POTENCIA
Nuestros oídos son poco sensibles al total de energía acústica que reciben. Sin embargo, son muy sensibles al ritmo en que esta energía les alcanza. Este ritmo es lo que determina el volumen. El ritmo con que un instrumento irradia energía acústica define la potencia acústica del instrumento. La unidad de la potencia es el vatio o watt (W).
1 vatio es la potencia necesaria para levantar 0'45 kg a razón de 215 mm cada segundo (aproximadamente). La potencia desarrollada por una persona en un trabajo físicamente duro, continuadamente, es de unos 100 W.
Un instrumento musical transforma en calor (consecuencia de la resistencia y rozamiento) casi toda la energía que emplea el intérprete al tocarlo. Sólo una pequeña parte de energía se convierte en sonido. Un pianista puede utilizar 200 W de potencia al tocar muy fuerte, produciendo sólo 0'4 W de energía irradiada como sonido.
Fuente sonora |
Potencia (vatios) |
Fuente sonora |
Potencia (vatios) |
Fuente sonora |
Potencia (vatios) |
Golpe orquestal (fortísimo) | 70 | Trombón | 6 | Barítono | 0'03 |
Bombo | 25 | Piano (fuerte) | 0'4 | Soprano (débil) | 0'001 |
Órgano | 13 | Orquesta (débil) | 0'09 | Voz hablando | 0'000024 |
Platillos | 10 | Clarinete | 0'05 | Violín muy débil | 0'0000038 |
Si nos fijamos en la potencia de la voz cuando hablamos normalmente, el dato que muestra la tabla nos revela que, en términos de potencia, harían falta más de 4 millones de personas hablando para mantener iluminada una bombilla de 100 W. |
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También podemos observar en la tabla anterior que el sonido más fuerte de los que allí aparecen es casi 20 millones de veces más potente que el más débil. Podemos así apreciar lo sensible que es el oído al ritmo con que la energía alcanza el tímpano, es decir, a la potencia acústica. Es la amplitud de las oscilaciones del tímpano lo que produce la sensación de volumen, y esta amplitud es mayor o menor según sean las variaciones de presión del aire. |