nos quedan.
Muchas de estas estatuas han recibido su nombre, después de la cabeza que se
le dio, porque no hemos encontrado una que la tuviera propia.
El cuanto al fin, el arte avanza poco a poco hacia la decadencia, en
los tiempos siguientes se hicieron infinitamente menos estatuas nuevas, a
causa de la cantidad de ancianas, la principal ocupación de los artífices
era hacer cabezas y bustos. Lo que en el tiempo, al arte lo llevó hasta su
colapso total, era singularmente distinguido.
Por tanto, no es tan extraño que unos pocos se imaginen, para encontrar no
sólo los bustos transitables, sino todavía cabezas muy hermosas, como
la cabeza de Macrin,
Septimio Severo y
Caracalla: para todos, el mérito de estos bustos consiste únicamente en
el extremo acabado.
Quizás Lisipo no hubiera hecho mejor la
cabeza de Caracalla Farnese: la diferencia es la misma, pero el Maestro
que hizo este busto, no hubiera podido hacer una figura como Lisipo.
Se creía mostrar un talento especial,. en pronunciar las venas fuertemente,
contra la máxima de los antiguos.
En el arco del emperador Séptimo Severo, no han dejado de dar a las venas
esta fuerza en las manos, en algunas figuras femeninas ideales como las
Victorias que llevan trofeos; como si la fuerza, que Cicerón alega, como
una calidad general de las manos
(Cicerón
Académico libroI-V), debiera ser caracterizado también en las de
las mujeres,
(1) Paufan. L. 3. p, 247.
(2) Acad. Quast. L. I. c. 5.
página 678
Y estar expresado de la manera en cuestión.
Fue también en el resalte de los trabajos, que hicieron consistir la
dirección de los artistas, antes de la restauración de las artes; Y todavía
vemos hoy en día, los ignorantes sin gusto y seguidores principiantes,
admirar las obras cargadas de venas.
Los eruditos antiguos habrían estado igualmente descontentos con este proceso,
como si alguien, por querer mostrar a todos la fuerza de león, hubiera
representado a este animal con las garras alargadas, siendo que las retira
marchando.
Nada muestra mejor esa suavidad de los antiguos artistas, en los tiempos del
florecimiento del arte, que haciendo las venas, incluso en las figuras
colosales, los fragmentos de una estatua parecida del Capitolio (
¿#?)
y que en el cuello de una
cabeza colosal de Trajano en Villa Albani, .
En las artes como en los hombres: el deseo de hablar, dice Platón, aumenta
en nosotros a medida que nuestro gusto por el placer disminuye, lo mismo que
el arte hace con su círculo, las pequeñas cosas reemplazan a las grandes
bellezas.
La mayoría de los sarcófagos, o urnas funerarias, datan de tiempos pasados
del arte.
Es lo mismo con la mayor parte de los bajorrelieves, que han sido aserrados
de tipos de urnas cuadradas oblongas.
De estos bajorrelieves, yo comentaré seis como los más bellos, y cuya fábrica
debe remontar muy atrás.
Tres de estos monumentos se encuentran en la colección Capitolina. El más
grande representa
la disputa de Agamenón y Aquiles por Criseida
la segunda
las nueve Musas y la tercera,
el combate con las amazonas.
La cuarta pieza, en la Villa Albani, nos ofrece
la
boda de Thetis y Peleo (
Nº111)
, con las deidades que aportan los presentes a
los cónyuges: la quinta y sexta pieza de la Villa Borghese, incluye
la muerte de Meleagro y
la fábula de Acteón.
Con respecto a los bajorrelieves,
página 679
LIBRO IV. Capítulo VI.
trabajados por separado, que se distinguen por un saliente, o por un borde
elevado.
Las urnas funerarias se hacían sobre todo por delante, para exhibirlas en
venta y así nosotros juzgamos a los sujetos representados en estos
monumentos, que no tienen relación ni con la inscripción, ni con la persona,
el difunto.
Se encuentra una de estas urnas, que está dañada, en Villa Albani, cuya cara
frontal se divide en tres partes: sobre la que está a la derecha vemos a
Odiseo atado al mástil de su nave, para no sucumbir a la seducción de las
sirenas, una toca lira, la otra la flauta, y canta la tercera con un rollo
en la mano.
Tienen como de ordinario los pies de aves; la única peculiaridad que vemos
ahí, es que ellas están cubiertas con mantos.
En el campo de la izquierda se ven filósofos sentados hablando, y en el
medio se lee la siguiente inscripción que no tiene la menor relación con los
temas representados.
Informo aquí porque no han sido publicados
ΑΘΑΝΑΘωΝ ΜЄΡΟΠωΝ
ΟΥΔЄΙС . ЄΦΥ . ΤΟΥΔЄ . СЄΒΗΡΑ
ΘΗСЄΥС . ΑΙΑΚΙΔΑΙ
ΜΑΡΤΥΡЄС . ЄΙСΙ . ΛΟΓΟΥ
ΛΥΧΩ . СωΦΡΟΝΑ . ΤΥΜΒΟС . Є
ΜΑΙС . ΛΑΓΟΝΕССΙ . СЄΒΗΡΑΝ
ΚΟΥΡΗΝ . СΤΡΥΜΟΝΙΟΥ . ΠΑΙ
ΔΟС . ΑΜΥΜΟΝ . ЄΧωΝ
ΟΙΝΗ . ΟΥΚ . ΗΝΕΙΚЄ . ΠΟΛΥС
ΒΙΟС . ΟΥΔЄ . ΤΙС . ΟΥΠω
ЄСΧΕ . ΤΑΦΟС . ΧΡΗСΤΗΝ
ΑΛΛΟС . YΦ . ΗЄΛΙωΙ I. Entonces
página 680
Cuando se trata en cuestión, los antiguos monumentos de los últimos tiempos
del arte, trataremos de distinguir bien las obras que han sido ejecutadas en
Grecia, de las propias en Roma, y de lo que se hacía en otros ciudades y
colonias del imperio romano:
Y hay que incluir no sólo las obras en mármol y otras piedras, sino también
las medallas.
Tenemos que remarcar la diferencia con las medallas; se observó que las que
fueron acuñadas por los Emperadores fuera de Roma, no se acercan a las que
se produjeron en esta famosa capital.
Sin cortar las obras de mármol, aún no se ha observado esta disparidad, que
es sorprendente en los bajorrelieves, conservados en Capua y Nápoles.
En la casa de Colobrano en esta última Ciudad, podemos ver un bajo relieve ,
que representa algunos de los trabajos de Hércules (
¿#?),
la maniobra parece ser de la Edad Media.
Pero en ninguna parte, esta diferencia es más sorprendente que las cabezas
de las diferentes deidades, realizaron en la clave de los arcos de entrada
del anfiteatro de la antigua Capua.
Lo podemos juzgar, porque estas dos cabezas, que se mantienen en sus
puestos,
las de Juno y Diana: las otras tres claves que representan a Júpiter
Amón, Mercurio y Hércules, se encuentran incrustadas en el muro de la casa
de la villa, de la nueva Capua llamada Casilino.
En cuanto a este anfiteatro, y el teatro de esta ciudad, tendré ocasión de
hablar en el tercer volumen de esta historia.
La mayoría de estas cabezas y de estas figuras, no están talladas en mármol,
porque en esta parte de Italia no produce mármol blanco; y están hechos con
una piedra blanca muy dura, muy similar a las piedras que forman los
Apeninos de este país, como los de los estados eclesiásticos.
página 681
Remarcaremos la misma diferencia entre la arquitectura de los templos, y
otros edificios de la época de los emperadores; lo cierto es que los
edificios construyeron en Roma en el mismo siglo, son muy diferentes de los
que se plantearon entonces en otras provincias del Imperio romano.
Un templo construido para Mélasso en Caria, y consagrado a Augusto y a la
ciudad de Roma, nos proporciona una prueba evidente, y lo veré de nuevo en
el siguiente volumen.
Podría También mencionar el
arco de triunfo en Susa en el Piamonte, asimismo erigido a la gloria de
Augusto, por las pilastras capiteles, que tienen una forma que no parece
haber sido usada luego en Roma.
Además los ancianos pueden presumir de haber conocido la grandeza, y esto en
el momento en que el arte estaba sobre su declive.
El genio de sus padres no les había enteramente abandonado; vemos obras
mediocres de tiempos posteriores, trabajadas aun de acuerdo a las máximas de
los grandes Maestros.
Los aires de las cabezas conservaron la idea general de la antigua belleza.
La posición, actitud y ajuste de las figuras, nos revelan siempre los
vestigios de una verdad pura y simple.
Ésta refinada elegancia, ésta gracia afectada con cadencia exagerada, ésta
flexibilidad contorneada, a menudo, en las mejores obras de los escultores
modernos tienen su buena parte, nunca fue capaz de deslumbrar el espíritu de
los antiguos.
Encontramos también, a juzgar por el ajuste del cabello, algunas grandes
estatuas del siglo III, que pueden ser consideradas como las copias de obras
más antiguas.
De esta naturaleza son dos Venus, de tamaño Natural, y con sus propias
cabezas, estatuas conservadas en el jardín del palacio Farnese:
La una tiene una
bella cabeza de Venus (
ver), la otra tiene una cabeza retrato de una dama
distinguida de su mismo siglo (
¿#?), y ambas están vestidas de la misma manera.
página 682
He visto
una Venus en el Belvedere con menos ejecución, y el mismo tamaño; y el
peinado parecido a las dos figuras anteriores, y que parece apropiado a las
mujeres de ese tiempo entonces.
Apolo de la Villa Negroni (
¿#?), de la edad y la grandeza de un joven hombre de
quince años, puede ser una de las más bellas figuras de los jóvenes que
están en Roma. Pero la cabeza de esta figura no es de un Apolo; más bien es
un joven príncipe, el hijo de algún emperador.
Por lo tanto, se encuentra entre los Artistas capaces de copiar bien, las
hermosas figuras de los Antiguos.
Voy a terminar este Capítulo con la noticia de un monumento muy
extraordinario, hecho de basalto y depositado en el Capitolio.
Representa un gran mono sentado, y cuya cabeza reposa las rodillas de las
patas traseras (
1
,
2 ).
En el lado derecho, leemos en caracteres griegos grabados, en la base de
esta figura: Phidias y Ammoiiius hijo de Fidias, la hizo (1).
Esta inscripción a la que se hizo relativamente poca atención, donde se
informa como de paso en el catálogo de Reinesius, donde tira de ella, para
indicar a los aficionados el trabajo que dio origen.
La tendríamos que tomar por una alternativa moderna, si ella no portase los
caracteres evidentes de su antigüedad.
Este monumento despreciable en apariencia, parecer merecer la atención a
causa de su inscripción: voy a decir mi conjetura.
Se estableció en África una colonia griega, llamada Pithecusa en su idioma,
debido al gran número de monos que había en este país. Diodoro dice
(Diodoro
Sículo libro20-58)) que estos colonos reverenciaban a los monos,
como
(1) Reines. Inser.Class. 2.N.62. y ex en Cuper. Apotheos. Hom. p. 134.
(2) Hist. L. 20. p. 793.
página 683
los egipcios reverenciaban a los perros. Estos animales andaban libremente
en sus casas, y toman todo lo que encontraban a su antojo.
Los griegos dieron no sólo a los monos los nombres de sus hijos, sino que
designaron con estos animales a sus dioses, con nombres honorables.
Así que imagino al mono del Capitolio, que era un objeto de veneración de
los Pithecusios griegos; al menos yo no lo veo no como conciliar los nombres
de los dos escultores griegos con semejante monstruo en el arte.
Por consiguiente, por todas las apariencias, Phidias y Amonio praticaban la
escultura de estos griegos bárbaros.
Luego Agatocles, Rey de Sicilia, hizo la guerra contra los cartagineses en
África, Eumarus, Jefe del príncipe entró en el país que estos griegos
conquistaron y arruinaron una de sus ciudades.
Quisieron adoptar este mono, venerado como una deidad, luego fue
transportado como un monumento extraordinario entre los griegos, esto sería
avanzar una conjetura que no está de acuerdo con la forma de los caracteres,
ni los rasgos que aparecen, que son con posteriores a ese momento, y tienen
parecido con los de Herculano.
Tenemos por lo tanto razón para creer, que este trabajo está lejos de
aquellos tiempos, y fue levantado por las personas y transportada a Roma,
quizás por la locura de los emperadores;
Y lo que da credibilidad a mi conjetura, son dos palabras en una inscripción
latina grabada en la parte izquierda de la base.
Esta inscripción se compone de cuatro líneas, aún son visibles los restos,
pero no se puede leer las palabras:
VII. COS. Parece aplicable solamente a Cayo Mario, el único romano que,
durante la época de la República, obtuvo siete veces el Consulado: porque
delante de él, sólo Valerius Corvinus fue seis veces Cónsul
(Plutarco
V.paralelas. Cayo Mario)
Y resultaría de la
(1) Plutarch. Marzo p. 771. I. 19.
página 684
raza griega establecida en África, existía todavía en los tiempos de
Plutarco, y se había mantenido hasta entonces con sus prácticas
supersticiosas.
Observo en esta ocasión, una estatua de mármol de una mujer, emplazada en
Versalles, que se da por
Vestal, y que dicen que se ha encontrado en Bengasi, se cree la antigua
Barca, Capital de Numidia.
Para recapitular los temas tratados en este Capítulo, repetimos aquí que el
arte griego, sobre todo en escultura, tuvo cuatro épocas en su estilo: El
estilo repto y duro, El gran estilo y anguloso, El hermoso estilo y fluido,
y El estilo de los imitadores.
El Primero duró hasta Fidias, desde Praxíteles el segundo, hasta Lisipo y
Apeles, el tercero declina con la escuela de estos Maestros, el cuarto acaba
con la caída del arte.
Resaltamos del hermoso brillo del arte, que no duró mucho: estuvo
floreciente a partir de Pericles, y se extendió hasta el reinado de
Alejandro. Después de la muerte del Conquistador, el arte había llegado a su
más alto grado, comenzando a eclipsarse después de haber brillado aun 120
años.
La suerte del arte en general, en los tiempos modernos, tiene mucho
parecido, con respecto a los períodos de la antigüedad: que paralelamente
sufrieron cuatro revoluciones capitales, con esta diferencia, que no es por
el grado que se cayó de su grandeza, como en los Griegos.
Tan pronto como los dos más grandes genios del arte moderno, lo han
conducido a la altura a la que podría alcanzar (estoy hablando aquí
solamente del dibujo), cayó de golpe.
Hasta Michelangelo y Rafael, el estilo era seco: estos dos hombres,
restauradores de arte, lo elevaron a un punto de grandeza, que no tenían
punto de equivalencia. Después de un largo intervalo, donde reinaba el mal
gusto, vino el estilo de los imitadores, que fue
página 685
el de
los Carracci y su escuela, y este período llega hasta
Carlo Maratta.
Pero no vamos a hacer cuestión de la escultura. La historia no es larga:
florece con Miguel Ángel y
Sansovino, y termina con ellos.
Algardi,
Fiamingo, y
Ruconi que vino sólo un siglo después.
página 686
Capítulo VII
La parte mecánica del arte griego.
En la discusión posterior del arte, voy a seguir el orden natural, que
comienza por el estudio y la meditación, y que luego va a la maniobra y
ejecución.
Venimos de examinar las cualidades del dibujo, y la idea de la belleza, así
como la creciente decadencia del arte, y vamos a añadir los elementos
discutidos, que no son menos aplicables a la pintura, que a la escultura.
En este Capítulo nos limitaremos al mecanismo o a la práctica de todo lo que
es modelado, tallado, yeso esculpido y fundido.
Contiene cuatro artículos: el primero trata de la operación de esculpir y de
los diferentes materiales, el segundo, cuyo propósito principal es la
fabricación de medallas
página 687
El tercero se analizan las piedras grabadas, y el cuarto los bajorrelieves.
En esta investigación sobre la ejecución, sigo el camino que me ha marcado
la escultura que, desde una materia blanda, a los cuerpos más sólidos,
comenzando por dar forma a la tierra, acabaron dando forma a las tierras más
duras.
Tras indicar en el LIBRO Primero de esta obra, los diferente materiales que
ponen sucesivamente al arte, me contentaré de tratar en este Capítulo, de
las ejecuciones cuyo tiempo ha conservado en los monumentos.
Como no nos ha llegado ni una sola figura de madera del arte griego, no voy
a hablar aquí de este tipo de trabajo.
Empiezo con la arcilla, como la primera materia empleada por el arte, y en
especial los modelos de arcilla y yeso.
Los antiguos artistas, así como los nuestros, trabajaban los modelados con
boceto, como se ve en la figura de la
estatua de Alcamenes sobre un pequeño relieve de Villa Albani.
Pero también se sirven de los dedos, y en particular las uñas, para hacer
algunas partes difíciles y para imprimir más sentimiento a la obra, es a
partir de estos finos detalles que habla Policleto, cuando dijo, que la
mayor dificultad en la realización se manifiesta, cuando la tierra se mete
debajo de las uñas. OTAN EIS OXYCHA, ταν ἐν ὄνυχι o PILOS APHEKÎTAI, πηλὸς γένηται.
(Plutarco
Moralia)
El resto del pasaje no ha sido entendido por los sabios, y cuando Francois
Junius traduce por,
cum ad exigitur unguem exigitur lutum, no se
extiende nada en sentenciar sobre la estatuaria griega.
La palabra ONYCHIZEIN, ὀνυχίζειν, EXONYCHIZEIN, ἐξονυχίζειν, aparece para designar los últimos
retoques que el Escultor da a su modelado.
Estos modelados de los Artistas
página 688
se llamaban KINNABOS, κίνναβος.
Son estos últimos toques de uñas, dados al modelo, que se relaciona la
expresión de Horacio
(satiras 5-30),
ad unguem factus homo, y que el mismo poeta dice en otro lugar,
perfectum decies no caftigavit ad unguem. Me parece que ni estos dos
pasajes latinos, ni la expresión griega, nunca han sido entendidos.
Vemos que podemos aplicar esta forma de hablar, a la última mano dada al
modelo con las uñas.
Los ancianos llaman igualmente el pulgar, cuando se trata de dar forma a
figuras de cera (1).
Exigite, ut mores teneros ceu pollice ducat. Ut si quis cera vultum
facit. (Juvenal, Sat. 7.)
Cuando Diodoro de Sicilia, dice que los artífices egipcios trabajaban con
una medida determinada, y que los escultores Griegos operaban con el compás
en el ojo, no es necesario creer, lo que un famoso escritor, el conde de
Caylus, que el autor nos hace querer saber que los artistas griegos no
modelaban.
Varias piezas antiguas, de las que hemos hablado en el Primero LIBRO de esta
obra, demuestra lo contrario de esta opinión.
Independientemente de los modelados en terracota de varias figuras de
redondo, podemos citar una piedra grabada del Gabinete de Stosch, que
representa a Prometeo que hace al hombre, y que utiliza plomo para medir las
proporciones de su figura (2). El escultor trabaja con el compás en la mano,
y el pintor trabaja con mesura en el ojo.
(1) Cons. Rutger. var. Lect.L.I c. 7. p.8.
(2) Descr. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 315. No.6
página 689
Pero la práctica del modelado no es aún la ejecución, es sólo la
preparación.
La ejecución propiemente dicha, no se entiende sin las obras hechas en yeso,
marfil, piedra, mármol, bronce y otros materiales duros.
Las imágenes de las divinidades veneradas por las personas pobres, fueron
ejecutadas en yeso (1).
Aparentemente, las figuras de hombres famosos que Varrón envió a todas las
provincias del Imperio, estaban moldeadas en yeso.
Pero hoy en dia, nosotros no tenemos en este tipo de bajorrelieves, de los
más bellos, que se mantenían mejor colocados en la bóveda de los dormitorios
y en los baños de Baies, cercanos a Nápoles:
Yo no hablo aquí de las bellas obras de bajorrelieve, encontradas en las
tumbas de Pozzuoli, y compuestos de cal y Puzzolana
(piedra porosa).
Lo más prominente de este trabajo es suave, parece más agradable a los ojos.
Pero para dar a las figuras un poco de relieve, con degradaciones en
diferentes terrenos, se lo indicaron con bordes hundidos, las partes que
debern sobresalir respecto del fondo plano.
Entre los trabajos de yeso, que se encuentra en un pequeña capilla en la
corte, o peribolos (Pausanias
Libro2) del templo de Isis de la antigua ciudad de Pompeya, donde
se encuentra esta singularidad, donde el escultor representa a
Perseo y Andrómeda, en el trabajo la mano del héroe
sostiene la cabeza de Medusa, enteramente de relieve.
Este modelado, para darle tantos salientes, no podía ser sometido por medio
de una plancha, la cual todavía se ve que el modelado cayó.
(1) Prudent, apotheos.
(2) Paufan. L. 2. p.172 l.23 p.174. l.3. p.179 p.186.l.13.p.193.l.17.
página 690
Por lo que se refiere a la práctica de hacerlo de plata y bronce en los
bajorrelieves, fue llamado Toréutica, un término que los comentaristas y los
gramáticos, tanto antiguos como modernos, siempre han aplicado a las obras
realizadas en redondo.
Pero las palabras TOREUTIKÎ, τορευτικὴ, TOREUMA, τόρευμα, (Virgilio
el mosquito 73), TOREUTOS, τορευτὸς y TOREUTIS, τορευτὴς, que se utiliza para
describir las obras y los trabajadores de este tipo de trabajos, no es así,
sabiendo derivarse de TORNOS τόρνος, el instrumento de TORNERO.
Además de todos los pasajes citados por Henri Etienne, que no es uno que se
pueda aplicar a las obras torneadas, como fue muy bien remarcado por este
sabio; la raíz del nombre es TOROS, τόρος, claramente distinta, separar, y se
aplica propiamente a la voz.
Con respecto a estas palabras que recibieron para significar un trabajo de
bajorrelieve, diferentes de la piedra preciosa, las llamadas ANAGLYPHON, τορευτικὴ,
como demostraré a continuación.
De suerte quE TOREUMA ἀναγλύφον, es propiamente una obra de figuras sobresaliente muy
grande, y esta explicación es consistente con la palabra TOROS, τόρευμα, es decir, un
objeto claramente.
Así es como yo explico en Dión Crisóstomo, la palabra TOREIAS, τόρος, al hablar de
copas cinceladas, dijo ELIKAS TINAS KAI TOREIAS ἕλικάς τινας καὶ τορείας (2), es decir que se
entrelazan decoradas con ornamentos, y otras obras de relieve, mientras que
el traductor entendió entonces trabajos torneados.
Como este arte se trata principalmente de pequeñas obras y diversos adornos,
Plutarco combina la palabra TOREVEIN, τορεύειν, con la de LEPTOURGEIN, λεπτουργεῖν, es decir,
trabajando las cosas pequeñas; y utilizado en este sentido, cuando se habla
de Alejandro, tercer hijo de Perseo, último rey de Macedonia,
(1) Virg. Cul. v.66.
(2) Dio, Chrysost. orat. 30. p. 307. D.
página 691
él nos dice que este príncipe, se había hecho un reputación en Roma por la
ejecución de dichas obras (Plutarco
Emilio Paulo 36).
El artista más antiguo de este género, sobre todo en el valor su plata
cincelada, Alcon de Milesia en Sicilia, si por Ovidio fuera, lo coloca
algunas generaciones antes de la guerra de Troya.
El poeta nos informa de que entre los presentes que Anio, Rey de Delos hizo
a Eneas, había una copa de la mano de Alcon, y de él hemos conocido los
primeros propietarios de esta copa.
Pero Ovidio tiene aquí un anacronismo obvio, del que está convencido ser
Sicilia la Antiqua Cluvier, que sin embargo no han notado este error del
Poeta latino sus comentaristas (Metamorfosis 13-680)(2).
En cuanto a la ejecución de figuras en piedra, concierne principalmente la
práctica del Mármol y de las piedras más duras como el basalto y el pórfido.
El mármol es el principal material usado en las obras de la antigüedad, por
lo que merece una atención particular.
La mayoría de las estatuas de mármol se realizaron en un solo bloque.
Platón en su República, lo hizo una ley (3).
Sin embargo algunas de las más bellas estatuas de mármol nos hacen conocer
que desde el principio de arte, se tenía la costumbre de trabajar las
cabezas separadas, para luego ajustarlas a los troncos, esto está claro en
las cabezas de Niobe y sus hijas, y las ambas Palas de Villa Albani.
Las Cariátides, descubiertas hace unos años, las cabezas también habían sido
adosadas.
Agunas Veces
(1) Plutarch. Aemil. p. 501.l.15.
(2) Cluv. Sicil. L. 2. p. 301. feq.
(3) Plat. Leg. 12. p.956.A.
página 692
se practicaba la misma cosa en los brazos: los dos de la Palas en cuestión
se adaptaron a las estatuas.
La casi colosal figura, que representa un rio
conservado hoy en la Villa Albani, y emplazado antes, en la casa de
campo del Duque del Este, en Tivoli,
Esto nos hace ver, que los antiguos tenían la costumbre
de esbozar las estatuas, así como hacen los escultores modernos con la parte
inferior de la estatuas, que apenas se toca.
Sobre los principales huesos, cubiertos por el ropaje, dejaban puntos
salientes, con la materia destinada para ser retirada con la herramienta,
hasta la entera ejecución, como lo hacen aún hoy en día.
Esto demuestra en algunas estatuas, que los antiguos procedían como los
modernos, en la forma de tratar los miembros aislados de una figura, y que
para trabajar sin riesgo las partes separadas, las sujetan a la figura por
un soporte.
Es necesario remarcar que en algunas estatuas no parece necesario.
A un Hércules del jardín Borghese, vemos el
extremo de las partes naturales sobre un apoyo en un soporte tal, que es
propiamente una barrita de mármol propiamente trabajada y de espesor del
tubo de pluma; este apoyo sujeta el miembro y los testículos.
Del resto de este Hércules, con respecto a su perfecta conservación, puede
ser colocado entre la clase de las figuras más raras de Roma, porque está
casi intacto, sólo le falta los extremos de dos dedos de los pies, nada más
habría sufrido, si no rebosara la base. (¿ 1º , 2º, 3º ?)
Luego que la ejecución de las estatuas es completa, por último se le pule
completamente, que se realiza primero con piedra pómez y luego con el plomo
página 693
y el trípoli, tras de haberlo repasado con la herramienta de punta a punta.
Esta última operación, se realizó sin duda antes de darle el primer pulido a
las figuras con la piedra pómez.
Por lo tanto, se procede tanto para acercarse a la verdad de la carne y
ropas, que para mejor desvelar el rendimiento final, porque las piezas
totalmente pulidas arrojan vivacidad a la vista, cuando se exploran, no
siempre se puede notar el trabajo más cuidadoso.
Es probable que temieran tambien, que la fricción y el pulimento de las
estatuas, las agrietaran, y perdieran los rasgos más doctos, y toda la
blandura, ya que no se realiza esta operación por el mismo escultor.
A partir de ahí, los viejos escultores tuvieron la paciencia para repasar sus
obras con cuidado, y cincelar todas las partes.
Sin embargo, la mayoría de las estatuas, incluso las colosales, están
totalmente pulidas, es así como se ven las piezas del
supuesto Colosal Apolo del Capitolio. Dos cabezas
colosales que representan tritones, y otras dos cabezas colosales de
Tito y
Trajano en Villa Albani, nos proporcionan la carne con el mismo
pulimento.
La palabra que el filósofo Lacides (Diógenes
Laercio Vidas filo.), dice, después de reusar la invitation del
rey Atalo, que era necesario ver a los Reyes de lejos como las estatuas,
puede ser aplicado a todas las estatuas, como así podría ser a todos los
reyes.
Ciertamente los monumentos que acabamos de citar, están completamente
acabados, que pueden ser comparados con el pulimento de los grabados de
las piedras preciosas.
Siendo las estatuas, totalmente trabajadas con instrumentos, la más bella,
es sin duda el
Laocoonte. Es aquí donde un ojo atento, descubre con destreza y
seguridad, lo que en la estatua han paseado los instrumentos
página 694
trabajando la obra, para no perder todos los salientes por una fricción
repetitiva.
La piel de estas estatuas parece un poco cruda, en comparación con la piel
lisa de otros personajes; pero el crudo es como un suave terciopelo, en
comparación con un satén brillante.
La epidermis del
Laocoonte por así decirlo, es como la piel de los primeros griegos, que
no estaba dilatada por el uso frecuente de los baños calientes, o relajada
por el uso repetido del frotado, conocido en casa de los romanos enervados
por el lujo.
Sobre la piel de los hombres nace una transpiración saludable, como el
primer brote del mentón de un adolescente.
Estas comparaciones aclararán tal vez mejor, una expresión ininteligible de
Dionisio de Halicarnaso (1), que las disputas sabias se llevan lo aprendido
(2) y estallan (3).
Aquí esta expresión: CHNOUS ARCHAIOPINIS, χνοῦς ἀρχαιοπινὴ, y CHNOUS ARCHIOTÎTOS, τῆς ἀρχαιότητος , con el
estilo Platón, así como algunos otros pasajes sinónimos de Autores; tales
como Litterae PEPINÔMENAI, πεπινωμέναι, de Cicerón (Cicerón
Cart a Ático 14-7).
Creo que hacemos la expresión Griega, tomada en general por la aterciopelada
y untuosa de la antigüedad.
Tomando la palabra CHNOUS, ¿χνοῦς? nos da su significado lejano e impropio, como
hacen nuestros sabios, pero en su estado primitivo y natural, lo que
significa la primera pelusa del mentón, y comparando esta expresión a la
aplicación que hago de esta imagen a la epidermis del
Laocoonte, Creerán que Dionisio de Alicarnaso quería decir la misma
cosa.
Hardion (5), que ha
(1) Epift. ad Cn. Pompei. de.Plat.p204, l.7
(2) Not. in Tertul. de Pal. p. 234. feq. Confut. Animadv. Andr. Cercotii p.
172. 189.
(3) Andr. Kerkoetii, Mastigoph. Part. 3. p. 106. seq.
(4) Ad. Attic. L. 14. ep. 7.
(5) Sur une Lettre de Denys d'Halicarnasse à Pompée, p.128.
página 695
pretendido explicar este pasaje, después que los sabios en cuestión, nos
deja más incierto que antes.
La palabra CHNOUS, es la misma imagen, cuando se utiliza para designar la
piel aterciopelada de la fruta, como se encuentra empleada en Aristófanes
(Las
nubes 975).
Del resto de los monumentos de escultura, terminados a simple herramienta,
son unos cuantos.
Entre estos, están
dos grandes leones(2º),
emplazados en la entrada del arsenal de Venecia, y transportados de Atenas a
esta ciudad: fueron tratados con la simple herramienta, como requieren el
pelo y las crines de este fiero animal.
Por la letra griega H, grabada sobre la base de un
Fauno, en el palacio Altieri, se puede sacar la conjetura de que las
estatuas puestas en fila en un determinado lugar, portaban su número, y en
esos momentos era la octava.
Un busto, incluyendo la misma mención inscrita en griego, que se encuentra
marcado con la misma letra. La inscripción nos muestra que esta pieza estaba
colocada en un templo de Serapis, y la letra muestra que fue el octavo
busto.
Esto es lo que el traductor de esta inscripción no señaló. Tomo la letra H
superflua (2).
Creo que la letra N, grabada en el tronco de una
Amazona en la colección del
Capitolio, significa el número de cincuenta, es decir, que la estatua
era la quincuagésima donde estaba colocada.
El mármol negro con vetas, de la Isla Lesbos (Filóstrato sofistas 245), fue utilizado más tarde
que el blanco, y se encuentra de todas, una estatua de mármol, hecha por un
Artista antiguo
(1) Nub. v. 974.
(2) Falcon. Infor. Athlet. p. 17.
(3) Philostrat. vit. Sophist. L.2. p. 555.
página 696
Artista Ëgineta ya citado en el libro primero de esta historia.
La especie más dura y la más fina de este mármol, se llama ordinariamente
parangón o piedra de toque.
En cuanto a las figuras griegas, enteras de esta piedra se han
conservado numerosas:
Un
Apolo en la galería del palacio Farnese, Dios vulgarmente llamado
Aventinus en la colección del Capitolio, dos piezas más grandes que del
natural; Por otra parte, los dos centauros (
1 y
2), que una vez habían pertenecido al cardenal Furietti, y que están
incorporados hoy al museo antiguo del Capitolio, de cuyas piezas son los
maestros: Papías, y Aristeas de Aphrodisium, que han tallado sus nombres en la
base de las Figuras.
En estatuas hechas de tamaño natural, se encuentra un
joven sátiro que baila, y un atleta que tiene en la mano una botella de
aceite (¿#?), figuras que están a la vez en la Villa Albani, y que fueron
descubiertos por el Cardenal Alessandro, en la antigua ciudad de Antiun,
donde las encontró emplazadas, además de un Júpiter, y un
Esculapio también de mármol negro del mismo tamaño, en un templo redondo
cerca del teatro.
Independientemente estas estatuas, ejecutados en el estilo griego, y hechas
de mármol negro, todavía hay que son imitaciones de la manera Egipcia, y que
se han encontrado en Tivoli, en las excavaciones de la Villa Adriana. Hemos
hablado de estas imitaciones en el segundo libro de esta historia.
La piedra negra de que estamos hablando, difere mucho con respecto a la
dureza.
El más blando de esta especie de mármol, es más negro, el que llamamos negro
antiguo, Nero antico: en cuanto a él que todavía tiene vetas, no es bueno y
suele ser frágil como el cristal.
La dureza de los centauros de mármol en cuestión, les ha hecho tomarlos a
algunos conocedores, por una piedra de Egipto, pero
página 697
la experiencia pronto demostró lo poco fundado de su conjetura.
El alabastro oriental, es más duro que el mármol blanco.
El Alabastro, generalmente consta de capas laminadas, y no formando, como el
mármol blanco, una masa sólida, es más difícil que trabajar por esas
hojas que lo componen, pero puede ser fácilmente extraído.
No parece que los antiguos hubieran ejecutado jamás, figuras enteras en
alguna especie de alabastro, y es lo que podemos juzgar por las obras que
nos han llegado en esta piedra; pero las extremidades, la cabeza, las manos
y pies eran de un material diferente, y presumiblemente compuestos de
bronce.
En las cabezas de hombres barbudos, las carnes son pulidas, y los pelos de
la barba se dejan en bruto.
En Roma se ha conservado una sola cabeza de alabastro, y aún con el frontal
de la cara de una
cabeza de Adriano, que está en la colección del Capitolio.
En figuras enteras de mujeres ejecutadas en alabastro, se muestra en Roma
dos Dianas menores que de natural, la mayor en la casa
de Verospi, y la más pequeña en la Villa Borghese.
Además de estas dos figuras en la antiguedad en alabastro, tienen la ropa la
cabeza, las manos, y la pies modernos y de bronce.
Ambos dos son de la variedad de alabastro llamado Agatino, porque se ve como
ágata, y tiene casi la dureza: además ambas están vestidas de la mejor
manera.
En la Villa Albani se ve de esta piedra, una figura que es también una
Diana, cuya parte inferior está restaurada.
Pero la mayor estatua de alabastro, es un hermoso
torso en su armadura, que pasó de la colección de Odescalchi, a San
Ildefonso en España, y que tiene la cabeza, los brazos y las piernas de
bronce dorado,
página 698
piezas restauradas por un maestro moderno: la cabeza, de acuerdo a la
intención del restaurador, debe representar un Julio Cesar.
Como hablamos aquí de los monumentos Griegos, no voy a hablar de la
figura egipcia sentada de la Villa Albani, mayor que
natural, y hecha la estatua de alabastro de Tebas.
Este monumento, que he mencionado en el segundo LIBRO de esta historia, que
sería el más grande de todas las obras de alabastro.
A las figuras que acabo de mencionar, habría que sumar Hermes y bustos.
Cuatro Hermes de tamaño ordinario, de alabastro
adornado, coronado por cabezas antiguas de mármol amarillo adornan la
Villa Albani.
A excepción de estas cuatro piezas, yo no conozco Hermes de esta especie.
En cuanto a bustos, o hablando más exactamente, en cuanto a cabezas cuyo
pecho es de Alabastro, vemos cinco en la colección del capitolio.
Los bustos de Adriano, un Sabino, y un
Septimio Severo, son de alabastro-ágata;
los
Julio César, y una
Faustina la vieja, siendo que está coronada por una cabeza de
Pescenio Níger, están hechas de alabastro adornado.
En la Villa Albani he visto trece bustos de esta naturaleza. Hay tres de
tamaño natural, y de estos tres, dos son de alabastro llamado cotognino
porque su color recuerda el membrillo cocido.
También de esta especie es el torso de San Ildefonso. La treceava pieza, y
los otros diez, todos por debajo de lo natural, son de alabastro-Ágata.
Otro busto similar, con la cabeza de una mujer, está en la casa del Marqués
Patrizi Montoria.
Los escultores griegos no han buscado menos, de distinguirse con las obras
de basalto, en un color del hierro, o uno que tira a verde, que por los
monumentos de alabastro.
En estatuas enteras de basalto,
página 699
no conocemos más que una sola; es un Apolo, mayor que del natural, y un
trabajo mediocre.
Una antigua impresion representa a esta figura como hermafrodita; esto es lo
que ha engañado al digno Conde Caylus (1), quien cree, que la estatua es de una
de esas de naturalezas compuesta.
Esta pieza es de basalto negruzco.
La Villa Medici conserva el torso de una
figura de hombre del natural, de basalto verdoso; este precioso resto,
lo dimos a conocer como una de las más bellas figuras de la antigüedad, que
consideramos con admiración, tanto para el alcance de la ciencia como por la
finura del trabajo.
Las cabezas de basalto, que escaparon a los estragos del tiempo, nos dan
motivos para creer, que los artistas tenían una habilidad particular, para
aplicarse a trabajar esta piedra: ya que están diseñadas con el más hermoso
estilo, y terminadas con gran finura.
Además de la cabeza de Escipión (¿1,
2?), de la que hablaré en el tercero volumen, fue visto en el palacio
Verospi, la cabeza de un joven Héroe, que ahora
pertenece al señor de Breteuil enviado de Malta en Roma, y
en la Villa Albani, se encuentra un cabeza ideal de
mujer que está puesta sobre un busto antiguo de pórfido.
La más bella cabeza de basalto sería, si no me contradicen,
una cabeza que tengo, y que representa un joven de
tamaño natural; pero está tan dañado que solo tiene entero, los ojos, la
frente, una oreja y el pelo. El pelo de esta cabeza, está trabajado
como la de Verospi, que tiene diferente ejecución que las cabezas de hombres
en mármol: es decir, el cabello no se trata como estos últimos, los bucles
sueltos, socabados con la broca, que se hicieron como el pelo corto recién
peinado, tal que así se encuentran comúnmente estas cabezas ideales
(1) Ree.d'Ant. T.s P.120
página 700
de hombre ejecutadas en bronce, donde cada cabello, por así decirlo, está
indicado por separado.
Con respecto a las cabezas de bronce, hechas de natural, el mecanismo de los
cabelloS es muy diferente:
el Marco Aurelio a caballo, y el
Septimio Severo a pie del Palazzo Barberini, tiene el pelo rizado, al
igual que sus figuras de mármol.
El Hércules del Capitolio tiene el pelo espeso y ondulado, como uno está
acostumbrado a ver en el Hércules.
En el pelo de la cabeza mutilada, que acabo de mencionar, reina una
industria extraordinaria, y yo diria inimitable.
Vemos trabajado casi con la misma delicadeza, el pelo de la figura truncada
de un león de basalto verdoso, el más duro,
conservada en la Viña de Borioni.
Del resto ya hablé recientemente de cabezas en el cuarto capítulo, sobre las
orejas de los pancratistas.
El pulimento extraordinario que se vieron obligados a dar esta piedra, y la
finura extrema de las partes de que se compone, impidieron que se formara la
corteza, como aparece en el mármol más pulido.
De suerte que las cabezas de basalto que se encontraron en la tierra, tenían
todo su pulimento primitivo.
En cuanto a las obras de pórfido, que ya las he mencionado en el segundo
libro.
En la discusión de esta materia, ya he indicado las herramientas que
empleaban para reducir esta piedra, y cité al mismo tiempo las más hermosas
figuras de pórfido, hechas por los maestros griegos, y que ha llegado hasta
nosotros.
Contento de haber dado la noción de este trabajo, me centraré aquí en
refutar la prevención en lo que está establecido generalmente, y arrojar
algo de luz sobre el mecanismo de los jarrones de pórfido.
Varios escritores creen, que los artistas modernos ignoran el arte de
trabajar el
página 701
pórfido (1), están mal informados sobre este artículo, y cuando Vasari
afirma, que Cosme de Médicis, duque de Florencia, inventó un agua para
ablandar el pórfido, (Vasari
Las vidas Proemio) encontró la credulidad infantil.
El trabajo en pórfido, nunca ha sido un secreto para nuestros artistas, y
ejecutamos en nuestros días trabajos distinguidos, tales como la hermosa
cubierta de la urna antigua, depositada en la hermosa capilla Corfini en
San Juan de Letrán.
Al parecer, esta urna anteriormente estaba bajo el pórtico del Panteón;
Se cree que podrían haber servido en los Baños de Agripa, reunidos en este
templo.
Como los vasos de esta forma, servían de tinas en los baños, y estaban por
tanto, sin cubierta, se hizo una de la misma piedra, para adaptarla a este
vaso, destinada a ser urna funeraria en la tumba del Papa Clemente XII.
Por otra parte, en el siglo pasado, de esta piedra se encuentra en mayor
cantidad en Roma, fueron ejecutadas diferentes obras en pórfido, entre otras
las cabezas de los doce primeros emperadores romanos
que se ven en el palacio Borghese.
Pero parece ser que los escritores en cuestión, no han dirigido sus
observaciones sobre las obras de pórfido, el más difícil en la ejecución, y
podemos decir, el más difícil en la imitación.
Estos son los vasos vacios, que hacen ensanchados, y que no forman con
molduras y acanaladuras en los bordes, así como los pies y la cubierta, con
el espesor de una pluma de escribir, de suerte, que la simple inspección es
suficiente para mostrarnos que pasaron por el banco de tornear.
El cardenal Albani, tiene en su casa de campo los más hermosos vasos de
pórfido que hay en el mundo; por uno de esos jarrones
(1) Juvenal Carlencas, Hist. de bel.Lel. T. 4.
(2) Vasari, Vit de Pitt.Proem. p12
página 702
pagó tres mil escudos el Papa Clemente XI.
Estos preciosos monumentos se encontraron en las tumbas antiguas, encerrados
en vasijas de piedra Travertino: de ahí esta conservación perfecta que nos
llega.
Plinio nos dice, que los antiguos artistas trabajaron los jarrones redondos
de varias otras piedras (Plinio
el viejo libro36 -44).
Las informaciones que da, ciento cincuenta columnas para la construcción del
laberinto de Lemnos, todas hechas con la rueda de Lapidario, es una prueba
de la gran experiencia de los antiguos en esta parte de la mecánica, en un
tiempo que también disminuyó la construcción de este edificio. Estas
columnas, suspendidas en una máquina en particular, podía ser movidas por un
niño (Plinio
libro36 19-6).
El mecanismo de los jarrones de pórfido, siempre tuvo la apariencia de un
misterio, hasta que el cardenal Albani se planteó este perjuicio, mostrando
feliz prueba, que los modernos no son menos industriosos que los antiguos,
en socavar el pórfido a torno;
Pero esta operación de vaciado interno, cuesta tres veces más que la forma
exterior. Uno de estos vasos ha estado trece meses en el banco del torneado.
La mayoría de vasos de pórfido que se encuentran en los palacios, y en las
casas de campo, son de fábrica moderna, y forma mezquina, cuando son
ensanchados, tienen Siempre forma cilíndrica. Lo que significa que fue con
un cilindro de cobre que tiene la capacidad del tamaño que queremos dar al
jarrón. Todo el mecanismo se reduce a tornear su vez con una cuerda sin
utilizar otro caballete.
Nosotros
(1) Plin. L, 36. c. 44,
(2) Ibid. c. 19.3.
página 703
Observamos aquí, que las antiguas estatuas de pórfido, no tienen, ni la
cabeza, ni las manos, ni los pies, de la misma piedra: los escultores tenían
la costumbre, de hacer las extremidades de mármol.
En la galería Chigi, ahora incorporada a la galería de Dresde, había una
cabeza de Calígula (¿#?);
pero la cabeza es moderna y hecha según la de basalto del Capitolio.
En la Villa Borghese hay una cabeza de Vespasiano que
es similar, moderna.
Es cierto, que en Venecia se pueden ver cuatro figuras en dos filas (Los
tetrarcas) decoran la entrada del palacio del Doge, y que son de una
sola pieza de pórfido: pero si son producciones griegas, lo será de los
últimos tiempos, o ya en la Edad Media.
Hacen de Jerôme Maggi que sepamos, que tenia muy poco conocimiento del arte,
por haber avanzado que estas figuras representan los Libertadores de Atenas,
Harmodion y Aristogitón (1).
Vamos a organizar la forma de ejecución de las estatuas, tanto en mármol
como en otras piedras duras, la restauración de estas mismas estatuas,
atendiendo que nos encontramos una infinidad de figuras, antiguas dañadas y
las recién reparadas.
En estas reparaciones tenemos dos clases: defectos en el mármol y la
mutilación de partes.
En cuanto a los defectos del material, se puede remediar por medio de un
cemento de mármol triturado, con el que rellenamos los orificios o
cavidades.
Yo he señalado la mejilla de un Esfinge, que tiene entre los adornos un
altar dañado. Este altar, que fue descubierto en 1767 en la isla de
Capri, en el golfo Nápoles, se encuentra en la colección del señor Hamilton,
en Nápoles.
(1) Mifcel. L. 2. c. 6. p.83.
página 704
Las restauración de las partes mutiladas, se realiza como se hace en estos
momentos. Por medio de un pasador, que se introduce en los orificios de la
porción dañada, con la adicción nueva para sujetar y reunir las partes.
Este pasador a menudo es de bronce, pero a veces se encuentra de hierro,
como se ve en el famoso
Laocoonte, donde se le practicó detrás de la base.
Se prefiere el bronce al hierro, porque su herrumbre no es perjudicial para
el mármol, que a su llegada hace a menudo como manchas el hierro,
especialmente cuando la humedad entra.
Estas manchas con el tiempo ganan terreno, se evidencia en las figuras
mutiladas de
Apolo y la Diana de Baia, de la que hablé más arriba.
Se ve sobre todo en esta siguiente estatua, que el hierro sigue siendo
evidente hoy, y que servía para fortalecer su cabeza, antiguamente
restaurada, y que hace aparecer la mancha del pecho (#).
Para superar este inconveniente, tuvimos que introducir pernios de bronce en
las bases de las columnas y pilastras, como se puede señalar en las bases de
las pilastras del
templo de Serapis en Pozzuoli.
Nada es más natural que preguntar, ¿En qué tiempos de la antigüedad
todas estas obras de arte han sido mutiladas y restauradas?.
En efecto, debe parecer muy extraño, que esto ocurriera en un tiempo en que
las artes estaban floreciendo, y sin embargo, la cosa es indiscutible.
De un lado se debe estas mutilaciones, hechas en Grecia en la guerra de los
aqueos, contra los Etolios.
Estos dos pueblos ejercían su rabia contra los monumentos públicos, como yo
diré com más detalle en el tercer volumen, o también en el transporte de
estos monumentos a Roma.
Por otro lado, la forma en que las obras de arte sufrieron los asaltos en
Roma.
Es lo que
página 705
hace especialmente muy probable que la mutilación de los monumentos en
Grecia, sean los descubiertos en las estatuas de Baia:
porque en estos municipios, donde los romanos tenían sus soberbias casas de
placer, la historia no nos dice, que despues de la época en que las artes se
introdujeron en Italia, hasta su declive, se han ejercido actos de hostilidad.
El Arte, después de los Antoninos, cae en total decadencia, es probable que
no se pensara ni en reparar los monumentos dañados;
Es probable que las obras de arte, que descubrieron, y descubiertas cercanas
a Baia, se localizaron mutiladas de Grecia y luego fueron restauradas en
Italia.
Respecto a la producción de arte que se encuentran en Roma, tendríamos que
decir más o menos lo mismo, pero luego han sufrido muchos otros
contratiempos.
¿Cuántos monumentos antiguos no han sufrido el gran incendio de Roma, del
loco Nerón?, ¿y las obsesiones de Vitelio, durante los cuales se defendia
lanzando las estatuas del Capitolio contra los asaltantes?
Mi plan era no hablar aquí nada más que de las obras mutiladas, y
restauradas anteriormente en la atiguedad, y no de aquellas que tiradas y
rotas, enterradas arruinadas.
Estos monumentos son los que han sido destruidos en las invasiones de los
Bárbaros, y los saqueos de Roma, así como todas las demás provincias del
Lazio, y Italia, sin hablar de la devastación de Grecia.
Los recuerdos de esta furia, plantea muchas tristes reflexiones para
continuar: de hecho estamos hablando de ejecución, y no de la destrucción.
En cuanto a lo que concierne del procedimiento de las obras de bronce, diré
algunas observaciones.
De acuerdo a la forma, de preparar los metales propios de la fundición, y luego
sobre el molde o huecos, y el preparado para recibir
página 706
el bronce fluido, entonces sobre el arte de la fundición y de conectar la
fundición.
También voy a hablar de los defectos de la fundición, procesos de la
soldadura, y los trabajos de incrustación en bronce, así como lo que llamamos
óxido de la antigüedad, es decir, este recubrimiento verdoso del bronce
antiguo.
Yo diré en primer lugar, que el bronce se preparaba commo se hace aún hoy en
dia, por la aleación del estaño con el metal, para darle mayor fluidez.
Es cierto que cuando el suministro de estaño no es abundante, al bronce le
falta la fluidez necesaria para alcanzar en todas partes, y a eso los
italianos lo llaman incantare.
Benevenuto Cellini, famoso artista en este género, dice que después de haber
preparado el elenco de una estatua, y ordenar llevar a embocar el canal de
metal para que fluya en el molde, que parecía tomar la intención de irse a
la cama durante el vertido, y cuando los trabajadores entonces le dijeron
que la fusión se estaba parando, él ya se había apoderado de las escudillas
y platos de estaño, y los había arrojado al bronce ardiente, que luego de
estar muerto inmediatamente la masa fluyó suficiente para salvar toda la
operación.(Bembenuto
Cellini - Mi Vida 2-77)
Por este motivo, y para garantizar el éxito del fundido, a veces se utiliza
en las estatuas el fundido en metal de cobre, que es muy flexible:
los cuatro caballos de Venecia, de los que hablaré con más en detalle,
están hechos de cobre.
También parece, que los antiguos lo eligieron preferentemente, para la
ejecución de estatuas destinadas a ser doradas; porque habría sido un
alboroto, el revertir en dorado un hermoso bronce.
Además, el cobre es más fácil de cubrir y de dorar que el bronce.
La aleación del estaño hecha al bronce, cuando experimenta la acción del
fuego, ofrece una pequeña cantidad de agujeros,
página 707
similares a las pompas.
El estaño, como material fluido, después de haber sido devorado por el calor
del fuego, hace al bronce más frágil, y poroso como una piedra pómez; esto
viene en suerte de hacer al bronce más ligero en peso que de costumbre.
Esta disminución del peso es palpable en las monedas, que los antiguos
llamaban medallones, y que han experimentado la acción de fuego; La
experiencia nos enseña a conocerlos en el pesaje con otros, o mediante la
estimación al tacto.
Estos medallones, despojados de la aleación de estaño, se encuentran por así
decir, privados de partes cremosas que les dan cuerpo.
Cuando se les extrae de las excavaciones, y quedan expuestos algún tiempo al
aire o la humedad, se forma una porquería verdosa que, carcome y consume el
bronce antiguo.
En segundo lugar, voy a notar que los moldes que los artistas preparaban,
para lanzar sus figuras de fundición, parecen diferentes de los nuestros.
Sin entrar en detalles en este tema, voy a informar de la observación que se
hicieron en los cuatro caballos antiguos, del portal de la iglesia de San Marcos
en Venecia, a saber: que éstas figuras se fundieron cada una en dos moldes,
los cuales se adaptaron en la longitud de estos caballos, de suerte que no
tenían necesidad de romper el hueco después de la operación, como están
obligados a hacer en los otros métodos de fundición.
Tercero, yo observo que en términos del arte de la fundición, y hacer el
vaciado, que parece que los antiguos usaban una ruta diferente que los
modernos, y que ellos no usaban para el vertido en el molde, de máquinas
considerables.
Además en esta observación, nos conducirá a las primeras pruebas, que nos
llevan a los tiempos más lejanos, de los que nos informa Pausanias, las
figuras
página 708
de bronce estaban compuestas de varias partes, y unidas por clavos.
Tal era un Júpiter de Esparta, hecha por Learco de Regio, o de la Escuela de
Dipicene y de Scyllis (Pausanias
Libro3 17-6).
Esta manera fácil de vaciado de estatuas, fue seguida aún de nuevo en los
últimos tiempos, está atestiguado por seis figuras femeninas encontradas en
Herculano, de grandes como del natural, y por debajo de esta magnitud:
cabezas, brazos y piernas por separado su fundieron, e incluso, el tronco no
es de un solo vaciado.
Estas piezas en su conexión, están unidas por lazos, que los italianos llaman
code di Rondine, colas de golondrina, debido a su forma.
La capa corta de las figuras, de manera similar compuestas de dos partes, la
de frente y la parte posterior de la misma, se une por los hombros, donde
está representada abotonada.
Siguiendo este camino, los viejos Artistas se pusieron al abrigo de la cera
perdida, difíciles de evitar, cuando se funden enteras las estatuas y con
máquinas enormes.
A pesar de esta observación todavía se rellena, como se ha indicado, en el
grabado de los caballos de Venecia, que nos muestra las piezas ajustadas con
los clavos en el momento de su fabricación.
Yo mismo era dueño de una pieza, que parece indicar una cera perdida: esta
pieza que, junto con la cabeza de tamaño natural, es lo único que se ha
conservado de la figura de un hombre joven.
la cabeza de esta La figura, estaba antes en la
colección de los cartujos en Roma (2), y ahora está en la Villa Albani.
De todos modos, el trozo que poseo, ofrece el sexo que fue adaptado por
separado a la figura; Y que estaría remachado del lado interno, opuesto
(1) Pausanias. L. 3. p. 257
(2) Monum. a Borino. Collect. p. 14.
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al lugar de pelo que anuncia la pubertad, se pude ver tres Letras griegas, I
π X de longitud de un pulgar, que no podían ser visibles, cuando la figura
estaba completa.
Montsaucon fue mal informado cuando avanza la manera de hacer de otras como
la
estatua ecuestre de Marco Aurelio no había sido fundida, pero fue hecha
de piezas de chapa
En cuarto lugar mencionaré brevemente, la soldadura en las figuras de los
Antiguos.
Lo vemos en los cabellos y los rizos, que tenian costumbre adaptar a las
figuras por los artífices, y también el más lejano en el tiempo del arte, en
la época de su brillo.
La obra más antigua de este tipo, y por lo general, uno de los monumentos de
la más alta antigüedad, es
un busto de mujer de la colección de Herculano, donde la cabeza está
coronada sobre la frente, y hasta las orejas cincuenta bucles, trabajado con
un hilo de latón, casi del grosor de una pluma de escribir.
Estos bucles están soldadaos al lado, y ordenados los unos sobre los otros,
cada uno tiene de cuatro a cinco anillos. El pelo de detrás, forma trenzas
alrededor de su cabeza.
El mismo Gabinete contiene una pieza más curiosa, con el pelo soldado. Es
el retrato de un joven, con sesenta y ocho bucles soldados, de modo que
de la nuca al cuello no cae, fueron fundidos con la cabeza.
Estos lazos parecen tiras de papel, enrolladas y soltadas formando un
caracol; los que descienden sobre la frente tienen cinco vueltas, y los del
cuello tienen hasta doce, están todas marcados con dos líneas en hueco.
Nada nos constata mejor, que este uso se introdujo en la época más hermosa
del arte, una cabeza perfecta
(1) Diar. Ital. p. 169.
página 710
del mismo gabinete, comúnmente conocida bajo el nombre de
Platón, y estimada entre los monumentos más bellos de bronce: esta
cabeza tiene de manera parecida, bucles fundidos al tiempo.
En quinto lugar, toco alguna cosa de las obras en bronce con incrustaciones.
Se han conservado algunas piezas de bronce incrustado con plata (1) como la
tiara del Apolo Sauroctonon de la Villa Albani y las basas de varias
figuras de la colección Herculano.
También se hacían algunas veces en plata, las uñas de manos y pies, como
vemos adosados en pequeñas figuras encontradas en Herculano.
Pausanias menciona una estatua con uñas de plata
(Pausanias
LibroI 24-3).
Citaré aquí, cuatro caballos de oro, que el famoso Herodes Atticus erigió en
Corinto, y cuyos cuernos y pies eran de marfil
(Pausanias
LibroI 1-7).
Finalmente, sexto, voy a discutir del color que la mano del tiempo deja
sobre el bronce, y que resalta las estatuas de este metal.
Este color es un tinte verdoso, extendido en el bronce, cuyo grado de
belleza es debido a la finura del metal; fue llamado Aerugo entre los
romanos, que dijo Horacio, Nobilis Aerugo.
El metal Corinto tomaba un tono de verde claro
(Plinio
el viejo libro37 149), que se ve en las medallas, y en algunas
figuras pequeñas.
Las estatuas y bustos de la colección de Herculano, tiene un tono de color
verde oscuro, pero es ficticio: cuando todas estas piezas, después de haber
sido encontrado dañadas y rotas, y después de haber pasado por el fuego, Y
refundidas al ser reparadas, han perdido su vieja capa y fueron
restablecidas con un nuevo barniz.
Por otra parte
(1) Conf. Buonar. pref. alle off. sop. alc. med. p. 10.
(2) Pausanias. L. 1. p. 57. l.3.
(3) Id. L.2 a. p. 113. l.2.
(4) Plin. L. 37. p. 35.
página 711
es seguro, que más de un bronce es antiguo, más si su color verde es
hermoso, máxima seguida porlos antiguos, que continuaron prefiriendo las
estatuas antiguas a las modernas.
Numerosas estatuas de bronce fueron doradas, así que nosotros las vemos aun,
por el oro que se conserva sobre la estatua ecuestre de Marco Aurelio, y en
los restos de
los cuatro caballos y el carro, colocado en el frontón del teatro de
Herculano, especialmente en el
Hércules del Capitolio y en los cuatro caballos de Venecia (1).
La conservación del dorado de las estatuas, que estaban cubiertas de tierra,
durante tantos siglos, solo puede ser atribuida a las gruesas láminas de
oro: y era necesario que los ancianos usasen industria, de reducir el oro a
hojas tan finas como son las modernas, y Buonarroti muestra la gran
diferencia en la proporción (2).
De ella viene dos cámaras subterráneas del palacio de los emperadores, sobre
la colina del Palatino en la Villa Borghese, nos ofrecen adornos de oro tan
fresco, como si acabaran de ser hechos, a pesar de la humedad de estas
habitaciones, a causa de la tierra que las cubría.
No se puede ver sin admiración, las bandas de azul celeste dibujadas en
arco, con pequeñas figuras de oro que decoran estas habitaciones.
El dorado también se ha conservado en las ruinas de Persépolis (3).
Se conoce dos maneras de dorar al fuego: una llamada amalgama, la otra se
llama en Roma allo Spadaro, a la manera de los cuchilleros.
Éste se opera por medio de oro disuelto en agua fuerte, y siendo así
aplicado como pan de oro sobre la superficie de la obra.
La operación se hace poniendo mercurio en el agua fuerte impregnada de oro,
y poniendo
(1) Maffei, stat.N.20.
(2) Offer. fopr. alc. Medagl. p. 370.
(3) Greave , Defer. des Antique.de Perfep.p.23
página 712
todo a fuego moderado, dejando que se evapore el agua fuerte.
Esta mezcla da como resultado una masa que se llama de oro molido.
Es entonces cuando el oro molido, se pone al fuego vivo, el recubrimiento
del metal, a continuación se limpia todo lo negro; se pone de nuevo sobre el
fuego, y pronto el oro recupera su brillo.
Pero el dorado, que incorpora un alto grado de metal de oro, era desconocido
para los antiguos; que solo doraban con hojas, después de recubrir con
mercurio metálico o después de haberse afinado con una herramienta
(Plinio
el Viejo libro33 61 ).
La larga duración de este dorado, viene como ya he dicho, del espesor de las
hojas, las capas están expuestas aún, en
el caballo de Marco Aurelio.
Los antiguos se servian de las claras de huevo para fijar el oro sobre el
mármol.
Los modernos emplean el ajo para el mismo propósito; con él se frota el
mármol, y luego se unta un yeso muy fino, sobre el que se aplica el dorado.
Algunos también usan el jugo lechoso de los higos; este jugo, aparece en los
higos cuando empiezan a madurar y se separa de su tallo.
Los cabellos y los vestidos de algunas estatuas de mármol, todavía ofrecen
restos de dorado, este era muy visible en la bella
Palas de Portici, cuando la descubrieron.
Es de las cabezas que eran totalmente doradas cuando se enterraron; esto es,
entre otras cosas la cabeza del
Apolo Capitolino.
Hace cuarenta años se encontró la parte inferior de una cabeza, similar a
una cabeza del Laocoonte, portando las marcas de un dorado que no descansa
sobre el yeso, sino en practica inmediatamente sobre el mármol.
(1) Plin. L. 33..c. 32.
página 713
Faltaría alguna cosa en la parte mecánica de la escultura, si yo paso en
silencio, sobre los ojos incrustados que están en numerosas cabezas, tanto en
mármol como en bronce.
Yo no digo de los ojos de plata, en las pequeñas figuras de bronce de la
colección de Herculano, que nos ofrece varios ejemplos diversos, ni de las
piedras preciosas incrustadas en la pupila de algunas cabezas de bronce,
para imitar el color del iris, ya que nos enteramos de que la Palas de
Fidias en ébano (Platón
Hipias) Y Otra Palas, en el templo de Vulcano, a Atenea
averiguamos que tenía los ojos azules γλαυκοὺς τοὺς ὀφθαλμοὺς
(Pausanias
Libro1 14-6).
Sin ánimo de informar de lo que otros tienen ya notado, mi observación se
limitará a las pupilas, incrustadas en las cabezas de mármol muy blanco y
muy blando, llamado Palombino.
Estas pupilas a veces se hicieron por separado, como se puede ver en una
hermosa cabeza de mujer en la casa del escultor
Cavaceppi en Roma.
Mirando los huecos de los ojos, remarcan los agujeros, practicados con la
broca.
Esos ojos informan, que fueron dados no solamente a los dioses, sino tambien a
otros personajes.
Este hecho se pone de manifiesto por una pasaje de Plutarco, que relata, que
antes de la batalla de Leuctre, los ojos cayeron de la estatua de un Hieron
de Esparta, lo que fue interpretado como un mal presagio, y de hecho, Hieron
perdió la vida (3).
Esto demuestra aún mejor esta máxima de los antiguos, que son diferentes
cabezas del Gabinete de Herculano, donde no sólo se ven en el más grande de
los dos bustos de Hércules, con ojos similares, sino
también una cabeza más pequeña de un joven desconocido, y un busto femenino,
y lo que llaman sin razón, una
cabeza de Séneca.
Estos
(1) PLat. Hipp. maS;, p349. l.7.
(2) Pausanias. L.1 p. 36. 1.8.
(3) Plutarch. p. 707. l.24
página 714
bustos son los que se han publicado.
Se ha descubierto hace poco una cabeza con esos ojos. Sobre la herma de
mármol que porta la cabeza, está tallado el nombre Siguiente: CN. NORBANI.
SORICIS.
La cabeza colosal de
Antinoo de Mondragone cerca de Frascati, cabeza de la máxima belleza,
muestra una especie particular de ojos, y
la musa del Palazzo Barberini, mayor que de natural, figura con la que
será cuestión de comenzar el próximo volumen.
En la cabeza del Antinoo, las pupilas están hechas de Palombino, e hicieron
el borde de los párpados, y los puntos lagrimales, y el resto del trazo en
una placa plata muy fina, que servía, según todas las apariencias, dejando
detrás completamente la pupila, donde hemos puesto una que existe hoy en
día.
El objeto que se propuso fue imitar, con el brillo de la plata, el verdadero
color de esta túnica brillante y blanca llamada la córnea.
Esta placa de plata se corta todo alrededor, desde la parte frontal de la
pupila, justo al círculo del iris.
En el centro de esta parte coloreada del ojo, hay un agujero aún más
profundo, tanto para marcar el iris, como para indicar la pupila, lo que se
hará con dos gemas diferentes, para representar los distintos Colores de los
ojos.
Esta es la misma manera en que tiene las incrustaciones de los ojos la musa
en cuestión, así que podemos juzgar por el borde de la plata que lo tenía
todo alrededor de los párpados.
Como se hicieran en todos los monumentos antiguos, en los de bronce son los
más raros, no creo sea superfluo, decir de las piezas más curiosas que se
han conservado.
Su número habría sido aún considerable, sin los descubrimientos que se
hicieron en lugares sepultados
página 715
bajo la lava del Vesubio.
Mi deseo no es hacer la indicación, de todos los descubrimientos curiosos de
este tipo, en el Gabinete de Herculano, sino la fácil comprensión, para que se tenga una idea de este montón de
antigüedades, cuyos monumentos de bronce son el tesoro principal.
Me limito a dar a conocer, algunas de las principales estatuas de magnitud
natural, habiendo tenido ocasión de hablar a menudo de varias obras del
Gabinete.
Pero, como están Roma, y en otros lugares muchas Antigüedades de bronce de
la mayor rareza, voy a citar todas las cabezas, y todas las estatuas que
conozco;
De suerte que no pasaré en silencio, las pequeñas figuras que no excedan la
altura de un palmo.
En cuanto a pequeñas figuras, y en especial las que son etruscas, se
encuentran en cantidad. Sin embargo voy a hacer una excepción para algunas
figuras que no pasan de un palmo, debido a que son de fabricación griega, y
de gran belleza.
Entre las estatuas de grandes como del natural, de la colección de
Herculano, aquí están las más notables: un
joven sátiro tumbado y dormido, con el brazo derecho levantado por
encima de la cabeza, y el brazo izquierdo caido.
Además
un viejo sátiro ébrio, tumbado sobre un odre, encima de una piel
extendida de león; apoyado el brazo izquierdo, mientras la mano derecha está
levantada estirada de la alegría, y chasqueando los dedos con el pulgar.
Es así que figura la estatua de Sardanápalo de Anquíale en Cilicia
(Estrabón
Geografía 14-672), Y Así es como hacen aún en algunas danzas.
Sin embargo, la figura que aporta el mayor número de votos, es un
Mercurio sentado, con el cuerpo inclinado hacia adelante y la pierna
izquierda
(1) Strab. L.14. p. 672. A. Plutarch. de Fortit. Alex. II. p. 699. l-19
página 716
hechada hacia atrás, él se apoya sobre la mano derecha, y tiene en su mano
izquierda un pedazo de su caduceo.
Independientemente de su belleza, es remarcable por una grapa con la forma
de una pequeña rosa, que se adjunta en la mitad de las suelas de los pies, a
los cinturones que somete el talón: sugiriendo Mercurio, el ajuste de esta
manera, no podría apoyar el pie sin hacerse daño, pero no está hecha para
caminar, sino para volar. En cuanto a la barbilla de esta figura, con
hoyuelo, ya hablé antes.
El descubrimiento de estas tres estatuas precedió a la de
dos luchadores desnudos jóvenes, de manera similar de tamaño natural:
estas figuras hechas para ser colocadas vis-à-vis, uno frente al otro, están
representados con los brazos extendidos, y cada uno en la actitud de
aprovechar las ventajas con su oponente.
Estas dos estatuas que decoran esta rica colección, cada una se colocaron
sin embargo, en habitaciones separadas, y puede ser puestas con razón, entre
las más grandes curiosidades de nuestro siglo.
Sucede lo mismo cuatro o cinco figuras (1
,
2 ,
3 ,
4 ,
5 ,
6 ) femeninas, representadas danzando en filas, y colocadas en las
escaleras que conducen al al gabinete, así como las estatuas imperiales de
uno y otro sexo, que son aún mayores que las primeras y que no reparan
insensiblemente.
Repito que entre las estatua de este gabinete voy a mencionar sólo aquellos
que son de tamaño natural; pasaré por tanto en silencio, el
pretendido Alejandro y
una Amazona, los dos caballo (#,#)
de altura de tres palmos.
Yo no voy a entrar en detalles sobre
un Hércules, así como sobre varios Silenos, posando en diversas
actitudes y destinados para ser utilizados como fuentes (#),
y una infinidad de otras figuras de diferente tamaños.
No hablo de los veinticuatro bustos, tanto de tamaño natural, que por encima
de esta mesura, y varias otras más pequeñas, que están
página 717
publicados todos juntos en el quinto volumen del Gabinete de Herculano.
Yo no sabría decidir si todos los palacios y gabinetes de Roma, encierran un
tesoro tan rico en figuras antiguas de bronce, como Herculano, al menos yo
creo, que esta colección merece ocupar el rango primero, cuando sea cuestión
de estatuas de metal.
Voy a informar de los monumentos más notables de esta famosa capital,
empezando por el Capitolio.
Sin hablar de la
estatua ecuestre casi colosal, de Marco Aurelio en la plaza del
Capitolio.
Se ve al entrar en el patio, a la derecha una
cabeza colosal creído falsamente la cabeza del emperador Cómodo, con
una mano, que se cree por su proporción, que pertenece a la estatua con
la parte de cabeza.
En los apartamentos de los conservadores de aquel palacio,
el Hércules bien conocido, por encima del natural, que conserva aun todo
el dorado antiguo, con la estatua de un
joven victimario llamado Camillus, vestido con una simple túnica
arremangado; que se ajusta al igual que los jóvenes en diversos relieves.
En la misma sala donde ésta figura, vemos
un joven sentado que tira de una espina del pie: las dos estatuas son de
tamaño como del natural, a esta edad.
Además de estas figuras se encuentra
la loba etrusca con Remo y Romulus pieza citada en el tercer libro de
esta historia, y un busto, conocido bajo el nombre de
Bruto, de manera similar dos gansos, o más bien
dos patos, antes dorados.
Se encuentra en la colección del Capitolio que está frente al palacio, una
Diana triforme. Anteriormente dorada que, de no más allá de un palmo de
altura, que no debería encontrar lugar aquí.
A estas obras publicadas de bronce, añadiré dos pavos reales (#
,
#), antes dorados
página 718
conservadas y ahora emplazados en el Palacio Vaticano, junto con la
gran piña de bronce, que parece ser, adornaba el techo de la tumba de
Adriano, y que en realidad se encontró en la tumba del Príncipe.
Otras galerías y casas de Roma, contienen muy pocos bronces, incluyendo
la estatua de Septimio Severo del palacio Barberini es el más conocido;
pero los brazos y las piernas son modernas.
Está también en este palacio, la figura Etrusca citada arriba, y que
sostiene un cuerno abundancia moderno.
En el gabinete de esta casa se conserva un hermoso
busto de mujer.
A excepción de este palacio, yo no conozco dentro de los muros de Roma, más
que el gabinete de los jesuitas, que contiene bronces, y en grandes
cantidades; pero no voy a entrar en detalles con estos bronces, porque la
mayoría son pequeñas figuras.
La mayor de estas piezas es, un niño y un Baco
con sus zócalos antiguos, de poco más de tres palmos de altura, de manera
similar, una hermosa cabeza de Apolo de tamaño
natural, que ya he mencionado, con la cabeza dorada de un joven un poco más
grande que de natural.
Me resta decir la figura de un joven, representado a
la carrera, de cuatro palmos de alto. Esta antiguedad perteneció al
Sr. Sabbatini, famoso anticuario; el actual propietario, Belisario Amidei
comerciante, la compró por la suma de trescientas cincuenta coronas romanas.
Por lo que se refiere a las Villas que conservan bronces, no comentare nada
más que tres, los de Ludovisi, los de Mattei y los de Albani.
En la primera se encuentra una cabeza colosal de Marco
Aurelio, y en la segunda, una
página 719
presunta cabeza de Galieno, gravemente dañada.
La Villa Albani contiene después del Capitolio, la más rica colección de
figuras de bronce, colección formada toda por el cardenal Alessandro Albani.
Cabezas de tamaño natural, hay dos; uno representa
un fauno, y el otro una figura de joven héroe
parece, que falsamente dieron el nombre de Ptolomeo, ya que en la
frente ciñe una diadema.
Ambas cabezas se levantan como un busto moderno; hablé de la última, en la
ocasión de las partes naturales adaptadas a una figura, y marcado en letras
griegas.
En realidad se encuentran cinco, dos de las cuales son totalmente de bronce,
mientras que otras dos, tienen sólo la cabeza manos y pies de este metal,
siendo de alabastro los ropajes, mientras que la quinta, en perfecta
conservación, es la más grande y la más hermosa de todas.
Las dos primeras, posan sobre sus zócalos antiguos de bronce, son más o
menos de la altura de tres palmos: una representa a
Hércules, que se asemeja al del palacio Farnesio, fue comprado por el
cardenal en una subasta pública por quinientos escudos: la otra, es
una Palas, que formó parte de la antigua
colección de la reina Cristina. Pagó el mismo cardenal por ella ochocientos
escudos.
Las otras dos figuras que están compuestas, son
Minerva y Diana.
La quinta figura es el hermoso
Apolo Sauroctono, o viendo un lagarto, figura que yo he mencionado más
de una vez, y de la que hablare en el tercer volumen de la Historia, en las
obras de Praxíteles, que podría ser el Autor.
Esta estatua, junto con su antiguo basamento, tiene de alto cinco palmos, y
fue descubierto por el propio cardenal, después de una búsqueda en un
viñedo, por debajo de la iglesia de Santa Balbina construida sobre la colina
del Aventino de Roma.
Lo que se informa
página 720
en las Verrines de Cicerón, de los Jueces en una venta pública de una figura
de bronce de poco tamaño, fignum aeneum non magnam, había sido pagada
en H S. CXX millibus (Cicerón
contra Verres 4-7), es decir, tres mil Ducados o Zecchini, no
encontrarán nada excesivo, el precio de las estatuas en cuestión.
De la información del orador romano resulta, que las estatuas y figuras
antiguas, a pesar de su número increíble, se pagaban a un precio mucho más
alto que en la actualidad, siendo que ahora son de gran rareza.
Sobre la base de este concepto, se puede juzgar el precio del Apolo Albani
que ya supera el tamaño de las figuras, que Cicerón llamó Jigna no magna:
ejecutada a tamaño natural, que tiene el tamaño de un niño de diez años.
Después de Roma, la galería del Gran Duque de Florencia es la más rica
colección de bronces.
Además de una cantidad de pequeñas figuras, se encuentran allí dos estatuas
de grandes como de natural en buena conservación.
Se trata de un
personaje vestido a la romana, pero con caracteres Etruscos grabados en
el borde de su ropaje; el otro, es
una figura desnuda, descubierta en Pesaro, junto el Mar Adriático,
parece representar un joven héroe.
Independientemente de estas estatuas,
la quimera, monstruo compuesto de un león y de una cabra en la
proporción de estos animales, y de manera similar caracterizados por letras
etruscas, de un tamaño notable.
Por no hablar de una
Palas de tamaño natural, y muy dañada, pero cuya cabeza es hermosa y
bien cuidada.
No he olvidado que ya he citado las obras, en el artículo de los etruscos,
pero el objeto de esta enumeración me parecía requerir la repetición aquí
hecha.
(1) Cic. Verr. 4. c. 7.
página 721
Podría ser desaprobado por dar a Venecia después de Florencia, sobre todo
comparando los cuatro caballos de cobre Una Vez dorado, que tienen colocados
Por encima de la puerta principal de la iglesia de San Marcos.
Sabemos que los venecianos, siendo amos de Constantinopla a principios del
siglo XIII, hicieron transportar los caballos para decorar la capital.
A excepción de este solo monumento, Venecia que yo sepa, no guarda nada
significativo en grandes figuras de bronce, incluso me dijeron de las
cabezas en la Casa Grimani, (# ,
#) que no las he podido ver por mi mismo, y no voy
a repetir el juicio de los demas.
En cuanto a las figuras pequeñas de la colección de Nani, ellas no entran en
la información.
En Nápoles, en el patio del palacio Colobrano, se puede admirar una hermosa
cabeza de un caballo, porción falsamente atribuída por Vasari a
Donatello, (En la edición
"Torrentina",
Vasari lo identifica correctamente, lo cual dejó al descubierto
"añadidos de ayudantes" en la
edición Giuntina, a la cual parece referirse Wilckelmann, no obstante el
tiempo y los datos han corregido a ambos historiadores, es una copia
realizada por Donatello
de la cabeza de caballo Médici) escultor Florentino.
La colección Real Farnese, contiene muchas pequeñas figuras de bronce, pero
la mayoría de las piezas tienen considerables restauraciones modernas.
Es necesario decir no obstante, la Colección de la casa de Porcinari: la
pieza más grande es un niño de alrededor de tres
palmos de altura, con una baja ejecución.
Lo más notable es la figura de Hércules de un palmo de
altura; Está representado con el brazo izquierdo envuelto en su piel
de León, y parece ser de fábrica etrusca.
No conozco figuras ni cabezas de bronce que puedan encontrarse en Francia,
ni en Inglaterra: Pero sé que pasó
una cabeza a España dos veces mayor que de natural, de un joven
desconocido.
Esta cabeza que vemos hoy en san Ildefonso llegó de la colección de
Odescalchi, a la de la reina,
página 722
que en la casa de Parme había comprado para la mujer, por cincuenta mil
escudos.
Los bronces repartidos en Alemania, no son numerosos. En Salzburgo hay una
estatua de la que hablaremos con más detalle en el siguiente Libro.
Además, el Rey de Prusia tiene una
figura desnuda que mira hacia arriba con las manos levantadas, actitud
con singular parecido al de una estatua de mármol de
tamaño natural, de manera similar desnuda, que está el palacio
Pamfili en Piazza Navona.
También podría citar una cabeza de una Venus, ligeramente por debajo del
natural, se hizo pasar por un antiguo busto de una hermosa pieza de
alabastro oriental, pieza que el Príncipe Heredero de Brunsvic recibió del
cardenal Albani.
Si hay monumentos de bronce conocidos que pudieran encontrarse en
Inglaterra, yo no se más que un un busto de Platón, que el duque de
Devonshire debió recibir de Grecia, hace unos treinta años.
Aseguran que los rasgos de este busto, se parecía a la perfección del
verdadero retrato este filósofo, con el nombre antiguo grabado en pecho,
pieza que habiendo sido embarcada en Roma para España a finales del siglo
pasado, pereció en un naufragio.
Un Hermes de la colección del Capitolio,
clasificado en la clase de figuras desconocidas, es perfectamente similar a
las dos cabezas anteriores.
Me jacto de entrar en más detalles que otros autores, en cuanto a fallas
mecánicas de la estatuaria antigua; pero como se encontrarán los amantes de
la antigüedad, que tengan la ocasión contemplar y examinar estas obras, creo
que no está fuera de lugar decir unas palabras de medallas, más conocidas
que otras antigüedades.
Pero que no se imagine algo especial, para observar el mecanismo de los
antiguos medallistas, yo aviso
página 723
de buena fe, que no tengo nada que decir de nuevo en este tema.
Ciertamente que las medallas han sido discutidas con efecto a su fabrica, y
con más precisión que los mármoles.
Extendido en el mundo entero, han excitado la atención de aquellos que
no se alimentan en el gusto por la antigüedad, sino por las
medallas.
Yo no debería pasar en silencio esta porción a los aficionados de arte, de
los que recibiría el reproche de curiosidad: como todo el mundo le gusta
hablar de lo que es divertido, tenemos que repetir más de una vez la misma
cosa.
Para no dejar ningún hueco en la parte mecánica del arte, voy a repetir al
menos, lo que otros han señalado antes que yo.
Ya he informado de numerosas medallas antiguas griegas, que habían sido
golpeadas con dos cuños diferentes, uno de los cuales era hueco y el otro
saliente.
El abad Barthelemy, cree que en los tiempos más remotos, tenían un método
particular para acuñar las medallas, y que los campos hundidos y cuadrados
del reverso, no se hicieron en otras vistas.
Es inútil advertir que en los primeros tiempos, e incluso donde las artes
florecian, el campo estaba lo más a menudo fuera del troquel, y tiene
mayor relieve en los siglos siguientes, y en los tiempos de los emperadores.
Las medallas sin duda merecen nuestra atención, no solamente las medallas de
metales puros, sino también las llamadas rellenadas.
En las medallas rellenadas hay dos especies, una donde encima es de plata, y
otra, donde encima es de oro.
Las primeras, son de cobre y recubiertas de hojas de plata, se encuentran
principalmente entre las medallas imperiales.
Las segundas, están recubiertas con pan de oro, son más raras. En la
colección del Duque Caraffa Noia de Nápoles, se ve
página 724
una medalla de esta especie, con la cabeza y el nombre de Alejandro Magno:
podemos reconocer el engaño por la ligereza de peso. Además esta medalla
está en perfecta conservación.
Yo añadiría a este artículo, un registro que aún no ha sido publicado, y que
se encuentra en la Villa Albani. Como ella se menciona en las medallas
doradas, juzgo a propósito informar aquí:
M. D.
FECIT. MINDIA. HELPIS. IULIO. THALLO.
MARITO. SVO. BENE. MERENTI. QVI. FECIT.
OFFICINAS. PLVMBARIAS. TRASTIBERINA.
ET. TRICARI. SVPERPOSITO. AVRI. MONETAE.
NVMVLARIVM. QVI. VIXIT. ANN. XXXII. M. VI.
ET.C.IVLIO.THALLO.FILIO.DULCISSIMO.QVI.VIXIT.
MESES. IIII. DIEF. X.I.ET. SIBI POSTERISQVE. SVIS.
Para concluir, voy a discutir aquí la parte mecánica de las piedras
grabadas, o método de los trabajos.
Como este tipo de trabajo puede ser llamado una suerte de escultura, se
tiene el derecho a exigir de mí unos cuantos detalles de esta rama del arte.
Sin embargo, podría remitir al lector al libro del Sr. Mariette sobre las
piedras grabadas; De hecho, según el estudio que hizo sobre este asunto, hay
poco que decir.
El estudioso anticuario, no solamente ha tratado todas las clases de piedras
en que se ha ejercido el arte de grabado; sino él también trató de hacernos
comprender, el método de los antiguos sobre las piedras finas. No contento
con hacernos partícipe de sus conjeturas
página 725
que tocan la maniobra, nos mostró los antiguos grabadores, y nos mostró el
camino a seguir a los artistas modernos en este tipo de trabajo.
Las piedras preciosas más conocidas, ennoblecidas sin embargo, por la
industria del arte, son cornalina, calcedonia el jacinto, ágata, ágata-ónix.
Estas dos últimas especies utilizadas para las obras trabajadas en relieve o
los camafeos, y las primeras para las figuras grabadas en hondo.
Pero ¿Quién ignora estas cosas? Sin embargo, no menos deberíamos decir, el
cómo los antiguos grababan piedras preciosas.
Plinio nos informa que los artistas en la antigüedad, usaban pequeñas puntas
de diamante, insertadas en las herramientas de acero
(Plinio
el viejo libro37-60); pero este sabio no nos dice si se servían
de estos picos, como los grabadores en la madera que hacen adornos, o si
tienen los diamantes consagrados sobre la rueda, para conducir el método de
grabado, el más utilizado por nuestros trabajadores.
Ambos procesos, es decir, el grabado con diamante incrustado, y el que se
consigue por medio de la rueda del lapidario, tiene cada uno sus
partidarios, y no soy capaz de decidir cual es mejor.
Sin embargo, me fue necesario considerar, para optar por los métodos, por la
rueda que yo creo descubrir en las piedras antiguas, donde el trabajo no es
bosquejado.
Yo mismo tengo uno de estos grabados, es una ágata ónix grabada de relieve,
y tiene una pulgada y media de diámetro.
Esta piedra tomada de las catacumbas, hace un par de años, fue hallada en
las excavaciones de la tierra que se ve primero en el mismo lugar, y que
luego transportan con capachos, para ser de
(1) Plin. L. 37. c. J5. p.376.
página 726
nuevo revisada a través de una grueso tamiz, por miedo a perder preciosas
reliquias.
Fue en esta última operación, que la piedra fue encontrada en cuestión, que
es muy preciosa, no sólo por la belleza de color, sino por la singularidad
de la representación.
Lo sujeto que se muestra en esta piedra, no se encuentra a no ser en
monumentos antiguos.
Es Peleo, padre de Aquiles, que Acaste lo quiere hace perecer, y lo envía a la
caza en un bosque, donde es sorprendido por el sueño, y está a punto de ser
asesinado por los Centauros.
Aquí se ve un centauro, que está a punto de golpearlo con una gran piedra;
pero Psique le despierta, y le salva la vida, en el territorio de Quirón que
según la fábula garantiza todos los obstáculos hasta la corte de Acasto
(Apolodoro
libro3 255).
Esta piedra aparece en la tercera parte de mis Monumentos de la antigüedad.
Parece ser que los antiguos, hicieron uso de lentes para este tipo de
trabajo, a pesar de que no tenemos pruebas.
Este hallazgo útil y necesario se perderá como tantos otros.
El péndulo nos proporciona un ejemplo de los árabes, se uso en la Edad Media
para medir el tiempo por las vibraciones ajustadas de su monumento.
Sin el sabio Edouard Bernard, que encontró el péndulo en los libros de esta
nación, creeríamos que Galileo es el autor de este descubrimiento, a quien
hacen generalmente este honor.
Para estas observaciones sobre la forma de grabar las piedras preciosas, voy
a añadir algunas observaciones particulares, y diré lo primero que los
antiguos, tenían el uso de engarzar las piedras preciosas, con un pequeño
pan de oro que colocaban en la parte inferior.
Es lo que Plinio nos dice de la crisolita, piedra que no es
(1) Apollod. L.3. p.125.b. Schol. Pind.Nem. 4. v.95.
página 727
demasiado diáfana, para darle más brillo (Plinio
libro37 -126) Pero los Lapidarios antiguos practicaban la misma
cosa con las piedras que no tenían necesidad de un brillo prestado, como
vemos en las más hermosas cornalinas, cuyo fuego es como una piedra de rubí,
piedra sobre la que Agathangelus, artífice griego, había grabado la
cabeza del Sexto Pompeyo.
Esta hermosa cornalina montada en un anillo de oro que pesa una onza, y está
se encuentra realizada igualmente en una hoja de oro.
Fue descubierto en una tumba, no muy lejos de la Cecilia metalla, y vendida
después de la muerte del anticuario Sabbatini que era propietario, por la
suma de doscientos escudos a M. Conde de Luneville.
De esta antiguedad, voy a hablar en el tercer volumen de esta historia se
encuentra ahora en manos de la Duquesa de Calabritto, hija del conde de
Luneville.
Después de estas observaciones sobre la manera de los antiguos de labrar las
piedras preciosas, creo que voy a hacer un favor a los curiosos indicando
algunas de las más bellas.
A menudo estas piedras, pueden tener impresiones, los aficionados pueden
hacer comparaciones y juzgar su grado de belleza de otras piedras grabadas
que caerán en sus manos. Pero debo limitarme a hablar sólo de los que me vi
por mí mismo, ya sea original, o en buenas impresiones.
Comenzaré por las piedras incisas, y voy a terminar por aquellas que están
en relieve EISOCHI KAI EXOCHI, εἰσοχῆ, καὶ ἐξοχῆ. (2)
Entre otras piedras incisas voy a citar las cabezas y remarcaré seguidamente
la de una Palas con el nombre del artista llamado
Aspasius, de la colección
(1) Plin. L. 37. c. 42.
(2) Sext. Emp. Pyrrh. hyp. L.2 c. 7. p. 66.
página 728
del Emperador en Viena; entonces me acordaré del busto
de un joven Hércules en la colección de Stosch, y en particular
la cabeza del mismo héroe grabado en un zafiro por
Gnaios, o Cneius, en la colección de Strozzi, en Roma, y considerada
como una de las cosas más bellas de este género.
De esa misma colección, cito con razón, una cornalina que representa
la cabeza de Medusa, más pequeña que la famosa
calcedonia de Solón, que representa una bella persona que es un ideal
de belleza.
Entre las piedras que pueden mantener el mismo rango, están, primeramente la
supuesta Tolomeo Auletes en la colección del
rey de Francia, que yo digo ser: Hércules en Lidia, y voy a tratar de
probarlo en el tercer volumen de esta historia; segundo, la cabeza del Sexto
Pompeyo, grabada por Agathangulus, de la que ya he informado anteriormente.
No menos preciosa es la cabeza de Julia, la hija de Tito, grabada en un gran
berilo por Evodus, piedra que está en el tesoro de la abadía de
Saint-Denis.(1)
Para las figuras incisas, observo particularmente
un Perseo, de la mano de Dioscórides, conservada en la colección real
Farnese en Nápoles, y les advierto que no debemos juzgar a la piedra por
la estampación, o la forma del héroe no denota nada menos que la
juventud.
Al lado de Perseo, pondré a Hércules y Yolao,
del gabinete de piedras del Gran Duque de Florencia, grabado por Teucer.
De este nombre sigue siendo el Atalante de la
colección de Stosch y un joven desnudo portando sobre sus espaldas un
trochus, o círculo de bronce, con los que las jóvenes gentes se
divertian; El poseedor de esta piedra, que es una cornalina blanca
transparante de M.
(1) Stotch, picr. gr. Hijt.de T Art. T. IL
página 729
Sr. Byres, Arquitecto Escocés en Roma.
En mis Monumentos de la Antigüedad, publiqué que tiene la mejor oreja que he
visto en piedras grabadas
(1); pero la copia que hice para el grabado, no llega a la belleza del
original.
Piedras grabadas representando cabezas de personajes ilustres, se puede
asignar el Primer puesto al busto de Augusto ejecutado
en una Calcedonia de altura como un palmo. Buonarroti nos da la línea
y la descripción de esta hermosa piedra, que pasó de la colección del
cardenal Carpegna, a la biblioteca del Vaticano (2).
Aquí voy a colocar la cabeza de Calígula, que el señor Mayor General
Walmoden Hanover adquirió en Roma.
En cuanto a figuras en relieve grabadas sobre las piedras preciosas,
comentaré en primer lugar a Júpiter fulminando a los
Titanes, camafeo obra de la mano de Atenión, guardado en la colección
real Farnese en Nápoles.
Y el segundo, Júpiter compareciendo ante Sémele,
en la colección de Príncipe de Piombino en Roma.
Yo pondría aún, dos tritones de señor Jennings.
Independientemente de las piedras, hay dos que pueden disputar el rango a
todas las obras de este género.
La primera es Perseo y Andrómeda, que aparece sentado
como en una cama y trabajado de un gran bajorrelieve, en casi todo el
contorno de las figuras, con el más bello color blanco, más allá del fondo
marrón de la piedra: el poseedor de este camafeo es Mengs.
El segundo representa el juicio de París, compuesto de
cinco personas y se encuentra en la colección de Piombino.
En estas dos piedras, diseño y ejecución, son de tan gran perfección que
nuestra idea no puede ir más allá.
(1) Monum. Ant. ined. No. 196.
(2) Oss.|Sop. olc. medagl. p. 4Í-
página 730
En la misma colección, se muestra una ninfa sentada,
grabada sobre una ágata-ónix y alto de la mitad de un palmo, pieza
única y tal vez la más hermosa de las que existen en este género.
Como se encuentra una infinidad de bajo-relieves trabajados en diversos
materiales, haré algunos comentarios específicos, como en la escultura, y me
centraré en disculpar a los viejos artistas, de una ejecución sin orden, no
se observan tonos en la degradación, y que ellos dieron a todas las figuras
de una composición, la misma convexidad.
Esta acusación acaba de ser renovada por Pascoli, en un prefacio colocado en
la cabeza de sus Vidas de los pintores.
Yo estoy bastante sorprendido de la ceguera de los censores, y yo mismo
podría incurrir en la censura de los conocedores, por querer demostrar que la
ceguera es un hecho probado.
Así que yo no he mirado de entrar en largas discusiones, y citar los
bajo-relieves de Roma, que se muestran en lugares públicos a los ojos de
todo el mundo, sólo voy a señalar algunas piezas, que ofrecen diferentes
grados, y diversas gradaciones en sus figuras.
De este tipo es uno de los más bellos relieves antiguos, que hay en Roma: y
que se ve en el Palacio Ruspoli, y que publiqué en mis Monumentos de la
Antigüedad (1).
La figura principal de esta pieza,
el joven Telefo, que tiene tanto hueco, que se puede insertar dos dedos
entre la tabla principal y la que está tendida la figura.
Al lado, y por atrás de Telefo, está un caballo que tiene necesariamente un
hueco más suave, estando más hundido, y delante del caballo hay un escudero
de menor edad, que está realizado con aún menos relieve.
frente al joven héroe está sentado Augé, su madre, que le da la mano; la
madre tiene más bajorrelieve que el escudero,
(1) Monum. Ant. ined. No. 72.
página 731
y el caballo, pero ella tiene menos que el hijo, especialmente en
comparación con la cabeza.
Por encima de estas figuras se ve suspendida una espada y escudo, que se
hacen con un saliente muy moderado.
En la Villa Albani hay un fauno de tamaño natural, que
juega con un perro y que fue tratado con la misma degradación.
Lo mismo puede decirse de un sujeto pequeño, que representa una ofrenda, un
sacrificio hecho por Tito, y que he publicado en mis Monumentos de la
Antigüedad (1).
(1) Monum. Ànt ined. No. 178.
página 732
La Pintura de los Antiguos
Después de discutir las partes concernientes a la
escultura, vamos a examinar en este octavo y último del arte griego, la
pintura de los Antiguos.
Podemos hablar y juzgar con más conocimiento de causa hoy, con las
excavaciones de Herculano y otras ciudades, largo tiempo enterradas por las
cenizas del Vesubio, que nos han dado numerosos cientos de pinturas
antiguas.
A pesar de esta gran colección que todavía estamos reduciendo a juzgar de
una parte y otra.
Ciertamente, en nuestra apreciación de la pintura antigua, siempre estamos
en la necesidad de determinarnos, tanto por la historia de los escritores, como
por la inspección visual: todavía feliz de poder recoger
página 733
como después de un naufragio, algunos restos dispersos.
Este Capítulo se divide en cinco secciones, me propongo dar y esclarecer
sobre el objeto esencial del arte.
En la primera parte, haré indicación de los principales descubrimientos en
diferentes lugares, en el segundo voy a comunicar mis conjeturas, saber si
las tablas en cuestión, fueron hechas por maestros griegos o romanos; en el
tercero, voy a ampliar los colores de una forma limpia, para explicar
algunos pasajes de los antiguos; en el cuarto examinaré el carácter de
algunos pintores antiguos, y en el quinto, yo tocaré alguna cosa de la
pintura en mosaico.
En Roma se han descubierto multitud de pinturas antiguas, que no se han
creído justamente así.
No obstante, numerosas de estas pinturas no se han podido conservar, esto es
porque han sido negligentes los antiguos, o porque han sido alterados por el
aire, como ha sucedido en algunos trozos, cuyo descubrimiento he realizado
hace poco llegado el presente.
Es la experiencia, de aire exterior, cuando se supo de las bóvedas
subterráneas, que fueron inaccesibles durante muchos siglos, que devora los
colores no solamente, sino que también, destruye el recubrimiento de
preparación de la pintura.
Con estos accidentes sin duda, hay que atribuir a suerte de las diferentes
tablas, que conservan los dibujos y colores en la biblioteca del Vaticano, y
en el gabinete del cardenal Albani, y otros lugares.
Los originales, según los cuales fueron hechos los dibujos del Vaticano. se
encontraban principalmente en
página 734
las termas de Tito; que fueron dibujados por Pietro San Bartoli, y por su
hijo Francesco.
Del resto de éstas piezas, no parecen ser dibujados de los originales; es más
probable creer, que se hicieron de acuerdo con dibujos anteriores, que datan
la época de Rafael.
De todos modos, he publicado cuatro piezas de estas pinturas en mis
Monumentos de la antigüedad.
La primera tabla de estos baños, consta de cuatro figuras, y representan a
Palas musical, y que tiene dos flautas que parece que quiere empezar,
después de unas Ninfas del río, donde la Diosa llegó a admirar, les había
dicho, que ella deforma la faz cuando juega con estos instrumentos
(1).
La segunda tabla, tiene dos figuras, también representa a Palas que ofrece a
París, mostrando su tiara, el Imperio de Asia, si quiere él adjudicarle el
premio de la Belleza
(2).
La tercera tabla, tiene cuatro figuras, Helena está sentada en una silla,
detrás de la cual está apoyada una de ellas, tal vez Astyanassa, la más
conocida de entre ellas. París, colocado de frente, toma una flecha de las
manos de Amor, que está en medio, mientras que Helena porta en la mano el
arco
(3).
La cuarta tabla, tiene cinco figuras, está Telémaco, acompañado de
Pisístrato en la casa de Menelao: Helena para canta a la melancolía del
hijo de Ulises, Nepenthes sirve en un crátera, cortando de profundidad
(4).
Las pinturas antiguas que se encuentran en Roma, son
Venus,
la Palas o Roma tomando el palladium,
(1) Monum. Ant. ined. No. 18.
(2) Ibid. No. 113.
(5) Ibid. No. 114.
(4) Ibid. No. 160,
página 735
emplazadas ambas en el palacio Barberini: más
la boda Aldobrandini, la supuesta Marcus Coriolanus, el
Edipo de Villa Altieri, las siete piezas
antiguas de la galería del Colegio Romano, y dos tablas de la Villa Albani.
La figura de Venus es de tamaño natural, y la de Roma es un poco más grande,
la una está sentada, y la otra tumbada
Carlo Maratta reparando la Venus, le añadió amores y otros accesorios.
Esta figura se encontró cuando los cimientos del Palazzo Barberini, y se
cree que la Roma fue descubierta en el mismo lugar.
La copia de esta tabla, hecha para el emperador Fernando III, va acompañada
por un folleto que porta la pintura, donde dice que había sido descubierta en
1656, cerca del baptisterio de Constantino (1): por esta razón, creemos que es
una obra de la época.
Sabemos por una carta manuscrita dirigida al Comandante del Pozzo, en
Heinsius, que la pintura había sido descubierta el 07 de abril 1655, pero no
dice en qué lugar.
La Chausse tiene una descripción (2) de otra tabla, llamada Roma triunfante,
compuesta de numerosas figuras, se encontraba en el mismo palacio, pero ya
no existe. Supongo que se perdió por obsolescencia, como ha sucedido a otra
pieza llamada el Ninfeo en el mismo lugar (4).
La tercera tabla que se ve en Roma, las nozzes de villa Aldobrandine, se
compone de numerosas
(1) Lambec. Cominent, bibl. Vindob. L. 3. p. 375.
(2) Mus. Rom. p. 119.
(3) Spon, Rechs ti'Antiq. p. 195.; Monts. Ant. expl. T.I.P.I. pl 193
(4) Holsten. Comment, in.Vat Pict. Nymph.
página 736
figuras de dos palmas de altura; fue encontrada no lejos de Sta. María la
Mayor, donde antes estaban los jardines de Mecenas (1).
Esta antigua pieza representa, como yo lo entiendo probado en mis Monumentos
de antigüedad, las bodas de Thetis y Peleo: muestra tres Diosas de las
estaciones, o tres musas, cantando y ejecutando un epitalamio (2).
La cuarta tabla, conocida con el falso nombre de Coriolano, no ha perecido,
como anticipa el Abad Dubos (3); aún se le puede ver hoy en día en las
grutas de los baños de Tito, donde una vez se colocó la estatua de
Laocoonte.
Y La quinta tabla representa a Edipo, y puede ser quizás la peor de todas
las citadas, al menos considerado en el estado que tiene Ahora (4).
Esta pieza es notable con respecto a una circunstancia que no se observó en
ningún escritor moderno; también esto ha sido ignorado por Bellori, que
suprime el dibujo que le han dado.
Es decir, que no reconoció todavía en la parte superior de esta tabla, y como
en la distancia donde sufrió la mayoría, un arriero que conduce su asno con
un palo.
En la pintura está representando el asno, sobre el cual carga Edipo la
Esfinge, que se precipitó de alto del Monte Ficeo, y que llevaba así a
Tebas.
Del resto no se
(1) Zuccar. Idea de Pittori. L. 2. P- 37
(2) Monum. Ant. p. 60. Hist.de P Art. T. II.
(3) Réfl. fur la Poésie. Tom. I. P- 378
(4) Bartoli, Pitt. de Sepolcr. de Nasoni. tav. 19.
página 737
sorprendan de no ver la Esfinge, toda la pintura ha sido retocada.
Con respecto a las siete pinturas que están en el colegio de San Ignacio,
que fueron descubiertos en este siglo, en una cueva al pie del Palatino,
cerca del gran Circo.
La mejor de estas pinturas es, un
Sátiro bebiendo de
un cuerno, un trozo de altura de dos palmos y un pequeño paisaje con
figuras del tamaño de un palmo, bonita pieza superior a muchos paisajes del
gabinete Herculano.
En este mismo lugar y tiempo, se encontró una de las pinturas de la Villa
Albani, que el Abad Franchini, entonces Ministro del Gran Duque de Toscana
en Roma, eligió como preferida a las otras siete.
De las manos del Abad, pasó a las Cardenal Passionei, después de cuya muerte
se colocó en el lugar donde ahora la vemos.
Miramos esta pintura, grabada por Ph. Morghen, como complemento de las
antiguas pinturas, publicado por PS Bartoli.
En la esperanza de dar una explicación más verosímil, yo lo he hecho dibujar
y grabar con exactitud, para insertarlo en mis Monumentos de Antigüedad
(1).
En el medio de la tabla, se ve encima de una base, una figura pequeña de un
hombre no vestido, con un casco en la cabeza, y en el brazo izquierdo
elevado llevando un escudo, Y en la mano derecha armado con una maza corta,
surtida de numerosas puas, no muy diferentes de la que se servían
antiguamente en Alemania.
Por un lado de la base en tierra, está en un pequeño altar, y el otro un
gran fuego, ambos con humo. A cada lado hay una figura de mujer vestida, con
la cabeza coronada de
(1) Monum. Ant. ined. No. 177.
página 738
una tiara; una esparce incienso sobre el altar, y la otra parece hacer lo
mismo con una mano, mientras ella sostiene con la otra un plato con
guarnición de fruta, semejantes a los higos.
Yo creo ver en esta tabla, un sacrificio de Livia y Octavia, esposa y
hermana de Augusto, a Marte, como las damas romanas hacían separadas de los
hombres, los primeros días de marzo, fiestas que llamaba Matronalìs
(Ovidio Fasti 3-167) Horacio habla de un sacrificio que hicieron
las dos damas en cuestión, a los aficionados diré, a la Divinidad, por el
feliz regreso de Augusto de su expedición a España
(Horacio
Odas L3-14)
La otra tabla de la Villa Albani, descubierta cerca de tres años en una
habitación de unos de pueblo, a cinco millas de Roma, en la Vía Apia y tiene
un palmo y medio de altura y la mitad de ancho
(3). Representa un paisaje adornado con edificios, animales y figuras,
que se han tratado con gran libertad de pincel, y con un hermoso tono de
color, y al mismo tiempo con una comprensión real de la lejanía, con sitios
distantes.
El edificio principal, tiene una gran puerta de un solo arco, donde se ve
suspendida una barra en la superior una grada, atada con cadenas alrededor
de un cilindro, para levantar y bajar el rastrillo.
Por atrás del arco hay una garita. La puerta conduce a un puente por donde
pasan los bueyes: El río que pasa por debajo del puente descarga en el mar.
Al borde del río percibimos un árbol, con una pequeña horquilla, desde
las ramas a otras ramas
(1) Ovid. Fast. L. 3. v. 169.
(2) Horat. L. 3. od. 14. v. 5.
(3) Monum. Ant.ined. N. 208.
página 739
como cintas, que era uso atarlas a los árboles como a los deseos (1).
Es así que Stace introdujo a Tideo, padre de Diomedes, prometiendo atar un
árbol en honor de Palas, con bandoleras púrpuras bordadas de blanco (2).
Jerjes orna un árbol de joyas preciosas
(Claudio
Eliano Hª diversas L2 -14).
Sin embargo, en el árbol de nuestro paisaje, vemos las tumbas que habían sido
costumbre de erigir bajo los árboles: y crecen algunas plantas y arbustos
(Horacio
Epodos V) (Plinio
el viejo Hª Natural libro16 237).
Una figura que reposa sobre una de las tumbas, indica un gran camino a lo
largo del cual los romanos erigían la tumbas.
Paso en silencio sobre los trozos pequeños, descubiertos en los años 1722 y
1724, en las ruinas del palacio Emperadores. Estas antiguas pinturas, que se
encuentran en la Villa Farnese, sobre la colina del Palatino, fueron
retiradas del muro en el cual habían sido ejecutadas, y transportadas a
Parma.
De allí pasaron a Nápoles, donde permanecieron veinte años confinadas en
cajas, en bóvedas húmedas, con los otros tesoros de la galería Farnese de
Parma.
Como corridos un poco, se perciben los rastros de la pintura: y en este
estado están expuestas estas Antigüedades,er5 en la Galería Real de Capo di
Monte, en Nápoles.
Entre las pinturas arrancadas de las ruinas en cuestión, se conserva una
cariátide con la cornisa que porta,
(1) Philostrato I.2 icon.34p.&59; Prodent. contr. Sym.L2.P.335 l.29.
(2) Theb. L.2. v.739. Cons. L.Ibid. 12. v. 502. Ejusd. Sylv,L. 4. carm. 4.
(3) Aelian. var. hist. L. 2. c. 14.
(4) Horat. epod. 5. v. 17.; Plin 16. c. 87.
página 740
y se encuentra en Portici, ubicada entre las pinturas de Herculano.
Otra pintura, que se encontró en el monte Palatino, representa a Helena que
desciende de la nave y se apoya en Páris, se ve grabada en la obra, Turnbull
sobre la Pintura antigua.
Finalmente, cuando quedaban pocas esperanzas de encontrar en Roma y su
entorno, obras importantes de pintura antigua, hicieron el notable
descubrimiento de las villas sepultadas por la lava del Vesubio.
El número de tablas que se han desprendido, sube de mil y algunos cientos.
Estas pinturas, hechas al temple sobre la pared, han sido socavadas, siendo
luego conducidas y expuestas en el Gabinete de Herculano.
Algunas fueron encontradas en las ruinas de los edificios de Herculano
mismo; otras se han extraído de las casas en la villa de Stabia, y las
últimas se encontraron en Pompeya: debido a que las excavaciones de esta
ciudad, se iniciaron más tarde que en las otras.
Las tres pinturas más grandes de Herculano, están pintadas en los nichos de
un templo redondo de mediocre grandeza que son,
Teseo vencedor del minotauro,
el nacimiento de Telefo,
Quirón y Aquiles.
La figura de Teseo, no da la idea de belleza de un joven héroe que, habiendo
entrado un día en Atenas, fue confundido con una chica
(Pausanias
Libro1 XIX-1).
Yo lo querría ver con largo pelo flotando, como lo portaba también Jasón,
cuando llegó por primera vez a la misma ciudad: que Píndaro nos dice, que
Teseo recordaba a Jason, cuya belleza era tal que cuando
(1) Pausanias. L, I. p. 40. l.11.
página 741
apareció, todas las personas quedaron asombradas y creyeron ver Apolo, Baco
o Marte (1)
En el nacimiento de Télefo, Hércules no nos recuerda a un Alcides griego;
Además de las otras cabezas de esta composición hechas de forma común.
La actitud de Aquiles es pausada y tranquila, pero su rostro da mucho que
pensar. Sus rasgos expresivos anuncian el futuro héroe, y se lee en sus ojos
vigilantes dirigirse al centauro Quirón, la dificultad de aprender, y de
completar la educación con sus instrucciones, para informar de las altos
hechos en los pocos días que el destino le ha marcado.
En su frente aparece una vergüenza noble, y un reproche secreto de su
incapacidad; su Maestro le acaba de tomar el plectrum de su mano, y le hace
tocar la lira, mostrándole sus equivocaciones.
Aquiles es hermoso, según el sentido de Aristóteles
(Aristóteles
Retórica L1-c3-49).
La suavidad de su rostro y la gracia de la Juventud, están mezcladas con el
orgullo y la sensibilidad.
Sería de esperar, que los cuatro dibujos de este gabinete, ejecutados sobre
mármol, y hay uno que está marcado con el nombre del pintor y de las
figuras, eran de la mano de un gran Maestro. Esta artista se llamaba
Alexander, y él era de Atenas; pero estas porciones no nos dan una alta idea
de su capacidad.
Los aires de las cabezas son comunes, y las manos están mal dibujadas: es el
trabajo de las extremidades de la figura, el que nos hace conocer al
artista.
Estas pinturas monocromas, o de un color, fueron hechas con cinabrio, que
ennegrecido al fuego, se lo encontraba ordinariamente.
A continuación voy a discutir sin embargo, este tipo de pintura.
(1) Pind. Pyth. 4.
(2) Rhet. L. I. p.21 l10 ed. Opp. Sylburg. T.I
página 742
Las más hermosas de estas tablas, los seguidores se contradicen, dicen que
representan a bailarines, bacantes y centauros; estas figuras que no tienen
más de un palmo de altura, y que se pintan con un fondo negro, descubren una
mano sabia, y un toque vigoroso.
A pesar de esto, deseamos descubrir unas pinturas con una composición más
rica, y una ejecución más completa. Es decir, entontradas hacia
finales de los años 1761.
Los obreros trabajando en la antigua villa de Stabia, llegaron a una
habitación que se encontraban casi totalmente vacía.
Continuando la excavación, sentían el fondo de un muro y tierra sólida,
habiendo roto después, descubrieron cuatro piezas de pared, dos de las
cuales fueron golpeadas por la piqueta.
Las cuatro pinturas fueron retiradas de las paredes; que estaban apoyadas
contra la pared, y adosadas de dos en dos, con la cara pintada hacia fuera.
A continuación, los descubrimientos realizados en la ciudad de Pompeya,
demuestran que estas pinturas habían sido retiradas de otros lugares, pero
voy primero a conjeturar, que ellas habían sido antiguamente retiradas del
muro.
Porque en los últimos edificios de esta ciudad, son todavía visibles, ya sea
tablas enteras hechas de cabezas de figuras enteras, aserradas con cierto
espesor de las paredes.
Según todas las apariencias, esta operación se realizó inmediatamente
después, de que este lugar fuera cubierto por las cenizas del Vesubio.
Parece que los habitantes atemorizados, habían tenido tiempo antes de
marchar, de tomar parte de sus efectos; y parece además, que después de este
terrible accidente, y cuando la erupción, tuvieron un poco más de tiempo, y
ellos volvieron a sus villas abandonadas, y se abrieron un
página 743
camino a través de las cenizas, y las piedras pómez, y trataron de tomar sus
muebles, y sus utensilios.
Los pedestales desnudos y las habitaciones vacias, nos muestran que se
llevaron de sus casas, no sólo las estatuas, sino También las bisagras de
bronce, y las puertas, los umbrales de mármol: entonces es natural creer
también, que querían salvar de la destrucción, las pinturas ejecutadas sobre
las paredes.
Sin embargo, como hay muy pocos de estos cuadros retirados, yo supongo que
una nueva erupción de cenizas ardientes del Vesubio les impidió su
propósito.
Es probable que por esta razón, las cuatro tablas se quedaran en la
habitación.
Observamos que estos cuadros, tienen un borde pintado, con hilos de
diferentes colores: El hilo exterior es de color blanco, el de en medio es
de color púrpura, y el tercero rodeado de líneas marrones, es verde: Estos
tres hilos juntos dan la anchura final de un meñique, y todavía están
rodeadas por una línea blanca, de un dedo.
Las figuras son de dos palmos y dos pulgadas en medidas romanas. Aunque
estas pinturas fueron grabadas y descritas en la cuarto Volumen de pinturas
de Herculano,
(TOM4
tab41,
tab42,
tab43,
tab44 ) poco tiempo después de la primera publicación de la
historia del arte, no he consideran necesario para afianzar en esta nueva
edición, los registros que se habían dado, entendiendo que el trabajo de
Herculano no está en las manos todo el mundo, creo justo dar la descripción
del tercer tablero.
(1) Pitt. Ercol. T. 4. tav.41.42.43.44
página 744
La tabla primera consta de cuatro figuras de mujer
(a). La figura principal, su rostro gira hacia delante está sentada en
una silla en su mano derecha, sujeta su abrigo, que se eleva por la parte
posterior de la cabeza y que es un paño violeta, con borde de verde mar.
El vestido del color de la carne. Ella coloca su mano derecha sobre el
hombro de una joven y bonita muchacha, vestida de blanco y que está de
perfil, de pie apoyado en la silla de la primera figura se inclina y
sostiene el mentón con la mano derecha.
La primera figura, para marcar su dignidad descansa los pies sobre un
taburete.
A su lado, de pie, con la cara de frente, es una bella figura de una mujer
que se está arreglando el cabello: tiene su mano izquierda en su seno, y
suelta la mano derecha, con los dedos, con un movimiento de una persona en
búsqueda de un acuerdo sobre un peinado.
Su vestido es de color blanco Y tiene mangas estrechas, que van hasta los
puños, la chaqueta púrpura está adornada con un borde bordado de la anchura
de un pulgar.
La figura que le arregla el pelo está emplazada más alto, vista de perfil,
sin embargo, uno percibe las pupilas del ojo oculto; Y hacia el otro ojo,
los pelos de las cejas se muestran más claramente que lo hacen las otras
figuras.
Su atención fija en sus ojos y en sobre sus labios que tiene cerrados.
Al lado de ella, vemos una pequeña mesa con tres pies que no tiene cinco
pulgadas de alto, de suerte que no llega a la mitad de los muslos de la
figura cercana; este mesa está decorada con molduras, está coronada por una
pequeña caja, y salpicado de ramas de laurel; una diadema púrpura está allí
todavía, destinada probablemente para adornar la cabeza de la figura con un
tocado.
Bajo la
página 745
la tabla hay un elegante jarrón, de casi la altura de la tabla: el jarrón
con un asa es de vidrio, que es visto por la máxima transparencia y su
color.
La segunda tabla parece representar un
poeta trágico. Está sentado con la
cara vuelta hacia adelante y el cuerpo cubierto con una larga túnica blanca,
que desciende hacia abajo de los pies, como pareciéndose a los personajes
trágicos
(Luciano
Júpiter Trágico 29):
las mangas son estrechas yendo hasta las muñecas.
El poeta, que está sin barba, aparece envejecido unos cincuenta años.
Yo no sabría decir cual de los famosos trágicos griegos se muestra aquí.
Eurípides y Sófocles tienen barba; Esquilo también era barbudo, así está
grabado en una piedra del Gabinete de Stosch (2), donde se encuentra
representado en el momento que un águila dejó caer una tortuga en su cabeza,
accidente por el que murió.
Nuestro personaje está rodeado, por debajo del pecho con una franja
amarilla, anchura de un dedo meñique, que podría hacer alusión a la Musa
trágica, que a menudo tiene un cinturón más ancho que las otras musas,
(46) como ya he observado más arriba.
En su mano derecha sostiene perpendicular un gran palo, de longitud de una
lanza, coronado por la parte superior, de un botón amarillo de la anchura de
un dedo.
Es así que
Homero en su apoteosis, tiene un bastón o cetro en la mano.
Todavía vemos los restos de uno parecido con un bastón, la
figura sentada y dañada de Eurípides, que lleva su nombre y que está en
la Villa Albani
(168), que se confirma por la actitud
(1) Lucian. Jupit. Traged. p.151. L 28. ed. Grcev.
(2) Defer. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 417. .
(3) Monum. Ant. ined nº 46
(4) Ibid. 168.
página 746
elevada del brazo mutilado.
También pusieron un thyrso en la mano de Eurípides y de otros trágicos, de
acuerdo con el epigrama griego, hecho sobre este poeta
(Antología
Palatina).
Igualmente en la restauración de esta figura, le pusieron el thyrso.
también nuestro trágico tiene en la mano izquierda una espada, tal como se
establece a través del muslo izquierdo; ambos muslos están cubiertos con un
paño rojo, que cambia de color, y caido al mismo tiempo a lo largo del
asiento.
El cinto de la espada es verde.
Esta espada puede tener el mismo significado, que toma la figura alegórica
de la Ilíada, en la apoteosis de Homero: porque la Ilíada, contiene la mayor
parte de los sujetos tratados por los poetas trágicos.
La figura de la mujer, vestida de amarillo
(Eurípides
Las Fenicias 1490), y que tiene el hombro derecho descubierto,
está a la espalda al Poeta.
Ella dobla la rodilla derecha ante una máscara trágica, con una torre de
cabellos llamada OGKOS, ὄγκος, pausado sobre un contramarco, como sobre una base.
La máscara está en una especie de caja poco profunda, con los lados
cortados de arriba a abajo.
Esta caja está cubierta con un paño azul, recortado de la parte superior de
rayas blancas, después de la cual cuelgan cordones con un nudo.
La figura arrodillada, que projecta sombra desde la parte superior de
esta base, escribe sobre esa misma base con un pincel, probablemente el
nombre de una tragedia, pero en lugar de letras, se ven sólo los trazos
abocetados. Creo que es Melpómene, y esto con más fundamento que los de esta
figura
(1) Anthol L.5.
(2) Barnes, dans les Phéniciennés de Euripide, v. 1498. traduit srtXiìa
Kt-smis. por stolam fumbratam, come s´il eut doute que les Anciens
portaffent des habits jaunes.
página 747
está representada como virgen: porque tiene el pelo anudado en la cabeza,
que no estaba en uso, como hemos dicho más arriba, nada más que por personas
solteras.
Detrás de la caja y la máscara, vemos la figura de un hombre, que apoya las
dos manos sobre un bastón largo, y que dirige su vista sobre la figura que
escribe.
El poeta trágico fija también la vista sobre la misma figura.
La tercera pintura se compone de dos hombres desnudos con un caballo. Uno
torna la cara hacia delante y está sentado y muestra una gran atención al
discurso del otro: joven, lleno de ardor y valentía en la cara, su semblante
representa a Aquiles.
El asiento de la silla está cubierto con una tela púrpura, que al mismo
tiempo cubre el muslo derecho, sobre el cual descansa la mano derecha,
mientras que la izquierda se apoya sobre el brazo de la silla. Su pelaje que
baja desde atrás también es rojo. Este color, que se adapta tanto a héroes
como a guerreros, fue el de los espartanos en guerra.
Los brazos de la silla se levantan sobre dos esfinges, que reposan sobre el
asiento, como se ve en una
silla de Jupiter en un
bajorrelieve del palacio Albani. (1) de suerte que los brazos están
hacia arriba.
A los pies de la silla está apoyada una espada en su vaina, de larga seis
pulgadas, con un cinturón verde, como la espada del poeta trágico.
Esta espada tiene el cinturón por medio de dos anillos unidos a la funda por
la parte superior.
La otra figura colocada de pie, está apoyada en un bastón, que sostiene con
la mano izquierda
(1) Bartoli, Admir. Rom. N. 48. Montsaucon, Ant. expl. T. I. pl.15 A leégard
du Sphinx, Bartoli lá pris pour un Grifon
página 748
por debajo de la axila derecha: actitud similar a la de París sobre una
piedra grabada
(Nº112).
Esta figura a la cual le falta la cabeza, así como la del caballo, que tiene
elevado el brazo derecho, como una persona que se dice, y una de sus patas
cruzada con la otra.
El joven héroe parece ser Antíloco, el más joven de los hijos de Néstor, que
trae consternado a Aquiles, la noticia de la muerte de Patroclo.
Esta conjetura adquiere un nuevo grado de verosimilitud, por la forma del
edificio en la que está representada la acción: ya que da una idea del
pabellón de tablones, en la que Aquiles se encontraba, cuando se le informó
de la fatal noticia.
La cuarta pintura tiene cinco figuras. La primera es una mujer sentada con
el hombro descubierto, con la cabeza coronada de hiedra y flores, y
sosteniendo en su mano izquierda una hoja escrita, y en la que anota con la
mano derecha.
Ella está vestida de color púrpura, y lleva sandalias amarillas, al igual
que los zapatos de la figura que peina, el cabello de la primera pintura.
Enfrente, está sentada un joven Arpista, que toca con la mano izquierda este
instrumento, llamado barbytus, de cuatro pulgadas y media de alto; que
sostiene en su mano derecha la clave del instrumento, rematado con dos
ganchos, similar a una griega, con la diferencia de que los dos ganchos
son curvos, como se ve más claramente en una de las claves de bronce del
mismo gabinete, los ganchos que terminan en cabezas de caballo.
En la colección del señor Hamilton en Nápoles, se encuentra otra clave de
bronce cargada de numeroso ornamentos
(1) Monum. Ant. ined. Nº112.
página 749
Y tal vez el instrumento que la Musa Erato sostiene en su mano, en una tabla
de Herculano (
tom.2-tav-6) no sea un plectrum, como se dice en la descripción, sino
una clave de instrumento: porque tiene dos ganchos curvos por dentro; Por
otra parte, el plectrum es inútil, ya que maneja con la mano izquierda el
salterio.
El arpa de nuestra figura tiene siete clavijas para su manejo, llamado ἄντυξ
χορδᾶν
(Eurípides
Hipolito 1130), y por lo tanto el número de cuerdas para
tocarlas.
Entre estas dos figuras está sentado un flautista, vestido de blanco; que
toca al mismo tiempo dos flautas rectas, de color amarillo y longitud la
mitad de un palmo. Ambas flautas rectas largas, fueron probablemente las que
llaman flautas Dorias, porque la flauta frigia estaba doblada por delante.
Ellas se embocan usando una cinta o bozal, llamada στόμιον, φόρβιον, o
φορβειά, que ataban detrás de las orejas.
Sobre estas flautas hay diferentes incisiones, que denotan las piezas de que
constan, o una flauta de caña, con sus divisiones y sus nudos.
El hecho es que la caña o bastón ordinario, servían no solo para tallar
flautas,
En cuanto a dónde crece la caña, cerca Orcómenos, en Beocia, siendo el de
mejor nudo y preferido para este fin, a cualquier otro, porque podían
hacerlo crecer sin interrupción
(Plinio
el viejo libroXVI 164).
Las flautas, compuestas de varias partes, como muestra la tabla, se llamaban
EMBATIRIOI, gradarii, porque tienen diferentes grados.
Las piezas de las flautas de hueso, numerosas en la colección de Herculano,
no tienen ninguna embocadua, y se hacen para
(1) Pitt. d´Ercol. T. 2. tav. 6.
(2) Eurip. Hippolit. v. 1135.
(3) Plin. L.16. c, 65.
página 750
para ser montadas sobre otro tubo. Este tubo era de metal, o madera tallada, se
conserva petrificada, una que contiene dos partes de flauta.
En la colección de Cortona se ve una flauta antigua de marfil, cuya partes
están montadas sobre un tubo de plata.
Observo en esta ocasión, que los monumentos antiguos que representan
músicos, que tocan dos flautas, la derecha y la izquierda, o que figuran
sólo estos instrumentos, nos ofrecen las dos flautas de igual espesor.
Lo que resulta del pasaje de Plinio que acabo citar, la flauta izquierda
tenía que ser más fuerte que la derecha, ya que se hizo de la parte de
abajo, y se tomaba la parte superior de la caña, para la flauta de la
derecha.
Independientemente de estas tablas, se encuentra aún algunas que son de la
misma mano, como se ve claramente, aunque no se han conservado bien.
La pieza más inusual y menos conocida, representa la cabeza de Apolo,
rodeado de rayos; que está sentado en el carro del sol, indicado por dos
ruedas con los ejes que se han conservado.
Esta figura está desnuda hasta la parte inferior del cuerpo, y tiene los
muslos cubiertos con una tela verde, que puede designar el verdor del
amanecer, que se propaga por el universo.
En el hombro izquierdo de Apolo, se muestra una hermosa mano de mujer,
perteneciente a una figura que ya no existe, sino escombros; sostiene una
cortina fina y blanca que flotaba por encima de Febo. Esta figura, colocada
detrás del Dios del Día, parece ser Aurora, quien se retirará, y que
descubre antes del sol a la tierra.
Estas tablas, compuestas de pequeñas figuras de muy buen acabado, consiguen
hacer desear los trozos,
página 751
de un toque muy libre, y de una manera más audaz.
Es así también en dos tablas descubiertas en Pompeya, en una habitación
grande detrás del templo de Isis, y que están expuestas en la colección
Herculano.
Estas dos piezas, compuestas por figuras de la mitad de tamaño que del
natural, contienen la historia Isis o Io.
En la una,
Io está caracteriza con dos cuernos sobre la cabeza y desnuda, su ropa
caida hasta los muslos.
Está subida en un Triton o Proto, sobre el hombro de este Dios, que la
sostiene con su mano izquierda.
Io se sostiene también con la mano izquierda, mientras que ella da la
derecha, a una hermosa figura femenina totalmente vestida, que toma su mano
derecha, que tiene en la otra mano, una serpiente con un cuello ancho.
Esta figura está sentada sobre una base, y tiene detrás un joven que juega
con un jarrón, llamado Situla.
Todavía vemos detrás la misma figura de un joven hombre de pie, hombro
izquierdo al descubierto, y que probablemente representa a Mercurio: porque
sostiene en su mano derecha levantada un sistro, y en la mano izquierda un
caduceo, con un pequeño vaso o Situla, unido a la muñeca de la misma mano.
Una cuarta figura, de pie como Mercurio, con vestido blanco como las demás
figuras, excepto Triton, de manera similar sostiene un sistro en la mano
derecha, y un palo delgado en la mano izquierda.
El Tritón, o el Dios Proto, saliendo del mar, o el Nilo detrás de los
escollos, que se encuentran como blancos, por la espuma de las olas.
A la izquierda hay un cocodrilo de color de acero, y a la derecha una esfinge
con un pedestal.
La segunda tabla muestra a
Io, Mercurio y Argos, Io, la cabeza igualmente coronada por cuernos,
está sentada vestida de blanco.
Mercurio sobre una roca, reposa
página 752
su pierna izquierda, sosteniendo en su mano izquierda el caduceo de forma
singular, las serpientes que adornan este vástago, le dan dos vueltas; con la
mano derecha presenta una flauta de caña a Argos.
Está Argos en la forma de un joven, cuyo muslos están cubiertos con un paño
rojo, y cuya figura también no tiene nada de extraordinario.
En la descripción de estas pinturas, me he conformado con esta máxima de
describir que no omitir, como veríamos que los antiguos describían sin
omitir.
Es cierto que queremos dar el aplauso más grande a Pausanias, por habernos
dado a conocer varias famosas obras de pintores de Grecia, y así hubiéramos
dado las descripciones tan detalladas como las que él nos ha dejado de las
pinturas de Polignoto, en Delfos
(Pausanias
libro10 25-1).
Después de esta nota histórica, de pinturas antiguas que están en Roma, y en
especial de aquellas que están en la colección de Herculano, por curiosidad
sin duda, está el saber si estos maestros ¿eran griegos, o romanos?
Yo estaría encantado de poder satisfacer esta curiosidad; pero confieso que
mi conocimiento, no se extiende para determinar esta diferencia.
Si uno de los monocromos, o dibujos coloreados sobre el mármol de la
colección de Herculano, ¿no llevaba el nombre de Alejandro, pintor
ateniense?, estaríamos en apuros para dar a que nación la pieza.
Es indiscutible que desde los tiempos más remotos, los romanos se servían de
los pintores griegos.
Esto se practicaba incluso en las ciudades pequeñas, como la de Ardea, cerca
de Roma, donde Marcus Ludius pintó el templo de Juno
(Plinio
el Viejo Libro35 115).
Este artista nativo
(1) Plin. L.35 c.37
página 753
de Etolia, y uno de esos esclavos fugitivos de Espartaco, conocido por el
nombre de Hilota, había colocado su nombre en lengua romana, y en caracteres
en forma muy antigua sobre su obra.
También se desprende del resultado de la narración de Plinio el viejo, de
Damophile y Gorgasus, dos pintores griegos que pintaron en Roma un templo de
Ceres, y que ponen sus nombres sobre sus obras, ese hecho no sucede en los
últimos tiempos de la república
(Plinio
el viejo libro35 154).
De todos modos, es muy probable que la mayoría de las pinturas que nos
han llegado, fueran compuesta por los griegos, ya que sabemos que los
grandes de Roma, mantenían a su servicio a pintores libertos, y que por lo
tanto no eran Romanos originales.
Lo que es fácil de probar, ya sea con el nombre de un artista de esta
condición, entre Los oficiales de los emperadores, como un registro de
Antium conservado en el Capitolio, (2) o por la descripción de una pórtico
de Antium, que Nerón hizo adornar por un líbero, de pinturas que consistían
en figuras de gladiadores.
Ahora, como estas tablas, excepto algunas como hemos dicho, fueron tomadas
de un templo de Herculano, las otras casas de campo, y residencias
particulares, se presume que fueron pintadas por líberos.
Una serie de Herculano, sobre la cual se lee el modo DIDV, podría haber sido
pintada por un líbero nacido o criado en Roma.
Esto es lo que explica, la queja de Plinio sobre la decadencia de la pintura.
Una de las principales razones que alega, es que en su tiempo, e incluso
antes de él, este arte no fue cultivado por
(1) Plin.L.35. c. 45.
(2) Vulp.Tab.Ant. illustr.p-17
página 754
gente honesta:
Non est spectata honestis manibus(Plinio
el viejo Libro35 -20)
No obstante, parece que no era en desacato para la pintura, que se convirtió
en la ocupación de los libertos.
E incluso al parecer, que Amulius pintó de oro la casa de Nerón, y que
Cornelio Pinus con Accius Priscus, mostró su talento para la restauración
del Templo de la Virtud, y para honor de Vespasiano
(Plinio
el viejo libro35 -120), los tres eran ciudadanos romanos.
Sin embargo, como sabemos que en las artes de imitación, y en particular en
la pintura, había sido ejercidas por los griegos solo por personas de
condición libre, y que éstos mismos artistas habían sido degradados en las
artes por los romanos a libertos, es natural creer, que a partir de ese
momento, hubiera perdido la pintura su dignidad de carácter, encaminándose
rápidamente hacia la decadencia.
Desde la época de los emperadores, la pintura no era lo que había sido, por
lo que Petronio se queja, de que no encuentra la más mínima chispa, de este
fuego que animaba a los viejos maestros
(Petronio
Satiricón 2).
Se aceleró aún más la caída de este arte, con el nuevo género de pintura,
popularizado cuando Augusto por Ludius.
Este pintor adornó los apartamentos de paisajes, marinas, bosques y un
centenar de otros artículos de poca importancia
(Plinio
el viejo libro35 -116).
Vitruvio también se queja de este gusto por las pequeñas cosas, introducidas en
sus tiempos
(Vitruvio
Libro VIII-5), y nos enseña que antes, los sujetos de pinturas,
realizadas en las paredes de las casas, habían sido instructivas, e
informativas de la historia de dioses y Héroes: que por lo tanto, podían ser
llamadas con razón estas tablas
(1) Plin. 35. c. 7. p. 179.
(2) Plin. L, 3. c. 37-
(3) Ibid.
página 755
pinturas heroicas: esta consideración se aplica únicamente al estado de la
pintura en la época de los emperadores, tiempo que podemos asignar, a las
pinturas que alcanzaron nuestro conocimiento.
En lo que respecta a este arte, ejercido bajo los romanos en la época de la
república, tocaré algo en el próximo libro.
libro VII capitulo IV
En cuanto a la ejecución, o la pintura misma; no había tenido inicialmente
nada más que un solo color, y las figuras fueron trazadas con líneas
únicas de un solo color, que era por lo general de color rojo, del cinabrio
o del minio
(Plinio
el viejo libro33 -111).
En vez del rojo, empleaban algunas veces el blanco: Zeuxis pintó en tonos
blancos
(Plinio
el viejo libro35 -64).
Las antiguas tumbas de Tarquinia, en las cercanías de Corneto, todavía nos
ofrecen figuras hoy, circunscritas por los colores blancos, sobre un fondo
oscuro. Este tipo de pintura se llamaba Monocromo, que es de un solo tono de
pintura, es decir, un solo color.
Parece que Aristóteles quiso caracterizar las tablas ejecutadas en blanco
con la palabra λευκογράφειν LEUKOGRAPHEIN
(Aristóteles
Poetica 3-4)
El Filósofo dice, que en las tragedias en las que no hace falta buscar los
caracteres pasionales, o en las que hace falta que suceda, deben ser vistas
como los cuadros en que falta la expresión, malogrando la belleza con los
colores utilizados por el pintor, no haciéndoles falta al espectador, como
en esas pinturas que están totalmente ejecutadas en blanco: λευκογραφήσας
εἰκόνα LEUKQGRAPHÎSAS EIKONA. Por lo que él
(1) Plin. L. 33. c. 39.
(2) Id. L. 35. c. 36.
(3) Aristot. Poet, c. 6. p.251.
página 756
quizás quería designar a Zeuxis, que tenía la costumbre de pintar sólo con
este color, como nos lo había observado anteriormente, al que había dado la
expresión ἦθος ITHI, a sus figuras y nuestro filósofo ha señalado en otro
lugar.
Si comparamos esta interpretación, con la que dio Daniel Heinfius, que
traduce: KAI LEUKOGRAPHISAS EIKONA, por:
"quam qui creta singula
distincta delineat", resultando que el sabio no ha tenido una idea clara
con estas palabras.
Castelvetro, que por lo general mal entiende y mal explica la Poética de
Aristóteles, se desvía por completo del sentido de su Autor, cuando traduce
el pasaje en cuestión de la siguiente manera:
Perciocché cosa simile
avviene ancora nella pittura, poiché così non diletterebbe altri, avendo
distesi bellissimi colori confusamente, come sarebbe se di chiaro e di scuro
avesse figurata un immagine(1)
Yo pregunto si esta versión contiene algún vestigio del término
LEUKOGRAPHEIN. Además, Aristóteles pone el punto de perfección en este
término, no lo usa jamás, en el sentido que el intérprete Italiano ha
entendido, como una oposición de todo el discurso, sino como un contraste de
la primera proposición, en comparación prestada de la pintura.
En cuanto a la segunda especie de Monocromo, o de Las sombras en rojo,
todavía tenemos las cuatro piezas de Herculano, ejecutadas sobre tablas de
mármol blanco.
Estas piezas pueden ser citadas como evidencia, de que tal pintura primitiva
se estaba constantemente practicado.
Los cuatro tonos rojos, como he señalados anteriormente, se han ennegrecido
con las cenizas ardientes del Vesubio,
(1) Castelvet. Poet. d´Aristot. P. 3. p. 134.
página 757
con todo, todavía se perciben los trazos del antiguo color rojo.
Por último, los monumentos más numerosos en este tipo de pintura son los
jarrones de terracota, la mayoría de los cuales están pintados de un solo
color, y pueden en consecuencia ser llamados monocromos, como lo hice ver en
el libro de los etruscos.
Es así que todavía pintamos los jarrones en todos los países del mundo.
El arte de la pintura avanzaba, haciendo progresos, y avanzó encontrando las
luces y las sombras, que aumentan aun en audacia,
Y, se coloca entre el color claro, y los marrones locales o el color natural
de cada objeto, proceso que los griegos llaman el tono del color.
Es así que todavía aun hoy expresamos, cuando decimos de una pintura, que se
ha tratado en el tono de color verdadero.
Plinio traduce esto por esplendor, rτόνος, término por el cual hace que el
tono, sea otra palabra es diferente al tono, y que emplaza entre la luz y las
sombras.
Deinde adjectus est splendor; alius hic quam lumen: quem quia inter hoc et
umbram esset, apellaverant tonon
(Plinio
el viejo libro35 -29)
Porque es cierto, que la luz y las sombras no dan el verdadero color de un
objeto.
Creo que es así lo que significaba este pasaje oscuro, que han interpretado
de diferentes maneras.
Alcanzamos la perfección de estos colores, con artificios y armonía del tono
capital, y por la industria de color roto y mixto, incluyendo la unión,
usando medios tonos, llamados ARMOGÎ, ἁρμογὴ entre los griegos, como Plinio nos dice
en el mismo lugar.
Entre los romanos, los colores altos y fuertes
(1) Plin. L.35.c.11
página 758
que llamaban Saturi, y los colores dulces y suaves Diluti.
(Plinio
el viejo libro9 -138)
Después de estos comentarios críticos con los colores de los antiguos, los
seguidores les gustaría conocer sin duda cómo pintaban los Artistas
antiguos.
Pero no podemos decir nada positivo sobre la maniobra en general de los
pintores antiguos, y no podemos dar instrucciones sobre la pintura antigua
ejecutada en las paredes.
Así que las observaciones que voy a hacer, no siempre son aplicables a la
pintura hecha sobre tablas de madera: los antiguos las han tratado de manera
diversa, al igual que hacen hoy en día los modernos.
Uno puede avanzar como una máxima general, que el estilo de la pintura
practicada por los antiguos era más susceptible que las de los Modernos de
lograr un alto grado de vida, y en una gran verdad de tez, porque todos los
colores de aceite pierden su frescura y su brillo.
Al mirar las tablas de madera sabemos que los antiguos amaban la pintura
sobre fondos blancos (2):
Tal vez por la misma razón se buscaba, según Platón (3), la lana más blanca
para teñirla de color púrpura.
La primera pintura lineal, ejecutada por simples trazos de color blanco,
siempre se conservó, incluso las figuras terminadas con colores naturales, y
lo observamos más lejos.
Fue con el uso del pincel para dibujar los contornos de los objetos, que se
propuso de colorear.
Esta práctica se manifiesta sobre un largo trozo de pared pintada,
encontrada en Pompeya, trozo sobre el cual, el color
(1) Plin. L.9. c. 64.
(2) Galen. de ufu part. L.10.c.3.
(3) Polit. L. 4. p.407.l.6 edit. Bafil.
página 759
está levantado, y que no queda nada más que los contornos blancos trazados
sobre el revestido del muro.
El resultado es que los pintores antiguos difieren de los modernos en la
forma en que dibujan sobre las paredes.
La forma que nuestros pintores lo hacen al fresco, usando una herramienta
puntiaguda para imprimir sobre la capa fresca contornos de sus figuras:
mientras que los antiguos artistas, habiendo adquirido más facilidad por las
oportunidades frecuentes que tenían de pintar las paredes, se servían del
pincel mismo para tirar las figuras del recubrimiento.
Entre los cientos de pinturas que revisé con atención, en la colección de
Herculano, yo no he encontrado alguna en la que descubrir rastros de
impresión de los contornos.
En la mayoría de las pinturas antiguas ejecutadas en las paredes, las luces
y las sombras se colocan allí por líneas paralelas, y a menudo por golpes de
pinceles cruzados, que Plinio llama incisuras
(Plinio
el viejo libro33 -163), y que los italianos llaman tratteggiare:
porque así todavía pintamos sobre las paredes.
En otras pinturas se contrastan con masas enteras de colores en fuga,
mecanismo que se ha señalado en la
Venus Barberini.
El resto lo percibimos en lo mismo, en cuatro cuadros bonitos del gabinete
de Herculano, cuya descripción se ha visto antes, así como en otras piezas
antiguas con un buen acabado.
Sin embargo, algunas pinturas de este gabinete, nos ofrecen dos matices
diferentes de trazos sombreados, como la de Quirón y Aquiles: El Centauro
está pintado con contornos sombreados, y los héroes con masa entera de
pintura.
(1) Plin. L. 33. c. 57. p. 77,
página 760
Las más bellas pinturas de Herculano, que son los
bailarines, los
centauros y las ninfas, figuras como de un palmo de altas, ejecutadas en
un fondo negro, parecen haber sido realizadas con tanto impetu, como los
primeros pensamientos de un dibujo.
Hay que señalar, que la mayoría de estas tablas no están pintadas sobre la
cal húmeda, sino en un campo seco que es muy visible, en el que algunas
figuras se han levantado descascarilladas, de manera que se puede ver
claramente el fondo donde se ejecutaron.
La tabla, sobre la que mejor percibimos este proceso, es la de Quirón y
Aquiles, lo que demuestra que los adornos de orden dórico, se pintaron antes
que las figuras, de suerte hicieron lo contrario de lo que se suele
practicar.
Para nuestros artistas, ellos proceden como requiere la naturaleza de las
cosas: primero componen sus figuras, y luego entonces ejecutan el fondo de
la pintura.
En la pieza en cuestión, este orden es al revés.
Para no pasar en lo que concierne a la pintura de los antiguos, hablaré
todavía de la estatua de
Diana en la colección de Herculano, trabajada en el estilo antiguo, y
descrita ya en el artículo de los etruscos, figura a la que numerosas partes
de la ropa están pintadas, entre otras, el dobladillo de la túnica.
Aunque es más probable que esta estatua fuese etrusca, en vez de griega,
tenemos que tener en cuenta todavía, un pasaje de Platón, que este gusto
también se ha pronunciado en Grecia.
Platón dijo en forma de comparación: ;
Como si alguien de nosotros; se
encontrara ocupado en pintar estatuas, no queríamos nosotros criticar lo que
no ponemos con los más bellos colores, sobre las más bellas partes de las
figura, porque no lo coloreamos de púrpura, pero
página 761
de negro, los ojos que son las más bellas partes de la Cara, ὥσπερ οὖν ἂν εἰ ἡμᾶς ἀνδριάντας γράφοντας προσελθών ἄν τις ἔψεγε, λέγων ὅτι οὐ τοῖς καλλίστοις τοῦ ζῴου τὰ κάλλιστα φάρμακα προστίθεμεν, οἱ γὰρ ὀφθαλμοὶ κάλλιστον ὂν, οὐκ ὀστρείῳ ἐναληλιμμένοι εἶεν, ἀλλὰ μέλανι. κ. τ. λ.,
(Platón
Político).
Yo he dado el sentido, que entendí, al texto que se encuentra en la nota.
Será difícil de interpretar de otro modo, tanto en cuando no podrá probar
que la palabra ANDRIAs,ἀνδριάς, significa una estatua general, no puede ser así
entendido como una tabla: se que refuto lo dicho de los que son más eruditos
que yo.
La aclaración de una expresión de Aristóteles, y la explicación de un oscuro
pasaje de Plinio, me proporciona la oportunidad de hablar acerca de los
colores en los antiguos maestros.
Yo disfruto aun, de la sentencia dictada por el filósofo de Estagira sobre
los tres pintores griegos, para decir mi sentimiento en el carácter de estos
artistas.
Polignoto, dice, pintó las mejores figuras, Paufon pintó las peores, y
Dionisio las más similares
(Aristóteles
Poética 1-2).
No sé si el conde Caylus ha traducido este pasaje, y en caso de que lo
hiciera, si ha comprendido el significado, porque lo he visto introducido en
las memorias de la Academia de Belles Lettres sobre la pintura de los
Antiguos.
Esta es una Lectura que comparamos y a nuestro juicio de este pasaje.
En cuanto a la explicación que nos da Castelvetro, con tan poco conocimiento
del auteur que no merece la pena ser refutado.
Aquí, según yo, lo que Aristóteles nos quiere enseñar. Polignoto pintó sus
mejores figuras, así que nuestra Revisión requiere de todo un buen pintor
(Aristóteles
3-3), es decir, él les imprime un carácter de grandeza por encima
de la
(l) Plat. Polit. L4 pag.403
(2) Aristot. Poet. c. 2. p. 236.
(3) Id. c. 18. p. 285.
página 762
la agradable conformación de los hombres.
Como maestro, así como la mayor parte de los Pintores de la antigüedad,
representan historias de dioses y mitología de los tiempos heroicos, y ponen
a las figuras con una imagen para aparecerse a los héroes y su naturaleza en
su más hermoso ideal.
Paufon pintó los peores, que no es verdaderamente una crítica contra el
artista: porque Aristóteles lo cita como un gran pintor y lo pone junto a
Polignoto.
El propósito de esta comparación, prestada de estos tres pintores, es sin
duda el hacer mejor sentir las tres especies diferentes de imitación,
MIMÎSEÔN, hechas en el Arte Poética, así por su falta.
Por lo tanto, lo que Aristóteles quiere decir, es que las tablas de
Polignoto son a la Pintura, lo que las piezas trágicas y heroicas son a la
poesía, y que las figuras de Pauson, son al Arte de la pintura, lo que los
personajes cómicos son a la comedia que representan los caracteres peores, ἡ μὲν (Κωμῳδία) χείρους. ἡ δὲ (Τραγῳδία) βελτίους μιμεῖσθαι βούλεται τῶν νῦν.
Esto es lo que nuestro filósofo establece en el mismo Capítulo, y en otros
lugares diciendo: Κωμῳδία μιμήσις φαυλότερων; Que para corregir mejor las costumbres, representan las
locuras de los hombres en la más alta degradación, aunque ello no sea
verdadero, y esto es para hacer sentir mejor los caracteres ridículos
(Aristóteles
Poética 2-4).
De allí que podemos llegar a la conclusión, de que Pauson pintada sobre todo
en el gusto cómico, más que en el género heróico y trágico, y que su talento
destacaba representando el ridículo, que también debería ser el fin de la
comedia.
Para el ridículo, continúa Aristóteles, se representa a la gente con la peor
cara: TOU AISCHROU ESTI TO GELOION MORION, τοῦ αἰσχροῦ ἐστι τὸ γελοῖον μόριον.
Mientras Dionisio, artista que Plinio emplaza
(1) Aristot. Poet. c. 4.
página 763
entre los pintores más famosos
(Plinio
el viejo Libro35 -148), y Pauson.
Se podría decir que Dionisio, era a Polignoto como Eurípides era a Sófocles:
representaron a las mujeres como debían ser, y es así como ellas eran.
De Dionisos, nos informa Eliano
(Claudio
Eliano Hªs Diversas L4, -3), imitado a Polignoto en todo PLIN TOU
MEGETHOUS, πλὴν τοῦ μεγέθους, excepto en la grandeza, es decir, no tenía su modelo lo sublime.
Este juicio sobre el carácter de nuestro pintor, es a la vez un comentario
en una nota de Plinio, sobre el mismo artista, noticia que es enteramente
diferente del significado que se le dio en el momento.
Dionysius, dijo,
(Plinio
el Viejo libro35 -113) nihil aliud quam liomines pinxit, ob id
Antropographus cognominatus: es decir, pintó a los hombres como hombres,
sin elevarlos por encima de su configuración normal, y es por lo que le ha
dado el apodo Antropographus.
Razonando sobre este método, no hubiera podido ponerlo en práctica de otra manera que dando
a sus figuras, cómicas o trágicas, la semejanza de los individuos, o ciertas
personas y modelos vivos, que habría pintado sin haberlos ajustados al modelo
ideal.
Parece más bien que ha utilizado para sus pintorescas composiciones, eso que
llamamos figuras académicas.
Los autores antiguos, comenzando por Vitruvio, se quejan con frecuencia de
la decadencia de la pintura. El arquitecto romano se levanta con fuerza,
contra la moda introducida en su tiempo, de decorar las paredes de
edificios y apartamentos, con representaciones frívolas, que no dicen nada a
la mente, tales como vistas de estanques, puertos y similares, mientras que
los antiguos
(1) Plin. L. 35. c. 40. §. 43.
(2) Varr. hist. L. 4 c.3.
página 764
griegos, hacían ejecutar sobre las murallas de sus edificios, los sujetos
tomados de la mitología e historia de los héroes.
De estas pinturas vacías se burla Luciano, diciendo; No son villas y
montañas lo que busco en las pinturas; Quiero ver a los hombres, y saber por
sus actitudes y sus acciones, lo que ellos hicieron, y lo que ellos dicen
(Luciano
los contempladores).
Faltará alguna cosa en esta búsqueda de la pintura de los antiguos, si no
doy alguna noticia de obras ejecutadas en mosaico, suerte de pintura
compuesta de numerosas piedras pequeñas y duras, o de numerosas pequeñas
piezas de cristal de diferentes colores.
De acuerdo con esta exposición, vemos que hay mosaicos de dos clases.
La mayoría de los mosaicos del primer tipo, son aquellos que consisten en
pequeñas piedras cuadradas en blanco y negro.
En las mejores obras de esta naturaleza, compuestas de piedras simples,
parece que se han evitado los colores brillantes, como el rojo, verde y
similares, entendiendo que no tenían el color en mármol, donde estos colores
únicos tienen el tono más alto y más hermoso.
Lo que hay de cierto, es que la más bella pieza de este tipo de
mosaico en el Capitolio, representa palomas, el artista no ha usado nada
más que colores mates.
En cuanto a los mosaicos de la segunda especie, son de todos los colores
posibles, pero de pasta de vidrio.
Es así como están ejecutadas ambas (
1
,
2)
piezas de la colección de Herculano, compuestas por Dioscórides de Samos.
Se pueden encontrar una descripción en el volumen siguiente.
Sin embargo yo no pretendo
(1) Contemplât, p. 346.
página 765
donde las pinturas no contienen mosaicos de color amarillo brillante, rojo y
otros, que sería negados por la inspección de los ojos, yo hablaré
solamente, del más alto grado de fuerza de algunos de estos colores.
El mosaico fue singularmente destinado a los suelos de los templos y otros
edificios.
Entonces este tipo de pintura se utilizó para recubrir los techos de los
edificios, ya que todavía vemos hoy una galería subterránea de la famosa
Villa Adriana en Tívoli, este uso que se ha practicado en los tiempos
modernos, testigo es la gran, y la pequeña cúpula de San Pedro.
Estos tipos de bloques se componen de piedras del tamaño de la uña del dedo
meñique.
Cuando uno se encuentra con adornos especiales, hechos en las tablas; así se
encuentra sobre esas tablas en varias colecciones de Roma, entre otras en el
Capitolio.
Las piedras que componen el famoso
mosaico Palestrine son del tamaño que he indicado.
En los apartamentos suntuosos, unos se ejecutaban a veces en el centro,
otros en lugares del borde con figuras de diferentes colores, en particular
cuando el resto están con piedras blancas y negras:
Es de esta especie el mosaico descubierto en un salón debajo del Palestrina
después de unos años.
Las piezas de esta ejecución muy fina, se encuentran pegadas por debajo, y
sobre los lados de pequeñas losetas de mármol, y en consecuencia incrustado
en la mayor parte del trabajo.
Está en el estado en que se encuentra las palomas antiguas, y las dos piezas
de Dioscoride, en el pavimento de dos salones en un edificio de Pompeya.
Yo he querido dejar, tengo el placer, a los aficionados y artífices, algunas
reflexiones sobre los preceptos y
página 766
las observaciones contenidas en el presente Capítulo.
Sin embargo me halagaría, que ustedes encontraran observaciones propias a
rectificar, o bien sean nociones dadas por otros escritores que hayan
corrido la misma carrera.
Pero hay que advertir a unos y otros, que si tienen el tiempo y la
oportunidad de contemplar las obras de arte, utilizando este Tratado,
establecerán en principio, que no hay nada pequeño en el arte.
Si se meten bien en la cabeza, lo que parece tan fácil de comprender, es la
mayor parte del tiempo el huevo de Cristóbal Colón.
El resto es imposible de encontrar y considerar, en el espacio de uno o dos
meses, con el libro en la mano, todas las antigüedades que he remarcado.
Lo mismo que puede encontrar más o menos la diferencia entre los artistas,
incluso las pretendidas minucias ha de conocer un observador atento: lo
pequeño conduce a lo grande.
La diferencia es significativa, entre las observaciones sobre el arte, y las
búsquedas académicas sobre las antigüedades.
Aquí es difícil hacer nuevos descubrimientos, ya que se examinó todo lo que
es monumento público: por el contrario, simplemente si tratan de encontrar,
las cosas más conocidas ofrecen bellezas.
El arte no se agota. Pero la belleza y la utilidad no puede ser capturada en
una sola mirada, como se imaginó cierto pintor alemán que pasó quince días
en Roma.
La solidez necesita profundidad, y no superficialmente.
El primero golpe de ojo echado a una hermosa estatua por un hombre, tiene la
sensación como cuando por primera vez ve el vasto mar.
Su vista se pierde se queda fija, pero después de la contemplación repetida,
su alma se encierra en sí misma, su ojos se vuelven más tranquilos, y desde
ese momento se encuentra en un estado en que puede pasar a todas las partes.
Por eso se debe explicar a sí mismo las obras de arte, como debería
explicarse
página 767
a los otros un antiguo.
Y es ordinariamente la inspección de una obra antigua, como la lectura de un
libro: que nos parece escuchar lo que dice, y rápidamente se explica, y no
se encuentra nada sin entender.
Una cosa es leer a Homero, y otra cosa es traducirlo mientras se lo lee.
página 768
LIBRO QUINTO.
EL ARTE EN LOS ROMANOS.
Revisión del supuesto estilo de los romanos en el Arte.
Después de haber discutido el arte griego, yo me conformaré con la idea
común, acerca de un estilo práctico para los romanos, y entraré en los
detalles de las producciones de los escultores de esta nación; siendo que
nuestros anticuarios y nuestros artistas, hablan de un estilo de arte propio
en la estatuaria de los romanos.
Solíamos ver, y todavía vemos hoy obras de arte, cualquiera de las estatuas,
cualquiera de los bajo relieves, los unos
página 769
con inscripciones, los otros con nombres de artistas.
Entre las obras cargadas de inscripciones, yo citaré la figura (1)
descubierta hace más de doscientos años, cerca de St. Vite, en la
archidiócesis de Salzburgo, y que el cardenal Mathieu Lange, hizo emplazar
en su residencia.
Esta
estatua de tamaño natural es de bronce, y recuerda por la actitud al
Meleagro del Belvedere llamada equivocadamente Antinoo.
Otra estatua de bronce, toda igual a esta, que lleva la misma inscripción en
el mismo lugar, es decir, en el muslo, está en los jardines de Aranjuez,
(1ª edic.cita a Rafale Mengs
como fuente)
el Castillo del placer del
rey de España.
En la estampación, la figura de Salzburgo tiene un hacha de armas, que es
sin duda, una adición moderna añadida por la ignorancia.
Yo colocaría en la misma clase una
estatua de Venus en el Belvedere, había sido erigida, siguiendo su
inscripción grabada en la base, un cierto SALVSTIVS.
(SALLUSTIA, error
dubitativo del editor
En Villa Ludovisi una pequeña figura, de poco más de tres palmos de alta,
que representa
la esperanza: esta figura trabajada en
el estilo Etrusco, en base a una inscripción de la que informé en el
LIBRO anterior.
Una de las dos victorias, de la que ya he hecho mención en el mismo lugar,
lleva un nombre romano, en una de las bandas que le cruzan sobre su espalda.
Con respecto a los relieves cargados de inscripciones romanas, ya cité al
comienzo del tercer LIBRO: uno que representa una despensa, y que se
encuentra en Villa Albani (
¿#?).
Otra obra de esta especie es el famoso
pedestal de mármol elevado sobre
la plaza de Pozzuoli cargado por sus cuatro lados de bajorrelieves,
incluyendo temas
(1) Gruter. Infer. p.989- N.3.
(2) Cons. Defer. des Pier. du cab. de Stofch, p.301.
página 770
que representan las figuras simbólicas de catorce ciudades de Asia; Los
nombres grabados por debajo de cada figura con caracteres romanos, hacen
juzgar, que todo el trabajo fue ejecutado por un artista romano.
En el siguiente volumen entraré más en los detalles, que fue erigido en
honor de Tiberio por catorce ciudades Asia Menor.
Una tercera obra de este tipo, es un bajorrelieve de la Villa Borghese, que
publiqué en mis Monumentos de la antigüedad (1); representa a
Antíope entre sus dos hijos, Anfión y Zeto, con el nombre de cada figura
escrito en caracteres romanos sobre la cabeza.
Zeto aparece con un sombrero atado detrás de los hombros, para designar su
vida en el campo, Anfión tiene el casco en la cabeza, lleva media lira
oculta bajo la clámide.
Al explicar este monumento hablé del casco, pero no pude encontrar el
significado al respecto de que no fuese anfión Guerrero; Yo puedo meramente
citar como un ejemplo de un atributo, al que no podemos dar la razón, una
estatua de Apolo de los tiempos más remotos, con una cabeza rematada con un
casco, y colocado en otra época en Amintas. Ahora creo que puedo adivinar el
doble atributo de Anfión, el casco y la lira.
Los escolios griegos no impresos, sobre el Gorgias de Platón, que el sabio
Muret a tomado de un viejo manuscrito de la antigua biblioteca Farnese, y
que él ha añadido a su Platón, edición Basilea, me hacen conjeturar que el
tema de este bajorrelieve, es una escena de la Antíope de Eurípides.
El hace que el autor de estos escolios sea muy antiguo; porque se refiere a
un lugar que Platón llama la muralla DIA MESON TEICHOS
(Platón
Gorgias), siendo que había subsistido aún en su tiempo; también
nos dice que aquella muralla había sido, aconsejada por Themistocles
(1) Monum. Ant. ined. No. 85.
(2) Gorg.p.306.L.30
página 771
o Pericles para reunir el mayor puerto de El Pireo con el pequeño puerto de
Muniquia.
Meursius en su calificación, como los escritores que hablaron de El Pireo,
no hace ninguna mención a este pasaje, como podría haber hecho debido a la
denominación particular de este muro.
En cuanto a Anfión, nos enteramos de que un pasaje de Horacio, escuchando la
opinión de su hermano, el poeta latino dice:
Nec, cum venari volet ille, poemata panges.
Gratia fie fratrum geminorum Amphionis atque
Zethi dissiduit: donec suspecta severo
Conticuit; Lyra fraternis cessisse putatur
Moribus Anfión.
Hor. L.1. ep. 18.
(Horacio
epistolas 18 -40)
Este pasaje, que nunca estuvo bien iluminado, se convierte en claro por la
nota de scholiaste de Platón: cuando Horacio hizo sin duda alusión a la
Antigona de Eurípides.
Calicles queriendo persuadir a Sócrates, de abandonar las especulaciones
filosóficas, y meterse en las cosas públicas, criticó su gusto por la
meditación, como Zeto criticó a Anfión su pasión por la música, y su
distancia de cualquier otra ocupación, parece, dijo, que yo me encuentro a
ti mismo, en el mismo caso que Zeto se encontró frente a si mismo. Amphion
en Eurípides, porque yo puedo decir lo que el primero, le dijo a su hermano,
que las ocupaciones frívolas hacen que usted pase por alto las cosas más
importantes
(Platón
Gorgias).
Aquí el escoliaste de Platón nos dice, que estas palabras se refiere a un
verso de la tragedia Antiope, de Eurípides, donde Zeto dijo Anfión, que
tirara la lira y tomara las armas: RIPSON TIN LYRAN KECHRYSA DE TOIS OPLOIS.Ῥίψον τὴν λύραν κέχρησο δὲ τοῖς ὅπλοις.
Yo
(1) Gorg. L. 30.
página 772
creo que el artista de nuestro bajorrelieve, quería hacer la idea del poeta,
dando a Anfión casco, y una media lira oculta, como un hombre listo a seguir
el consejo de su hermano.
Confío en que esta digresión no la encuentre desplazada, especialmente si
aclaro un pasaje difícil de Platón, y con ello hemos dado a conocer una
escena de una tragedia de Eurípides, donde he citado un verso; además, hemos
repasado un monumento estimable del arte antiguo, hecho por un artista
romano.
En cuanto a las obras romanas de segunda clase, con los nombres de los
escultores, que se encuentran en las estatuas,
un
Esculapio bastante mediocre en la casa de Verospi: En su base se lee
el nombre de ASSALECTVS.
También vemos un bajorrelieve en la Villa Albani, una pequeña obra, donde un
padre vestido como senador, está sentado en una silla, apoyando los pies
como en un escabel: como escultor sostiene en su mano derecha el busto su
hijo, y en su mano izquierda un cincel. Enfrente de él una mujer enciende un
candelabro.(
Nº186)
La inscripción es:
C. LOLLIVS. ALCAMENES.
DEC. ET. DVVMVIR.
Además de esto, Alcamenes era griego de nacimiento, pero Liberado de la
familia Lollius;
y Estrictamente hablando no puede ser considerado como un escultor romano.
Boissard informa en sus Antigüedades romanas, una estatua con la inscripción
(
¿nº132?):
TITIVS. FECIT.
No citaré las piedras grabadas que llevan nombres
(1) De Rom. Urb. Topogr.& Antiquit. T. 3. Fig.132.
página 773
de artistas romanos, tal que Espoliano, de Cayo, de Cneo.
Sin embargo, estos monumentos no hacen suficiente por establecer un sistema
de arte, ni por determinar un estilo romano particular, diferente de los
etruscos y los griegos.
No hay mucho de apariencia, de que los Artistas de Roma se formaran en un
estilo propio; pero es probable que en los tiempos más remotos, hayan
imitado a los etruscos de los que adoptaron varios usos, y sobre todo muchas
costumbres religiosas.
En relación con los tiempos posteriores, floreció el arte entre los romanos,
y es de creer que el pequeño número de sus artistas, fueran discípulos de
los griegos.
Se debe entender como un todo, y como un obsequio hecho a Augusto, lo que
dijo Horacio de los romanos en su tiempo, cuando dice:
Pingimus, atque
Psallimus, y Luctamur Achivis doctius uncis (1).
Una caja de metal cilíndrico, guardado en la colección del colegio de San
Ignacio en Roma, nos proporciona una prueba incontestable, de que los
artistas romanos del tiempo de la república, se limitaban a imitar las obras
de los etruscos.
El nombre del artista está grabado en la tapa, y dice que hizo este trabajo
en Roma.
Entonces el estilo etrusco, se muestra no solamente en el diseño de
numerosas figuras, sino también en los caracteres de las figuras.
Esta pieza de unos dos palmos de altura, y un palmo y medio de diámetro.
En las bandas que tiene el jarrón, tanto por encima como por debajo, se
remarcan
(1) Hor. L.2. ep.I v.33.
página 774
adornos; y en el centro del espacio vemos reinando todo alrededor de un
grabado hecho a cincel representando la historia de
los argonautas, el desembarco, la lucha y el triunfo Polux sobre Amycus.
Elegí esta pieza, que nos ofrece tres de las principales figuras, Polux,
Amycus y Minerva, y me place el traerlo al principio del capítulo, para dar
una idea del diseño de la obra.
La tapa, alrededor de la cual se muestra representada una cacería, está
coronada por tres figuras fijadas de metal y de altas de medio palmo, a
saber,
el fallecido, en honor y memoria del cual el vaso se colocó en su tumba, y
dos faunos con los pies de hombres, siguiendo la idea de los etruscos,
que figuraron así a estos semidioses, o con pies y una cola de caballo,
donde se encuentra así, ejemplos como el de este monumento.
La figura principal, está situada en medio de los dos faunos, apoyando las
manos sobre sus hombros, y por debajo se lee la inscripción siguiente: de un
lado es el nombre de la mujer que dedicó este monumento a la memoria de su
madre (1):
Por el otro el nombre del artista:
Las tres patas que sirven como soportes para el jarrón, tiene cada una su
particular representación; Sobre una está Hercules,
(1) «Dindia Macolnia filea dedit / Novios Plautios me. Romai fecid » MED. en
vez de ME. Y ROMAI en lugar de ROMAE. Esta inscripción indica las cartas más
antiguas de formulario Romano, y en la más antigua forma de letras, o al
menos etruscos, como el registro L. Corneil. Escipión Barbatus en la
Biblioteca Barberini, que es la inscripción grabada romana más antigua sobre
piedra. He mencionado en mis observaciones La arquitectura como los
Ancianos, p.5.
página 775
con La Virtud y El Placer personificados por figuras de hombres, y no por
figuras de mujeres, como entre los griegos.
El juicio a favor de un estilo particular, atribuido a los artistas Romanos,
y diferente del estilo griego, viene de dos causas.
La primera causa, parte con la explicación en las figuras representadas.
Donde han querido encontrar una línea de la historia romana, en los sujetos
extraídos de la mitología Griega, y por un seguimiento necesario de este
malentendido, no dejaron de atribuir la obra a un artista romano: eso es lo
que creo que he probado en mi Ensayo sobre la alegoría, y en mi Prefacio de
los Monumentos Antigüedad.
Esto es la consecuencia, de que un escritor superficial, tire de la
explicación más segura de una piedra grabada en hueco, en la colección de
Stosch (1).
Esta piedra representa a Pirro sacrificando a Polixena sobre la tumba de su
padre Aquiles (2); pero nuestro razonamiento lo cambia el sujeto, por la
violación de Lucrecia.
Lanza la prueba de su explicación, en la manera romana de trabajar la
piedra, que según él, se distingue evidentemente.
Todas las evidencias que descubren, son consecuencias de una razonamiento
defectuoso inverso, con una falsa tesis que dibujan desde una conclusión
falsa.
Él sin duda, razonando en consecuencia, también hubiera tenido que hablar de
la belleza del grupo, que yo llamo Orestes y Electra y que se conoce bajo el
nombre de
Papirio y su madre, si el nombre del artista griego no estuviera grabado
sobre la obra.
La segunda causa, que parece haber acreditado la idea de un estilo propio de
los Romanos, es al respecto, mal entendido sobre las obras que tenemos por
griegas
Como
(1) Scarfo Lettera c. p.51.
(2) Defer. des Pier. gr. du cab. de Stosch. p. 396.
página 776
se encuentran con muchas mediocres, no son capaces de atribuirlas a los
primeros: se cree que es mucho más prudente poner las defectuosas sobre todo
entre los romanos que a los griegos.
Así, que todo lo contenido bajo el nombre de romano, parece mediocre, pero
sin particularizar en los caracteres.
Es necesario convenir, que comparando las medallas acuñadas en Roma en la
época de la República, con las de las ciudades más pequeñas de la Magna
Grecia, o de la parte citeror de Italia, se diría que las primeras parecen
obras realizadas por aprendices.
Aún remarcaré algunos cientos de medallas romanas de plata, en perfecta
conservación, que fueron descubiertas en un vaso de barro cerca de Loreto, a
principios de 1758.
En comparación con estas medallas, no las podemos mirar como fondos
públicos, es de creer que han sido acuñadas por los artistas romanos en
tiempos, en que las artes de Grecia, aún no habían establecido su sede en
Roma.
Las obras que no requieren gran habilidad, como urnas sepulcrales, no son
suficientes ni para determinar la belleza del diseño, ni para establecer el
carácter del estilo, entendiendo que estas obras fueron hechas antes, y
expuestas en venta para personas de diferente condición, como ya lo dejé
observado.
Es a partir de esta suerte obras, que hicieron uso de la falsa noción de
estilo romano.
Sin embargo, no se discute que las más débiles producciones de este género,
se encuentran realmente obras griegas, como se evidencia por sus
inscripciones en lengua griega, que parecen haberse hecho en los últimos
tiempos de los romanos.
Bajo sus suposiciones gratuitas, creo que estoy en el derecho de tomar como
una quimera la idea de estilo romano
página 777
en el arte.
Lo que es cierto sin embargo, es que al mismo tiempo los artistas romanos
podían ver, e imitar las obras de los griegos.
Ellos estaban bien lejos de poder alcanzarlos.
El propio Plinio testifica el hecho, y nos dice de dos cabezas colosales
situadas en el Capitolio, atrayendo las miradas de los espectadores; que la
una, estaba hecha por el famoso Cares, alumno de Lysipo, y la otra por Decius,
escultor romano, pero que el último pierde tanto en la comparación, que
parece la obra de un artista mediocre
(Plinio
el viejo libro34 -44)
(1) Plin. L, 34. c 18.
página 778
CAPITULO II
El arte en los Romanos
Para no dejar nada decidir al azar sobre el artículo de los romanos, voy a
mostrar en este segundo capítulo, el estado del arte en roma en la época de
los reyes y de la República.
Es probable que, bajo los reyes de Roma, hubiera pocos o ningún romano que
se aplicaran al dibujo, y sobre todo la escultura, porque según las leyes de
Numa, estaba prohibido representar a la Deidad en forma humana, y Plutarco
así lo dice
(Plutarco
Numa 8).
De suerte en ciento sesenta años después del reinado de este rey, o, según
Varrón
(San
Agustín la ciudad de Dios xxxI), durante los
(1) Numa, p.118, l. 26.
(2) Ap. S. Augustin. Civit.Dei. L. 4. c 36.
página 779
ciento setenta primeros años en Roma, no se vieron estatuas ni figuras de
dioses en los templos de los romanos.
Digo en los templos, lo que significa que no había ninguna figura de
divinidad a la que rendirle culto religioso, porque había en Roma estatuas
de dioses de las que vamos a hablar.
Solo parece, que estas figuras no se colocaron en los templos como objetos
de culto.
Hicieron uso de otros monumentos públicos de artistas etruscos, que en los
primeros tiempos estaban en Roma, y después de esos los artistas griegos.
Fueron sin duda, los artistas etruscos los que ejecutaron la estatua de
Rómulo, que se mencionó en el LIBRO Primero en esta historia.
Ignoramos si
la loba de bronce del Capitolio, que amamanta a Rómulo y Remo, y de la
que Dionisio de Halicarnaso habla como una obra de la más alta antigüedad
(Dioniso
de Halicarnaso ant.Rom. libro-1, 89-8), o la que, según Cicerón,
fue dañada por un rayo
(Cicerón
de la adivinacion L1-12).
Lo que es seguro, es vemos una brecha considerable sobre el muslo de este
animal, y tal vez el daño fuese causado por un trueno.
Tarquino el viejo, según Plinio
(Plinio
libro35 -156); o según otros, Tarquino el soberbio, hizo venir un
artista de Fregella del país de los Volscos país, o, según Plutarco
(Vidas
Paralelas Publicola -13), los artistas etruscos de Veio, para
hacer de terracota el Júpiter olímpico, e incluso para ejecutar el carro,
que fue puesto sobre el pináculo del templo.
Otros afirman que este monumento fue trabajada en Veyes, Caïa
(1) Ant. Rom. L. i. p. 64. L 19.
(2) De Divinat. L. 2, c.20.
(3) Plin. L.35. c.45
(4) Plutarch.. Poblic. p.188. I.2
página 780
Cecilia, esposa de Tarquino el Viejo, hizo poner su propia estatua de bronce
en el templo de Dios Sanga (1)
Desde el momento de la República, y durante los disturbios de los Griegos,
las estatuas de los Reyes de Roma todavía se veían en la entrada del
Capitolio
(Apiano
guerras L1 -16).
La simplicidad de las costumbres de los primeros tiempos de la republica, no
brinda oportunidades frecuentes al arte, de ejercitarse en un estado fundado
y respaldado por las armas.
En un artículo del tratado, que la República romana concluyó con Porsenna,
después de la expulsión de los Reyes, se estipuló que el hierro debería
usarse solo en la fabricación de instrumentos agrícolas
(Plinio
el viejo libro34 139): circunstancia suficiente para nosotros
poder juzgar, que la escultura no fuera apenas practicada en Roma, ya que la
defensa estaba privando al arte de los instrumentos necesarios.
El más grande honor que se le podía rendir entonces a un ciudadano, era el
de elevarle una columna
(Plinio
el viejo Libro34 -20) , y, cuando comenzaron a recompensar el
mérito con estatuas, la altura era fija de tres pies
(Plinio
el Viejo Libro34 -24): medida bien limitada para el talento.
Esa es la magnitud que debe asumirse en la estatua de bronce de Horacio
Cocles
(Plutarco
V. Paralelas, Publicola -16), erigida en el Templo de Vulcano; a
la estatua ecuestre de Clelia, también de bronce
(Plinio
el viejo Libro34 -28), que todavía existía en los tiempos de
Séneca
(Séneca,
Consolación a Marcia, XVI); y una infinidad de otras, hechas en
los primeros tiempos de Roma.
El hierro era también el material con el que se hicieron otros monumentos
públicos.
Gravaban sobre las columnas de bronce las nuevas ordenanzas tales
(1) Scalig. Conject. in Varron. p. 171.
(2) Appian. de Bel. civ. L.I P. 168. L. 17.
(3) Plin. L. 34. c. 39.
(4) Plin. L. 34. c. II.
(5) Id. I.. c.
(6) Plutarch. Poblic. p.192.l.20
(7) Plin L. 34. c. 13;
(8) confolat ad Marciam.
página 781
como las que permite al pueblo construir en el monte Aventino
(Dioniso
Halicarnaso Ant.Rom L10 32-4) al principio del cuarto siglo de la
fundación de Roma.
Poco después levantaron las columnas a las que se añaden las nuevas leyes
dadas por los Decenviros (2).
Se puede suponer que la mayoría de las estatuas de los Dioses, en los
primeros tiempos de la República, eran conformes a la grandeza y la
naturaleza de templos, que eran de todo menos magníficos, a juzgar por el de
la Fortuna, que se completó en un año
(Dioniso
Halicarnaso L8 7-3), que se confirma por otras descripciones (4),
así como algunos templos conservados, o por las ruinas de algunos otros.
Es bastante evidente que estas estatuas fueron ejecutadas por artistas
etruscos, al menos Plinio lo asegura del Apolo colosal en bronce, que se
colocó luego, en la biblioteca del templo de Augusto
(Plinio
el viejo Libro34 -43).
Se hizo en el añó 461 de Roma, o en la 121ª Olimpiada
(296 a 293 adc.), que
Espurio Carvilio, ganador de los samnitas, hizo ejecutar la estatua
proyectada por un artista etrusco, utilizando para ello cascos, corazas y
grebas de los perdedores.
Se pretende que era tan grande, que podía ser vista desde la montaña de
Albano, ahora Monte Cavo.
Espurio Casio, Cónsul de Roma en el año 252, ordenó hacer la primera estatua
de Ceres en bronce
(Plinio el Viejo, libro34 -15).
En el año 417, se erigen en el Foro las primeras estatuas ecuestres de los
(1) Dionys.Halicarnass.Ant.Rom.L.10. p.628
(2) Ibid - P.649- L 35.
(3) Dionys. Halic. Ant. Rom. L. 8- P- 305. 1. 4c.
(4) Nonn. ap. Scalig. Conject. in Varron, p. 17.
(5) Plinio 34. c. 18.
(6) Ibid. c. 19.
página 782
cónsules L. Furio Camilo y C. Mcenius, vencedores de los latinos; pero la
historia no dice de qué material.
Los romanos se servían igualmente de los Pintores etruscos: fueron ellos los
que adornaron con sus obras un templo de Ceres.
Plinio nos informa en la reconstrucción del templo, se eliminaron estas
pinturas con una parte de la muralla, y que las transportaron a otro lugar
(Plinio
el viejo L35 -154).
Ellos comenzaron muy tarde a hacer los monumentos de Mármol en Roma, que se
demuestra por la inscripción que se conoce (2) de L. Escipión Barbato (3)
uno de los más ilustres personajes de su siglo.
Está grabado en una especie de piedra muy común, llamado Peperino.
La inscripción de la columna Rostral de C. Duilio, del mismo tiempo, no se
ha sido grabada sobre una piedra similar, y no sobre mármol, como desearían
demostrar por un pasaje de Silio (4).
Además los restos de la inscripción actual, son claramente de tiempo
posterior.
Hasta el año 454 de la fundación de Roma, es decir, hasta la 120ª Olimpiada
(300 adc.), las
estatuas y ciudadanos llevaban el pelo largo y largas barbas (5) pues recién
este año, llegaron de Sicilia a Roma los barberos (6).
Tito Livio informa
(Tito
Livio L27 -34) que el cónsul M. Livio, vivía lejos de la Villa
por cualquier causa de insatisfacción,
(1) Plin. L. 35. c. 45.
(2) Sirmond. explic. hujus Inser. Cons. Fabret. Inser. p. 461.
(3) Liv. L. 35. c. 10.
(4) Rycq. de Capitol, c 33.p. 124.
(5) Varro, c?e re rust. L. 2. 11. p. 54- Cic. Orat. pro M. Calio. c. 14.
(6) Plutarch. Camil. p. 254. l.24
(7) Liv. L, 27. c. 34. c.
página 783
y dejado de crecer la barba, nunca aparecia por Roma. Solicitado del Senado,
sólo después se afeitó.
Escipión el Africano, llevaba el pelo largo en la primera entrevista con el
rey Massinissa (1).
Durante la Segunda Guerra Púnica, la pintura fue cultivada por los romanos,
incluso por los patricios,
La historia nos informa, que Quinto Fabio que fue enviado a consultar el
Oráculo de Delfos, después de la malograda batalla de Cannas, y que fue
apodado el Pittor, por el arte que practicaba
(Tito Livio hª Roma 22-57), difundido en varios personajes de
Fabius, como lo vemos con algunas medallas.
Un par de años después de la batalla en cuestión, Tiberio Graco, después de
la victoria que logró contra los cartagineses, comandados por Hannon, hizo
pintar en el templo de la libertad en Roma, regocijándose con su ejército en
la ciudad de Benevento
(Tito
Livio L24-16).
Tito Livio nos dice, que las tropas fueron tratadas en plena calle por los
de Benevento.
Como la mayoría eran esclavos armados. a quienes Graco con la aprobación del
senado, había prometido la libertad antes del combate, los soldados tomaron
sus comidas en el sombrero de piel de la cabeza, y en la frente ceñida
llevaban una banda de lana blanca, signo de su emancipación.
Pero entre esos soldados hubo varios que no habían hecho su deber, y éstos
recibieron la orden de tomar sus comidas de pie, mientras durase la guerra.
Entonces en esta pintura se veían soldados en una mesa, de pie, y otros
burgueses que les servían.
El famoso Pacuvio, sobrino de Ennio, fue también pintor y Poeta.
Plinio narra desde Varrón, la reconstrucción
(1) Liv. L. 28. c.35
(2) Id. L.22. c.7.
(3) Id. L.24. c 16.
página 784
del templo de Ceres en Roma, Damophilo y Gorgaso, modeladores y pintores
griegos, lo adornaron con sus obras, después de que hubieran llevado las
antiguas pinturas, realizadas por Artistas etruscos, como hemos dicho
anteriormente,
Aquí están las palabras de Plinio:
Ante hanc aeden Tuscanica omnia in
aedibus fuisse (Plinio
el viejo L35 -154).
Para mí, que quería decir aquí pinturas etruscas.
Me parece que el P. Hardouin no ha comprendido todo el significado de
Plinio, cuando cree que antes de la reconstrucción del templo, todas las
figuras habían sido de bronce.
En la Segunda Guerra Púnica los romanos desplegando todas sus fuerzas
oponiéndose a los obstáculos para lograr el triunfó.
a pesar de la derrota total en varias batallas, y la disminución
significativa de los ciudadanos, reducidos a un número de 137.000
(Tito
Livio Hªde Roma L27-36), vimos a estos pueblos hacia el final de
la guerra, aparecer en el campo con veintitrés legiones
(Tito
Livio Hª de Roma L26-1).
Roma, en esta guerra, así como Atenas con los persas, tomó otro forma.
Los romanos, habiendo conocido y aliado con los griegos, sintieron nacer en
ellos el gusto por sus Artes.
Las primeras obras griegas fueron llevadas a Roma por Claudio Marcelo, luego
de apresar Siracusa.
Utilizó las estatuas, y las obras de arte secuestradas en esta ciudad, en la
decoración del Capitolio, y para adorno de un templo que consagró al lado de
la puerta Capena
(Tito
Livio Hª de Roma L25-40) ; (Plutarco
Vs.Paralelas Marcelo 30 ).
La ciudad de Capua, reducida por los Romanos, tuvo el mismo destino. Quinto
Fulvio Flaco, la despojó de sus adornos, enviando todas las estatuas a Roma
(Tito
Livio Hª de Roma L26-34).
A pesar de
(1) Plin. L.35. c.45.
(2) Liv. L. 27.c.36.
(3) Id. L.26 c.I
(4) Liv. L.25.c. 40.; Plutarch. Marcel,p.564.
(5) Id. L. 26, c. 34.
página 785
la inmensa cantidad de obras de arte, tomadas a los vencidos, no se permitió
hacer en Roma nuevas estatuas de deidades.
Fue por esa época, que los tribunos del pueblo utilizaron el producto de las
multas, para colocar estatuas de bronce en el templo de Ceres
(Tito
Livio Hª de roma L27-6).
Durante el 17 y último año de esta guerra, los Ediles se sirvieron aún de las
multas, para erigir en el Capitolio otras tres estatuas
(Tito
Livio Hª de Roma L30-39).
Del mismo producto se hicieron tres nuevas estatuas de bronce, en honor a
Ceres, de Liber Pater, y de Libera
(Tito
Livio Hª de Roma L33-25).
L. Stertinius también usó el botín hecho en España, para elevar sobre el
mercado de ganado dos arcos de triunfo, que fueron decorados con estatuas
doradas
(Tito
Livio Hª de Roma L33-27).
Tito Livio observa, que los edificios publicados llamados basílicas, aún no
existían entonces Roma
(Tito
Livio Hª de Roma L26-27).
En las procesiones públicas llevaban estatuas de madera, como ocurrió dos
años después de tomar Siracusa
(Tito
Livio Hª de Roma L27-37) Y, en el duodécimo año de la guerra, un
rayo cayó en el templo de Juno Regina sobre el Palatino, y se ordenó desviar
todo presagio siniestro, y que portaran en procesión, dos estatuas de la diosa
de madera de ciprés sacadas de su templo: estas estatuas fueron acompañadas
de veintisiete Vírgenes, portando vestidos largos, y cantando un himno en
honor de la Diosa.
Cuando Escipión el Africano hubo expulsado a los cartagineses de toda
España, y estaba a punto de ir a atacarlos en la propia África, los romanos
enviaron
(1) Liv. 27. c.6
(2) Id. L. 30. c. 39.
(3) Id. L. 33. c. 25.
(4) Id. L. 33. c. 27.
(5) Id. L. 26. c. 27.
(6) Id. L. 27. c. 37
página 786
al oráculo de Delfos, dos figuras de sus dioses hechas de 1.000 libras de
plata de peso, tomado a los vencidos, y al mismo tiempo una corona de oro de
doscientas libras de peso
(Tito
Livio Hª de Roma L28-45).
Lucio Quincio, después de haber terminado la guerra entre los Romanos y
Filipo, rey de Macedonia, hizo transportar desde Grecia a Roma una gran
cantidad de estatuas de bronce y mármol, e infinitos jarrones y un obras
primorosas: todas estas riquezas fueron expuestos a la vista del pueblo,
durante su triunfo que duró tres días, y que data de la 145ª Olimpiada
(200 adc.).
(Tito
Livio Hª de Roma L34-52)
Entre estos tesoros había, diez escudos de plata y uno de oro,
independientemente de ciento catorce coronas de este último de metal, dadas
en presente por las ciudades griegas.
Poco después, es decir, un año antes de la guerra que los romanos dieron a
Antíoco el Grande, rey de Siria, se erigió en el pináculo del templo de
Júpiter Capitolino, una cuadriga dorada con doce escudos de oro también
(Tito
Livio Hª de Roma L35-41).
Escipión el Africano, habiendose ofrecido para servir contra Antíoco como
teniente de su hermano, hizo construir antes de su partida a Asia, un arco
de triunfo en la subida del Capitolio, y lo adornó con siete estatuas
doradas, y dos caballos: delante del Arco puso dos grandes cuencos de mármol
(Tito
Livio Hª de Roma L37-3).
Hasta la 140ª Olimpiada, y justo en el momento de la victoria contra Antioco por
Lucio Escipión, hermano del Africano, las estatuas de divinidades colocadas
en los templos de Roma eran
(1) Liv. L.28. c. 45.
(2) Id. L. 34. c. 52,
(3) Id. L. 35. c. 41.
(4) Id. L. 37. c.3
página 787
en su mayoría de madera o arcilla
(Plinio
el Viejo libro34 -34); Y Tenía entonces muy pocos edificios
públicos esta ciudad, que tenía cierta apariencia de esplendor
(Tito
Livio Hª de Roma L40-5).
Pero esta victoria, hizo a los romanos dueños de Asia hasta los montes
Tauro, y llenó Roma de un inmenso botín, levantó la magnificencia de esta
capital e introdujo el lujo y la suavidad de los asiáticos
(Tito
Livio Hª de Roma L39-6).
Fue también en esta época, que los romanos adoptaron las bacanales griegas
(Tito
Livio Hº de Roma L39-9).
Entre las riquezas que levantaron la pompa del triunfo de L. Escipión, había
jarrones de plata vasos de plata fundida y cincelada, con un peso 1,424
Libras
(x);
Había jarrones de oro trabajados de la misma manera, que pesaban mil
veinticuatro libras
Los romanos, después de haber introducido y adoptado los Dioses de Grecia,
con falsos nombres griegos
(Cicerón
discurso pro Cornelio Balvo 24), hechos objetos de su adoración,
les dieron Sacerdotes de esta misma nación.
Esta innovación ofrece una oportunidad de mandar hacer estatuas de dioses en
Grecia, y de hacerlas ejecutar en Roma por los maestros griegos.
Los bajo-relieves en terracota, conservados en los templos antiguos, se
convirtieron en objetos de broma, nos enteramos por un discurso de Catón
el Censor
(Tito
Livio Hº de Roma L34-4).
Fue por entonces cuando el rey Filipo de Macedonia, el triunfo de I.
Quinctio, y recibió los honores de una estatua en Roma con una inscripción
griega (8), que hace conjeturar que el trabajo era de un artista
(1) Plin. L. 34. c.11.
(2) Liv. L. 40. c.5.
(3) Id. L. 39. c. 6.
(4) Ibid. c. 9.
(5) Id. L. 37. c.59.
(6) Cic. Orat. pro Corn. Balbo. C 24.
(7) Liv. L. 34.c;4
(8) Ryeq. de Capitol, c.26. p. 105.
página 788
griego.
La inscripción colocada sobre la base de una estatua Augusto hizo erigir a
César hace conjeturar la misma cosa.
Apenas fue la paz concluida con Antíoco, que los etolios, aliados del rey,
retomaron las armas contra los macedonios.
Los romanos, amigos entonces de estos, tomaron parte en esta guerra, y
sitiaron Ambracia. que se vio obligada a rendirse después de una obstinada
defensa.
Esta ciudad, que una vez fue la residencia del Rey Pirro, estaba repleta de
estatuas de bronce y mármol, cuadros y otras obras de arte, que se vieron
obligados a entregar a los ganadores.
Todo fue trasladado a Roma, de manera que los Ambraciotas se quejaron al
Senado, que no habian conservado ni una sola imagen de una divinidad a la
que poder reverenciar
(Tito
Livio L38-43).
M. Fulvio ganador de los etolios, apareció en el triunfo que le fue
concedido, con doscientas ochenta estatuas de bronce, y doscientas treinta
estatuas de mármol
(Tito
Livio Hºde Roma L39-5).
Hicieron venir a artistas griegos a Roma, para el orden de los juegos que
dio el concul al pueblo
(Tito
Livio Hªde Roma L39-22).
fue entonces cuando vimos por primera vez aparecer luchadores, al uso de los
griegos.
El mismo M. Fulvio siendo censor con M. Emilio, el año 573 de Roma,
comenzaron a decorar la ciudad con edificios públicos, donde reinaron la
magnificencia
(Tito
Livio Hªde Roma L40-52,52).
El mármol no era común en Roma, en aquellos tiempos no se extraía fácilmente
en Ligura, donde había en Luna, ahora Carrara, que trabajaban entonces como
ahora, un hermoso mármol blanco.
Se apoya esta conjetura en que el Censor
(1) Liv. L. 34. c. 4.
(2) Id. L. 39. c. 5.
(3) Ibid. c. 22.
(4) Id. L.40 c. 51- 52.
página 789
Fulvio, hizo transportar a Roma las baldosas de mármol,
(Tito
Livio Hªde Roma L42-3) con las que estaba cubierto el famoso
templo de Juno Lacinia, cerca de Crotona, en la Magna Grecia, para hacer el
techo de un templo que había hecho construir.
Su Colega, el Censor Emilius, hizo pavimentar un mercado, esto parece
extraño, pero hizo palidecer a todo alrededor
(Tito
Livio Hªde Roma 41-27).
La cantidad infinita de las más raras figuras y de las más hermosas estatuas
que Roma se encontraba llena, y el considerable número de artistas que
habían sido traídos o llevados como cautivos, finalmente nació en los
Romanos el amor por las artes.
Entonces vimos a los Patricios deseosos de educar a sus hijos en el dibujo,
y Plutarco nos dice del ilustre Paulo Emilio, que dio a sus hijos a los
pintores y escultores para instruirlos en ambas Artes
(Plutarco
Paulo Emilio 5).
El año de Roma 564
(189 adc.),
Escipión el Africano había colocado la estatua de Hércules en el templo de
este semidiós (4), y dos vigas de oro en el Capitolio.
El edil Fulvio Flaco erigió en el mismo lugar dos estatuas de oro.
El hijo de Glabrion que había derrotado El rey Antíoco cerca de las
Termópilas, erigió a su padre la primera estatua de oro.
Tito Livio dijo, que fue la primera estatua de este tipo que vivimos en
Italia
(Tito
Livio Hªde Roma L40-34), pero nos habla sin duda de estatuas de
grandes hombres.
En la última guerra de Macedonia, los Diputados de la ciudad de Calcis se
quejaron de que el pretor C. Lucrecio, al que se habían rendido,
(1) Liv. L.42. c. 3.
(2) Id. L.41. c.32
(3) Plutarch. Paul. Aemil. p. 470.L.15
(4) Liv. L. 38. c.35
(5) L.40. c.34
página 790
había saqueado todos sus templos, y llevado a Anzio todas las estatuas y
otros tesoros
(Tito
Livio Hªde Roma L43-4).
Tras la derrota de Perseo, Paulo Emilio fue a Delfos, donde trabajaban las
bases en las que este rey deseaba dejar sus estatuas: el vencedor se las
apropió para si
(Plutarco
Paulo Emilio 27) ,
(Tito
Livio Hªde Roma L45-27).
Tal es la imagen del arte de Roma, en el momento de la republica.
En cuanto a su historia del arte desde esta época, hasta la pérdida de la
libertad de Roma, en la tercera parte es necesario buscar; porqué llega a
este término, que está muy relacionado con la historia de Grecia.
Además, las memorias que les doy tienen la ventaja que si alguien desea para
tratar la materia más a fondo, podría solventar por si mismo algunos
problemas:
la investigación que he realizado, la he hecho comparando los autores, y
establecimiento un orden cronológico para que le pueda servir de guía.
Para concluir, y para volver al arte griego, como nuestro objeto principal,
debemos expresar nuestra gratitud a los romanos, por todos los monumentos
que poseemos.
En cuanto a la propia Grecia, había hecho pocos descubrimientos, porque los
dueños de estos países no buscan ni apreciaban este tipo de tesoros.
Sólo Atenas, informa Cicerón, propaga elocuencia en todos los países, y lo
exporta por así decirlo, con los mercaderes del Ática, en todos los puertos y
en todas las costas, ya que se puede decir que la ciudad de Roma, después de
dar luz el arte griego, ha dibujado los monumentos de la ceniza de las
ciudades, y ha comunicado sus descubrimientos
(1) Liv. L. 43. c. 9.
(2) Id. L. 45. c. 27. Plutarch. Aemil. p. 492. L. 14.
página 791
y sus tesoros, a las naciones más lejanas de Europa.
Así por tanto, la Roma moderna, como la Antigua Roma, se convierte en la
legisladora y maestra del mundo:
Del seno de su riqueza ofrecerá a los ojos de la posteridad, las obras,
una vez admiradas por Atenas, Corinto y Sición. - Pero yo recuerdo las
palabras de Pitágoras: El que de mi aprende, debe sellar el discurso con el
silencio.
Fin del segundo tomo.
página 792
Tomo III
página 793
página 794
HISTORIA DEL ARTE DE LA ANTIGÜEDAD.
LIBRO SEXTO.
REVOLUCIONES EN EL ARTE.
Arte considerado de acuerdo a las circunstancias externas de la época.
La tercera parte de esta obra, contiene la Historia del Arte en el sentido
más estricto.
Trata del destino que han experimentado los griegos, en relación con las
circunstancias externas, que han tenido la mayor influencia sobre las artes
de imitación.
Para la ciencia, incluso aquellos mismos que
página 795
proponen la sabiduría para el propósito, dependiendo del tiempo y sus
revoluciones, para más razón, las artes deben su existencia y su apoyo al
lujo, y a menudo a la vanidad.
Por lo tanto, era necesario especificar las circunstancias en las que los
griegos se vieron en ciertas épocas: es lo que vamos a hacer de una manera
sucinta, y de acuerdo con nuestro plan.
El resultado de esta historia, es entre todas las causas que contribuyeron a
la perfección del arte, que la libertad ha sido una de las principales.
Como yo me he propuesto dar una Historia del Arte, y no de los Artistas, yo
he creído que podía prescindir de insertar las vidas de estos, especialmente
en lo que ya se ha escrito por otros; pero he tenido cuidado de incluir sus
principales obras, y describir algunas de acuerdo a la esencia del arte.
Por la misma razón, me excusé de nombrar a todos los artistas que Plinio y
otros autores mencionan, sobre todo cuando al respecto solo cito los nombres
y las obras, con la que los aficionados puedan tener alguna instrucción.
En cuanto a los artistas griegos más antiguos, doy unas noticias precisas en
orden cronológico, o porque fueron pasados en silencio por los escritores
modernos, puramente históricas, o ya sea porque una indicación de sus obras
revela un fuerte incremento del arte de la antigüedad.
Es a través de este prospecto, considerando los más antiguos recuerdos que
han sobrevivido, que yo comienzo esta parte.
El Arte, cultivado en los siglos más remotos, es la época de Dédalo.
Pausanias nos dice, que en su tiempo todavía contempló figuras de madera de
la mano del famoso artista, y que a pesar de la tosquedad del trabajo, tenían
apariencia,
página 796
imponente aspecto, y algo divino
(Pausanias
L2 4-5).
Al mismo tiempo vivió Esmilis
(Pausanias
L7 4-5), hijo de Euclides, de la isla de Egina; hizo dos estatuas
de Juno, una para Argos, y otra para Samos.
Este Esmilis es probablemente, el Escelmis de Calímaco (3), que nos dice que
era uno de los artistas más antiguos.
Como el mismo Calímaco habla, de una estatua de madera de Juno de este
escultor, aparentemente debe ser leído Smilis, en vez de Scelmis, como puede
verse en las observaciones de Benthley, sobre el pasaje en cuestión de
nuestro poeta.
Eudocus
(error del editor,
Será Endeo, así está en anteriores ediciones) era uno de los alumnos
de Dédalo, y se alega, que le siguió a Creta
(Pausanias
Libro1 26-4).
Los tiempos siguientes, parecen ser aquellos donde se vieron florecer los
artistas de Rodas.
Los escultores de esta isla, que ejecutaron estatuas en diferentes enclaves
de Grecia, llevaban todos el nombre de Telchiniques, TELCHINIAE, (τελχίνιαι) porque los
antiguos habitantes de Rodas se llamaban Telchinios
(Diodoro
Sículo L5 -55).
Pero la época determinada de los antiguos artistas, comienza por Gitiadas,
Escultor Lacedemonio, de quien Esparta conserva varias estatuas de bronce
(Pausanias
Libro3 17-2)
Este artista había vivido antes de la guerra de los espartanos contra los
mesenios, guerra que había comenzado en la 9ª Olimpiada, y que equivaldría
al duodécimo año de la fundación de Roma.
(aprox 741 adc.)
En cuanto a la manera de contar por Olimpiadas, esto comenzó a los
cuatrocientos siete años después la guerra de Troya (7).
Fue hacia la 18ª Olimpiada que Bularcho, famoso pintor se distinguiera por
su talento.
Por Plinio nos enteramos de que uno de sus cuadros, que representa una
batalla,
(1) Pausanias. L. 2. p.12. l,6.
(2) Id. L.7. p. 531. l.5.
(3) Fragm. 105. p. 358
(4) Pausanias.L. 1. p.62.
(5) Diod. Sic. L.5. p. 326.
{6) Pausanias. L.3. p. 250. 251.
(7) Euseb. praep. evang. L.10. p.291.l.32.
página 797
fue pagado por su peso en oro
(Plinio
el viejo Libro35 -55).
Es cierto que Aristocles de Cydonia, en Creta, había vivido en esta época, ya
que se coloca antes, de la revolución que hizo cambiar a la ciudad de Mesina
en Sicilia, su antiguo nombre de Zancle, por el de Mesina
(Pausanias
libro5 25-11), revolución que llegó antes de la 29ª Olimpiada
(Pausanias
Libro4 23-10).
En Olimpia se observaron de la mano del artista, a Hércules, que lucha con la
amazona Antíope montada caballo, para quitarle el cinturón.
Los artistas que luego se distinguieron fueron: Melas, de la isla de Quios, su
hijo Micciades y su nieto, Antermos
(Plinio
Libro36 -11).
Antermos Tenía dos hijos, que florecieron en la 60ª Olimpiada; uno se llama
Bupalus, el otro llevaba el nombre de su padre, y fueron estimados artistas,
entre sus antepasados, que llegaban a la primera Olimpiada.
Bupalus no era solamente un escultor, sino también arquitecto, y fue el
primero que representó figuradamente la diosa Fortuna
Se podía ver también por este tiempo que floreció Dipeno y Scillis, que
Pausanias los mal propone como Discípulos de Dédalo
(Pausanias
Libro2 15-1), a menos que se trate un Dédalo posterior al
primero, alumno de Patroclo, que fue después del siglo de Fidias, como dice por
una estatua del mismo, oriundo de Sición.
Ellos tuvieron por discípulo a Learco de Regio
(Puasanias
libro3 17-6), cuando la Gran Grecia, Doryclidas
(Pausanias
Libro5 17-1) y Dontas
(Pausanias
libro6 19-14), ambos Lacedemonios (7),
Que Tectéus y Angelion hicieron en Delos una estatua de Apolo
(Pausanias
Libro9 35-3), la misma estatua tal vez que un siglo antes todavía
se veía en la isla de Delos varios fragmentos con la base y su famosa
(1) Plin. L.35. c.34.
(2) Pausanias. L.5. p. 445.
(3) Id. L. 4.p. 337. I, 18.
(4) Plin. L. 36. c. 5.
(5) Pausanias. L. 4. p.355- I.2
(6) Id. L. 2. p. 143. ad. fin. p.161 ad. fin.
(7) Id. L. 2. p. 251. ad. fin.
(8) Id. L. 2..p 187.l.24
página 798
inscripción.
Si adoptamos el sentimiento de aquellos que sostienen, que la copa de oro de
la mano del escultor Bathycles de Magnesia (1), copa consagrada por los
siete sabios al Apolo de Delfos, fue hecha entonces, y no más bien que sería
necesario, que este artista que decoró numerosos relieves del trono de la
estatua colosal del Apolo de Amyclea
(Puasanias
Libro3 18-8 y sig), hubiera florecido en la época de Solón, es
decir, en la 47ª Olimpiada, donde el Legislador de Atenea era Arconte en la
ciudad (3).
Se podría sin duda colocar en el mismo tiempo, a Aristomedon de Argos
(Pausanias Libro10 1-10)) de Pythodoro de Corinto
(de Tebas, error del Editor,
está correcto en ediciones anteriores)(Pausanias
Libro9 34-3) y Damophon de Mesenia
(Pausanias
Libro7 23-6)
Este Damophon hizo en Egira, en Acaya, una Juno Lucina de madera, cuyos pies
y manos eran de mármol (7):
El mismo artista hizo otro Mercurio y Venus de Madera en Megalópolis, en la
Arcadia
(Pausanias
libro8 31-6).
Lafaes de Fliasie, autor de un Apolo trabajado en el estilo de los antiguos, y
conservado en Egira, probablemente vivió en la misma época.
(Pausanias
Libro2 10-1).
Poco después vieron distinguirse a Daméas, de quien se veía en Elis la
estatua de Milon del Croton
(Pausanias Libro6 14-5), estatua, que él debe haber hecho después
de la 60ª Olimpiada, a juzgar por el tiempo en que vivió Pitágoras (11);
pero sobre todo, porque antes de este tiempo no se erigieron estatuas en
Elis a atletas, como la de Milon (12).
Este Daméas era contemporaneo
(1) Cons. Freret, Recherch. fur des Ane. p. zç5.
(2) Pausan. L. 3. p. 255. l. 12.
(3) Scalig. animadv. in Euseb. ehron. p.87.
(4) Pausan. L.10.p.801
(5) Id. L. 9. p. 778. l. 22.
(6) Id. L. 7. p. 582. l. ult.
(7) Ibid.
(8) Id. L. 8- p. 665. l.15.
(9) Id. L. 7. p. 592. I. 25.
(10) id.L.6. P.486. l.1
(11) Benthley's, Diss. upon the Ep. of Phalar. p. 72.fq
(12) Pausanias. L. 6. p. 497.l.8.
página 799
de Syadras y Chartas, ambos Lacedemonios y expertos en su arte; como lo
fueron los Euchirus maestros de Corinto, que fueron Maestros de Clearco de
Regio, en la Magna Grecia, artista de la escuela del famoso Pitágoras, que en
la misma ciudad estudió escultura
(Pausanias Libro6 4-4).
Enseguida aparecieron Stomius y Somis, que florecieron antes de la batalla de
Maratón
(Pausanias Libro6 14-13)
Así como Callon, de la isla de Egina, Discípulo de Tecteo, del que hemos
hablado anteriormente
(Pausanias Libro2 22-5).
Es necesario que este Callon, hubiera alcanzado una edad muy avanzada, y que
sobreviviese a Fidias, ya que teníamos de su mano, uno de los tres grandes
trípodes de bronce, con una Figura de Proserpina colocada entre sus tres
pies.
Los Lacedemonios, después de la victoria sobre los atenienses con Lisandro a
lo largo del río Egis o de la cabra, enviaron estos trípodes de presente al
Templo de Apolo Amycleo
(Pausanias libro3 18-8).
Este día de la victoria, es del último año de la 93ª Olimpiada (5).
Poco antes de Callon de Egina, vimos aparecer otro Callon de Elis, que se
hizo famoso por treinta estatuas de bronce, representando la juventud
Messenia de Sicilia, con su Maestro y un flautista, que perecieron en un
naufragio en el Estrecho de vuelta entre Mesina y Regio.
Rechazo la edad de este artista, porque las inscripciones de sus estatuas
estaban compuestas por Hipias, famoso retórico de los tiempos de Sócrates, y
el CHRONO YSTERON, (χρόνῳ δὲ ὕστερον),encontrado allí, se añadió en tiempos posteriores, la
información
(1) Pausanias. L. 6. p.461.
(2) Ibid. p. 488.l.20
(3) Id. L.5. p. 443.l. 15.
(4) Id. L. 3. p.255.
(5) Diod. Sic. L. 13. p.244.
página 800
de Pausanias
(Pausanias Libro5 25-4).
De acuerdo con el testimonio del mismo escribano, Callon de Egina vivió en
el siglo de Canachus
(Pausanias libro7 18-10), que Plinio dice que floreció en la 85ª
Olimpiada, que es muy probable, ya que era un discípulo de Policleto. Los
otros contemporáneos de Callón fueron Menechmus y Soidas de Naupacto (3).
Este último hizo una Diana Lafria de marfil y oro, en el templo de la diosa,
en Calydon, figura que fue transportada por Augusto a Patra, en la Arcadia
(Pausanias Libro7 18-8).
Por el mismo tiempo se vió florecer a Hégias de Atenas, y Agelades de Argos,
Maestro de Policleto:
Este Agelades representó montado en un carro, a Cleóstenes victorioso en los
juegos olímpicos de la 66ª Olimpiada.
Un cierto Ascarus, hizo en Olimpia un Júpiter con una corona de flores
(Pausanias Libro5 24-1).
Antes de la expedición de Jerjes contra los griegos, los escultores más
famosos fueron los siguientes: Simón y Anaxágoras, ambos de Egina; este
último hizo una estatua de Júpiter, que los griegos habían puesto en Elis,
después de la batalla de Platea
(Pausanias libro5 23-3).
Onatas hijo de Mycon, de manera similar Egineta, y autor de numerosas obras,
especialmente los ocho capitanes que estaban echando suertes para luchar
contra Héctor, estatuas que se veían en Elis
(Pausanias Libro5 25-10).
Dionisio y Glauco de Argos
(Pausanias Libro5 26-5), fueron en el momento que vivía Anaxilas,
Tirano de Regio, es decir, entre la 71ª y 66ª Olimpiada (9): sobre el lado
de un caballo
(1) Pausanias L.5. p.443.
(2) Id. L. 7. p. 570.
(3) Ibid
(4) Id. L. 7. p. 569
(5) Id. L. 5. p. 439- l 14.
(6) Ibid. p. 437
(7) Ibid. P. 445. l.5
(8) Ibid. P. 446 l.9
(9) Benthley. I. c.p.156.
página 801
de la mano de Dionisio fue grabada la inscripción.
(Pausanias Libro5 27-2).
Aristomedes y Sócrates, autores de una Cibeles que había pedido hacer Píndaro
para su templo de Tebas
(Pausanias libro9 15-3)
De Peonius de Mendes en Tracia, como en Olimpia, se vio una figura de una
Victoria
(Pausanias Libro5 26-1)
Glaucias de Egina que hizo al mismo, Rey Gelón de Siracusa, subido en un
carro
(Pausanias Libro6 12-1)
por último, Eladas de Argos, maestro de Fidias (5): Estos fueron los artistas
que ilustraban Grecia, en el primer período del arte.
Estos artistas fundaron diferentes escuelas. Las más famosas de Grecia, como
las escuelas de Egina, de Corinto y Sición, la cuna de las obras de arte, se
remontan a los tiempos mas antiguos (6).
La última escuela de Sición, fue quizás fundada por dos famosos escultores,
Dipœne Y Scyllis, que se asentaron en esta ciudad:
Hablé anteriormente de algunos de sus discípulos. Aristocles
(Pausanias Libro6 3-11) hermano de Canachus fue visto siete
generaciones posteriores, como líder de una escuela que había durado mucho
tiempo en Sición.
Pausanias, hablando de Demócrito, otro escultor de Sición, nos dio a conocer a
sus maestros que se remontan hasta la 5ª
(Pausanias libro6 3-5).
Polemón escribió un tratado sobre las tablas de Sición, y sobre un pórtico
de esta ciudad, que contenía una infinidad de obras de arte
(Ateneo Libro13 ).
Eupompus Maestro de Pánfilo, que tuvo por discípulo a Apeles, asegurado por
(1) Pausanias. L.5. p.448. I. 9.
(2) Id. L. 6. p. 758. 1. 18.
(3) Id. L. 5. p. 446. 1. 4.
(4) Id. L. 6. p. 474. 1. 2.
(5) Schol. Aristoph. Ran. v.504
(6) Plin. L.35 c.40 , Conf. L.36.c.4
(7) Pausanias. L. 6. p. 459. l.6
(8) Id. L. 6. p. 457
(9) Athen. Deipn. L. 13.
página 802
su crédito en las escuelas combinadas de Grecia, y conocidas durante algún
tiempo con el nombre de las escuelas heládicas, divididas a su vez,
independientes de la escuela jónica, asignada a los griegos asiáticos,
todavía tenían escuelas Áticas y Sicyonias, que existían cada cual por sí
mismas
(Plinio Libro35 75)
Pánfilo y Policleto, Lisipo y Apeles, dieron el último lustre a esta
escuela.
También parece que en la época de Ptolomeo Philadelfos, rey de Egipto, la
ciudad de Sición poseía la más famosa escuela de pintura.
Ciertamente, en la descripción de la procesión magnífica, hecha por el
príncipe, no hay duda de que las tablas, eran de manos de maestros sicionios
(Ateneo libro L5).
Desde la mas alta antigüedad, Corinto era por su buena posición, una de las
ciudades más poderosas Grecia, que le dieron los primeros poetas el nombre
de opulenta
(Tucídides Libro1 13 ).
Se afirma que Ardice de Corinto, y Telephane de Sición, fueron los primeros
que, no contentos con trazar el contorno de una figura, comenzaron a
difundir algunos trazos en el interior de este contorno
(Plinio el viejo Libro35 16).
Pero Estrabón habla de ciertas tablas de Cleantes, compuestas de varias
figuras que existían todavía en su tiempo
(Estrabon Geografía Libro8 12).
Antes de la 40ª Olimpiada, Cleophantus llegó a Italia con Tarquino el viejo,
y le mostró a los romanos primero el arte de la pintura, practicada en
Grecia.
En la época de Plinio se veía aún de Lanuvium, un Atalante y Helena, figuras
desnudas de un hermoso dibujo, de la mano de este maestro
(Plinio el viejo Libro35 17)
(1) Plin. L. 35. c. 36.
(2) Athen. Deipn. L.5 P.186. F.
(3) Thucyd. I.1. p. 6. I.1 feq.
(4) Plin. L. 35- c.5.l.1. 1. i.
(5) L. 8. p. 529. 1. 17. éd. Alimel.
(6) Plin. L.35- c. 6.
página 803
Si uno pudiera juzgar la antigüedad de la escuela de Egina, por el renombrado
Smilis, artista de esta la isla, remontaríamos hasta el siglo de Dédalo.
Es cierto, que en los tiempos más remotos allí se formó una escuela de arte:
y que está probado por los registros de estatuas, dispersas por Grecia, y
trabajadas a la manera Egineta.
Plinio, hablando de un cierto Artista de Egina, no nos dice su nombre, pero
nos lo caracteriza con la denominación escultor de Egina
(Plinio el viejo Libro35 145).
Los habitantes de esta isla, que eran Dorios, fueron grandes mercaderes y
famosos navegantes: circunstancias muy favorables para el progreso de las
Artes de imitación (2): de suerte que sus producciones de arte, y
especialmente sus jarrones de barro, que al parecer estaban pintados, fueron
muy buscados.
Pausanias habla con elogios del comercio marítimo de estos isleños en los
tiempos más antiguos
(Pausanias Libro8 5-8).
El mismo escritor nos dice, que hubo un tiempo donde las fuerzas navales
eginetas eran superiores a las de Atenas
(Pausanias libro2 29-5).
Por otra parte, antes de la guerra contra los persas, los barcos de los dos
pueblos no tenían más de cincuenta remos y sin cubierta
(Tucídides libro1 14)
Los celos reinaron entre estas dos potencias marítimas, finalmente se rompió
a través de una guerra abierta, que no había terminado cuando Jerjes entró
en Grecia (6).
Egina, habiendo contribuido significativamente a la victoria de Temístocles
sobre los persas, también tomaron y transportaron allí y vendieron el rico
botín, hecho sobre los vencidos, que añadió significativamente,
(1) Aeginatae fictoris. Plin. L. 36.4 N.10.
(2) Pausanias. L, 10. p. 798. 1. 7.
(3) L. 8. p. 608. 1.31.
(4) Idem. L. 2. p. 178. l.24
(5) Thucyd. L. 1. p. 6. 1. 18.
(6) Pausanias. L.1 p. 72. l. 24,
página 804
según informa Herodoto, la opulencia de esta isla
(Herodoto 5-81).
Egina se mantuvo en este estado floreciente hasta la 88ª Olimpiada
(428 adc.), cuando
sucumbe al esfuerzo con Atenas, que la castiga por tomar el lado de los
espartanos.
Expulsados de su isla por los atenienses, los enviaron donde sus colonias,
los eginetas fueron obligados a trasladarse a Thyrea ciudad situada en los
confines del reino de Argos,
(Tucídides libro2 27) donde su retiro fue asignado por los
espartanos.
Es cierto, que cuando la armada de Atenas fue derrotada en Hellesponto,
regresaron a su patria, pero ellos no lograron jamás volver al grado de
pujanza de donde cayeron.
Es por lo que viendo las medallas de Egina, en la esquina en un lado la
cabeza de Palas, y en la otra tridente de Neptuno
(Pausanias libro2 30-6), a juzgar por el dibujo de la cabeza en
cuestión, denotaba un estilo particular de arte.
La 50ª Olimpiada
(580 adc.) fue seguida por un tiempo desastroso para Grecia.
Suyazgada por múltiples tiranos, luchó contra la opresión durante 70 años.
Polícrates mandaba en Samos, Pisistrato en Atenas. Cifelo era el tirano de
Corinto y había hecho pasar la autoridad a su hijo Periandro y fortificaba su
potencia, con ligas y bodas con otros enemigos de la libertad pública, como
los tiranos de Ambracia, Epidauro y Mitilene.
Melanchro y Pitaco eran tiranos de la isla de Lesbos; Y todo Eubea estaba
sometida a Timondas.
Lygdamis, ayudó a Pisístrato, a tomar el poder en la isla de Naxos, y Patroclo
(1) Herodof. L. 9. c. 97.
(2) Thucyd. L. 2. p. 57. I.31.; Paufan. L,2.p. 178.
(3) Pausanias. L. 2, p. 182. l.6.
página 805
de la ciudad de Epidauro.
Sin embargo, no era por la violencia o por la fuerza de las armas, la
mayoría de estos ambiciosos que se habían apoderado de la autoridad
soberana, habían conseguido su objetivo por la fuerza de su elocuencia
(Aristóteles Politica 255), y fueron elevados por su elocuencia
por el pueblo
(Dioniso Hal. Ant.Rom libro6 3-10).
Muchos de estos tiranos, como Pisístrato
(Aristótles política 272), reconocían la superioridad de las
leyes civiles.
Además el nombre de tirano (4) no era odioso título, incluso era un título
honorífico, y Aristodemus, tirano de Megalópolis, en la Arcadia, obtuvo el
apodo CHRISTOS, χρηστὸς
(Pausanias Libro8 36-5), o el hombre de bien.
Las estatuas de los ganadores en los grandes juegos, incluyendo en Elis ya
se completó antes de que brillaran las Artes (6) representan también a los
defensores de la libertad.
Los tiranos se vieron obligados a impartir justicia, debido a sus méritos, y
los artista pudieron en cualquier momento la exponer su obra a los ojos de
la nación.
En la primera edición de esta Historia del Arte, yo creía poder asignar a
esta época un
bajorrelieve de mármol de dos figuras,
que representan un joven atleta llamado Manteo, como indica la inscripción
trazada a surco, y un Júpiter sentado.
Yo tenía fijado este tiempo al bajorrelieve en cuestión, ya que no habían
empezado a trabajar el mármol hasta la 50ª Olimpiada; y no porque pueda ser
anterior a esta época, debido a la forma de la inscripción.
Del resto diré que a partir de entonces, que yo
(1) Aristot. Polit. L.5. C.10. p.152. ed. Wechel.
(2) Dionyf. Halic. Antiq. Rom.p. 372. l.39.
(3) Aristot. 1. c. c. 12. p. 164.; Paufan. L. 1. p.53. 1.17.
(4) Conf. Barnes not. ad. Hom.Hymn. in Mart. v. 5.
(5) Pausanias. L. 8. p.656. l.29.
(6) Conf. Herodot. L. 6. p.279. 1.15.
página 806
No quise dar un juicio sobre esta obra, no habiendo visto más que la placa
del grabado (1). Supe de esta pieza que está en la galería del Duque de
Pembrock en Wilton, y que los conocedores lo ven como un engaño moderno.
Una lápida sepulcral de un personaje llamado Alcman conservado en la casa
Giustiniani en Venecia, piedra que un sabio que pretende ser el epitafio del
anciano Poeta Alcman de la 30ª Olimpiada (2), debe ser la fecha, varios
siglos después. Además, la tumba del poeta se encuentra Esparta
(Pausanias libro3 15-2).
La medalla de oro más antigua que ha sobrevivido, y que se cree acuñada en
Cirene, en África, sería así mismo de ese tiempo, de acuerdo con la
explicación de un sabio
(Herodoto 4-161), que afirma que fue acuñada por Demonax de
Mantinea, Regente de Cirene (5) durante la minoría de edad de Battus IV.,
Contemporáneo de Pisístrato.
Demonax está representado de pie, la cabeza rodeada con una diadema, de la
que parten rayos, y la oreja adornada con un hermoso cuerno: en su mano
derecha sostiene una La victoria, y en la mano izquierda y un cetro.
Sin embargo es más creíble que esta medalla de Demonax fuera acuñada más
tarde, para perpetuar la memoria.
Después de la destrucción de los tiranos de Grecia, excepto los que
gobernaban con dulzura en Sicyon, y según las leyes (6), después de la
expulsión y asesinato
(1) Bimard. Not. ad Marm.
(2) Astor. Comment, in Alcm. Monum.
(3) Pausanias. L. 3, p. 244. 1. 5.
(4) Hardouin. Mémoires de Trévoux l'an 1727.p.1444 ; Herodot. L. 4. c.161.
Exerpt.; Diod. Sic. p. 233. l. 13.
(5) Aristot. Polit. L. 5. c. 12. p. 164. ; Strab. L. 8. p- 587. l.15; ed.
rec.
página 807
de los hijos de Pisístrato, entonces se llegó en la 67ª Olimpiada
(512 adc.), en
consecuencia durante el tiempo en que Brutus se libera de la tiranía de
Tarquino, comenzaron a levantar cabeza, cuando los griegos estaban animados
por un nuevo espíritu.
Estas repúblicas de Grecia, que se hicieron tan famosas tras la secuela,
eran estados pequeños sin consideración, hasta el momento en que los persas
preocupaban a los griegos jónicos, destruyendo Mileto y haciendo a los
habitantes cautivos.
Los griegos, especialmente los atenienses, se vieron afectados
significativamente de un profundo dolor de sus hermanos, que mucho tiempo
después, cuando Phrynique escribió su tragedia llamada la presa de Mileto,
todo el pueblo se echó a llorar.
Los Atenienses lejos de contentarse de derramar lágrimas estériles por los
desafortunados, reunieron sus fuerzas juntas a las de los eritreos de la isla
de Ubea, volaron al rescate de los griegos en Asia Menor.
Envalentonado por el éxito, gestaron un audaz plan para atacar al rey de
Persia en el corazón de sus estados.
De hecho, en la 69ª Olimpiada
(504 adc.) entraron en Sardis
(499 adc); tomándola y
quemando esta ciudad, en que una parte de ella, las casas, estaban construidas
de caña, la otra parte sólo las cubrían
(Herodoto 5-105).
Fue en la 72ª Olimpiada
(492 adc.), es decir, veinte años después del asesinato de
Hiparco, tirano de Atenas, y la expulsión de su hermano Hipias, los atenienses
ganaron en la sorprendente victoria de Maratón.
Es por esta victoria, que Atenas se elevó por encima de todas las otras
ciudades de Grecia.
Los atenienses dieron
(1) Herodot. L. 5. p.206. l.16
página 808
el tono por todo.
Habían sido los primeros civilizados, también habían sido los primeros en
quitar las armas
(Tucídides Libro1 6). Los griegos antiguos, no las portaban en
público, ni en tiempo de paz ni en tiempo de guerra.
Potente y considerada, Atenas se convirtió en la residencia principal de las
Artes y las Letras: esta villa como dice Pericles, fue la maestra de toda
Grecia
(Tucídides Libro2 61).
Se dijo entonces, que casi todo era común entre los griegos, pero solo los
atenienses lograron encontrar el camino a la inmortalidad.
(Ateneo Banquete 6-250).
La Medicina floreció en Crotona y en Cirene, la música en Argos
(Herodoto 3-131), pero todas las ciencias y artes se reunieron en
Atenas.
Sin embargo no pretendo dar el brillo a esta ciudad con la exclusión de
Esparta.
El arte también se cultiva en esta última ciudad, y previamente a tiempo ya
hablamos bien.
Herodoto nos dice, que ella envió hombres a Sardes en Lidia a comprar oro
para hacer una estatua de Apolo, o al menos, para hacer su ropaje
(Herodoto 1-69), por no hablar de las estatuas de madera, de
fabricación muy antigua y generalizada en los templos de la ciudad, ni de
una estatua de bronce de Minerva, vista por Pausanias como la cara más
antigua de metal (6).
Gitiadas que hemos mencionado anteriormente, y que floreció antes de la
guerra de Mesenia, era lacedemonio.
Arquitecto, escultor y poeta de reputación, él ejecutó el famoso templo de
Atenea en Esparta, la estatua de la diosa de bronce, y representó en la base
los trabajos de Hércules, la eliminación de las hijas de
(1) Thucyd. L. 1. p. ìi. L 38.
(2) Id. L. 2. p. 61. 1. 18.
(3) Athen. Deipn. L. 6. p. 250. F.
(4) Herodot. L. 3. p. 133. 1-
(5) Herodot. L. 1. c. 69. Cons. Geinoz. correct. d'Herodor. dans les Me'm.
de P Acad. «les Inscr. L. 23. p. 118.
(6) Pausanias. L. 3. p. 251. 1.31.
página 809
Leucipo por los dióscuros, y otros sujetos, de la fábula.
Como poeta, hizo un himno a Minerva al modo Dorio, que no eleva de menos su
gloria.
(Pausanias Libro3 17-2)
La ciudad de Amyclea cerca de Esparta, poseían también de este artista dos
trípodes de bronce, que fueron colocados allí por los espartanos en la 14ª
Olimpiada
(724 adc.)
(Pausanias Libro3 18-8).
En uno de estos trípodes se colocó a Venus, sobre otro a Diana (3). Que yo
entiendo emplazadas de tal manera que el cuenco del trípode repodaba sobre
las figuras, colocado en el centro de las tres ramas.
Eso recuerda también a Doryclidas y Dontas, dos escultores espartanos de los
tiempos más remotos, y que hemos mencionado, de manera similar Syadras y
Chartas.
Pero volvamos a Esparta y a Atenas.
La historia de esa época nos dice que Temístocles y Pausanias, diez años
después de la victoria de Maratón, derribado totalmente el orgullo de los
persas en los días de Salamina y Platea, que estos bárbaros huyeron al
corazón de sus provincias, perseguidos por el terror y la desesperación.
Los griegos, para recordar siempre a los Persas, dejaron para la posteridad
un monumento eterno su ira, no restaurando los templos quemados y
destrozados por sus enemigos
(Pausanias Libro10 35-2).
Del resto nosotros entramos en el medio siglo más memorable de Grecia
(Diodoro Siculo libro12 1).
Despues de ese momento, todas las fuerzas de Grecia comenzaron a agitarse y
desarrollarse.
Los Grandes talentos de esta nación comenzaron a estallar más que nunca.
(1) Pausanias. L. 3. p. 250. 251.
(2) Id.L.3.p.313. l.6.
(3) ibid. p.255. L. 1.
(4) Id. L. 1. p.37. l. 8 ; L. 10. p.887. and fin.pag.
(5) Thucyd L.I p 37,l.33 ; Diod.Sic.circa init L.12.
página 810
Los hombres extraordinarios, y los genios sublimes que habían sido formados
desde el comienzo de la gran revolución, aparecieron todos a la vez.
Herodoto, dejó la Caria en la 77ª Olimpiada
(472 adc.), llegó a Elis y leyó su
historia a los griegos reunidos para los juegos.
Poco tiempo antes, el filósofo Ferecides había comenzado a escribir en prosa
(1).
Esquilo dio la primera tragedia regular, escrita en el estilo noble, y ganó
el premio en la 77ª Olimpiada.
Las obras de Teatro no fueron hasta la 61ª Olimpiada
(536 adc.), época de su invención,
como coros con personajes cantando y danzando.
También fue por entonces, cuando se empezó a cantar los versos de Homero, que
llaman rapsodias, y Citareo de Siracusa, fue el primer Rapsodista en la 69ª
(504 adc.)
Olimpiada (2).
Epicarmo, poeta Y filósofo, jugó con las primeras comedias, y Simónides
poeta y elegíaco, merece un lugar entre los genios creadores de esta gran
era.
Fue sólo entonces, que la elocuencia se convirtió en una ciencia; y fue
Gorgias de Leontiun en Sicilia, que le dio esta forma
(Diod.Sic.libro12 53).
Desde tiempos de Sócrates, Antífon reduce la elocuencia de barra en el arte
y la enseñó a los atenienses (4).
El Filósofo Atenágoras abrió su escuela en la 75ª Olimpiada
(480 adc.), y dio
conferencias públicas de Filosofía en Atenas (5).
Pocos años antes, Simónides y Epicarmo habían completado el alfabeto griego;
pero las letras que habían inventado, no se introdujeron en los asuntos
públicos en Atenas hasta la 94ª Olimpiada
(404 adc.), después de la expulsión de los
treinta.
(1) Dodwel. App. ad Thucyd. p. ed.Duckeri.
(2) Schol.Pind.Nem.2.V.I
(3) Diod. Sic. L.12. p. 106.
(4) Plutarch. Vit. Antiph. p. 1530. l. 14.
(5) Meurf. Lect. Att. L. 3. c. 27.
página 811
Tiranos (1)
Estos fueron los principales preparativos que condujeron al arte a la
perfección, y en la que avanzó a grandes pasos.
Las desgracias que habían caido sobre Grecia, sirvieron para su grandeza.
Los estragos de los persas, y la ruina de la ciudad de Atenas, fueron causas
para que después de la victoria Temístocles, pensara en restaurar los
Templos, y reconstruir los edificios públicos.
Los griegos, en el refugio deformado de todas las empresas enemigas, y
trasportados por un nuevo amor por su patria, cuya salvación había costado
la vida de tantos ciudadanos valientes, empezó a embellecer sus ciudades
para erigir edificios suntuosos.
Para el establecimiento de estos edificios buscaron al mismo tiempo,
perpetuar la memoria de la victoria de Salamina, que se veía figurar en un
friso de edificio público de Esparta, llamado el pórtico de los persas, que
hicieron con el botín ganado a los persas
(Pausanias Libro3 11-3).
Es así que yo entiendo el EPI TON KIONON, ἐπὶ τῶν κιόνων, de Pausanias, es decir, las figuras
colocadas por encima de las columnas del edificio.
No me imagino la cosa como los Intérpretes entienden, sabiendo que el jefe
de la armada de los bárbaros, Mardonio, y Artemisa Reina de Caria, que
acompañó a Jerjes en la expedición, y otros, tenían su estatua, y que estas
estatuas fueron colocadas en muchas columnas.
Estos grandes establecimientos, hicieron a los Artistas necesarios, y les dio la
oportunidad de ser señalados, a ejemplo de otros grandes hombres.
Entre las muchas estatuas de los dioses, no se olvidaron de los ciudadanos
generosos, que habían muerto luchando por su país. Todos, incluso a las
mujeres que habían abandonado Atenas y que se habían retirado a
(1) Corfini, Fast. Att. Ol. 94. p. 276. seq.
(2) Pausanias. L. 3. p.232.l.8.
página 812
a Trezen con sus hijos, siendo parte en la inmortalidad, sus estatuas se
colocaron en un pórtico de esta ciudad
(Pausanias libro2 31-7).
Los más famosos escultores de la época eran Agéladas de Argos, el Maestro de
Policleto, y Onatas de la Isla de Egina, que hizo la estatua de Gelón, rey
de Siracusa, puesta sobre un Carro cuyos caballos eran de Calamis.
Agenor fue inmortalizado por las estatuas de dos amigos de eterna memoria,
Harmodio y Aristogitón, que se habían erigido como los libertadores de la
patria, en la 77ª Olimpiada, después de las estatuas de bronce, cuatro años
después de la muerte del tirano, y que fueron secuestradas por los Persas
(2).
Glaucias, de manera similar de Egina, hizo la famosa estatua de Teágenes de
Tasos, que había obtenido mil trescientas coronas, como premios a las
victorias en los juegos de Grecia
(Pausanias libro6 11-5).
Una de las estatuas antiguas de arte griego, que está en Roma, y que data de
la época, es una
musa que tiene una gran lira, y se encuentra en el Palazzo Barberini:
esta figura dos veces de grande como del natural, porta todos los caracteres
de esta alta antigüedad.
Bajo estos caracteres, podría ser una de las tres musas ejecutadas por tres
grandes artistas: una, de la mano de Canachus de Sición, tenía dos flautas,
la otra hecha por su hermano Aristocles, que tenía una lira llamada CHELYS, χέλυς,
el tercero, era una obra de Agélades de Argos que llevaba una lira llamada
BARBYTOS, βάρβιτος.
Esta noticia ha sido conservada en un epigrama de Antípatro
(Antol. Palatina 4-220)?
Si este Antípatro es de Sidón, como se desprende de otro
(1) Pausanias. L. 2. p. 185. 1. 13.
(2) Lydiat.ad. Marm.Arund.p.275.Prideau, ad id. Marm. p.437. ed. Mait.
(3) Pausanias. L. 6. p. 478. 1. 19.
(4) Authol. L. 4, c. 12, p. 334
página 813
epigrama, hizo un Baco que colocó junto a la estatua de Pisón, y compuesto
sin duda en Roma, hay una gran apariencia con ese otro epigrama de las tres
musas, que estaban en Roma, por lo que nuestro poeta sidonio vivió en esta
ciudad.
Esto es para probar la tesis que busco establecer.
Del resto, no es posible indicar positivamente la diferencia de los diversos
instrumentos de música, que nos designan en lenguas modernas para el término
lira.
Los mismos autores antiguos confunden LYRA, λύρα con CHELYS, χέλυς; de forma que
atribuyen la invención tanto a Mercurio, como a Apolo.
Por lo que siempre fue la LYRA y CHELYS, si no el mismo instrumento, por lo
menos muy parecidos.
Pero para LYRA en manos de una Musa, entre las pinturas de Herculano, con
esta inscripción: ΤΕΡΨΙΧΟΡΗ ΛΥΡΑΝ
(t2-tav-5) es que era una pequeña lira, Y probablemente hecha como la
que inventó Mercurio con un caparazón de una tortuga, y que fue llamada
Chelys:
Es así como vemos esta forma de lira a los pies de la
estatua de Mercurio, en la Villa Negroni (
#).
De ahí, que a eso Arato lo llama CHELYS, la pequeña Lira (2) para
distinguirlo, sin duda, de la gran lira llamada BARBYTOS, y esto no como se
la imagina el escoliasta, de este poeta, porque tiene poco frente.
En cuanto a la Lira de la Musa del Palacio Barberini, es de la gran especie
y semejante a la que sostiene Apolo en otra Tabla de Herculano
(t2-tav.1) Parece que este instrumento es el mismo que el llamado
BARBYTOS, y que Pollux llama BARYMITOS (4), es decir, con gruesas cuerdas,
BARYTERAS ECHON TAS CHORDAS (5), que fue
(1) Pitt. Erc. T. 2. tav.5.
(2) Phœnom. v. 264.
(3) Pitt. Erc. T.2. tav.1.
(4) Poll. Onom. L. 4. Segm.59
(5) Sechol. Eurip. Alc. v. 845.
página 814
era por lo tanto, una especie de salterio.
Hunt, en el prefacio a la 9ª edición de la Obra de Hyde sobre la religión de
los persas, pretende hacer derivar la palabra Barbyton de la lengua Persa.
Pero, ciertamente, se equivoca, porque la prueba que aporta, es de una
relación con el rey Cosroes, y la fecha de una época en que los Persas
conocían bien, luego de mucho tiempo a los griegos.
Nada por lo tanto más natural, que creer que los persas adoptaron el nombre
griego de este instrumento, inventado en Grecia.
En consecuencia de esta conjetura, imagino que la musa de Aristocles tenía
una pequeña lira, llamada CHELYS, y que de la mano de Agélades una gran lira
llamada Barbytos.
Se desprende desde ahí, que la Musa Barberini sería una obra de este último
escultor.
Suidas se equivoca al nombrar autor de la Musa en cuestión, en lugar de
Agéladas a Kuster, que ya no recogió en la última edición de su Lexicógrafía
griega.
Yo no decidiré si las estatuas de
Castor y Pollux, hechas por Hegesias, y emplazadas delante del templo de
Júpiter tonante
(Plinio el viejo libro34 78), son las mismas figuras, de tamaño
colosal, que están en el Capitolio hoy: lo que es verdad, es que fueron
encontradas en esta colina.
Una cierta dureza que remarcan las piezas antiguas de estas figuras, y que
caracterizaba las obras de Hegesias, podría dar peso a nuestra conjetura
(Quintilinao Libro 12-10).
Y allí se guardó las estatuas de los que trabajaron en el viejo estilo,
porque este Artista debió haber vivido antes de Fidias.
Confirma aún más el progreso del arte de este siglo, estas son las medallas
de Gelón, rey de Siracusa.
Se conserva una de oro que es conocida por una de las más antiguas
(1) Plin.L. 34. c. 19. §,16.
(2) Quint, inst. Orat. L.12 c.10.
página 815
que tenemos de este metal (
¿#?) (1).
No es posible determinar la edad de las más antiguas medallas de los
atenienses; pero el estilo de trabajo es suficiente para refutar a P.
Hardouin, que avanza que ninguna de estas medallas fue acuñada antes del
reinado del rey Filipo de Macedonia, ya que está en una moneda bastante
deformado.
La más bella medalla de Atenas que yo he visto, es un quíntuplo de oro
conservado en la colección del Farnese rey de las dos Sicilias.
Esta medalla es solo necesaria para refutar M.de Boze, que afirma
que en medallas, no se encuentran monedas de oro Atenienses (2).
El nombre ΙΕΡΩΝ,
(tom-1-tav33) como leemos en el pecho de un busto
de joven conservado en el Capitolio y que pasa por tanto, por un
retrato del rey Hieron de Siracusa es, sin duda, una adición moderna.
(1) Mém. de Trev.l´an.1727.
(2) Claude Gros de Boze. Mem. de l'Acad, des Insc. T. i. p. a.235. CHA-
página 816
El arte desde el siglo de Fidias a Alejandro
LIBRO VI. Capítulo II.
Los griegos habían sentado las bases de su grandeza, sobre la cual
se podría levantar un magnífico edificio duradero.
Los Poetas y filósofos establecieron la primera mano. Los Artistas el
acabado, y los historiadores nos introducirán, por un portal majestuoso.
Es necesario que los Griegos de la época, no fueran menos sorprendidos que lo
que hoy la gente de letras, que conocen a sus poetas, después de conocer a
Esquilo, que había traído la tragedia a la perfección. Aparecerá un par de
años después, un Sófocles que le dará un vuelo de águila, saltando
súbitamente al grado más alto que puede llegar las fuerzas humanas.
Sófocles dio
página 817
Antígona su primera tragedia, el tercer año de la 77ª Olimpiada
(469 adc.) (1).
Será así en el mismo arte: del maestro al discípulo, de Agéladas a Polycleto
ha sido increíble.
Es de creer que, si el tiempo no nos hubiera impedido apreciar las obras del
uno y del otro, resultaría que estaba el Hércules de Eladas, el Júpiter de
Fidias, y el Júpiter de Agéladas a la Juno de Policleto, como del Prometeo
de Esquilo al Edipo de Sófocles.
Con respecto a ambos trágicos, pomposos en la expresión y elevados en el
pensamiento, asombra más de lo que toca; más narrador que poeta, los planes
de su piezas son más realistas que posibles:
Mientras, el segundo encuentra el camino del corazón por sentimientos
íntimos, que penetran en el alma, no tanto por las palabras elegidas que por
imágenes sensibles; con tan alto grado de posibilidad en el nudo de la
pieza, produciendo el final más maravilloso de su fábula, que nos llena de
una expectativa sostenida, y nos conduce más allá de nuestros deseos.
El tiempo más feliz comparado del arte, en las ciudades de Grecia en general,
y para Atenas en particular, fueron los cuarenta años en que Pericles
gobernó la República prácticamente en Monarquía, sobre todo durante los
últimos veinticinco años, y durante la guerra pertinaz que precedió a la del
Peloponeso, y que comenzó en la 87ª Olimpiada
(432 adc.).
Esta guerra es tal vez la única del mundo, en la que el arte de naturaleza
sensible, no sólo no ha sufrido, sino que aun es señalado por obras
maestras.
Las disensiones de los griegos estaban allí
(1) Petit Mifeel. L.3. c.18. p. 173.
página 818
si se me permite hacer una comparación, al igual que el hostigamiento de los
amantes, que abren la mente y comprometen el corazón.
Mientras las fuerzas de Grecia se desarrollaban completamente; Atenas y
Esparta, desplegaron todos sus recursos para poner la balanza de su lado.
Los talentos de todos los ciudadanos fueron puestos a trabajar: las
facultades morales, y físicas de todos los individuos se pusieron en marcha.
Igual que los animales despliegan todas sus fuerzas, cuando se sienten
acosados por todos lados, igualmente los atenienses mostraron sus grandes
talentos, cuando sufrían los mayores reveses.
Sabemos que durante toda la guerra, los artistas no perdían de vista el gran
día, donde sus obras fueran expuestas a los ojos de toda Grecia.
Después de cuatro años completos se celebrarían los Juegos Olímpicos, y
después de tres, los juegos ístmicos; entonces todas las hostilidades
cesaban, y los griegos implacables entre sí, se iban a Elis o Corinto, a
tomar parte en la alegría universal.
Estaba permitido a todos los griegos, incluso los que habían sido
desterrados (1).
A la vista de esta brillante juventud ardiendo en la impaciencia de
señalarse, olvidaban por unos días los males pasados y futuros.
Pausanias nos dice, que los espartanos hicieron un tregua de cuarenta días
con los mesenios, para celebrar la fiesta de las Jacintias
(Pausanias libro4 19-4).
Sin embargo, durante la guerra entre Etolios y Aqueos, guerra en la que los
romanos se metieron, la celebración de los Juegos de Nemea se suspendieron
durante algún tiempo
(Tito Livio Hª de Roma 34-41).
La libertad de la moral en
(1) Diod. Sic.I.18.p. 593
(2) Pausanias. L.4.p.326.l.9.
(3) Liv. L.34 c.41.
página 819
en estos juegos, se favorecía la instrucción de los Artistas; Los atletas
entraban en liza sin tapar alguna parte de su cuerpo.
Hacía ya mucho tiempo, que se había suprimido el delantal o el pañuelo, que
cubría la parte inferior del cuerpo.
Acanthos fue el Primero que corrió en Elis sin estas prendas en la 15ª
Olimpiada
(720.adc. Dionisio Halicarnaso Ant.Rom libro7 -5)
Sin fundamento, un sabio ha pretendido fijar la era de la desnudez total en
el juegos, entre la 73ª y 76ª Olimpiada (2).
Por último, el tercer año de la 84ª Olimpiada
(444 adc.), las hostilidades cesaron,
según informa Diodoro de Sicilia
(Diodoro libro12 26), todo el mundo disfrutaba de las bendiciones
de la paz.
Los problemas de Grecia mismos se encontraban pacificados por el Tratado de
los griegos con los persas, y por la tregua de treinta años, celebrado entre
los atenienses y los espartanos.
También fue casi al mismo tiempo, que Sicilia comenzó a probar el reposo,
por el acuerdo con los cartagineses con de Gelon, rey de Siracusa. Tratado a
la que se adhirió todas las ciudades griegas de la isla.
Informa el mismo Diodoro que, en este tiempo, por toda Grecia no ofrecía
nada más que festividades y alegría.
Esta alegría universal hubo de tener necesariamente una gran influencia en
las bellas artes.
Así con estas circunstancias favorables para el pueblo, nos autorizan sin
duda a colocar en la misma Olimpiada el momento en que Fidias asombró a los
griegos con sus producciones sublimes.
Esto explica un pasaje de Aristófanes, cuando dice de la Diosa de la Paz,
que Fidias había hecho una alianza con ella: ὅπως αὐτῇ προσήκοι Φειδίας
(1) Dionys. Halic. Ant. Rom. L. 5 P- 458. ; N. Couf. Meurs. Misccell. Làcon,
L. 4. c. 18.
(2) Baudelot, Epoq. de la nudité des Athlètes, p.191.
(3) Diod. Sic. L.12. p. 87-88.
página 820
PHEIDIAS
(Aristófanes - La Paz); Se encontrará en este pensamiento, que
algunos escritores posteriores citan inusualmente, a propósito como un
refrán, una cosa totalmente alejada de la idea del Cómico griego.
Con la excepción de uno solo, Florent Christian, todos los críticos modernos,
e incluso el antiguo Scholiaste de Aristófanes, han malinterpretado este
pasaje (2).
La muerte de Cimón dejó libertad a Pericles para ejecutar sus grandes
diseños.
Al ocupar todos los brazos y espíritus, el buscaba hacer reinar en Atenas
el esplendor y abundancia.
Él construyó templos, teatros, acueductos y puertos; y se hicieron estos
edificios con una decoración que fuera abundante.
El Partenón, el Odeón, y otros edificios famosos, datan todos del mismo
tiempo.
Fue entonces que el arte tomó por así decirlo, la consistencia, que tuvo
entonces, según informa Plinio
(Plinio el viejo libro36 15), que la Escultura y la Pintura
comenzaron.
El progreso de Pericles en el Arte sobrevino, como la restauración del
arte llegó con Julio II y León X.
Grecia fue entonces, como Italia fue luego, una tierra fértil que no se
agotaba ni descuidaba a los artistas, y que por el cuidado de una cultura
particular, produjo luego los tesoros de su fertilidad.
Es cierto que no podemos hacer un paralelo exacto del estado del arte, antes
de Fidias, con el estado antes de Miguel Ángel y Raphael; pero se puede
decir, que en estas dos épocas, tenían un carácter de simplicidad y pureza,
que no le rinden mejor para conducirlo a la perfección.
El refinamiento también es perjudicial para la cultura del Arte, y la
educación del hombre.
(1) Aristoph. Pac. v. 615.
(2) Erasin. in adag. Léopard.enmendat. L. 5. C.15,
(3) Plinio;. L.36.c.5
página 821
El líder de los Artistas, que ejecutaron los grandes proyectos de Pericles,
fue Fidias, cuyo nombre es sagrado en el arte.
El genio de este gran hombre, así como el talento de sus discípulos y sus
Sucesores, llevaron a las artes de imitación, a su más alta perfección.
Sus obras más famosas son, la estatua de Palas en el templo de esta diosa en
Atenas, y la del Júpiter olímpico en Elis, ambas trabajados en oro y marfil.
De la pomposidad de esta Palas, se pueden formar un idea con la cantidad de
oro que le pusieron, y que Pericles mencionó en un discurso a los
atenienses, donde dijo que el peso del oro había sido cuarenta talentos
(Tucídedes libro2 13). El talento ático hacen seiscientas coronas
romanas, o un poco más de mil doscientos florines de Alemania
(1 talento ático=26 kgm).
Las ropas de la figura se hicieron de este oro y las partes desnudas, la
cara, brazos y pies, se trabajaron de marfil.
Los discípulos más famosos de Fidias, fueron Alcámenes de Atenas, y
Agoracrito de Paros.
Alcamenes tuvo el honor de hacer los frisos que decoran la parte de detrás
del frontón, del templo de Júpiter en Elis.
Este frontón representaba en un lado, la lucha de los Centauros y
Lapitas, en el motivo de la boda de Pirítoo, y Teseo en el otro lado, donde
hace una gran masacre de los centauros con un hacha de arma. Hay un fallo en
la versión latina de Pausanias
(Pausanias libro5 10-8): porque no hizo por arco
in ipsa
testudine las palabras ἐν τοῖς ἀετοῖς que, aunque plural, no significa
que un frontón. Los templos cuadrados de longitud, al igual que éste - no
estaban abovedados, y tenían internamente un techo plano.
La misma versión da todavía un error
(1) Thucyd. L.2. p. 53.l.29.
(2) Pausan. L. 5. p. 400. L.I
página 822
en otra ubicación de Pausanias, donde igualmente han interpretado las
palabras: καὶ αὖθις ὁ ἀετὸς κάτεισιν ἐς στενόν, καὶ κατὰ τοῦτο Ἀλφειὸς ἐπ᾿
αὐτοῦ πεποίηται- Donde aquí se afirma aún más encontrar una bóveda.
Hic
se laquear in angustum contrahit.
Pausanias, después de describir la carrera de Pélop e Hippodamia, realizada
en la
parte delantera del frontón templo, añadió estas palabras: A la altura
de este frontón está representado el río Alfeo.
Éste Alcámenes fue el Primero que representó a la diosa Hécate, con tres
cuerpos y tres caras, y esta estatua llevaba el nombre de
Επιπυργίδια,denominación que sin duda, viene de sus tres coronas terminadas
en forma de Torres
(Pausanias libro2 30-2).
Alcámenes hizo una estatua de Venus en competencia con Agoracrito, y ganó el
premio sobre su rival, ya que los atenienses decidieron a favor de su
compatriota.
Agoracritus enfadado de ese juicio, que no lo harían si su estatua no
recordara a Atenea; la vendió a los habitantes de Rhamnus, pueblo de Ática
(Pausanias libro1 33-3), donde fue considerada por muchos como
una obra de Fidias (3).
Del rastro de Fidias que amaba a su discípulo, lo encontraremos siguiendo
sus obras.
El resentimiento de Agoracrito fue tal, que quiso cambiar a su estatua el
nombre, y llamarla Némesis.
Esta figura, alta de diez δεκάπηχυ , o de diez codos, tenía en su mano un μέλεα
rama de manzano salvaje, MELEA,
fraxinus.
Pero nada más natural que aquí la pregunta: ¿Cómo podría representar Venus
una Némesis? Y sin embargo, nadie es avisado de
(1) Pausanias. L. 2. p. 180. I. 33.
(2) Id. L. 1. p.81.
(3) Suidas y Hesych. v.
página 823
serlo.
Estas preguntas nacen de la duda, de si la Venus de Agoracrito estaba
desnuda o cubierta, y ¿Qué atributos pueden ser comunes a ambas
diosas?.
En cuanto a punto de la cuestión Primera, respondo, es casi seguro que Venus
estaba vestida, como vimos la Venus de Praxíteles, en la isla de Kos.
Al hablar de los atributos, repito aquí, lo que he argumentado en otro lugar
(1), y tengo aún más detallada en otra parte, con motivo de una
estatua de Némesis, Villa Albani (
nº25).
Observé, que los antiguos representan la Diosa con brazo izquierdo doblado
bajo el pecho, de manera que ella sostiene su vestido levantado.
Con el brazo así plegado figura de manera ordinaria entre los griegos,
llamado πυγών,
cubitus, que está en ángulo tomado desde los segundos
nudillos hasta el codo.
El artista quería indicar por esta actitud que, Némesis era la remunerativa
de acciones buenas y malas, utiliza una justa medida para recompensar y
castigar a los hombres.
Eso por lo tanto que debemos creer que la Venus de Agoracritus estuvo
representada en la misma actitud, pero en sentido diferente: el ropaje
recogido bajo el seno, podría designar la modestia y la retención de la
Diosa.
Es así que Praxíteles seguidamente se propuso indicar en la
Venus desnuda, dirigiendo una de las manos al sexo, cubriéndolo y la
otra con pudor y modestia busca la ropa para vestirse.
Se supone que probablemente el artista en cuestión, nada había cambiado de
Venus, y que muy bien podría darle el nombre de Némesis.
La rama inclinada en su mano derecha, que tendría la figura, podría ser la
única adición que habría necesitado para caracterizar su Diosa.
En
(1) Descr. des Pier. gr. du cab. Stosch. p,294. 295.
(2) Monum. Ant.ined. v2.p30.al.n25
página 824
el primer año de la 87ª Olimpiada
(432 adc.), es decir, en el mismo año que terminó
Fidias la estatua de Palas, cincuenta años después de la expedición de
Jerjes, los celos entre diferentes ciudades.
Cuando Grecia alcanzó su punto más alto, llegó la Guerra del Peloponeso,
causada por los trastornos en Sicilia en la que todos los griegos tomaron
parte.
Atenea y Esparta, como las ciudades más poderosas, jugaron los principales
papeles.
Una sola batalla naval perdida por los atenienses, fue un golpe del que se
resintieron mucho tiempo
(Tito Livio Hª de Rom L28 -41).
Es cierto, en la 89ª Olimpiada
(424 adc.) se concluyó una tregua de cincuenta años que
fue rota al año siguiente, la animosidad de los griegos duró hasta el
agotamiento total de la nación.
Podemos juzgar las riquezas de Atenas, por la contribución que ha obtenido
esta ciudad en el territorio ático, en la guerra contra los espartanos, en
Alianza ateniense con los tebanos, por Polibio, que dice que el impuesto
subió a 5750 talentos.
(Polibio Libro2 -15).
Durante esta guerra, y durante la anterior, un destino favorable vieron las
bellas artes y las bellas letras.
La Poesía especialmente brillaba allí, y las musas pacíficas estaban en tan
nubladas meditaciones, por el tumulto de las armas, que vió a los poetas, y
los artistas, que producían la más alta belleza.
La poesía fue apoyada y animada por el teatro.
Ciertamente el pueblo de Atenas no podría pasar más del espectáculo.
Las cosas estaban llegando al punto de que se calcula las necesidades para
vivir, luego que la ciudad hubiera
(1) Liv. L.28. c.41
(2) Polibio L.2. p148.b
página 825
sido asediada por Demetrio Poliorcetes, cuando Leocares gobernaba Macedonia,
y los suministros están comenzando a agotarse, los espectáculos sirvieron
para aplacar los lloros del hambre (1).
Nos enteramos de que después de la desastrosa Guerra del Peloponeso, en el
tiempo que Atenas quedó reducida a la pobreza extrema, se había distribuido
un dinero entre los burgueses, un dracma por cabeza para que pudieran
asistir a las representaciones teatrales.
Además de los espectáculos, y otros juegos públicos, celebraciones sagradas;
así se elegía casi siempre en las grandes fiestas, en particular las de
Baco, para hacer jugar ciertas piezas.
En el primer año de esta guerra, el teatro de Atenas no fue menos famoso,
por la batalla de Eurípides con Sófocles, y Euforión el personaje de la
tragedia de Medea, que de primeras fue juzgada la mejor (2),
como fueran en los Juegos Olímpicos siguientes, con la victoria de Dormis de
Rodas, hijo del famoso Diagoras.
Plutarco nos asegura que las representaciones de las Bacantes Las Fenicias,
Edipo, Antígona, Medea y Electra, tenían más efecto en los atenienses, que
las guerras contra los persas para defender su libertad.
(Plutarco Moralia-fama-atenienses 349)
Tres años después de la representación de Medea, Eupolis apareció y dio sus
comedias.
En la 97ª Olimpiada
(392 adc.), Aristófanes puso en juego sus Avispas, y en el
siguiente, pudo representar otras dos piezas, las nubes, y los Acarnienses.
Al comienzo de esta guerra, el arte había producido la obra más grande que
jamás ha tenido en cuenta el espíritu humano, a saber, la estatua de Zeus
Olímpico en Elis.
Fidias,
(1) Dionys. Alic. de Thucyd. judie. c. 18. p. 235.
(2) Epigr. gr. ap. Orvil Anim. in Charit. p. 387
(3) Bellone, an pace clarior. fuer.Athenien oper. Tom. iI. pag. 340..
página 826
después de completar su Palas Atenea, se dirigió a Elis dónde, fue asistido
por Colothes, otro escultor
(Plinio el Viejo Libro34 87), donde comenzó esta figura
increíble, hecha de oro y marfil, como la Palas, y que tenía sesenta codos de
altura.
Con el paso del tiempo, las piezas de marfil se desjuntaron, hasta que
Damophon, escultor de Mesenia, restauró la figura y la dejó en su primer
estado.
Los de Elis le hicieron testimonio público de su satisfacción
(Pausanias libro4 31-6).
El resultado de la narración de Plinio, al comienzo de la guerra de
Peloponeso, eran los tiempos más floreciente de famosos escultores como
Policleto, Scopas, Pitágoras, Myron y Ctefilas,
Policleto fue un poeta sublime en su arte.
El buscó elevar la belleza de sus figuras, por encima de la hermosura
natural.
Amaba ocupar su imaginación con las formas juveniles, quería mostrarnos su
genio en lo más suave de un Baco, en la frescura de Apolo, como en la fuerza
de un Hércules y en la edad de Esculapio.
Es por esta razón que los que buscaban la crítica, habrían encontrado el
deseo y la mayor energía en la expresión y una indicación más sensible en
las partes de sus figuras
(Quintiliano Institucioes Ort. 12-10).
La mayor y más famosa de las obras de Policleto, fue la colosal estatua de
Juno en Argos, hecha
(1) Plin. L. 34. c, 19. §. 17.
(2) Pausanias. L. 4. p. 357. L.12
(3) Diligentia ac décor in Polycleto, cui quamquam à plerisque tribuitur
palma, tamen ne nihil detrahatur, deesse pondus putant. Nain ut humanac
formae decorem addiderid super verum, ita nom explevisse deorum
aúctoritatctn videtur. Quin aetatem quoque graviorem videtur refugisse,
nihil ausus ultra leves Genas - Quint, Inst. L. 12. c. 10. p. 894)
página 827
hecha de oro y marfil: pero la mayoría de las producciones las más nobles,
lo más ingenioso de este artista, fueron dos estatuas de un hombre y de un
joven.
Una de estas figuras se conoce con el nombre de
Doryphoro, sin duda debido a la lanza que llevaba: llamada
la
Regla ella ha servido como precepto en proporciones a todos los artistas
posteriores, y Lisipo lo tuvo por modelo en el estudio de su arte
(Cicerón Orataria 86).
El otro es conocido con el nombre de
Diadumenos, es decir, el ganador que ciñe una banda, al igual que el
Pantarces de Fidias en Elis.
En cuanto a esta última estatua, es probable que se haya copiado a menudo, y
que una
figura de la Villa Farnese, fue hecha por lo menos de acuerdo a una copia
del Diadumenos.
Esta es un figura desnuda, ligeramente por debajo del tamaño natural; que
ciñe la parte frontal de una banda, que se ha conservado como una cosa
notable, así como la mano que sujeta la banda.
Una pequeña figura toda similar ejecutada de
bajorrelieve en una pequeña urna funeraria que se contempló durante
unos años en la Villa Sinibaldi, llevaban esta inscripción:
DIADVMENI.
Sobre las bases de mármol para la sujetar los
candelabros antiguos, conservados en la iglesia de Sta. Agnes fuera murallas
de Roma, así como en la Villa Borghese, uno ve artísticamente hechos de
fondo de follaje, Cupidos que atan cintas alrededor de la frente.
Además de varias otras estatuas de este Artista, los antiguos dieron gran
valor a dos figuras de bronce de tamaño medio, que representaba a dos
canéforas, es decir Vírgenes, que llevan sobre sus cabezas canastas con
algunas cosas para los misterios
(1) Cic. De clar. Orat. c.86.
página 828
dedicadas a Palas, a Ceres, y otras deidades.
O como se encuentra en un
bajo relieve en terracota, sobre el que hay dos
canéforas, colocadas frente a frente.
Y otros diseños en estilo antiguo, así que supongo que esta obra podría ser
una copia de estas figuras.
Además Cicerón nos dice, que Verres habían robado dos canófaras de Policleto,
en la ciudad de Messina, y que las había llevado a Roma.
(Ciceron contra Verres 7-3)
He Publicado este bajorrelieve en mis Monumentos de la Antigüedad
(182).
En el Palazzo Barberini se ve la figura de un
niño, mordiendo el brazo de otra figura, destruido por el tiempo.
Creo, que este grupo podría ser la copia de una obra de Policleto, que
representa a dos niños jugando desnudos, y que son conocidos con el nombre
de ASTRAGALIZONTES, Ἀστραγαλίζοντες,
Plinio el viejo libro34 -55).
Si quisiéramos dar cierto nombre a esta obra podría ser Patroclo, el amigo
de Aquiles que, cuando era niño y después de haber tenido una discusión, en
el juego de los huesecillos, mató contra su voluntad a Chrysonymus su
compañero
(Apolodoro Biblioteca 274).
En cuanto a esta figura que porta las dos manos, y el brazo de otro niño en
la boca, me pareció un largo tiempo una pieza difícil de explicar, y lo he
anunciado como tal, en mi prefacio del gabinete de piedras grabadas de
Stosch, cuando el azar puso un hueso en la mano de la figura que falta.
Los hijo de Policleto, Paralo y Xantipo, no igualaron a su padre en arte
(Platón Protágoras 328a)
(1) Cic. Verr. 4. c. 3)
(2) Monum. Ant. ined. Nº182
(3) Plin. L.34 c.19 &.2 p.112
(4) Apollod. bibl. L, 3. p.126. b.
(5) Plat. Protag. p.290 app. l.12.
página 829
Vitrubio afirma que Scopas, escultor de la isla de Paros, había decorado con
obras de su invención, el Mausoleo, famosa tumba que Artemisa, la reina de
Caria, erigió a su esposo Mausolo, que murió en la 106ª
Olimpiada.
(Vitrubio libro7 prefacio)
Plinio dice que Scopas trabajó la cara del mediodía
(Plinio el viejo libro36 -31).
Pero como este artista floreció en la 87ª Olimpiada
(432 acdc.)
(Plinio el viejo libro34 49), y que desde ese momento hasta el
surgimiento de este maravilloso monumento, hay casi veinte olimpíadas, o
cerca de ochenta años, yo no se salvar esta contradicción, nunca podría
lograrlo, al menos que adoptemos la opinión de que había dos escultores con
el mismo nombre.
En Scopas recuerdo que encontré una mayor contradicción de nuevo, que no
pudo ser rectificada por Saumaise (4) ni por otros sabios (5), y esta
contradicción era causada por un error en el texto que dice Plinio que en el
templo de Diana en Éfeso había treinta y seis columnas todas esculpidas por
Scopas
caelatae uno Scopa
(Plinio el Viejo Libro36 -95).
Este intervalo de tiempo sería más grande; Y además que creo que el trabajo
de columnas es obra de Canteros y no de escultores.
Lea este pasaje como propuse en mis Monumentos de la Antigüedad:
caelatae
uno e scapo, las treinta y seis columnas talladas de un miembro o
limoscapo, y salvaría todas las dificultades.
No se está de acuerdo en que sea el autor de la famosa
Niobe del jardín Medici en Roma: unos la atribuyen a Scopas, y otros a
Praxiteles
(Plinio el Viejo Libro36 -28).
Un epigrama Griego
(i) Vitruv. L. 7.
(2) Plin. L. 36. c. 4. §. 9. p.281.
(3) Id. L. 34. c. 19. §. 1.
(4) Exerc. in Solin, p. 813. B.
(5) Polen. diss. del temp. della Diana.
(6) Plin. L. 36. c. aï.
(7) Id. L. 36. c. 4. §. 8.
página 830
la da al escultor griego anterior
(Antologia Palatina Planudo-129).
Si la Niobe que se ha conservado, es la misma de la que habla Plinio, lo
probable parece del lado de Scopas, que vivió un tiempo considerable antes
que Praxíteles.
Ciertamente, la simplicidad de las ropas de las hijas de Niobe, inducen a
favor de un tiempo antes.
Pero si queremos mejor suponer, que esta obra es una copia de las estatuas
de Scopas, atendiendo a que Roma nos ofrece repetidas, varias figuras de
hijas Niobe, que no cuidaron de imitar exactamente el estilo de la original,
y en este caso mi opinión es admisible al primero.
Sabemos, por otra parte, que antiguamente contemplaron en Roma otra Niobe del
mismo tamaño, y probablemente en la misma actitud, y lo vemos con una cabeza
de yeso, lo que pasó con el mármol no se sabe.
Esta cabeza lleva el carácter de un estilo posterior, aplicable al momento
de Praxíteles.
Los huesos de los ojos y la frente, que están representados en la Niobe de
mármol, no tienen la suavidad en la cabeza, como en el la de
Meleagro del Belvedere Estratagema que produce más gracias, y de la que
Praxíteles era el padre.
El cabello también tiene una ejecución más pulida, suerte así que tendríamos,
que esta cabeza de Niobe podría ser el fragmento de una obra de Praxíteles,
que se habla en el epigrama del que se tratamos.
Este grupo debería estar compuesto independiente, de Niobe y Anfión su
esposo, de siete hijos y siete hijas, pero a ambos lados las
figuras están ausentes.
Es muy probable que las dos figuras famosas, conocidas por el nombre de
los luchadores de la galería del gran Duque
(1) Anthol. L.4. ep.1 p,315
página 831
de Toscana en Florencia, con dos hijos de Niobe, así eran considerados
también como tales cuando se descubrieron, y en aquel tiempo no teníamos las
cabezas fijas que luego se encontraron.
Con la denominación de Hijos de Niobe, hay figuras que se muestran en una
impresión muy rara del año 1557, y que conjeturo que el descubrimiento de
estas dos estatuas fue de estas fechas con las otras figuras del grupo
de Niobe, que fueron tomadas en el mismo sitio, como también se evidencia en
Flaminio Vacca, en sus noticias sobre los descubrimientos hechos en su tiempo
(1).
La misma fábula da un nuevo grado de verosimilitud a mi conjetura: nos
enseña que los hijos mayores fueron asesinados por Apolo, cuando hacían
carreras de caballos en una llanura, y el más joven murió cuando se
ejercitaba en la lucha.
El Arte confirma esta máxima, por la similitud de estilo, y por la economía
de maniobra, con las demás estatuas de Niobe.
Esto demuestra que estos dos figuras no serían luchadores de juegos
públicos, porque la forma de sus orejas no es el trabajo de pancratistas;
Los Luchadores ordinarios, o pancratistas, estaban acostumbrados a la tierra
(2), mientras que los atletas de Florencia, luchan y peleaban de pie.
Podemos llamar a estos hijos de Niobe, un
Symplegma, es decir, un
grupo de luchadores que se entrecruzan; por lo tanto, Plinio nombra a dos
grupos de luchadores famosos, uno de Cefissodoro, del que dijo que las manos
parecían entrar más en la carne, que en la piedra, y el otro, de Heliodoro, quien
representó la lucha de Pan y olimpo
(Plinio libro36 24),
(Plinio libro36 35)
Pero
(1) Montfauc. Diar. Ital. 139.
(2) Mercurial, de gymnast.L.2.c.28.
(3) Plin. L. 36. c. 4. §. 6. p.276. ; ibid. §.11. p.284
página 832
no puede dar este nombre a dos figuras colocadas una al lado de la otra,
como Gori ha creído (1).
El caballo que todavía existe, pertenece a uno de los hijos mayores. Quien lo
restauró, se ha esforzado por hacer el animal levantado galopando, sobre la
piedra que lo sostenía.
La figura de un hombre de edad, ajustada con ropa extranjera, es el educador
o Gobernador de los hijos: Así están vestidas dos figuras similares, en un
bajorrelieve de la Villa Borghese, representando la misma fábula y que
publiqué en mis Monumentos de la antigüedad
(82).
Esta ropa designa los esclavos domésticos y extranjeros, entre ellos podemos
creer que estaban destinados a tener el cuidado de los hijos
(Eurípides Medea 53).
Tal fue Zopiro, que Pericles lo puso con Alcibíades.
En las ruinas de los antiguos jardines de Salustio, en Roma, se han encontrado
algunas figuras redondas que igualmente representan la
fábula de Niobe.
Pietro Ligorio que refiere esta anécdota, en un manuscritos de la Biblioteca
del Vaticano, asegura que estas figuras eran de un buen trabajo.
Un bajorrelieve, conservado en la galería del Conde
Pembrock en Wilton en Inglaterra, ofrece el mismo tema.
Al parecer, en el catálogo de esta galería querían apreciar el valor de esta
antigüedad por su peso: se observa que pesaba cerca tres mil libras, pesado
en Inglaterra (4).
Esta misma fábula estaba aún ejecutada en bajorrelieve sobre la puerta de
marfil del templo Apolo, que Augusto erigió sobre la colina del Palatino.
(1) Gori Mus. Etrur. T.2. p.438.
(2) Monum. Ant. ined. No. 89.
(3) Eurip. Med. v. 53.
(4) Defer. delle Pitt. Stat. &c. a Wilton. p. 81.
página 833
Pitágoras de Regio, en la Magna Grecia, fue el primero que trató el cabello
con más cuidado
(Plinio el viejo Libro34 59).
Esta indicación puede servir para fijar la edad de algunas estatuas.
Observamos algunas figuras, con una ejecución muy suave, el cabello y el
pelo con pequeños bucles rizados, y el rango por planta en el pelo de las
estatuas, son trabajos en el mismo gusto que las figuras reales etruscas.
En el salón del palacio Farnesese, se encuentran dos estatuas de este modo.
Aunque clasificadas por mi, entre las mejores que están en Roma, fue
realizado el pelo en este estilo torpe, lo que demuestra un sistema de
recepción, es decir, que fue tomado de la naturaleza.
Hago notar, además, que hay muchas figuras de tiempo más antiguo, donde el
cabello se trata relativamente con poca atención, porque voy a citar a Niobe como
ejemplo, su hijo y las hijas.
Como Pitágoras fue el primero que terminó el cabello con más libertad, se
puede concluir que, las estatuas de los dos géneros, ya sea con el pelo en
el gusto Etruscos, ya sea con el pelo en un trabajo menos acabado, habiendo
sido hechas hasta después del tiempo de este artista.
Por tanto, es necesario que sean del mismo tiempo, o se elevan por encima
de: esta inducción del dibujo, hace más probable que el grupo de Niobe, pueda atribuirse más
a Scopas que a Praxíteles.
Entre los artistas de la época, no fue menos célebre Ctesilao que otros.
Por tanto, fue uno de los tres escultores que junto con Polícleto, y Fidias,
compite por el premio de las estatuas de las Amazonas, destinadas para el
templo de Diana en Éfeso.
Los críticos no han dado cuenta de que Plinio escribió el nombre
(1) Plin. L. 34. c. 19. §. 4.
página 834
del artista de dos maneras, a veces Ctesilao, a veces Ctesilas pero tiene
que ser la misma persona, ya que donde se nombra Cresilas, habla en alabanza
de Pericles de una estatua de su mano
(Plinio el viejo libro34 74)
Entre las obras de este Ctesilao antiguas, cuenta con un
hombre herido y moribundo, al parecer un héroe, en el que se podía ver
sin embargo, que todavía no había dejado el alma del cuerpo:
In quo
possit intellig quantum reflet animae.
Creo que esta figura representa a un héroe, porque yo supongo que él, no se
habría rebajado a tratar sujetos inferiores, ya que su gran mérito
consistía, según Plinio, en dar más nobleza al noble carácter de sus
personajes.
En consecuencia de la observación de la estatua, Gladiador herido, en la
colección del Capitolio, puede no ser de mano Ctesilas, porque representa
una persona de la clase del pueblo, que ha tenido una vida laboriosa, así
nos lo muestra su rostro, una de sus manos que es antigua, y las plantas de
los pies.
Este personaje tiene una cuerda alrededor de su cuello, con un nudo bajo la
barbilla, y está tumbado sobre un escudo oval, que vemos con una esquina
rota.
Esta estatua no debe representar un Gladiador, tanto porque en los bellos
siglos del arte, los griegos no conocían los juegos de gladiadores, y porque
ningún artista famoso se dignaría, a bajar y hacer estatuas de tal carácter.
No puede ser un Gladiator, ya que no porta el orificio tortuoso, como no lo
fueron los tubos o lituus
(1) Plin. L. 34. c. 19. ,14
página 835
Romanos: instrumento que se ve aquí roto, tendido sobre la figura.
Una inscripción en griego nos informa sobre los Proclamadores, o Heraldos,
(κήρυκες) KIRYKES en los juegos olímpicos de Elis, que llevaban con una
cuerda al cuello y sonaban un cuerno.
Esta inscripción colocada en la estatua de un ganador en Olimpia, puede
arrojar luz sobre la figura del Capitolio.
Ella porta que fue ganador, y al mismo tiempo Heraldo, pregonero, este era
su trabajo,
no se servía ni del cuerno ni de la cuerda: Οὔθ´ ὑπὸ
σαλπίγγων οὔτ´ ἀναδείγματ´ ἔχων (1): cuando Hésychius explica la palabra
ANADEIGMATA ECHON,ἀναδείγματα, por INIA PERI TRACHÎLOUS, ἡνίας περὶ
τραχήλους (2), una brida o una cuerda entorno al cuello.
Saumaise conjetura, que los heraldos se ponían una cuerda por precaución de no
romperse una vena tocando el cuerno.
La alabanza del Heraldo, incluida en la inscripción, dice que no tenia
necesidad de cuerno ni de cuerda, que él empleaba nada más que la voz, para
hacerse oir entre todos los griegos reunidos en los juegos olímpicos.
Sin embargo, hay una diferencia que debe hacerse entre los Heraldos
Olímpicos, y los que el general de un ejército envía a otro, y de una ciudad
a otra: no se dice que estaban provistos de cuernos, ni cuerdas para
sonarlos.
Los heraldos normalmente llevaban un caduceo, símbolo de la paz, símbolo que
Jason tomó también como un signo de sus intenciones pacíficas, cuando
desembarcó en la orilla de la Cólquide (3).
Este tipo de diputados, llevaban a veces el caduceo en una mano y la pica en
(1) Poll. Onom. L.4 Segm.92.
(2) Htsych. v. AuxoaypxrK.
(3) Apollon. Argon. L. 3.v.197.
página 836
en la otra, para declarar la guerra o para proponer la paz, de estos
Heraldos viene el proverbio Griego: Para KAI HACER RY KÎRYKEION AMA PEMPEIN
τὸ δόρυ καὶ τὸ κηρύκειον ἅμα πέμπειν (1), enviar la pica y el caduceo al
mismo tiempo, es decir, la guerra o la oferta de paz.
Siendo con este doble carácter de su misión, que está pintado en
un jarrón de terracota, un Heraldo viajero, que lleva
un sombrero blanco en sus hombros, y teniendo su caduceo en su mano derecha
y la pica en su mano izquierda.
Este jarrón conservado en la colección del Colegio Romano, está grabado al
final del tercer Capítulo del Tratado Preliminar de mi Monumentos de la
antigüedad
(Pre.cap3).
A veces los Heraldos, que también llaman GRAMMATEIS,γραμματεῖς es decir,
portadores de las órdenes del General en el ejército, también llevaban una
pica que tenía atada una especie de bandera, TAINIA ταινία
(Diodoro Siculo libro15 52) que, flotando en el viento, era una
marca por la que las personas que la portaban eran sagradas.
Hay una gran apariencia en que las tiras que llevaba el cetro de Chryses,
sacerdote de Apolo, tenía el mismo significado en Homero
(Homero Iliada 1-8).
Cuando eran portadores de una buena noticia, rodeaban la pica con ramas de
laurel
(Plutarco V.P. Pompeyo 41).
Como sabemos que los bárbaros enviaban a sus heraldos con Flautas y una
lira, para calmar los espíritus y disponer a escuchar sus propuestas (5),
también creemos que los griegos tenían igualmente, el uso de equipar a sus
Heraldos que servían de diputados, a la manera de los de Olimpia, y de enviar
con un cuerno en el cuello rodeado por una cuerda;
(1) Polyb. L. 4. p. 318. A.
(2) Diod. Sic. L.15. p. 367.
(3) Hom. II. v. 14, 15.
(4) Plurarch. Pompej. p. 1171. l.28,
(5) Athen.Deipn, L.14. p. 627. D,
página 837
además de un escudo llevaban también armas.
Lo que parece especialmente probar, sobre todo el enviar esta suerte de
diputados, en el uso moderno de enviar un trompetero al lado del Heraldo,
uso que parece provenir de la antigüedad.
También sabemos que Virgilio hace a Miseno, heraldo de Héctor, que llevaba
una corneta y una lanza:
Et Lituo pugnas insignis Obibal et hasta.
(Virgilio Eneida libro6 v167).
Podríamos preguntarnos aquí, ¿cómo es que no se muestra ocasión para que sea
la estatua en cuestión un Heraldo muerto o herido?
Aunque debería querer prescindir de satisfacer esta demanda, yo creo que hay
suficientes razones dadas, que constatan que nuestra estatua ofrece a un
heraldo herido, yo le pediré al lector que considerara si, ¿Ese personaje no
representaría a Polyphonte, Heraldo de Layo, Rey de Tebas, que fue asesinado
por Edipo con su jefe
(Apolodoro Biblioteca libro3 5-7)?
O si no sería Copreas, Heraldo de Euristeo, al que los atenienses masacraron,
deseando tomar por la fuerza a los descendientes de Hércules, que estaban
refugiados en su ciudad en el altar de la Misericordia.
Esta opinión suma algunos grados más de probabilidad, suponiendo que Copreas
fuese el Heraldo más famoso en la historia de la mitología, cuya memoria se
recordaba todos los años públicamente en Atenas.
Incluso en la época del emperador Adriano, esta ciudad celebraba una fiesta
de expiación, del asesinato cometido en la persona del Heraldo
(filóstrato Sofistas).
Además, nuestra estatua, también podría ser
(1) Apollod. bibl. L. 3. p. 99. a.
(2) Philostr. vit. Sophist.p. 550.
página 838
Antémocrito, Heraldo ateniense, masacrado por los Megarenses.
La muerte de este hombre público fue la causa, de que informara Pausanias,
que la villa de Megara sintió la ira de los dioses.
Los Megarenses, añadió, fueron los únicos de todos los griegos a los que los
beneficios de Adriano parecen haber sido inútiles
(Pausanias libro1 36-3).
Entre los artistas que florecieron en la 87ª Olimpiada
(432 adc.), Myron es el
siguiente que voy a citar, desde los registros de Plinio.
Trabajó sobre todo el bronce, y sus figuras de animales no eran menos
populares que las de los hombres.
Cuatro bueyes de su mano, se alineaban alrededor de un altar, colocado en la
explanada del Templo de Apolo, puestos en el monte Palatino por el emperador
Augusto
(Propercio Elegías 9-9).
¿Quien no conoce los bonitos versos hechos sobre la famosa vaca de nuestra
estatua? Entre estos diferentes pequeños poemas, hay dos de Anacréon
(Antología Palatina 7-714);
Y Plinio, haciendo mención a las poesías de la famosa Erynna de la Isla de
Lesbos, nos dice que ella hizo versos sobre un monumento que este Artista
había erigido, a una cigarra y un saltamontes
(Plinio el viejo Libro34 -57).
Apoyado en estos pequeños versos y estos epigramas griegos, Joseph Scaliger
hizo una objeción contra el tiempo en que Plinio emplaza a Myron; y se funda
en que Erynna es contemporánea de Anacreonte y Safo, él cree que se puede
situar que este artista era más antiguo (5), y que debería ser colocado en
la 60ª Olimpiada
(540 adc.) : este argumento contradice consecuentemente cuando Plinio,
emplaza a Myron durante la 97ª Olimpiada
(Plinio libro34 49), se contradice el mismo.
(1) Pausanias. L.1. p.88
(2) Propert. L. 2. el. 23. v. 7.
(3) Anthol. L. 4. c. 7. ep. 3.4. P.302.
(4) Plin. L.34.c.19. 3.
(5) Scalig. animadv. in Eufeb. chron. p. 124. .
página 839
No pretendo decidir sobre esta aparente contradicción; Sin embargo,
tendríamos que conjeturar que Myron floreció en un momento anterior, hecho
por sus estatuas de madera, de las cuales había una Hécate en Egina
(Pausanias libro2 30-2)
Siendo así de forma muy antigua por las inscripciones colocadas, según
Pausanias (2), En las Estatuas de mano de este artista remarco que el autor
griego no lo hace desde una inscripción como en las obras de Fidias,
Policleto y sus contemporáneos.
También permite colocar a este Artista en una época más remota, su nombre en
letras de plata, con incrustaciones sobre el muslo de Apolo de bronce que
estaba en Agrigento, este uso de grabar letras sobre la propia figura, ya no
se practicaba, que yo sepa, en el tiempo de Fidias.
Pero nosotros sabemos, que esta práctica estaba en boga en el siglo de
Anacreonte, a Myron tendríamos que hacerlo contemporáneo, a juzgar por los
versos del poeta.
Otro epigrama de Anacreonte, menciona una estatua de Mercurio que porta
sobre el brazo una inscripción con el nombre de aquel, que lo había erigido
(3).
Observaré en esta ocasión, que no es sino contra una defensa pública que
Mirón talló su nombre en el Apolo de Agrigento, como alguien ha avanzado sin
fundamento
(Cicerón contra Verres 7-43), pues no se refiere a que Cicerón lo
ha hecho, ni dice una palabra de esa defensa.
Es cierto que Phidias, nunca pudo obtener el permiso para poner su nombre en
la estatua de Júpiter Olimpico, pero no es una consecuencia de todas las
estatuas.
Finalmente citaríamos contra Plinio lo mismo que él dice de su trabajo.
(1) Paufan. L.2. p.181.l.3.
(2) Id. L.5. p.435, l.19.
(3) Suid. V. Ἀγοστῷ, ib. not. Kust.
(4) Fraguier de la Galerie de verres, p.568
página 840
del pelo en las figuras de Myron:
Capillum quoque pubem non emendatius
secisse, quam rudis autiquitas ìnstituerat.
(Plinio libro34 -58) Que él llevó a cabo en los momentos en los
que no estaba en uso tratar el cabello y el pelo de esta manera, se pasa
por alto.
Además a Myron parece haberlo unido, a nada menos que a cualquiera de los
artistas que florecieron en la misma Olimpiada, adaptándolo a su gusto, y
que estaban en la constumbre de tratar el cabello con más inteligencia.
Por otro lado, debo admitir, que el elogió que Plinio da este Maestro,
diciendo:
primus hic multiplicasse varietatem videtur, numerosior in arte
quam Polycletus parece estar en contra de mi conjetura anterior:
resultando de la proposición que él prefiere a Myron en cuanto a la armonía,
que a Policlete mismo.
O éste había vivido mucho tiempo antes, de que esta preferencia no hubiera
tenido lugar en el arte.
Este pasaje no parece haber sido interpretado correctamente por los
críticos: Le P. Hardouin cree significa, que Myron hizo multiplicar el
producto de su arte, o más bien que había sido Maestro de un gran número de
estatuas.
Para mí, yo creo que el término
numerosior indica que Myron introdujo
más armonía en la ejecución.
Es el sentido en que la palabra
numerus ha sido empleada no solamente
por los antiguos romanos, sino que incluso por los italianos de hoy: todavía
tiene el mismo significado, y todavía se dice:
La maesta del numero
omerico;. La majestuosidad de la armonía, o número de Homero
(3).
Plinio da el mismo significado a esta palabra en un lugar donde él habla de
Antídoto
(Plinio el Viejo libro35 -130)
página 841
Entre los Discípulos de Myron, Plinio menciona un artífice llamado Lycius de
Eleutra, autor de un niño que sopla el fuego
(Plinio el viejo libro34 -79)
Uno se puede imaginar la figura de un niño, al igual que el que se ve en un
pequeño grupo en el palacio Farnese, donde
está también un anciano, colocando un cerdo entero en una olla, con una
rodilla, en tierra sopla el fuego.
(En la
1ª edic., cita el discóbolo, que en ésta omite)
Quiero concluir estas observaciones sobre el Arte de Fidias y sus
contemporáneos, por este comentario que fue en el momento en el que las
producción de Arte Antiguo, eran menos apreciadas que las artes nuevas,
sucedió todo lo contrario, y con razón, inmediatamente después de la época
en cuestión.
Luego se podría aplicar a la máxima que Tucídides hace decir a los
embajadores de Corinto, que dicen que las últimas obras de arte, son siempre
preferibles a las primeras, (έπιγιγνόμενα) TO EPIGIGNOMENA
(Tucídides libro1 71).
Un erudito Inglés, sostiene (3) que
la apoteosis Homero en el Palacio Colonna en Roma, se hizo entre la 90ª
y la 92ª Olimpiada.
(420-416 adc.)
La razón que da, es la supuesta manera de escribir una palabra que significa
el tiempo, y que él cree trazado en el mármol.
Si esta alegación era correcta, y está de acuerdo con la inspección de la
obra, sería uno de los monumentos más antiguos de la Antigüedad, y sería del
tiempo del estilo superior.
No se puede exigir de este sabio que él dibuje la prueba, de su afirmación
de la obra, ya que nunca ha visto esta antigüedad.
(1) Plin. L. 34.c. 19. §. 17.
(2) Thucyd. L.I. p.23.l.25
(3) Reinold, Hist.litt.Gr.& Lat.p.9.
página 842
refiriéndose a las largas anotaciones de Savans, sobre cómo escribir esta
palabra (1), él no sabía que Fabretti había señalado antes que yo el error
de Eruditos, que han escrito sobre esta obra en relativo a esta palabra en
cuestión (2).
Además, esta misma palabra está grabada sobre el monumento, como se
acostumbra a escribir, a saber ΧΡΟΝΟΣ.
Entonces el hecho destruye todas las conjeturas que se han elaborado, a
partir de una lección errónea para fijar el tiempo de este trabajo.
Las figuras de nuestro monumento no alcanzan la altura de un palmo; ellos
son por lo tanto, demasiado pequeñas para poder practicar un dibujo hermoso,
y todavía queda el resto del bajorrelieve con figuras más grandes y mucho
más acabada y más ordenada que éstas.
El nombre del artista Apolonio de Priene, grabado sobre la base del relieve,
no le da un título de superioridad, atendiendo a que nosotros encontramos
los nombres de los maestros colocado en obras muy malas, de los últimos
tiempos del arte, como diré de nuevo en el futuro..
Este bajorrelieve se descubrió en la Vía Apia, cerca de Albano, en un lugar
antes llamado Bovillas y hoy Fratocchie, perteneciente a la casa Colonna.
El emperador Claudio tenía una casa de campo en este lugar, y el trabajo se
presume que sería hecho en el momento del Príncipe.
En el mismo lugar se hizo el famoso descubrimiento de la llamada la
tabla Ilíaca.
Fue encontrada por un canónigo de la Casa Spagna siendo desechado; ella fue
a su muerte por herencia, a la casa de Spada, quien lo puso en el Gabinete
del Capitolio.
Al igual que la Reconciliación de Hércules (
¿#?)
(1) Qu'on lise ce que Spanhcim, (de Praef}. nuttt. T. 1. p- ‹/>.) ce que
Cupe'r, Seíiott y d'autres Hift.de ï'Art. T. III. (Chishul. ïnse. Sig. p.
23.) ont écrit fur le mot KHPONOS.
(2) Explic. Tab. Iliad, p. 347.
página 843
que hoy se ve en la Villa Albani, es del mismo tamaño, el mismo mármol del
mismo estilo por el dibujo, y el mismo gusto en la acción, como la apoteosis
de Homero: se presume que este bajorrelieve fue encontrado en el mismo
lugar.
Aprovecho esta oportunidad para mencionar otra
Apoteosis de Homero, entre los tesoros conservados en Herculano,
representado en un jarrón de plata en forma de mortero. El poeta, montando
en un águila, es transportados por el aire.
A ambos lados están sentadas sobre festones dos figuras femeninas, cada una
de ellas con una espada corta a su lado.
La figura de la derecha está armada con un casco: la cabeza apoyada y
enterrada en pensamiento profundo, de como porta una de sus manos la espada.
El de la izquierda lleva un sombrero puntiagudo, como le damos uno a Ulises;
viste También en una de sus manos su espada y toma en la otra un remo.
El primero probablemente significa la Ilíada, que es la parte trágica de
Homero y la segunda la Odisea.
El remo y el sombrero puntiagudo sin bordes, como los marineros orientales,
figuran en los grandes viajes de Ulises por el mar.
los cisnes entre los festones practicados por encima de la figura deificada,
hacen así referencia al príncipe de los poetas.
Bayardi en el Catálogo razonado de los descubrimientos de Herculano, lo
bautizó, contra todas las apariencias, la Apoteosis de Julio César (1).
La única barba de la figura portada por el águila, debería tener, sin ningún
otro carácter, evitar tal error.
Sin la barba, el conde Caylus hubiera aplicado esta representación a la
apoteosis de un emperador (2), pero el solo juzgó
(1) Catal. de Monum. d'Ercol. vasi, N. DXXXX. p.246.
(2) Rec. d'Antiq, T.2-pl- XLI.p.121.
página 844
un dibujo que no ofrecía nada más que la figura sentada sobre el águila.
En mis monumentos de la antigüedad he revelado algunos errores de Savans en
las explicaciones de la Apoteosis de Homero (1)
Observaré aquí de paso lo que no me vino a la mente entonces, a saber, que
las dos bandas que bajan del carcaj de Apolo, en la cubierta del trípode,
eran cinturones de cuero, como sabemos por la historia del famoso
Aristómenes, general de los mesenios.
Este gran hombre, habiéndola partido en la fe de una tregua hecha con los
espartanos, cayó en una emboscada creada por arqueros cretenses a sueldo de
Lacedemonia
Dueños de su persona, le ataron los pies y las manos con las correas que
usaban para sujetar sus carcajs
(Pausanias Libro4 19-4)
La causa de todos los malentendidos de Savans, en relación con este tema,
del que el dibujo de las figuras es culpable: La musa trágica, inscrita con
la palabra tragedia, está representada en el dibujo como una anciana, a la
que no notamos los altos coturnos en sus pies, mientras que en el mármol,
esta misma figura es joven y hermosa
Tampoco sabíamos qué era el rollo, colocado debajo de la silla de Homero
roído por dos ratones: es un documento escrito, que vuelve a dibujar aún más
claramente la imagen simbólica de la Batracomiomaquia
Vuelvo a la historia, y a la funesta guerra del Peloponeso, que termina el
primer año de la 94ª Olimpiada
(404 adc.), con la pérdida de la libertad de los
atenienses y al mismo tiempo, lo que sería
(1) Monum. Ant. ined. V.2. 208,209
(2) Pausanias. L. 4. p. 326.
página 845
el gran perjuicio del Arte.
Asediada por Lysandro, la ciudad de Atenas fue obligada a someterse.
En este extremo, ella tuvo que humillarse bajo la armadura de hierro de
Esparta y sus generales, y por último destruir el puerto, arrasando hasta la
profundidad de sus cimientos la gran muralla de Temístocles que unia el
Pireo a la ciudad, y cambiar toda la forma del gobierno.
El Consejo de los Treinta que se estableció, buscaba todos los medios
posibles para erradicar hasta la semilla de la libertad, matando a los
ciudadanos más distinguidos.
Atenas estaba gimiendo bajo la Tiranía, cuando Trasibulo apareció y devolvió
la libertad a su patria.
Al cabo de ocho meses la ciudad se purgó de sus tiranos, algunos fueron
muertos, otros apresados.
Un año después él puso el sello de la paz, publicando un decreto que
prohibió preocupar a ninguna persona por el pasado, y que ordenaba olvidar.
Atenas terminó de recuperarse por completo, cuando a Conon, rescatado por
Atajerjes le fue dado el mando de su flota, lograndouna victoria completa
contra las fuerzas navales de Esparta, regresando a su país cubierto de
gloria y cargado de riquezas.
Este gran hombre puso el dinero para construir un nuevo muro entre la ciudad
y el puerto: los aliados de los atenienses enviaron a sus trabajadores,
solamente los tebanos mandaron a quinientos albañiles y otros artesanos
(Didoro Siculo libro14 85).
El arte, en que la fortaleza de Atenas siempre ha tenido su influencia,
parecía renacer entonces, y aquellos elevados alumnos de los grandes
(1) Diod. Sic. L.14.p.303
página 846
maestros anteriores: Canachus, Naucydes, Dinomenes y Patroclo, de acuerdo con
las indicaciones de Plinio, que señala en la 95ª Olimpiada
(400 adc.).
Canachus, natural de Sición, y Aristocles su hermano, Otro famoso escultor,
eran alumnos de Policleto
(Pausanias libro6 9-1).
He mencionado anteriormente dos musas trabajadas por estos dos hermanos, y
una tercera Musa, de la mano de Agéladas, Maestro de Policleto:
Un epigrama griego que he citado también, dice que los tres tienen
diferencias que los caracterizan.
Pero no se nos escapa que estas estatuas fueron hechas al mismo tiempo,
aunque bien puede argumentarse sin contradicción, que el maestro y el alumno,
han expuesto sus obras juntas.
Pausanias hace a Canachus alumno de Fidias, no obstante en otro lugar, le da
una antigüedad más alta a este artista.
Ciertamente, este escritor, hablando de una Diana de Menechmus y de Soidas,
compuesta de oro y marfil, agrega que podemos juzgar por el hecho de esta
estatua, que las estatuas de Naupactus, no son mucho más antiguas que
Canachus de Sición, y de Callon de la Isla de Egina
(Pausanias libro7 18-10),
Lo cual parece indicar un tiempo mucho más remoto, que aquel donde Plinio ha
colocado a Canachus.
Podríamos conjeturar que Pausanias al hacer este juicio, tenía al menos a la
vista la edad de Canachus, el carácter del estilo de este artista era, según
informa Cicerón, tieso y duro:
Canachi signa rigidora esse quam ut
imitentur veritatem
(Ciceron Ilus.Oradores), es decir, que se asemeja a las obras de
los viejos maestros.
La instrucción que podemos sacar de
(1) Pausan. L. 6, p. 482. I.24
(2) Id. L. 7. P.570.
(3) Cic. de clar. orat. c. 18.
página 847
este juicio es, que Canachus aunque Discípulo de Policleto, no sabía dar a
sus figuras la perfección impresa de su Maestro.
Las estatuas de Policleto, dice Cicerón en el mismo lugar, eran más bellas
que las de Canachus: esto podría ser por una inferioridad de ingenio, o
capricho del artista, que quisiera mantener la forma más dura de sus
predecesores, por lo que sus figuras parecen tener una edad más remota.
Sea lo que sea, siempre podemos concluir que en una misma época, y al mismo
tiempo, el estilo del arte era diferente.
La Musa Barberini, de la que hemos hablado anteriormente, puede guiarnos
en nuestra idea del hacer del estilo de Canachus.
Entre las obras de este artista, voy a hacer mención de dos estatuas de
Apolo, similares y ambas hechas de oro y marfil, una para Mileto, otra para
Tebas.
Estas dos figuras portaban en la cabeza lo que Pausanias llamaba POLOS πόλον
(Pausanias Libro2 10-5), y que no ha sido entendido por sus
intérpretes.
Supongo que era un
nimbus o halo, círculo de luz que nuestros
pintores pusieron alrededor de las cabezas de los santos: desde los tiempos
más antiguos se les dio la aureola a las figuras de Febo, como el dios del
sol.
Así,
un jarrón de cerámica en la biblioteca del
Vaticano, ofrece al sol, con la luna, ambos colocados sobre un carro.
He publicado esta pieza en mis Monumentos de la Antigüedad
(22).
Por esto, también explicamos, el guiño que nos da Hesychius que nos dice el
término POLO πόλος, que siempre siempre ha sido tan poco comprendida: él
dice que KYKLOS KAY
(1) Pausanias. L. 7. p. 570. 1. 1.
(2) Monum. Ant.ined. N.22
página 848
TOPOS KORYPHIS KYKLOEIDIS, I AKON, καὶ τόπος κορυφῆς κυκλοειδής ἢ ἄξων ,
Por otra parte en lugar de TOPOS τόπος, hay que poner la palabra TYPOS
πόλος, como todo el mundo puede ver.
Es indudable que la cabeza de la primera estatua de la Fortuna, del escultor
Bupalus hizo para la ciudad de Esmirna
(Pausanias Libro4 30-6), fue coronada por un halo similar;
Y seguramente sería lo mismo, en la cabeza de la Palas de madera de la mano de
Eudocus uno de los más antiguos Artistas
(Pausanias libro7 5-9)
Naucydes de Argos, colocó la estatua de Hebe al lado de la famosa Juno de
Policleto: ambas estaban hechas de oro y marfil
(Pausanias libro2 17-5).
Pausanias no nos dice con qué atributo Naucydes caracterizó su Hebe. Pero
nosotros nos la podemos representar, llevando en la mano una copa, en la que
servía ambrosía a los dioses.
Es así que figura esta diosa de la juventud, sobre una hermosa piedra de la
colección de Stosch, y en otras dos de la misma colección, con la diferencia
de que estas figuras están desnudas, mientras que la estatua de Naucydes
estaba vestida.
Se sabe poco de las obras de Dinomene, Plinio cita sólo dos estatuas del
maestro, la del luchador Pythodeme, y la del héroe Protesilas
(Plinio el viejo libro34 -76).
Este Protesilas, fue el primero entre los griegos que saltó a la costa de
Troya, y que fue muerto por Héctor.
Supongo que el atributo que distinguían la forma de este guerrero, era un
disco, o una gran tejo, porque él superó a los griegos
(1) Pausanias. L. 4- P-355- L 5
(2) Id. L. 7. p. 534- L 39.
(3) Id. L. 2 P- 148. l.27
(4) Plin. L. 34- c.34 - c.19 . 15.
página 849
lanzando
(Callistrato Héroes 14-4).
Esto parece reconocerse en un bajorrelieve que representa su muerte, donde
vemos un disco a sus pies
(123).
Patroclo, el cuarto escultor de la 95ª Olimpiada, se distingue singularmente
por las estatuas de atletas famosos
(Plinio el viejo libro34 -50).
Este artista hizo conjuntamente con Canachus, treinta y una estatuas de
bronce, que se emplazaron en el templo de Apolo en Delfos, que se erigieron
con los jefes de las ciudades de Grecia, que participaron en la victoria,
que Lysandre ganó a la flota ateniense en la boca del Egis, o río de la
cabra
(Pausanias libro10 9-10).
Maestros menos famosos que estos artistas, ejecutaron al mismo tiempo y en
el mismo lugar, estatuas de bronce de diferentes deidades, que se colocaron
después de esta batalla en el templo de Delfos por Lysandro, con su propia
estatua coronada con Neptuno.
Poco después de la guerra del Peloponeso, es decir en la 100ª Olimpiada
(380 adc.), los
asuntos políticos de Grecia tomaron otra cara.
Epaminondas apareció, este gran hombre cambió todo el sistema de estados de
Grecia, y elevó a Tebas su país, y a la ciudad antes que él sin gloria, por
encima de Atenas y Esparta.
Los tebanos, ganadores de los espartanos que fueron durante casi treinta
años, los jefes de Grecia, dieron la vuelta en el mando
(Dionisio H. Ant.Romanas Libro1 3-6).
El miedo reconcilió a Atenas con Esparta, enemigos largo tiempo y rivales, y
los llevó a una alianza en la 102ª Olimpiada
(372 adc.).
(1) Philostr. Heroic. p. 676,
(2) Monum. Ant. ined. N. 123. V. 2. p. 165.
(3) Plin. L. 34. C.19; § 34
(4) Pausanias. L. 10. p. gîo.
(5) Dionys. Halic.. Ant. Rom. 1. p. 3. l.23.
página 850
La Grecia estaba en deuda por esta tranquilidad de corta duración, el rey de
Persia que envió por ese tiempo embajadores a los griegos, que los exhortó a
terminar sus guerras intestinas con un tratado de paz.
Todos los griegos se prestaban a esta mediación, y fue el resultado la
conclusión de una paz general, a la que accedieron todas las ciudades de
Grecia, excepto que Tebas
(Didoro Siculo libro15 -38).
Es sin lugar a dudas cuando la recuperación la paz pública, que fija Plinio
la fuerza de Polycleto, Cefisodoto y de Hypatodor, en la 102ª Olimpiada
(Plinio el viejo libro34 -50).
Polycleto y su hermano Dionisio, hijo del escultor Timarchides, ejecutaron
conjuntamente una estatua de Juno, que fue colocada tras tomarla, en el
templo de la Diosa en Roma, en el interior del pórtico de Octavia
(Plinio el viejo Libro36 -35).
Cefisodoto ganó gran honor por sus obras, como el célebre matrimonio de
Foción con su hermana
(Vidas paralelas Foción 17).
Leocares mostró su talento por la estatua del hermoso Antolyco, que aún
joven, fue victorioso en los combates del pancracio, y en su honor escribió
su banquete Jenofonte
(Plinio el viejo libro34 79).
En Villa Medici vemos la base de la famosa
estatua de Ganímedes del mismo artista, con este inscripción: TANTMHAHC
AEOXAPOTC A0HNAIOT. Lo que demuestra que no se ha hecho en Grecia la
estatua, pero se hizo en Roma, porque los Griegos no tenían la costumbre, de
poner el nombre parte debajo de una figura tan conocida.
(1) Diod. Sic. L. 15. p. 355.l. 366
(2) Plin. L. 34. c. 19. §.l
(3) Id. L. 36. c. 4. §. 6.
(4) Id. L. 34. c. 19. $. 17.
(5) Plutarch. Phoc.
página 851
Es por ese tiempo comienza la última época de los grandes hombres de Grecia,
y la última edad de sus héroes, sus filósofos, sus autores y sus oradores:
Jenofonte y Platón estaban entonces en la fuerza de su genio.
La tranquilidad de Grecia no duró mucho tiempo, Tebas y Esparta comenzaron
una nueva guerra, en la que todas las ciudades de Grecia participaron:
Atenas fue aliada de Esparta.
Esta guerra terminó en la Batalla de Mantinea, en la que los griegos luchado
unos contra otros, con los ejércitos más numerosos, en los que todavía iban a
pie.
Fue en esta batalla, que Epaminondas, el general de los Tebanos, terminó su
gloriosa carrera, después de ganar una victoria aplastante, una victoria que
ocasiona una nueva paz que concluyó en el segundo año de la 104ª Olimpiada
(362 adc.)
(Diodoro Sículo libro15 78)
La Tranquilidad general, que sucedió al trastorno de Grecia, y las
circunstancias favorables de los atenienses en particular, siguen siendo,
sin duda, las razones de Plinio de fijar en la 104ª Olimpiada la reputación
y el momento de Praxíteles, Pánfilo, Eufranor y otros artistas
(Plinio el viejo libro34 50).
Praxíteles trabajó mucho en el mármol y el bronce.
Plinio, aunque cita más de bronce que de mármol, nos dice que se hizo aún más
famoso por los mármoles.
A juzgar por el orden de los registros de Plinio, el Apolo conocido con el
nombre de Sauroctonon, es decir, el que mata a un lagarto, habría sido de
bronce.
Bajo esta figura, Apolo está representado sin ninguna duda en su condición
pastoril al servicio de
(1) Diod. Síc. L.l5,p. 397.
(2) Plin. L.34. C.19 $.I.
página 852
Admete rey de Tesalia.
La fábula nos dice, que fue en su primera juventud, cuando este Dios fue
desterrado del cielo por matar al Cíclope Estérope
(Valerio Flaco Argonautas 444).
Cuando Plinio dice
Fecit et puberem Apollinem subrepenti lacertæ cominus
sagitta insidiantem,
(Plinio libro34 -70), y me parece que deberíamos leer
impuberem en vez de
puberum por más de una razón.
La primera razón, la tomo fuera de su significado de palabra púber, y la
configuración de la estatua de Apolo.
Puber se dice, de un joven que ha alcanzado la edad de pubertad, y en
quien esta edad se manifiesta por el pelo que comienza a crecer.
Impúber se llama al joven, en quien todavía no percibimos alguna de
estas características.
Las figuras de Apolo ni rastro de pelo se nota, aunque la mayoría son
representados en tallas plenamente desarrollados, como el
Apolo de Belvedere: porque en este Dios, y en otras deidades en
juventud, donde los artistas se proponen expresar el tipo de la eterna
juventud, con la imagen de una primavera permanente, como ya tenemos
observado en la segunda parte de esta historia.
De ello se desprende en este sentido, que no podemos llamar a cualquier
Apolo
púber, ya que todos ellos son
impúberes inmaduro.
Lo que me da la segunda razón en contra del texto de Plinio, es la imagen
que ofrece Marcial, cuando habla de la estatua en cuestión en estos
términos:
Ad te reptanti, puer insidiose, lacertæ Parce, cupit digitis illa perire
tuis
Al lagarto que repta hacia ti, niño pérfido,
perdónalo, él está deseando morir entre tus dedos.
Marcial. L. 14. epigrama. 172.
Voy a pedir prestado el tercer motivo de las tres estatuas que nos quedan de
este Dios tan figurado.
Una de estas estatuas,
(1) Val. Flac. Argon. L. I. v. 440.
(2) Plin. L. 34, c. 19, §. 10,
;página 853
que es de mármol y que está en la Villa Borghese, nos represtanta la edad de
un joven niño, aunque sea la proporción de un hombre joven hecho, y nos
ofrece por tanto un
Apolo impuber.
En la misma Villa, allí, se encontró otra pequeña
figura del Apolo Sauroctono: el tronco por el cual sube el lagarto,
se conserva en las dos figuras.
La tercera figura representa el mismo tema, y adorna la Villa Albani, mide
cinco palmos de altura: tiene una perfecta conservación y es la más bella
estatua que tenemos de bronce, y puede pasar por obra de Praxíteles.
Fue llevada intacta desde las excavaciones del monte Aventino, como ya
dijimos, y le faltaban los brazos, que se encontraron junto a la figura.
La corona que rodeaba la cabeza de
este Apolo está incrustada en plata.
El grabado que inserté en mis Monumentos de la antigüedad
(40), es del Apolo Borghese, porque el Albani está sin tronco y sin
lagarto.
Algunos autores han argumentado, que Praxíteles era oriundo de la Magna
Grecia, y que había obtenido el derecho de ciudadanía romano (2): pero por la
ignorancia imperdonable del tiempo, y las circunstancias, confunden a
Plaxiteles con Pasiteles.
Creo que es Riccoboni es el primero en dar este error, y otros, lo han
adoptado.
Pasiteles vivió en la época de Cicerón, representó cincelado de plata al
famoso Roscius, en el momento en que su niñera lo encontró en su cuna
envuelto en una serpiente
(Cicerón, de la Adiv. 36) por lo tanto, es necesario corregir el
lugar citado, y en lugar de Praxiteles, como portan los libros impresos,
leer Pasíteles.
Los dos manuscritos más antiguos de Riccoboni
(1) Monum. Ant. ined. N. 40.
(2) Riccoboni, No. Ad Fragm. comment,de hist p.153 lettre, sur une prétendue
Méd.d´Aléxardre, p.3.
(3) Cic. de Divin. L. 1. c.36.
página 854
que se encuentran, uno en la biblioteca de San Marcos de Venecia, y el otro
en San Lorenzo en Florencia, portan a Praxíteles imprimido en los Libros.
Sin embargo, hay todavía un Praxíteles que era grabador y es citado por
Teócrito
(Teócrito Idilios V-105).
El hijo del gran Praxíteles siguió los pasos de su padre en la carrera de
Arte; Y Pausanias menciona una estatua de la diosa Enio, y de, algun otro de
Cadmo, que la ejecutaron en común
(Pausanias libro1 8-4).
Uno de ellos se llamaba Cefisodoro, y es el autor de un simplegma de efeso,
o de dos Atheletes que se entrelazan en la lucha
(Plinio el viejo libro36 -24).
Lo que Praxíteles fue en Escultura, Pánfilo, Eufranor Zeuxis, Nicias y
Parrasio lo fueron en el Pintura.
Este arte fue llevado a la perfección por estos maestros: Cuando Quintiliano
nos dice, que Zeuxis y Apolodoro su maestro, se consideran los primeros que
han introducido las luces y sombras en sus tablas
(Quintiliaano inst.orat.12-10-1).
Plinio dice expresamente, que pocos años antes de la época de la que
hablamos, es decir en la 90ª Olimpiada, tomó la pintura forma razonada
(Plinio el viejo libro35 -58).
Pánfilo de Sición, Maestro de Apeles, puede ser comparado, en algunos
aspectos con Le Guide,
(Guido Reni)
no en cuanto al arte mismo, pero si en cuanto a la consideración de lo que
tenían que pagar.
Le Guide fue el pintor primero que puso a sus obras un alto precio.
Sus predecesores, y en particular los Carracci fueron muy mal pagados:
Yo me contentaré con citar en este artículo, los cincuenta escudos romanos (1.500€ en 2019)
que fueron pagados a Agostino Carracci por su
(1) Idyl. 5. v. 105.
(2) Pausanias. L. I. p.2o. 1. 16.
(3) Plin. L. 36. c 5 § 6
(4) Qintil. inst. Orat. L.12. c. 10.
(5) Plin. L. 35, c. 34. p.195.
página 855
Comunión de San Jerónimo (376x224).
Lamentablemente, se da la misma cantidad al Domenichino, por su tabla
representando el mismo sujeto
(#) (419x256), y todo el mundo las reconoce dignas de eterna memoria.
Pánfilo logra la consideración al arte de la pintura, pidiendo un talento
por su educación, y exigiendo que sus alumnos frecuentasen diez años su
escuela, que es con lo que Melanthus y Apeles se conformaron.
Sucedió allí, que solo los hijos de padres acomodados, y los jóvenes de
nacimiento libre se aplicaban a la Pintura, porque en general, no se le
permitía a gente servil, cultivar las artes de imitación.
Éste fue un pintor que disfrutó toda su vida de mucha reputación.
Podemos juzgar la celebridad de las tablas de Pánfilo, en las cuales
representaba a los Heráclidas llevando ramas de laurel en sus manos, e
implorando la protección de los atenienses. El poeta Aristófanes,
contemporáneo de nuestro pintor, cita esta pieza comparando como fue pagada
ricamente
(Aristófanes Pluto).
La consideración en la pintura se mantuvo, al mismo tiempo, que aumentó el
precio de sus producciones.
Manasón, tirano de Elatea, en el país Locre, pagó al célebre Aristides, que
era contemporáneo de Apeles, al que pintó una batalla contra los persas,
diez minas por cada figura, y la tabla se componía de cien Figuras
(Plinio libro35 -98). El hecho es que una mina son unas diez
coronas romanas.
Este mismo Manason, pagó aún más espléndidamente al pintor Asclepiodoro,
trescientas minas por algunas figuras en un cuadro, compuesto por doce
Dioses superiores
(Plinio libro35 -107).
El Pintor Theomnestus recibió del mismo príncipe trescientas minas por
algunas figuras
(1) Aristoph. Plut v. 385.
(2) Plin, L. 35. c. 36 §. 19.
(3) Ibid. §. 21.
página 856
heroicas
(Plinio libro35 -107).
En la época de los romanos, Lúculo pagó dos talentos por el retrato de la
famosa florista Glicera, sentada sosteniendo una corona de flores en la
mano, aunque era sólo una copia de la tabla original de Pausías
(Plinio el viejo libro35 -125).
El orador Hortensio, pagó 144.000 sestercios, es decir 14.400 florines, por
los argonautas una pintura de Cydias
(Plinio el viejo libro35 -130).
Pero todos estos precios no son nada en comparación con los ochenta talentos
que Julio Cesar dio por dos tablas de Timmomachus, una de las cuales
representaban a Ajax, y la otra a Medea, que se colocaron en el templo de Venus
Genetrix
(Plinio el viejo libro35 -136).
Eufranor, del istmo de Corinto, no fue solamente gran pintor, sino también un
escultor hábil.
Plinio para caracterizar a este artista, dijo de él, que fue el primero en
imprimir la dignidad de sus héroes, y distinguirse por su práctica, de sus
predecesores, en una suerte de proporción, que Plinio llama
symmétrie.
Sin embargo, se le criticó por hacer el cuerpo demasiado delgado, y las
cabezas de gran tamaño.
Parece que lo que caracterizaría su diseño, con poca ciencia de los músculos
y la belleza de la forma, el mismo Plinio nos dice que tenía las
articulaciones demasiado grandes
articulisque grandior.
Esto demuestra además, que las figuras de Eufranor eran menos suaves que las
de Parrasio, es la sentencia que pronunció sobre él, incluso su Teseo y en
este último pintor: " Su teseo" dice el, "se nutre de rosas, y el mío se
alimenta de Carne";
(Plinio el viejo libro35 -129):
Lo que no puede entenderse por el color, como creía Dati (6)
Por el tamaño de cabeza y la fuerza de las articulaciones, sabemos
(1) Plin. L. 35. c. 36.
(2) Ibid. c. 40. §, 23,
(3) lbid. §. 26.
(4) Ibid. §. 30.
(5) Ibid. c. 36. §. 25.
(6) Dati vite de' pitt. p. 76,
página 857
por la información de Plinio, también el carácter de las figuras de
Zeuxis, como hemos señalado en el volumen anterior.
Entre las estatuas de la antigüedad de Eufranor, singularmente elogió a su
París en que había tratado de expresar tanto, el Juez de tres diosas, el
amante de Helena, y el asesino de Aquiles.
Parrasio de Éfeso, hijo y discípulo de Evenor, fue el primero que representó
el cuerpo, no como la naturaleza los había producido, sino como los podría
producir.
Dio a las cabezas de las figuras, que antes de él tenían un aire austero y
duro, un toque más elegante y más amable.
Nombrado como el Pintor de las Gracias, porque trataba el pelo con más
elegancia, y la belleza del contorno, la redondez de los objetos, y la
inteligencia de la luz y la sombra, lo llevó lejos, incluso de las manos de
los artistas, sobre todo de los pintores antiguos: al menos, tal como yo
comprendo el pasaje de Plinio (2).
Pero en la ciencia de los músculos y de las articulaciones, y en general en
lo que llamamos la anatomía, era inferior a muchos otros y a los siguientes
a sí mismo.
Minor tamen videtur, sibi comparatus, in Mediis corporibus
exprimendis.
Es así, como yo creo, que se debe entender el juicio de nuestro escribano.
Carle Dati, Florentino, que explica en detalle lo que está claro, y que
todavía confunde, por lo que es difícil traducir este pasaje como él lo
encuentra:
Sembro Egli di gran lungainfe
(1) Plin. 34. L. c. 19. §. 16.
(2) Id. 35. L. c. 36. §. 5. Conffesione artificum in extremis palmam
adeptus: haec eft in sublimitas Corpora enim pingere & Media rerum es quidem
magn operis: fed in quo multi Gloriam tulerint. Extrema corporum facere, y
desinentis picturae modum includere, Rarum in fucceffu artis invenitur.
Ambire enim debet fe extremitas ipsa, y fic definere, ut promittat alia post
fe, ostendatque etiam quae occultat. -
página 858
Inferiore, in paragon di se stesso, nell exprimere i mezzi delle figure.
Este escritor superficial, se jacta en más de un lugar de su trabajo, de haber
dado una traducción libre de las noticias de los antiguos sobre las artes.
A juzgar por esta muestra, vemos aquí que él no se detiene en lo que no
entiende.
El precio de las pinturas de Parrasio, da fe de la estima, Tiberio pagó
60.000 sestercios, que son cerca de tres mil coronas alemanas, por uno de sus
cuadros que representaba un archigallo, o gran Sacerdote de Diana de Efeso:
Este archigallo, jefe de los sacerdotes eunucos. representando sin duda con
una belleza equívoca de nuestro sexo.
Zeuxis, nativo de Heraclea, tiene un distinguido rango entre los pintores de
la antigüedad.
Lo que Aristóteles se encuentra, al revisar las tablas de este artista,
cuando dice que estaban sin ÎTHOS
(Aristóteles Poética 3-3), no se ha planteado por los críticos, o
no ha sido entendido: esto es lo que Francois Junius confiesa ingenuamente
(2), y esto es lo de Castelvetro aún más confuso, queriéndolo explicar por
el color (3).
Por un lado, el juicio de Aristóteles se aplica a la expresión en el sentido
más estricto, porque ÎTHOS ἦθος, es utilizado para la figura humana, que
haría en latín
vultus, y hace la expresión de la cara, gestos de la
cabeza y del aire (4).
Comparando este juicio con el del famoso pintor de Timomachus Bizancio, que
respondió a alguien que deseaba criticarle la Helena de Zeuxis, con estas
palabras: "Toma mis ojos y ella te parecerá una diosa", de donde parece
seguir
(1) Arist. poet. c. 6. p. 250.
(2) Jun. Çatal. art. p. 230.
(3) Caftelv. poet. d'Arift. p.3. p-143. Hilì. de f Art. T. III.
(4) Philostr. Jun. icon. 2. p.865, Cafaub. ad Theophr. char. c. 8. p. 76.
página 859
la belleza en Zeuxis, era una parte constitutiva del Arte.
Comparando estos dos juicios, el resultado con mucho sobre la apariencia de
Aristóteles es, que Zeuxis sacrificaba a la belleza una parte de la expresión,
y que sus figuras, queriendo imprimir la belleza de la forma, terminaban
siendo menos expresivas, por la menor emoción, sin ningún afecto en la cara,
que puede alterar los rasgos, y volverse perjudiciales para la belleza pura.
Por otro lado, Aristóteles pudo haber querido criticar otra parte en las
pinturas de Zeuxis, es decir, su falta de acción, que también está contenido
en la palabra de ÎTHOS.
Por otra parte, en los tiempos modernos Malvasia y otros, que piensan como
él, pretenden encontrar este mismo defecto en algunas figuras de Rafael. Es
en este sentido, que Aristóteles en su Retórica utiliza el adjetivo AETHIKON
ἠθική
(Aristóteles Retórica 3-7).
Así tendríamos, que era a expensas de la expresión, o la acción, que Zeuxis
había buscado la alta belleza.
Es necesario que este pintor, haya practicado lo contrario en esta supuesta
crítica en su tabla de Penélope, Plinio nos dice que pintó las costumbres,
mores.
Vemos que nuestro escritor repite aquí juicio de un griego, y que le dan la
palabra ÎTHOS ἦθος, el término más común, sin explicar claramente su
pensamiento.
El conde de Caylus, dándole el carácter de pintores de la antigüedad, cita
este pasaje a los aficionados, sin pararse para darnos una explicación (2).
Me imagino que este célebre anticuario, habría sido de mi sentimiento, si
hubiera comparado la referencia de Plinio, con el juicio de Aristóteles.
La interpretación que doy, se explica en otro pasaje de Plinio, donde se
refiere, obviamente, a la palabra ÎTHOS ἦθος, ÎTHÎ ἤθη en plural, expresión
de caracteres.
(1) Aristor. Rhet. L.3.c. 7.
(2) Caylus, Caract. des Peint.Grecs, p. 195.
página 860
Este escritor, hablando del pintor Aristides que pintaba el alma y el
sentimiento, dijo:
Is omnium primus animum pinxit & sensus hominis
expressit, quae vocant Græci ethe
(Plinio el Viejo libro35 -98)
Este Aristides fue a la pintura, lo que Lisias fue a la Elocuencia: Dionisio
de Alicarnaso da a este orador el más perfecto ÎTHOPOIEIAN ἠθοποιίαν
(Diniso de Halicarnaso Juicio a Lysias II).
Nicias, ateniense y discípulo AntídotO, había adquirido una gran reputación
por sus conocimientos profundos en el arte de Praxíteles, cuando se le
preguntó cuál de sus estatuas más estimaba respondió las que Nicias habían
retocado y corregido.
Al menos así es como yo entiendo el pasaje de Plinio, me refiero aquí a la
nota
(Plinio el viejo libro35 -133):
El autor Florentino que acabo de mencionar, cree que está hablando de un
pulimento que Nicias sabía dar a las estatuas (4)
En esta ocasión, nos informa en un pasaje de Séneca que habla de un
revestimiento, en algunas piedras con mármoles raros, pasaje que no tiene
relación con la cosa, ya que encontramos el término
circumlitio.
Se argumenta que es por la fuerza de los brazos, que uno da el pulimento a
las estatuas pulidas, y que hacen los trabajadores esta operación.
En General cuando el escultor termina la estatua conforme al modelo, y que
retira su mano de su trabajo, porque no va a hacer nada más.
Pero el amigo de un escultor, que conoce las sutilezas del arte, puede ser
útil, en relación a su modelo.
Yo creo así que eso significa
circumlitio, retocar, rediseñar un
modelo que se practica con el cincel.
(1) Plin. L.35. c.36. 19.
(2) Dionys. Halic. de Lyf. Judic.p. 133. I.16.
(3) Plin. L. 35. c.36. § 28. Hic est Nicias, de quo dicebat Praxitcles
interrogatus, quae maxime opéra sua probaret in marboribus : quibus Nicias
manum admovisset : tantum çircumlitioni ejus tribuebar.
(4) Dati, Vit. de pkt, p. 6%.
página 861
Como en esta operación se ajusta, y se pone aquí y allá la arcilla, se llama
linere, que los modelos de Praxíteles no demandan más que una
corrección insensible, Plinio ha querido caracterizar esta operación, por un
término que significa un maniobra delicada.
El P. Hardouin se equivoca absolutamente, cuando imagina a Nicias
recubriendo con una muy fina capa de color, las estatuas de Praxíteles, para
hacerlas resplandecer.
Cuando Pausanias dice de este artista
(Pausanias libro1 29-15): NIKIAS ZÔA ARISTOS GRPSAI TÔN EPH AUTOU
Νικίας ζῷα ἄριστος γράψαι τῶν ἐφ᾽ αὑτοῦ, que el traductor hecho así:
in
pingendis animalibus cœteris ætatis suæ longe præstantissimus no hace
falta limitar este juicio sólo para los animales, pero hay que entender
estas figuras en general y sobre todo humanos, porque ZôA ζῷα la palabra que
viene del nombre general Pintores, ZÔOGRAPHOS ζῳγράφος.
Esto es aplicable a una infinidad de pasajes de autores antiguos, donde la
palabra ZÔA es utilizada para las obras de arte.
Es así que Dión Crisóstomo
(dis30 -37), hablando de tazas de oro y plata, dijo que solían
estar decoradas con obras en relieve: ESTI DE KAI ZOA EXOTHEN KYKLO ECHEIN
ἔτι δὲ καὶ ζῷα ἔξωθεν κύκλῳ ἔχειν;
Vemos que no son sólo figuras de animales lo que está en la palabra de ZÔA,
ya que refleja lo general, las figuras en general.
Un lugar de Philémon en Ateneo, decide la cuestión: Un Poeta hablando de la
estatua en un templo de Samos, de la cual un hombre se enamoró, le da el
nombre de Zoon ζῷον; y Ateneo añade, que esta estatua AGALMA ἄγαλμα, es una
obra de Ctesicles
(Ateneo Banqu.Sofistas 606)
Parece ser bastante diferente del diminutivo zôdia, que significa animales,
(1) Dio Chryfoft. Orat. 30. p. 307- D.
(2) Athen. Deipn.L.13.p.606.A
página 862
grotescos y pequeños adornos.
Así cuando Hesychius dijo: LYGDOS EIS TA ZODIA Λύγδος εἰς τὰ ζῴδια, al parecer
quiere indicar que el mármol de Paros, LYGDOS, LYGDINOS, Λύγδος, λύγδινος
es de todos lo mármoles, el más propio para los trabajos delicados, como
él es, efectivamente.
La tabla de Nicias que parece haber sido la más cara, es la Necromancia, o
su evocación.
Esta pintura sacada de Homero, representa al sujeto principal del libro la
Odisea, intitulado NEKRYOMANTEIA, es decir, la curación de Ulises de los
enfermos por el adivino Tiresias, trozo por el cual el artista se había
negado a tomar, 60 talentos que le ofreció el rey Atalo.
Rico como estaba, prefería hacer un regalo a la ciudad de Atenas, su país,
que venderlo. Además, este tema había sido tratado por otro, y pintado por
Polignoto dos veces para Delfoss
(Pausanias libro10 28-1).
En Villa Albani se conserva un bajorrelieve que representa el mismo tema (
#),
que publiqué en mis Monumentos de la antigüedad
(157).
Sin embargo, los mejores poetas y los más grandes artistas, que ganaron
reputación en este periodo, tenían que rechazar estos tallos nobles,
plantados en el suelo de la libertad.
La política de los modales conlleva regalar las producciones como la última
sutileza del gusto.
Menandro, el amigo de Epicuro, apareció en la escena cómica, y encantó a los
espectadores con las palabras más elegidas, los versos más armónicos y el
tono más decente: se proponía tanto divertir, como instruir y corregir.
Condimentando sus piezas de sal ática, nunca se separó de las leyes austeras
del decoro: él era el primero a quien los cómicos griegos mostraron con
todos sus encantos.
Los fragmentos inestimables
(1) Pausanias. L. 10. p. 866.870.
(2) Monum. Ant. ined. N. 157.
página 863
que el tiempo nos ha conservado, de más de un centenar de sus comedias
perdidas, unidos al testimonio de los escritores, es suficiente para darnos
una idea muy ventajosa de su genio feliz.
Los preciosos restos de piezas de Menandro, nos muestra al mismo tiempo, la
afinidad que tenía siempre entre Poesía y Arte, así como su influencia
mutua: que nos revelan la belleza exquisita de las obras de imitación, que
Apeles y Lisipo imprimieron en el carácter de los Griegos.
página 864
El arte bajo el reinado de Alejandro.
El tiempo del genio de Grecia, notable especialmente por el punto de
perfección de la pintura, fue seguida de la época de la más alta elegancia, y
la mayor delicadeza del arte y los artistas.
El siglo de Alejandro es demasiado célebre en los anales de talentos, para
no hacer una mención honorable.
Numerosas causas concurren para que sea siempre memorable: la afluencia de
tantos grandes hombres, y singularmente las circunstancias exteriores de
Grecia.
Los griegos, y especialmente los atenienses, que estaban agotados por sus
celos mortales, y por sus guerras intestinas, sucumbieron a los artificios y
esfuerzos
página 865
del rey Filipo de Macedonia.
A la muerte del príncipe, se halagaron para recuperar su libertad, y sólo
cambiaron el Jefe.
Alejandro su sucesor, se hizo nombrar jefe de los griegos para hacer la
guerra a los Persas, y él fue, de hecho, el jefe de toda la Grecia.
Tan pronto como la constitución política de la gente, había tomado una forma
diferente, a partir de ese momento, los informes del arte no fueron más lo
mismo.
Los talentos, que previamente habían tirado de su grandioso sentimiento de
libertad, no recivían más su alimento, que de manos del lujo y la
liberalidad.
Este aliento, unido a la delicadeza del gusto Conquistado del Asia, es a lo
que Plutarco asigna el brillo de las artes, durante el siglo de Alejandro
(1).
Bajo el reinado de este príncipe, los griegos desarmados disfrutaron de una
libertad indolente; probaron la dulzura sin experimentar la amargura.
Caído en la verdad de su antiguo esplendor, vivían en paz y armonía.
Estos celos que habían animado largo tiempo los unos contra los otros,
fueron finalmente rechazados, como cuando la furia de la pasión se
desacelera, y se convierte en amor: sólo quedaba el recuerdo de su antigua
grandeza, y su percepción de su posición actual.
Alejandro que corría aventuras, y que buscaba conquistar nuevos reinos, y
Antípatro que gobernaba Macedonia en su ausencia, estaban contentos de ver a
los Griegos tranquilos.
Es cierto que después de la destrucción de Tebas, se les dio poca causa para
el descontento.
Dentro de esta paz, los griegos se abandonaron en su inclinación natural a
la ociosidad y por los
(1) Plutarch, De fort. Alex. orat. 2. princ. oper, Tom. II. pag. 333.
página 866
Placeres (1).
Esparta misma se relajó de su austeridad (2).
Para la ociosidad, corren las escuelas de Filósofos y retóricos, que se han
multiplicado, y que han tomado una gran autoridad.
Las fiestas y los juegos, proporcionan ocupación a los poetas y artistas, y
estos se acomodan a este siglo, buscado lo dulce y la gracia, porque la
nación entregada a la suavidad, no tiene otro afán que las sensaciones
placenteras.
Este siglo, que fue el más fecundo en artistas y obras de arte, requiere de
mí una discusión muy circunstancial; pero siempre fiel a mi plan, no voy a
revelar nada más, que las cosas que enseñan algunas partes esenciales en el
arte.
En este momento de la Historia del Arte, tengo que mencionar a los artistas
que han logrado una reputación, grabando diferentes sujetos sobre las
piedras finas.
Esta rama del arte, parece haber aumentado en todas las especies de piedras
preciosas y raras, que habían sido aportadas a Grecia, después de la
conquista de las ricas provincias de Persia.
Los artistas de este género estaban aumentando, voy a empezar añadiendo
noticias, sobre pintores y escultores.
Entre los escultores de este siglo, el más famoso fue Lisipo de Sición, que
trabajó en bronce, y que había tenido solo él, derecho de hacer el retrato de
Alejandro, entiendo el derecho de tirarlo en fundición.
Las razones que pueden haber comprometido a Plinio, a fijar la 114ª
Olimpiada
(324 adc.), el tiempo de la fuerza de este artista, sin duda las misma que le
han hecho determinar la edad de Fidias, y las Edad de Praxíteles, el aspecto
Pacifico del tiempo.
Porque en el
(1) Aristot. Polit. L.7.c.14 109. edit. Wechel.
(2) Ibid. p. 208.
página 867
primer año de esta olimpiada, cuando Alejandro retorna a Babilonia, reinaba
una paz universal.
Fue en ésta capital del imperio de los Persas, que el Conquistador de Asia
vio la llegada de los embajadores de una infinidad de naciones, los unos
para felicitarlo por sus éxitos y presentarle regalos, los otros para
confirmar tratados, y formar Alianzas (1)
Lysipo tiene la gloria de haber sido, más fiel imitador de la naturaleza que
sus predecesores.
Procedió como ha hecho en nuestro siglo la Filosofía y Medicina: Comenzó
donde el arte había comenzado.
Hoy en día el progreso de la filosofía, es seguir los pasos de la
experiencia, y no buscar conclusiones fuera de nuestro de círculo, más allá
de los límites de nuestra vista.
De esta máxima por inducción, que habían descuidado lo verdadero, por el
ideal en la creación de tipos, que no tenían nada natural: es decir, lo que
los grandes maestros de tiempos precedentes, habían tratado de producir
hermoso, y sublime, en dibujo de nociones humanas, sucederá que este tipo se
habrá alejado de la naturaleza, que no tiene semejanza en las partes.
Lysipo trajo al arte la imitación y el estudio del natural, lo que no significa
sin duda, que él practicaba lo que nosotros llamamos la anatomía.
En cuanto a las obras no nos han llegado, por lo que sé, y tenemos poca
esperanza de descubrirlas jamás, ya que este artista no ha trabajado más que
de bronce, porque no está demostrado que fuera él quien hizo
los Cuatro hermosos caballos de bronce, puestos sobre la puerta de
entrada de la iglesia de San Marcos, en Venecia.
Del resto no sabemos mucho, lamentamos
(1) Diod. Sic. L. 17. p. 579.
página 868
la pérdida de las obras de este artista, por la información de la cantidad
Porque parece increíble, que de sus manos pudiera llevar un artista a
producir 610 figuras de bronce, según informa Plinio
(libro34 -37), siempre tendríamos que admirar el amor por el
trabajo, por la multiplicidad de sus obras citadas por los antiguos.
Sin entrar en detalles, es cierto que las veintiuna estatuas ecuestres,
centinelas a caballo de Alejandro, que perdieron la vida en defensa de su
jefe, en el paso de Granico, son obras suficientes para tenerlo ocupado
toda la vida de artista.
Arriano dice, que después de la conquista de Macedonia, Metelio hizo levantar
todas las estatuas de la villa de Dius, y trasportarlas a Roma, donde fueron
colocadas en el pórtico de Esta ilustre romana (1).
No voy a pasar en silencio en una
estatua de mármol de Hércules, situada en
el Palacio Pitti en Florencia y designado con esta inscripción que se lee en
la base: ΛΥΣΙΠΠΟΣ ΕΠΟΙΕΙ, Lysipo la ha hecho. No haría más mención de esta
antigüedad, si un cierto escritor no lo hubiera defendido como un trabajo de
este artista (2).
No es en relación con la antigüedad de la inscripción, que rechazo la
opinión del llamado conocedor: según el testimonio de Flaminio Vacca, esta
inscripción estaba allí cuando la estatua fue tomada del monte palatino.
Pero está hecha como una suerte de superchería, al uso que ya estaba entre
los antiguos, que mostré en el séptimo capítulo del volumen anterior.
Lo que Maffei ha hecho,: además de
(1) Arrian, exped. Alex. L.1 c. 17. Vellej. L. 1. c. II
(2) Maffei, Raccolt. di Stat,
página 869
remarcar la inscripción nos la comenta.
De todos modos, dos razones prueban incontestablemente, que este Hércules no
está hecho de la mano de Lysipo,
El silencio de los antiguos en las obras de mármol del Artista, y el trabajo de
la estatua mismo, que no es digno de un Lysipo.
Después de la pérdida de un gran número de obras de arte, que datan en este
siglo de perfección, el monumento más valioso que nos ha sobrevivido entero,
es sin duda el grupo de
Laocoonte.
Ponemos sin evidencias a los autores de este monumento, en el siglo de
Alejandro:
La conjetura más fuerte en favor de esta opinión, es la perfección de la
obra.
Plinio hablando de este grupo, nos lo dió a conocer como una producción
preferible a todo lo hecho en pintura y escultura
(Plinio libro36 -37).
Los Autores del Laocoonte son Agesandro, Polidoro y Atenodoro de Rodas, la
opinión más general es, que los dos últimos son hijos de Primero.
De hecho, lo que demuestra que Atenodoro era hijo de Agesandro, es la
inscripción de una base en una estatua en la Villa Albani:
Atenodoro hijo de Agesandro lo ha hecho
Y la estatua misma del Laoconte, hace muy probable que Polidoro fuera
también hijo de Agesandro, porque de lo contrario, no sería concebible que
tres artistas pudieran ponerse de acuerdo, y no lo digo en la operación de
una sola y misma estatua, sino en la distribución del trabajo.
Ya que Lacoon, el padre, es una figura
(1) Plin. L. 36. c. 4. §.11.
página 870
más capital que los dos hijos.
Pienso entonces que Agesandro hizo el Laocoonte el padre, y que Polidoro y
Atenodoro esculpieron los dos hijos.
La base de la Villa Albani, descubierta en medio de las ruinas de Antium,
por el cardenal Alejandro, es de mármol, pero algunos restos se ven que
fueron adaptados a esta base, de una estatua de mármol blanco, donde
encontramos el fragmento de una túnica flotante, que porta una clámide.
En la figura misma, no se puede descubrir algún rastro.
El grupo del
Laocoonte decoraba el palacio de Tito; allí donde fue descubierto, y no,
como argumenta Nardini y otros (1) en las 7 habitaciones que estaban
reservadas para los baños del emperador.
Se sabe positivamente, que se encontró en la bóveda de una parte que parece
haber sido, las Termas de Tito; y este descubrimiento nos hace conocer, el
lugar positivo del palacio del emperador, el cual comunicaba con las termas.
El Laocoonte estaba emplazado en un gran nicho, practicado en el extremo del
salón del que hablamos, en el Capítulo VIII. del volumen anterior, y donde
quedan restos aún de algunas pinturas algo Por debajo de la cornisa, entre
otras, la tabla del pretendido Coriolanus.
Los recuerdos de la época que se conocen de Felix de Fredis, romano, que
hizo este importante descubrimiento.
He encontrado en un manuscrito auténtico, que el Papa Julio II. marca
recompensar a Fredis y a su hijo, una pensión y los derechos
(1) Nardin, Rom. p. 116.
página 871
de entradas de la puerta de San Juan de Letrán;
Pero León X lo revertió a la iglesia en cuestión, y entregó a Fredis en
compensación, la plaza de secretario apostólico.
Lo anotado que constata esta donación, está fechado el 09 de noviembre de
1517.
Plinio informa que el grupo del Laocoonte fue esculpido en un solo bloque, y
la cosa podría parecerle así, porque entonces las partes se unían
perfectamente.; pero los dos mil años que han transcurrido desde el momento
en que se esculpió, han dejado percibir junturas casi imperceptibles, que
muestran que el hijo había sido ejecutado por separado, y luego añadido al
grupo.
El brazo derecho de Laocoonte, que faltaba; y que está hecho hoy en día de
arcilla, debía ser restaurado en mármol por Miguel Ángel, pero no lo lleva
puesto, porque no lo ha terminado. Boceto que se ve hoy, al pie de la
figura.
Este brazo retorcido, de las dos serpientes envueltas, que le recubren por
encima la cabeza de la estatua, si estuviera en su lugar.
Es posible que el artista moderno sea propuesto por fin, fortaleciendo el
aspecto del sufrimiento de Laoocon y, como el resto de la figura es libre,
quería sin duda, aproximar este brazo de la cabeza, ofreciendo la sensación
de dolor en dos ideas relacionadas.
Por rondas de repetidas serpientes, el quería concentrar en este lugar el
dolor del artista anciano, combinando la belleza de la figura, se proponía
hacer realzar unos a otros.
Pero todo parece, que el brazo doblado sobre la cabeza, habría compartido la
atención principal que requiere, esta parte esencial de cuerpo; y parece,
además, que estas serpientes habrían atraído demasiado la mirada del
espectador.
Desde allí, Bernini extendió el brazo, que restauró en terracota, para dejar
su cabeza libre.
página 872
de la figura, y para no ofender más con cualquier otra parte del Cuerpo.
Los dos grados practicados en el fondo del zócalo, sobre la cual descansa la
figura principal, parecen indicar los grados del altar donde Ocurrió la
escena representada en grupo.
Entre la inmensa cantidad de estatuas, que fueron levantadas en las ciudades
de grecia y transportadas a Roma, el Laocoonte tiene el primero rango.
visto como la producción más Lograda del arte en la antigüedad misma, este
famoso grupo, merece la mayor Atención y la admiración de la posteridad,
porque que no hay nada producido aún, que se le pueda comparar a la maestría
de esta obra.
El filósofo encuentra amplio material para reflexionar, y el artista un
sujeto inagotable para su estudio.
Que estén íntimamente convencidos, de que esta figura esconde aún más
bellezas que no revela, y que la comprensión del maestro, era todavía ¡más
sublime que su trabajo!.
Laocoonte nos Ofrece el espectáculo de una naturaleza prolongada en el más
vivo dolor, la imagen de un hombre, que reúne contra sus ataques, toda la
fuerza de su alma.
Mientras que el sufrimientos hincha sus músculos contrayendo sus nervios,
donde se ve el espíritu armado de fortaleza, estallando en su frente
arrugada y su pecho, oprimidos por la respiración, avergonzado y por la
cruel constrición que aumenta con su esfuerzo, concentrado en el dolor que le
sacude
Los gemidos que escucha, y el aliento que pierde, le agotan la parte
inferior del cuerpo, y socava sus flancos, que nos hace ver por así decir,
sus vísceras.
página 873
Sin embargo, sus propios sufrimientos parecen afectarlo menos que los de sus
hijos, que levantan los ojos, y que imploran su rescate.
La ternura paterna de Laocoonte, se manifiesta en sus miradas lánguidas: la
compasión parece nadar sobre sus pupilas, como una sombra vaporosa.
Su fisonomía expresa las quejas, y no los gritos, sus ojos dirigidos hacia el
cielo, imploran la asistencia suprema.
Su boca respira languidez, y el labio inferior que desciende, está abrumado;
Pero el labio superior, está hacia arriba, uniendo esta languidez a una
sensación dolorosa.
El sufrimiento, junto a la indignación por el castigo injusto, sube la
nariz, la inflama y explota en las fosas nasales agrandadas.
Debajo de la frente, se representa con la mayor sagacidad, la lucha entre el
dolor y la resistencia, que están como unidos en un punto, porque mientras
lo hace, las cejas, desde la parte superior del ojo, las hace descender al
párpado superior, que está casi cubierto.
El artista no puede embellecer la naturaleza, se ha enfocado en
desarrollarla con el máximo de contención; y el máximo de vigor: donde
colocó un gran dolor, encontrándose también la más alta belleza.
El lado izquierdo, donde la serpiente furiosa lanza su veneno mortal en la
mordida, es la parte que parece sufrir más, por la proximidad del corazón, y
esta parte del cuerpo puede ser llamada, un prodigio del arte.
El quiere levantar las piernas para evitar sus males.
Ninguna parte está en reposo.
El mismo toque del maestro, contribuye a la expresión de una piel
entumecida.
página 874
Pyrgoteles, famoso grabador de piedras preciosas, floreció por el mismo
tiempo.
Contemporáneo de Lysippo, tuvo el privilegio como escultor exclusivo, de
hacer grabar la figura de Alejandro.
Conocemos dos pintores con el nombre de Pyrgoteles; sobre uno, este nombre
es sospechoso, y sobre el otro, la superchería de un grabador moderno no es
equivocación.
La primera piedra es un pequeño busto de ágata-ónix, algo más mayor que la
media del mismo busto grabado en cobre;
Se encuentra en el compendio de piedras grabadas publicado por M. de Stosch.
El resto está en la casa de los Condes de Schcoenborn, que posee esta
antigüedad.
Las observaciones que he hecho sobre una forma en cera de esa piedra, que se
plasmó en la colección de Stosch, en Florencia, y sobre el grabado en cobre
por Picart, me han hecho nacer algunas dudas.
La primera es sobre el sujeto del nombre de Pyrgoteles grabado en ella, en
nominativo contra el uso de los grabadores antiguos.
Estos siempre tenían sus nombres en genitivo como sus obras, de suerte que
en lugar de ΠΥΡΓΟΤΕΛΟΥΣ habría tenido que poner ΠΥΡΓΟΤΕΛΗΣ.
La segunda duda que tengo, es en el mismo retrato, que se parece a un
Hércules y no a Alejandro. Lo que es evidente no sólo por el pelo, que
desciende por la mejilla y acompaña parte del rostro, caracteres que no hay
en ningún retrato del rey, sino también por el pelo sobre la frente, que son
cortos y rizados, al estilo de Hércules.
Es un observación general, que todas las cabezas de Alejandro, los cabellos se
identifican con noble negligencia encima de la frente, y caen formando
un arco estrecho, tal como se ve tratado los cabellos de la frente en las
cabezas
página 875
de Júpiter.
Además, esta cabeza está cubierta con una piel de león, que es del todo
inusual en las cabezas de Alejandro.
Además se muestra la figura enterrada en la tristeza profunda, la boca
abierta y gimiendo.
Eso es lo que no ha sido observado, por quienes han afirmado ver Alejandro
figurando en esta piedra, lo que han querido aplicar esta expresión, a la
tristeza de Alejandro en la muerte de Hefestión.
Pero esa misma tristeza es más aplicable a Hércules, y es la naturaleza de
uno, después de haber matado en un ataque de demencia, a los hijos que había
tenido de Megara, luego de recuperar la razón, y que deplora con el dolor
del arrepentimiento, por el horror de su acción: es, según Plinio, con esa
expresión como Nicearco lo había pintado:
Herculem tristem infaniae
poenitentiae
(Plinio el viejo libro35 -141).
La segunda piedra es un camafeo, y está también en la colección publicada
por Stosch.
La cabeza de este grabado representa a un hombre de edad, pero sin barba,
con el nombre de ΦΩΚΙΩΝΟС en uno de los lados; sobre el borde inferior del
busto de esta cabeza leemos: ΠΥΡΓΟΤЄΛΗΣ ЄΠΟΙЄΙ.
Con respecto al primer nombre debe indicar el artista, y por lo tanto,
no puede significar el famoso Foción.
Como no era el uso ordinario de colocar los nombres de los dioses por debajo
de su imagen, ya que debían ser conocidos por si mismos
(Dión Crisóstomo Disc. Rodios 11) ni era para designar retratos
de hombres ilustres por sus nombres.
Sin embargo, algunas cabezas de
(1) Plin. L. 35. c, 40. §. 36.
(2) Dio Chrisost. Orat. 31. p. 338
página 876
de mármol y de bronce, en la colección de Herculano, encontrados con el
nombre del personaje, al igual que leemos la palabra ΖΕΥΣ bajo una cabeza de
Júpiter, en una
medalla de bronce de la ciudad de Locri.
Esta medalla acuñada en el estilo antiguo, se encuentra en el Gabinete del
duque Caraffa-Noia en Nápoles.
Pero sobre las piedras grabadas griegas, rara vez se escribe los nombres, ni
de Divinidad, ni de otras figuras, como ya he dicho en el tercer libro del
tomo primero.
Pero el segundo nombre muere evidentemente en el engaño, por las diferentes
formas de las letras de una y la otra inscripción; en una, la sigma es
redonda, es decir figura de esta manera es decir, C, y en la otra tiene los
Ángulos agudos, o sea, en la forma más ordinaria, Σ. Además, la épsilon es
redondeada. Є forma en la que no era conocida en los tiempos de Alejandro.
Por último, como he dicho anteriormente, es inútil por estar fuera de uso el
nombre escrito en nominativo: y Además con el modo ЄΠΟΙЄΙ.
Tendríamos aquí que oponer, el fragmento de una piedra grabada en hueco, de
la colección de Vettori en Roma, representando dos piernas cubiertas con sus
armaduras, con esta inscripción
ΙΝΤΟС. ΑΛЄΞΑ. ЄΠΟΙЄΙ
Es decir,
Quintus hijo de Alejandro la ha hecho (1).
Pero es quizás la inscripción única de esta especie sobre piedras grabadas,
y ello nos indica tiempos posteriores, o artistas presuntuosos
(1) Descr. des Pìer. gr. du cab. de Stosch. p.166.
página 877
tratando de salvar su mediocridad, con una inscripción pomposa del nombre.
Sea testigo de este hecho, un pequeño monumento sepulcral del Capitolio, de
los trabajos más mediocres, en el cual se ve por encima de una pequeña
figura de un guerrero, el nombre del artista grabado en forma antigua de la
siguiente manera:
ЄΥΤΥΧΗС ΒЄΙΤΥΝЄΥС
ΤЄΧΝЄΙΤΗС ЄΠΟΙЄΙ
Después de esta indicación del más famoso artífice, en la escultura y en el
gravado, en piedras preciosas del siglo de Alejandro, hago una breve
notification de algunos pintores del mismo siglo, me confinaré para no
reportar las circunstancias, que los escritores modernos han pasado en
silencio, o que no han entendido.
Plinio, elogiando a Apeles, dijo que no dejó jamás pasar un día, sin
practicar, sin ejercitarse en su arte y sin formar unos trazos,
ut non
lineam ducendo exerceret artem.
(Plinio Libro35 -84)
Yo observo en general, que los estudiosos no se pasan siempre obcecados en
una idea, según las palabras de Plinio: quiere decir, que apeles no dejo
un solo dia sin tirar trazos, además de sus ocupaciones ordinarias, ni sin
dibujar,
Haciéndolo del natural, es también, como bien puede presumir, de tomar la
manera de viejos maestros: es lo que indica con la palabra de linea.
Pero de la forma que con esta palabra, explican las ocupaciones de Apeles,
sin sal, sería el lema. ¿El artista, no hacía nada de más valor que una
línea
página 878
por día? ¿O sería una alabanza decir, como Bayle, quien diariamente ejercía
con los pinceles?
Con respecto a Aristides, llamado el tebano, contemporaneo de Apeles de lo
que aquí dice Plinio:
Is omnium primus animum pinxit, & sensus hominis
expressit, quæ vocant Græci ethe: item perturbationes; durior paulo in
coloribus.
Si la primera proposición de este juicio es justa, resultaría que los
sentimientos no estaban muy bien expresados.
Para mi, no veo ninguna otra significación en Aristide que ésta, que fue el
primero que puso toda su atención en hacer las expresiones del alma, sobre
todo en pasiones vehementes, y tanto que para tener éxito, descuidó otras
partes, incluso el color que era duro.
(Plinio libro35 -98)
A Protógenes de la Isla de Rodas, contribuyó por su parte a la ilustración
en este siglo.
Se dice que pintó vasijas hasta la edad de cincuenta años; es necesario
entender, que sus pinturas no representaban marineros, sino que los jarrones
los decoraba como cuadros externamente, una práctica que es usada aún hoy,
el Papa tiene a sueldo un pintor de sus galeras.
Su sátiro y su joven Fauno, en lo que se propone representar la seguridad
perfecta, estando apoyado contra una Columna
(Estrabón libro14 652) con dos flautas en las manos.
Estas figuras se llamaban ANAPAVOMENOS
(Plinio libro35 -106), quien esta descansando por su actitud.
Yo me figuro el fauno de Protógenes, con un brazo pasado por encima de la
cabeza como Hércules
(1) Strab. L. 14. p. 652. C.
(2) Plin. L.35.c.36, §. 20.
página 879
descansando de sus labores, con esta inscripción:
ΑΝΑΠΑΥΟΜΕΝΟΣ.
Nicómaco, hijo y alumno de Aristodemo, se le supone célebre por el mismo
tiempo.
Solo cito a este pintor, porque informa Plinio,
(Plinio libro35 -108) que fue el primero que pintó a Ulises con
el sombrero puntiagudo, como vemos ordinariamente en las figuras de este
príncipe.
Resultaría que ninguna de las piedras grabadas lo representan, por lo que
tapado no estaría antes de este tiempo: podría ser el mismo, en bajorrelieve
de mármol
Independientemente de las observaciones en arte, y sobre las obras de los
artistas de este siglo, los pocos retratos de Alejandro que escaparon a los
estragos del tiempo, merecen seguramente alguna consideración: desde lo que
parece su amor por las artes, y su gusto por las letras, que no menos han
contribuido a darle este apodo, de grande e intrépido coraje, y por la brillantez
de sus hazañas.
Entre las estatuas de dioses, héroes y hombres ilustres, observamos a este
monarca que tiene el privilegio especial, de entrar en la historia del arte:
Protector del talento, él siguió los impulsos de su espíritu, protegiendo
las artes, y extendiendo los beneficios a todas las personas de genio.
Me atrevo a decir que incluso esta gloria, es más justa que todos los
trofeos de sus conquistas, y que todos los monumentos de sus expediciones:
porque no la comparte con nadie por su sagacidad.
También el juez más severo de las acciones humanas, que no se puede ocultar
por ninguna censura fundada
página 880
Es imposible probar que los retratos que existen de este rey, sean obras del
siglo de Alejandro, ni establecer nada sólido sobre los maestros que las han
producido.
Sabemos, como ya hemos dicho, que Apeles tenía el derecho exclusivo de
pintarlo, Lisipo de fundirlo, y Pyrgoteles de gravarlo en piedras finas.
Sin embargo, la historia dejó ignorar el artista, que tenía el mismo
privilegio de esculpir su retrato en mármol.
Por otra parte, no conocemos a un escultor de este tiempo, con una reputación
igual a la de Lysippos.
Entre las cabezas de Alejandro citaremos tres, que merecen nuestra atención.
La primera (
#)
y la más grande de estas cabezas, se encuentra en la galería del gran Duque de
la Toscana, en Florencia, la segunda (
#)
en el gabinete del Capitolio, y la tercera (
#)
perteneció a la reina Cristina de Suecia, y está hoy en día San Ildefonso en
España.
Se hacía a Alejandro inclinando la cabeza sobre uno de sus hombros.
Es así como se le representa en todos los retratos, la mirada dirigida en
alto, en una posicion que está indicada en un epigrama griego, sobre una
estatua de este conquistador de la mano de Lisipo
(Ant. Palatina Planudo 109)
La caida de pelo por encima de la frente, caracteriza sólo a las cabezas de
Alejandro imitando la de los Héroes, y pareciendo el cabello de Júpiter, por
el hijo que deseaba pasar, por así decir, así lo he mostrado en el
Segundo volumen, con los cabellos levantados que caen por ondas en
diferentes capas.
O como Lisipo le representa, con los caracteres de esta Deidad
(1) Anthol. L.4.p. 310. L II.
página 881
al parecer, le han dado a la figura algunos rasgos de héroe a semejanza con
Júpiter: que pudo haber sido imitado enseguida por otros artistas
Si estamos mal equipados de cabezas de Alejandro, estamos aún peor en
estatuas de este Príncipe.
En la Villa Albani se encuentra en verdad, una estatua
heroica, más grande que de natural, donde la cabeza está rematada con un
casco, que nos ofrece el retrato del conquistador de Asia; pero la
cabeza no pertenece a la estatua
¿#?).
Esta misma, observación es buena de hacer con estatuas fuera de Roma, y que
me son desconocidas, donde a la cabeza le hacen portar el nombre de
Alejandro.
La única verdadera estatua de este monarca, es sin duda la que posee el
marqués Rondinini en Roma (
#):
donde la cabeza sin casco de esta estatua, nunca fue separada de su tronco,
con una conservación perfecta, solo la nariz que tiene poca cosa, lo cual es
extremadamente raro, pero la piel no ha sufrido la menor alteración.
Alejandro figura aquí como los héroes griegos, completamente desnudo: el
codo derecho apoyado sobre el muslo derecho, en una posición inclinada.
En esta cabeza con los cabellos por encima de la frente, están dispuestos en
el mismo estilo que acabo de mencionar, el trabajo no difiere de las cabezas
del Capitolio y Florencia.
Sin embargo, como los artistas tomaron con razón, Rey para sus héroes, lo
tienen también considerando su historia, sobre el pie de estos dioses y
héroes, que son propiamente tema del arte, y ellos
página 882
lo hacen sujeto de sus representaciones.
De todos los Reyes, y todos los hombres ilustres en temas históricos,
Alejandro es el único héroe con el privilegio de estar representado en
bajorrelieve.
La historia misma de este hombre sorprendente, otorga al Príncipe de esta
prerrogativa: poética por sus innumerables y brillantes hazañas, parecidas a
las aventuras de los héroes.
Además, nada más adecuado para el arte, como el héroe extraordinario, para
proponer los logros de Alejandro, aunque siendo conocido por todos, no por
ello menos interesantes que son las hazañas de Aquiles, o las aventuras de
Ulises.
Cuando hablo de bajorrelieve, se entiende de obras compuestas como sujetos
simbólicos, o temas alegóricos para decorar los edificios o tumbas; excluí
de ese número, las obras públicas, en que los emperadores se hacen
representar sus propias acciones.
A pesar del carácter poético, y pintoresco de los altos hechos de Alejandro,
y a pesar de lo aparentemente numerosas que fueron sus acciones, hay temas
específicos que han sido tratados por los artistas, incluso después de la
muerte del rey, encontramos trabajos en bajorrelieve de la entrevista del
príncipe con Diógenes.
El cínico, tumbado en la tinaja, que recibe al héroe de Grecia bajo los muros de
Corinto.
Publiqué esta pieza, conservada en Villa Albani (
#),
en mi Monumentos de la antigüedad (
174)
y se encuentra el grabado a la cabeza de este Capítulo.
En referencia a Demóstenes, el más grande orador de este siglo, y de todas
las épocas, la estatua
(1) Monum. Ant. ined. nº 174
página 883
se colocó en Atenas
(Pausanias libro1 8-2) cuyos retratos en bronce y mármol, fueron
expuestos en una infinidad de lugares.
Tendríamos una idea muy imperfecta de su fisonomía, si los descubrimientos
de Herculano, no nos hubieran proporcionado
dos pequeños bustos de bronce de
este gran hombre.
Estas piezas son más pequeñas que del natural; la más pequeña porta el
nombre de nuestro orador, grabado en griego sobre la base.
Estas dos cabezas tienen barbas, las barbas no tienen ningún parecido con un
busto sin barba, trabajo de gran relieve y signado con el mismo nombre; Por
eso es necesario que esta última pieza, descubierta en España (
¿#?) y publicada
por Fulvio Ursino, como el retrato de este orador, represente cualquier otro
personaje.
Si bien tenía motivos para creer, que el retrato de Demóstenes se conserva
solo en los dos bustos de Herculano, y que en los monumentos de Roma no
ofrecían ningún vestigio, vimos aparecer al comienzo de 1768, la huella de
yeso moldeado, sobre un pequeño bajorrelieve de arcilla, de dos palmos de
alto.
Esta pieza cuyo original parece perdido, ofrece toda la figura de Demóstenes
en la edad avanzada, con una semejanza perfecta con los Bustos de bronce de
Herculano.
El orador está sentado sobre una piedra cúbica. El cuerpo medio desnudo la
cabeza inclinada.
Enterrado en una profunda reflexión, tiene en la mano izquierda apoyada
sobre la piedra, con un escrito enrollado, pasa la mano derecha alrededor de
su rodilla.
(1) Pausanias.L.1.p.19.
página 884
Su nombre está grabado en la piedra de la manera siguiente:,
ΔΗΜΟΣΘΕΝΕΣ.
Y debajo del nombre leemos la palabra
ΕΠΙΒΩΜΙΟΣ.
Palabra que rara vez se encuentra entre los antiguos escritores, no siendo
empleado nada más que en lo que se coloca sobre un altar.
En Pollux EPIBÔMION MELOS, επιβώμιον μέλος que se llama una zona en frente
del altar (1).
Esta piedra por lo tanto, representa un altar, BÔMOS βωμός, en el templo
sacro e inviolable de Neptuno en la Isla de Caluria, no lejos de la rivera
de Trezen, donde Demóstenes había estado buscando asilo, cuando salió de
Atenas para escapar de la persecución de Antípatro, el gobernador de
Macedonia.
El murió en esta isla a los 62 años de edad, por veneno que tomó el mismo,
que llevaba guardado en su anillo, para no caer vivo en manos de sus
enemigos.
Este yeso nos ofrece así a Demóstenes sentado en un altar, representado en
el último periodo de su vida, reducido a la cruel necesidad de terminar su
carrera.
Por las formas de las letras de nuestra inscripción, en comparación con
Rasgos del nombre, que se encuentran en uno de los bustos de Herculano,
resultaría que la figura de arcilla sería más antigua que las cabezas de
Bronce.
Me propuse
(1) Poll. Onom. L. 4. Segra.79
página 885
publicar un día este bajo bajorrelieve.
En el siglo de Pausanias, todavía se podía ver en el recinto, PERIBOIô
περιβόλῳ, que rodea el Templo de Neptuno, la tumba de este gran hombre.
(Pausanias
libro2 33-3)
(1) Pausanias. L.2 p.189 l.33.
página 886
capítulo IV
Del arte, desde la muerte de Alejandro, hasta justo el fin de la libertad de
los Griegos.
Alejandro el grande, cuya vida y muerte forman épocas memorables en la
historia del arte, murió en la flor de la edad, en el primer año de la 114ª
Olimpiada.
Poco después de esta época, es decir, en la 120ª Olimpiada, murió el Arte, o
al menos languideció hasta aproximadamente la 155ª Olimpiada.
Cessavit deinde ars, dice Plinio
(libro34 -52).
No voy a considerar si esta proposición es también exacta, como la de
Tacito, cuando avanza esa Roma después de la batalla de Actium, ya no
produce grandes
página 887
genios, o como se sabe, después de la muerte de Augusto, la lengua y la
elocuencia romana, degeneró toda de golpe.
Podríamos creer que es Atenas particularmente, la que Plinio tenía en mente:
porque siguiendo esta historia, en relación con el arte griego en general,
parecería demostrar lo opuesto.
Después de la muerte de Alejandro, hubo revueltas y guerras sangrientas, en
las Provincias que él había conquistado.
Fue lo mismo con respecto a Macedonia, durante la 124ª Olimpiada
(284 adc.), todos sus
primeros sucesores estaban muertos; pero estas guerras, lejos de
extinguirse, aún continuaban con sus hijos y sus defensores.
En poco tiempo Grecia sufrió más por las armadas enemigas, que fue
constantemente inundada, con cambios de gobiernos que sucedían casi todos
los años, y por las imposiciones exorbitantes que agotaban a la Nación, que
no habían sufrido en todas las guerras, que las ciudades griegas habían hecho
entre ellas.
Los atenienses, con quien el espíritu de libertad se despertó a la muerte de
Alejandro, hicieron la última tentativa para sacudirse el yugo del legado de
los macedonios.
Sublevados contra Antípatro, hicieron tomar las armas contra el príncipe a
otras ciudades de Grecia; pero después de algunos éxitos relativos, fueron
derrotados en Lamia, y forzados a aceptar una paz dura, obligados a pagar
los gastos de la guerra, una suma considerable, y a recibir una guarnición
macedonia en la ciudadela de Munichia.
Los atenienses que escaparon de la Batalla de Lamia, fueron perseguidos por
todos lados por los macedonios, y desarraigados de los templos donde estaban
página 888
refugiados,
(Polibio libro9 XI) algunos ciudadanos de Atenas fueron enviados
a Tracia, lo que trajo el último golpe a la libertad de la República.
Es cierto, que Poliperconte, sucesor de Antípatro en la regencia de
Macedonia, queriendo unir a los pueblos de Grecia, publicó al poco tiempo,
un decreto por el cual se permitía a todas las ciudades, reanudar sus
antigua forma de gobierno (2)
El quería sobre todo, ser agradable a los atenienses, el escribió que abolía
las órdenes de su predecesor, y que les restablecía su primera libertad.
Sin embargo, todas estas promesas no se cumplen, por la llegada de Nicanor,
lugarteniente de Casandro, y Atenas, lejos de recuperar la libertad, tomó en
fiestas, por el consejo de Foción, recibir una guarnición macedonia en el
Puerto del Pireo, y en la ciudadela de Muniquia
(Didoro Siculo libroXVIII -19).
Casandro, hijo de Antípatro, rey de Macedonia, después de exterminar toda la
familia de Alejandr, proporciona a los atenienses habían abrazado el
partido de Alejandro, hijo de Poliperconte, y les da por gobernador al
famoso Demetrio de Falero, de la familia Conon.
Este magistrado que gobernó Atenas durante diez años, iba a ser agradable
para la República, que los ciudadanos le levantaron en el espacio de un año
trescientas sesenta estatuas de bronce,
(Plinio el viejo libro34 -27) las cuales me parece que fueron
ecuestres, y sobre un carro.
De acuerdo a estos hechos, deben creer que la mayoría de los atenienses eran
ciudadanos ricos.
El gobierno de Demetrio Falero subsistió, hasta la derrota de Casandro y la
conquista de
(1) Polyb. L.9. p.561.
(2) Diod. Sic. L. 18. p. 631. 63.
(3) Diod. Sie. L. 18. p. 640,
página 889
Macedonia por Demetrio Poliorcetes, hijo de Antígono Rey de Siria.
Atenas se resintió de esta revolución: la ciudad de ir con el ganador.
El gobernador, obligado a huir se retiró a Egipto, donde reinaba Tolomeo
Soter, que le ofreció asilo en la corte.
Tan pronto como dejó Atenas, esta gente cobarde y voluble, derribó y fundió
todas sus estatuas; incluso llevó la ingratitud, hasta querer borrar su
nombre de todos los monumentos.
Los atenienses, siempre excesivos en sus pasos, prodigaron en títulos
honoríficos a Demetrio Poliorcetes; dieron un decreto para erigirle estatuas
de oro a su nuevo dominador, así como a Antígono su padre.
(Diodoro Sículo libro20 -46).
Por lo que tendríamos que concluir, que es verdaderamente cierto lo de
estatuas de oro, hay un decreto semejante en la ciudad de Sigeo, en la
Troyade, sobre una estatua de oro ecuestre, que debía ser elevada a la
gloria del mismo Antigono. (2)
Este uso de prodigar el oro, parece hacer creer que el arte buscó más
brillar por las flores, que por los frutos.
Plinio también nos hace notar, que los Griegos no conocían el reino de las
flores, hasta después del siglo de Alejandro
(Plinio el viejo libro21 -48).
Las bajas adulaciones de los atenienses, los habían vuelto despreciables a
los mismos ojos de Demetrio, que los trataba como se merecían.
Sensible a su desprecio, se rebelaron contra este príncipe, cuando Antigono
su padre fue asesinado en la Batalla de Ipso.
Lacaro, el jefe de la rebelión, se apoderó del gobierno de la ciudad.
Demetrio
(1) Diod. Sic. L. 5. p. 782.
(2) Chishul. Inscr. Asiat. p. 52. N. 35
(3) Plin. L.21 c. 24-
página 890
para castigarlos por esta falta de fe, expulsa a Lachares, fortifica el
Museo, y le puso una guarnición, lo que el pueblo consideró como una
verdadera esclavitud (1).
Las circunstancias en las que los atenienses se encontraban estaban bien
cambiadas, poco tiempo después elevaron a un solo hombre, ciento sesenta
estatuas de bronce, lo que hoy en día, toda la cristiandad apenas podría
ejecutar.
En este agotamiento de la ciudad de Atenas, donde el mar y el comercio, las
fuentes de lujo y riqueza, estaban totalmente arruinadas, lOS artistas se
vieron forzados a abandonan sus queridas murallas, e irse a buscar fortuna a
otra parte.
Desierta de arte por así decirlo, quedó Grecia, y se estableció en Asia y
Egipto.
Sin embargo antes de considerar el arte griego, y la suerte que tuvo en cada
uno de los países, donde no había sido jamás cultivado, voy a hablar de un
par de obras, cuya fábrica es anterior a la Migración.
Estas obras son, primeramente una medalla del rey Antígono, lo que sin duda
es de esta época, en segundo lugar, el gran grupo conocido como
el Toro Farnesio.
Por la misma ocasión también decimos una palabra del supuesto retrato del
rey Pirro de Epiro.
Con respecto a la
Medalla de Antígono, que yo mismo poseo, la he explicado y publicado en
mis Monumentos de la antigüedad (
41)
Después de que ella apareció, estaba mal definida, e igualmente mal
explicada (3).
Imaginamos que la hiedra que sale adornando el cabello del vicario,
representado con hojas de junco, y un resultado de esta imaginación se creía
que
(1) Dicaerch. Geogr. p, 168. l. 14.
(2) Monum. Ant. îned. N.41,
(3) P. Froelifh, Annal. Reg. Syr. Tab.I.N.2.
página 891
esta cabeza representaba un Neptuno; mientras el Apolo, sentado en la proa
de la embarcación, emplazado en el reverso de la medalla, estaba
metamorfoseado en Venus armada.
Mi sentimiento en cuestión es, que la cabeza simula al Dios Pan, como he
mostrado en el volumen anterior, mientras que el Apolo, emplazado sobre la
proa de la nave, con el delfín que está por debajo, puede hacer alusión a
DELPHINIOS Δελφίνιος, que es el apodo de éste Dios, cuando el está
metamorfoseado en Delfín, cuando conducía sobre una nave cretense, la
primera colonia en Delos
(Himnos Homéricos Apolo-495)
Eurípides también lo llama Apolo PONTIOS Πόντιος, es decir, el Dios del mar,
que conduce sobre las olas del mar, los caballos enjaezados a su carro.
(Eurípides Andrómaca 1010)
como los atenienses atribuían la victoria al Dios Pan en Maratón, es posible
que nuestra medalla, hubiera sido acuñada en memoria de una batalla naval
del Rey Antígono, de quien creen haber sido asistidos de Apolo y Pan.
Esta medalla, del tamaño del grabado que se Ve a la cabeza de este Capítulo,
es de muy gran relieve y mérito, con razón de ser citada, siendo una de las
mejores medallas griegas, y uno de los monumentos más dignos de los que
hablamos.
Según todas las apariencias, es el momento de fabricar una gran obra, que
consta de varias figuras talladas, y esculpida en un solo bloque de mármol
por Apolonio y Tauriscus, famoso grupo, mantenido en el palacio Farnese, y
conocido bajo el nombre de
toro Farnese.
Yo asigno este tiempo como probable, porque Plinio no nos da alguna noticia
sobre la edad
(1) Hom.Hym.Apol. v. 495.
(2) Eurip. Androm.v.1009.
página 892
de estos artistas, parecen retroceder el tiempo, cuando la fuerza de la
mayoría de los famosos maestros hasta ese momento.
Se dice que esta inmensa máquina representa a Anfión y Zeto, mientras
preparan el suplicio de Dirce, su madrastra, para vengar a su madre Antiope.
La infortunada Antiope, había sido repudiada por Lyco, rey de Thebas, y
padre de los dos jóvenes héroes, fue liberada entre las manos de Dirce, que
le hizo sufrir durante muchos años el trato más espantoso.
Habiendo escapado de las manos de su rival, ella se refugia en el bosque del
monte Citerón, donde ella encuentra a sus hijos, que al principio la toman
por una esclava fugitiva.
Sin embargo, Dirce, a la cabeza de las mujeres que celebraban las orgías de
Baco, llegó al mismo sitio, y encontró a Antíope, e hizo por matarla,
entonces lo hijos ayudados de un viejo pastor que les había salvado la vida,
y servido de padre (habiendo sido expuestos en su infancia), reconocen a
Antiope como su madre, corriendo deprisa arrancaron de sus manos a la
perseguidora.
Fue en ese momento, que ataron a Dirce por los cabellos, a los cuernos de un
toro salvaje, para hacerla rasgarse en las zarzas y las rocas del Citerión.
Vemos que la escena está en este montaje, que Dirce aparece como bacante
para matar a Antiope con el pretexto de las orgías de Baco: lo que explica
un infinidad de accesorios, como el tirso y los festones para las prácticas
en grupo (1)
Plinio informa, que esta obra había sido trasportada de la isla de Rodas, a
Roma. Sin enseñarnos ninguna particularidad de los sujetos Apolonio y
Taurico,
(1) Sammlung antiquarifcher Auffatze, Von chr. G.Heyne, zwytes Stuck. 207
página 893
Se contenta con decirnos de sus patrias, que eran de la Ciudad de Tralles,
en Sicilia; Nos dice al mismo tiempo, que en la inscripción de su trabajo,
pusieron el nombre, además de su padre Artemidoro, y su Maestro Menecrates,
al que ellos también llaman su padre.
La Expresión era tal, que nuestros escultores nos dejaron indecisos de cual
de los dos era su verdadero padre, el que les había dado su vida, o el que
les había dado el talento
(Plinio el viejo libro36 -34).
Esta inscripción no existe.
El lugar más obvio donde podría haber estado, es el tronco del árbol que
hace de apoyo de la estatua de Zeto; pero el tronco es moderno, así como la
mayor parte de las figuras.
Sin embargo, yo se que más de un escritor ha sostenido lo contrario a esto,
y me imagino, porque han tomado mal la expresión que Vasari dice, que está
hecho de una sola pieza sin la adición de algún trozo: In un sasso sode, e
fenza pezzi
(Vasari,
vida de Miguel Angel edic. Giuntina) pero él quería decir, y la
inspección lo prueba, que antiguamente había sido de una sola pieza, y no
fue sacado de los escombros de las Termas de Caracalla, cuando el
descubrimiento de Pablo III.
Que es por tanto, lo que Maffei y otros, pretenden inferir de las palabras
de Vasari. (3)
Pero por eso mismo, no es capaz de discernir lo antiguo de lo moderno, he
aquí que el cincel que es un trabajo posterior al griego,
van a producir juicios absurdos sobre esta obra, entre uno y otro escritor,
que no lo cree un pedazo digno de un artista griego, y lo ve como producción
de escuela romana (4).
Las
(1) Plinio. L. 36 c. 4. §. 10. p, 283
(2) Vasari, vit. de pitt. T. 3. p. 753
(3) Maffei, spieg. Je stat. ans. tav. 48. Caylus, Diss. fur la sigture,
p.325
(4) Ficoroni Rom. p. 44
página 894
restauraciones de este grupo, fueron encomendadas a un cierto Battista
Bianchi, milanés; y han sido hechas en el estilo de su tiempo, es decir, sin
el conocimiento de los antiguos.
En la figura de Dirce unida al toro, ha restaurado la cabeza, y del seno
hasta el ombligo, con los dos brazos; de manera similar repara la cabeza y
los Brazos de Antíope.
En las estatuas de Anfión y Zeto, no hay nada más de Antiguo que el torso y una
sola pierna en ambas figuras.
Las patas del toro son también modernas, así como la cuerda, que un viajero
ignorante ha juzgado digna de toda la atención (1).
Es antigua la figura de Antíope, a excepción, de la cabeza y los brazos,
La figura del niño sentado, que aparece espantado, al miedo de la vista del
castigo de Dirce, y que no puede representar a Lycos, como imagina Gronovius
(2), puede justificar, la mención honorífica que Plinio hace de los autores
de este grupo, y para devolver de su error a los que aún conservan el buen
gusto imprimido en las obras de la antigüedad
El estilo de la cabeza del joven, se realiza por completo, en la forma de
las cabezas de los hijos del Laocoonte.
La gran finura en el manejo de la herramienta, aparece principalmente en los
accesorios; la cesta cubierta,
cista mystica, rodeada de la hiedra, y
colocada debajo de Dirce, para darle el carácter de bacante,
(Higinio Fábulas, Antíope), es de un trabajo también fino, como
si el artista hubiera querido dar a este accesorio, una muestra de su hacer.
La misma aventura, o incluso la misma fábula, está representado en
bajorrelieve en Villa Borghese (
#)
y Albani (
#).
El tema se compone de tres figuras; Antiope .
(1) Blainviile, Voyages &c.
(2) Gronôv. thef.ant.gr.T.I.Dd.
(3) Hygin. Fabl.8.
página 895
que está emplazada entre Anfión y Zeto y que reclama la venganza de sus
hijos.
En el trozo del Borghese, no hay caracteres para engañar en los personajes,
los nombres están marcados por encima de cada una de las figuras.
He publicado este bajorrelieve en mis Monumentos de la antigüedad (41), y he
dado una explicación particular, en el primer capítulo del quinto libro de
esta historia.
Además de las medallas del rey Pirro, de la más bella fabrica, hay una
estatuas de más que del natural que está conservada en el Gabinete del
Capitolio (
#
2),
Un par de cabezas de medio relieve, enteramente semejantes a la estatua, que
merecen una atención especial, si se pueden considerar como el verdadero
retrato de Pirro, como se hace comúnmente.
Una de estas cabezas de mármol se encuentra en el
palacio Farnese, la otra de pórfido, está en la Villa Ludovisi (3).
Bajo esta opinión aceptada, Gori dio el nombre de Pirro a una cabeza
similar, en una piedra grabada del Gran Duque de la Toscana en Florencia
(4).
Para refutar esta denominación, bastará con reportar un uso establecido,
saber que los sucesores de Alejandro, y por lo tanto si Pirro se hacía
afeitar; y como de la que estamos hablando, esta estatua del Capitolio,
tienen barbas gruesas y rizadas, el resultado, una cabeza con barba no puede
representar al este Rey.
Así Pignorius, había observado antes que yo, que los retratos de Pirro,
sobre las medallas tenían un solo mentón (5).
Es lo mismo, según el testimonio
(1) Monum. Ant. ìned. N. 41.
(2) Mus. Capit, T. 3. tav. 48.
(3) Montfauc. Diar. Ital. p.231.
(4) Gori, Mus. Flor. T.3 Tab.25. N.4
(5) Symb. epift p.33.34.
página 896
de Ateneo (1), los demás reyes griegos, así nosotros los vemos en sus
medallas.
En la única medalla de oro, pieza de gran rareza que se conserva en el
gabinete, que el Gran Duque de Toscana tiene Florencia, donde se ve a Pirro
con la barbilla rematada con un pelo muy corto.(
¿#?)
Pero como el nombre de Pirro, no puede ser dado a esta estua, por razones
que venimos de alegar, y que la cabeza, obviamente, es un ideal donde
tendríamos representado al dios Marte; opinión, que no es admisible tampoco,
ya que todas las representación en mármol y medallas nos ofrecen siempre, al
dios sin barbas.
Yo pienso que esta estatua, por el aire de la cabeza, se asemeja más a un
Júpiter que a ningún otro dios, representando a Júpiter bélico, AREIOS
Ἄρειος, que tiene también el sobrenombre de STRATIOS Στράτιος, es decir, el
jefe del ejercito.
En cuanto a la coraza, la llevan también otros dioses como
Baco sobre el altar de Villa Albani, o el Mercurio de
Bronce de la colección del señor Hamilton, dos piezas ya citadas.
Sin embargo, como los cabellos y las barbas son muy diferente de la idea de
un Júpiter, y la cabeza de la estatua recuerda a una fisonomía de Agamenón,
no creo explicación más semejante que decir que eso, representa al Rey
Agamenón, sabiendo también que tenía un templo en Esparta, donde lo
reverenciaban allí con el sobrenombre de Zeus o Júpiter
(Licofrón Alexandra 1122), nombre que Gorgias da a Jerjes
(Longinos de lo Sublime -2) y Opiano al Emperador Cómodo (4).
Es cierto que la cabeza de la estatua del Capitolio, tiene un parecido
(1) Cons. Descr. des Pier. gr. du cab. de
Stosch. p. 412. 413
(2) lycophr. v. 1124. Cönf. Schol. h. l.
(3) Longin, de Subl. c.3;. p. 13.
(4) Oppian. Cyneg. L. I.V.
página 897
con la figura de Agamenón que está en una gran urna sepulcral en el mismo
Gabinete, donde está representado la
discusión del rey con Aquiles por Briseida.
Todas las ciudades libres de Grecia, de las que he hecho mención,
desanimadas y humilladas por la pérdida de su libertad, y su gloria pasada,
se vieron impotentes de reactivar y apoyar los talentos.
El arte, abandonado en su patria, aislado entre sus conciudadanos, cayó
totalmente en Grecia, decidió expatriarse.
En estas circunstancias fue llamado, honrado, y recompensado en Egipto por
los Ptolomeos, y en Asia por los Seléucidas, de suerte que transplantado,
sobre el nuevo suelo, desplegó por así decirlo, nuevas fuerzas.
Los reyes Griegos de Egipto, fueron los más magníficos sucesores de
Alejandro, y los más grandes de sus protectores del arte, abandonado en
Grecia.
El primero de los príncipes, Ptolomeo Sóter, dio la bienvenida no solo a los
artistas griegos, sino también a otras personas de mérito.
Entre ellos se encuentra Demetrio Falero, que se vió obligado a huir de
Atenas, donde había gobernado diez años, como hemos dicho antes, entre los
que estaba Apeles, a la cabeza del Arte Griego.
Este rey y sus sucesores, fueron de lo más poderosos y ricos de todos los que
compartieron las conquistas de Alejandro. Como muestra, mantuvieron según informa
Apiano de Alejandría, un ejército de 200.000 hombres a pie, y 30.000
caballos.
Tuvieron 300 elefantes preparados para el combate y dos mil carros armados
para la guerra.
Sus fuerzas marítimas no eran menos formidables: el mismo autor nos dice
1.200 barcos trirremes
página 898
y de cinco remos.
(Apiano
Guerras prefacio 10)
Bajo el reinado de Ptolomeo Philadelfos, segundo rey griego, se convirtió
Alejandría, en casi lo que Atenas había sido: los primeros sabios, y los más
grandes poetas, dejaron su patria para ir a esta ciudad, donde la fama y la
fortuna les esperaba.
Euclides de Megara enseñó allí la geometría; Teócrito, el poeta de la
ternura, cantó allí la pastoral en dialecto Dorio; Calímaco celebró allí las
alabanzas a los Dioses en versos elegantes.
La excelente procesión que este rey hizo en la ciudad de Alejandría, nos
hace juzgar de la cantidad de estatuas griegas, que había entonces en
Egipto.
Caminamos entre cientos de estatuas, y en un gran pabellón, preparado para
esta solemnidad, allí tenían cientos de diferentes animales ejecutados por
los más famosos maestros.
(Ateneo libro5-26).
Sin embargo, de todos los artistas que florecieron entonces en Egipto,
nosotros no conocemos nada más que uno solo, este es Satirio, que graba en
Cristal el retrato de Arsinoe, esposa de Tolomeo Filadelfo
(Antolgía Palatina, Descriptivos 776).
Fue bajo los primeros Ptolomeos, que parecen haber sido ejecutadas las
mejores obras de arte griego, en piedras egipcias, a saber, pórfido y basalto.
Todas estas obras, a excepción de una copia de figuras, no se han conservado
nada más que fragmentos, que son increíbles por el trabajo, que sobrepasa en
mucho toda la industria de hoy en día.
La manera de operar, y el estilo del dibujo, no nos permite asignar estas
producciones de arte, a los tiempos de los emperadores aquí, en calidad de
soberanos de egipto, habrían traído estas piedras a Roma.
Además, estas obras
(1) Appian. Proœm. hist. p.7..l. 22.
(2) Athen.Deipn. L. 5. p. 195. p.
(3) Anthol. L. 4. c. 18. e. 4.
página 899
no puden ser hechas antes de la época de los Ptolomeos, porque no es creíble
que los griegos hicieran transportar desde su país, las piedras Egipcias:
así mismo, Pausanias no hace mención de estatuas de basalto, o estatuas de
pórfido.
En lo que se refiere a las obras en basalto, mi juicio se basa en gran
medida de dos cabezas. Una que poseo yo mismo, de
basalto negro, mentón con
rotura, y la nariz faltante.
La otra cabeza, que está muy bien conservada a excepción de la nariz, es de
la especie de basalto verdoso, parecido al acero por la dureza;
está en las manos del caballero de Breteuil, Ministro Plenipotenciario de la
Orden de Malta en Roma.
Esta cabeza, así como la primera, representan a un joven hombre de una
hermosa fisonomía, y se ve que fue adaptada a los hombros de una estatua.
Como ella tiene las orejas de pancratista, sobre la cual ya explique en el
cuarto capítulo del cuarto LIBRO, puedo creer que ha sido representado
aquí, la figura de un ganador de los grandes juegos de Grecia, a quien
Alejandro, para festejarlo, le levantó estatuas.
Del resto de esta estatua, no puede representar a un ganador de la clase de
aquellos cuyos nombres fueron inscritos en la olimpiada en la que ganaron,
porque era la altura del honor otorgado, solo a aquellos que superaban a los
otros en la carrera de carros, es decir, a aquellos que habían ganado la
victoria del Estadio.
Por lo que concierne a estos ganadores del estadio, se encuentran cuatro de
Alejandría entre los Primeros Ptolomeos: Perigenes en la 126ª Olimpiada,
Amonio
página 900
en la 130ª, Demetrio en la 137ª, y Crates en la 140ª.
Pero como la cabeza en cuestión, representa un luchador de Alejandría, o un
pancratista, y sabemos que Cleoxenes de Alejandría había ganado la lucha en
los juegos olímpicos en la 135ª Olimpiada, y Fedinios de la misma ciudad, en
el pancracio en la 145ª, esta cabeza podría ser el retrato de uno de estos
dos Atletas (1).
Por las razones que he informado, yo creo que la primera cabeza de basalto
negro, enteramente trabajada en el mismo estilo, y llevando el cabello
tratado con más cuidado, representa de manera similar un ganador de los
Juegos Olímpicos.
Pero como los oídos de esta cabeza, son de forma ordinaria y diferentes de
la otra pieza, debo pensar que esta estatua cuya cabeza forma parte, no
representa un luchador victorioso, sino un ganador de las carreras de
carros, incluso sería uno de los cuatro primeros ganadores de Alejandría, de
los juegos Olímpicos.
La ciudad de Alejandría a ejemplo de otras ciudades de Grecia, no dejará de
levantar estatuas a sus primeros ganadores de los juegos Olímpicos: es así
probable que estas estatuas de basalto, hayan sido llamadas estatuas de pórfido,
que el emperador Claudio, hizo trasportar el primero a Roma,
(Plinio
libro36 -57) y así ahora las tenemos para observarlas.
Hice mención de las obras griegas en pórfido, en el segundo y cuarto
libro de esta historia
(1) p.332.b.333. a.
página 901
Yo no he hablado, porque son producciones antiguas de gran rareza hoy en día,
una vez fueron así, ya que el arte trabajó infinitamente menos el pórfido
que el mármol, a causa de la extrema dificultad de trabajar esta piedra.
Las medallas de Alejandría, fueron renombradas por la belleza de sus monedas;
de suerte que las medallas de Atenas, en comparación con las de Alejandría
parecen acuñadas sin fineza y sin inteligencia
Diógenes Laercio libro7 Zenón 14-1 ).
En efecto, la mayor parte de las medallas Atenienses son, o de los primeros
tiempos, o una mala moneda.
La consideración de estas obras, me hace juzgar que el arte griego
establecido en Egipto, no fue infestado de mal gusto, que enerva y envilece
la poesía griega en boga, en la corte de Ptolomeo Philadelfos.
Esta corrupción, engendró una plaga que se extendió entre los romanos, aquí
se resiente aún de los siglos pasados a través de Europa.
Calímaco y Nicandro, quienes fueron el uno y el otro, lo que se llamó las
pléyades de Alejandría, parecían más celosos del título de sabios, que del
nombre de poetas.
Nicandro especialmente, parece disfrutar de usar los términos más anticuados
y los más inusuales, sacados de dialectos de los más bajos de todos los
pueblos de Grecia.
Lycophron, uno de los poetas de estas siete estrellas, le gustaba más pasar
por poseído que por inspirado. Le gusta torturar la mente de su lector, para
hacerse entender. Se le conoce como el primer poeta que jugó con anagramas
(2).
Hubo otros poetas que dieron a sus piezas la forma de un altar, de una
flauta, de un hacha, de un huevo: todo el mundo, después de Teócrito hacían
juegos
(1) Diog. Laert. L.7. Segm. 18.
(2) Dickins. Delph. phoeniss. c. 1.
página 902
de palabras
(Teócrito Idilios 27).
Lo más sorprendente es Apolonio de Rodas, de la misma Pléyade, que ha
violado repetidamente las reglas de la lengua (2).
No menos que los Ptolomeos, los sucesores de Alejandro en las provincias del
Asia, los seléucidas, nombrados así por Seleuco, fundador de este reino,
trataron de dar cabida a los artistas fugitivos de Grecia, y a proteger al
mismo tiempo, los talentos que habían florecido previamente entre los
griegos de Asia Menor.
La Protección de los príncipes, era muy eficaz con los artistas establecidos
en Asia, que importaban los talentos que no quisieron permanecer en Grecia
(Teofastro Caracteres, vanidad)
Sin embargo el arte, trasplantado en estas partes, no adquirió una
reputación igual al arte que floreció en Egipto.
La razón está sin duda, porque Seleucia, la nueva capital, donde los Reyes
habían transferido de Babilonia la sede de su reino, se encontraba en el
corazón de Asia, muy lejos de Grecia.
Los artistas, lejos de su patria, podrían experimentar lo que todavía sucede
todos los días, a los que han dejado Roma, el asiento del arte hoy en día,
arruinada y caída como el souvenir de lo que vieron desaparecer, porque sus
espíritu y su imaginación no se puede nutrir de la contemplación lo bello.
Esto era totalmente diferente con Egipto, que se encontraba en lo más
ventajoso para la navegación y el comercio, a través de mantener Alejandría
una comunicación constante con Grecia.
Los artistas que vivían en Alejandría, podían recibir en poco tiempo de su
país, todo lo que les fuera necesario para ellos; mientras que los que se
quedaron en Seleucia, no encontraban
(1) Idyl.27 v.26
(2) Argaunaut. L. I. v. 242. L. 3, v. 99. 167. 335. 395. 600.
(3) Theophr. Charact. c. ult
página 903
las mismas comodidades.
Lo que parece demostrar sobre todo, que la sede de los Seleucidas y la
distancia al mar, han sido la causa del poco progreso del arte griego en las
provincias asiáticas
Es la brillantez, con la que el mismo arte brilló, poco tiempo después de la
época de los reyes, en Bitinia y Pérgamo, que eran estados muy limitados del
Asia Menor, como diremos a continuación.
Entre los artistas que se rinden célebres, en la corte de los primeros
seléucidas, conocemos a Hermocles de Rodas, por las hermosas estatuas
Combabus
(Luciano Sobre la diosa Siria 26)
La época del arte griego bajo los Primeros sucesores de Alejandro, se
termina en la 124ª Olimpiada
(284 adc.), época donde estos príncipes, a saber, Tolomeo
Soter rey de Egipto, Seleuco rey de Siria, Lysimaco rey de Tracia, y Tolomeo
Cerauno rey de Macedonia, estando todos muertos, como dije más arriba.
En la siguiente Olimpiada, sucedió que algunas ciudades de Grecia poco
considerables, han formado entre ellas una liga para la libertad común,
sentando las bases de una nueva constitución en Grecia.
Mediante esta revolución, el arte finalmente salió del letargo.
Los Griegos aprendieron lo que sucede a menudo, en el curso de los eventos
humanos, que los excesos del mal, es germen del bien: como la cuerda
demasiado tensa del laúd se rompe, y hay que reemplazar con otra cuerda que
montada con más cautela, presta un nuevo afine al instrumento.
La antigua constitución de Grecia, cambió tanto por la superioridad de
Macedonia, mientras la de Esparta, que permaneció casi inalterable
(1) Lucian. de Dea. Syr. c.26. p.472. ed. Reitz,
página 904
casi cuatrocientos años, había tomado otra forma.
Cleómenes, hijo del rey Leónidas de Esparta, habiendo sido odiado por su
violencia, se vio obligado a abandonar su patria, y buscar asilo en Egipto,
luego de haber sido derrotado por Antígono el rey de Macedonia.
Durante su retiro en Egipto, los éforos reinaron solos en Esparta: estos
magistrados, se enfrentaron constantemente con las facciones de un pueblo
amotinado, que a menudo morían en las revueltas.
Después de la muerte de Cleómenes, procedieron a una nueva elección de un
rey.
La elección primera recayó en Agesipolis; pero como era todavía un niño, le
confirieron al mismo tiempo la dignidad suprema a un hombre, cuyos
antepasados no tenían la sangre real, a Licurgo, que supo aplaudir esta
dificultad, dando un talento a cada éforo.
El pueblo, instruido que Licurgo había comprado los sufragios, lo expulsó de
la ciudad, y luego lo llamó de vuelta. Esto sucedió en la 140ª Olimpiada
(220 adc.).
Poco tiempo después de esta época, después de la muerte del rey Pélope,
Esparta fue gobernada por diveros tiranos, el último fue Nabis, que reinó
déspota, y que defendió la ciudad con tropas extranjeras.
La famosa Tebas estaba enterrada en sus ruinas, y Atenas se encontraba en la
inactividad total.
La Grecia sin defensores de la libertad, vio levantarse por todas partes los
tiranos, que fueron apoyados por Antígono Gonatas, rey de Macedonia.
En esta situación de cosas, unas pocas ciudades apenas conocidas de la
historia, Dyme, Patras, Tritea, y Faro, se comprometen a evadirse de las
vejaciones de sus opresores, cuando llega la 125ª Olimpiada
(280 adc.).
Estas ciudades logran cazar y exterminar a los tiranos, que se han alzado en
medio de ellas.
Además, como su liga parecía de poca importancia, no les hicieron
de primeras
página 905
una fuerte oposición, y les dio tiempo a reafirmarse.
Es esta asociación, la que puso los fundamentos y el inicio de la famosa
liga Aquea.
El primer paso dado, varias ciudades grandes, incluso Atenas, se
avergonzaron de no haber sido advertidos, para formar esta gran empresa; y contribuir con el mismo celo por la restauración de
la libertad común.
Después de diferentes éxitos, todos los aqueos formaron una liga,
proyectando nuevas leyes, y estableciendo otra forma de gobierno.
Sin embargo, como la envidia arma a los Etolios y los Espartanos contra los
confederados, Arato, a la edad de veinte años, y Filopemen, emula a
Epaminondas, el último héroe de Grecia, se pusieron a la cabeza de los
aqueos, y fueron los generosos defensores de la libertad, revolución que
llega en la 138ª Olimpiada
(228 adc.).
La envidia que reinó entre los Aqueos y los Etolios, habiendo estallado,
lucharon en una guerra abierta, en la que la animosidad de ambas partes
empezó a volverse furiosa contra los monumentos de arte.
Los etolios fueron los primeros en cometer tales excesos.
Después de haber entrado en una ciudad de Macedonia, llamada Dío, abandonada
por sus habitantes, ellos abatieron los muros, y tiraron las casas, y
prendieron fuego a los pórticos cubiertos, y galerías que reinaban alrededor
de los Templos, y rompiendo todas las estatuas
(Polibio libro4 XVIII).
Ejercieron la misma furia en el Templo de Júpiter, en Dodona, en Epiro,
quemaron allí las galerías, mutilaron las estatuas y destruyeron el templo
incluso
(Polibio libro4 XIX).
Polibio, nos relata la arenga de un embajador Acarniano, citando varios
otros Templos, dados al pillaje
(Polibio libro9 XII)
(1) Polyb. L.4,p.326.
(2) Ibid. p. 331.A.
página 906
de éstos furiosos.
Los de Elis, que incluso se habían salvado de ambas partes, a causa de sus
juegos públicos, y de la ley de asilo que disfrutaban, no sufrieron las
depredaciones de los etolios como las otras Provincias.
Los macedonios bajo el rey Filipo, y los aqueos sus aliados, tomaron
represalias y se permitiendo los mismos excesos, en Therma, capital de los
etolios, aunque salvaron las estatuas de los dioses. Pero el mismo rey, que
atacó por segunda vez esta ciudad, hizo destruir las estatuas que había
salvado la primera vez.
En la sede de la ciudad de Pérgamo, Filipo satisface su rabia sobre los
templos, que destruyó de arriba a abajo, cuyas piedras rompió, para que no
sirviesen para su reconstrucción
(Polibio libro16 1),
Diodoro atribuyó este furor al Rey de Bitinia, lo que es probablemente un
descuido.
Esta ciudad poseía un famoso Esculapio de la mano de Phylomachus (2), de
acuerdo con otros de Phyromachus(3).
Atenas, completamente dependiente de los reyes macedonios y de Egipto,
estaba lo suficiente tranquila al comienzo de esta guerra, pero con su
inacción, perdió la estima y la consideración de los otros griegos.
Finalmente esta República, habiendo dejado el partido de los macedonios,
irritado y enojado vino el Rey Filipo al Ática, quemando la Academia frente
a la ciudad y no perdonando incluso las mismas tumbas
(Tito livio hªRoma 31-24).
Cuando los aqueos que no querían entrar en sus puntos de vista, contra
Esparta y el tirano Nabis, que hizo nuevas entradas en Ática saqueando
(1) Polyb. L. 16. p. 67.
(2) Excerpt. Diod. p.249.
(3) Anthol. L. 4. c. 12.; Excerpt.Diod.337.l.22«
(4) Excerpt. Diod. p.294.; Liv. L.31 c. 24.
página 907
los templos que acababa de saquear, e hicieron las estatuas pedazos, y
rompieron las piedras para que no pudieran servirse más de ellas.
Fue principalmente por esta devastación, que comprometió a los atenienses a
poner contra el príncipe, un decreto que ordenaba destruir y aniquilar todas
las estatuas, y a todas las personas de uno y otro sexo.
Al mismo tiempo que los talentos estaban sin consideración en Grecia, y la
furia de las partes destruía las producciones del genio, los artistas
florecían entre los griegos expatriados, bajo los reyes de Sicilia, hay aún
más, bajo los de Bitinia y Pérgamo.
En cuanto a esta época floreciente del arte en Sicilia, los antiguos no
nos han dejado detalles; pero podemos dibujarnos por inducción de manera
favorable, por la belleza de las medallas acuñadas en esta isla.
Diremos de las colonias de los dorios, que era Siracusa la principal, queriendo
disputar el rango con las hermosas medallas de los jonios, siendo las de
Leontium una de las más consideradas
(Tucídides libro3 86).
Al trazar la historia del arte de Sicilia, hablo de los tiempos que
corresponden, desde los primeros sucesores de Alejandro, hasta la toma de
Siracusa por los romanos: momento fatal para esta isla, a la que la
naturaleza se complació en difundir sus dones, ya que estuvieron
singularmente expuestos a fuertes golpes.
Con las cosas consideradas bajo este punto de vista, tenemos razones para
estar sorprendidos, ya que las guerras que asolaron Sicilia, que no habría
forzado totalmente el germen de los talentos.
Todo el mundo sabe que el arte floreció desde los tiempos más remoto, bajo
los reyes de Siracusa, Gelon, Hieron, y los Denys, y que
(1) Thucyd. L. 3. p.112. L.12.17 L.4 p.141.I.I
página 908
todas las ciudades de Sicilia, estaban llenas de obras de gran mérito.
Cicerón nos dice, que la puertas del Templo de Palas, en Siracusa,
trabajadas y cinceladas en oro y marfil, superaban todas las obras en este
género
(Cicerón contra Verres 7-56).
Pero es necesario que en medio de los problemas, y las guerras continuas con
Cartago, Siracusa haya tenido siempre grandes artistas, como lo demuestran las
muy bellas medallas de Agathocles.
Estas medallas representan una cabeza de Proserpina, y en el reverso una
Victoria que posa un casco sobre un trofeo. (
#)
Como la tiranía y el arte nunca han armonizado, debe parecer extraordinario
que el hecho haya ocurrido en este caso, y bajo el tirano más cruel.
Desde allí me sentiría tentado a creer que Agatocles, habiendo sido alfarero
en la juventud, digamos que hubiera aprendido el arte de hacer y pintar
jarrones de terracota, por lo tanto, habiendo conocido las reglas del
dibujo, habrá sido usado por los artistas por inclinación natural.
Hizo pintar un combate de caballería, que donó, e hizo exponer la tabla en
el famoso templo de Palas de Syracusa.
Esta tabla tan estimada en la antigüedad, fue una de las cosas que Marcelo,
en el saqueo de Siracusa, no quiso tocar, para conseguir el beneplácito de
los habitantes.
Hieron II, Sucesor de Agatocles, ciudadano sencillo de Siracusa, fue
elegido y proclamado rey de forma unánime en la 127ª Olimpiada
(272 adc.).
Por lo tanto, la historia de este Príncipe se remonta a los primeros
sucesores de Alejandro, vuelven en la época de la primera guerra púnica, que comenzó
el último año de la 128ª Olimpiada.
(1) Cic. Verr. 4, c. 56,
página 909
Las sabias disposiciones de Hieron, por mar y por tierra, hicieron que
Sicilia fuera segura, y de paz profunda gozó esta isla bajo su reinado,
propagando sobre el arte una nueva vida.
Tenemos un ejemplo de la magnificencia de este Rey, por el famoso barco que
hizo construir bajo sus ojos, y que tenía veinte filas de remos a cada lado.
Esta Máquina excelente, que tenía más el aire de un palacio flotante que de
un barco,
Tenía dentro acueductos, jardines, baños y templos; e incluía una habitación
que tenía el pavimento de mosaico, con la representación de toda la Ilíada.
Este vasto edificio, se completó en el espacio de un año por trescientos
artistas.
Cuando Annibal ganador de todos, éste rey envió a los Romanos una flota
cargada de grano, y una Victoria de oro que pesaba trescientas veinte libras
(Tito Livio HªRoma 22-37).
El Senado lo aceptó, aunque en ese momento estaban reducidos a última
necesidad, no quisieron tomar cuarenta copas de oro que le aportaron los
diputados de Nápoles, sino la más ligera.
(Tito
Livio HªRoma 22-32).
En cuanto a las copas de oro enviadas por la ciudad de Paestum, en Lucania,
fueron devueltas a los diputados con el agradecimiento del Senado.
He citado estas particularidades, como hechos que aparecen en cualquier
Historia del Arte: el precio de estas copas, independientemente del valor
del oro, consiste también en la finura del trabajo
(Tito Livio HªRoma 22-36).
Este feliz monarca, terminó su gloriosa carrera en la 141ª Olimpiada, allí a
los noventa años de edad, después de un reinado de setenta años.
El primer año de la Olimpiada siguiente
(212 adc.), entonces Hierón hijo, su indigno
(1) Liv. L. 22. c. 37.
(2) Liv. L. 22. c. 32.
(3) Ibid. c.36.
página 910
su sucesor, fue asesinado junto a su familia, ya que una facción había entregado
Siracusa a los cartagineses, Marcelo puso sitio para aprovechar esta ciudad,
como decimos de nuevo.
Vamos a poner a la cabeza de los protectores de las artes de este siglo, a los
reyes de Pérgamo, Attalo II, y Eumenes II, hijo y sucesores de Attalo.
Ambos monarcas, que se inmortalizaron por su sabiduría y amor a sus súbditos,
hicieron de un pequeño país un reino poderoso.
Los tesoros de los reyes de Pérgamo, tales fueron dejados, que se dirían que
son los tesoros de Atalo, cuando queremos hablar de gran riqueza.
Ambos trataron de ganar la amistad de los griegos, con su gran liberalidad,
Atalo estimaba mucho al filósofo Lacides, jefe de la nueva secta académica,
le hizo construir un jardín delante de la Academia, ubicada en la puerta de
Atenas
(Diógens Laercio, Libro4 Laercides), para poder vivir y filosofar
convenientemente.
Entre las ciudades que había colmado de sus beneficios, está Sición, donde
hizo expresar su agradecimiento erigiendo una estatua colosal, que hizo
colocar en la plaza pública, al lado de Apolo
(Polibio HºUniv.libro 17 -4).
Eumenes, aspirante a la misma gloria, era tanto el amor a los griegos en el
Peloponeso, que la mayoría de las ciudades le levantaron estatuas
(Polibio HªUniv. libro27-13)
Independientemente de su gran visión, que tuvieron por objeto la prosperidad
de los estados, estos príncipes tenian una forma particular de proteger las
letras, y de animar a los sabios.
Para este efecto el rey Eumenes, fundó la famosa Biblioteca de Pérgamo, para
uso público.
Plinio deja pendientes cual de las dos Bibliotecas, si la
(1) Diog. Laert. L. 4. Segm. 60.
(2) Excerpt. Polyb. L. 17. p. 97.
(3) Ibid. L. 27. p. 133.
página 911
de Pérgamo, o la de Alejandría, había sido fundada primero para este
propósito
(Plinio libro35 -10).
La arrogancia por poseer las mejores obras, hizo nacer una extrema envidia
entre los sabios de Pérgamo, y los de Alejandría: ella empujó muy lejos a
Pérgamo, que falsificaron libros con los nombres de los escritores más
antiguos,
Ptolomeo Philadelfos, animado de esta misma envidia, prohibió la exportación
de papiro o papel de Egipto, provocando la industria de los pergaminos, al
encontrar el arte de preparar las pieles de oveja para escribir sobre ella
(3).
El gusto por las letras de estos reyes, se unió a un gran amor por las
artes.
Excitados por los mismos movimientos, trajeron de Grecia varias obras
famosas.
Se contemplaba en Pérgamo, en obras de escultura, los dos luchadores famosos
de la mano de Cefisodoro, hijo de Praxíteles
(Plinio libro36 -24), y en producción de pintura, la tabla de
Apolodoro, que representa a Ajax al que le cae un rayo,
Ajax fulmine
incensus
(Plinio libro35 -60).
Es decir, esta tabla representa a Ajax, escapando al naufragio, y salvado en
una roca, donde todavía se atrevía a hacer frente a los inmortales diciendo,
me salvaré a pesar de los dioses
Es así como este héroe está en representado en una piedra grabada (
nº142).
Este tipo de cuadros se pagaron espléndidamente, como Plinio nos dice, de una
tabla del famoso Aristides de Tebas: Attalo compro por 100 talentos, la
pieza que representa la figura de un enfermo
(Plinio libro35 -100).
Entre los artistas que florecieron en la corte de éstos Reyes, Plinio nombra
a cuatro escultores; Isigone, Pyromachus,
(1) Plin. L, 35. c.2 P. p.175
(2) Galen. in Hippocr. de nat. hominis. p. 7.l. 24.
(3) ld. L. 33. C. 21 .
(4) Plin. L, 36. c.4 §6
(5) Id. L, 35. c.19 §1
(6) Monum. Ant. ined. No, 142.
(7) Pli. L. 35. c.19. § 19.
página 912
Stratonicus y Antígono, que por los escritos de su arte fueron estimados.
El mismo escritor nos dice, que numerosos pintores representaron las
batallas ganadas por Atalo, y por Eumenes, contra los galos en Misia
(Plinio libro34 -84)
Plinio nos dio a conocer que aún Sosus, trabajó Pérgamo, y que era excelente en
las obras de mosaico, había representado en un pavimento, basura amontonada,
obra de miles de pequeñas piedras aportadas, y llamada por esta razón,
ASAROTOS OIKOS, ἀσάρωτος οἶκος, la casa sin barrer. Sobre el mismo
pavimento, y probablemente en el centro, el artista había imaginado una
paloma que bebía en un recipiente, y que reflejaba su sombra en el agua,
mientras que en el borde del mismo plato, otras palomas se deleitaban y
refrescan al sol
(Plinio libro36 -184).
Diré además mis dudas contra aquellos que creen, que el
mosaico, descubierto en la casa de campo de Adriano, por debajo de
Tivoli, es la misma pieza mencionada por Plinio, y que imaginan que este
emperador lo hizo trasportar de Pérgamo a Italia para adornar su casa.
He hablado antes de los escritos falsos en Pérgamo, bajo el nombre de
hombres famosos de la antigüedad; Voy a decir aquí, que este engaño me hace
creer que es lo mismo con respecto al arte, y empezaron entonces a esculpir
estatuas, bajo el nombre de grandes escultores del bello siglo de Grecia.
Es cierto que innumerables obras de esta especie, todavía existen, y que he
tenido ocasión de mencionar, aquellos a los que Fedro menciona, portaban el
nombre de los viejos maestros.
Muy probablemente es en este tiempo, cuando tiene lugar la época de los
copistas, de la mano
(1) Plin. L. 34. c. 19.$. 24
(2) Id. L. 36. c. 60.
página 913
de los cuales, nosotros tenemos esta cantidad de estatuas que representan
todas a jóvenes sátiros, con las mismas fisonomías, y que son, sin duda, las
copias de los seguidores del famoso Sátiro de Praxiteles.
Paso haciendo silencio en numerosas otras figuras, que aparecen ejecutadas
después de un solo, y único modelo, tales como los dos (
1
y
2) Silenos del Palacio Ruspoli, portando al joven Baco sobre sus brazos:
estas figuras se asemejan al
Sileno de Villa Borghese.
E incluso en el Apolo Sauroctono; Las figuras que conocemos bajo este
nombre, se deben considerar copias de la famosa estatua de Praxíteles,
conocida con esta denominación.
También conocemos a las Venus, que tienen la actitud del escultor en
cuestión.
¿Y cuando no vemos que
Apolo tiene un cisne a sus pies, y que reposa el
brazo derecho sobre su cabeza?.
Antes de haber indicado las circunstancias ventajosas, del arte en Grecia,
que se cultivó en Sicilia, y bienvenido por los Reyes de Pérgamo, durante su
decadencia en su país, regresamos a Grecia, donde consideramos el mismo arte,
después del restablecimiento de la tranquilidad pública, como salido de las
cenizas, y animado con nuevo vigor.
Los dos partidos que dividían a los griegos, se encontraron totalmente
unidos, respecto a la formación de alianzas extranjeras.
Los Etolios apelaron a los romanos en su ayuda, que pusieron un pie por
primera vez en el territorio de Grecia.
Los Aqueos por su parte, se alinearon con el partido de las Macedonios,
mandado por Philopemen, jefe de la confederación, los Aqueos ganaron una
victoria señalada sobre los Etolios y sus aliados.
Esta victoria tuvo consecuencias, que hicieron cambiar la cara de las cosas.
Los Romanos
página 914
mejor instruidos en las cosas de Grecia, dejaron el partido de los etolios
que los había llamado en su ayuda, y se aliaron con los aqueos, que
renunciaron su turno por la alianza de los macedonios.
Los nuevos aliados tomaron Corinto, y derrotaron a Filipo. Esta victoria optó
por una paz memorable, en la que el rey de Macedonia se se vio obligado a
someterse, a las condiciones que los romanos le quisieron imponer.
En uno de los artículos del tratado, se le ordenó evacuar todas las ciudades
donde tuviera guarnición, y ejecutar este artículo antes de la apertura de
los juegos Istmicos.
En esta ocasión los romanos fingieron estar profundamente interesado en la
libertad de otros pueblos.
El procónsul Quinto Flaminio, tuvo la gloria, a la edad de treinta y tres
años, de declarar libres a todos los Griegos que en su entusiasmo, le
adoraran.
Este evento ocurrió en el cuarto año de la 144ª Olimpiada, 194 años antes de
la era Cristiana.
Parece que Plinio quería designar esta Olimpiada, y no la 155ª, cuando dice
que el arte quedó extinguido por un tiempo, comenzó a revivir en la 155ª
Olimpiada
(160 adc.).
(Plinio libro34 -52)
Por este tiempo es cuando los romanos actuaron como un enemigo en Grecia; y
las artes no pueden florecer, sino con felices auspicios.
Entre los artistas que se distinguieron en la restauración de arte, se
señalan a Anteo, Calistrato, Policles, Ateneo, Callixene, Pythocles, Pitias,
Timocles, y Metrodoro, pintor y filósofo.
Plinio nos
(1) cessavit deinde ars, ac rurfus
Olimpiada centefima quinquagesima quinta revixit. Plin. L. 34. c. 19. §.
1.
página 915
informa del nombre de todos aquellos artistas, y los pone a suertes de los
maestros que los habían precedido.
Es la última era del arte propiamente dicho.
Creo que es el tiempo que hay que asignar a Apolonio de Atenas, hijo de
Néstor, el famoso Maestro del
torso Belvedere, o la figura truncada de un Hércules descansando y
deificado.
Al menos el nombre del escultor trazado sobre la obra, me hizo conjeturar
que vivió algun tiempo después de Alejandro.
Ciertamente la forma Ω Omega (ω) en el nombre del artista no se utiliza
antes de los tiempos de este Rey; Las medallas de los reyes de Siria son
las primeras obras en la que se inscribió.
El monumento público más antiguo donde esta letra aparece figurando, es un
hermoso
jarrón de bronce, rodeado de círculos y guardado en el Capitolio, con la
inscripción que lee sobre el borde, se lo dio en presente por el famoso Rey
Mitrídates Eupator a un Gimnasio: lugar que había sido la costumbre de
decorar con estos vasos
(Polibio libro5 -23).
También en la inscripción que acabo de decir, se lee sobre el mismo vaso en
caracteres más pequeños, ευφα διασωζε, palabras que teníamos entendidas
hasta ahora, y que sin duda significa: εὐφάλαρον διάσωζε , conservadlo
brillante: porque la palabra, εὐφάλαρον , se utiliza para designar el brillo
de los arneses de los caballos
(Hesiodo Teogonias 22-prometeo).
Mutilado hasta el último punto, sin cabeza, sin brazos, y sin piernas, esta
estatua de Hércules, como se ve hoy en día, se presenta a aquellos que saben
penetrar los misterios del arte, y que un estallido desvela la belleza
original.
El Maestro de esta obra genial, nos proporciona en su trabajo, el alto ideal
de un cuerpo elevado
(1) Polyb. L.5. p. 429. B.
(2) Hesych. Φάλαρα, εὐφάλαροv
página 916
del hombre, de una constitución logrando todo el desarrollo de la edad,
hecho de una naturaleza exaltada, hasta el grado que caracteriza la alegría
divina.
Hércules aparece aquí cuando es purificado por el fuego, de las partes más
groseras de la humanidad, en el momento en que consiguió la inmortalidad, y
un lugar entre los dioses: y es así como Artemon lo pintó
(Plinio libro35 -139).
Está representado sin necesidad de alimento, y sin tener que desplegar más
la fuerza de su brazo.
No ves ninguna vena: su cuerpo está hecho para disfrutar y no para
alimentarse, su estómago está lleno sin ser grueso.
Se puede juzgar su actitud, que está sentado, con el brazo derecho pasado
sobre su cabeza, y representado en el estado de reposo después de todos sus
trabajos.
Así lo encontramos figurando sobre los monumentos antiguos que se conservan
en la Villa Albani; El primero es
un gran cuenco de mármol, el segundo es
un bajorrelieve famoso, llamado la reconciliación, y la apoteosis de
Hércules con esta inscripción: ΗΡΑΚΛΗΣ ΑΝΑΠΑΥΟΜΕΝΟΣ, el reposo de Hércules.
La disposición de su cuerpo, con la cabeza dirigida hacia arriba, y la
serenidad pintada en su rostro, da razones para creer que estaba ocupado
repasando la sucesión de sus mayores logros.
Eso es lo que parece indicar su espalda, se inclina por así decir, bajo el
peso de sus altas meditaciones.
Su pecho poderosamente elevado, nos ofrece este pecho contra el cual ahogó
al gigante Gerión: la fuerza y la longitud de sus muslos, nos representan
este hombre ágil, que persiguió y alcanzó a los ciervos, a los pies de
ariain, nos muestra a este héroe incansable, que atraviesa países sin
nombre, llevando sus pasos hasta los confines del universo.
El artista admira los contornos de este cuerpo, esta transición sucesiva de
una forma en la otra
(1) Plinio L.35 c. 40
página 917
estas características rítmicas, de las cuales en la marcha ondulante como
olas, que suben y bajan y se aglutinan las unas y las otras.
Se dará cuenta, que dibujando esta pieza increíble, nunca se puede
garantizar haber hecho justicia, porque la convexidad de que se cree seguir
la dirección, se aparta de su marcha, y tomando otra ruta derrota al ojo y
la mano.
Aparecen los huesos recubiertos con una piel nutrida, está musculado pero no
en exceso: no hay una figura en carne que sea como esta.
Se puede decir que este Hércules, se acerca aún más a la bella época del
arte, que el mismo Apolo.
Hay personas que han argumentado, que esta figura representa un Hércules
girando, no me importa que alguien como Raphael haya tomado esa posición.(1)
Hay otros errores que casi no merecen la pena observarse. Tal es el del
conde Florent (2) al nombrar el autor del torso, Herodoto de Sición.
Pausanias menciona un Herodoto de Olynthe pero nadie sabe el nombre de las
Estatuas, natural de Sición.
En cuanto al torso de una estatua femenina que debe estar en Roma, y superar
en belleza a todas las otras estatuas, según el mismo escritor, admito que
es desconocida para mí.
Otro nos dice (3), que se trata de Apolonio, el Maestro del grupo del Toro
Farnesio, que es absolutamente falso.
Nada más capaz de sentir la calidad del Hércules Belvedere, que hacer la
comparación con otras figuras de héroes, en especial con el famoso
(1) Batteux, Cours de Bel. Lett.T.I.p.66
(2) Cabinet de Singularités &c. T. 1. p. 20.
(3) Demontios, Del. Sculpt. Antiq. p.12
página 918
Hércules Farnesio, cuyo maestro es Glycon de Atenas. En esta estatua,
Hércules es representado reposando de sus trabajos.
El escultor nos ofrece a este héroe con las venas hinchadas, y los músculos
tensos, y elevados con una cadencia extraordinaria.
Aquí le vemos reposar, fatigado de alguna manera tratando de respirar,
después de su carrera dolorosa por los jardines de las Hespérides, cuyas
manzanas tiene en la mano.
Glycon no se muestra menos poeta que Apolonio, al elevar el diseño de las
formas ordinarias de la humanidad, en la expresión de los músculos que se
representan como colinas prensadas: el Artista se propuso expresar la
rápida elasticidad de las fibras, apretando los músculos, y dándoles una
tensión circular.
Es con este juicio razonado, que esta figura puede ser considerada, ya
que el genio poético del Maestro, no se da por la hinchazón, y su fuerza
ideal por una audacia exagerada: porque puede asumir usted con confianza,
que ha podido plantar una obra maestra de este tipo.
Recordemos al mismo tiempo lo que dije de este Hércules, afectando la
proporción de la cabeza respecto del cuerpo, en el volumen anterior, donde
he alegado las razones.
En esta ocasión voy a indicar el
Hércules de bronce del Capitolio, cuya cabeza aparece con una proporción,
aún más pequeña que el Hércules de mármol.
En cuanto al escultor Glycon, la antigüedad no nos ha transmitido ninguna
noticia; y M. el abate Dubos se equivoca, cuando sostiene que Plinio habla
con distinción del Hércules Farnesio (1).
Por lo que se refiere al registro de su nombre, no podemos concluir otra
cosa, sino que esta obra maestra de su mano, no es anterior
(1) Dubos, Réfl. fur Ja Poëf. y sur la Peint.
T.I. p. 360.
página 919
a Apolonio, porque la forma de la
omega, ω, en el registro es exactamente el
mismo.
Con respecto a Apolonio, fueron vistos aún a finales del siglo pasado, en la
casa Maífini de Roma, la figura truncada de un Hércules, otros dicen que un
Esculapio, de la mano del maestro, como indica su inscripción.
Encuentro en el tomo diez de pag. 224 de los manuscritos de Pirro Ligorio,
que se encuentran en la biblioteca Real Farnese en Nápoles, que esta pieza
había sido descubierta en las termas de Agripa cerca del Panteón, y que
había pertenecido al famoso arquitecto Sangallo.
Debe haber sido una obra estimada, ya que el emperador Decio la hizo
emplazar en este lugar, se conoce por un registro particular, en el
emplazamiento de la estatua, así como la misma marca del escribano, que
también informó de la inscripción. Se ignora hoy en día que fue de esta
antigüedad.
El Torso de Hércules, parece ser una de las últimas grandes obras del arte
nacidas en Grecia, antes de la pérdida total de la libertad de los griegos.
Porque después de que ese país fuera reducido a provincia romana, la
historia no menciona algún artista famoso de esta nación, hasta los tiempos
del triunvirato de Roma.
Los griegos perdieron su libertad, unos cuarenta años después de haber sido
declarados libres por Quinto Flaminio. Aquí algunas palabras sobre la
ocasión.
Los problemas excitados por los líderes de la liga Aquea, e incluso los
celos de Roma contra la confederación de los griegos, fueron las causas.
La victoria obtenida por los romanos sobre el Rey Perseo, los hizo dueños de
Macedonia.
Celosos de la liga Aquea, buscaron dividir a los griegos, que finalmente se
apercibieron de que tenían mucho que temer, de estos peligrosos vecinos.
Los aqueos se negaron a
página 920
someterse a un decreto del senado de Roma, que separó varias ciudades de la
confederación general, por lo que tomaron las armas y atacaron a los
Lacedemonios.
El Pretor Metelo, después de vano intentó por llevar la paz, según
informan los historiadores romanos, marchó contra ellos, los derrotó dos
veces, y los obligó encerrarse en Corinto. Mientras tanto, el Cónsul volvió,
y el pretor retornó a Macedonia.
Lucio Mumio, jefe del ejército romano, derrota a los griegos a las puertas
de Corinto, y se apodera de esta ciudad, sede de los Estados Generales de
Acaya, y la destruyó al son de trompetas
(Floro Resum HºRoma libro2 -16), después haber tomado los
jarrones, estatuas, cuadros y todo lo que tenía de valor.
La libertad de los griegos fue enterrada en las ruinas de Corinto.
Grecia fue reducida a provincia romana, bajo el nombre de provincia de
Acaya.
Esta revolución llegó en la Olimpiada, en el mismo año que Cartago fue
destruida
(ambas en el 146 adc.)
(Plinio libro33 -149).
El saqueo de Corinto procura a los romanos los primeros monumentos de arte,
que Mumio usó para hacer su triunfo, tan memorable como hermoso.
Plinio cree
(Plinio libro35 -24) que el famoso Baco de Aristide, es la
primera tabla griega que fue llevada a Roma.
Las antiguas estatuas de madera, permanecieron enterradas entre las ruinas
de esta ciudad, hasta que fueron retiradas por Julio Cesar, que la hizo
restablecer.
Entre estos monumentos había un Baco dorado, cuyo rostro estaba recubierto
de rojo
(Pausanias libro2 2-6), un Belerofonte, también de madera, con
extremos de mármol
(Puasanias libro2 4-1); y Hércules, en la misma materia, que
pasaba por ser una estructura Dédalo.
(Pausanias libro2 4-5).
(1) Flor. L. 2. c. 16.
(2) Plin. L. 33. c. 3.
(3) íd. L. 35. c. 8.
(4) Pausanias. L. 2. p. 115. l. 14,
(5) lbid. p. 119. l.32.
(6) lbid. p. 121. l. 3.
página 921
En cuanto al resto, todo lo que parecía de valor a los ojos de los romanos,
fue capturado y transportado a Roma, hasta los vasos de latón colocados en
el interior del teatro, para reforzar el sonido
(Vitrubio 5-5).
A partir de ese momento, los romanos no sabían poner freno: todas las
ciudades fueron despojadas de sus monumentos griegos.
Polibio, aunque gran panegirista de los romanos, no puede dejar de culpar al
espíritu de la codicia (2).
A pesar de la destrucción de Corinto, los romanos querían que los griegos
continuasen los juegos Ismicos, que cada cuatro años celebraban, y los
sicionios recibieron la orden de hacer los preparativos, a pesar del dolor y
desolación públicos, en palabras de Pausanias
(Pusanias libro2 2-2).
Fabretti parece inclinado a creer, (4) que las
dos
estatuas, que están en la casa de Carpegna en Roma, que pasan por un Marco
Aurelio y un Septimio Severo, con cabezas sustituidas extranjeras,
fueron las dichas que Mummio trajo de Grecia, porque se ve sobre la base de
las dos figuras, la inscripción: M. MVMMIVS COS, aunque el destructor de
Corinto se llamaba Lucius.
Pero para los conocedores del arte, es una maniobra de una época muy
posterior a eso. Además la armadura con la que las figuras están
recubiertas, es claramente del siglo de los emperadores. Por antigüedad las
bases, es probable que se hayan perdido, ya que vemos nuevos pies con nuevas
bases.
La cantidad de estatuas y pinturas en todas las villas y todos los
lugares de Grecia estaban llenos.
Podría haber ahorrado a los griegos el dolor de tener esta
(1) Vitruv. L.5. c.5.
(2) Polyb. L. 19. p.549.
(3) Pausanias. L.I. p. 114. l. 17.
(4) Infc. L.3 P.400 n.293. Conf.Buonarrotti. off. fopr, alc. Medagl. p. 264.
página 922
pérdida; pero debe ser que estaban desalentados por el gasto en los
monumentos públicos, viéndolos expuestos a la codicia de los conquistadores.
De hecho, desde entonces los romanos no dejaron de despojar Grecia, de sus
más bellas obras de arte.
Marcus Escauro, actuando como edil, hizo levantar todas pinturas de los
templos y edificios públicos de Sición, con el pretexto del pago de las
deudas de la ciudad con Roma; y las utilizó para decorar el hermoso teatro
que había construido durante unos días
(Plinio libro35 -127).
La Ciudad de Ambracia, residencia de los reyes de Epiro, se vio despojada de
todas sus estatuas (2), entre las que se encontraban a las nueve musas que
fueron colocados en el templo de Hércules Musageta
(Plinio libro35 -66).
Incluso se llevan a Roma pinturas, con las secciones de las paredes de donde
se llevaron a cabo, como hizo Murena y Varrón durante su administración
municipal, haciendo levantar las pinturas que se encontraban es Esparta
(Plinio libro35 -173).
Ya hemos hablado de Atalante y de Helena de Lanuvium, y nosotros hemos
visto, que la naturaleza del recubrimiento no había permitido en el tiempo
de Calígula, de extraer estas pinturas cualquiera que fuese la envidia del
emperador
(Plinio libro35 -18).
Sin embargo hoy en día se hizo lo mismo con
varias
pinturas al fresco de la iglesia de San Pedro en Roma.
Estas tablas que habían sido ejecutadas en mosaico, fueron aserradas y
quitadas de la pared con todo el pan sobre las que se había pintado, y
fueron transportadas sin ningún daño a la iglesia de Chartreux,
después de ser festoneados en marcos, hechos para ese propósito.
Es así que los tomaban antiguamente, según informa
(1) Plin. L. 35. c.40 cons. 36, c. 24.
(2) Exçerpt. Polyb. legat, p.828.
(3) Plin. L.35. c. 36. N. 4.
(4) Id. L.35 c.49.
(5) Ibid, c. 6.
página 923
Plinio
(Plinio libro35 -154), las pinturas etruscas que estaban en el
templo de Ceres en Roma, durante su reconstrucción.
De los hechos que venimos de exponer, no podemos imaginar ingenuamente, que
los artistas, especialmente los escultores y arquitectos, tenían pocas
oportunidades de distinguirse.
Sin embargo, parece que siempre se ha seguido levantando estatuas a los
ganadores en los Juegos Olímpicos de Elis.
El último de los cuales se hace mención, se llamaba Mnesibulus, que ganó la
victoria en la 335ª
(235ª, 165 dc. error de editor)
Olimpiada, al comienzo del reinado del emperador Marco Aurelio
(Pausanias libro10 34-5).
Después de la derrota de Perseo, Metelo despojó a Macedonia de sus mejores
monumentos, que fueron transportados a Roma una increíble cantidad de
estatuas, entre las que se encontraban las estatuas ecuestres de bronce, de
mano de Lisipo, que Alejandro erigió a dos de su guardias, por morir
defendiendo su persona en el paso de Gránico.
El famoso pórtico, construido por Metelo, estaba decorado con estas obras.
En cuanto a otras estatuas ecuestres de bronce, el vencedor quiso ponerlas
en el Capitolio.
Con respecto a los templos, edificios y estatuas, que se ejecutaron en
Grecia, fueron la mayor parte a cargo de los reyes de Siria, Egipto y otros.
En Delos se erigió una estatua a Laodicea, hija del rey Seleuco, y esposa de
Perseo, en gratitud por su generosidad con los habitantes y el templo de
Apolo de esta isla.
La base sobre la cual se lee la inscripción, en que se hace esta mención, se
encuentra entre los mármoles de Arundel.
Antíoco IV. Rey de Siria
(1) Plin. L. 35. c.45.
(2) Pausanias. L. 10. p. 88.
(3) N.20. p.26. edit. Maittaire.
página 924
había colocado varias estatuas alrededor del altar de Apolo en el mismo
Templo (1).
Lo que parece demostrar la escasez de artistas hábiles en Atenas, esta
antigua sede de las artes, es que Antíoco Epífanes, rey de Siria, hizo traer
de Roma, un arquitecto llamado Cosucio, para terminar el templo de Zeus
Olímpico, que se había quedado inconcluso desde la época de Pisístrato
(Vitruvio 7-intro).
Pero pero ¿No podría ser también, que lo hubiera hecho por una bajo interés
en él de los Romanos?
Fue probablemente el mismo caso, Ariobarzanes Filopator, rey de Capadocia,
se sirvió de los arquitectos romanos, Cayo Stallio y su hermano Marco, así
como de un Griego llamado Menalippe, cuando tuvo que reconstruir a los
atenienes el Odeón levantado por Pericles, y casi destruida por Aristión,
partisano de Mitrídates, durante el asedio de esta ciudad por el dictador
Sila (3).
El arte griego trasplantado en un suelo extranjero, no podía echar raíces en
países que no sentían la dulce influencia de su clima natural.
Forzados a seguir las modas, perdieron gran parte de la grandeza de su
genio, bajo los seléucidas y Ptolomeos.
El arte cayó por completo en la gran Grecia, donde había florecido con la
filosofía de Pitágoras y Zenón de Elea, en una gran número de ciudades
libres y opulentas.
Finalmente murió por completo, por las armas y la barbarie de los romanos.
En Asia, y en la corte de los reyes de Siria, donde estaba el arte como una
luz, antes de salir del orden
(1) Chishul. Infer. Sig.
{2) Vitruv. Praef. L. 7.
(3) Explic. d'une Infer. sur le rétabl. de l Odéum. p. t188.
página 925
por falta de alimento, todavía proyectaba una visión brillante, y desaparece
con Antíoco IV, hijo de Antíoco el Grande, sucediendo a su hermano mayor
Seleuco IV, que llevó una vida disoluta, pero él amaba el arte, y buscaba la
conversación de los artistas.
Así que siempre estuvieron ocupados durante su reinado, tanto para él como
por los griegos, a los que gratificó con varias obras.
En Antioquía hizo cubrir con un techo de oro el templo de Júpiter, que había
quedado abiertO.
También decoró el interior de este templo, recubriendo las paredes de
planchas de oro
(Tito Livio HªRoma 41-20), y emplazando la estatua de Júpiter
del tamaño de Olympia, de la mano de Fidias
(Amiano libro22 -12).
En el Templo de Zeus Olímpico en Atenas, el único templo que, según los
antiguos, era digno de la majestad de este Dios, lo completo con gran
magnificencia, como hemos dicho anteriormente.
Adornó también varios altares y estatuas del templo de Apolo en Delos.
La ciudad de Tegea tomó igualmente cuota en su munificencia: le hizo
construir un gran teatro mármol
(Tito Livio Hª Roma 41-20).
La muerte de este Rey parece haber sido el golpe final al arte griego en
Siria.
En general, el poder de estos príncipes había sido constreñido por los
Romanos, tan pronto como estos conquistadores tuvieron la influencia sobre
los asuntos de Asia.
Después de la batalla de Magnesia, los reyes de Siria se vieron obligados a
abandonar, todos los países que poseían por debajo del Tauro. Por esto
perdieron toda comunicación con los Griegos;
El país y más allá de las montañas, no era un país propio para florecer una
escuela de artistas griegos.
Además este reino estaba muy debilitado entre sí, por el lado de la revuelta de
Arsace, que fundó en la 132ª
(l) Livius. L. 14. c.25.
(2) Ammian. L. 22. c 13.
(3) Livius. L. 41. c. 25.
página 926
Olimpiada
(252 adc.), el reino de Partia
(Polibio libro10 -9).
Los reyes de Siria adoptaron gradualmente los modos, y los usos de los persas
y los medos; En lugar de ceñir la cabeza con la diadema griega, al igual que
sus predecesores, ellos portaban el bonete persa de forma cilíndrica,
llamado Cydaris por los griegos.
Este bonete está como un atributo de la dignidad real, en alguno de los
personajes de sus medallas.
Lucio Escipión, tras la victoria de Magnesia contra Antíoco el Grande, hizo
transportar a Roma una increíble cantidad de estatuas, y fue cuando llegaba
la 147ª Olimpiada
(192 adc.).
Las medallas de los Sucesores de Antíoco Epífanes, el último protector de
las Artes en Siria, muestran el mal gusto del siglo, y la incapacidad de los
artistas.
Una medalla de plata del rey Filipo, el 23º después de Seleuco, ofrece una
prueba, de que el arte se había retirado de la corte de estos príncipes.
La cabeza del rey, y el Júpiter sentado en el reverso, es difícil suponer
que hubieran sido hechos por griegos.
En general, casi todas las medallas de los seléucidas, son peores que las de
las ciudades más inferiores de Grecia.
Las medallas de los reyes partos, con inscripciones griegas, las letras
tienen en su mayoría una forma elegante, ya anuncian la barbarie en el
dibujo y en la fábrica.
Sin embargo, se hacen sin contradicción por acuñadores Griegos, ya que
reyes partos deseaban hacerse pasar por amigos de los griegos, se hacían
ponen el mismo título en sus medallas (2).
Esto no es sorprendente, si tenemos en cuenta que la lengua griega degeneró
tanto en Siria, que el nombre de la ciudad de Samosata,
(1) Polyb. L. 6. p.597,
(2) Spanheim. de praeft Num.Tom. 10. p. 467.
página 927
en Comagene sobre las medallas acuñadas, y sobre las monedas, es apenas
reconocible (1).
Las artes y las letras florecieron en Egipto bajo los tres primeros
Ptolomeos, su atención se extendió también a los monumentos de arte egipcio,
que ellos buscaron para perpetuarse y conservar.
Conocemos que Ptolomeo Evergetes, después de la victoria sobre Antioco el
dios, rey de Siria, llevó consigo 2500 estatuas, entre las cuales se
encontraban numerosas que habían sido levantadas por egipcios, cuando
Cambises hizo la conquista de su reino (2).
Los 100 arquitectos que Ptolomeo Filopator, su hijo y su sucesor, envía con
regalos de una riqueza increíble a la isla de Rodas, que habían sufrido un
fuerte temblor de tierra,
(Polibio libro5 23) son una prueba de gran número de artistas que
vivían por este curso.
Pero todos los sucesores de Ptolomeo Evergetes, fueron príncipes indignos
del trono y monstruos crueles, dados a los mayores excesos, y que no
conocieron freno incluso entre su sangre, y es que Filopator fue nombrado
asi por decisión, porque fue acusado de haber envenenado a Evergetes, su
padre.
El humor feroz de estos reyes subleva las ciudades, y pone a Egipto por
último, en la confusión.
Tebas fue casi enteramente destruida y despojada de su magnificencia, bajo el
Ptolomeo Latur, tirano sanguinario, digno hijo de Fiscón, que dio comienzo a
la destrucción de tantos monumentos de arte Egipcios.
Pausanias atribuye la ruina de Tebas a Ptolometo Filomentor
(Pausanias Libro1 9-3)
(1) Rec. des Méd. du cab. de M. Pellerin. T. 2. p.128.
(2) Monum. Adulit. ap. Chishtil. Inscr. Sig. p. 79.80. S. Hieronym. Comment,
in Dan. c. II. v. v.p. 706.
(3) Polyb. L.5. p. 429 E.
(4) Pausanias. L.1.p.21 fim.
página 928
Los artistas griegos cualesquiera que fuesen, pierden el derecho a su primer
esplendor en este reinado, no dejando de conservarse durante Ptolomeo Fiscon,
séptimo rey de Egipto.
Bajo este tirano terrible, y por la cruel persecución que ejerció contra la
ciudad de Alejandría, después seguidamente, el regreso, los habitantes
huyeron a los países extranjeros, y los artistas así como los sabios se
refugiaron en Grecia.
Nos llega desde el informe en Ateneo, que esta villa que se jactaba de que
las artes nacían en su seno, y que de nuevo habían pasado otra vez a los
griegos y a otras naciones
(Ateneo Banquete 184).
Vaillant, quien no ha captado el pasaje que Ateneo le da a este despreciable
príncipe, le elogia singularmente el tener sabios y artistas de honor, y de
haberle dado un nuevo brillo a la Artes y las Ciencias (2).
Ateneo no dice que la renovación de la ciencia se realizará en Egipto, sino
en Grecia.
Los autores Ingleses de la Historia Universal, que han seguido a Vaillant,
como se ve al citar el pasaje de Ateneo en la compilación moderna,
encontraron que implica una contradicción, que el príncipe hubiera reducido
los artistas, los sabios, y que se retiren de sus estados, y que hubiera
sido al mismo tiempo amigo y protector de las artes y las ciencias (3).
Citan en esta ocasión, a S. Epífanes y su tratado de pesos y medidas, sin
duda debido al apodo PHILOLOGOS, dándole a este rey, por lo demás, ni una
palabra.
Ateneo no dijo nada más, como avanza Vaillant, que Fiscon había recogido
libros en todas partes del mundo: él hace sólo mención de los veinticuatro
libros de comentarios, en los que el Rey nos dice que nunca ha tomado
(1) Athen. Deîpn. L. 5. c. 25. p. 184.
Justin. L. 38. c. 8.
(2) Vaillant. Hist. Ptolem. p.III
(3) Hist. Univ. T.6. p. 474. Traduct.Franc.
página 929
fatuidad.
De todos modos, algunos de estos artistas egipcios se refugiaron en Mesenia,
e hicieron varias estatuas para la Palestra o gimnasio en esta ciudad,
incluyendo un Mercurio, un Hércules y un Teseo
(Pausanias libro4 32-1)
Ptolomeo Fiscon, hizo el segundo año de su reinado especialmente memorable,
por las crueldades que ejerció en Egipto, luego de regresar en la 158ª
Olimpiada.
(148 adc.)
Sin embargo en la época de César, y aún después, Alejandría no dejó de tener
hombres capaces de enseñar con éxito, filosofía en esta ciudad
(Apiano G.Civ. libro2 89).
En cuanto a la supuesta cabeza de Ptolomeo Auletes, sobre una piedra grabada
en la colección del rey de Francia, fue explicada en el volumen anterior.
(1) Pausanias. L. 4. P.359 I.6.
(2) Appian. Bel. civ. L.2. p.239 L.31.
página 930
Capítulo V
Del arte griego bajo los romanos, hasta el siglo de Augusto.
El arte griego después de haber caído en la decadencia en su patria, y en los
países extranjeros, en los que fue a buscar apoyo, fue finalmente aceptado
por los romanos.
Sus fieros conquistadores, empezaron a relajar su severidad, empezando ellos
mismos a cultivar las artes, conjuntamente con las letras griegas.
El pueblo romano, sensible a la belleza de las producciones de Grecia,
tomaba placer en la contemplación de ellas, al mismo tiempo que el arte
griego no operaba aún en Roma.
Cicerón nos dice, cuando el edil Claudio Pulcro trató de decorar el foro,
para las fiestas que dio a la gente del pueblo, y que adornó con estatuas,
página 931
tomó prestada una copia de Praxiteles, y terminados los espectáculos
devolvió la figura a su dueño.
(Cicerón
contra Verres 7-4)
El arte comenzó a recuperarse y a florecer en Grecia. Los Romanos mismos se
convirtieron en protectores en su país natal, e hicieron ejecutar en Atenas,
estatuas para sus casas de campo.
Nosotros sabemos que Cicerón, encarga a Atico que le envíe diferentes obras
de escultura, entre los que se encontraban dos Hermes, de mármol pentélico
con cabezas de bronce
(Cicerón, Cartas a Ático 8).
El lujo introducido en Roma fue un recurso para dar servicio a los artistas,
incluso en las provincias.
Las leyes permitían a los procónsules, y a los pretores, recibir honores
divinos en sus gobiernos, incluso tener templos, y (3) la construcción,
donde los griegos mantuvieron su aparente libertad, pues se vieron obligados a
proporcionar los fondos.
Pompeyo tenía templos en todas las provincias.
En Cesarea, el rey Herodes construyó un templo a Augusto, en el que colocó
la estatua del emperador de grandeza y semejanza al Júpiter Olímpico, con la
figura de la Diosa Roma, trabajado en el gusto de la Juno de Argos
(Flavio Josefo Guerras Judios libro1 16).
Los romanos, que comenzaron a amar Grecia, miraron por su gloria, e hicieron
levantar edificios a su costa, como hizo Apio, padre del famoso Clodio, que
adornó la ciudad de Eleusis con un pórtico.
Cicerón, en una carta a Ático nos da a entender, que quería seriamente
decorar un portal de la Academia de Atenas
(Cicerón Cart.Atico libro6 -1).
(1) Cic. Verr. 4. c. 3.
(2) Ad. Attic. L. 1. ep. 4. 6. 8.9.
(3) Mangault, Dissert, sur les hon. rendues aux Gouver. &c. p.253.
(4) Joseph, de bell. jud. L.I c. 21. §.7. p. 107.
(5) Cic. ad. Attic. L 6. ep. I. ad. fin; ib. ep. 6.
página 932
Parece que el arte tuvo la misma suerte y el mismo éxito en Siracusa, luego
que los romanos la hubieran conquistado.
Debieron haber florecido en esta ciudad, una cantidad de excelentes artistas,
ya que Verres rebuscaba las mejores obras en todos los lugares, eligió
Siracusa; para hacerse ejecutar jarrones.
Este pretor, denunciado por sus horribles vejaciones, había establecido en
el antiguo palacio de los Reyes una fábrica, donde se ocuparon todos los
trabajadores durante ocho meses a dibujar, a fundir y tallar jarrones:
anotaremos que, aún no se trabajaba en oro.
La paz que habían disfrutado las artes durante algunos años en Grecia, fue
perturbada por la guerra de Mitrídates, en la que los atenienses abrazaron
el partido del Rey del Ponto, contra los romanos.
Atenas, humillada por los contratiempos, presentaba apenas la sombra de su
primera grandeza.
De todas las grandes islas del mar Egeo que había tenido en posesión, solo
había conservado la pequeña isla de Delos, y aún fue a perderla con
Arquelao, el teniente de Mitrídates la tomó, y luego la rindió
(Apiano Mitridates 5).
Desgarrada por las facciones, esta villa ofrecía a menudo escenas
sangrientas. Aristion, Filósofo epicúreo, ganado por Mitrídates se hizo el
jefe, con el apoyo de las fuerzas extranjeras, se mantuvo en su usurpación y
masacró a todos ciudadanos partidarios de los Romanos (2).
Atenas, habiendo sido asediada por Sila en el comienzo de la guerra, fue
reducida a la extremidad más espantosa.
A continuación, el hambre llegó a ser tan grande, que empezaron a comer la
piel de los animales; después de la rendición del lugar, se encontraron
incluso algunos restos de carne humana.
(Apiano Mitriadates 6).
Sila hizo
(1) Appian, Mithridat. p.153. L. ult.
(2) Ibid. p. 126. 1. 5,
(3) Ibid. p. 127. 1. 27. 39-
página 933
destruir completamente el Pireo, el Arsenal, y todos los otros edificios
utilizados para la marina.
Atenas quedó entonces, en palabras de un antiguo, como un cadáver arrojado,
en comparación con lo que había sido.
El inflexible dictador trató a los atenienses con el último rigor; tomó del
templo de Júpiter Olímpico hasta las columnas,
(Plinio libro36 45) y las hizo transportar a Roma con la
biblioteca de Apellion
(Estrabón Geografía libro13 1-54).
Sin ninguna duda, también tomó un gran número de obras de escultura, a juzgar
por una antigua estatua de Minerva hecha de marfil, que estuvo en el templo
de esta Diosa, que se encontraba al lado de un pueblo llamado Alalcómenas
(Pausanias libro9 33-5).
La desgracia de Atenas, difundió un terror general en todas las ciudades de
Grecia, lo cual era la intención de Sila.
Sucedió entonces, lo que no había pasado todavía: ninguno de los juegos
solemnes, a excepción de la carrera de caballos, se celebraron en Elis
(Apiano Guerras1 99).
Sila los transferirá todos a Roma. Este período cae en la 175ª Olimpiada
(80 adc.).
Leandro Alberto, habla de la mitad superior de una estatua de Sila, que
afirma haber encontrado en Casoli, en la diócesis de Volterra, en la Toscana
(5)
Por otra parte, sabemos que los romanos no tuvieron escrúpulos, para poner
sus nombres en las estatuas de hombres famosos de Grecia, con el fin de
convencer a la posteridad, que estos monumentos fueron erigidos en su honor
(Cicerón Cartas a Ático libro6 -1).
También parece que, aprovechándose de este estado de pobreza en la que los
atenienses estaban reducidos, ellos compraron obras de arte a los
particulares; parece ser esto que de Cicerón se extrae
(1) Plin. L. 36. c. 5.
(2) Strab. L. 13. p.907. I. 10.
(3) Pausanias. L.9. p. 777,
(4) Appian. Bell. civ. L.I. p.198.I 33.
(5) Defer. d'Ital. p.51, a.
(6) Cic. ad. Attic. L. 6. ep. 1. ad.fin.
página 934
que las traían de Atenas, para decorar su casas de campo.
El orador romano incluso, envió a Ático el deseo de sus pensamientos de los
ornamentos que buscaba.
Es así lo que yo creo, que significa la palabra
Typos
(Cicerón carta a Ático 10), del que no fue bien captado el
comentario por los críticos.
Podríamos interpretarlo todavía por la palabra plan, o de la mesura de las
piezas que quería que le hicieran.
Cicerón asimismo, pidió a su amigo que le comunicase descripciones de
pinturas que tenía, en su casa de campo de Amaltea en el Epiro, para hacer
copia para su casa de campo en Arpinum. A su vez, prometió a Ático que le
enviaría un catálogo con las obras que ornaban sus casas
(Cicerón Cartas a Ático 16).
Las otras regiones de Grecia, ofrecían por todas partes los tristes restos
de la devastación.
Tebas, esta famosa ciudad, estando recuperándose de la destrucción de
Alejandro, fue arruinada y desierta, con la excepción de algunos templos, y
la antigua ciudadela
(Pausanias libro9 7-5).
Sila había reducido a la pobreza a este estado, para castigar que había
abrazado la causa de los atenienses en la guerra Mitrídates.
Esparta, que tenía sus reyes todavía en la guerra civil de César y Pompeyo
(Apiano Guerras Civ.libro2 36), estaba deshabitada, así como el
país circundante (5). Micenas ya existía sólo de nombre
(Estrabón Geografía Libro8 10).
Los tres templos, los más famosos y los más ricos de Grecia, Apolo de
Delfos, Esculapio en Epidauro, y Júpiter en Elis, fueron saqueados por Sila
(7).
Plutarco nos informa,
(1) Cic. L. 6. ep. 10.
(2) ibid. ep. 16.
(3) Pausanias. L.9;. p. 727. I.9 ; Dio Chrys. or. 7. p. 123- B.
(4) Appian. Bell. civ. L.2. p.232.l.39.
(5) Strab, L. 8, p. 557. l.5.
(6) Ibid. p. 579. l.5.
(7) Excerpt. Diodor. p. 406,
página 935
que en su tiempo en toda Grecia, no habría a pié tres mil hombres armados,
número que solo la ciudad de Megara, envió contra los persas en la batalla
de Platea.
Al mismo tiempo, la Magna Grecia se encontraba reducida igualmente a la
extremidad.
La emancipación general de los pueblos, de esta parte de Italia contra los
pitagóricos, era la principal causa de la devastación que siguió.
En todas las ciudades, las escuelas fueron reducidas a cenizas, y los hombres
más distinguidos, seguidores de la doctrina de Pitágoras, fueron masacrados o
exiliados
(Polibio libro2 10).
De tantas villas célebres de la Magna Grecia, que florecían al comienzo de
la monarquía romana, no quedaban más que Tarento, Brindisi o Brundusium y
Regio, que todavía tuvieran alguna consideración.
(Estrabón
libro6 7).
La primera de estas ciudades tenía un templo de Vesta, que contenía una
famosa Europa, sentada sobre un toro, con la estatua de un joven Sátiro.
Regio poseía una Venus de mármol de gran mérito
(Cicerón contra Verres 7-60).
Crotona, que tenía doce millas de Circuito, y que contenía entre sus muros
un millón de habitantes, se vio reducida en la segunda Guerra Púnica a
veinte mil.
(Tito
Livio HªRoma 23-30).
Poco antes de la última guerra Macedonia, el censor Quinto Fulvio Flaco hizo
descubrir el famoso templo de Juno Lacinia, cerca de esta ciudad, e hizo
transportar las baldosas de mármol que cubrían el templo de la Fortuna
Ecuestre.
(Tito
Livio HªRoma 42-3). .
pero habiendo perdido el caso en Roma, se vio obligado a devolver
lo que se había llevado
(1) Polyb. L. 2. p.126. B.
(1) Strab. L. 6. p. 430. L. 8.
(3) Cic. Verr. 4. c. 60.
(4) Liv. L.23. c 30.
(5) Idm, L. 42. c. 3.
página 936
Pasó lo mismo en Sicilia. Desde lo alto del promontorio Lilibea, al de
Pachyno, es decir, desde un extremo de la isla al otro lado al oriente, se
contemplaba las ruinas de las ciudades antes florecientes
(Estrabón libro6 2-5).
Siracusa fue incluso entonces, considerada como la más bella ciudad fundada
por los griegos. Marcelo no pudo evitar derramar lágrimas de alegría,
contemplando desde un lugar alto en el día que la conquistó
(Tito Livio HªRoma 25-24).
Las ciudades griegas, en Italia, incluso comenzaban a ya no usar su idioma.
Tito Livio informa,
(Tito Livio HªRoma 40-42) que al poco tiempo antes de la Guerra
contra el rey Perseo, es decir, en el año 572 de la fundación de Roma, el
Senado dio permiso a la ciudad de Cuma, de usar la lengua Romana en todos
los asuntos públicos, y en particular en la venta de productos, aunque el
permiso parecía más bien una orden.
En estas tristes circunstancias de Grecia, el arte fue de nuevo dejando su
tierra natal, para buscar la protección de Roma. Donde a partir de ese
momento, instruían a la juventud, en las letras y las artes de Grecia.
Nosotros sabemos que el ilustre Paulo-Emilio, encargó a un escultor y a un
pintor, para que le dieran a conocer el Arte a sus hijos, entre los que se
encontraba el joven Escipión.
Si yo siguiera la opinión recibida, yo citaría como obras de ese momento las
cabezas de Escipión, y un escudo de plata, guardado en
la colección del rey de Francia, en los que pretenden encontrar la
continencia de este héroe.
Con respecto a estas cabezas, informé de las más conocidas
(1) Strab. L. 6. p. 417. l.23
(2) Liv. L. 25. c.24
(3) Id. L. 40. c, 42.
página 937
en mis monumentos de la antiguedad (
Nº176),
en referencia a la que yo hice grabar, después de la
cabeza de basalto verdoso del palacio Rospigliosi.
Es esta la cabeza, la que dio el nombre a todas las demás, porque se
encontró en Liternum en las excavaciones de Cuma, en la casa de campo de
Escipión el Africano el viejo.
Sin embargo, el mismo
retrato se encuentra en la colección de Herculano, y está marcada como
las cabezas mármol con una incisión en cruz, sobre el cráneo que no está
indicado, ni en el grabado, ni en la descripción.
Anoté más en mi obra en italiano, que Faber, sobre los retratos de hombres
ilustres de Fulvio Ursino, se declara por Escipión el viejo, porque estas
cabezas están rapadas completamente, y que el capitán, según Plinio, se
afeitaba todos los días:
Primus omnium radi quotidie instituit Africanus
sequens;
(Plinio el viejo libro7 211), pero vemos que él está hablando de
Escipión el Joven.
Para conceder a este alegato su derecho, donde se encontró la primera de
estas cabezas, nuestro cronista quita la palabra
sequenscon la que
Plinio caracteriza a este mismo Escipión en otra ocasión: en el Libro XXXII
(Plinio libro33 141).
argenti Africano sequens heredi reliquit.
El mismo Faber, pudo saber lo que informa Tito Livio de Escipión el viejo,
portaba los cabellos largos.
Por lo tanto todas las presuntas cabezas de Escipión, representarían más
bien el joven que el viejo.
Pero la indicación de la lesión sobre la cabeza, Podría dar lugar a alguna
duda en contra de esta opinión, porque no sabemos que el joven Escipión fue
herido de esta manera, aunque sabemos que el viejo Escipión, recibió una
herida que se cree mortal, cuando a la edad de diez y ocho años, cuando
salvó la vida de su padre, Cornelio Escipión
(1) Monum. Ant. ined. Nº.176. & T.2.p.231.
página 938
quien fue derrotado por Aníbal al borde del Pó
(Polibio libro10 2).
Por lo que no es de extrañar, que no estemos seguros de cuál de los dos
Escipiones representan estas cabezas, como parece que en la época de Cicerón,
no estaban familiarizados con verdaderos retratos de estos hombres ilustres.
En una carta a Ático él nos dice, que entre las estatuas ecuestres que
Metelo había traído de Macedonia, y que fueron expuestas en el Capitolio,
habían elegido una, para poner el nombre de Escipión
(Cicerón Carta a Ático libro6 1ª).
En cuanto al supuesto
escudo de Escipión, no creo en absoluto, por las
razones que he alegado en mi ensayo sobre la alegoría, y en el prefacio de
mis Monumentos, que él represente la continencia de Escipión el Viejo.
Yo pienso más bien, que el artífice ha representado a Briseida rendida a
Aquiles, y la reconciliación de Agamenón con este héroe.
Pero entonces, antes del tiempo de los dictadores arbitrarios, y de los
triunviratos tiránicos, el arte arte griego fue en verdad querido y estimado
por los romanos, sin que por ello pudiera promoverse de una manera
brillante, porque los republicanos aún tenían su gloria en la moderación de
las costumbres, y en el disfrute de una honesta mediocridad.
Pero tan pronto como las leyes de legalidad civil, fueron destruidas por el
dominio de unos pocos ciudadanos poderosos, que a fuerza de magnificencia y
regalos, trataban de imponerse al pueblo y ahogando a los otros el espíritu
republicano, surgieron la intrigas fatales para la libertad, y el ascenso de
hombres pudientes, que gobiernan haciendo su voluntad.
Entre estos ambiciosos, Sila es el déspota primero que gobernó Roma.
Numerosos opulentos romanos habían
(1) Polyb. L. 10. p. 577.
(2) Cic. ad. Attic. L. 6. ep. 1.
página 939
ya construído una infinitad de magníficos edificios: Sila los superó a
todos, por la magnificencia de los edificios que él hizo construir.
Destructor de las artes en Atenas y en Grecia, el fue su protector en Roma e
Italia.
El Templo de Fortuna que él construyó en Palestrina, superó todo lo que
se había hecho antes, en formas arquitectónicas por los particulares.
Incluso hoy en día podemos juzgar, la grandeza y magnificencia de este
edificio, por los restos que permanecen.
El templo de la Fortuna está levantado sobre la falda de la montaña, a lo
largo de la cual reina aún la villa de Palestrina, construida sobre las
ruinas del mismo templo, sin embargo, la ciudad moderna abarca menos terreno
que la antigua.
Es mientras subes esta montaña bastante tosca, que se llega al templo
propiamente dicho.
De tramo en tramo se encuentran siete plataformas, cuyos espaciosos
cuadrados descansan sobre alargada mampostería, excepto el inferior, que
está construida de ladrillos pulidos, y nichos decorados.
En los espacios de todas estas plataformas, se tenía hermosas piezas para el
agua, y hermosas fuentes que se reconocen aún en la actualidad.
En la cuarta plataforma estaba el peristilo del templo, entre los restos
permanece una porción en pie de la gran fachada, con estelas y medias
columnas.
La plaza que está enfrente, forma hoy el mercado de Palestrina. Fue en este
peristilo, que vimos el mosaico del pavimento, que será objeto de una
breve discusión.
Este mosaico fue retirado de este lugar, y se puso de nuevo en vestíbulo del
castillo del príncipe Barberini, en Palestrina.
El templo de la fortuna estaba situado en la última terraza, y éste es el
espacio ocupado por el poseedor del castillo moderno.
página 940
Como Sila, según Plinio, hizo ejecutar en Palestrina el primer mosaico que
fue hecho en Italia
(Plinio libro36 189), se presume que la gran pieza de este
trabajo que se ha conservado, data de la época.
Ciertamente, hay quien atribuye este trabajo a Adriano, no tienen otra razón,
que la explicación conjetural que ellos han dado.
La creencia más popular, es que el tema de esta composición representa la
llegada de Alejandro Magno a Egipto.
Pero ya que estamos acostumbrados a buscar la verdad de los hechos en los
libros antiguos, no tenemos demasiado para concebir, por qué razón Sila
habría representado este evento en lugar de otro.
De acuerdo con esta idea, el tema de esta pieza debería representar más un
hecho relacionado con la historia del dictador.
Esto supone el Abad Barthelemy, que ha creído que el camino más fácil de
llegar a una explicación razonable para esta obra, era establecer que debía
ser atribuida a Adriano, y no a Sila.
A partir de este principio, este anticuario busca demostrar que el
mosaico de Palestrina representa el viaje de
este emperador a Egipto.
Pero, ¿Y si fuera un tema tomado de la fábula, y fuera prestado de Homero?
Esta conjetura adquiere no obstante más fuerza, ya que está casi probado que
los artistas no se ocuparon de los acontecimientos, después del regreso de
Ulises a Ítaca: tiempo en que termina el ciclo mitológico.
¿No podríamos decir que el artista ha figurado las aventuras de Menelao y de
Helena en Egipto? Al menos a través de esta conjetura, podemos dar razón de
varias partes de la pintura.
Menelao podría ser el héroe que bebe un cuerno, y la figura de la mujer que
vierte algo en el cuerno, sería Polydamna, sosteniendo en su mano un
sympulum, vaso que nadie había relatado sobre el monumento.
página 941
Podríamos decir, que ella le da a beber vino en el que mezcló ese
maravilloso polvo llamado Nepenthes, polvo de Helena que le dio Polydamna, y
que tenían la virtud de quitar el dolor
(Homero Odisea 4-219).
Por Eurípides nos enteramos, de que Helena estando en la corte egipcia, y al
ver que el rey Theoclymenes estaba locamente enamorada de ella, concibió el
proyecto de huir con Menelao.
Para facilitar su huida, corrió el rumor de la muerte de su marido, y dijo
que como había muerto en el mar, era necesario que ella le diera los últimos
honores sobre la mar
(Eurípides 1263).
Ella fingió querer hacer su funeral, al igual que en los funerales reales,
en los que llevaban el lecho de muerte, y donde practicaba otras ceremonias
(Eurípides 1277).
Esto parece indicar la larga caja, portada como un ataúd por cuatro
personas,
La figura de la mujer sentada en el suelo ante esta procesión, podría ser
Helena.
Para hacer este funeral, Theoclymenes le había dado un barco equipado que
iría cerca de la costa.
Pero el rey de Egipto había ordenado a sus súbditos, de empezar a celebrar
las fiestas de sus nupcias con Helena, y cantar las alegres canciones del
Himeneo
(Eurípides, Helena 1451), fiesta que está representada por las
figuras bebiendo, y divirtiéndose en una cuna abierta.
No hemos podido descifrar lo que significa sobre este mosaico, la palabra
que está bajo ΣΑΥΡΟΣ cerca de un Lagarto (5), porque algunas piedras pequeñas
que componen ese nombre, fueron perturbadas.
La palabra ΠΗΧΥΑΙΟΣ forma del adjetivo πῆχυς , PICHYS, la palabra que
significa medir un pie y medio.
Por lo tanto, se debe leer, σαῦρος πηχυαῖος , SAVROS PICHYAIOS, un lagarto
de un pie y medio, que es precisamente la longitud de este animal.
(1) Hom. Odyss. v. 2.8.
(2) Eurip. Helen. v. 1263.
(3) Ibid. v. 1277.
(4) Ibid. v. 1451.
(5) Barthélemy', Explic. de la Mosaïque de Palestrinc. p. 40.
página 942
del resto el trabajo de esta pieza no está muy acabado.
En el Palacio Barberini en Roma, vemos otro mosaico más pequeño dibujado de
manera similar al pavimento de este templo, pero con una ejecución mucho más
delicada.
Representa
el rapto de Europa; donde vemos en
la orilla del mar a los compañeros de la Princesa presos de miedo, y Agenor,
el padre de Europa, quedándose sin aire.
El lujo que reinaba en Roma, fue muy favorable para el éxito del arte
griego.
El gusto de los edificios suntuosos, introducido entre los ciudadanos ricos
de esta capital del mundo, había degenerado en la pasión, y avanzaba rápido
en unos pocos años, donde la casa de Lépido, que pasaba luego por la casa
más hermosa de Roma, no era después de más de treinta años, que la
centésima.
(Plinio libro36 -109)
El mismo Lépido que la había construido, obtuvo el consulado un año después
de la muerte de Sila.
Varrón nos dice, que de la inspección de la mayoría de las casas de Pompeya,
nos demuestra que las casas de Roma no tenían más que una sola planta, y que
mantenían un patio, llamado
cavaedium entre los romanos y AVLI,ἀυλή,
entre los griegos.
Como las residencias de los ciudadanos opulentos, tomaron otras formas, y
que en lugar de casas, erigieron palacios con varias plantas, con columnatas
y filas de habitaciones, suntuosamente decoradas, se iniciaron en la
necesidad de mantener la industria de un gran número de artistas.
Plinio nos dice, que el famoso Clodio compró una casa por la suma de
247.000 ducados de nuestra moneda
(Plinio libro36 -103).
Roma, aprovechando su ídolo de César, estaba preparando un sucesor de Sila.
Siendo particularmente simple, César se distinguía
(1) Plin. L. 36. c. 15. §. 4.
(2) Ibid. §. 2.
página 943
de los romanos más magníficos, por su amor por las artes, y sucedió en el
Imperio, que fue el protector a ejemplo de Sila.
Formó grandes colecciones de piedras grabadas, de figuras de marfil y de
bronce, y pinturas de los viejos maestros.
No feliz con amasar todas estas producciones de arte, ocupó las manos de los
artistas, con las grandes obras que hizo ejecutar durante su segundo
consulado.
Construyó en Roma un excelente foro con su nombre, y desde entonces, decoró
hermosos edificios públicos en las ciudades de Italia, Galia, España y
Grecia.
Entre las colonias y guarniciones que envió, a las ciudades en ruinas y
abandonadas, hizo partir una a Corinto, y le ordenó restaurar esta ciudad.
Dijimos al comienzo de esta historia, de que manera Corinto surgió de las
cenizas, y las producciones de arte que se encontraron rebuscando entre las
ruinas.
Según todas las apariencias, la estatua grande y hermosa de Neptuno,
procedía de las excavaciones de Corinto, durante una docena de años,
ejecutada durante la recuperación del César.
La foma de las letras de la inscripción que se lee, en la cabeza de un delfín,
colocado a los pies de la estatua, parecen indicar este tiempo.
Esta es la inscripción:
Π. ΛΙΚΙΝΙΟС
ΠΡΕΙСΚΟС
ΙΕΡΕΥС...
Ella dice, que la estatua había sido erigida por Publio Licinio Prisco, del
Colegio de Sacerdotes.
De hecho, no es raro ver el nombre de la persona que erigió un monumento,
junto al del artista que lo ejecutó (1).
(1) Cons. Orville. Aninimadv. in Charit.
p.186;.
página 944
Las últimas victorias de Luculo, de Pompeyo, y seguidamente de Augusto,
extendió en Roma un enjambre de prisioneros, entre los cuales había muchos
artistas, que se convirtieron rápidamente en libertos, ejerciendo sus
talentos en esta ciudad.
Los había no sólo de Grecia, sino también de todos los países donde los
griegos se establecieron.
Gneo o Cneo, el grabador de la más
bella cabeza
de Hércules de la colección de Strozzi en Roma, era uno de estos
artistas.
El nombre romano, le vino de aquel que le había dado su libertad; quizás él
era incluso liberto de Pompeyo el grande, que es referido a menudo por su
nombre de pila de Cneo.
Agatangelo, sería otro artista sagaz en el arte de grabar piedras preciosas,
hizo la cabeza con su nombre sobre una hermosa cornalina, donde representó a
Pompeyo el Grande, cuya cabeza he mencionado con motivo de la estatua del
jefe romano.
Alcamenes, que pone su nombre en un pequeño
bajorrelieve de Villa Albani, fue llamado Quinto Lollio, de acuerdo
con el nombre de su patrón, que era probablemente por el ilustre Lolio, en el
reinado de Augusto.
Un artista más famoso aún, el escultor Evandro
(Horacio Sátira libro-1 105) de Atenas, que había dejado su país
para seguir a Marco Antonio a Alejandría, fue traído a Roma con otros
cautivos por Augusto, tras la muerte de Triunviro (2).
Entre otras obras que hizo en esta capital, le fue dado a restaurar la Diana
de Timoteo, un contemporáneo de Scopas, que estaba en el templo de Apolo
sobre el monte Palatino, y que no tenía la cabeza
(Plinio libro36 -32).
Esto no significa, que los libertos únicamente practicaban el arte en Roma,
también hubo artistas famosos de Grecia que fueron allí.
Entre estos que adquirieron la mayor reputación se encontraba
(1) Horat. L. I. Serm. 3. v. 91.
(2) Vit. Schol. ad Horat. h.I
(3) Plin. L. 35, C. 45.
página 945
Arcesilao y Pasítele.
Arcesilao, el amigo de Lucullus, se había hecho un gran nombre por su
modelado, que los artistas mismos pagaban incluso más caro, que la obra
terminada de otros maestros.
Hizo para César una Venus, que la robaron antes de que pudiera ponerle la
última mano.
Pasitele, natural de la Gran-Grecia, obtuvo por su talento el derecho de
burguesía romana.
Trabajó principalmente, en trabajos de relieve o entalladuras de plata.
Con respecto a estas últimas producciones de arte, Cicerón menciona un
retrato del famoso cómico Roscio, representado en su cuna, cuando la nodriza
lo encontró envuelto por una serpiente
(Cicerón de la adivinación).
En cuanto a sus estatuas, Plinio cuenta de un Júpiter de marfil que vio en
Palacio Metelo.
(Plinio libro36 -40)
Pasitele también fue muy estimado como escritor: que había compuesto cinco
libros, con la descripción de obras de arte famosas, extendidas por todo el
mundo
(Plinio libro36 -39).
Se podían ver también por esos tiempos, creo yo que, los escultores
atenienses, Critón y Nicolas, que llegaron a Roma.
Los nombres de estos artistas, están grabados en la cesta que lleva sobre su
cabeza una
cariátide por encima del tamaño natural donde están así figurando:
ΚΡΙΤΩΝ ΚΑΙ
ΝΙΚΟΛΑΟΣ
ΑΘΗΝΑΙΟΙ ΕΠΟΙ
ΟΥΝ.
Esta Cariátide, conjuntamente con
otra,
y el torso de una tercera, fueron descubiertas en 1766 en una viña
de la Casa de Strozzi, a dos millas de la puerta de San Sebastián, sobre la
antigua Vía Apia, y en
(1) Cic. de Divinat. L. 1. c. 36.
(2) Plin. L. 36, c. 4. §. 12.
página 946
la famosa tumba de Cecilia Metalla, esposa del rico Craso.
Como este camino está revestido a ambos lados de tumbas, algunas de las
cuales fueron acompañadas por jardines de recreo, y casas de campo, lo
sabemos por las inscripciones de la tumba de Herodes Atticus, creo que estas
estatuas decoraban la tumba de algún romano opulento, o casa de campo, anexa
a este monumento.
El lugar del descubrimiento, y quizás también por el estilo del trabajo de
estas estatuas, me autorizan suficientemente a asignarlas a la edad de la
que estamos hablando.
Estas estatuas, en número par, habrán servido de Cariátides para soportar
un entablamento de una habitación, hecha en la misma tumba, en la casa de la
que dependía, supongo que se hicieron por donde las encontraron, y que no
han venido de otra parte.
Así mismo, no parecen ser de antes del tiempo que se han planteado,
levantarse tumbas hermosas, para que estén decoradas con estatuas como
tales, que hablando de estatuas de esta especie: cuando yo ignoraba que
desde los primeros tiempos, tenían la costumbre de colocar en el tumbas,
simulacros de los muertos, cosa que está demostrado por la descripción de la
estatua de Ennio, depositada en el tumba de Escipión que se encontraba
también en la Vía Apia.
En cuanto al estilo, noto en la cabeza el aire de cierta preciosidad
(Friné), con
partes demasiado suaves, y demasiado redondeadas; como en los más antiguos,
la forma de los caracteres de la inscripción, nos puede dar una idea, las
mismas partes habían sido tenidas por muy celebradas, y muy expresivas.
Pero el arte no había abandonado por completo Grecia, a pesar de que se
encontraba en un estado de languidez; el amor a la patria había retenido
algunos maestros famosos, entre los que se nombraban en la época de Pompeyo,
página 947
un Zopiro, que trabajó la plata como Pasiteles
(Plinio libro33 -156).
La conjetura que surge sobre que este artista trabajaba Grecia, se basa en las
siguientes noticias.
Plinio hablando de la obra de Zopiro, mencionó dos copas de plata cinceladas,
donde una representaba los Areopagitas, y la otra el juicio de Orestes
ante el Areópago.
Este último trabajó de fabuloso relieve, se encuentra en una copa de plata
de alrededor de un palmo de altura, y que podría ser atribuido al mismo
Zopiro.
Esta copa, que ahora pertenece al cardenal Neri Corsini (
1
,
2), fue encontrada en el pontificado de Benedicto XIV, en el puerto de
la antigua ciudad de Anzio, donde la remitirían, es de creer que esta no fue
ejecutada en Roma, y, después de haber sido hecha de otro lugar, seguramente
de Grecia, se perdió en este puerto por algún accidente.
Yo soy el Primero que han publicado y grabado esta rara pieza, en mi
Monumentos de la antigüedad (
nº
151).
En la descripción que hice de este jarrón, mostré que recuerda por la forma
a la copa de Nestor, en Homero.
Este jarrón es doble
(Odisea 3-62).
El cincelado del ornamento exterior del jarrón, al mismo tiempo sirve como
estuche.
De suerte que esta copa se decompone, y las piezas encajan tan bien, que no
es fácil descubrir el doble trabajo a menos que se le conozca.
Con esto quiero explicar lo que Homero llama AMPHITOTOS PHIALÎ, ἀμϕίθετος
φιάλη, copa o doble taza.
Parece que Zopiro y Pasiteles, se han centrado principalmente en mostrar su
talento, en la representación de temas mitológicos y heroicos, en sus obras
en plata.
Mentor, uno de sus predecesores, se había distinguido en el mismo género,
como Propercio nos dice en estos dos versos:
(1) Plin. L. 33. o. 55. p. 75.
(2) Monum. Ant. ined. No.131
página 948
Argumenta magis sunt Mentoris addita formæ; At Myos exiguum flectit
acanthus iter. L. 3. el. 7. v. 13.
El Poeta llama de esta suerte a las obras,
Argumenta, tal vez por
temor a parecer más oscuro en el pasaje, donde él usa esta palabra para
referirse a las piezas de este género
(Ovidio Metamorfosis 13-684), donde distingue el trabajo de
Mentor, del de Mys, a quien asigna el primer rango.
El poeta caracteriza las obras de este último, por las cinceladura de hojas
de acanto, es decir, por las piezas de flores, el follaje y el ornamento
general.
También parece que el famoso pintor Timomaco de Bizancio, fue uno de los
artistas que se quedaron Grecia.
Plinio lo emplaza en el tiempo de Cesar
(Plinio libro35 -136), no nos hace saber nada más sobre su
persona; Debería tener una edad avanzada, ya que los dos cuadros famosos de
Ajax y Medea, por los que César pagó ochenta talentos, y que él puso en su
templo de Venus, ya habían estado en manos de otro.
Independientemente de esta copa de plata, que data sin duda de este período,
nos queda considerar, como obras hechas indiscutiblemente por artistas de
entonces, las dos hermosas estatuas de reyes cautivos emplazadas en el
Capitolio, y quizás también, las pretendida figura de Pompeyo en el palacio
Spada.
Las dos primeras estatuas, ejecutadas en mármol negro, representan dos reyes
de los tracios que llamaban
Scordisci (2); informa Floro, que fueron
capturados por Marco Licinio Lúculo, hermano del rico Lúculo.
El General romano indignado por la mala fe de los Príncipes,
(1) Ovid. Metam. L.13, v.684
(2) Flor. L. 3, c. 4. p. 30.
página 949
les cortó las manos: es la forma en que se representan en las estatuas del
Capitolio.
Una de estas figuras tiene las manos cortadas hasta el codo (
#),
la otra, las tiene cortadas por encima de la muñeca
#; por lo tanto, son similares estatuas de los cautivos que decoraban el
Mausoleo de Osymandias, Rey Egipto, que estaban sin manos
(Diodoro libro1 48-2).
En la ciudad de Sais se observaron veinte estatuas de madera en forma
colosal, mutiladas de la misma manera
(Herodoto 2-131).
Así los Cartagineses trataron, a los que se encontraron en dos barcos que
apresaron en el puerto de Siracusa (3).
Quinto Fabio Máximo, cuando era comandante en Sicilia, dio el mismo trato a
todos los desertores de las guarniciones romanas
(Valerio Máximo libro2 7-11).
Se cree que
la estatua de Pompeyo, estaba colocada en el lugar que había
hecho éste ilustre romano, junto a su teatro para las asambleas del Senado, a
cuyos pies César murió, como una víctima inmolado a las manos de su rival.
Es cierto que esta estatua no se ha encontrado en el lugar donde estaba
antiguamente, (entre el teatro de Pompeyo, y la calle donde fue descubierta,
está el mercado llamado
Campo di fiori y el edificio de la
Cancillería), pero Suetonio nos dice que Augusto
(Suetonio augusto 31) la hizo transportar, y elevar en otro
lugar.
Cada vez que considero esta figura, me sorprende verla sin ropa, es decir
heroica, o en la forma de un emperador divinizado, que debe haber
parecido también muy extraordinaria a los ojos de los romanos, en particular
como era Pompeyo.
Por lo menos podemos llegar la conclusión, de que no es una estatua que le
hayan erigido
(1) Diod. Sic. L.I. p. 45. 1. 10.
(2) Herodot. L. 2. p.88. l. ult.
(3) Diod. Sic. L. 19. p. 737.
(4) Val. Max. L.2. c. 2. N.10.
página 950
después de su muerte, ya que su partido murió con él.
También creo, que esta estatua es la figura de un ciudadano romano de los
tiempos de la república, en que figuraban como héroes.
En esta ocasión debemos recordar, que Plinio establece la máxima, en los
griegos el uso era figurar desnudos sus hombres ilustres, mientras que los
romanos era vestir sus estatuas, y representar especialmente sus guerreros
con sus armaduras revestidas de la coraza
(Plinio libro34 -18).
De lo que hemos dicho de la estatua, podemos, por supuesto, tener algunas
dudas contra la corrección de su nombre, que también se basa en las
comparaciones que hacemos con algunas medallas muy raras de Pompeyo el
Grande.
Ciertamente considerando esta estatua, no encontramos el carácter que
Plutarco le asigna a la figura del ilustre romano, a saber que llevaba
el pelo recogido por encima de la frente, como Alejandro Magno, KOMIS
ANASTOLI, ἀναστολὴ τῆς κόμης. En nuestra estatua, el pelo está plegado sobre
la frente, como en la medalla de Sexto, su hijo.
Ahí me sorprendo con Spanheim, que informa de una medalla muy rara con
Pompeyo con el pelo traido como decimos, ya que creyó que podría aplicar,
ANASTOLIN KOMIS, ἀναστολὴν τῆς κόμης, de Plutarco, contra el testimonio de
sus ojos, y hacer de la expresión griega por
exsurgens capillitium
(2)
El retrato de Sexto Pompeyo, hijo mayor de Pompeyo el grande, tallado sobre
una hermosa piedra, con el nombre del artista, no merece otra discusión bajo
la estatua que acabamos de mencionar.
La piedra es un Cornalina de la más bella especie. Había sido encontrada
(1) Plin. L. 34. c. 10.
(2) Spanheim. de prast. nom. T. z. p. 67.
página 951
al comienzo del siglo alrededor de la tumba de Cecilia Metalla, y estaba
montada en un anillo de oro, con un peso de una onza.
Aunque la belleza de la piedra es tal, que no necesita brillo prestado,
todavía le habían puesto una hoja de oro batido, los antiguos tenían la
costumbre de ponerlo en múltiples piedras, como ya he dicho en otra
parte (1).
El nombre de Agathangelus,
el joyero mensajero, Artista por lo demás
desconocido, está el genitivo aquí como ordinario, pero se escribe
ΑΓΑΘΑΝΓЄΛΟΥ, contra la regla de ortografía griega, que debería ser escrito
ΑΓΑΘΑΓΓЄΛΟΥ, la N antes de cambiar a T, antes de otra T.
De todos modos, esta forma de escritura en casos similares, se encuentran
con bastante frecuencia (2).
Yo puede citar por ejemplo el famoso mosaico de Palestina, donde la palabra
ATNZ, ΛΥΝΞ lagarto, está escrita de esta manera, si bien debe ser escrita
como ZATT,ΛΥΓΞ porque Z se compone de T, y S.
En los viejos manuscritos encontramos igualmente ΠΑΝΚΡΑΤΙΑСΤΗС , en lugar de
ΠΑΓΚΡΑΤΙΑСΤΗС (3)
El científico Henry Etienne, señaló que en un antiguo manuscrito, la palabra
ἄνγελος está particularmente escrita ἄγγελος (4).
En cuanto a la cabeza en cuestión, nos encontramos con la corrección de su
denominación, confirmada por una medalla de oro muy rara del mismo Sexto
Pompeyo (5), alrededor de la cabeza dice abreviado estas palabras:
MAG. PIVS. IMP. ITER. es decir, Magnus Pius Imperator Iterum. La otra
cara ofrece dos cabezas pequeñas, una de las cuales es el retrato de Pompeyo
grande,
(1) Dcscr. des Pier. gr. du cab. de. Stosch.
p. 437. 43a.
(2) Hcnr. Stepb, Paralip. Gran. p.7.8.
(3) Falconer. Inscr. Achlet. p. 60. 101. Cons. ibid. p. 66.
(4) Paralip. Grammat.
(5) Pedrus Mus Farnet. T.I. tav.I.N.I.
página 952
y la otra, de su nieto, el hijo de Sexto.
Alrededor de estas cabezas se lee: PRÆF CLAS. ET. ORÆ MARIT. EX S. C.
(præfectus classis & oræ maritimæ, ex Senatus consulto)
En Roma se ha pagado alegremente 40 escudos por esta medalla.
Con respecto a la cabeza grabada en cornalina, observo en ella la barbilla y
las mejillas cubiertas de pelo corto, casi como una persona que no se ha
afeitado durante varios días: lo que podría ser una señal de luto, con
motivo de la trágica muerte de su padre.
Sabemos que Augusto, después de la pérdida total de las tres legiones,
comandadas por Varus en Germania, se entregó al dolor tan excesivo, que se
dejó crecer la barba durante mucho tiempo.
Esta hermosa piedra pertenece a Duque de
Luneville-Calabritto en Nápoles.
Yo vería como totalmente superfluo mencionar aquí la supuesta estatua de
Cayo Mario, conservada en la colección del Capitolio, si, en la nueva
descripción de antigüedades de la colección, no lo hubieran informado como
un retrato de este hombre famoso
(Tom3-tav50).
Faber, que por lo demás no tiene muchos escrúpulos en bautizar figuras, ya
había dado cuenta de que esta estatua no puede representar a Marius, porque
tiene a sus pies una caja redonda para meter los escritos, como la marca
simbólica de un senador o un sabio, y que no era ni lo uno ni lo otro.
A pesar del poco fundamento de esa designación, el autor de la obra que
acabamos de citar, da a esta estatua audazmente el nombre de Mario, cuya
configuración nos es desconocida.
Cicerón
(Pro Cornelio Balcbo 21) y Plutarco,
(Vidas Paraleleas - Cayo Mario 2) son los únicos autores que nos
hablan de su mirada brusca y su rostro oscuro; por otra parte, no nos
queda ningún monumento de arte que
(1) Muf. Capit. T. 3. tav. 50.
(2) Mar. p. 743.
página 953
nos pudiera dar una idea de su fisonomía.
Por las medallas conocidas bajo su nombre, e informadas por los escribanos
como de él, podemos garantizar que todas ellas son falsas, se supone.
Desde la idea de una fisonomía paralela, Fulvius Ursinus, se cree con la
autoridad de dar a la cabeza de una piedra grabada el nombre de Marius. (1)
Con tan poco fundamento, que asignó el mismo nombre a cabezas del palacio
Barberini y de la Villa Ludovisi, así como una estatua de la Villa Negroni,
piezas que se se citan como pruebas concluyentes en las explicaciones de la
colección del Capitolio.
El nombre de Marius dado a la estatua del Capitolio, nació en la cabeza de
estos hombres ignorantes, que le dieron a otra estatua del mismo lugar, el
nombre de
Cicerón.
Para dar más carácter a esta estatua, a la que le fue incrustada en la
mejilla un garbanzo, que significa un
Cicer garbanzo, y que se
refiere al nombre de Cicerón.
Lo ridículo de todo es, ver el nombre de este hombre famoso grabado en su
base.
Hay una gran probabilidad, de que la verdadera cabeza de
Cicerón con su nombre grabado al pie del busto, está en el palacio
Mattei, fechado casi del mismo tiempo.
Es verdad que las letras que componen el nombre del orador romano,
pueden no parecer una forma bastante elegante para este tiempo; pero es
necesario distinguir las inscripciones públicas, que fueron puestas a los
monumentos por trabajadores privados, de los que fueron grabados por los
escultores, de los cuales a los que no se les puede exigir letras tan
elegantes.
Observaré incluso en esta cabeza, que la nariz, labio superior e inferior,
así como la barbilla, son restauraciones modernas.
La más
hermosa cabeza de Lucio Bruto
(1) Fulv. Urf img nº.38
página 954
que se encuentra en Roma, creo que la posee el Marqués Rondinini.
Siguiendo un orden cronológico, debemos hablar de una hermosa estatua más
grande que del natural, conservada en la Villa Pamfili, si fuera cierto que
ella representa el enemigo de Cicerón, el famoso Clodio, como se ha
argumentado en algunos Libros.
Es un
figura femenina vestida, cuyo seno tiene poca
elevación, la figura tiene el pelo corto y rizado de poco uso en
personas de su sexo, que fue el motivo de esta denominación.
Han pretendido que esta figura representa a Clodio, cuando se introduce en
el vestido de mujer de Pompeya esposa de César, con la cual el intrigaba, y
que él quería abrir el acceso a su señora a favor de los misterios de esta
diosa, que esta gran dama celebraba en su casa.
Hay que admitir que el nombre de esta estatua, por lo muy bien fundado que
está, es bastante académica, y no está mal imaginado.
El pelo de esta figura representa a Electra, están totalmente tratados como
los de grupo de
Electra y Orestes en la Villa Ludovisi. Volveré sobre las dos piezas en
el siguiente Capítulo.
Se encuentran en diferentes colecciones, cabezas que portan el nombre de
César, y ninguna se asemeja completamente a las cabezas del emperador sobre
sus medallas.
Esta peculiaridad, nos hace dudar de uno de los mayores conocedores en la
antigüedad, el cardenal Alejandro Albani, que mantiene como verdaderas
cabezas de César.
No hay nada más ridículo, que reclamar que un busto del cardenal de Polignac,
se mire como una pieza única, como un retrato del pasado
página 955
del natural (1).
Nota de la 1ª edición eliminada "Al respecto añado, que las 10 estatuas de esta misma colección del cardenal, que desenterró cerca de Frascati, no demuestran que formasen un grupo, y desde luego que representen a Licómedes con su familia y Aquiles disfrazado de mujer. El rey de Prusia adquirio esta colección en Francia, con un gran clamor en contra. Se habían valorado en más de 2 millones de libras y esto no impidió que se marchasen a Berlín por 36.000 tálereos. Pero, las estatuas fueron halladas sin cabeza, y que las restauraron jóvenes de la academia francesa en Roma, a las que les añadieron como de costumbre, rostros de moda, La cabeza de Licómedes es un retrato del señor Stoch."
Traeré aún el hecho notable, donde una dama romana demandó en su testamento
a su marido, que erigiese en el Capitolio a Cesar, una estatua de oro con un
peso de cien libras (2).
(1) Cabinet de Polignac.
(2) Cons. Lipf Elector. L.I.c.9
página 956
CAPITULO VI
El Arte desde el siglo de Augusto hasta el de Trajano.
Cuando Roma y el Imperio Romano reconocieron un solo jefe, las artes
establecieron en esta ciudad su centro, y los mejores artistas llegaron
voluntariamente desde todos sitios, porque encontraban poco que hacer en
Grecia.
Atenas y otras villas perdieron todos sus privilegios, al haber abrazado el
partido de Antonio
(Dión
Casio HªRoma libro54 7).
Augusto privó a los atenienses de la ciudad de Eretria, en Jonia, y de la
isla Egina,
No vemos que hayan sido tratados con más dulzura, por haber construido para
este emperador un
templo cuyo portal dórico existe
(1) Dio. Cass. L. 54. c.7, p.735- ed. Reimar,
página 957
todavía (1)
Al final de su reinado querían revelarse, pero fueron pronto reducidoS a la
obediencia.
La caída de las artes en las ciudades de Grecia, se manifiesta en las
medallas; y especialmente en las de las grandes formas en bronce, que
llamamos medallones de bronce: porque los medallones con inscripciones
griegas, son todos inferiores a aquellos con caracteres romanos.
Así el precio que los anticuarios le han asignado, difiere mucho: por un
hermoso medallón latino, se paga hasta cincuenta escudos, mientras que solo
diez scudos son advertidos por un medallón Griego.
Augusto, que Tito Livio
(HªRoma 4-20)
llama el fundador y el restaurodor de templos, hizo florecer las bellas
artes en Roma, y como dice Horacio,
veteres revocavit artes
(Horacio Odas 4-15).
Compró hermosas estatuas de los dioses, para decorar las plazas públicas, e
incluso las calles de Roma
(Suetonio Augusto 57).
Trasladó al pórtico de su foro, las estatuas de todos los ilustres romanos
que habían contribuido a la gloria de la patria, y reparó las que ya se
encontraban allí
(Suetonio Augusto 31).
Entre las estatuas de tantos grandes hombres representados como vencedores,
se veía también a Eneas
(Ovidio Fasti libro5 -59).
Una inscripción encontrada en la tumba de Livia (6), parece indicar que
Augusto estableció un inspector de estas estatuas, y otras.
Una estatua comúnmente llamada Quinto Cincinato, una vez colocada en la
Villa Montalto, luego en villa Negroni, ahora en Versalles, pasó comúnmente
por ser una de las figuras heroicas que
(1) Le Roi, Monum. de la Grece.
(2) Horat. L. 4. od. 15. v. 12.
(3) Sueton. August. c. 57.
(4) Ibid. c. 31.
(5) Ovid. Fast. L. 5.
(6) Gori, Columb. Liv. p. 157.
página 958
Augusto erigió en su foro.
Esta es la figura de un hombre desnudo que se ajusta su sandalia en el pie
derecho, mientras que la otra sandalia está al lado del pie izquierdo que
está desnudo.
Detrás de la estatua y a sus pies, hay un gran arado, que parece ser fue la
principal causa de su nombre; porque sabemos que los que le llevaron los
atributos de la dictadura a
Quinto Cincinato, lo encontraron ocupado arando su campo.
Pero este arado no está indicado en la impresión de las estampas publicadas
por Rossi, y Maffei que explica la antigüedad después de hacerlo
grabar y donde no ha encontrado el arado, no deja de mantener su nombre.
En su lugar se habla de este instrumento de labor, que cuenta la historia
del famoso dictador,
(Cicerón de lo bueno y malo libro2 4) sin aportar ninguna prueba
que apoye la denominación de la estatua.
El mismo Massei, informando sobra una piedra grabada, encuentra con ningún
fundamento, el retrato de Cincinato, piedra que me parece de fábrica moderna
(1).
En cuanto a nuestra estatua, podemos demostrar lo contrario, que a pesar del
arado, el nombre de Cincinato no le conviene, porque estando sin ropa, no
podría representar a un cónsul; donde entonces los romanos diferían de los
griegos, representando las figuras siempre cubiertas de sus grandes hombres,
a excepción de la estatua de Pompeyo.
Por lo tanto la figura en cuestión es heroica.
Representa, si no me equivoco, a Jason, cuando Pelias, su tío paterno, le
invita con otros, a un sacrificio solemne que estaba haciendo a Neptuno.
Jasón, que a Pelias no conocía, fue llamado a esta solemnidad, en el momento
en que él
(1) Gem. ant. T.4. N.8.
página 959
labraba su campo
(Píndaro Píticas 4), como se indica por la reja de arado colocado
junto a la estatua.
Después de haber cruzado el río Anaurus, se apresuró tanto, que se olvidó de
ponerse la sandalia del pie izquierdo, llevando solo la del pie derecho.
Pelias vió aparecer ante él a Jason, con este atuendo, entendió el
significado de un oráculo oscuro, advirtiéndole de quien vendría a verle con
un solo zapato.
Esto es, creo, la verdadera explicación de esta estatua.
La antigüedad hace también mención de una figura de Anacreonte, representada
con una sola sandalia, porque había perdido la otra estando
borracho.
(Ant.Palatina Planudo 306).
La estatua de
Augusto en el Capitolio, que lo
representa de pie, en la juventud, con un timón a sus pies,
refiriéndose a la batalla de Actium, es una obra mediocre.
La supuesta
estatua sedente con la cabeza Augusto, que
también se ve en el Capitolio (#),
no tendría ni siquiera que citarla
(T3-tav51).
Otra estatua impulsada en los libros, y conservada en la Villa Mattei, es la
figura de Livia, o segÚn otros (4), es Sabina, esposa del emperador
Adriano; representada como Melpómene, como muestra por el coturno.
Maffei, hablando de una cabeza de
Augusto coronada de hojas de roble,
corona civica, conservada en
la colección de Bevilaqua en Verona, duda que se pueda encontrar una
parecida (5).
Él debería haber sabido que había una similar en la
biblioteca de San Marcos en Venecia
(#)(6).
Solo la Villa Albani, ofrece tres diferentes cabezas
de Augusto, las tres coronadas de
(1) Apollod. Bibl. L. I. p. 27. b. Schol.
Pind. Pyth. 4. v. 133.
(2) Anthol. L. 4. c. 37. p. 367. l. 21.31 p. 368. L 6.
(3) Mus. Capit. T. 3- tav. 51.
(4) Maffei, Stat. N. 107.
(5) Verona iliustr. P. 3. c.7. P.215.
(6) Zanetti, Statue della Lib. di S. Marc.
página 960
hojas de roble, y
una hermosa cabeza colosal de Livia.
Otra
pequeña cabeza de Augusto, ejecutada sobre una
Ágata en propiedad del General de Walmoden, en Hanover, está adornada
de una parecida corona.
Es una lástima que solo se conservasen los ojos, la frente y el pelo, partes
que nos hacen conocer el personaje. Esta cabeza, si estuviera entera, sería
del tamaño de una naranja.
Dos estatuas de mujeres tumbadas,
una en el Belvedere y
otra en la Villa Medici, portan el nombre de Cleopatra, ya que se tomó
sus brazaletes por serpientes.
Ellas probablemente representan ninfas dormidas, o el reposo de Venus, como
un conocedor se observó allí mucho tiempo (1).
Consecuentemente no se pueden juzgar como obras de arte en la época de
Augusto.
Sin embargo se dice, que Cleopatra había sido encontrada muerta en esa
actitud (2).
Por otra parte, la cabeza de la primera figura no es remarcable, incluso un
poco incorrecta. La cabeza de la segunda, que algunos presumen una maravilla
de arte, y la comparan con las más bellas cabezas de la Antigüedad (3), es,
sin duda moderna, y de la mano de un artista que nunca tuvo las ideas
claras, ni de la belleza natural ni del arte.
En el palacio Odescalchi se vió antes, una
figura muy similar a las anteriores figuras relevantes, de grandeza
natural: que pasó a España, con el resto de las estatuas de la misma
colección.
(1) Steph. Pigh. Schotti Itin. Ital. p. 326.
(2) Galen. ad Pison de Theriaca,c,8. p. 941. edit. Charter. Tom. 13.
(3) Richardson, Traité; de la Peint. T.2. p.206.
página 961
Independientemente de las obras en mármol, yo considero verdaderos
monumentos de la época, algunas piedras grabadas que llevan el nombre de
Dioscórides.
Este artista grabó las cabezas de Augusto, con quien este príncipe
(Suetonio -Augusto 50) y los emperadores sus sucesores, salvo
Galba, tenían por costumbre de sellar.
Una piedra tal, con el retrato de Augusto, se encuentra en la casa Massimi
en Roma; pero cuando estaban montándola en oro, se partió en tres piezas.
Esta cabeza de Augusto, es reconocible por la barba descuidada de algún
tiempo, característica que no tienen sus otras cabezas, y que tendría que
indicar el momento de la derrota de las tres legiones de Varus: nosotros
hemos dicho antes, que se había afligido por esta pérdida, y que se dejó
crecer la barba.
En la Villa Albani se ve una cabeza del emperador Otón
con una barba similar, que no es menos singular en el uno como en el
otro.
Nada más justo que mencionar aquí una
cabeza de
Augusto de la mayor belleza; esta cabeza se conserva en la biblioteca del
Vaticano, está grabada sobre una Calcedonia, y tiene más de medio
palmo de altura, así lo vemos por la placa de grabado de la obra de
Buonarroti (2).
Tambien clasificaremos en la clase de obras de este tiempo, la
cabeza de Marco Agripa, colocada en la Oficina del
Capitolio, porque es hermosa y ella nos ofrece los rasgos del hombre
más grande de su siglo.
Yo no voy a decidir la cuestión de si una
estatua heroica, que está en casa de Grimani en Venecia, es este célebre
capitán, lo dejo a los que puedan examinar
(1) Sueton. Aug. e. jg.
(2) Oss. Sop. alc. med. p. 45.
página 962
la imagen de la cabeza del Capitolio y hacer el paralelo con la estatua de
Grimani.
Sin embargo todavía es posible tener un mejor monumento de un artista griego
del siglo de Augusto; porque según todas las apariencias, nos queda una de
las cariátides de Diógenes de Atenas, colocada en el Panteón.
(Plinio
el viejo libro36 -38)
Llamo cariátides, a todas las figuras femeninas y de hombre que soportan
parte de la Arquitectura, aunque soy consciente de que el término correcto
del último, es Atlas o Atlantes.
Esta cariátide permaneció largo tiempo ignorada en el patio del palacio
Farnese, y fue enviada a Nápoles hace pocos años.
Esto es la mitad superior de la figura de un hombre, desnudo y sin brazos,
llevando sobre la cabeza una especie una cesta, trabajada separadamente de
la figura.
Esta canasta ofrece los restos de algunas protuberancias, que tienen todas
las apariencias de hojas de acanto.
Creo que estas hojas envolvían la cesta de nuestra cariátide, como aquellas
están encerradas en una canasta cubierta con un azulejo, es decir, se
curvaban hacia fuera y formaban volutas: feliz efecto de la casualidad que,
se alega, que tomaron la idea de los capiteles corintios de Calímaco.
Esta medio-figura tiene unos ocho palmos de alta, y la cesta dos palmos y
medio.
Por lo tanto, era una estatua que tenía la verdadera proporción del orden
ático del Panteón, que tiene aproximadamente diecinueve palmos de altura.
He grabado este trozo en mis Monumentos de la antigüedad (
Nº205).
Lo que algunos escritores tomaron hasta ahora, por Cariátides de esta
Naturaleza, demuestra su profunda ignorancia (2).
(1) Monum. Ant. ined. N.205.
(2) Demonios. Gal. Rom. hosp. p.22.
página 963
Aunque una obra de arquitectura, elevada lejos de Roma, no puede
absolutamente hacernos juzgar el gusto universal de entonces en los
edificios, creemos sin embargo, que debemos señalar algunas particularidades
que se encuentran.
Esta obra es un
templo de Melassio en la Caria (1), construido en honor de
Augusto y la villa de Roma, según la inscripción en el friso.
Muestra las columnas de orden romano en el portal, columnas jónicas en los
lados, y al pie de estas columnas con hojas contorneadas en el gusto de esos
capiteles, que pecan contra las reglas y contra del gusto.
Este edificio no es el único, donde las propiedades de los dos tipos de
columnas se combinan en uno.
El menor de dos
ninfeos del Lago di Castelli, nos ofrece las pilastras
jónicas con frisos dóricos.
Una tumba cerca de la ciudad de Agrigento en Sicilia, generalmente atribuida
al
tirano Teron, porta no solamente triglifos dóricos en pilastras jónicas,
que también lleva las cadenas ordinarias del gusto, de gotas que se
encuentran en la corona de la cornisa.
En cuanto a estilo, el buen gusto comenzó ya a caer bajo Augusto.
Parece que esta decadencia se introduce, por el deseo que teníamos de
complacer a Mecenas, que amaba la afectación y adorno afeminado del estilo
(2).
Tácito
(Anales 3) dice que, en general después de la batalla Actium,
Roma no veía brillar grandes genios.
Es cierto que a partir de ese momento, según relaciona Vitruvio, siguió un
gusto depravado en los adornos pintados
(Arquitectura libro7 5).
El arquitecto de Augusto, se queja de que la pintura operando
(1) Pokocke`S., Defer.of the East. Vol. 2.
P.2. p.6.
(2) Sueton. August. c.86
(3) L. 7. c. 5.
página 964
contra el objetivo que se propone, de hacer la verdad o lo más creible, se
aplican en representar las cosas diametralmente opuestas a la hermosa
naturaleza y la sana razón, mediante la construcción de palacios sobre cañas
de juncos, y sobre candelabros, para representaR por allá columnas deformes,
esbeltas y delgadas, similares los palos o barras a lámparas de araña de la
antigüedad (
tav.39).
Algunas piezas de edificios de fantasía, entre las pinturas de Herculano,
ejecutadas tal vez en ese momento, o poco después, atestiguan la depravación
del gusto.
Las columnas tienen doble de su longitud habitual, y algunas de ellas ya se
volvieron barriles torneados: los adornos se hacen absurdos y bárbaros.
En el Palacio de Cesar, en la Villa Farnese (
¿#?), y en las Termas de Tito, había
columnas de una arquitectura pintadas en un muro alargado de unos cuarenta
palmos de un gusto igualmente extravagante.
Con respecto a las pinturas de los baños de Tito, vi un dibujo de Giovanni da
Udine, Discípulo de Raphael.
Entre las obras de la arquitectura de la época, se conserva alrededor de
Tivoli, cerca del último puente sobre el Anio, una
tumba en forma redonda, y grandes piedras talladas, construida por Marco
Plaucio Silvano, que fue cónsul con Augusto.
Las inscripciones sepulcrales se ven en estelas ante la tumba; la del medio
escrita con caracteres más grandes, conserva la memoria del fundador.
Contiene una indicación de sus dignidades, de sus campañas, que conmemora el
triunfo que obtuvo después de la victoria contra los ilirios: y termina con
(1) Pitture d´Ercol. T.I. tav.39,
página 965
con estas palabras: VIXIT. ANN IX. Wrigt en su viaje, dijo que no entendía
cómo un hombre, y sobre todo un hombre consular, podía decir que no había
vivido nada más que nueve; él cree que es necesario leer L delante del
número IX, de suerte que habría vivido cincuenta nueve (1).
Pero este viajero se equivoca, como varios otros con el mismo sentimiento; no
le falta nada al número, las letras asi como los números tienen un palmo de
alto, es decir, están muy bien conservados.
Marcus Plautio contaba no haber vivido nada más, que los años que habían
pasado en el retiro en su casa de campo, y no considerada como vida la que
había llevado antes.
El emperador Diocleciano, después de haber abdicado el imperio, pasó el
mismo número de años en su casa de campo, cerca de Salone en Dalmacia.
Él decía a sus amigos, que había comenzado a vivir el día de su abdicación.
Similes, uno de los más ilustres romanos en la época del emperador Adriano,
hizo poner en su tumba una inscripción similar; ésta llevaba que había vivido
siete años, que fue el tiempo que había pasado en el disfrute de los
placeres de la vida en el campo (2).
Observo en esta ocasión, que en la Villa Albani conserva todavía un pedazo
de antiguas pinturas de la tumba de la familia de Nasón, junto con varias
otras pinturas, grabados por Pier Sante Bartoli.
Esta pieza, de la que ya he hablado en el volumen anterior, representa a
Edipo con la Esfinge.
Muy generalmente se cree, que todas estas pinturas han sido destruidas.
Opinión que ha adoptado Wrigt como los demás.
En la parte superior de esta tabla
(1) Trav. p. 369.
(2) Xiphil. Hàdr. p.253. l.22.
página 966
se ve a un hombre y un burro, que Bartoli ha suprimido de su grabado las
piezas principales, y este burro sin embargo, es el que más indica en la
composición.
La fábula nos dice, que Edipo tomó la Esfinge después de que se precipitó
desde una roca, y la cargo sobre un asno: así es como llegó a Tebas,
llevando consigo la prueba de la solución del enigma (1)
Algo notable en la historia del arte, el nombre de Augusto, y los restos de
monumentos de su siglo, se desprende del informe de Plinio que dice de
Asinio Polión, que no era menor, por la cantidad de hermosas obras antiguas
que este ilustre experto coleccionaba, y que exhibió públicamente.
El Historiador de la Naturaleza y el Arte, enumera varias de estas obras,
las más conocidas son
el toro Farnese, que describí en el Capítulo anterior, y mujeres a
caballo, o las Hippiades de Stephanus, que representan sin lugar a dudas a
las amazonas, ἵππος , IPPOS
(Plinio libro36 -33).
La razón que me compromete a mencionar las Hippiades de Stephanus, cuyo
tiempo no está determinado, porque creo que es del mismo escultor Menelao,
autor de un grupo de dos figuras de tamaño natural, y conservadas en la Villa
Ludovisi, hemos dado a conocer la inscripción griega que lo acompaña.
En cuanto a esta obra, yo me reservo de contar mi sentimiento a continuación.
Tengo la intención de publicar un hermoso bajorrelieve, descubierto en los
escombros de la casa de campo
(1) Tzetz. Schol. Lycophr. v. 7.
(2) Plinio L.36. c. 4. §. 10. p.282.
página 967
de otro Polión, con el nombre de Vedius.
Este Polión, que merece un lugar entre los personajes famosos de la época,
hizo un testamento por el que legaba a Augusto, su hermosa casa de campo,
que se encuentra en Pausilippo, cerca de Nápoles.
Las ruinas de esta casa son de gran magnitud.
Lo que yo he encontrado más curioso entre estos vastos escombros, son las
famosas pesquerías de Murenes, la piscina, o estos reservorios amurallados y
practicados en el mar por Vedio Polión.
Este es el hombre que unía la gentileza de un cortesano, con la ferocidad de
un bárbaro, que una vez dijo que trataba a Augusto en su casa de campo, y
que acababa de ser informado de que un esclavo había roto uno de estos
preciosos vasos llamados murrinos, quería arrojarlo a las lampreas,
Muraenas! el emperador, para evitar a Polio comprometerse en el futuro
con tal crueldad, hizo romper todos los vasos de esta naturaleza.
(Séneca
La ira 3-40)
Este estanque se ve aún hoy, y está tan bien conservado que las dos celosías
de bronce, a través de las cuales se hacía entrar el agua del mar, parecen
ser las antigua celosías construidas en siglo de Augusto.
Además, ignoro si algún escritor ya ha mencionado estos restos curiosos;
Siempre es verdad que ellos merecen una discusión particular.
Para ver los Maestros del arte, que tenían reputación bajo el reinado del
primer sucesor de Augusto, estamos tan poco instruidos, que apenas se
conocen sus nombres.
Hay muchas razones para creer, que los artistas no estaban bien bajo Tiberio,
que no amaba las artes, y que hizo un pequeño edificio
(Suetonio Tiberio 47)
(1) Sueton. Tiber. c. 47.
página 968
La historia nos enseña, que este feroz tirano suscitó las más odiosas
acusaciones, a las personas más opulentas de todas las ricas provincias del
imperio, para tener un pretexto. y confiscar sus bienes
(Suetonio Tiberio 49)
Se supone que en estos tiempos desafortunados, no estuvo tentado de realizar
inversiones en obras de arte.
El Templo de Augusto fue el único monumento público que erigió, pero no lo
terminó
(Suetonio Calígula 21).
Para decorar la biblioteca del Apolo Palatino, hizo traer una estatua de
Siracusa famosa de este Dios, conocido como Apolo Temenite
(Suetonio Tiberio 74) y que lleva este nombre por la cuarta parte
de la ciudad de Syracusa.
Sabemos que a Tiberio le fue legado un cuadro licencioso de Parrasio, que
representaba el amor de Meleagro y Atalanta, con la condición de que si le
resultaba no apropiado el tema, a cambio recibiría una suma considerable,
aceptó la tabla y la colocó en su gabinete.
Pero parece que el amor por el arte, era lo mínimo en esta elección.
Las estatuas se convirtieron en objetos despreciables con este Emperador,
porque se convirtieron en la recompensa de espías e informantes (4).
las cabezas de este príncipe son raras, y mucho más escasas que los retratos
de Augusto.
Sin embargo se encuentran dos en la colección del Capitolio. (
1º)
La villa Albani igualmente ofrece una estatua
coronada de una cabeza de Tiberio, que le representa en la juventud,
mientras que las cabezas del Capitolio
(1) Sueton. Tiber. c. 49.
(2) Suet. Calig. c.21. XiphiL Tib, p, 101. l. 12.
(3) Suet. Tib. c. 74.
(4) Fragm. Dion. L.58. ap. Constant. Porphyrog. de Vit. y Virt.
página 969
lo representa con una edad más avanzada.
La
cabeza de Germánico, sobrino de Tiberio, es
una de las mejores cabezas imperiales que hay en la colección del Capitolio.
Hubo anteriormente en España, la base de una estatua elevada a Germánico por
el edil Lucius Turpilius (1).
El único monumento público de arte en la época de este emperador que se
mantiene, es un pedestal cuadrado de mármol blanco, construido sobre la
plaza de Pozzuoli (
#).
La memoria histórica del monumento, y los registro del monumento, nos dice,
que fue erigido en honor de Tiberio por catorce ciudades de Asia que,
habiendo sufrido en un terremoto, fueron restaurados por este emperador.
No hay duda de que este monumento, es el pedestal de una estatua que se
erigió al príncipe por estas catorce ciudades. Los cuatro lados de este
pedestal, están cargados con relieves que representan las figuras simbólicas
de estas ciudades, cada una de las cuales tiene escrito su nombre marcado en
la parte inferior de la figura.
No sé si los que han entrado en unos pocos detalles sobre este monumento,
han expresado públicamente una conjetura que me atrevo a aventurar aquí.
¿De dónde viene que las ciudades en cuestión, han erigido este monumento en
Pozzuoli en lugar de Roma?
La razón me parece ser esta: que deseaban colocar este monumento de su
gratitud, en un lugar en el que podría ser visto por el emperador, que se
había retirado a la isla de Capri, si él se hubiera erigido en Roma, el
Príncipe no lo hubiera visto, puesto que había declarado que no retornaría a
esta ciudad.
Tiberio, dejaba algunas veces su isla por los campos de Puteoli, y las
Bahías
(1) Grut. Infer, p. CCXXXVI. N.2 Cons. Pigh.
Annal. Rom. a.764. p. 540.
página 970
Y Miseno, y visitar estas ciudades.
Es un hecho que él murió en la casa de campo de Lúculo, ubicada en el
promontorio de Misene.
Aquí haré mención de una estatua, comúnmente conocida con el nombre de
Germánico, estatua que estuvo anteriormente en Villa Montalto, luego
llamada Negroni, y que se encuentra ahora en Versalles, o si uno pudiera
examinar en el lugar incluso si la cabeza pertenece a la figura.
El nombre del escultor, llamado Cleomenes, está grabado en el pedestal que
también lleva una tortuga.
Un ropaje sostenido en el brazo izquierdo de la figura, también desnudo, y
que debe tener un significado especial, desciende sobre esta tortuga.
Confieso aquí mi ignorancia, no encuentro ni siquiera algo para aventurar
una conjetura, porque la tortuga sobre la cual la Venus de Fidias posa el
pie
(Pausanias libro6 25-1), y todas las tortugas simbólicas se
quedan aquí sin significado.
Calígula, por cuyas órdenes, las estatuas de los grandes hombres colocadas
en el campo de Marte por Augusto, fueron derribadas y rotas
(Suetonio Calígula 34), hizo traer de Grecia los monumentos más
raros, quitándoles la cabeza a las estatuas de los dioses para sustituirla
por la suya propia
(Suetonio Calígula 22); que incluso había concebido el proyecto
de aniquilar a Homero
(Suetonio Calígula 34), Calígula no puede ser llamado el
protector de las Artes.
Calígula envió a Grecia a Memmio Regulo, cónsul, con órdenes para llevar a
Roma las más bellas estatuas de todas las ciudades.
(1) Suet. Calig. c.34.
(2) Ibid. c. 22.
(3) Ibid. c. 34.
página 971
Memmio, que se vio obligado a ceder su esposa Lollia Paulina, le envió
también muchos de los más bellos monumentos de Grecia, que el emperador hizo
poner en sus casas de placer: porque las cosas más hermosas, dijo él, deben
estar en lugar más hermoso en el mundo, este lugar es Roma
(F.Josefo Antiguedades 19-1-1).
Esta orden también concernía a la estatua de Júpiter Olimpico de Fidias;
pero los arquitectos dijeron, que sería demasiado arriesgado perder este
monumento mientras intentaban moverlo.
Y así, el proyecto del transporte a Roma no fue ejecutado.
Por lo tanto, el daño que esta estatua sufre cuando fue golpeada por un
rayo, en la época de Julio César, no fue considerable.
Los retratos de mármol de este emperador, son muy raros.
En Roma no se conocen nada más dos; uno de basalto negro que se encuentra en
la colección del Capitolio (
T-12),
y el otro de mármol blanco, emplazado en la Villa Albani, y
representa al príncipe como sumo Sacerdote, con las ropas sobre su cabeza.
La imagen más hermosa de este Emperador sin contradicción, es una piedra
grabada en relieve, que el general de Walmoden, de Hanover, compró en Roma
en 1766.
Se puede colocar el camafeo, en el rango entre las obras más perfectas en
este género.
Las cabezas de Augusto que Claudio puso en lugar de las de Alejandro, y que él
hizo recortar de dos pinturas que representaban al conquistador, nos muestra
que conocimiento tenía Claudio
(Plinio libro35 -94).
Curioso es usar el nombre de protector de las letras, hizo agrandar el
Museo, o la morada de los hombres sabios de Alejandría
(Ateneo Banquete libro6 37).
Su ambición se limitaba a pasar por un hábil gramático
(1) Joseph. Antiq. L. 19.c. I.
(2) Plin. L. 35. c.36.
(3) Athen. Deipn. L. 7.
página 972
Nuevo Cadmo, que quería ganar la gloria de haber inventado letras: es él
quien puso en boga la Ⅎ invertida.
El hermoso busto de Claudio (
1
,
2), encontrado en
la Fratocchie (1), pasó a España por el
cardenal Girolamo Colonna.
Cuando el partido de Austria en la guerra de la sucesión
(1701/13), se había
apoderado de Madrid, Mylord Galloway buscó el busto, y se enteró de que
estaba en el Escorial, donde lo encontró sirviendo de contrapeso al reloj de
la iglesia.
Lo tomó de allí, y lo hizo transportar a Inglaterra: No sé si llegó, o no
llegó.
Una obra muy importante en el tiempo de este Emperador, sería el famoso
trozo llamado vulgarmente
el grupo de Arria y Peto, en la Villa Ludovisi, si la representación
pudiera estar de acuerdo con esa denominación.
Se hace que Cecinna Peto, de familia patricia, envuelto en la conspiración
de Scribonio contra Claudio, que fue condenado a darse muerte; sabemos como
su esposa vio que él no tuvo el coraje de hacerlo, y se hundió un puñal en
el pecho, luego lo sacó y se lo presentó a su marido, diciendo: ¡Esto no
hace daño!
Los aficionados que conocen este grupo, saben que se compone de dos figuras,
un hombre y una mujer.
El hombre está desnudo y tiene bigote bajo la nariz, prolonga la mano
derecha con una espada corta en el cuerpo, por encima de la clavícula y
sostiene con la mano izquierda, a una mujer vestida que cayó sobre sus
rodillas, y que está herida en el hombro derecho, como se puede ver en unas
pocas gotas de sangre, que figuran en la parte superior del brazo. A los
pies de éstas
(1) Montfauc. Ant. expl. T. 5- pl.129.
página 973
figuras, vemos un gran escudo oblongo, y bajo el escudo, una vaina de
espada.
Con el principio que he extraído de la experiencia, yo he demostrado que se
trata de una alegoría, en el prefacio de mis Monumentos de la antigüedad,
donde demuestro que este grupo no puede representar un tema de la historia
de Roma.
Ciertamente, no se encuentran representaciones de figuras enteras, ni en
estatuas ni en bajorrelieves, tomados de la historia real, y que los
artistas antiguos nunca han pasado los bordes de la mitología.
Por otra parte, sería contra la máxima de Plinio, desear ver en el asunto,
un evento de la historia romana;
Hemos visto que este escritor establece, que todos los personajes de Roma
tenían como costumbre, estar cubiertos con ropajes.
Siendo que la figura del hombre de nuestro grupo, está absolutamente
desnudo, indica un carácter de tiempos heroicos.
No puede ser un senador romano, porque la espada y el escudo no son
atributos que le pueden satisfacer; y el bigote que lleva esta figura, no
estaba de moda entonces.
Pero sobre todo no puede ser Peto, que condenado a abrirse sus venas,
atiende la ejecución cuando no había tenido el coraje de seguir el ejemplo
de su esposa
(Marcial Epigramas 1-13).
Además, no se encuentra en ninguna parte que se hayan levantado
estatuas a Trasea y a Helvio Prisco, que habían conspirado contra Nerón,
aunque fueron venerados como semidioses por algunos partidarios de la
libertad. Por la misma razón, no es creíble que le hubieran hecho este honor
de Peto.
Maffei, que ha recordado que Petus no se había matado con la daga que Arria le
había presentado, y que permite a sí mismo la oportunidad para rechazar el
nombre común de este libro, al recurrir a la historia de
página 974
Mitrídates, anterior Rey del Ponto.
Él cree que la figura en cuestión, representa el eunuco Menófilo, al que el
rey había encomendado a Deretine, su hija enferma, y que se apresta a matar
a la princesa por temor de verla deshonrada por el enemigo.
Es cierto que este último sentimiento, es incluso menor que el primero:
porque el presunto eunuco porta no sólo todo lo que caracteriza a un hombre,
sino que también tiene bigote, como vimos anteriormente.
Gronovius pensó, que representaba a los hijos de Eolo, rey de los tirrenos,
Macareo y su hermana Canacea, que se enamoraron con una violenta pasión el
uno por el otro, y que se vieron obligados, según Higinio, a suicidarse, una
vez que su padre fue informado de su amor incestuoso.
Para mí, creo que no representa a los hijos de Eolo, porque el rey envió al
guardia a la chica con una espada con la que debía matarse, para expiar el
crimen que había cometido con su hermano.
Ciertamente la figura masculina de nuestro grupo, no parece representar al
hermano de Canacea, porque era todavía un hombre joven, ni a ningún héroe de
la antigüedad, porque no hay nobleza en su fisonomía, con el bigote debajo
de la nariz, en el estilo de los cautivos bárbaros, le da un carácter aún
más innoble.
Vemos en cambio, que el artista se ha propuesto caracterizar por la
ferocidad en las líneas, y por la fuerza del cuerpo, a un guardia que
representa la mayor parte del tiempo a los hombres feroces e insolentes (1)
El bajorrelieve de Villa Pamfili, que representa la fábula de Alope, nos
ofrece los guardias del Rey Cerción con los aires de sus cabezas semejantes,
e igualmente sin ropas (
nº92).
El resto de la explicación que propongo
(1) Suidas:, v. Ἄγρευς.
(2) Monum. Ant. ined. N. 92.
página 975
se encuentra apoyado de la figura femenina, por su pelo unido y sin bucles,
en el estilo que se observan en las figuras de las naciones extranjeras,
asimismo, su vestido con flecos que caracteriza a esta figura, indica una
persona que no ha nacido en Grecia.
Esta explicación puede no satisfacer del todo al aficionado; pero yo no creo
que sea posible dar una más plausible.
Creo por otra parte, que se pierde el fin de la historia de Canacee, como
sucedió con respecto a la fábula de Alope, yo he buscado de suplirlo con un
monumento antiguo.
Todo lo que sabemos desde la aventura viene de la noticia surgida de
Higinio, y de la Epístola que Ovidio hizo escribir a Canacee, y enviada a su
hermano Macareo, lo que le manda su padre Eole, lo envió por uno de sus guardias,
una espada, el objeto que conoce, y que ella va a utilizar para acortar sus
días.
Interea patrius vultu mærente satelles
Venit & indignos edidit ore sonos:
Æolus hunc ensem mittit tibi: tradidit ensem,
Et iubet ex merito scire, quid iste velit.'
Scimus; & et utemur violento fortiter ense;
Pectoribus condam dona paterna meis.
Pero a medida que la carta anterior da su resolución, y el otro escritor no
menciona el guardia, podemos calcular nosotros mismos por el trabajo de
inspección, que el soldado no había sido informado del objeto de su misión,
y que lamentablemente dio a Canacea la espada mortal, y que él se dió muerte
cuando vió que la princesa murió.
Como el falso nombre de este grupo, da una realización digna de un tiempo
mucho más lejano, me comprometo de hacer un examen en este lugar,
página 976
aprovecharé la oportunidad para hablar de otro grupo, que se encuentra en la
misma Villa, y que también merece el rango en la clase de obras superiores.
Este grupo es de Menelao, Discípulo de Stephano, como sabemos por la
inscripción en griego.
Y este Stephanus con toda apariencia, es el mismo que se hizo famoso por sus
Hippiades o amazonas a caballo, como he señalado anteriormente.
Los conocedores del arte observaran por este anuncio, que voy a hablar del
famoso grupo conocido con el nombre del
joven Papirio y su madre, del que Aulo Gelio nos cuenta la aventura
(Noches Áticas 23).
Con este nombre ha sido generalmente conocida, ya que estaban acostumbrados
casi siempre, a buscar en las historias de los Romanos en la antigüedad, en
lugar de recurrir a Homero y los tiempos heroicos, para explicar los sujetos
tratados por los artistas.
Esto se supone, y pensando que es también una obra de un artista griego, que
no ha elegido un tema tan poco importante de la historia romana, cuando el
puede señalarse por figuras heroicas de alto estilo, podemos demostrar la
falsedad de la denominación que recibió.
También creo que bien podría ponerse en tela de juicio la historia del joven
Papirio, que Aulio Gelio había tomado de un discurso pronunciado por Caton
el viejo, y Como él mismo lo marca sin tener el original bajo los ojos.
Ea Catonis verba huic prorfus commentario indidissem, si libri copia fuisset
id temporis cum haec ditlavi.
Podríamos, digo, poner en duda la historia, de lo que el Gramático latino
agregó, que los senadores tenían
(1) Gell. Noct. att. L. I. c. 23.
página 977
por constumbre llevar a sus hijos al Senado, cuando habían tomado el vestido
de pretexto, es decir, cuando había llegado a la edad de diecisiete años.
Para apoyar esta duda, tendríamos que permitir el testimonio de Polibio.
Este historiador sensato, refuta a dos escritores griegos, que habían
argumentado que los romanos llevaban a sus hijos al Senado a la edad de doce
años, que dijo, que no era ni creíble ni real, y añade irónicamente, que la
fortuna no le había dado esa cuota a los Romanos de ser sabios desde el
nacimiento.
Sin embargo Polibio, como mucho más viejo, merece más fe en su testimonio,
no voy a insistir en la refutación de Aulo Gelio finalmente, porque
lo que era adecuado para un niño de doce años, podría serlo para un joven de
diecisiete años.
Sea lo que fuere, Aulo Gelio es el único escritor que hace mención de este
uso.
Jacques Gronovius habría hecho mejor en citar a Polibio en sus notas sobre
Aulo Gelio, que informar de todos esos comentarios pedantes de Gramática, de
los que solía hacer un gran despliegue.
La figura del llamado Papirio, me da la razón principal para que yo rechace
todo lo relacionado con la historia romana.
Primero ella está desnuda, y en consecuencia heroica, es decir ella es, como
los griegos figuran su héroes, y los romanos estaban acostumbrados no
sólo a vestir a sus hombres ilustres, sino también a cubrirlos con coraza.
Se me permitirá que cite una vez más el pasaje de Plinio:
Graeca quidem
es est nihil velare; at contra Romana, ac militaris thoraces addere.
Después de estar convencido de que este tema no puede representa la aventura
de Papirio, yo imaginó encontrar a Fedra que declara su pasión a Hipólito,
porque
página 978
la expresión en el rostro del joven, denota el horror que le inspira tal
declaración.
Tal era mi opinión en la primera edición de esta historia.
Lo que tiene que quedar claro es, que la expresión del joven hombre no
indica el más mínimo rastro de una sonrisa socarrona, o astuta, que algunos
escritores modernos han pretendido encontrar, debido a que se mantienen en
el nombre establecido.
Mi mente había caído sobre este tema, a sabiendas de que los antiguos no
sólo lo habían representado muy a menudo, sino que se encuentra aún repetida
en diversos relieves, que se encuentra
dos en Villa
Albani, y uno en Pamfili.
Lo que me hizo nacer algunas dudas contra mi razonamiento, y es que de esa
manera Fedra descubriría ella misma su pasión por Hipólito, que sería lo
contrario al párrafo de la tragedia de Eurípides.
Yo no puedo evitar las dificultades que me opone el pelo corto, tanto de
Fedra como Hipólito, que los llevan aquí tan cortos como Mercurio.
Los adolescentes de esta edad llevaban el pelo más de largo; en
consecuencia, los de esta figura indican algo extraordinario.
Lleno de dudas considerando de nuevo esta obra, cuando de repente vi la luz
que me aclaró, y esto por el hecho de algo que me había parecido hasta ahora
inexplicable, a saber, el pelo corto.
Así que veo en este grupo, la primera entrevista de Electra tuvo con su
hermano Orestes, quien era más joven que ella, y que podían ser
representados con los cabellos renaciendo.
Sófocles nos enseña, que Electra quiso hacerse cortar el pelo por su
hermana Crisótemis (hay que darlo por hecho), para depositarlo con la
hermana en la tumba
página 979
de su padre, Agamenón, como un signo de la duración su aflicción
(Sófocles Electra 450).
Y esto fue lo que Orestes había hecho, él mismo antes de descubrir a
Electra.
Era este pelo que Crisótemis encuentra sobre la tumba de su padre, y que le
hizo conjeturar la llegada de su querido hermano a Argos
(Sófocles Electra 905).
Orestes, totamente familiarizado, Electra, tomándolo de la mano le dijo: ἔχω
σὲ χερσίν: te tengo de la mano,
(Sófocles Electra 1258) acción que se encuentra figuradamente en
el grupo: cuando Electra pone su mano derecha sobre el brazo del joven
hombre, y posa su mano izquierda sobre el hombro.
En general, puede ser representado por la escena conmovedora de la Electra
tragedia griega, cuando termina este encuentro.
Parece también que el escultor, estaba más comprometido en seguir la tragedia
que Sófocles, que los corifeos de Esquilo.
Las características del primer encuentro de Orestes con Electra, representa
claramente el aire las cabezas de las dos figuras.
Usted verá los ojos de Orestes inundados, por así decirlo, de lágrimas, con
los ojos hinchados por la fuerza del llanto: es la misma Electra, se lee en
el rostro la alegría y la tristeza, la ternura y el abatimiento.
Como yo creo que Orestes y Electra son los verdaderos personajes de este
grupo, voy a decir que los he reconocido con el mismo signo en Esquilo, a
Orestes con Electra; es decir, el cabello
(Esquilo las Coéforas 166): que él le mostró a su hermana para
eliminar todas las dudas
(Esquilo las Coéforas 224).
Aunque esta ruta para llegar al reconocimiento de las dos personas en el
plan de una tragedia, como sigue
(1) Sophocl. Elect. v.51.450
(2) Ibid. v.905.
(3) Ibid. v. 1258.
(4) Aeschyl. ChcoepK v.166.178
(5) Ibid. v. 224,
página 980
Aristóteles, la menos feliz de cuatro formas de reconocimiento dramático, se
puede decir sin embargo, que este signo corresponde aquí más que cualquier
otro, con el resultado de una representación plausible.
(Aristóteles Poética 3-13).
Después de bastante bien demostrada mi tesis, creo que puedo dar el nombre
de
Electra a un hermosa estatua de Villa Pamfili, en perfecta conservación,
a excepción del brazo izquierdo, y del tamaño de la Electra anterior.
Diferente por la actitud, parece semejante a la primera en la expresión, e
incluso en las características de la cara.
Esta denominación se encuentra reforzada por las mismas características, es
decir, con el pelo corto, que están tratadas igual que las otras tres
figuras.
El cabello de esta última estatua, que había sido considerado como algo
extraordinario, desde el descubrimiento de su tiempo, que parecía más bien
decir una figura de un hombre que una mujer, indujo a error a aquellos
conocedores que solo se extienden hasta la historia romana, imaginando una
denominación muy ridícula.
Creyeron ver en esta estatua, al famoso Publio Clodio disfrazado de mujer,
cuando se introduce a saber de los misterios de la Bona Dea, en la casa de
Pompeya, la mujer del César, a la que quería seducir, como ya habíamos dicho
en un capítulo anterior.
Como creo restaurando el verdadero nombre de la estatua, que su base antigua
es defectuosa, yo me imagino la figura de Electra, con Orestes que se perdió
compuestos en grupo, de modo que el brazo izquierdo de Electra reposaba
sobre el hombro de Orestes.
(1) Poet. c. 13.
página 981
Espero que el lector me perdone estos dos episodios, que han interrumpido un
poco el hilo de nuestra historia, y que tenga la misma indulgencia para los
que siguen.
Para mantener el orden didáctico, me había llevado a tratar de colocar estas
digresiones en el tiempo que nosotros nos ocupamos, y no de cualquier obra
sin importancia.
Del resto de las discusiones anteriores que se presentan de forma natural,
se puede considerar como cosas que tienen alguna relación con el arte en el
reinado de Claudio.
Nerón, sucesor de Claudio, mostró una pasión desatada por todo lo relativo a
las artes.
Pero esta pasión en él, se parecía a la de la avaricia, que busca atesorar
en lugar de producir.
La Estatua de bronce de Alejandro de mano de Lisipo, que él hizo dorar,
nos certifica la depravación de su gusto.
Plinio relaciona este hecho, añade que la riqueza de este metal, había hecho
perder a la estatua la delicadeza de la obra.
Fue necesario remover el oro, y arreglar las cicatrices que el dorado había
dejado allí, y que a pesar de ello, era más apreciada que como fue
(Plinio libro34 -63).
Lo que demuestra aún más su mal gusto, primero hacer las rimas que buscaba
colocar en el medio de la línea, y al final del verso, luego las ampulosas
metáforas que él enlazaba unas con otras: los vicios de dicción que Persio
ridiculiza
(Aulo Persio Sátiras 1-2).
Muy posiblemente Séneca, exoneró a pintores y escultores del Círculo de Artes
Liberales, por culpa del gusto de este príncipe
(Séneca Epístolas 88).
No es fácil hacer un juicio sobre el estilo del arte bajo Nerón, con la
excepción de un par de cabezas
(1) Plin. L. 34. c.19.§.6
(2) Pers. Sat. I. v. 93. 95.
página 982
mutiladas del Emperador, de la pretendida estatua de Agripina, su madre, y
un busto de Popea, su mujer, no hay nada que logre consideración.
En cuanto a los supuestos retratos de Séneca, no pueden representar a este
hombre, como veré a continuación.
La
cabeza de Nerón, conservada en la colección del Capitolio, solo tiene de
antigua la parte superior, y la misma cara no tiene nada más que un ojo
original.
En la hermosa colección de retratos de los emperadores, que se exponen en la
Villa Albani, la cabeza de Nerón falta, donde podemos juzgar la rareza de
las imágenes de este príncipe.
A partir de esta presentación, ¿qué podemos probar por una
cabeza de bronce de Villa Mattei?
Esta cabeza, es un trabajo moderno de lo más mediocre, poco mérito también
expresaría como otra cabeza moderna de Nerón, si no se encontrase citada por
Keysler como una antigüedad de primer mérito, según los libros planos como
mal razonados que copió.
Y es, en la misma colección del Capitolio, donde dos ignorantes inspectores
han colocado allí, una cabeza totalmente moderna de Nerón, al lado de la
cabeza restaurada que acabo de mencionar.
Del mismo modo, se incluye una cabeza de este emperador en relieve, en el
estilo de los medallones. Voy a hacer una observación general de todas estas
cabezas tratadas de medio-relieve, son producciones modernas.
Se conoce tres estatuas bajo el nombre de Agripina:
la primera y la más bella en el palacio llamado la Farnesina, la
segunda se ve en la colección del Capitolio, (
ver),
y la
tercera en la Villa Albani.
El hermoso busto de Popea en el Capitolio, es curioso por la singularidad
página 983
de la materia: en un solo trozo dos mármoles diferentes, de modo que la
cabeza y el cuello son blancos y el pecho cubierto es de paonazzo, es decir,
tiene manchas y venas moradas (
¿#?).
Para comparar el arte de las cabezas que llevan el nombre de Séneca, son
infinitamente más notables que las de Nerón.
La más hermosa es de bronce, y se encuentra en la colección de Herculano
Entre las que son de mármol, se distinguen las de
Villas Medici y Albani, pero
sobre todo la que pertenece a John Dyk, cónsul Inglés en Livorno, que tiene una
perfecta conservación.
Ésta antigua, que se vio una vez en la casa de Doni en Florencia, fue
vendida por ciento treinta zecchini.
Además de estas cabezas, todavía se observó en Roma un busto en forma de
Herma completamente similar a las anteriores. Este busto, junto con otras
antigüedades fue trasladado a España por Gussman virrey de Nápoles; pero
afirma que pereció en un naufragio con toda la carga de la nave.
Todas estas cabezas, estaban generalmente vistas como los retratos de Séneca,
esto sobre la buena fe de Faber que avanza, en sus aclaraciones sobre los
retratos de los hombres ilustre, recogidos por Fulvio Ursino, que se
encontró con una Medalla rodeaba de un círculo contorneada con su nombre,
una cabeza semejante con el nombre de Seneca, pero ni él ni nadie ha visto
este medalla.
Al ver el nombre de estas cabezas, en las bases mal aseguradas, me sentí
confirmado en mis dudas, y he dicho de más: ¿Cómo sucedió para que durante
la vigencia de este hombre de dudosa reputación, tanto se
página 984
multiplicaran sus imágenes, que no se encontró tanto de ningún hombre
ilustre?
Para el busto de Herculano, es cierto, que debería haber sido hecho en su
vida; y para aquellos que son de mármol, indican toda una época en que las
artes estaban floreciendo.
No es creíble que un Príncipe tan iluminado como Adriano, colocara en su
casa de campo el simil de un filósofo, poco digno del nombre; cuando no hace
mucho tiempo, que hemos encontrado en las excavaciones de esta casa,
fragmentos de una de estas cabezas, trozo con un bello carácter
perteneciente a M. y Cavaceppi Escultor romano.
Si tengo que expresar mi opinión sobre estas cabezas, yo pienso que
representan la imagen de una persona más vieja, más illustre y más
respetable que Séneca.
Después de discutir diferentes cabezas, sería reprochable que yo pasara en
silencio la supuesta
estatua de Séneca en la Villa Borghese. Repetiré aquí lo que he dicho
sobre ella en mis Monumentos de la Antiguedad, donde me he explicado sobre
esta estatua, y voy a añadir las observaciones que he hecho desde entonces.
El pretendido Séneca de Villa Borghese, es una estatua sin ropa, y de mármol
negro, que recuerda perfectamente, tanto en la actitud de la cara, como por
la fisonomía, a otra
figura desnuda, de tamaño como de
natural, de mármol blanco; y esta figura, se mantuvo en Villa Pamfili,
y de manera similar a una
pequeña estatua de la Villa
Altieri, con la cabeza defectuosa.
Estas dos figuras llevan una cesta en la mano izquierda, como las que llevan
dos pequeñas figuras, vestidas como sirvientas en la Villa Albani. Como se
muestra en el pie de una de estas figuras, una máscara cómica, se puede concluir
que representa un baile de comedia, cuya función
página 985
fue, al igual que el parecido de Andriano con Terencio, cuando iba al
mercado a comprar provisiones para comer.
De ahí trazamos el razonamiento, que la estatua Borghese, como las figuras
Pamfili y Altieri, nos ofrecen personajes de la antigua comedia.
Además en la denominación de la estatua Borghese, no hay el más mínimo
fundamento de parecido, ni con las pretendidas cabezas de Séneca.
La parte superior de la cabeza de esta figura, así como en la de Pamfili es
totalmente calvo; mientras que el pelo de las cabezas está enteramente
completo.
No sé cuales podrían ser las razones, para darle el nombre de Séneca muriendo
a esta pieza.
De todos modos, como faltaban las piernas de la estatua, en lugar de
restaurar la figura hasta los pies, consideraron apropiado ajustar los
muslos en un bloque de mármol africano, al que se le ha dado la forma de una
cuba, para significar el baño en el que Séneca se abrió las venas, y terminó
sus dias.
Me queda por hablar de otra obra, que no es menos bella que todas estas
presuntas cabezas de Séneca; es un perfil de medio-relieve, que perteneció una vez
al famoso cardenal Sadolet, que pretendía encontrar al poeta Pérsio (1)
Se sabe que este ilustre satírico murió bajo Nerón, a la edad de veintinueve
o treinta años.
La cabeza de un mármol blanco llamado Palombino designado, porta, con la
tabla sobre la que está ejecutada en relieve, un poco más de un palmo en
todas sus caras, y está en la Villa Albani.
Lo que hizo a Sadolet creer que se trataba del retrato
(1) Senec. Ep. 88. p. 300.
página 986
de Pérsio, es la corona de hiedra que rodeaba su cabeza (
#),
y un cierto aire de modestia, que se imaginaba descubrir en su rostro, el
aire que el Filósofo Cornuto identificó como una cualidad dominante de su
alumno.
La corona de hiedra, hace muy probable que esta cabeza nos ofrezca el
retrato de un poeta, pero no puede ser Persio, porque la pieza mármol,
representa a un hombre de cuarenta a cincuenta años, y con la barba larga,
sobre todo para un hombre de treinta años, no está de acuerdo con los
tiempos de Nerón.
Por otra parte, es, del resto del mármol que debemos juzgar a esta figura, y
no de acuerdo a la planca grabada que lo representa mucho más joven.
Esta obra es suficiente para probar, con que poco fundamento se le dio
nombre a cantidad de cabezas, vistas como retratos de hombres célebres.
La imagen de nuestro supuesto Persio es conocida, después de haber sido
puesto a la cabeza de sus sátiras.
Al juzgar el arte bajo Nerón, del que Plinio nos informa, podemos concluir
que la decadencia del arte había sido sensible.
Él nos dice que bajo este Emperador, no entendieron más el arte de la
fundición del latón;
Cita el ejemplo de la colosal estatua en bronce de Nerón, de la mano de
Zenodoro, famoso escultor, cuyo elenco no tuvo éxito
(Plinio el Viejo libro34 -46).
De esta noticia, y de las placas en piezas, unidas por clavos de los
cuatro caballos de bronce del portal de San Marcos en Venecia, hemos
querido deducir que habrían recurrido a esta industria, debido a que la
fundición ya no tenía más éxito, y que estos caballos se habrían realizado
en los tiempos de Neron.
(1) Plin. L.34. c.18
página 987
Los. circunstancias eran desfavorables al arte en Grecia.
Aunque Nerón se comprometió a dejar que los griegos disfrutaran de su
antigua libertad
(Plutarco Flaminio 12), no fueron mejor tratados, su furia se
extendió sobre las obras de arte.
Él hizo tirar y arrojar a los lugares inmundos, las estatuas de los grandes
ganadores de los juegos.
A pesar de su apariencia de libertad, con la que él satisfacía a los Griegos,
los despojó de sus mejores monumentos.
Insaciable en todos sus gustos, este príncipe envió con este objeto a Grecia,
a un villano liberto, Acrato, y un medio sabio, Secundo Carinas, que tomaron
para el emperador todo lo que les gustó.
Tomaron solo del templo de Apolo en Delfos, hasta quinientas estatuas de
bronce.
(Pausanias libro10 7-1)
Aunque, este templo había sido saqueado a menudo, y sobre todo en la guerra
sagrada, los jefes de los Foceos tomaron una cantidad de obras
(Estrabón libro9 3-8), podemos juzgar de los inmensos tesoros en
él encerrados, especialmente queremos reflexionar que en el tiempo de
Adriano, sin embargo, se veía allí aún una gran cantidad de bellas estatuas,
informadas por Pausanias.
Gran parte de estas figuras sirvieron para decorar el famoso palacio dorado
de Nerón.
Es probable que el
Apolo de Belvedere, y el pretendido
Gladiador Borghese, hecho por Agasias de Éfeso, estaban entre las
estatuas traídas de Grecia.
Lo cierto es que han sido descubiertos en la ciudad Anzio, llamada hoy en
día, Puerto de Ancio: que fue el lugar del nacimiento de Nerón, y es el
sitio que hizo adornarcon enormes gastos.
Aún se pueden ver vastos escombros
(1) Plutarch. Flamin. p. 689. l. 16.
página 988
a lo largo del mar que baña esta costa.
Había entre otros, un pórtico que un pintor liberto del Emperador, había
decorado con gladiadores en todas las posiciones imaginables (1).
De todas las producciones de arte que escaparon al poder del tiempo, la
estatua de Apolo es sin contradicción la más sublime.
El artista concibió esta obra sobre el ideal, y no empleó más material que
el que necesitaba para trabajarlo, con la sensibilidad de su pensamiento.
Por mucho que la descripción que Homero da a Apolo, supera las descripciones
que hicieron después de él los poetas, esta figura supera a todas las
figuras de este Dios.
La estatura es superior a la de un hombre, y su actitud respira majestad.
Un primavera eterna, como la que reina en los campos afortunados de Eliseo,
reviste de una amable juventud los encantos masculinos de su cuerpo, y
brilla con dulzura sobre la orgullosa estructura de sus miembros.
Trata de entrar en el imperio de la belleza intangible, buscando convertirse
en el creador de una naturaleza celestial, para elevar su alma a la
contemplación de la belleza sobrenatural: porque aquí no hay nada que es
mortal, nada sujeto a las necesidades de la humanidad.
Este cuerpo no está calentado por venas, o agitado por nervios: un espíritu
celeste extendido como una suave corriente, circula por así decir, por toda
la circunscripción de la figura.
Persigue a Python, contra la que tensa por primera vez su formidable arco:
en rápida carrera la alcanza, y le asesta el golpe mortal.
Desde lo alto de su alegría, su augusta mirada, penetrando en el infinito,
se extiende mucho más allá de la victoria.
(1) Vulpii, Tabula Antian. Ulustr. p. 17.
página 989
El desdén se siente en sus labios, la indignación que respira hincha su
nariz, y se eleva hasta las cejas, pero una paz inalterable se marca en su
frente, y sus ojos están llenos de dulzura, como si el estuviera en medio de
musas ansiosas por prodigarle caricias.
De todas las figuras de Júpiter engendradas por el arte, y que nos ha
llegado, no verán, ya sea en el padre de los dioses, enfocar esta grandeza
con la que una vez manifestó la inteligencia del poeta, como en las
características que ofrecemos aquí de su hijo.
Las bellezas individuales de todos los otros dioses, se unen en esta figura
como en la divina Pandora.
La frente, es la frente de Júpiter que contiene la diosa de la sabiduría;
sus cejas, por su movimiento, anuncian su voluntad; esos ojos, en su órbita
curva, son los ojos de la reina de las diosas, y la boca es la boca que
inspira placer el bello Baco.
Similar a los rizos de la vides, su hermosos cabellos flotando alrededor de
la cabeza divina, como si se agitaran levemente por el aliento de Céfiro:
parecen perfumados por la esencia de los dioses, atado descuidadamente a la
cumbre ha sido, por las manos de las Gracias.
A la vista de este prodigio del arte, me olvido de todo el universo; yo
mismo tomo una posición más noble, para contemplarlo con dignidad.
De la admiración paso al éxtasis.
Presa del respeto siento que mi pecho se expande, y se eleva mi sentimiento,
sensación experimentada por aquellos que están llenos del espíritu de las
profecías.
Me transporto a Delos, y a los bosques sagrados de Licia, lugares que Apolo
honraba con su presencia: porque la belleza que tengo ante mis ojos, parece
recibir el movimiento, una vez tomada la belleza que ensalza el cincel de
Pigmalión.
Cómo poderte describir, ¡oh inimitable obra maestra!
página 990
Podría ser incluso, que el arte se dignó en inspirarme y conducir mi pluma.
Los rasgos que acabo de dibujar, yo los pongo a tus pies: entonces aquellos
que no pueden llegar hasta la cabeza de la divinidad, que veneran, pusieron
guirnaldas a sus pies, con las que les hubiera gustado coronar.
Nada encaja menos con esa descripción, y con la expresión que reina en la
fisonomía de Apolo, que la idea del Obispo Spence, que afirma encontrar en
esta estatua un Apolo cazador (1)
Sin embargo, si no encontramos aquí la victoria sobre la serpiente Pitón lo
suficientemente gloriosa, pueden aplicar la actitud de este Dios, luego de
derrotar al gigante Ticio.
Este hijo de la tierra, después de haber querido ultrajar a Latona, despertó
la indignación de Apolo, recién salido de la adolescencia, le disparó
flechas para vengar el honor de su madre.
La estatua conocida con el falso nombre de
Gladiador Borghese, parece ser, según la forma de las letras de la
inscripción, la más antigua de todas las estatuas, que actualmente se
conservan en Roma, y caracteres con el nombre del maestro de la obra.
El tiempo no dejó transmitirnos alguna noticia sobre Agasias, autor de
esta obra maestra: pero la obra que nos dejó, certifica su mérito.
La estatua de Apolo que acabo de describir, y
el torso de Hércules, que he descrito antes, proporcionan el ideal más
sublime.
El Grupo del Laocoonte presenta el natural, realzado, y embellecido por el
ideal, y por la expresión: mientras que el mérito de estatua de la que
hablo, es la superposición de bellezas
(1) Polymet. Dial. 8. p. 87,
página 991
naturales de la edad, sin algún suplemento de imaginación.
Las figuras anteriores son como un poema épico, que a partir de lo plausible,
desde el lado de la verdad, llevan a maravillar: mientras que aquello de lo
que hablamos es como la historia, que expone claramente la verdad, pero con
la mejor opción del pensamiento y expresiones.
El aire de la cabeza de esta figura, muestra claramente, que la forma se toma
de verdadera naturaleza.
Toda la fisonomía nos ofrece un hombre, que ya no está en la flor de su
edad, y que ha alcanzado los años de la edad adulta.
La estructura de su miembros, nos descubren los rasgos de una vida en
constante actividad, y nos muestra un cuerpo endurecido por el trabajo.
Los anticuarios se dividen sobre la representación de esta figura. Algunos
la hacen un Discóbolo, es decir, un lanzador de disco, o un gran tejo de
metal.
Fue el sentimiento del famosa Barón de Stosch, así me lo escribió en una
carta; pero él no había examinado suficientemente la posición, por lo que
solicitó tal figura.
Porque el que quiera lanzar un golpe, debe llevar el cuerpo hacia atrás (1).
Ciertamente, cuando lanzamos algo, toda la fuerza descansa en el muslo
derecho mientras que la pierna izquierda está en inacción.
Esto es lo contrario.
Toda la figura está echada hacia adelante, y con base en el muslo izquierdo,
y la pierna derecha tirada hacia atrás, está extendida.
El brazo derecho es moderno, y la mano sostiene una punta de jabalina: sobre
el brazo izquierdo se ve el cinturón que llevaba el escudo.
Teniendo en cuenta que la cabeza y los ojos se dirigen hacia arriba, y que
la figura parece estar vigilando con su
(1) Κατωμάδιος δίσκος Euftat. in Homer.
p.1309. l.32
página 992
escudo un peligro que amenaza desde arriba, tendrán más razones para tomarlo
por la representación de un guerrero, al que se observa sobre todo señalado
en una posición peligrosa.
Además, no creo que el honor de una estatua, haya sido otorgado en Grecia a
los gladiadores de espectáculos públicos: más parece un trabajo anterior a
la institución de los gladiadores entre los griegos.
No voy a señalar el arte que prevaleció, bajo los primeros sucesores de
Nerón, bajo Galba, Othon y Vitelio, salvo que las cabezas de estos tres
emperadores son muy raras.
La cabeza más bella de
Galba está en la Villa Albani.
En cuanto a las cabezas de
Otón, en la misma Villa y en
la colección del Capitolio.
La mayoría de las cabezas que representan a Vitelio, son modernas; tal es
la del palacio Giustiniani, que ha sido dada
por antigua por más de un escritor ignorante.
Después de tantos monstruos que habían ocupado el trono, finalmente llegó
Vespasiano a reinar, que a pesar de su gusto por el ahorro, parece haber
sido más ventajoso para el arte, que la extravagancia pródiga de sus
predecesores.
El fue no sólo el primero, que asignó pensiones considerables para los
maestros de la elocuencia griegos y romanos; y los empujó, alentando
con sus regalos a poetas y artistas
(Suetonio Vespasiano 18);.
Plinio nos dice, que Cornelio Pino, y Acio Prisco, eran reputados durante el
reinado de Vespasiano: pintaron el templo del Honor, y el de la virtud, que este
príncipe hizo restaurar
(Plinio libro35 -120).
Después de haber construido el Templo de la Paz, lo decoró con algunas de
las estatuas que Nerón había hecho
(1) Suet. Vesp. c.18.
(2) Plin. L. 35. c. 37
página 993
traer de Grecia.
Hizo exponer sobre todo, los cuadros de los pintores más famosos de todos
los tiempos: de tal manera que se trataba, como se diría hoy en día, de la
mayor galería pública de pinturas.
Parece sin embargo, que estas pinturas no fueron colocadas en el mismo
templo, sino en terrazas en alto, a las que se accedía por una escalera de
caracol conservada hasta nuestros días.
En Grecia también tenían estos templos, llamados
Pinacotheca
(Estrabón libro14 -637), es decir, Galerías de pinturas.
Los lugares más frecuentados en Roma por este Emperador, eran los jardines
de Salustio. Fue allí donde vivió preferentemente, y donde dio audiencia a
todo el universo. (2)
Y de ahí, es de creer que hiciera embellecer los jardines de obras de arte.
Por lo que siempre encontramos al cavar en este terreno, una gran cantidad
de estatuas y bustos;
Cuando en 1765 se abrió una nueva trinchera, se descubrió dos figuras muy
bien conservadas, con la excepción de las cabezas que faltaban, y que no
fueron encontradas.
Estas figuras muestran a dos jóvenes mujeres vestidas con una túnica ligera,
destacándose desde el hombro derecho, descendiendo hasta mitad del
brazo.
Ambas yacen sobre un plinto largo y redondeado, la parte superior del cuerpo
levantado. Se apoyan en el brazo izquierdo, con un arco tendido debajo de
ellas..
Estas dos figuras (
#1
,
#2) se asemejan perfectamente a una
joven niña que juega a los dados, y que se encuentra en la colección del
cardenal de Polignac; en aquellas como en ésta, la mano derecha está libre,
extendida y abierta para arrojar los huesecillos, sin embargo no
(1) Strab. L, 14. p.944,
(2) Xiphil. Vefp. p.205. I. penult.
página 994
encuentran ningún rastro.
El general de Walmoden, luego de estar en Roma, adquirió estas figuras y les
hizo restaurar la cabeza.
Tito, el hijo y sucesor Vespasiano, hizo más en dos años que reinó, que
Tiberio durante su reinado de veintidós años.
Suetonio remarca
(Suetonio Tito 2), que Tito cuando alcanzó el imperio, quiso
manifestar su amistad con Britanico, hermano de Nerón, con quien se había
criado, haciéndole erigir monumentos.
Les hizo elaborar una estatua ecuestre de marfil, destinada a ser portada
cada año, en la pompa de los juegos del circo.
Conocemos entre los maestros de esa época, a Evodo, grabador de piedras
finas y autor de
la hermosa Julia, hija de Tito, grabada sobre una berilo o aguamarina, y
que se guarda en el tesoro de la abadía de Saint-Denis, como ya dijimos
antes.
Una
hermosa cabeza colosal de este emperador, se encuentra en la Villa
Albani.
Plutarco informa que las columnas de mármol Pentélico, que Domiciano hizo
trabajar en Atenas para el Templo de Zeus Olímpico, perdieron su hermosa
forma cuando fueron llevadas a Roma para dar la última mano, lo que
anunciaría una decadencia sensible del gusto
(V.Paralelas Publicola 15).
Sin embargo se podría demostrar lo contrario por las obras conservadas en
Roma, y particularmente por las figuras en relieve sobre el
friso del templo de Palas, que este emperador hizo erigir en el foro del
Palladium, friso, dibujado y grabado por Bartoli y que se encuentra en su
Colección de bajorrelieves antiguos.
La figura de Palas
(1) In Poblìc. p. 190.
página 995
de grandeza natural ejecutada en bajorrelieve, emplazada en el centro, y por
encima del entablamento de las columnas.
Esta figura se pierde por la proximidad con la que la vemos hoy, donde el
pavimento se eleva hasta el centro de las columnas, y parece que está
esbozada, en comparación con las decoraciones hacinadas del entablamento.
Las obras de arte aún más gloriosas, serán los famosos trofeos de mármol,
llamados comúnmente como
Trofeos de Marius, si no optamos por rechazar la validez de una
inscripción, que se revela por debajo antes de ser retirados del lugar donde
debían ser transportados en el Capitolio (1).
La inscripción que acabo de mencionar, indica que un liberto, cuyo nombre
casi todo es dificil de descrifrar , había hecho levantar este monumento a
Domiciano.
Estas son obras que deben ser consideradas como trofeos de guerra contra los
dacios.
Domiciano, que salió mal de esta guerra, en la que esos mismos dacios, bajo
la conducción de su Rey Dacébalo, ganaron varias victorias contra sus
generales, no dejó de jactarse y querer ser premiado con el triunfo.
De Xiphilin aprendemos de acuerdo a Dión Casio, que erigió tantos
monumentos, que el mundo se vio lleno de sus estatuas, y sus bustos de oro y
plata, (2).
Es cierto que autores creían, que estos trofeos habían sido levantados en
honor de Augusto; ellos han pretendido dibujar la prueba del lugar donde
estaban colocados.
Era una torre de agua de los acueductos julianos, construido por Agripa, es
decir, un embalse donde se distribuía el agua en diferentes partes de la
ciudad:
(1) Gruter. Infor, p. 1022. N. 1. Fabret.
Column. Traj. p. 108.
(2) Dorait, p. 117
página 996
sabemos que Agripa amaba decorar con obras de arte, los edificios de esta
naturaleza que levantó en Roma
(Plinio libro36 121).
Pero suponiendo que estos acueductos hubieran sido reparados por Domiciano,
conjetura que no es destruida por el silencio de Frontinus, la probabilidad
a favor de mi opinión se hace mayor, cuando me da a estos trofeos por obras
de este emperador.
Me encuentro confirmado por la comparación que hice de estos
trofeos, con otras piezas de la misma clase,
descubiertas en la Villa Barberini en Castel Gandolfo, y empotrada en
la pared, es decir, en el lugar donde se encontraba la famosa casa de campo
de Domiciano, y por la semejanza perfecta de trabajo y del estilo de estas
diferentes obras.
Las estatuas y bustos de Domiciano son muy raros, porque el Senado, quiso
marchitar la memoria de este malvado príncipe destruyendo sus imágenes.
Así que no sabíamos hasta ahora en Roma de retratos de este emperador, que
una
hermosa cabeza que ve en la colección del Capitolio y una
estatua del palacio Giustiniani.
Pero se equivocan, quienes citan esta estatua como la de Domitia su
esposa, según informa Procopio
(Historia
Secreta 8-15), se la erigió después de su muerte, con la venia
del Senado que había eliminado el resto de las imágenes: pero esta estatua
era de bronce, y creeremos que la vió en su tiempo este historiador, pero
está hecha de mármol.
Además, es un error, así lo han avanzado varios autores, que esta estatua no
haya sufrido nada.
Se rompió por debajo del pecho, y los brazos son modernos; incluso es dudoso
que la cabeza pertenezca a la estatua.
Dije que no se conocía como
(1) Plin.L.36. c.24.§.9
página 997
más retrato de Domiciano, siendo la única
estatua que lleva coraza, porque no hemos dicho una
estatua sin ropa y heroica de este príncipe en la Villa Aldobrandini.
En la primavera de 1758 se encuentra una estatua heroica, que representa
incontestablemente a Domiciano, en un lugar llamado
alla Colonna,
entre Frascati y Palestrina.
Fue allí donde fueron descubiertas inscripciones, que nos dicen que un
liberto de este emperador tenía una casa de campo.
Del tronco hasta justo las rodillas, sin alguna extremidad excepto una mano
que se conserva en las caderas, que se encontró enterrada a poca
profundidad, y muy dañada.
Se observan signos evidentes de violencia ejercida contra este monumento,
con golpes dados en todos los sentidos: resultado de la rabia contra la
memoria de Domiciano por la que habían roto y derrocado esta estatua.
La cabeza separada, se encontró mucho más lejos bajo tierra, y por eso mismo
está mucho mejor conservada.
Esta estatua que fue restaurada por el cardenal Alessandro Albani, se la ve
hoy en día junto a otras estatuas imperiales, bajo el gran pórtico de la
casa de campo.
Parece que los griegos fueron tratados con más suavidad, bajo Domiciano, que
bajo Vespasiano. Porque no encontramos medallas de Corinto que daten de los
reinados de Vespasiano y Tito (1), en vez de las muchas, e incluso de gran
tamaño, que hay de Domiciano.
El reinado de Nerva fue muy corto, y muy agitado, para ser segundo en obras
de arte.
Además, a
(1) Vaillant, Num. Colon, p.199. & feq.
página 998
excepción de una parte de su Foro, y especialmente las tres magníficas
columnas de un
pórtico con su techo, y algunas cabezas, nos queda nada.
Observo que el techo del pórtico, está decorado con adornos llamados
meandros, que confirma la explicación de Hefychius de la palabra MAINDROS,
μαίανδρος , que significa casa, KOSMOS TIS OROPHIKOS, κόσμος τὶς ὀροφικός ,
que es decir, el ornamento del techo.
Hago esta observación, porque un crítico moderno, no me acuerdo del nombre,
afirma que en lugar de OROPHIKOS, ὀροφικός , debemos leer GRAPHIKOS,
γραφικός, corrección por la cual, se quiere dar a este nombre al ornamento
en general, y que se aplica a todo lo que fue pintado.
De hecho este meandro, se encuentra muy frecuentemente sobre las pinturas y
en cerámica antigua, pero son muy raros en los tejados de los edificios
antiguos.
Roma nos proporciona un solo ejemplo: es el techo de éste pórtico, y fuera
de Roma no se sabe de edificios con adornos similares, aparte del techo de
Palmira (1).
El Gabinete del Capitolio, contiene una
cabeza, muy hermosa y
muy rara de este emperador.
Es un error, como he avanzado, que esta cabeza es una obra de Algardi (2);
no ha habido cambios excepto haber restaurado la nariz y la punta de la
oreja, y haber sido tratada con precaución, y escrúpulos para quitarle la
tierra situada entre los cabellos.
Del Cardenal Albani, en cuyas manos estaba esta antigüedad, a pasado al
Capitolio, y antes el Príncipe Pamfili.
Pero el
marqués de Rondinini tiene un busto con su
base en perfecta conservación; es, sin duda, también un retrato de
(1) wood, Ruine de Palmyre. p.19.
(2) Mus. Cap. T. a. p.
página 999
este emperador, y de las llamadas cabezas raras, incluyendo la nariz que no
está dañada.
Siguiendo a Fulvio Ursino, sería en el momento de Nerva, que una figura
mayor que la mitad de natural, colocada en el patio del palacio Altieri.
Por el registro puesto en su base, nos enteramos que la estatua fue erigida
a un cierto
M.
Mecio Epaphrodito por su hermano (1).
Este sabio se cree que puede ser Epaphrodito de Queronea, que según Suidas,
floreció bajo Nerón y bajo Nerva.
(1) Ful. Urs.imag.N.94
página 1000
CAPITULO VII
El Arte bajo Trajano hasta su decadencia bajo Septimo Severo.
Roma y todo el Imperio Romano recibió nueva vida bajo Trajano.
Este buen príncipe, que se propuso ser amado por todos los sujetos, y ser
temido solo de los enemigos del estado, practicaba virtudes nunca conocidas
bajo el trono de los Cesares.
Después de haber apaciguado todas las rebeliones, y reparado con leyes y
reglamentos todos los males de los tiempos anteriores, emprendió las grandes
obras que ilustran su reinado.
Liberal sin prodigalidad, Trajano dio la bienvenida y animó a los sabios y
artistas.
Lejos de arrogarse exclusivamente el honor de las estatuas, quiso
compartirlo
página 1001
con los hombres de mérito de todas las clases (1), esto hacer pensar que no podía
hacer más que progresar el Arte.
Nos encontramos con que incluso erigió estatuas, a jóvenes gentes que dieron
grande esperanzas, y que habían muerto en la flor de su edad (2).
Todo el mundo sabe que hizo donaciones, para reparar obras de arte que
habían sufrido.
Parece que una
estatua senatorial sedente, que se ve en la villa Ludovisi,
de la mano de Zenon hijo de Attis, de Aphrodisium, es del tiempo de Trajano.
El nombre del artista, que no había sido notado, se encuentra grabado en el
borde del vestido de la estatua de la siguiente manera:
ΖΗΝΩΝ
ΑΤΤΙΝ
ΑΦΡΟΔΙ
ΣΙΕΥΣ
ΕΠΟΙΕΙ
Plinio el Joven nos enseña, que los antiguos tenían el uso de poner los
caracteres en los bordes de la ropa (3).
Pero regresando a Aphrodisium, ciudad de Caria, o al menos el más famoso
lugar con ese nombre, se podría pensar que se formó una escuela de arte,
debido a los diferentes artistas de esa ciudad, cuyos nombres se han
conservado (4).
Es bajo este reinado, o un poco más tarde, que se recoge otro Zenon de
(1) Plin. Panegyr.
(2) Id. L2. a. ep. 7.
(3) Ruben. de re veftiar. L.I.c. IO. p. 63.
(4) v. Infer. in Graevil.L. 1.Thes. Sicil. T. 6. Por debajo de la estatua de
una musa mencionado Buonarroti (Pref. Vetri a Antich. p. XXI.)
página 1002
Staphis en Asia, que colocó el retrato de su hijo del mismo nombre, en la
forma de un Hermes, sobre la tumba que le levantó, como vemos en la
inscripción que consta de diecinueve líneas y figurado así:
ΠΑΤΡΙС ЄΜΟΙ ΖΗΝω
Ν Ι ΜΑΚΑΡΤΑΤΗ СΤΑΦΙС Α
СΙΑС ΠΟΛΔΑΔЄ ....
ЄΜΑΙСΙ ΤΕΧΝΑΙСΙ ΔΙЄΛʘ . . .
ΚΑΙ ΤЄΥΞΑС ΖΗΝωΝΙ ΜЄ
ΠΡΟΤЄʘΝΗΚΟΤΙ ΠΑΙΔΙ
ΤΥΜΒΟΝ ΚΑΙ СΤΗΛΝΗ
ЄΙΚΟΝΑ СΑΥΤΟС ЄΓΛΥΨΑ
ΑΙСΙΝ ЄΜΑΙС ΠΑΛΑΜΑΙСΙ
ΤЄΧΝΑС ΖΑΜЄΝΟС ΚΛΥΤΟΝ
ЄΡΓΟΝ . . . . . . . .
Las últimas líneas de esta inscripción, que no habían sido aún publicadas, no
son totalmente legibles.
Ella merece un poco de atención: además de la indicación de un Artista,
también se puede utilizar para dar a conocer el nombre STAOIE, la ciudad que
está en Asia que no se encuentra en ningún otro Autor, y explicar las letras
ΣΤΑ que están en una medalla del rey Epífanes, y que han dado lugar a
diferentes conjeturas (1).
Podría ser el nombre abreviado de la ciudad: para STAPHYLITIS, σταφελίτης, o
de STATHMODOTIS, σταθμεδότης, parece estar muy lejos.
la cantidad restante de errores no sorprenderá a los que saben de la
negligencia prosódica de los Poetas Griegos de la época y de los siglos
siguientes, y aún menos los que se encuentran en las inscripciones.
En esta
(1) Beger. Thesaur. Brand. T. I. 59. Wise,
Num. ant. Bodlej. 116. Cons. Cuper.de Elephant. Exerc. L c. 7. p. 74. E.
página 1003
ocasión, voy a dar a conocer otra inscripción colocada sobre la base de una
estatua de Baco, y concebida en estos términos:
ΛΙΣΑΝΙΑΣ ΔΙΟΝΥΣΟΥ
ΤΟΝ ΔΙΟΝΥΣΟΝ ΚΑΤΕΣΚΕΥΑΣΕ
La palabra KATESKETASE, κατεσκεύασε, hace dudar sobre si Lisias fue el
escultor, o fue el que hizo o hacer la estatua.
En cuanto a la estatua misma, no sé en qué lugar se encuentra; supongo que
en la isla de Quios, de donde me llegó esta inscripción junto con otras.
Repito aquí un punto que ya dije, sobre las producciones de arte que eran
más pobre, artistas que querían que como autores los estimaran, ponían sus
nombres sobre las menores bagatelas.
Vemos, pues, el nombre del escultor 6TTTXHC de Bitinia, sobre el frente de
una cara de una pequeña lápida que está en el Capitolio, y que acompaña a la
figura del muerto, trozo de parte superior de aproximadamente un pie (1).
En cuanto a Zenón que nos llevó a esta disgresión, no podemos descartar nada
cierto: la cabeza extranjera que han puesto sobre este Hermes (¿
#?),
no nos permite afirmar nada ya sobre el tiempo de la fábrica de este
monumento, que se encuentra en la Villa Negroni.
Pero yo no le pongo el tiempo de Antíoco de Atenas, que se ve en el palacio
Ludovisi
una Palas dos veces de grande como el natural.
La estatua es pobre y con un trabajo grosero, y por el registro, se diría
que es anterior a este tiempo.
Con respecto a la copia de este nombre, que fue enviado a Carlo Dati de Roma
a Florencia, así como ella se encuentra
(1) Muratori, Infcr. p. DCXXXIII. I
página 1004
en este Autor - - - ΤΙΟΧΟΣ ΙΛΑΙΟΣ ΠΟΙΕΙ (1).
Maffei nos da dicha inscripción como sería, si la hubieran restaurado, sin darnos su estado de mutilación (2), está allí como ella está sobre la basa dañada:
;---ΤΙΟΧΟΣ
;---ΙΝΑΙΟΣ
;---ΠΟΙΕΙ
;El resto del nombre de Antíoco se encuentra sobre dos piedras grabadas (3).
;La mayor obra en los tiempos
de Trajano es la columna que lleva su nombre.
Este monumento fue colocado en medio del Foro, que el príncipe había hecho
construir a Apolodoro de Atenas; y para preservar la memoria, hizo acuñar
una
medalla de oro,
que es de las más raras, cuyo revés nos ofrece un edificio de este sitio.
En lo que respecta a esta famosa columna, es cierto que aquellos que tienen
ocasión de examinar las figuras de yesos que se toman, y se acuñaban por la
increíble variedad de tantas miles de cabezas.
Se veía incluso en el siglo XVI, la cabeza de la estatua colosal de este
emperador de pie sobre esta columna (4) Se ignora que ha sido de ella hoy en
día.
En cuanto a los edificios que rodeaban el Foro de la Columna de Trajano, y
que estaba abovedado con planchas de bronce
(Pausanias libro5 12-6), se puede formar una idea por una columna
del más bello granito negro tirando al blanco, que fue descubierto en 1765
(1) Vite de; Pittori, p.III.
(2) Mus. Veron. Inscr. var. p. CCCXVIII.
(3) Gori, Inscr. T. t. Gem. p. XXXXIII. Quirini, Epist. ad Freret. p. 29.
(4) Ciacon. Colum. Traj. p. 4.
(5) Pausanias. L. 5.
página 1005
y que tiene ocho palmos y medio de diámetro.
Ésta columna se encontró, cuando cavamos la fundación de unas termas del
palacio imperial, al mismo tiempo se descubrió en una porción del
coronamiento, o la cornisa del arquitrabe que lleva esta columna.
La cornisa es de mármol blanco, y tiene seis palmos de alto, pero la cornisa
no tiene un tercio, y aun menos del entablamiento es
necesario que esta parte tenga dieciocho palmos de alto
El cardenal Albani ha puesto este ornamento de arquitectura en su Villa,
acompañado por una inscripción que indica donde fue descubierto.
Mediante la búsqueda en este terreno, aún se encontró en el mismo lugar,
cinco columnas de parecida magnitud, que se mantuvieron en el fondo de la
zanja, porque nadie quería pagar el precio de sacarlas.
Así, los cimientos de las termas en cuestión, están sobre la base de estas
columnas.
Después de la columna, se puede ver, como la obra más noble del arte de ese
momento, la
cabeza colosal de Trajano, que se ve en la Villa Albani: esta cabeza
desde la fosa del cuello, hasta la cima tiene cinco palmos de altura
romanos.
No hay nada más ridículo que la idea de Maffei, que explicando un camafeo,
hace un Trajano de un guerrero armado y a caballo, en el punto de atacar a
una figura desnuda tendida en el suelo (1): acción demasiado poco digna del
más magnánimo de los principes, que ninguno romano nunca pensaría que fuera
capaz.
Uno de los notables monumentos de arte de esta época es, una Venus desnuda,
con el ropaje colocado sobre un jarrón grande a su lado.
La cabeza de esta estatua que nunca ha sido separada, tiene mucha semejanza
con
Marciana, la hermana de Trajano,
(1) Gem. Ant. T. 4. N. 14.
página 1006
Esta estatua se ve en el jardín del palacio Farnese.
En el mismo lugar, está una
Venus en todo similar a la primera, excepto el jarrón que es diferente.
Esta Venus con los rasgos de belleza que generalmente le caracterizan; pero
el tocado de la cabeza perfectamente se asemeja al de la otra estatua; esto
es, sus cabellos trenzados en nudos por encima de la cabeza, como en las
cabezas de Martiana
sobre las medallas.
Los cabellos tienen un torcido especial, y están sujetos por una cinta
delgada, pasada en cada bucle.
Sobre la frente vemos una grapa en forma de flor, compuesta de piedras
preciosas.
En la Villa Negroni vemos una
Marciana vestida con la
mayor belleza.
Yo no puedo dejar de hablar de una medalla de oro de la mayor rareza, que
ofrece
hacia un lado una cabeza de Plotina y en el
otro el de Matidia, esposa y sobrina de Trajano; Está en la
colección del colegio de San Ignacio en Roma.
En términos de arquitectura,
el arco de triunfo de Ancona de un hermoso mármol blanco, que el Senado
le erigió en honor de Trajano, de Plotina y Martiana su hermana, que mereció
ser mencionada.
Este arco se construyó con mucho mayor esfuerzo que la mayoría de los
monumentos de este tipo, y difícilmente encontraremos en edificios antiguos,
donde hayan utilizado bloques de mármol de tan increíble grandeza.
Desde la base del arco, hasta el pie de las columnas, es una sola pieza, y
tiene de longitud veintiséis palmos romanos y un tercio; la anchura es de
diecisiete palmos y medio, y la altura de trece.
En la parte superior del arco, fueron vistas estatuas ecuestres del
emperador, en la ciudad de Ancona, en la casa de la villa, se conserva un
cuerno del pie del caballo.
Se conoce el famoso
puente que Trajano construyó sobre el Danubio.
página 1007
Los arcos del puente que fueron demolidos por su sucesor, sirven, en
palabras de Dion, para mostrar hasta donde podía llegar la fuerza humana.
Con respecto a las grandes obras que Trajano hizo ejecutar, no parece que
Grecia participara.
Los griegos ni siquiera habían tenido la oportunidad de practicar las artes
imitativas, ya que las ciudades griegas no parecen haber tenido la costumbre
de erigir estatuas a otros personajes que al emperador.
Aprendemos de los griegos de este tiempo, de que el honor de una estatua de
alguien, contaba entre aquellos que sus antepasados habían erigido a sus
hombres ilustres, y se contentaban con cambiar la inscripción.
Resultando que una estatua que representaba a una héroe griego, era
atribuido a pesar de la disparidad del objeto, a un pretor o de cualquier
otro personaje: procede que Dión Crisóstomo
(Discurso 31 Rodios 8) reproche a los rodios en un discurso en
particular.
Este retórico vivió en el Siglo de Trajano.
Adriano, el sucesor de Trajano, época en la historia del arte.
Con virtud más débil que su predecesor, a veces negada; pero estas
cualidades y talentos raros, le han ganado un lugar distinguido entre la
posteridad.
Aficionado y protector de las artes, él participó y aún más, pretendió, que
había hecho una estatua.
También Víctor, vil adulador de este siglo, tomó su tiempo en decir que este
emperador, había que considerarlo un artista, y que podría tomar su lugar
junto a los más famosos escultores, Policleto y Eufranor.
A juzgar de su gusto por el viejo estilo, en su idioma, es probable, que
pudiera traer de vuelta el Arte
página 1008
a los mismos principios
(Elio Esparciano Adriano 8).
Hecho que afectó en sus escritos a alejarse del lenguaje y el estilo de los
buenos Autores romanos, empleando voluntariamente, los términos pasados de
moda, los giros bárbaros de Ennius, y los escritores de los viejos tiempos.
Si su amor por las Artes y las Letras fue grande, su deseo de todo
conocimiento y verlo todo, era casi ilimitado.
Esta curiosidad, fue la causa principal de los grandes viajes que emprendió,
el sexto año de su reinado por todas las provincias Romanas, por lo que se
encuentran medallas de diecisiete países a los que viajó.
Se fue a Arabia y a Egipto: País, como remarca al cónsul Severiano, que
estudió a fondo.
Adriano logró el glamour de acercar las artes al trono, y aumentar de
alguna manera, el valor de los Griegos.
De manera que Grecia, desde que perdió su libertad, no tuvo tiempos más
felices que en esta época, ni amigo más poderoso que este Emperador.
Este príncipe se propuso devolver a Grecia a su antiguo lustre, comenzó
declarándola libre, y trató de devolver a su esplendor original las ciudades
griegas.
Desde este punto de vista, él no construyó sólo en Atenas, como había hecho
Pericles, un montón de edificios, él hizo decorar todas las famosas ciudades
de Grecia y Asia Menor, de edificios públicos, templos, acueductos y baños.
El templo que hizo elevar para
Cícyco, se
encuentra entre las siete maravillas del mundo.
Esto es en apariencia, por las extensas ruinas que sirven después de siglos,
de materiales utilizados por los habitantes de esta ciudad, hecha de los
restos de este templo.
(1) Spartian. Hadr. p. 8. B.
página 1009
Pero Adriano mostró una predilección especial por Atenas, porque esta ciudad
había sido la sede del arte, o ya sea porque él había vivido durante varios
años, y había tenido el cargo de Arconte.
Restauró la isla de Cefalonia a los atenienses (1)
Terminó y consagró el templo de Zeus Olímpico, que se había mantenido
inconcluso desde Pisistrato, el tiempo de 700 años.
Es así que embelleció Atenas con un edificio que tenía varios estadios de
circuito. Puso en este templo, también varias estatuas de oro y marfil, una
figura de Júpiter de proporciones colosales, igualmente de oro y marfil.
Cada ciudad para señalar su celo, levantaría una estatua en este templo al
emperador
(Pausanias libro1 18-6).
La pasión de Adriano por el arte, hizo aficionados entre los griegos ricos.
El único Herodes Atico, célebre por su elocuencia y aún más por sus
riquezas, hizo levantar edificios y estatuas en diferentes ciudades de
Grecia.
Fue él quien construyó cerca de Atenas, a lo largo del Iliso, el magnífico
estadio de mármol, cuya magnitud fue tal, que casi agotó toda una cantera del
Monte Pentélico
(Pausanias libro1 19-6).
Decoró aún Atenas y Corinto de magníficos teatros.
El gusto de los edificios, y el fomento de las Artes por el emperador, no se
restringe a las ciudades de Grecia, las de Italia también participaron
igualmente de sus liberalidades.
Sin hacer una lista de los edificios que él construyó fuera de Roma, en
Italia, lo haré simplemente para citar a una inscripción sin duda mal
entendida, y aplicada al
Anfiteatro de Capua, porque es donde fue encontrada.
(1) Xiphil. Hadr. p.252. I. 7.
(2) Paufan. L.I.p.42
(3) Ibid.
página 1010
En cuanto a esta inscripción, yo sostengo que se refiere al teatro de esta
ciudad, que no está alejado más de cincuenta pasos.
Mazzocchi que restauró la inscripción, pretende que las columnas que Adriano
había colocado, son la consecuencia de esta inscripción, las columnas
sobresalen del amfiteatro, que se levantan a medias como en todos los
anfiteatros, estas columnas están talladas en una sola pieza con las basas
de piedra cuyas columnas refuerzan.
El sabio no ha hecho mayor reflexión, que de suerte en estos edificios no
encontramos ningún lugar para las estatuas, y que sólo los teatros pueden
estar decorados con figuras y columnas.
Con respecto a esta doble decoración de los teatros, encontramos evidencia
en algunas columnas de
Giallo antico que tienen dos palmos y tres
cuartas partes de diámetro, y varias estatuas que fueron dibujadas hace
algunos años de las excavaciones del teatro de Capua, donde todavía se ven
en la zanja.
Estas columnas y las estatuas, están en
Caserta, están
destinadas a adornar el Castillo Real.
La mejor de estas figuras es una
Venus Vitrix que posa el pie izquierdo sobre un casco, y que, a
excepción de los brazos que no se han encontrado, está en perfecta
conservación.
En la misma Roma, Adriano construyó un magnífico edificio para servirle de
tumba, conocido antiguamente con el nombre de
Mole de Adriano, y hoy
en dia con
Castillo de Santangelo.
Además de las distintas columnas que reinaron alrededor, todo el edificio
estaba cubierto de mármol blanco, y decorado con estatuas.
En los siguientes tiempos, este monumento sirvió como ciudadela, en la
guerra de los godos y los romanos estando asediados se defendieron,
arrojando estatuas que se lanzaron sobre sus enemigos.
Entre el número de estas estatuas se encuentra
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el famoso
Fauno durmiente, más grande que el natural, y que se conserva en el
Palacio Barberini.
Hicimos el descubrimiento de esta pieza, trabajando en la excavación del
foso de este castillo.
Una de las más grandes obras de escultura, ejecutada bajo Adriano, sería la
estatua de este príncipe representado sobre un carro.
Esta máquina escultórica colocada en la parte superior de su mausoleo, era
de tal magnitud, que cuesta creer al escritor, cuando relata que un hombre
alto podría ser introducidos en los ojos huecos de los caballos (1)
Incluso afirmó, que toda la máquina fue tallada en un solo bloque de mármol.
Pero toda esta descripción parece ser una mentira a la griega, y merece ir
de la mano con otro relato de un escritor griego del mismo siglo, que,
hablando de la cabeza de una estatua de Juno en Constantinopla, dice de ésta
que era de tal peso, que cuatro parejas de bueyes apenas podían tirar de
ella (2).
Entre los muchos grandes monumentos que Adriano hizo levantar, el más
considerable fue sin duda el inmenso edificio que construyó al pie de
Tivoli, conocido bajo el nombre de Villa Adriana, casa de Adriano, cuyos
restos alcanzan un circuito de casi diez millas de Italia.
Para formarse una idea de la inmensidad de esta construcción, usted debe
imaginar que encerraba toda una ciuda, templos, gimnasios y muchos otros
edificios, incluyendo dos teatros
(Teatro Griego),
uno de los cuales nos puede dar
la mejor idea
de todos los edificios de este género.
Este es el teatro que más entero nos ha quedado
(1) Jo. Antiochen. Περί ἀρχαιολ, citât a.
Salmas. Not. in Spartian. p. 51.
(2) Mich. Choniat. apud Fabric. Bibli, G. T. 6 p. 406.
página 1012
de los Antiguos: todavía se pueden ver el pórtico, los camerinos de los
actores, las escaleras a través de las cuales accedían teatro, la puerta de
escena, los pórticos laterales, el proscenio, la orquesta y en lugar de los
instrumentos.
El príncipe había imitado en este palacio, todo lo que en la antigüedad
había sido más famoso: el Liceo, la Academia, el Pritaneo, el Pórtico, el
Templo de Tesalia, y el Pecile de Atenas.
Allí estaban representados los mismos campos Elíseoss, y el reino de Plutón.
Entre el gran número de edificios, el que atrae la curiosidad de los
viajeros sobre todo, es la famosa
Palestra, o
gimnasio, donde había pórticos arcadas y un gran patio, alrededor del cual
reina una terraza de los dos lados.
Ahí es donde vemos las cámaras abovedadas, que se denominan comúnmente las
cien habitaciones, y que sirvió para albergar a la guardia pretoriana; estas
salas se comunicaban entre sí, por un corredor de madera, practicado en el
exterior que podia estar cerrado y vigilado por un centinela.
Hay dos filas de arcos que forman un ángulo, donde hay una torre redonda,
destinada a albergar sin duda el cuepo de guardia.
En cada una de la bóvedas había dos viviendas para alojar a los hombres de
guerra; en una todavía está el nombre corto de un soldado, escrito con el
dedo como en negro.
La magnificencia de estos edificios fue tal, que tenía una piscina muy
grande, que se cree que fuera para las naumaquias, y que estaba recubierta
de mármol amarillo.
En la excavación del sitio encontramos, además de varios esqueletos de
ciervos, una gran cantidad de cabezas de mármol y otras piedras más duras,
muchas habían sido rotas a golpes de hacha.
El cardenal de Polignac se apropió de las mejores de estas cabezas.
página 1013
Las estatuas que hemos tomado de esta excavación, después de doscientos
cincuenta años, han enriquecido todos los gabinetes de Europa, y todavía
habrá descubrimientos que se hagan a nuestra posteridad.
El Cardenal Hypolito d´Este, que edificó su casa con los desechos de la Casa
de campo de Mecenas en Tivoli, decorándola con una infinidad de estatuas que
se encontraron allí.
El cardenal Alexandro Albani, habiendo adquirido en diferente tiempo, los
hizo llevar a sus casas; y es por lo que gran parte de estas antiguedades
pasaron a la Coleción del Capitolio.
Independientemente de las mejores obras en mármol que se tomaron de la Villa
Adriana, y por lo cual tengo aun la oportunidad de hablar, del famoso cuadro
en mosaico que representa un cuenco lleno de agua, en el borde de cual hay
cuatro palomas y una quiere beber.
El mérito de este trabajo consiste principalmente en esto, que se compone de
piedras muy pequeñas, y que es quizás única en su especie, entre todas
las otras tablas de este tipo, así que descriré aún, que se utilizó el vidrio
fundido para producir colores, cuyos matices son difíciles de hacer con
rocas.
Esta pieza se encontró incrustada en una habitación, en el medio de un
bloque compuesto de un mosaico más grueso y rodeado por una banda de flores
del ancho de una mano, y de un trabajo tan delicado como la tabla de las
Palomas.
El cardenal Alessandro Albani hizo incrustar un trozo de estas bandas en las
flores de una mesa de alabastro oriental emplazada en su Villa.
Su Eminencia hizo un presente de dicha mesa a Christian Frederick, padre de
el elector reinante en Sajonia, durante su estancia en Roma.
página 1014
Esta pintura fue comprada para el Gabinete del Capitolio por el Papa
Clemente XIII, a los herederos del cardenal Furietti.
Donde se esforzó en demostrar, que esta pieza es del mismo que dicen que un
cierto Sofus habían ejecutado en el pavimento de un templo en Pérgamo,
porque se parecían.
La razón principal que comprometió al viejo coleccionista de adoptar este
sentimiento, es que este mosaico se encontró incrustado, separado del
pavimento; y pretendió concluir entonces, que no fue trabajado en el lugar
donde fue descubierto, que fue traído de otro lugar.
Este sentimiento pierde fuerza, cuando se tiene en cuenta las dificultades
que habría que eliminar, para transportar de su lugar en Asia a Italia, una
obra compuesta por infinitas piedras pequeñas. También sería necesario
asumir que las bandas de flores de las que hablamos, y que son un trabajo
igualmente terminado, se habría hecho de manera similar en Pérgamo, lo que
no parece creíble.
Pero nada mejor muestra el poco fundamento de esta conjetura, que se rechace
que en un mosaico de trabajo delicado, no se ha podido realizar en el mismo
tiempo ni de la misma manera, que un mosaico realizado más grosero.
Por lo tanto, un trozo con un acabado tan delicado como nuestro mosaico,
exige estar trabajado aparte, y luego ser colocado al lado, en el punto de
destino.
Dos tablas en mosaico encontradas en las ruinas de la ciudad de Pompeya,
atestiguan que era costumbre de hacerlo así: éstas tablas estaban
incrustadas en medio de un pavimento de mosaico grueso, de modo que no solo
se recortaron, sino también bajo las losas de mármol muy finas
Estas dos piezas preciosas, cada una de dos palmos de alto, son de una misma
mano
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del artista llamado Dioscórides, nativo de Samos, como lo demuestra la
inscripción hecha de pequeña piedras negras: ΔΙΟΣΚΟΡΙΔΗΣ ΣΑΜΙΟΣ ΕΠοΙΗΣΕ.
Confío en que no me arrepentiré de dar aquí una descripción de estos
mosaicos.
La 1ª tabla
(Los músicos) fue encontrada en Pompeya el 28 de abril de 1763, muestra
tres figuras femeninas, y una figura de un niño; las mujeres usan máscaras
cómicas sobre los rostros, y tocan diversos instrumentos.
La primera figura de la derecha representa una anciana, y toca el pandero; la
segunda, con la máscara similarmente ofrece una edad avanzada, golpea dos
pequeños cuencos, uno contra el otro; la tercera de perfil está sentada y
tocando un aulo; el niño está tocando la flauta.
La segunda tabla
(La hechicera), fue descubierta el 8 de febrero de 1764, y se hizo
en mi presencia.
Muestra tres figuras femeninas, representadas con la cara cubierta por una
máscara cómica, con un niño sin máscara.
La primera figura de la derecha, está sentada en un taburete adornado con un
tapiz de tres colores, amarillo, rojo y color carne, y con borlas largas
descendente con hilos; este tapiz se remata con un cojín del mismo color.
Esta figura escucha atentamente a la que está sentada a su lado, y retuerce
las manos como se suele hacer cuando se queda atropellado, admiración o
sorpresa.
La segunda figura está sentada delante de una mesa elegante, con el apoyo de
tres pies, con una pequeña caja blanca, al lado de la cual hay una copa, o
una cratera, con un pie con forma de dos patas de león; al lado de allí
puedes percibir una rama de laurel.
Esta figura
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está vestida con un paño amarillo, y declama cualquier cosa, como indica la
acción de una de sus manos.
La tercera figura enmascarada de edad, tiene una taza en la mano y su
vestido es amarillo, y pasa por encima de la cabeza.
Al lado de ella, está un niño vestido con un abrigo.
El siglo de Adriano, adquirió más lustre y más gloria por la cultura y las
artes de la época que el tiempo de los otros emperadores, por lo que se
deduce que el arte y diseño de esta época, merece un examen más detallado,
pues es de suma importancia que consideremos el arte bajo este príncipe,
como la última escuela que perduró, solo cincuenta años después de su muerte.
Como se recordará, lo que hemos dicho en el Primero Libro de esta historia,
sobre las imitaciones egipcias hechas por Adriano, por la inteligencia de la
cosa tendré que repetir aquí algunos artículos.
Se ve en las producciones de la época, que Adriano tomó el espíritu del arte
en todo su entendimiento, aparentemente el príncipe hizo ejecutar también,
trabajos en el gusto Etrusco.
En cuanto a las estatuas hechas a la manera egipcia, decoró un templo en su
Villa, de todos los templos, el que está mejor conservado.
Aparentemente es este edificio que Espartiano
(Adriano 26) llama Canopo, es necesario que las figuras hechas en
el estilo, se encuentren por cientos en esta ciudad de Adriano, ya que, sin
contar con las que se destruyen, o aquellas que todavía están enterradas
bajo las ruinas del templo, o de manera similar las que fueron llevadas a
Roma, todavía hay una diferencia considerable.
Mediante la ejecución de estas obras, Adriano trajo de vuelta por así decir,
los elementos del arte
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y los principios del diseño, que deben estar todo lo más preciso y fácil de
apreciar en las figuras Egipcias, donde las partes son simples, y los
trabajos poco cargados.
Al comenzar con la imitación estricta, parece que se había propuesto avanzar
gradualmente para no dejar rastros de esta imitación, y no solamente
mediante la observación de como el antiguo estilo egipcio había cambiado,
más aún en la conformación práctica del progreso conjetural, que el arte
habría hecho en Egipto, si no hubiera estado restringido por las leyes.
Porque es así que yo lo he observado, en las figuras de granito rojo, están
ejecutadas totalmente en el viejo estilo de los egipcios.
Nada prueba mejor su imitacion, que las cabezas de dos estatuas de Tivoli,
mayores que de natural, que son el verdadero retrato del famoso Antinoo.
Además, remarcaremos que estas estatuas denotan el segundo estilo de los
artistas de esta nación; el mármol negro con la que están hechas es prueba
de que no son originarias de Egipto.
Finalmente, encontramos figuras de mármol negro, que de hecho están
diseñadas al estilo egipcio, pero ejecutadas de tal manera que las manos, en
lugar de ir pegadas al cuerpo, están completamente libres, y en acción.
La colección del Capitolio y Villa Albani, contiene piezas de uno y otro
tipo.
Se conserva casi la misma cantidad de estas obras imitadas, como las de un
verdadero estilo griego, que Adriano parece haber querido traer a su primera
perfección.
Entrando en la enumeración de las obras concebidas en el gusto griego, voy a
empezar con los dos Centauros de mármol negro (
#
,
#), cuyo primer poseedor había sido el cardenal Furietti.
A la muerte del prelado, el Papa
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Clemente XIII, compró los dos centauros y el Mosaico de las Palomas por la
suma de trece mil Ecus romanos, y se incorporaron éstos a la colección de
Antigüedades del Capitolio.
Yo nombro estas estatuas las primeras entre las obras griegas del siglo
Adriano, no es que yo las crea las mejores producciones de la época, sino
más bien por la razón contraria, y también porque está grabado en sus
bases los nombres de los artistas griegos que las hicieron, Aristeas y
Papías de Aphrodisium.
Estas piezas, que se encontraron muy mutiladas en las ruinas de la Villa
Adriana, exigieron grandes reparaciones.
El resto, es necesario que estos centauros lleven niños en sus espaldas,
como vemos en
una como la de la Villa Borghese esto se puede juzgar por un gran
agujero cuadrado, practicado sobre su espalda, y propio para mantener la
figura.
Es presumible que estos niños, al no ser del mismo bloque que los Centauros,
habrían sido de bronce.
Juzgaríamos por el palo doblado o el nombre del palo llamado LAGOBOLOS, y
destinado a ser lanzado contra las liebres, que el más viejo de los
Centauros que sostiene este palo, representa a Quirón, el famoso cazador,
que había enseñado a cazar a Jason, a Teseo, a Aquiles y otros héroes de la
antigüedad.
De todos modos, estas estatuas no son de piedras de Egipto, como avanzamos
comúnmente que los haría mucho más valioso, es de un cierto mármol negro muy
duro, llamado Bigio.
La gloria del arte de este siglo, y de todas las edades, son los dos
retratos de Antínoo: el uno, un
busto de medio
relieve en la Villa Albani, y el otro es una
cabeza
colosal en la Villa Mandragone, encima de Frascati.
Estas dos piezas están grabadas en mis Monumentos de la antiguedad (
179
,
180).
(1) Monum. Ant. ined. N. 179. 180.
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La primera pieza representa el busto del favorito de Adriano, igualmente
extraido en las excavaciones de Villa Adriana; pero es sólo una parte de un
todo mayor.
No era solo una figura entera para ser juzgada por la parte interior, que
fue excavada para aligerar los cubos de mármol, sino que aún estaba en un
carro, como su acción parece indicar.
Porque la mano derecha que está libre, tiene una posición que deberíamos
juzgar que sostenía las riendas, cuyo otro extremo estaba sujeto por la mano
izquierda, en la que el Restaurador puso una guirnalda de flores.
También se presume que esta magnífica obra, representa la consagración o
apoteosis de Antinoo, ya que sabemos que las figuras de las personas, cuya
adulación hizo dioses, están emplazadas sobre un carro para designar su
exaltación al rango de divinidad.
La cabeza colosal de este mismo joven hombre, en un estado de conservación
tan perfecto, como se diría que saliera de las manos de los obreros.
Diseñado además, en los grandes principios del Arte, es de tan alta belleza,
que no me parece caer en la exageración, que esta obra estaría detrás del
Apolo y el
Laocoonte del Belvedere, y que es una de las cosas más bellas que nos
han llegado de la antigüedad.
Si se permitiera moldear la cabeza para tomarla en yeso, nuestros artistas
la podrían estudiar como un modelo de belleza.
Para las formas colosales, se exige a un gran artista que sepa, por así
decirlo, ir más allá de los límites de la naturaleza, sin que la
extraordinaria grandeza de los contornos, le hagan perder la delicadeza
de sus pensamientos, que son una fuerte evidencia de la habilidad de un
diseñador.
Independientemente de la belleza de
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esta cabeza, hay detalles preciosos y los cabellos están tratados que no
tienen similar en toda la antigüedad: Así que es seguro que uno puede poner
esta cabeza entre las obras maestras del arte antiguo.
Con respecto a sus ojos incrustados, lo dije en el séptimo capítulo del
cuarto libro.
Ambas cabezas están ceñidas de coronas de loto, llamadas Antinoias
antinóeios llamadas por los de Alejandría, porque se la dedicaron a
Antinoo.
En este busto la corona se compone solamente de flores de loto; la cabeza
colosal tiene el pelo sujeto por un banda, y está rodeado por un tallo de
esta planta, cuyas flores de otra materia no se encontraron, como es evidente
a partir de los orificios en ambos lados de esta varilla.
En la parte superior de la cabeza, nos damos cuenta de un agujero cuadrado de
la anchura de tres dedos, que servía sin duda para contener una gran flor de
loto.
Después de estos bustos, la más bella
estatua de Antinoo, con la cabeza coronada de hiedra, como la de Baco,
se ve en la Villa Casali, alrededor de la cual fue excavado, es decir, en el
Monte Celio.
Otra estatua, sobre la cual se ha colocado una
cabeza de Antinoo, y ha pasado despues de algún tiempo, de Roma a
Potsdam; en general no hay retratos con más nombre que este hermoso Bitinio
.
De hecho
bustos de Antinoo, propiamente dichos, el más hermoso que he visto, se
encuentra en la selecta colección de la casa de Bevilaqua en Verona; es una
lástima que le falte el hombro izquierdo.
Respecto a las cabezas de Antinoo en piedras grabadas, una de las mas bellas
que se conoce se encontraba
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en la colección de los hermanos Zanetti en Venecia. El duque de Marlborough
la ha adquirido (
#).
Se cita generalmente como la más hermosa obra de arte bajo Adriano, a la
estatua llamada impropiamente
Antinoo del Belvedere, por la falsa idea de que representa al favorito
de este emperador, todos los caracteres que porta indican que representa un
Meleagro.
Se dice con razón entre las estatuas de primera clase, pero más por la
belleza de las partes, que por la perfección de todo: las partes inferiores
del cuerpo, las piernas y los pies, están muy por debajo de la forma y la
ejecución del resto de la figura.
La cabeza es sin contradicción, una de las hermosas cabezas de jóvenes de la
antigüedad.
La cara de Apolo exuda el orgullo y majestad; pero la fisonomía de Meleagro
nos ofrece la imagen de gracia y Juventud, y la belleza de la edad hermosa,
acompañada por la ingenua inocencia del deseo moderado, sin el índice de
ninguna pasión capaz de perturbar la armonía de las partes, y esta dulce paz
del alma impresa a todos sus trazos.
Enterrado en esta calma profunda, y entregado por así decirlo, al disfrute de
sí misma, ya que esta noble figura indica por su posición, el silencio del
alma, donde los sentidos recogidos no parecen tener relación con los objetos
externos.
Sus ojos, ceñidos con una dulce inflexión, como los de la Diosa del amor,
pero sin indicar el deseo, hablan un lenguaje pleno de inocencia.
Su boca circunscrita en un giro agradable, respira la emoción sin parecer
sentirlo.
Sus mejillas se nutrieron y redondearon por las Gracias, formando un buen
acuerdo con su barbilla elevada y redondeada, que termina de describir la
gracia de este
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noble adolescente.
Sin embargo, su frente ya denota más que el hombre joven, anuncia el héroe
futuro por la grandeza imponente que adquiere, como la frente de Hércules.
su pecho se eleva poderosamente sobre sus hombros, sus costillas y sus
caderas son de una belleza perfecta.
Pero sus piernas carecen de esta hermosa forma que requiere tal cuerpo, sus
pies tiene una ejecución grosera y su ombligo está apenas indicado.
Entre los retratos de Adriano el más bello en mármol, es una
cabeza
colosal que se ve en el Palacio Borghese, y un busto de una hermosa
conservación, que está en la colección Bevilaqua en Verona; en esta última
pieza, se muestra todavía joven y con una barba muy corta, con esta
particularidad, en lugar de estar dispuestos en bucles y ajustados por
encima de la frente, están planos (
¿#?).
La más bella cabeza de este emperador, en piedras grabadas es, un camafeo
que una vez estuvo en la colección Farnese, y que luego llegó a las manos
del Conde Thoms, hijo del famoso Boerhaave, pero se encuentra ahora en la
colección del príncipe de Orange.
Todavía debo aún observar, que los grandes medallones de Bronce que no son
falsos, no son del tiempo de Adriano. Se puede asumir con valentía, declarar
como falsos todos los medallones que están ubicado en la colección Imperial
de Viena.
Además, en este gabinete se encuentra uno de los medallones más bellos de
Adriano. Esta pieza rara, que está hueca, viene de un arriero cerca de Roma,
quien la encontró.
página 1023
Le sirvió durante mucho tiempo como cascabel para sus mulas.
A la muerte de Adriano la artes encontraron todavía la protección: los
Antoninos las estimaron, y Marco Aurelio favoreció el dibujo.
Diogneto, pintor y filósofo, le había enseñado las reglas del arte, y los
principios de la filosofía (1).
Pero los buenos artistas comenzaron a escasear, y la estimación que habían
tenido por ellos se perdió por completo, como se puede juzgar por el
espíritu del siglo.
Los sofistas, que vinieron a ser elevados por así decirlo al trono, eran
críticos del talento y la ingeniería.
Colocados por los Antoninos en los cargos públicos, remunerados ricamente
por la fuerza de sus pulmones (2), estos hombres sin gusto y sin juicio, (3)
clamaron contra todo de lo que no sabían, miraban la habilidad de un artista
solo como una buena maniobra.
El juicio que hacen del arte, es el mismo que Luciano hace en su sueño
pronunciado en el conocimiento.
Un joven que habría deseado sólo ser un Fidias, pasaba ante ellos por un
alma baja.
A partir de entonces, es casi sorprendente que Arriano, autor de su tiempo,
considerara como una desgracia para él, no haber visto el Júpiter de Fidias
(4).
Los tiempos de los Antoninos tienen que ver con el arte, como la cura
aparente de un moribundo, cuya vida pende de un hilo, y que se cree mejor
(1) Capitolin, in M. Aurel. p.24. A.
(2) ἆθλα φονῆς
(3) Galen, de pulsumn diff. sub.init.
(4) Arrian. Epict. L. 1. c.6, p.35.
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un poco antes de morir: como la luz de un lámpara, antes de apagarse por
completo, por acabarse el alimento, todavía proyecta una luz brillante, y
desaparece de repente.
Los artistas que fueron formados bajo Adriano, vivían todavía.
Las grandes obras de este Príncipe, y aún más el resto de buen gusto de su
patio, les animó para mostrar su talento; pero tras la muerte de los
primeros sucesores de Adriano, en el arte cayeron todos a la vez.
Antonino Pío erigió magníficos monumentos, construyó entre otros una hermosa
casa de campo en Lanuvio, cuyos restos atestiguan su grandeza.
Un gallo de plata, que servía de grifo para correr el agua en el baño de la
casa, nos da la prueba de la magnificencia.
Este utensilio fue encontrado en las excavaciones de este lugar, hace
cincuenta años; pesaba entre treinta y cuarenta libras, y tenía la
inscripción: FAVSTINAE NOSTRAE.
En los baños del emperador Claudio, pasaba el agua a través de tuberías
igualmente de plata (1).
El cardenal Alessandro Albani, hizo excavar en 1714, las ruinas de esta casa
en Lanuvio, y encontró en sus escombros, una
hermosa estatua de una mujer sin cabeza, desnuda hasta los muslos, y
sosteniendo en su mano izquierda una rama, apoyada sobre un Tritón.
Se preservó una parte de la base de la estatua, y se trabajó en relieve tres
cuchillos o tres dagas, que hemos tomado hasta ahora por los tres picos,
colocados
(1) Fabric. Rom, p.205.
página 1025
en la proa de los barcos antiguos, llamado y ἔμβολοι,
Rostra de la
acción de chocar.
El bello fragmento de un
bajorrelieve que se ve en la Villa Barberini de Palestrina, y que he
publicado en mis Monumentos de la Antigüedad (
nº207),
nos ofrece un barco de dos filas de remos, con dagas similares a los de
nuestra base, con la diferencia de que está practicado en la popa de la
embarcación, donde se curva subiendo.
Esta estatua podría representar una Venus, apodada εὔπλοια o
Venus de la
navegación feliz ya que fue venerada en Gnido
(Pausanias libro1 1-3): pero es más creíble que sea una Tetis.
Como ella eleva una de las piernas, y del mismo modo que se ve a
Isis,
representada sobre la popa de un barco con una pierna elevada, en una
pequeña figura de la Villa Ludovisi, llegué a la conjetura de que Tetis fue
representada en la misma postura, y esta conjetura ha proporcionado la idea
de restaurar la base de esta estatua, como el modelo del barco de
Palestrina.
Por lo tanto, la base de la estatua es alegórica, así está todavía, se
encuentra confirmado por la base de una estatua de Protesilas, que tenía la
forma de la proa de un barco
(Filóstrato Heroes 9-6), porque el rey de Ftia, en Tesalia, fue el
primero de los capitanes griegos que saltó de su barco a la orilla, y que
murió a manos de Héctor.
La estatua de Tetis es sin duda, de una época anterior a los Antoninos,
siendo sin duda una de
(1) Monum. Ant. ined. N. 207.
(2) Pausanias. L.I. p.4. l. 17
(3) Philostr. Heroic. p. 673. l. 4
página 1026
las más bellas figuras de la antigüedad.
En ninguna estatua femenina excepto apenas
la Venus Medici, verá brillar esta frescura de juventud, este candor
de la inocencia que caracteriza el inicio de la madurez, cualidad que se
manifiesta por el contorno suavemente redondeado de su seno virginal.
Con un elegante apoyo, ofrece un talle esbelto y noble, superando en
grandeza los tamaños ordinarios de esta edad.
Todo espíritu dotado de una imaginación fecunda, la contempla transportado,
y posa sobre sus hombros dignos de la diosa de la juventud, una cabeza
parecida a un capullo de rosa, que se abre al dulce aliento de los Zéfiros de
primavera.
Usted creerá ver a Tetis salida del seno del mar, semejante a una joven
belleza saliendo de su alcoba, se muestra con ventaja de un simple descuido.
La apreciación de las sublimes bellezas de Grecia, restaura la parte que
falta a la figura, e imprime esta ideal combinación de la familia de Niobe.
Sin alterar la inocencia con su mantenimiento, le da la fisonomía plena de
encantos y los ojos brillantes de la
Venus Borghese.
pero se desvía en la forma de pintar su figura de manera ordinaria: en lugar
del doble nudo, dispuesto en el frontal de la cabeza, que ajusta su cabello
con simplicidad, y los reúne en trenzas descuidadas en la parte superior,
terminando como las flores entrelazadas de una corona.
Así vemos ajustadas las figuras de las bellas ninfas, representadas en medio
de uno de los juegos de Grecia, en las carreras a pie y sobre carros, y
puesto con ese brillar, sobre un hermoso jarrón pintado de la colección de
Sr. Hamilton.
Apenas los ojos ávidos del espectador, desearan contemplar esta diosa
enteramente
página 1027
desprovista de ropas, por temor a privarse de lo que el escultor, después de
realizar el ideal de la belleza del desnudo, mostró el gusto y la
inteligencia en su pensamiento trabajando.
Le hizo un vestido sobre el brazo izquierdo, que cae exquisitamente, que se
diria que el arte y la gracia se han organizado: El arte ha practicado estas
dulces pausas en los pliegues, con un paso suave.
Las Gracias han puesto estas hermosas transparencias en las ondas de las
transparencias, para no cubrir completamente el desnudo.
Bajo el vestido que cubre la parte inferior del cuerpo, usted percibirá los
más bellos muslos de mujer que hayan sido jamás traidos en mármol:
su contorno tiene un redondeo tan perfecto, que me perdonaran si creo que
fue esta estatua, la que urgió a los poetas para nombrar a esta forma de
consumados muslos de Tetis, SPHYRA TÌS THETIDOS, σφύρα τῆς Θέτιδος.
(Ant.Palatina descr.gim.Zeuxipo)
El autor poético de ésta nereida, nos devuelve al siglo de Homero, porque él
la hace salir del seno de las olas,
(Iliada 1-493) y ella sigue siendo insensible a cualquier amor
mortal.
Él nos la representa, antes del tiempo en que se rinde al afán de Peleo,
antes incluso, cuando tres dioses lanzaban sus ojos sobre sus jóvenes
encantos, y antes de que el primer barco se atreviera a sentir las olas del
mar Egeo: porque esta parte de la nave en la que coloca uno de sus pies, es
solo un signo simbólico para darla a conocer,
Haré mención tambien de una moneda muy rara de la anciana Faustina, con esta
inscripción:
PVELLAE
FAVSTINIANAE: y muestra a esta emperatriz, de acuerdo a una de sus
bases, realiza una fundación
página 1028
a jóvenes niñas (1).
Por esta moneda, cuando está bien conservada, se pagan hasta cincuenta
escudos.
Cito por indicar con la ocasión, un bajorrelieve de la
Villa Albani, donde creo ver representada la misma liberalidad de
Faustina: de hecho, es el rostro de una mujer, acompañada de otra, en una
plataforma elevada, tendiendo con una mano algo a las jóvenes niñas, en
filas debajo una después de las otras.(
# ,
#)
Es para el mantenimiento de jóvenes niños y niñas, en situación de pobreza,
según informa la inscripción siguiente, en la que los habitantes de
Ficulneum, ciudad no muy lejos de Roma, testifican su reconocimiento al
emperador Marco Aurelio.
Informaré aquí de esta inscripción, porque aún no se ha publicado; no ha
sido descubierta hasta el mes de julio 1767, en el lugar donde había sido
erigida, y ahora en la Villa Albani:
IMP. CAESARI
DIVI. ANTONINI. PII
FILIO. DIVI. HADRIANI
NEPOTI. DIVI. TRAIANI
PARTHICI. PRONEPOTI.
DIVI. NERVAE. ABNEPOTI
M. AVRELIO. AVGVSTO. P. M.
TR. POT. XVI. COS. III. OPT1MO. ET
INDVLGENTISSIMO. PRINCIPI
PVERI. ET. PVELLAE. ALIMENTARI.
FICOLENSIVM.
Gg 2
(1) Spanh. de prœst. num. T.2. p.289.
página 1029
Se ve que fue entonces cuando empezaron a hacer más retratos que antes
haciendo bustos en lugar de figuras enteras: gusto que incluso fue
favorecido por diferentes decretos del Senado, que ordenaban a cada
individuo, tener en su casa la imagen de este o aquel emperador (1).
Hay algunas cabezas verdaderamente de ese tiempo, que pueden ser
consideradas como maravillas del arte por su ejecución.
En Villa Borghese hay tres (
1)
bustos de Lucio Vero, y otros tres (
1)
de Marco Aurelio, todos de extrema belleza, especialmente una de cada uno de
estos príncipes, más grande que del natural.
Fueron descubiertas ya cerca de cincuenta años, bajo grandes losas, a cuatro
millas de Roma, en el camino a Florencia, en un lugar llamado
Aqua
Traversa.
El palacio Ruspoli nos ofrece, una cabezas de las más
raras de Lucio Vero; es el retrato de este príncipe representado en
su juventud, con la sombra en la barbilla del primero pelo.
La estatua ecuestre de Marco Aurelio es demasiado conocida, para
extenderme mucho con este monumento.
Nada más ridículo que la inscripción que se puso en la parte inferior, del
grabado de una figura ecuestre de la galería del Conde de Pembrocke, en
Wilton en Inglaterra, y que está concebido en estos términos: "Primera
estatua ecuestre de Marco Aurelio, la cual fue causa de que se empleara el
mismo maestro para la gran estatua de este Príncipe"
(1) Contras. Casanb. Not. en Spartiani
Pescen. p. 114. D.
página 1030
el caballo se diferencia del nuestro. (1)
La inscripción, colocada debajo de la placa de un Hermes medio cubierto, en
la misma galería, merece ser citada por su impertinencia.
Aquí está: "Uno de los cautivos que portaban el arquitrabe, en la puerta del
virrey de Egipto, después de la conquista del reino que hizo Cambises (2).
De todos modos, la estatua de Marco Aurelio se erigió en la plaza de la
iglesia de San Juan de Letrán, porque la casa donde nació el emperador, se
encontraba ubicada en este barrio.
La figura del emperador, debió ser enterrada bajo las ruinas de Roma en la
Edad Media, ya en la vida del famoso
Cola di Rienzo, el no hablada
nada más que del caballo, y que lo llamaba de Constantino.
Cuando hubo regocijo en Roma, en el momento en que los Papas estaban en
Aviñón, que hacían que fluyese el vino para el pueblo y el agua, de la
cabeza del caballo: el vino tinto por la fosa nasal izquierda, y el agua de
la fosa derecha (3).
Entonces no había ninguna otra fuente de agua en esta ciudad, que ésta del
Tíber, porque los acueductos fueron destruidos; se vendía por las calles de
Roma, como se hace hoy en día en París.
Este monumento es uno de aquellos, que los romanos parecen aprovechar más.
El Senado pone cada año un ramo de flores en la Iglesia de San Juan de
Letrán, como una especie de
(1) Tab. 9.
(2) Tab. 20.
(3) Fiortifioc. Vita di Col. di Rienzo, p. Ï07.
página 1031
homenaje, por el que reconoce el antiguo derecho de esta iglesia a la
estatua de Marco Aurelio.
Cuando esta estatua fue transportada al Capitolio, se creó un cargo público,
al que pagan diez escudos al mes: a uno que lo lleva llamado
Custodio del
Cavallo.
Se conoce un empleo más antiguo aún, del todo inútil pero más lucrativo, que
llamaban
la Lettura di Tito Livio, y que cobra anualmente trescientas
coronas romanas, asignadas como almacén de sal. Estas dos plazas nombradas
por el Papa, se asignan a la más antigua nobleza de Roma. La Casa Conti es
la última, aún si ningún miembro de la familia hubiera visto jamás la
historia de Tito Livio.
Entre las figuras sentadas y vestidas en esos tiempos,
la estatua del
retórico Arístides, colocada en la biblioteca del Vaticano, no es una de
las más mediocres.
En la colección de Bevilaqua en Verona, se ven
dos bustos muy bien
conservados, y perfectamente semejantes a la estatua en cuestión; uno de
éstos bustos, viste la toga, el otro el paludamentum, o abrigo de general,
vestido que de ninguna manera está de acuerdo con Arístide.
Se informa que el famoso Herodes-AticO, pidió hacer una Venus armada con
el aire de la cabeza, en lugar de expresar la suavidad y la ternura, tenía
algo masculino, y mostraba la alegría de un ganador después de la victoria
(1)
De acuerdo a esta descripción
(1) Phot. Biblioth. cod. CCXLII, p. 1046.
página 1032
se puede concluir, que el conocimiento de lo bello, y la idea de estilo de
los antíguos, no estaban enteramente perdidos.
E igualmente se encuentra, incluso los partidarios de la noble simplicidad,
y de la belleza natural en la dicción y la elocuencia.
Plinio nos asegura en su panegírico de Trajano, que no le había dado ningún
problema, que había sido más aplaudido por algunos conocedores las piezas
más estudiadas:
Este discernimiento prudente de sus audiencias, le hicieron concebir la
esperanza de ver el regreso del buen gusto
(P. el joven
L3), a pesar de que nuestro orador es del mismo estilo florido y
rebuscado, que fue capaz de hacer agradable e interesante su panegírico, por
la verdad de la alabanza dada a un príncipe, que la había merecido.
Cuando nos dicen de Herodes-Atico, que había erigido algunas estatuas a
algunos de sus libertos
(Filóstrato, Sofistas-Herodes).
Con respecto a los grandes monumentos que este hombre erigió, tanto en Roma,
como en Atenas, y otras ciudades de Grecia, el tiempo ha destruido el mayor
número; todavía tenemos dos columnas de su tumba, hechas de una especies de
mármol, llamada Cipolino, de tres palmos de diámetro.
La inscripción grabada en estas columnas, y explicada por Saumaise, las ha
hecho famosas.
Es mecesario que este autor francés lo hubiera soñado, cuando nos quiere
decir, de esta inscripción que no está tallada en caracteres griegos, sino
en latinos.
En noviembre 1761 estas columnas fueron
(1) Plin. L. 3. ep. 18
(2) Philostrat. Vit. Sophift. L. 2. c. 1. §. 10.
(2) Renaudot, fur le orig, des Lettres Grecques, p.237.
página 1033
transportadas desde Roma a Nápoles, y están colodas hoy, en el h.
Las inscripciones de la famosa Villa Triopaea, que ahora están en el patio
de la Villa Borghese, han sido publicados por Spon (1).
Entonces erigían también estatuas, a los que alcanzaban el premio del circo
en las carreras de carros, (2)
Nos podemos formar una idea de estos monumentos por algunas trozos de
mosaico donde están con los nombres de los personajes, que están en la casa
Massimi (
#,
#,
#)
.
Sin embargo se puede formar una idea aún más clara, por la inspección de uno
de estos ganadores montado sobre una cuadriga, y de ejecución casi de tamaño
natural, en una parte hecha de bajorrelieve de una gran urna funeraria de
forma ovalala, que está en la Villa Albani, pieza que publicado en mis
Monumentos de la antigüedad (
nº203)
La Villa Negroni ofrece una
estatua que también
representa un ganador del circo.
Es difícil reconocer esta figura hoy en día, ya que en la restauración, se
hizo un jardinero debido a un cuchillo curvo en forma de serpiente atado a
su cinturón, y que el vencedor del bajorrelieve en cuestión, porta de esta
manera.
Por la misma razón que se hace llevar una azada de un jardinero.
El resto de estos corredores del circo, a quien se hicieron estas estatuas,
eran la mayor parte de las veces personas del pueblo llano, cuyo cuerpo
estaba rodeado por un cinturón
(1) Mife. ant. p. 322. (2) Conf. Palmer, in
535- auct. gr.
(3) Monum. Ant. ined. No. 203.
página 1034
desde el pecho hasta el bajo vientre.
Sabemos que Lucio Vero pidió hacer de oro el retrato de su caballo llamado
Volucris
(HªAugusta L.Vero 6-4), y que lo hizo emplazar en el circo.
No obstante parece que Marco Aurelio que amaba las artes de imitación, como
hemos dicho, pensaba más noblemente sobre este objeto.
Pleno de reverencia por todo lo que dio a luz el carácter de la virtud, el
hizo erigir varias estatuas de grandes hombres de su siglo; parece que
quería llevar el arte a su principio, y utilizarlo para el recuerdo de
hermosas acciones.
Por lo tanto, para mantener la Memoria de Vindex, que fue asesinado en
combate en contra de los Marcomanos, hízoles levantar tres estatuas
(Dion Casio Libro71 3).
Otra obra de su tiempo que se encuentra en el palacio Ruspoli, es una
cabeza totalmente similar a la de su esposa
Faustina, cabeza que está en la colección del Capitolio.
Además, lo que faltaba a este príncipe era el gusto.
Al discutir de las obras de arte ejecutada bajo Marco Aurelio, me acuerdo
siempre de sus propios escritos:
la moralidad es saludable, pero los pensamiento y la dicción son triviales,
resumiendo, indigno de un príncipe que se entromete escribir.
La última escuela de arte, creada por así decirlo por Adriano, e incluso el
arte mismo, cayó en decadencia bajo y después del reinado de Cómodo, hijo
indigno, y sucesor de Marco-Aurelio.
Del resto, el artista que hizo la bella cabeza de este emperador en su
juventud,
(1) Xiphil. M. Aur, p.259. l.28.
página 1035
honradamente con arte.
Esta
cabeza que vemos hoy en el Capitolio, parece haber sido hecha en el
tiempo que Cómodo subió al trono, es decir, a los diecinueve años de edad.
Pero la belleza de esta pieza demuestra, que el maestro que la hizo tenía
pocos rivales.
Es cierto que todos las cabezas siguientes de los emperadores, no son
comparables a la de Cómodo.
Los medallones de bronce de este emperador también merecen, tanto por el
diseño como la ejecución, encontrarse entre las más bellas medallas
imperiales.
Los punzones que se utilizaron en las manufacturas de algunas de estas
medallas, terminaron grabando con gran finura, hay una pieza que representa
una Roma, sentada sobre una armadura, y ofreciendo un mundo a Cómodo, se
distinguen a los pies de la Diosa, pequeñas cabezas de animales, cuyas pieles
sirven para hacer zapatos (1).
Es cierto que una obra en pequeño, no proporciona una inducción segura, a
favor de un gran trabajo en grande; y el que está haciendo el modeló de un
barco pequeño, no da la capacidad de construir un barco que desafie la furia
de las olas.
Sin esta consideración, muchas figuras en el reverso de las medallas de los
emperadores siguientes, no están mal de dibujo, pero esto sería sacar
conclusiones equivocadas de los principios generales del arte.
Una de Aquiles, bastante bien dibujado en pequeño, parece un Tersites
ejecutados en grande por la misma mano.
Resulta el mismo efecto en la reducción y el aumento de las figuras, pero es
más fácil pasar de grande a pequeño en el dibujo, que de pequeño a grande:
(1) Buonarroti, Oss. Sopr. alc. Medagl. tab.
7. N.5.
página 1036
ya que de facto vemos mejor desde arriba abajo que desde abajo arriba
Sante Bartoli es una prueba de esta afirmación: buen diseñador y buen
grabador al agua fuerte, que se ha ganado la reputación en la publicación de
algunas obras de la antigüedad.
Él es muy bueno, en las pequeñas figuras y en las grandes, como las columnas
de Trajano y Marco Aurelio; pero cuando quiso pasar esta medida, y sacarla
cada vez más grande, no es lo mismo, como demuestra su Colección de bajo
relieves, conocida con el Título:
Admiranda Antiquitates.
Por otra parte es también creíble, cuando nos encontramos con los reversos
de algunas medallas del tercer siglo, de una obra superior a la idea que
tenemos de la época, cuando se servían de monedas antiguas para su
fabricación.
El Senado decidió aniquilar la memoria de Cómodo, y comenzó destruyendo sus
imágenes.
El cardenal Alessandro Albani, excavando los cimientos de su gran casa de
placer en Neptuno, en la playa, encontraron una cantidad de bustos y cabezas
del emperador, que llevaban las marcas de la mutilación.
En todas estas cabezas, se veía el rostro que había sido destruido con el
trazo de alguna herramienta.
Se reconocen algunos otros signos, como en una cabeza rota de piedra de
Antinoo, la boca y la barbilla.
No nos sorprende que el arte comenzara a oscilar sensiblemente hacia su
caída, cuando uno piensa incluso, que las mismas letras y escuelas de los
sofistas, también terminaron en Grecia con
página 1037
Cómodo (1).
Los griegos habían caído en tal barbarie, que ya no supieron más de su
propio idioma: porque había muy pocos que entendían a sus mejores Autores.
Sabemos que el poeta Opiano, que había imitado a Homero en sus versos,
usando los mismos giros y los mismos modos, pasaba por ser oscuro, como el
propio Homero.(2)
Esto hizo que los griegos tuvieran necesidad de diccionarios de su propia
lengua, y el retórico Frínico en su diccionario Ático, trató de enseñar a
los atenienses la lengua que habían hablado sus padres.
Pero a partir de ese momento, hay cantidad de términos de los que no pudimos
determinar el verdadero significado: la derivación de muchas palabras que
habían perdido las raíces, no es un fundamento basado en conjeturas.
Se creyó encontrar el retrato del emperador Cómodo, en la figura del
Hércules del Belvedere, porque porta un niño sobre su piel de león.
Se ha pretendio que este niño, era el que el emperador tenía en su
habitación por diversión, el mismo que habiendo encontrado la lista de
proscritos, y habiendo caído por la ventana, dio lugar a la muerte de Tirano
(Herodiano Hªde Roma libro1 -53).
Lo que aún dio occasión a esta falsa denominación, es la piel del león, con
la que se cubría Cómodo como Hércules, en algunas de sus medallas.
El niño que porta esta figura, es el joven Ajax, hijo de Telamón.
Hércules
(1) Crefol. Theatr. Rhet. L.l. c.4.p.32.
(2) Cons. Bentleys, Diff upon. Phalar. p. 406.
(3) Herodian. L. 1. c.53
página 1038
tomó al niño en sus brazos, y lo puso en su piel de león, y le dijo: "¡Que
seas un día más grande que tu padre!"
(Píndaro Istmicas 6)
En el yeso que sacaron de esta estatua, han suprimido al niño, y le han
puesto a Hércules en lugar del pequeño Ajax, tres manzanas de las
Hespérides.
Wright, que repite en su viaje todo lo que le dijo el conductor ciego, y
piensa que este Cómodo no está mal, pero que muestra una clara diferencia
entre el gusto griego, y el gusto romano en la escultura (2).
Este juicio absurdo, se basa únicamente el nombre dado a la estatua; de
acuerdo con su razonamiento, se podría encontrar el estilo egipcio, si le
hubieran dado a la figura el nombre de Ptolomeo.
Sin embargo se puede asegurar, que este Hércules es obra de uno de los
grandes maestros Griegos, y que merece un lugar entre las más hermosas obras
de Roma.
La cabeza de esta figura es sin contradicción, la más hermosa cabeza de
Hércules, y los cabellos se tratan allí de la mejor manera, trabajados como
los de Apolo.
El nombre de Cómodo, que se le dio a una figura
heroica del palacio Farnese (
#), llevando a un joven hombre muerto sobre
sus hombros, es igualmente infundado.
Se argumentó, que esta estatua representa a Cómodo como Gladiador, porque la
cabeza que es moderna, y que representa al emperador, ha sido tomada por
antigua.
Esto es infinitamente más cercano a la verdad, que, habiendo visto esta
figura solo en
(1) Pind. Ist. 6, v. 60.
(2) Trav.p.267.
página 1039
en una colección de estatuas muy mal grabadas, publicadas en Roma en 1623,
se le dio el nombre de Atreo: Es decir, Atreo, asesino del hijo de Tiestes, su
hermano.
No es por lo tanto, el primero en encontrar el verdadero tema de esta
pieza, ya que se enorgullece de sus antigüedades.
página 1040
El Arte desde Septimo Severo, hasta su última fortaleza en Roma y
Constantinopla.
Nada prueba mejor la decadencia total de arte, después del reinado de
Cómodo, que las obras públicas levantadas poco después por Septimio Severo.
Este príncipe, que tenía el genio y la ferocidad de Sila, estaba más ocupado
en vengarse de sus enemigos, que en hacer florecer las artes.
Ascendió al trono un año después de la muerte de Cómodo.
En este corto intervalo, se vió aparecer y desaparecer a cuatro emperadores,
Pertinax, Julian, Albin y Pescinnio Níger, masacró a los cuatro en los
disturbios de las guerras civiles.
Severo hizo sentir a los atenienses, los efectos de su cólera, por una ofensa
que había recibido
página 1041
pasando por Atenas, en un viaje que estaba haciendo a Siria.
Él respondió, privándola de todos los privilegios que los emperadores
predecesores le habían concedido
(HºAugusta,E.Spartiano Sep.Severo 3-1).
Los bajorrelieves que adornan el
arco de Severo,
y los que adornan otros monumentos de la misma especie, llamado
arco de Orfebres, ya que fue construido por la comunidad, en honor al
emperador y su hijo Caracalla, están tan mal ejecutados, que parece
sorprendente que el arte pudiera fallar tanto en tan solo doce años, desde
la muerte de Marco Aurelio.
La figura de
bajorrelieve de tamaño natural del
Gladiador Bato (Nº199)
de la Villa Pamfili, es igualmente una prueba de esto: al cual
Caracalla le hizo magníficos obsequios, no querría entonces haber usado al
peor escultor.
Filóstrato menciona un pintor llamado Aristodemo, y nos dice que era
discípulo de Eumelo.
Teniendo en cuenta estas obras, difícilmente sería posible encontrar
artistas capaces de ejecutar la
estatua de bronce de Severo, que está en el Palazzo Barberini (3) Pero
seguramente esto no hace un hermoso trabajo.
La supuesta
estatua de Pescenio Níger, que está en el
palacio Altieri (4), sería incluso más rara que la de Severo, y que
por todas sus medallas puede, efectivamente representar este emperador, que
disputó el Imperio a Severo, y fue derrotado y fue asesinado por su rival.
(1) Spartian. Sever, p. 594. ed. Lugd 1591.
(2) Fabret. Syntagm. de Columna Traj. c. 8. Montfaue. Aut. expl. T. 3- plan.
154. Monum. Ant. ined. N. 199.
(3) Maffei, Stat. N.92,
(4) Ibid. N.110.
página 1042
Además, la cabeza de esta estatua se parece mucho a la de Severo.
Sin embargo, parece que bajo el reinado de este emperador, los artistas
estaban constantemente ocupados.
La adulación prodigó los mayores honores a un Plautio, el ministro más
imperioso y el favorito más insolente.
La influencia que había tomado, incluso mientras Severo mismo, fue causa de
que las artes se apresuraran a levantar sus monumentos.
Las estatuas que le levantaron a él, tanto en Roma como en otras ciudades
del imperio, tanto por los individuos como por el Senado, eran más
considerables que las que se elevaron al emperador
(Dión Casio HªRomoa
libro76 14-6).
Fue al comienzo del reinado del Príncipe, que llegó la toma de Bizancio
después de un asedio de los más duros.
Los bizantinos, que abrazaron el partido de Níger, fueron muy atacados de
por vida, e incluso después de su muerte.
Asediados por las tropas de Severo, se defendieron durante tres años,
llegando a hacer las armas de todo, especialmente de las obras de arte, como
hicieron los romanos sitiados a continuación por los godos.
De Xiphilino sabemos, que los bizantinos lanzaron desde la parte superior de
sus murallas, sobre los asaltantes, las estatuas enteras de piedra y bronce
(Dión
Casio HªRomoa libro74 12-4).
El feroz Caracalla, hijo y sucesor de Septimio Severo, tenía todos los
vicios de su padre, sin tener alguna de sus virtudes.
De una perfecta conformidad de moral con Calígula, también tenía un
propósito parecido.
Esta similitud se extendió, incluso en su gusto por las artes que quería amar.
Ordenó a todas las ciudades de elevar estatuas de Alejandro Magno en Roma
(1) Xyphilin. Sever. p. 312. L18.
(2) Ibid.p.301.l.24
página 1043
fueron vistas en algunas, con cabezas dobles, de Alejandro y Caracalla
(Herodiano libro4 8-2).
Los Capitanes que desde la antigüedad eran los mas reverenciados, fueron Sila
y Hannibal: él igualmente, buscaba perpetuar su memoria con estatuas y con
bustos.
En el
Palacio Ruspoli se ven dos cabezas de este
príncipe en su infancia.
La única estatua que tenemos de
Macrino, el sucesor de Caracalla, se
encontraba en la viña y Borioni, y se ve hoy en día en la casa del escultor
Pacilli.
Heliogábalo, que ascendió al trono a la edad de catorce años, y mereció por
sus trastornos que lo apodaran el Sardanápalo romano, no podía ser servido
de las artes para satisfacer su fantástico gusto.
Se mira por tanto, como una obra de su tiempo, una estatua de mujer de
tamaño natural conservada en la Villa Albani.
Es
una mujer en la parte posterior, con una cara masculina que
únicamente el ropaje indica el sexo:
El cabello está peinado simplemente por detrás de la cabeza, realzado y
recogido.
Ella sostiene en su mano izquierda un pergamino escrito, lo cual es
extraordinario en figuras femeninas.
Por lo tanto, se cree que ésta es Mœíà, la abuela que siempre estaba
liderando el senado, o Sœmis, la madre que tenía acceso al Consejo Privado
del Emperador, y quien presidió un Senado en el que las mujeres dijeron y
dictaron sobre la ropa, las modas y sobre la galantería con las mujeres (2).
Alejandro Severo, quien sucedió a Heliogábalo, no tenía aún los catorce
años, asombró al mundo por sus virtudes, digno de los mejores siglos de
Roma.
Amaba las artes y las letras: le honraron como a los grandes hombres, y como
a los Dioses.
(1) Herodian. L. 4. c. 13. p. 141,
(2) Lamprid. Heliogab. p.102. G.
página 1044
Se ha informado de que había colocado en una capilla de su palacio, las
estatuas de los emperadores buenos con Jesucristo, Abraham, Apolonio de
Tiana, Orfeo y Alejandro Magno.
Este príncipe estuvo reuniendo de todos los lados, las estatuas de hombres
famosos, y las emplazó sobre el Foro de Trajano.
En cuanto a su propio retrato, no nos ha llegado a la posteridad: al menos
hasta el momento, no se encuentra uno sólo en Roma.
En lo que se refiere a la gran urna sepulcral del gabinete del Capitolio,
sobre la cubierta de la cual, hay representadas
las figuras de dos cónyuges de tamaño natural, se la tomó mucho tiempo como
que contenía las cenizas del emperador.
Se lo creyó reconocer su retrato en la figura del hombre en ella; pero hay
más de una razón, de que contenga las cenizas de cualquier otra persona.
Esta figura, que lleva una barba corta, ofrece una persona de más de
cincuenta años; Y, sabemos que Alejandro Severo fue masacrado cerca Mainz
por sus soldados rebeldes, no tendría aún los treinta años después de haber
reinado quince.
Para quien al mirar a la cara de la mujer, cuyo parecido con Marme, madre
del emperador, dio lugar al falso nombre del monumento, en
contra los seguidores de que es el retrato de una mujer junto a su marido.
Suponiendo este nombre, nos queda por hablar de las figuras en relieve, del
hermoso jarrón de cristal, que se encontraba en la urna en cuestión, y que se
menciona, en el segundo Capítulo del Primer LIBRO de esta historia; en lugar
de mirar estas figuras como aludiendo al nombre de Alejandro Severo, sólo se
necesita aplicarse a la generación de Alejandro Magno.
Este no es el lugar de explicar largamente las figuras de relieve del jarrón
Referiré al lector a la representación de esta antigüedad
página 1045
que Sant Bartoli nos ha dado en su libro de Tumbas antiguas (1).
Me limitaré a indicar solamente en dos palabras, que el tema que este jarrón
representa, según todas las apariencias, es la
fábula de Peleo y Tetis que se transformó en una serpiente para evitar
la persecución de su amante.
La misma escena se muestra representada sobre el cofre de Cypselus, donde la
joven Tetis, con una serpiente en su mano, quiere asustar a Peleo que está a
punto de besarla
(Pausanias libro5 18-5).
La estatua de
San Hipolito
de tamaño natural, que se encuentra en la Biblioteca del Vaticano (3), es
una obra de este tiempo, y sin duda, es la figura cristiana más antigua
ejecutada en piedra.
Los Cristianos comenzaron a disfrutar de una mayor consideración que antes.
Este emperador les permitió el libre ejercicio de su religión, en el lugar
donde se encuentra la iglesia que se llama
St. María en
Trastevere (4).
Esto demuestra que el arte floreció aún en algunos artistas, asi
la estatua del emperador Pupieno, que se la vió en el palacio Verospi, y
que ahora ve en la Villa Albani.
Tiene 10 palmos de alta, y está muy bien conservada, excepto el brazo
derecho, que se pierde por el codo.
Esta estatua aún conserva la capa de arcilla fina, que se forma en las obras
antiguas, cuando estan enterradas siglos bajo tierra.
La figura sostiene en su mano izquierda el parazonium, y se ve una gran
cornucopia dibujada, en el tronco
(1) P.S. Bartoli, Sepolcr. Tav. 85.
(2) Pausanias. L. 3. p. 423. l.22.
(3) Quant à la preuve de la denomination de cette statue dont la tête est
moderne, voyez Vignola Disf;. de anno Iwp. Alexandri Severi, quem praefert
Cathedra marmorea S. Hyppoliti. Rom. 1712.
(4) Nardini, Rom. p. 477- 1.
página 1046
de un árbol que tiene en su pierna derecha, que sirve de apoyo a toda
la figura.
La primera vista de esta estatua, da una idea que no parece estar de acuerdo
con el tiempo de fabrica: porque se propaga una gran grandeza, pero el
fracaso en las partes, en un examen más reflexivo, no detecta nada de la
inteligencia de los artistas de la antigüedad.
Los colores capitales existen, pero se carece de medios tonos: lo que da
sequía y gravedad en la figura.
Probablemente se equivocan, quienes argumentan que en estos tiempos el arte
de la escultura había cesado por completo (1),
La basa, de una estatua del emperador Gordiano, que estaba en el Palacio
Farnese, que ya no existe (2).
En cuanto al arte de la época, en general, es cierto que un prejuicio
desfavorable contra el siglo, se ha convertido, por así decirlo, prácticamente
en un axioma, y que la prevención está generalmente fundada, en el mal
trabajo del
arco de Septimio Severo.
Pero nos vemos obligados a admitir que, cuando se ve, sin duda, mejores
obras posteriores sin duda, aún hechas hasta hoy, en lugar de haber empleado
el artista más hábil, se utilizó el trabajador más mediocre en la
construcción de este arco, y que es el principal monumento del emperador.
Mediante el examen de algunas de las últimas pinturas, ejecutadas en
mosaicos, y colocadas en la iglesia de San Pedro, daría a luz un juicio
igualmente falso, si se creyera que no había mejores pintores entonces en
Roma, ya que sería de derecho el creerlo.
Es lo mismo con otras artes.
Se equivocaría sin duda, si se quisiera juzgar el gusto general
(1) Cons. Ficoroni, Oss. sopra il Diar. Ital
. di Monts, p.14-
(2) V.Lisf.Ant.Lect. L.5 c.8
página 1047
de la arquitectura bajo Benedicto XIV. por algunas iglesias que fueron
construidas y decoradas en Roma bajo este papa, y que se ven hechas sin
gusto.
Nada más extraordinario para este objeto que
la
estatua de mármol del Papa León X, el padre de las Artes, realizada por un
cierto Giacomo del Duca, de Sicilia y alumno de Michelangelo: esta
pieza colocada en el Capitolio, puede ser llamada una monstruosidad del
arte.
No se puede querer conocer el mejor escultor de cualquier momento, y sin
embargo elegir preferentemente esta estatua, destinada a decorar el lugar
más respetable de Roma.
La verdadera época de la decadencia total de arte, debe fijarse antes de
Constantino, cuando los problemas excitados por los treinta tiranos, que se
levantaron uno tras otro bajo Galiano, es decir, en la mitad del siglo III.
Las medallas observadas después del reinado de Galiano, se habían dejado de
acuñar la moneda de plata en Grecia.
La mayoría de las medallas de estos tiempos, son pobres de relieve y de
valor, y se repite el nombre de la diosa Moneda, casi como la palabra de
honor se encuentra con frecuencia en la boca de las personas más bajas.
La cabeza de bronce del emperador Galieno, en la Villa
Mattei, no es estimable nada más que por la rareza.
Parece que la barbarie se fue introduciendo poco a poco en Roma.
Esto es al menos lo que tendríamos que concluir, de la cantidad de columnas,
grandes jarrones de alabastro y de mármol, pedestales y bloques de mármol
extranjero, que se encuentran en el lugar del antiguo puerto del río Tíber,
debajo del monte Aventino.
La casa Sforza-Cesarini tiene una viña en este lugar
página 1048
donde todavía hay hermosos restos de estas antiguas tiendas.
Hay una gran probabilidad de que estas obras y estos materiales, fueran
pedidos y comprados fuera de Italia; más tarde fueron trasladados a Roma,
para ser colocados y empleados en los edificios; y la confusión y los
trastornos de la invasión de los pueblos del norte, en Italia asustaron el
espíritu de los romanos, suspendiendo todos los trabajos.
Se ha descubierto una columna de alabastro adornada, de veinticuatro palmos
de alta; esta columna que se ve en la Villa Albani, es la más grande y más
bella que tenemos en esta piedra.
En la misma Villa y de alabastro, dos grades jarrones de diez palmos de
diámetro, y que se encontraron rotos en el mismo lugar, con los fragmentos
de otros más de diez.
En uno estos jarrones vemos en medio, remarcada la cabeza de Medusa (
#), y en el
otro la de un Tritón, o un río, ya que no tienen apertura, debe haber
servido entonces, lo que para hoy sirven, simplemente como decoración en los
edificios.(
#)
Sin embargo, lo que demuestra que estas obras eran depositadas en ese lugar,
por el tiempo que estamos hablando, se trata de dos grandes bloques de
mármol llamado Cipolino en bruto, cada uno con una inscripción que consta de
letras que datan de este período.
Uno estos registros marca el Consulado, e indica, el que parece que trajo
estas piedras con su nombre. Al final del primer bloque está:
RVLIANO COS
EX RAT
IALINTI V
LXXXIII.
página 1049
Después en el segundo bloque se lee:
SVBCVRAMTNICIS
PRCRESCPNILLIBN.
Dejo a los sabios, expertos en este tipo de erudición, el explicar estas
inscripciones.
El cónsul Rulianus no es conocido.
Hay numerosos cónsules con el apellido familiar de Fabius, que llevan el
apodo Rullianus, pero remontan a los tiempos de la República.
Para estas entradas que serramos en bloques, que están hoy en la Villa
Albani; y para los mismos bloques, se hicieron dos columnas que pasaron a
Inglaterra en 1767.
La historia menciona una estatua de Calpurnia, esposa de Tito uno de esos
tiranos que tomaron el nombre del Emperador.
Aparentemente era mala, al menos en términos soeces, cuya explicación
avergüenza a muchos sabios, no pudiendo reflejar una circunstancia importante
para el arte como se ha dicho.
El autor que refiere el hecho, Trebellius Pollio, Vita Titi, dijo - Cujus
ftatuum in templo Veneris adhuc videmus Argolicam, fed auratam.
Baudelot ha hecho unas grandes investigaciones sobre la palabra
Argolica
(1).
Para mí, creo que tendríamos que leer
Argillacea, donde resultaría
que la estatua en cuestión era de terracota, pero dorada.
He encontrado después, que esto es también la sensación de un científico que
hace honor a Alemania (2).
(1) Utilité des Voyages. T.I p. 174.
(2) Triller. Obs. Crit. L. 4- c 6.p. 328.
página 1050
Nada nos hace conocer mejor el estado de las artes, bajo Constantino el
Grande, que las estatuas del emperador.
Donde una de las cuales se ve bajo el portal de
la iglesia
de San Juan de Letrán, y otras dos (
1ª
,
2ª)en
el Capitolio.
Con respecto a los bajorrelieves, en el
Arco de Constantino, todo lo que es bueno, fue tomado del arco de
Trajano.
A partir de esta observación, no es creíble que la antigua pintura que
representa a la
diosa Roma y que está en el Palazzo Barberini, se hiciese en este tiempo
de Constantino.
Sin embargo, hay noticias sobre descubrimientos de algunas otras pinturas,
que representan puertos y vistas del mar, y que de acuerdo con sus
inscripciones, podrían bien ser de ese tiempo (1).
En cuanto a las pinturas, que ya no existen, pero que tenían dibujos
coloridos, que se encuentran en la biblioteca del Cardenal Albani.
Para las pinturas del antiguo Virgilio de la Biblioteca del Vaticano, no son
demasiado buenas para el tiempo de Constantino, como pensaba Spence (2), que
no tenía la memoria muy fresca, cuando hablaba de ello en su libro.
Además, parece que los críticos han juzgado de acuerdo a los grabados de
Sante Bartoli, a quien le hubiera gustado, que todas las producciones
mediocres parecieran venir de los buenos tiempos del arte.
También ignora, puede ser probado por una relación escrita en este libro,
que data de la misma edad, que esta copia se hizo en la época de Constantino
(3).
Las antiguas pinturas de Terence de la misma biblioteca, parecen ser también
de esa época.
(1) Burrman. Syllog. Epist. T.5. p.527,
(2) Spence, Polymet. Dial. 8 p.105.
(3) Burman. l. c. p.194.feq.
página 1051
El famoso Peiresc, en una de sus cartas escritas a mano, conservada en la
biblioteca del cardenal Alexandro Albani, menciona otro manuscrito de
Terence en la época del emperador Constancio, hijo de Constantino el Grande:
y nos dice que las figuras pintadas estaban ejecutadas en el mismo estilo,
que las del primer manuscrito.
Esto nos proporciona una prueba más cierta, de la decadencia de la escultura,
y arquitectura bajo Constantino, en el presunto
Templo de Baco, próximo a la
iglesia de St. Agnes, extramuros de Roma, o según la relación de la
historia, y de la inspección ocular, el pequeño templo llamado hoy
Santa Constanza y construido por el emperador en oración de su hija
Constanza, porque ahí es donde fue bautizada, y donde ella deseaba ser
enterrada.
Pero esto demuestra que este templo no puede ser más antiguo, y data de una
época en que se destruían edificios antiguos, para utilizar los materiales
de construcción en nuevos.
Estas columnas cuyas bases y capiteles están torcidos en un giro
desigual, por lo que ninguna de estas partes encaja perfectamente con la
contraria entre sí.
Desde entonces, no puedo entender la ciega prevención de Ciampini (1)
avanzando exactamente lo contrario: porque él encuentra una proporción
perfecta en todos los miembros, ya que quiere demostrar, que es un verdadero
templo antiguo de Baco, y que Constantino no hizo otra cosa que dedicarlo a
un mejor uso.
Este hombre también muy sabio, muestra su poco conocimiento del arte, que
cree que los cinco hermosos candelabros de mármol, dos de los cuales se
encuentran en estas tumbas y los otros
(1) Ciampin. Vet. Monum. T.l, p.133.
página 1052
tres en la iglesia de santa Agnes, fueron fabricados para el templo en
cuestión.
Pero estos candelabros, de altura de ocho palmos, se trabajan de manera tan
artística, que solo pueden atribuirse a los mejores artistas de Trajano y
Adriano.
Con respecto a el
gran sarcófago de pórfido que contenía el cuerpo de Constanza, vemos
representada la cosecha y el prensado; el mismo tema que se repite en el
mosaico en el
techo de la galería exterior de este edificio: sobre la urna se ve trabajar
pequeños genios alados, y sobre la tapa hay faunos.
De ser estas figuras en parte bacanales, que han dado el nombre a esta
construcción de un templo de Baco.
Pero nosotros sabemos que entonces, la religión cristiana no estaba todavía
purgada de prácticas paganas, y que no se tenían escrúpulos en mezclar lo
sagrado con lo profano: con el arte es lo mismo, siendo tal, es como
deberíamos esperar el espíritu de este siglo.
Este es también el resultado, comparando con otro sarcófago totalmente
parecido, que está emplazado en el claustro de San Juan de Letrán.
Este
sarcófago que contenía el cuerpo de Sta. Elena, madre de Constantino el
grande, está decorado de caballos que combaten, y prisioneros colocados
debajo.
Recordemos siempre que cuando hablo de la decadencia del arte de la
antigüedad, entiendo principalmente escultura y pintura: pues mientras éstas
artes declinan, la arquitectura florecía de alguna manera.
En Roma entonces, se construían estructuras de tal magnificencia, que Grecia,
incluso en los mejores siglos de arte, no habían visto nada semejante, ni
por la grandeza, ni por la suntuosidad.
Incluso aunque había pocos artistas que pudieran dibujar de manera pasable
página 1053
una figura, se ve a Caracalla construir estas enormes
termas, cuyos restos
aún nos parecen maravillas.
Diocleciano trató de superar a las de Caracalla en la construcción de las
suyas; y hay que
admitir, que lo que se ha preservado de este edificio, es suficiente para
asombrarnos por su vasta extensión.
Pero los entablamentos de las columnas, son aplastados por los florones, y
ornamentos de arquitectura, así como los espectadores en los juegos públicos
de este emperador, que terminaban cubiertos casi, por las flores que hacía
arrojar sobre ellos en profusión.
De acuerdo con la dimensión tomada por el señor M. Adams, cada fachada del
palacio de Spalatro en Illyria, tiene de largo setecientos cinco pies
Ingleses.
Este impresionante edificio tenía cuatro calles principales, de treinta y
cinco pies de ancho.
La calle de la entrada a la plaza en el centro, tenía doscientos cuarenta y
seis pies de largo; Y el cruce de la calle tenía de largo cuatrocientos
veinticuatro pies.
A cada lado de estas calles, había arcadas de doce pies de ancho, algunas de
las cuales subsisten aún.
Se lo debo a una memoria manuscrita del Sr. Adams, esta noticia sobre las
Antigüedades de Spalatro, que ya apareció en un volumen bellamente
ejecutado.
Poco antes de este tiempo, se habían elevado los palacios y templos de Palmira,
cuya grandeza y magnificencia, superaban a todos los demás edificios que
escaparon de los estragos del tiempo, y cuyas molduras y adornos tienen
cosas que nos sorprenden.
No hay por tanto, tanta contradicción como Nardini se imagina (1), diciendo
que los
dos trozos de entablamento, adornado de hermosas molduras, pudieran bien
ser un templo del Sol, que el emperador Aureliano hizo construir en este
(1) Rom. p. 187.
página 1054
país.
Estas dos sorprendentes piezas están en el Palacio Colonna.
Para entender la razón de esta superioridad de la arquitectura, es necesario
considerar que este arte se ocupa principalmente de reglas, y que todo puede
ser determinado por las medidas dadas, procediendo según máximas mejor
establecidas que el arte del dibujo, y por lo tanto es menos propensa a
sufrir alteraciones, y caer en la decadencia.
Sin embargo Platón admite, que nada era más raro que un buen arquitecto,
incluso en Grecia
(Platón Los Rivales ).
A pesar de todo esto, es casi inconcebible, cuando uno examina el portal del
templo falsamente llamado el
Templo de la
Concordia, que Constantino lo hiciera reparar, según una inscripción que
ya no existe (2), que hizo poner el extremo superior y disminuir dos
columnas de los vórtices, a la mitad inferior de estas mismas columnas.
Constantino el Grande, habiendo dado la paz al imperio, se dedicó a hacer
florecer las letras.
Atenas donde los maestros de la elocuencia griega, reabrieron sus escuelas
con los más grandes éxitos, se convirtieron en centros de estudios,
atrayendo a los amantes de la ciencia de todas las partes del Imperio Romano
(3).
Si la extirpación de la idolatría, no había causado una revolución en los
espíritus, no hay apariencia de que en la literatura hubiera surtido efecto.
Vemos a cuatro ilustres Padres de la Iglesia, san Gregorio Nacianceno, San
Gregorio de Nisa, San Basilio y San Juan Crisóstomo, que incluso después de
Constantino, en la nación griega no faltaron talentos eminentes, y que las
letras florecieran hasta en la Capadocia.
Ciertamente, estos Padres pueden
(1) Amator. p. 237. l.7 edif.Basil
(2) Marlian. Topogr. Rom. L. 2c. I0. P.28
(3) Cresol. Theatr. Rhet. p. 3a.
página 1055
aparecer con honor junto a Platón y Demóstenes, y que eclipsan a todos
los Autores paganos contemporáneos.
El éxito de las Bellas Artes fue más débil; el falso celo, todavía no
mostraba su ira contra sus producciones.
Para embellecer Constantinopla, la nueva sede del Imperio romano, fueron
traídas estatuas de diferentes ciudades de Grecia y Asia Menor: Atenas y
Roma suministraron cantidad, así como el famoso templo de Diana en Éfeso.
Mucho tiempo después, se contemplaba en el templo de Sta. Sofia
cuatrocientas cincuenta estatuas, en su mayoría obras de antiguos maestros
griegos.
El autor anónimo de las Antigüedades Bizantinas, nombra los lugares de los
que habían traído las estatuas, para decorar el Hipódromo de Constantinopla.
Me sorprendió no encontrar a Elis, entre los lugares nombrados por este
autor (1).
Como los Padres de la Iglesia, que acabo de mencionar, habían dado nuevo
lustre a la elocuencia, y la dicción griega después de una gran decadencia,
no habría sido una cosa imposible, que el arte hubiera experimentado la
mismo revolución.
Pero no, la barbarie había tomado el control.
En Roma las cosas estaban llegando al punto, que cuando se ordenaban los
bustos, o las estatuas, faltaba capacidad y faltaban facultades, cabezas y
figuras de antiguos maestros se ajustaban de acuerdo al tema que tenían que
representar.
Es así, que se servían de las antiguas inscripciones romanas, para tumbas
cristianas: se graba la inscripción cristiana, en el reverso de la pagana
(2).
Flaminio Vacca habla de siete estatuas desnudas, descubiertas en su tiempo,
reelaboradas por una mano
(1) Antiq. Constant, p. 7. 8. 21.
(2) Conf. Fabret. Infcr. p.168
página 1056
bárbara (1)
Entre los escombros de las cosas antiguas que se conservan en la Villa
Albani, hay una cabeza que se encontró en 1757, y de la que sólo queda la
mitad, en la que se ven ambas señales, de una mano antigua y de una mano
bárbara.
El obrero de los últimos tiempos, viendo sin duda que no tenía éxito, dejó
su trabajo imperfecto: el oído y cuello, atestiguan el Artista del viejo
estilo.
Después del siglo de Constantino, la historia tiene pocas menciones al arte.
Es de suponer que, como habían comenzado en ese momento a romper las
estatuas de los Dioses, las obras de arte sufrieron el mismo destino en
Grecia.
Para evitar tal desorden en Roma, se estableció un inspector de estatuas
bajo el título
Centurio nitentium rerum.
Este oficial a cargo de los monumentos de la ciudad, hacía la patrulla
nocturna con soldados, para evitar que se mutilasen las estatuas (2).
La religión cristiana, de humilde que era, se convirtió en arrogante a su
vez: impulsada por un celo indiscreto, saquearon con furia los Templos
paganos.
Por otro, el maltrato de los eunucos, que en la corte de Constantino se
regodean en lugar de sus amantes, decorando sus palacios con los mármoles de
los templos
(Amiano libro22 4-3).
El emperador Honorio, queriendo reprimir estos desórdenes, introdujo una ley
que consagraba los sacrificios, y que ordenaba la preservación de los
templos (4).
Sin embargo, todavía se continuó dibujando estatuas a hombres famosos, honor
con el que fue galardonado el famoso Estilicón, y el poeta Claudiano bajo el
(1) Monts. Diar. Ital. p. 139.
(2) Vales. Not. ad Ammian. L. 16. c. 6.G.
(3) Vales. Not. ad Amian. L.22 c. 4. p. 299. b.
(4) Cod.Theodos.de Pagan,L.15.
página 1057
mismo Honorio.
Hace unos 200 años que se encontró la base de la estatua de Estilicón (1).
En Constantinopla se mantuvo hasta principios de este siglo, dos columnas
adornadas con bajorrelieves al estilo de los de la columna de Trajano en
Roma: se habían erigido
una al honor Constantino, y la otra
en honor de
Arcadio (2).
Los bajorrelieves que fueron luego grabados de los dibujos de Gentile
Bellini, pintor veneciano que Mohammed II. llamó a Constantinopla, pero
parece que el Artista ha embellecido infinitamente la obra en su dibujo.
Lo cierto es, que lo poco que sabemos de la primera, da una muy mala idea, y
la pone muy por debajo de la anterior.
Con respecto a la columna de Arcadio, ya no se puede ver hoy nada más que la
base de granito en un barrio denominado
Concajui.
La columna fue demolida por los turcos a principios de este siglo, porque
había sido sacudida más de una vez por terremotos, y temían que su caída
causara un gran daño a la ciudad.
La columna de Constantino, llamada la columna quemada, está colocada en un
barrio llamado
Vifirkham, compuesta de 7 grandes cilindros de pórfido,
sin contar la base.
En su origen, esta columna estaba coronada por la estatua de Constantino.
Después de haber sido dañada varias veces por el fuego, fue reparada por el
emperador Alejo Comneno, como indica una inscripción griega.
(1) Marlian. Topogr. Rom. L.2. c. 10. p. 29
(2) v. Bandur. Imp. Orient. T.2. p.508.
página 1058
Sinesio nos dice, que alrededor de sesenta años luego que Bizancio se había
convertido en la sede del Imperio romano, Atenas cayó en la decadencia total
(1).
Despojada de toda su magnificencia, ya no presentaba nada extraordinario
fuera de su nombre, y los escombros de sus edificios viejos.
Antes de Constantino, Valeriano les había permitido a los atenienses
reconstruir los muros de su ciudad, que habían permanecido enterrados bajo
sus ruinas, desde la época de Sila, y que no se encontraban listas para
resistir a los godos, que invadieron Grecia bajo el Emperador Galiano.
Atenas fue tomada y saqueada.
Cedreno informa, que los godos acumularon una enorme cantidad de libros, con
la intención de quemarlos, pero después de haber reflexionado, pensaron que
era mejor dejar a los Atenienses que cuidaran de estos juguetes, y se los
devolvieron.
El destino de Roma no fue menos funesto.
La ciudad de las naciones, fue tomada y saqueada en varias ocasiones por los
bárbaros, que fueron destructores de monumentos de arte.
Los mismos romanos transportados de una furia ciega, aniquilaron tesoros que
ni el tiempo, ni las manos de los artistas presentes nunca producirán.
En el momento de San Jerónimo, el magnífico templo de Zeus Olímpico fue
destruido (2).
Bajo el reinado del emperador Justiniano, en el 537, Vitigis rey de los
godos, que vino a sitiar Roma, tomó al asalto el castillo de Sant-Angelo,
entonces llamado
la Mole de Hadriano;
Los romanos se defendieron vigorosamente y se defendieron de los bárbaros
lanzando estatuas desde la parte superior de las murallas (3).
El fauno dormido, figura famosa en la antigüedad, y conservado en el
palacio Barberini, según todas las apariencias, es una de estas estatuas, ya
que fue
(1) Epit.235.
(2) Contr.Jovian.L.2.
(3) Procop. Hist. Goth. L.I.P.202. edit.Grotii.
página 1059
encontrado sin muslo, sin pierna, y sin el brazo izquierdo, cuando se hizo
la excavación del foso del castillo, bajo el pontificado de Urbano VIII.
Así Breval se equivoca, cuando dice que esta antiguedad se encontró en las
zanjas de Castel Candolfo (1)
En varios Libros se prestó atención, a hacer pasar por una
estatua del emperador Justiniano, una figura de
forma casi colosal, colocada en Villa Giustiniani, y que dio origen al
nombre, de casa Giustiniani, que afirma descender de este Emperador, y que
se esforzaron por establecer de nuevo esta descendencia, por una inscripción
puesta después de muchos años a esta figura, pero es una afirmación
desprovista de ningún fundamento.
Esta estatua, toda mediocre, sería un prodigio de arte si se tratara de ese
tiempo.
La cabeza es moderna, y hecha copiando una del joven Marco Aurelio.
Una figura sentada menos grande que de natural, que se ve en la
Villa Borghese, y que se ha tomado mal, a propósito
para un Belisario pidiendo limosna, se le colocó con ese nombre,
debido a la mano derecha que descansa sobre su rodilla, esta mano se muestra
hueca y abierta, como para recibir algo.
Tendríamos que decir, que esta estatua ofrece una de esas personas que
demanda la limosna para Cibeles, y que sólo tenía permiso, de acuerdo con
las leyes de los doce tablas, de realizar esta función en Roma
(Cicerón Las leyes libro2 9).
Estos personajes llamados MITRAGYRTAI, Μητραγύρται, de MITIR, Madre de los
Dioses, y MÎNAGYRTAI, Μηναγύρται , porque había un día al mes para pedir
(1) Remarks.
(2) Cicer. de Leg. L. 2.
página 1060
limosna (1).
Pero parece que esta estatua tiene significado más académico.
Nos enteramos de que Augusto hacía de mendigo un día cada año, y que ponía
el hueco de la mano
cavam manunm para recibir limosnas
(Suetonio
C.Augusto. 91).
Practicaba esta ceremonia, para conciliar a
Némesis
que, según la opinión común, le placia humillar a los grandes de la Tierra
(2).
Es por la misma razón, que ataban a los carros de triunfo, látigos y
campanillas que eran los atributos de Némesis, como se puede ver en una
hermosa estatua de esta diosa ¿
#? en
los jardines del Vaticano, con el fin de recordar a los triunfadores, que su
pompa es perecedera, y que se levantará desde su orgullo la venganza de los
Dioses, que caerá sobre ellos.
Así vamos a considerar la aptitud de la mano abierta, en la figura del
pretendido Belisario, como lista para recibir las limosnas.
La dirección opuesta de esta mano hueca, es decir, los dedos curvados como
si fuera a tomar algo, Aristófanes lo utiliza para significar bellaquería
(Aristófanes
Caballeros 205). AGKYLAIS TAIS CHERSIN ARPAZON PHEREI. ἀγκύλαις
ταῖς χερσὶν ἁρπάζων φέρει,
Las dos figuras en mosaico de
Justiniano y Teodora, su esposa, que se ven en Rávena, y que datan de
estos tiempos
(Procopio
Edificios libro1-1-5), son suficientes para darnos una idea de la
estatua ecuestre de este emperador (5) y de la emperatriz (5), ambas dos en
bronce, y entonces expuestas en Constantinopla.
Además, la estatua de Justiniano estaba vestida como Aquiles, así es como lo
informa Procopio, con las zapatillas atadas
(1) Suid. Μηναγύρτης
(2) Couf. Cafaub. Animadv. in Sueton. p.115. B.
(3) Equit. v. 205.
(4) Procop.de Aedif.L.I.c.2.p.10.
(5) Ibid. c. n. p. 2j.
(6) Aleman. Not. in Procop. Hift, arcan. c. 8. p.110. c.10;. p. 123.
página 1061
por encima de los pies, y con las piernas desnudas: diríamos que estuvo
representado en la forma de los hombres famosos de los tiempo heroicos.
Por último, en el año 663, el emperador Constante, nieto de Heraclio, y el
príncipe más cobarde, que aún tuvo el deshonor del trono imperial, fue a
Roma con la sola intención de llevarse lo que había escapado a la furia de
los Bárbaros, que la desolaron en los dos últimos siglos.
Después de haberse detenido allí durante doce días, tomó de esta capital el
resto de las obras de bronce, y las planchas de bronce que cubrían el
Panteón, y se lo llevó todo a Siracusa, donde estableció su corte.
Después de la muerte de Constante, estos tesoros cayeron en manos de los
sarracenos, que los llevaron a Alejandría (1).
Sin embargo, hay razones para creer, que no todo fue secuestrado por los
bárbaros, y que permanecieron en Sicilia varias obras dispersas en
diferentes lugares, como supongo, por cuatro (
1,
2,
3,
4
) grandes urnas de pórfido, que tienen la forma alargada de las antiguas
bañeras, colocadas en la catedral de Palermo, contienen los huesos
de cuatro reyes normandos;
Y aun más, yo todavía sospecho por otras
dos Urnas similares conservadas en el claustro de la rica abadía de
Monreale, a dos millas de Palermo, donde sirven y decoran las tumbas de
otros dos Reyes
de raza Normanda, uno de los cuales
es Guillermo el malo, y el otro Guillermo el bueno.
Es más probable, que estos recipientes hechos de pórfido, el más buscado,
se trajeran desde Roma a Sicilia, atendiendo a esta piedra, como he
observado más arriba
(1) Anaftaf. Vit. S. Vitaliani y Adeodati.
Paul. Diac. Hist. Longob. L.5. c.II.
página 1062
no siendo importado desde Egipto nada más que bajo bajo los emperadores.
Mientras Sicilia fue tratada como Grecia, y despojada en diferentes tiempos
de sus monumentos antiguos; es lo que hace que no sea creíble, que hubiera
gente que trajera el pórfido de Egipto, y que hubieran mandado fabricar
dichos recipientes.
Para mí, yo sigo creyendo que estas urnas sirvieron de cubas en las
magníficas termas romanas.
La sola ciudad de Constantinopla ofrece aun, algunas obras de arte salvadas
de la destrucción general de Grecia e Italia.
Todo lo que había escapado hasta entonces en Grecia, de la codicia de los
romanos, y la furia de los bárbaros, había sido transportado a esta ciudad.
Italia misma fue privada de una infinidad de monumentos, que sirvieron para
embellecer la nueva capital del Imperio Romano:
Se contempló hasta que la estatua de la Anier, con su burro de bronce, (1) que
Augusto había erigido en Nápoles, después de la victoria ganada sobre Antonio
y Cleopatra.
En el siglo XI, aún se contemplaba en Constantinopla la Palas de la Isla de
Linde (2), de la mano de Scyllis y Dipœne, escultures del siglo de Ciro.
Esta ciudad entonces poseía entre otras obras maestras del arte, el Júpiter
Olímpico de Fidias, la hermosa Venus de Gnido de Praxíteles; La ocasión de
Lisipo, y la Juno de Samos del mismo.
Es probable que todas estas obras fueran destruidas, en la toma de
Constantinopla bajo Balduino, en los comienzos del siglo XIII.
Sabemos que se fundieron entonces las estatuas de bronce para acuñar la
moneda,
(1) Glycas, Annal. P. 3.
(2) Cedren. p.322. B.
página 1063
un escritor de la época nos dice, que la Juno de Samos, en particular, tuvo
tal destino (1).
Yo sin embargo, tomo como una hipérbole lo que el mismo escribano nos dice,
que se tomaron cuatro carros para trasportar la sola cabeza de esta estatua,
cuando se hubo roto.
Sea lo que sea, permanece para siempre la idea probable, de una obra
excesivamente grande.
En cuanto al arte en general, la historia constata que se ha conservado más
tiempo en Constantinopla y en Grecia, que en Roma y en Italia.
Esto es lo que se podría probar con las figuras pintadas, se encuentran en
un antiguo manuscrito de Cosmas.
Esta obra escrita sobre Vitela, se conserva en la Biblioteca del Vaticano
bajo el
Nº699
se encuentra imprimido sin las figuras en la colección de autores griegos
publicados por Montsaucon (2).
La forma del libro es de un folio de registro, y el manuscrito se compone de
letras grandes que llamamos cabalísticas.
Cosmas era comerciante bajo el reinado del emperador Justino, como el mismo
nos dice en quinceava hoja de su libro, y según ha confirmado el famoso
patriarca Focio (3).
Una de las pinturas de este manuscrito, representa el trono del rey David, y
por debajo dos danzantes que están con sus vestidos remetidos, y se toman de
las manos con la ropa flotando sobre la cabeza.(
folio
63)
Estas figuras son tan hermosas que hay que creerlas, que son copias de una
pintura antigua.
Entre las dos figuras se ve escrito la palabra OPXHCIC, el baile.
(1) Fragm. hist. Mich. Choniatae in Fabric.
Bibiioth. Graeca. T. 6.p. 406.
(2) Collect. Ser. Gr. T.2 p. 113.
(3) Biblioth. p.9
página 1064
Ya he pasado los límites que me había marcado, cuando formé el plan de esta
obra.
Reflexionando sobre la destrucción del arte, me sentía con el disgusto del
hombre que escribiera la historia de su pais y que, después de sobrevivir a
la ruina, se ve a sí mismo obligado a trazar el dibujo de ese fatal época.
Por muy desagradable que sea el espectáculo, he podido seguir a mis ojos
hasta donde mi vista ha podido soportar el destino de las obras de arte.
Así es como un amante lloroso permanece inmóvil junto al mar, y sigue la
nave que deleita a su amante, sin esperanza de volver a verlo de nuevo: en
su ilusión, cree percibir incluso entre velas distantes la imagen del objeto
amado.
Al igual que el amante, nosotros tenemos por así decir, casi una sombra del
objeto de nuestros deseo; y la pérdida de este objeto irrita nuestros
anhelos.
Contemplamos copias de originales, con más atención que lo haríamos si
estuviéramos en plena posesión de tesoros antiguos.
A este respecto, a menudo nos encontramos en el caso de personas que quieren
ver fantasmas, y creen algunos percibir algo donde no hay nada.
El nombre de la antigüedad se ha convertido en un prejuicio, pero este
prejuicio no es sin utilidad.
¡Tenemos que encontrar mucho, para que al buscar encontremos algo!
Si los Antiguos hubieran sido menos ricos, habrían escrito mejor sobre arte.
Nosotros somos para ellos, como herederos mal avenidos, pero nosotros
movemos cada piedra por hacer cualquier descubrimiento.
A fuerza de razonar sobre las numerosas partes individuales de la
antigüedad, terminamos con certezas, al menos probables, de que puede llegar
a ser más instructivas, que las memorias que los
antiguos nos han dejado.
Es cierto, que a excepción de un pequeño número de registros juiciosos, la
mayor parte
página 1065
de los escritos que escaparon a los estragos del tiempo, son sólo históricos.
No debemos tener miedo de buscar la verdad, incluso a riesgo de disminuir
algo de nuestra estima por el propósito de nuestra investigación.
Es necesario que algunos deban ir por el mal camino, para que muchos
encuentren el camino correcto.
FIN DEL LIBRO página 1066
La localización actual de
las obras, encontradas durante mi traducción, la pueden hacer en la
Guía del arte
biblioteca de Anarkasis
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