La vida de
Willem Key
, pintor de
Breda
Biografía desde
Las nobles
inteligencias, que la naturaleza ha favorecido con la admiración de sus
compañeros, debido a la superioridad de su mérito, ganan aun en
consideración
por el ejemplo de una vida honorable, y la cortesía de su proceder.
Este fue
el caso del famoso Willem Key, de Breda, un hombre de alta talla, de
vestimenta correcta, que vivía en una hermosa casa en el más bello distrito
de Amberes, no lejos de la Bolsa, y más similar en apariencia a un
conserjero que a un artista.
Nació en Breda, y había sido compañero de
estudios de Frans Floris con Lambert Lombard en Lieja. Su entrada en el
gremio de pintores de Amberes tuvo lugar en 1540.(1532
dicen los registros)
Rico, pero
no pródigo, era trabajador y, en su relaciones con sus compañeros, exento de
la incomodidad de dejar ir a tantos otros.
En cuanto a sus obras, fue
un buen retratista, se inspiró fielmente de la naturaleza, terminado con
cuidado y con una extremada suavidad, por lo que merece especialmente
elogios, y aunque cedería a Frans Floris en relación con el movimiento, y la
animación, no era torpe en el arte de componer, pues poseía un
buen juicio.
Sus obras, y produjo muchas, siempre le fueron bien
pagadas.
Se vio de este pintor, en el ayuntamiento de Amberes, un cuadro
excelente que le había encargado el tesorero Christoffel Pruym.
Allí
estaban reunidos los miembros de la regencia, representados de
tamaño natural y, en la parte superior, aparecía Cristo, rodeado de
ángeles. Esta pintura fue destruida por el fuego prendido en 1576, por la
brutal soldadesca española.
En la iglesia de Notre-Dame había
pintado, para el altar de los mercaderes, un cuadro que ilustra el pasaje del
Evangelio donde Jesús dice "Venid a mi, todos los que estáis cargados
trabajando". Varios mercaderes allí fueron pintados y los datos fueron
tomados de este verso de Isaías, "Venid, comprad sin dinero y sin precio
alguno, vino y leche". La obra fue rota por los iconoclastas.
En la
misma iglesia todavía había de él, un Triunfo de Cristo, que fue un
excelente trabajo.
Willem Key realizó el
retrato de Granvela con traje
de cardenal y por este cuadro se le pagó la suma de cuarenta Rijcks-daelders
(Equivalente al real de
a ocho),
aunque no lo había pedido.
Después de haber realizado muchas obras y
retratos, fue llamado finalmente, a pintar al Duque de Alba
(Willem Key es un autor con unas atribuciones
todavía difíciles. Los historiadores del arte oscilan desde otorgarle todo a
Moro, si leen la vida Moro, verán que cita retrato del Duque de Alba, y
estaría en fechas, además de uno muy anterior, y Moro pudo ver el retrato de
Tiziano, desde el que se inspira obviamente, hasta, darle de su mano el atribuido retrato de Tiziano de los Alba en
Madrid. Dejo no obstante retratos del Duque de Alba que le atribuyen #,#,#,#). Mientras él estaba
lidiando con este trabajo, por la ignorancia que le suponían en lenguas
extranjeras, escuchó una conversación entre el gobernador y un miembro de la
Tribunal de la Sangre, y así supo, por la sentencia pronunciada
contra el Conde de Egmont y otros caballeros, que iban a ser ejecutados.
Como
simpatizaba con los nobles, la noticia lo impresionó hasta el punto
que, al volver a casa enfermó y murió, se dice, el mismo día en que
los Condes de Egmont y Hornes subieron al patíbulo, es decir, el 5 de
junio de 1568, víspera de Pentecostés.
Según otra versión, habría muerto unos días
antes, sus amigos guardaron en secreto las causas de su muerte.
Todavía otros sostienen, que estaba tan impresionado por el aspecto severo
del duque de Alba, que enfermó y murió, pero creo que éste es un cuento
inventado a placer.(Leyenda negra)
Lampsonius dice de él
Las hábiles caras pintadas a
mano de Key
Que pensarías animadas, tan exitosas son,
Moro, solo
exceptuo, en mi opinión,
Nadie en Holanda ha triunfado sobre él.