DIABETES ("diabetis")
La diabetes es una enfermedad crónica. El páncreas no fabrica la cantidad necesaria de insulina, o si la fabrica, no lo hace con la calidad adecuada. La insulina regula el metabolismo del azúcar. Si falta esta hormona o actúa mal, se produce un aumento de azúcar en sangre que ocasiona los síntomas de la diabetes: sed y hambre contínuas, ganas de orinar, cansancio, piel reseca e infecciones frecuentes. Algunas personas presentan pérdida de peso, visión borrosa, se sienten enfermas, vomitan o les da dolor de estómago.
Existen dos tipos principales de diabetes: la diabetes tipo 1, que se presenta de forma brusca y en la que es necesario administrar insulina; y la diabetes de tipo 2, que suele presentarse a edades avanzadas, es la más común, tiene un fuerte componente genético y no requiere necesariamente insulina para su control. También existe la diabetes gestacional,
La diabetes, si no se previene antes de que
se ponga de manifiesto, puede acarrear una serie de enfermedades asociadas que llegan
a disminuir la calidad de vida del paciente. Entre estas complicaciones asociadas figuran:
la ceguera, problemas renales, problemas de sensibilidad muscular, enfermedades
del corazón.La mejor forma de prevenir la
enfermedad o sus consecuencias (se desconocen las causas de algunos tipos
específicos) es evitando la obesidad, realizando ejercicio
físico de forma cotidiana, abandonando el tabaco y el alcohol y siguiendo
una dieta sana pues la diabetes sabe de sus malas influencias
La alimentación del diabético no es muy diferente de la alimentación
sana que todos deberíamos seguir: se basa en una reducción global de las
calorías para controlar el sobrepeso y un reparto equilibrado de los
diferentes nutrientes. Los alimentos ricos en azúcares refinados (pasteles,
dulces, repostería en general) se deben evitar, aunque otros alimentos
-legumbres, pasta italiana, pan, patatas, arroz- que contienen otros tipos
de azúcares que no producen un aumento de glucosa en sangre deben
consumirse en cantidad adecuada.
La administración de insulina para aquellos afectados por diabetes tipo 1 es imprescindible. También pueden ser necesarios otros fármacos para regular el metabolismo de los azúcares y evitar otros problemas asociados.
Debido a la medicación y a la insulina administrada, en los diabéticos se puede dar una hipoglucemia (bajada excesiva del azúcar en sangre). Esto se debe evitar ajustando las dosis de los medicamentos, manteniendo un horario de comidas regular y llevando siempre azúcar para tomar si es necesario. Los signos de una hipoglucemia son: sudoración, palpitaciones, sensación de hambre, debilidad, nerviosismo, confusión mental, visión borrosa y, en caso extremo, pérdida de conocimiento.
Creo que este resumen da una idea general, pero los diabéticos a largo plazo necesitan una información mayor, cualquier diabético es capaz de multiplicar por 4 esta información, mas abajo hay una recopilación mas extensa
Qué es la diabetes
La diabetes es una enfermedad crónica que aparece debido a que el páncreas
no fabrica la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, o bien la
fabrica de una calidad inferior. La insulina es una hormona que tiene como misión
fundamental transformar en energía los azúcares contenidos en los alimentos.
Cuando falla, origina un aumento excesivo del azúcar que contiene la sangre (hiperglucemia).
Entre los signos que hacen pensar en la posibilidad de existencia de diabetes figuran la sed (polidipsia) y el hambre (polifagia) continuos, las ganas de orinar (poliuria), el cansancio, la piel reseca y las infecciones frecuentes. Algunas personas, además, presentan pérdida de peso, visión borrosa, se sienten enfermas, vomitan o tienen dolor de estómago.
De hecho, el nombre científico de la enfermedad es
diabetes mellitus, que significa "miel". Hasta el siglo pasado no se
comprobó que la elevación del azúcar en la sangre es la principal característica
de la diabetes. Fue entonces cuando se pensó que el páncreas debía segregar
una sustancia capaz de regular el metabolismo del azúcar. Dicha sustancia, la
insulina, fue descubierta en 1921. Gracias a ella, miles de personas diabéticas
de todo el mundo han podido llevar una vida prácticamente normal.
La diabetes afecta al 6% de la población. Las posibilidades de contraerla
aumentan a medida que una persona se hace mayor, de modo que por encima de los
setenta años la padece alrededor del 15% de las personas. Desde un punto de
vista sanitario, es esencial educar a los pacientes para que controlen su
diabetes de forma adecuada, ya que puede acarrear otras enfermedades tanto o más
importantes que la propia diabetes: enfermedades cardiovasculares, neurológicas,
retinopatía (afección ocular que puede conducir a la ceguera) o nefropatía
(enfermedad del riñón).
DIABETES MELLITUS TIPO 1
Las edades más frecuentes en las que aparece son la infancia, la
adolescencia y los primeros años de la vida adulta. Acostumbra a
presentarse de forma brusca, y muchas veces independientemente de que
existan antecedentes familiares.
Se debe a la destrucción progresiva de las células del páncreas, que son
las que producen insulina. Ésta tiene que administrarse artificialmente
desde el principio de la enfermedad. Sus síntomas particulares son el
aumento de la necesidad de beber y de la cantidad de orina, la sensación de
cansancio y la pérdida de peso.
Según la causa:
a) Diabetes mediada por procesos autoinmunes:
- Está causada por la destrucción autoinmune de las células del páncreas.
- Representa la mayoría de los casos de diabetes mellitus tipo 1.
- Lo normal es que aparezca en niños o adultos jóvenes, pero también
puede darse en otras edades.
- Suele comenzar de forma brusca.
- Los factores de riesgo no están bien definidos, pero se sabe que están
implicados en su aparición factores genéticos, autoinmunes y ambientales.
- Habitualmente el peso es normal o por debajo de lo normal, aunque la
presencia de obesidad no es incompatible con el diagnóstico.
- Los pacientes son propensos a sufrir otras alteraciones del sistema
inmunitario.
b) Idiopática:
- Se desconoce la causa que la provoca. Sólo pertenece a esta categoría
una minoría de pacientes con diabetes tipo 1, la mayoría de origen
africano y asiático.
- Existe un importante factor hereditario y no se dan alteraciones del
sistema inmunitario.
- En los pacientes, la necesidad de insulina puede aparecer y desaparecer.
DIABETES MELLITUS TIPO 2
Se presenta generalmente en edades más avanzadas y es unas diez veces mas
frecuente que la anterior. Por regla general, se da la circunstancia de que
también la sufren o la han sufrido otras personas de la familia.
Se origina debido a una producción de insulina escasa, junto con el
aprovechamiento insuficiente de dicha sustancia por parte de la célula. Según
qué defecto de los dos predomine, al paciente se le habrá de tratar con
pastillas antidiabéticas o con insulina (o con una combinación de ambas).
No acosstumbra a presentar ningún tipo de molestia ni síntoma específico,
por lo que puede pasar desapercibida para la persona afectada durante mucho
tiempo.
- Aunque puede aparecer a cualquier edad, es
habitual que comience en la edad adulta, después de los 40 años.
- Se caracteriza por la resistencia a la insulina y usualmente se asocia a
un déficit relativo de producción de esta sustancia por el páncreas.
- La obesidad está presente en el 80 por ciento de los pacientes.
- El riesgo de desarrollar esta forma de diabetes aumenta con la edad, el
peso y la falta de actividad física. Es más frecuente en mujeres con
antecedentes de diabetes gestacional y en individuos con hipertensión o
trastornos en el metabolismo de la grasas.
- Representa el 90-95 por ciento del total de casos de diabetes mellitus.
- Los pacientes no precisan insulina, aunque pueden requerirla para
conseguir controlar el nivel de glucosa.
- Está frecuentemente asociada con una fuerte predisposición genética,
aunque este factor es complejo y no está claramente definido.
DIABETES GESTACIONAL DIABETES Y EMBARAZO
OTROS TIPOS DE DIABETES
Existen otros tipos de diabetes originados por un mal funcionamiento de las células del páncreas o de la insulina que éstas fabrican, por problemas de metabolismo, etc. Muchas veces estas disfunciones están causadas por defectos genéticos, drogas, infecciones u otras enfermedades.
PREVENCION DE LA DIABETES
Para la diabetes tipo 1 no existe ningún método eficaz por el momento,
pero las investigaciones más recientes hacen presumir que será posible
hacerlo en un futuro no demasiado lejano.
En cambio, está comprobado que la de tipo 2, que es la que aparece con más
frecuencia, al estar relacionada con la obesidad se puede tratar de evitar
en gran medida adoptando unos hábitos de vida saludables:
Tipo de insulina
|
Inicio de acción
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Pico máximo
|
Duración
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Insulina lispro de acción rápida
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De 5 a 15 minutos
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De 45 a 90 minutos
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De 3 a 4 horas
|
Insulina simple de acción breve
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30 minutos
|
De 2 a 5 horas
|
De 5 a 8 horas
|
Insulina de acción intermedia (NPH o
lenta)
|
De 1 a 3 horas
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De 6 a 12 horas
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De 16 a 24 horas
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Insulina de acción ultralenta
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De 4 a 6 horas
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De 8 a 20 horas
|
De 24 a 28 horas
|
Preguntas más frecuentes
1. ¿Cuáles son las
causas de la hiperglucemia Cómo prevenir las
hipoglucemias?
Algunas razones por las cuales se tiene un nivel alto de azúcar en la sangre
o hiperglucemia son comer demasiado, hacer menos ejercicio de lo normal y
utilizar una cantidad insuficiente de medicación. El azúcar en la sangre
también puede subir cuando una persona está enferma o siente mucha tensión
emocional o estrés.
Las hipoglucemias son descensos del azúcar en la
sangre por debajo de lo que se considera nivel mínimo normal (60 mg/dl). La
glucosa es la principal fuente de energía de la que se alimentan las células
del organismo para su funcionamiento. Especialmente las del cerebro y las de
los tejidos del sistema nervioso dependen casi en exclusiva del suministro de
glucosa.
Cuando la glucosa escasea, el organismo activa un mecanismo de defensa para
poner remedio a la situación que se está produciendo: aumenta el nivel
hormonal (adrenalina, cortisol, glucagón y hormona de crecimiento), con el
fin de movilizar las reservas de glucosa que, fundamentalmente, contiene el
hígado.
Las hipoglucemias leves se dan con frecuencia en diabéticos que se medican
con insulina. El descenso excesivo de la glucosa se produce a causa de una
dosis excesiva de insulina o de tabletas hipoglucemiantes, de la ingestión
insuficiente de hidratos de carbono, del ejercicio físico inadecuado o de la
combinación de dos o más de estos factores.
Para prevenir las hipoglucemias, los diabéticos deben tener en cuenta lo
siguiente:
La hipoglucemia se presenta de forma brusca y diferente en cada persona,
pero los signos más usuales son: sudoración, palpitaciones, nerviosismo,
sensación de hambre, debilidad, modificaciones en el comportamiento.
Si todo esto no se corrige, la situación puede complicarse y la persona
puede llegar a experimentar: visión borrosa, dificultad para hablar,
confusión mental, pérdida de conocimiento (estado de coma).
En cuanto aparezcan los primeros signos de hipoglucemia, hay que tomar
azúcar (2 o 3 terrones), galletas (de 3 a 5 unidades) o beber un vaso
(150 ml) de alguna bebida que contenga hidratos de carbono de absorción
rápida (zumos de frutas, cola, etc.). Los síntomas suelen pasar en 5 o
10 minutos. Si la hipoglucemia es grave o la persona pierde la conciencia,
es necesario inyectarle una ampolla de glucagón por vía subcutánea
(igual que la insulina) o intramuscular (en la nalga). El glucagón
moviliza las reservas de glucosa del organismo y hace efecto en unos 10
minutos. Si no hay recuperación, el afectado debe recibir asistencia
médica inmediata.
5. ¿Qué hay que hacer si se contrae
cualquier otra enfermedad? Retinopatía diabética en caso de lesión, por pequeña que sea, debes recibir tratamiento
médico adecuado.
2. ¿Existe una dieta especial para diabéticos?
No existe una "dieta diabética". La persona con diabetes puede
comer de todo lo que come una persona sana que pretenda mantenerse saludable y
en su peso ideal. Sin embargo, debido a que los carbohidratos elevan los
niveles de azúcar (glucosa), la persona con diabetes debe prestar atención
especial al consumo de los mismos.
3. ¿Influyen otras enfermedades en la diabetes?
La gripe, el resfriado, la gastroenteritis y las infecciones en general pueden
aumentar la necesidad de glucosa. En las personas diabéticas esto puede
suponer un aumento peligroso de la glucemia, que casi siempre es evitable.
4. ¿Qué síntomas pueden indicar una
descompensación?
aparición de acetona en la orina (cetonuria).
Hacerse controles de sangre con más frecuencia;
Hacerse análisis de acetona en orina;
Tomar con frecuencia algo de alimento y líquidos, como zumos de fruta,
leche, caldo, infusiones, etc.;
Tratar adecuadamente la enfermedad (gripe, infección, etc.).
compensar la diabetes con insulina rápida, si es necesario;
En algunas ocasiones, la diabetes produce una alteración en los
vasos sanguíneos del ojo y provoca un daño en la retina, que se conoce
como retinopatía diabética. Esta enfermedad puede derivar en una ceguera
si no se detecta a tiempo, por lo que es importante que las personas
diabéticas controlen su visión con regularidad.
El daño puede localizarse en la mácula (retinopatía no proliferativa) que
es una zona situada en la parte central de la retina, o en la cámara
vítrea, la parte situada entre la retina y el cristalino (retinopatía
proliferativa).
La diferencia entre ambos tipos de retinopatías reside en que la no
proliferativa se produce de forma paulatina, mientras que la proliferativa
aparece y desaparece por etapas.
¿Por qué se produce?
La principal causa es un control inadecuado de la glucemia (azúcar en
sangre) en los individuos diabéticos. Sin embargo, otros factores como el
tabaco, la obesidad o la hipertensión arterial (los mismos que pueden
causar diabetes) también contribuyen a que aparezca esta enfermedad.
Tratamiento
Además de un buen control de la glucemia del diabético, la cirugía puede
frenar el efecto degenerativo de la retinopatía. Existen dos tipos de
tratamiento quirúrgico: el láser Argón y la vitrectomía (una técnica
con la que se reemplaza el humor vítreo del ojo).
Antes del viaje:
Cuida tus pies
Durante el viaje:
Las personas diabéticas necesitan cuidarse y controlarse siempre.
Pero hay determinadas circunstancias que requieren que los cuidados
habituales se incrementen o que se tomen medidas específicas.
La diabetes puede producir una reducción del flujo sanguíneo y de la
sensibilidad nerviosa. En consecuencia, algunas tienen mayor riesgo de
sufrir heridas o infecciones en los pies. Sigue los siguientes consejos para
evitar problemas en tus pies:
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