Ilusiones acústicas
Al igual que se puede utilizar la perspectiva óptica para engañar a los ojos (como en la famosa Escalinata de Penrose, que da más y más vueltas sin perder altura), la perspectiva acústica puede engañar nuestros oídos. (pulsa para oír el efecto Shepard) Nos parece estar oyendo una subida continua en la altura sonora, mientras que la realidad es que no nos elevamos en absoluto. El engaño se produce porque cada nota es en realidad un acorde compuesto por la misma nota en distintas octavas. A pesar de lo maravillosamente que funciona nuestro oído, esto consigue engañarlo.
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