La vida de
Jacob de Backer
, pintor de Amberes
Biografía desde
Sólo hay
una voz para deplorar la suerte de quienes, llegados en buena hora a la
eminencia artística, y mientras uno tenía derecho a esperar de ellos una
larga serie de obras distinguidas, son eliminados repentinamente.
Lamentablemente el hecho es frecuente, y Jacob De Backer nos proporcionó un
nuevo ejemplo hace unos años.
Era natural de Amberes, y se dice,
hijo de un buen pintor, que para escapar a un pleito por calumnias se
refugió en Francia, donde murió.
Jacob De Backer también fue llamado
Jacob de Palermo después que cierto Antonis Palermo, pintor y comerciante de
pinturas, con quien vivió.
Palermo tuvo al joven muy
apretado, y le requirió una gran cantidad de trabajo, por lo que Jacob
llegó pronto a ser muy hábil, no sin beneficio para Palermo que enviaba
sus obras a Francia y las vendía a buen precio. Esto no le impidió
acosar a De Backer, con el pretexto que sus obras no estaban bien
emplazadas, y era necesario que éste, según expresión vulgar, trabajase
como un caballo, para producir algo algo que satisficiera.
Si por
casualidad tenía un día libre, igual lo pasaba modelando la tierra, y
perfeccionándose a sí mismo.
Un poco más tarde, De Backer se fue con
Hendrick van Steenwijck ,
perseverando en sus hábitos de aplicarse al estudio. Rehusando cualquier ejercicio
corporal, a la larga su salud se deterioró gravemente.
La
gente dice que enfermó de apoplejía, pero creo, por mi parte, que
murió de una afección pulmonar, porque, al momento de expirar en los
brazos de la hija de su antiguo maestro Palermo
(Catalina), lamentó su triste destino,
diciendo "Debo, por desgracia, morir tan joven". Apenas tenía treinta años.
Se realizó la autopsia del cadáver, sin que se pudiera saber
de qué
tipo de enfermedad había muerto el joven artista.
Las obras De Backer son muy buscadas en todas partes, y adornan gabinetes de
aficionados.
En Middelburg , en casa Melchior Wijntgis, vi tres hermosas
pinturas de él, Adam y Eva
#, "Charity"
¿#? y un Crucifijo
¿#?
.
También he visto de
él, en casa del señor Oppenberg, otros tres cuadros: Venus
(Tres al menos las dan a
su mano
#,
#,#), Juno
# y Minerva
#,
figuras de cuerpo entero de tamaño medio natural, muy bien de posado, con
diversos objetos de fondo, complementos, ropa, animales, etc.
En
definitiva, De Backer fue uno de los mejores coloristas de la escuela de
Amberes, pintó ampliamente y dio a sus encarnaciones un gran poder de efecto.
Su
nombre es digno de pasar a la posteridad.