La vida de
Frans Minnebroer
pintor de Malinas
Biografía desde
Habiendo hablado
de ciertos pintores de Gouda, hago lo mismo para algunos antiguos de
Malinas.
En 1539 o 1540 vivía Frans Minnebroer, que era un buen
pintor al óleo. Se vio de él, en Notre-Dame, una Huida a Egipto, a través de
un paisaje desértico. Las figuras y el paisajes estaban bien tratados.
Fuera de las puertas de Malinas, en Notre-Dame de Hanswijck, se
vio de él un retablo con la Historia de la Virgen, en la que destaca la
anunciación angelical y la visitación a santa Isabel, donde los personajes y
los árboles fueron pintados con extraordinaria habilidad.
Frans
Minnebroer tuvo un malinés de alumno, con el nombre de Frans
Verbeeck, quien era experto en el tratamiento al temple de temas de
la naturaleza, como esos queridos de Hieronymus Bos. En Malinas, se veía en
él a un San Cristóbal rodeado de muchos diablos. En Saint-Catherine, había
una obra representado la Parábola del Dueño de la viña, con los obreros
trabajando, y donde extraños monstruos recogían las ramas muertas,
igualmente curioso como bien tratado.
Hizo muchas otras cosas, que salieron a la venta
en varios lugares, especialmente un invierno sin nieve ni hielo, con los
árboles desnudos y las casas envueltas en niebla, todo con gran verdad. Es
el autor de estas grotescas bodas de pueblo y otros chistes del mismo tipo
que nos encontramos con bastante frecuencia.
Había todavía, en
Malinas, un tal Vincent Geldersman
(Vincent Sellaer),
muy buen pintor. Había hecho una Leda, una figura de medio cuerpo con dos
huevos
(Cuatro variantes al menos de su mano, pero en
ninguna aparecen los huevos); una Susana
(5 al menos atribuidas a su mano
#,#,#,#,#),
una Cleopatra con el áspid, y otros sujetos de la misma especie, de los
cuales hay muchas copias en todo el mundo. Todo esto fue pintado al óleo, y
no menos hermoso que agradable
Se vio, además, en Saint-Rombout,
en la capilla de los Caballeros, un Descendimiento de la Cruz donde la
Magdalena lava los pies de Cristo, y donde se reúnen varias otras figuras
muy dramáticas.
En la misma capilla había
numerosos sujetos de las Escrituras, Caleb, Josué, etc., pintados por un
hábil maestro alemán de nombre Hans Hogenberg, radicado en Malinas, donde
murió en 1544. Es autor del conocido friso de la Entrada del Emperador
en Bolonia,
(Son de Nicolaus Hogemberg,
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el padre. Muerto en 1539 y publicados en el 1540).
Aún estaba Frans Crabbe, el autor en Malinas del altar
mayor de los hermanos recoletos
(Reforma franciscana),
con la Pasión, pintada al temple, muy buena creación. El panel central representaba
la crucifixión, y, en las puertas, divididas en compartimentos, notamos varias cabezas hermosas
en el estilo de Quintijn de Smits.
(Quinten Massijs) Frans
fue un hombre rico. Su
manera, tenía mucha analogía con la de Lucas van Leyden. Murió en
1548.
Nicolás Rogier era un buen paisajista.
Después de él vino un cierto Hans Kaynoot, un
sordo, que le superó. Pintó al estilo de Joachin Patinir, fue alumno de Matthias Cock
de Amberes, alrededor de 1550.
Corneil Enghelrams de
Malinas pintó, para la Iglesia de Saint-Rombouts,
las Obras de Misericordia, realizando los pobres en varios compartimentos,
en los que hacía distinción entre los
verdaderos pobres y los mendigos profesionales, andrajosos,
viejos, etc. Todos estos lienzos estaban ejecutado al temple.
Muchas de
sus obras partieron hacia Alemania, especialmente para Hamburgo.
En
Saint-Catherine, vemos de él una Conversión de San Pablo, lienzo grande
con figuras bastante buenas, pero esta obra tiene mucho trabajo.
En Amberes, pintó para el Príncipe de Orange, en una
habitación del castillo, una historia de David, según las composiciones
de Lucas de Here. Aquí. De Vries agregó motivos arquitectónicos frisos,
termas, cartuchos, todo pintado al temple.
Corneil murió en, 1583, a la
edad de unos cincuenta y seis años
También estaba un tal Marcus Willems,
estudiante de Michel Coxcie, que fue autor de muchas cosas hermosas, y
pintó, particularmente; para la iglesia de Saint-Rombouts, una Degollación
de San Juan. El verdugo sostiene la cabeza y se la presenta al espectador,
de tal manera que parece salir del lienzo. Solo vemos una parte del
brazo, en escorzo.
Willems dibujó mucho para vidrieros,
tapiceros y pintores. Había una Judith que había decapitado a Holofernes, figura de tamaño natural, muy bien tratada.
Para la
entrada gozosa del rey Felipe en 1549, pintó, en Malinas, un arco
triunfal con un episodio de la Historia de Didon, en el que corta la piel
de la res, etc.
A Willems le gustaba estar al servicio de quienes recurrían
a él, como dibujante o por cualquier otra razón, porque era de una
naturaleza muy servicial. Murió en 1561.
Jaques de Poindre
(Jacob de Punder)
fue discípulo de Marc Willems, que se había casado con su
hermana; era ante todo un buen retratista.
Fue autor de un retablo de la
Crucifixión, en el que había introducido muchos retratos.
Habiendo hecho
una vez la efigie de Pieter Andries, un capitán inglés que era un gran
fanfarrón,
Jaques de Poindre se vio incapaz de obtener el pago de su
trabajo. Agotada de su paciencia, se le ocurrió pintar barras de moquillo
delante del personaje, figurando que el capitán se encontraba como en
prisión; luego exhibió el retrato a la multitud. Al enterarse de lo
que pasaba, el capitán vino a decirle al pintor, que bastardo era al
permitirse tal cosa. Jacques respondió, que el personaje solo sería liberado
cuando hubiera pagado íntegramente su retrato. El capitán terminó de
cumplir, exigiendo que desapareciera la reja, lo cual se hizo apenas
usando una esponja.
De Poindre dejó muchos buenos retratos. viajó a
oriente y Dinamarca, y murió alrededor de 1570.
Gregorius Beerings, otro Malinés y pintor al temple. Se destacó en la
pintura de ruinas, habiendo estado en Roma.
Encontrándose en la Ciudad
Eterna, y falto de dinero, tomó un lienzo en el que representó un diluvio,
donde no se podía ver nada más que el cielo lluvioso, y las aguas sobre
las que navegó el arca. Alguien habiéndole preguntado qué representaba,
respondió:- "El Diluvio". - Pero, ¿dónde están los hombres? ellos le
preguntaron-
Todos ahogados porque el agua estaba cayendo, sino los verías, los únicos
sobrevivientes están en el arca."
Todos lo querían, y como tenía prisa, la bolsa del pintor pronto
se llenó.
Murió en Malinas en 157o.
He agrupado aquí algunos de los Malineses más famosos, dejando
aparte a Coxcie y Bol, que se discutirá más adelante. Para los otros,
no pueden presentarse en un orden estrictamente cronológico, pero me
dolería omitir algún hombre digno, aunque no estuviera en condiciones de
dedicarme más a ello, por falta de información más amplia que una nota de
unas pocas líneas.