La vida de Richard Aertsz
, pintor de
Wyck sur Mer
Biografía desde
¿Quién
no dirá, del efecto de las emanaciones tonificantes del mar, sobre las
costas de Holanda Septentrional, con respecto al desarrollo de facultades
pictóricas?
Algo digno de mención, de hecho, es este rincón de la
tierra, que ha tenido el privilegio de ver aparecer entre la juventud
rústica, en Beverwyck, en Schoorel, en Heemskerck, en Wijk aan Zee,
vocaciones artísticas absolutamente espontáneas.
En el pueblo de Wijk
aan Zee,
vivía un pescador llamado Alart, cuyo hijo Richard, habiendo tenido la
desgracia de quemarse en su juventud la pierna, fue enviado a Harlem para
recibir tratamiento; la herida empeoró, y fue necesario recurrir a la
amputación.
Mientras el joven pasaba sus días junto al fuego, la
naturaleza vino a despertar en él, amor por el dibujo, y sin modelo alguno,
sacando las brasas del hogar, comenzó a trazar imágenes en la pared blanca
del vestíbulo, que viéndolo, uno le preguntó si quería aprender a pintar.
Siendo tal, de hecho su entusiasta deseo, fue enviado como aprendiz de Jan
Mostaert. Como solía usar una muleta para caminar, fue apodado "Ryck el
muletas".
Se dedicó mucho al estudio, y se convirtió en un buen
maestro. Fue quién pintó las contraventanas del tríptico del altar de los
porteros, que fue obra del maestro Jacob (Willemsz) cuyo alumno fue Jan
Mostaert.
En estos postigos, Richard representó a los Hermanos de José,
que venían de comprar trigo en Egipto, José rodeado de la pompa real, y
otros episodios similares.
Había muchas obras de Richard en Friesland,
y varias también perecieron, de modo que me sería difícil nombrar alguna de
ellas.
Era un hombre pacífico, virtuoso, de gran piedad, amante de
las Sagradas Escrituras, que buscaba descanso para el alma.
Finalmente fue a establecerse en Amberes, donde por su tranquilidad, se limitó a
pintar los desnudos en las obras de varios artistas, por un salario bajo.
Ninguno de sus hijos abrazó la carrera artística
(Lambert Ryck Aertszoon figura inscrito en el
Gremio de Amberes en 1555).
Cuando
llegó a una gran edad, el debilitamiento de su vista fue el motivo por lo
que puso
colores tan gruesos en sus paneles, que lograban un éxito mediocre, y a menudo
se vio obligado a raspar color. Entonces no estaba de humor, porque la
gente ya no quería su cuadro.
En 1520 ingresó en la hermandad de
pintores de Amberes, La Gilda
(gremio),
cuyo lema era, Unidos por la amistad, cuya casa fue fundada en el año 1400.
Su retrato fue pintado por
Frans Floris, bajo la figura de
San Lucas pintando a la Virgen, cuadro destinado al cuarto de los
pintores, porque era muy querido y de carácter jovial, solía decir: "Yo
soy un Richard, muy bien plantado". Tenía una hermosa cabeza en la pintura.
Richard murió, unos seis meses después de la furia española, alrededor
del mes de mayo de 1577, a los noventa y cinco años.